HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy
evocamos el legado de una banda importante dentro de la escena progresiva neerlandesa: FINCH. Una de las bandas neerlandesas más espectaculares y
carismáticas de los 70s, solo opacada comercialmente por otra gran banda que
era la internacionalizada FOCUS, pero en buena medida convergiendo con estos
ilustres compatriotas en lo que se refiere a una concepción energética de la
musicalidad progresiva. La línea de trabajo de FINCH incorpora recurrentemente
recursos de agresividad rockera y motivos jazzísticos con generoso punche,
haciendo todo esto con un sentido muy estilizado de la melodía y un bien armado
equilibrio sónico entre los instrumentos actuantes. Por lo general, en los dos
primeros discos de este grupo, los momentos reposados e introspectivos, que no
están exentos de toques sinfónicos, se orientan por los caminos de la
melancolía bluesera, mientras que los jams donde se suceden los lucimientos de
guitarra y teclados son abundantes, mas éstos no llegan al extremo de generar
un caos autoindulgente, sino que saben someterse adecuadamente a los elaborados
parámetros melódicos de los temas, sostenidos firmemente por una sólida base
rítmica. Nunca se pierden en frías exhibiciones de destreza por el puro gusto
de hacerlo, sino que saben hacer un uso creativo de su destreza para transmitir
emociones a través de sus ejecuciones; simultáneamente, los profusos cambios de
ritmo son manejados muy fluidamente.
Los
orígenes de FINCH se remontan hacia ese momento del año 1973 en que el bajista
Peter Vink y el baterista Beer Klaasse decidieron unir fuerzas con miras a la
creación de rock progresivo; al unírseles al poco tiempo el guitarrista Joop
van Nimwegen y el teclista Paul Vink, la idea se concretó con mucho vigor.
Justamente el bautizo del grupo FINCH proviene del hecho de que ésa es la
traducción inglesa de “vink”, palabra que apellida a dos integrantes.
Originalmente frustrados por la falta de un cantante solvente para el grupo
naciente, finalmente decidieron que también les podría resultar bien el operar
como un ensamble exclusivamente instrumental. A pesar de que al poco tiempo de
empezar a organizar su primer repertorio – compuesto íntegramente por Van
Nimwegen – Peter Vink decidió abandonar la banda, el grupo se recompletó a los
pocos días con e ingreso de Cleem Determeijer, por entonces un aplicado y
avanzado alumno de la Academia de Música de Rotterdam. Contando con un nutrido
arsenal de pianos de cola, vertical y eléctrico, órgano Hammond, sintetizadores
Solina String y ARP Pro-Soloist, mellotrón y clavinet, Determeijer estaba más
que listo para entrar con los demás al estudio de grabación como pieza
fundamental del sonido de FINCH.
Los
cuatro temas que conforman el disco debut “Glory Of The Inner Force”, publicado
en 1975 (con su correspondiente edición estadounidense a cargo de
ATCO/Atlantic) son bastante extensos, durando entre 9 y 13 minutos. Guardan un
nivel muy parejo en lo referente al despliegue de musicalidad llamativa.
Abriendo con el poderoso ‘Register Magister’, el álbum demuestra con sus
primeros 9 ½ minutos que el cuarteto es merecedor de un grado de maestría en el
arte de hacer música progresiva rotunda y pulcra donde lo explosivo se reviste
de exquisita elegancia. Con el arribo de ‘Paradoxical Moods’ revela un
acrecentamiento de la expresividad rockera, destacándose especialmente un solo
de Hammond muy incendiario de parte de Determeijer y la que tal vez sea la
labor más ostentosa del baterista Klaasse: definitivamente nos recuerda al
FOCUS de la época del “Focus III” con algunos matices Yessianos y ciertas
coincidencias con DEEP PURPLE en lo referente a la musculatura sónica. Ya con
los primeros instantes de ‘Pisces’ advertimos que la segunda mitad del álbum no
sirve para suavizar precisamente las cosas. Se sostiene en jams bien
focalizados donde los solos de guitarra y teclado ornamentan inteligente los
temas nucleares; también incluye un momento de lucimiento del bajo de Vink. Tal
vez la coda de tenor sinfónico emerge de forma un tanto abrupta, cortando la
naturalidad del flujo general de las ideas, pero para nada es una pieza
despreciable. ‘A Bridge To Alice’ es el tema más largo del álbum, cerrándolo
con un aura de perfección sonora. A través de la armazón de sus motivos
sucesivos, late un talante a medio camino entre lo reflexivo y lo sombrío, talante
manejado con bombástico vigor. En algún lugar del medio se realza un sereno
solo de guitarra acústica, el cual es seguido por una sección espacial que
enfatiza el ambiente de misteriosa espiritualidad en la que momentáneamente se
mete el grupo. De estas jornadas de grabación también data el registro del tema
“Colosus”, para el cual no había espacio dentro del vinilo: ante esta
eventualidad, el productor les propuso dividirlo en dos partes para que
ocuparan los sendos lados de un single. Su ambientación general tiene aires de
familia innegables con las de ‘Paradoxical Moods’ y ‘Register Magister’. Las
actuales ediciones digitales de este primer disco de FINCH incluyen a las dos
partes de ‘Colosus’: dicho sea de paso, el grupo tocaba esta pieza en conciertos
como una unidad de 7 minutos, tal como dictaba su concepción original.
