Monday, February 09, 2015

ÁNGEL ONTALVA: desde la tierra de la experimentación musical


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy prestamos nuestra atención a ÁNGEL ONTALVA y su segundo trabajo solista “Land Of Rain And Steel”. Conocemos al maestro guitarrista español ONTALVA por su labor en OCTOBER EQUUS, OFIR, GULAG y varios proyectos en diversas asociaciones, así como su primer trabajo solista “Mundo Flotante”, donde él contaba con la colaboración de parte de OCOTBER EQUUS y otros ilustres invitados. La cosa es distinta ahora con “Land Of Rain And Steel” pues ONTALVA aparece totalmente en solitario. Se trata de un catálogo de experimentaciones con guitarra que se registraron en La Ratonera en el año 2007, mientras OCTOBER EQUUS se encontraba preparando su segundo álbum “Charybdis” (y antes del tiempo de “Mundo Flotante”); por fin, tras pasar por un proceso de mezcla y remasterización en manos de ONTALVA en el 2013 para su publicación virtual en Bandcamp, se benefició de su respectiva edición física bajo la producción ejecutiva de Francisco Macías en el 2014. Repasemos ahora el repertorio de “Land Of Rain And Steel”, ¿vale?

‘No Birds’ abre el repertorio con una imponente aura sombría que se acomoda muy bien para dibujar espacios donde los fraseos centrales de la guitarra puedan explayarse en una ceremoniosidad misteriosa. Luego emerge ‘Strange Garden’ para regocijarse en la creación de texturas retorcidas en una atmósfera un tanto torturada, casi como una oda al sobresalto: definitivamente, hay aires de familia con buena parte de la obra del maestro Fred Frith. Cuando llega el momento de ‘Heavy Industry’, ONTALVA construye unas cadencias mecanicistas rotundas y electrizantes, muy a tono con las alusiones futuristas del título: la ansiedad y el estrés de la vida en un mundo dominado por la máquina hayan un correlato genial en este intenso boceto sónico que dibuja el guitarrista con su buen oficio de siempre. ‘The Border’ se apunta hacia una filuda psicodelia sistemáticamente empapada de aires orientales, mientras que ‘Last Chance’ exhibe una actitud reflexiva, con fraseos imaginativos que se mantienen dentro de una aureola serena. ‘Sand And Bones’ vuelve de lleno al aura sombría que ya conocimos en ‘No Birds’ y la explora más afondo, dándole una dosis más notoria de intensidad y alimentando su tensión latente con mayor ahínco.


Ya nos vamos acercando al final del álbum y nos topamos con ‘Acid Sea’: su propuesta es frontalmente deconstructiva, al modo de una inmensidad cuyas formas ni colores nos son perceptibles pero que invade nuestro pulso vital más allá de lo que la razón puede explicar, y de eso nos queda una inquietud ante algo que nos parece tétrico por ingobernable. Algunos efectos parecen emular golpes de campana, al modo del anuncio de un bramor apocalíptico en el horizonte cercano. ‘Rain And Steel’ es la pieza más larga del disco, durando más de 7 minutos: su esquema de trabajo se basa en retazos y capas de notas flotantes sobre los cuales se desarrollan algunos fraseos etéreos, algo que ha pasado a denominarse usualmente como el paradigma Frippiano. Igual está ONTALVA más cerca del modelo de Frith, pero sin duda, esta estrategia de usar la guitarra como una paleta nos remite a construir una articulación de sonido como si se tratara de un paisaje otoñal e intenso. El breve ‘Requiem’ cierra el álbum con una nueva exhibición de serenidad ornamentada con fraseos ondeantes que preservan una eficaz fuerza de carácter. Así termina la experiencia de “Land Of Rain And Steel”, una muestra fehaciente de la permanente inquietud creativa de ÁNGEL ONTALVA.


Muestras de “Land Of Rain And Steel”.-

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