HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy es la ocasión de presentar a SALES DE BAÑO, que es un
joven grupo argentino dedicado a cultivar un híbrido de jazz-rock y rock-in-opposition
dentro de un esquema genuinamente progresivo sensible a la inclusión de
elementos fusionescos en el camino. Formado este grupo por el talentoso bajista Carlos
Quebrada (integrante también de otra banda heroica de la vanguardia argentina,
FACTOR BURZACO, nada más y nada menos), el personal de SALES DE BAÑO se
completa con Camilo Ángeles [flauta], Agustín Zuanigh [trompeta y fiscorno],
Andrés Marino [pianos y sintetizadores], Mariano Cepeda [guitarra y efectos] y
Federico Isasti [batería]: o sea, un grupo de alumnos de la carrera de Jazz del Conservatorio De Falla. Ahora nuestra atención se ha de enfocar en su estupendo
disco debut “Estrangulando El Mundo”. Todo el material contenido en este disco,
compuesto íntegramente por Quebrada, fue grabado en noviembre del año pasado en
los Fort Studios de Buenos Aires, para luego ser mezclado en el estudio
neoyorquino Bacqué Recording Engineering. Vayamos ahora a los detalles del
repertorio.
Durando 9 minutos y
pico, ‘Zoroastro’ pone en marcha la maquinaria grupal con un colorido tan
bizarro como misterioso. La estructura rítmica del motivo inicial es sólida
pero no muy trepidante, lo cual permite a los instrumentos asociarse con
oportuna delicadeza, y así, permitir que el tránsito al posterior interludio
abiertamente melancólico sea muy fluido. Una sección siguiente está marcada por
unos aires a lo MAHAVISHNU ORCHESTRA, siendo así que la guitarra se explaya
noblemente en sus fraseos mientras que el piano engalana el paisaje general con
fraseos a lo free-jazz. El segundo tema del disco, titulado ‘30’, es más largo
aún que el primero: dura 10 minutos y segundos. Su esquema de trabajo tiene una
aureola un poco más extrovertida que la del tema inicial, incluso aproximándose
a la mágica delicadeza de las expresiones más excelsas del jazz-prog de
tradición Canterbury (GILGAMESH, HATFIELD AND THE NORTH). Se nota el empleo de trucos
Crimsonianos emanados de algunas partes de guitarra, y por qué no, también
algunos elementos avant-jazz a lo ZAPPA en ciertos pasajes donde el grupo se
pone en plan juguetón. Los solos de flauta y trompeta son esplendorosos, bien
lucidos, sin romper con el clima general de la instrumentación. Con estos poco
menos de 20 minutos iniciales, el grupo revela su gusto por esquemas sonoros
señoriales y desafiantes, así como su talento para concretizarlas con nervio e
inteligencia artística. ‘Wildeinsamkeit, Acto I’ es lo que sigue a continuación,
estando a cargo de ahondar en el factor Canterbury para darle un enfoque
centrado en las excursiones del piano eléctrico. El segundo acto del concepto
de ‘Wildeinsamkeit’ se halla un poco más adelante, y aquí el asunto se deriva
mayormente hacia un delirio abstracto basado principalmente en retazos
deconstructivistas de guitarra, aterrizando finalmente en una juguetona y tensa
coda.
Entre esas dos partes
distanciadas de‘Wildeinsamkeit’ se ubican ‘Los Mayores Ríos Se Deslizan Bajo
Tierra’ y ‘Lo Verde, Lo Apacible’, sucesivamente. El primero de estos temas empieza
con pulsiones aleatorias de batería, el bloque grupal se asocia en un dinamismo
ágil y complejo que mencionados nos lleva hacia el paradigma de HENRY COW (sus
dos primeros álbumes), para desembocar en un largo explayamiento de matices
relajados y etéreos; para la coda, el grupo vuelve a la cálida exaltación
precedente. Por su parte, el segundo se enmarca claramente dentro del aura apacible
al cual hace alusión el título: yendo más allá que otras piezas anteriores que
también incluían momentos calmados, la personalidad contemplativa de ‘Lo Verde,
Lo Apacible’ se orienta hacia el acto de mirar detrás de una niebla metafísica
y descubrir algo permanentemente oculto, afrontar su misterio, dejarse llevar
por lo inesperado mientras se conserva la actitud contemplativa de manera
incólume. El piano no solo dispone de un buen espacio para armar una sección
solista, sino que también sostiene todo este viaje de forma integral. ‘Ascesis’
ostenta un aire místico en su desarrollo temático, prominentemente articulado
bajo la guía del piano, una vez más. Hay una atmósfera criolla inundando la
etérea atmósfera que envuelve al cuerpo central cual niebla de introspectiva
serenidad, lo cual hace que el ensamble se conecte – aunque sea parcialmente –
con otras entidades compatriotas que saben añadir elementos fusionescos a sus
respectivas propuestas de vanguardia (LAS OREJAS Y LA LENGUA, ORQUESTA
METAFÍSICA, LES MINOTS, etc.).
En fin, el disco se
completa con ‘20’, la pieza más abiertamente neurótica del álbum, y es
justamente la actitud particularmente extrovertida de la armazón instrumental
lo que permite que esta nueva y definitiva exploración de la faceta más
dadaísta de la banda se explaye con una dosis de tensión más intensa que nunca.
Con alusiones a MATCHING MOLE y NUCLEUS, el factor Cantebury regresa en pleno,
así como el paradigma del rock-in-opposition (otra vez, bajo el encanto del
HENRY COW temprano). Termina así “Estrangulando El Mundo”, un excelso catálogo
de composiciones que honran hasta altísimos niveles la perspectiva actual de
las vanguardias del rock y del jazz: ojalá sigamos teniendo a SALES DE BAÑO
como una entidad viviente por mucho tiempo, pues sin duda, se trata de un
tesoro dentro de la escena progresiva hispanoamericana.
Muestras de
“Estrangulando El Mundo”.-
Los Mayores Ríos Se Deslizan
Bajo Tierra: http://kuaimusic.bandcamp.com/track/los-mayores-r-os-se-deslizan-bajo-tierra
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