Siendo
bien recibido por la crítica y logrando aumentar el público de culto que FINCH
cultivaba desde sus primeros días, “Glory Of The Inner Force” funcionó como la
carta de presentación perfecta de la banda dentro de la maquinaria del
mainstream holandés. Incluso les permitió hacer mini-giras y participar en
festivales. Sin mayor novedad en el frente, el grupo se dispuso a grabar su
segundo álbum “Beyond Expression”, el mismo que se publicó en 1976. Si con este
disco se afianza las virtudes que caracterizaron a su primer álbum, se puede
destacar en él, para empezar, una producción de sonido más fina y cuidada, y si
seguimos prestando atención al material, notamos también un nivel de inventiva
composicional que se siente más inspirado y maduro. Tanto la camaradería
artística de los integrantes como las musas de Van Nimwegen estaban en plena
forma. Esto se hace evidente en la excelente suite de veinte minutos de
duración titulada ‘A Passion Condensed’, la cual es todo un prodigio de energía
rockera, complejidad jazzistica, interminable variedad rítmica y riqueza
melódica. Entre el motivo inicial y su reprise final, hay varias ideas
musicales que tienen un gancho particular, y en varias ocasiones, resultan
realmente muy emotivas. Poco antes de la frontera del octavo minuto y medio
disfrutamos de una sección ensoñadora envuelta en un paisaje etéreo donde la
sencillez temática en curso nos invita a visitar la placidez de la dimensión
contemplativa del ego; el siguiente pasaje se mete en el terreno del
blues-rock, apropiadamente estilizado con manierismos progresivos. Imaginando
mentalmente un híbrido de FOCUS, JEFF BECK, YES, CAMEL y la dimensión lírica de
MAHAVISHNU ORCHESTRA nos hacemos una buena idea de la generosa masividad sonora
que nos regala ‘A Passion Condensed’. Los otros dos temas, ‘Scars Of The Ego’ y
‘Beyond The Bizarre’, aunque no son tan extensos, contienen altos niveles de
complejidad musical. Es muy posible que una de las principales causas de la
expansión creativa del grupo se deba a la mayor presencia del mellotrón y de
los sintetizadores, lo que impulsaba a la ingeniería grupal a capitalizar su
sempiterna tendencia bombástica. Por lo demás, el trabajo del guitarrista sigue
resultando impecable, vital para el delineamiento de la mayor parte de las
bases melódicas de las composiciones, y también se luce la dupla rítmica a la
hora se sustentar los incesantes destellos de fuerza expresiva. En el caso de ‘Scars
Of The Ego’, tenemos que la banda hace uso predominante de la constricción en
su vigor esencial, ya sea expandiendo un desarrollo temático sobre la base un
medio tiempo, ya elaborando un plácido motivo lento; eso sí, el motivo de
entrada y clausura es salvajemente vigoroso, con nada que envidiar a FOCUS o
ELP en sus momentos más exaltados. ‘Beyond The Bizarre’ se explaya
solventemente en un expresionismo extrovertido sanamente ecléctico, no exento
de momentos juguetones, fiel a su habilidad para alternar diversos ambientes
dentro de un todo cohesivo que se concluye con un pasaje ceremonioso de
connotaciones épicas.
A
contrapunto con el paisaje idílico que aparentemente nos dibuja la genialidad
musical expuesta en el repertorio de “Beyond Expression”, el grupo hizo su gira
de promoción con un nuevo teclista pues tras la grabación del susodicho disco,
Determeijer prefirió seguir adelante con sus estudios académicos de piano, y
prefería no enlentecer el ritmo de su currículo de estudios al tener que
alternar su agenda académica con la otra como integrante de FINCH. Su
reemplazante Ad Wammes habrá de quedarse en el grupo hasta el fin de sus días,
pero no podemos decir lo mismo del baterista Beer Klaasse, quien dejó la banda
tras la conclusión de la primera mitad de la nueva gira con el propósito de
dedicarse a tiempo completo al diseño de ropa y adornos de cuero. Su sitio fue
ocupado por Hans Bosboom. De esta manera, el grupo no solo pudo salir
prontamente al paso de los problemas que supone que alguien deje la alineación
sino que ya tenía preparada la formación con la cual habrá de grabar su tercer
álbum de estudio “Galleons Of Passion”, a la sazón, el último. Este disco marca
una nueva etapa en la historia de FINCH, una donde lo sinfónico da prioridad a
desarrollos melódicos predominantemente serenos y el factor jazz-rockero baja
el tono de fiereza expresiva a favor de la autoridad de recursos sonoros más
“dóciles”: sin duda, el ingreso de Wammes fue vital para esta ligera
transformación del paradigma de FINCH en busca de nuevos retos artísticos.
‘Unspoken
Is The Word’ abre “Galleons Of Passion” con una cálida gracilidad que nos
remite tanto a CAMEL como al modelo de los escandinavos FINNFOREST, algo idóneo
para que el sintetizador elabore un ágil y colorido solo. La segunda sección es
lenta, casi romántica, dispuesta para dar campo a un solo extenso de guitarra
donde lo emotivo explota de una forma conmovedora. Luego sigue la dupla de
‘Remembering The Future’ y ‘As One’, siendo ambas piezas muy cortas para los
estándares habituales – una de ellas no alcanza a los cuatro minutos y medio de
duración, mientras que la otra los supera por pocos segundos. ‘Remembering The Future’
comienza con un talante Floydiano, un preludio marcado por una languidez
impresionista envuelta en climas cósmicos, siendo así que el cuerpo central
vira hacia un enérgico jam rockero sazonado con percusiones que añaden un
controlado matiz Santanesco al asunto… pero es el bajo el instrumento
protagónico dentro del groove colectivo. Por su parte, ‘As One’ vuelve de lleno
y en exclusiva al estándar Cameliano
para focalizar de una forma bien determinada el
hermoso motivo central dibujado por la guitarra. ‘With Love As The Motive’
tiene tres secciones bautizadas autónomamente: ‘Impulse’, ‘Reaching’ y ‘Sinful Delight?’,
respectivamente. A través de los bien cuidados cambios de motivos y ritmos, el
cuarteto utiliza un pulso impecable con miras a mantener una cohesión sólida en
el lirismo y atmósferas reflexivas diseñadas para esta mini-suite. El disco se
cierra con ‘Reconciling’, un tema que establece puentes entre el nuevo enfoque
de la banda y su punche vitalista tan explícito en los dos primeros álbumes,
aunque la balanza se inclina un poco más por el primero de estos ítems
mencionados: de hecho, la ingeniería rítmica no da demasiado campo para el
explayamiento de pasajes frenéticos, aunque hay que señalar que hay recursos de
notorio vigor en la sección penúltima del tema.
Al
igual que lo que sucedió con el caso de “Beyond Expression”, en los cuarteles
de FINCH se dio una deserción apenas terminadas las sesiones de grabación para
“Galleons Of Passion”. Por motivos estrictamente personales, el baterista
Bosboom dejó la banda para ser reemplazado por Fred van Vloten: aunque el grupo
ya había lidiado con situaciones así antes, ahora el grupo acusaba un
agotamiento debido a tantos cambios de integrantes y también debido al
decreciente apoyo de su nuevo sello discográfico, el mismo que iba en paralelo
con el aminoramiento de atención de parte de la prensa musical profesional. Joop
van Nimwegen decidió dejar la banda a mediados del 1978, lo cual prácticamente
equivalía a disolverla sin punto de retorno. Este punto de retorno supuso, sin
duda, un momento de triste duelo para la escena del rock progresivo holandés
tal como estaba en aquel momento.
Ya
en la era digital, además de las ediciones de los tres discos de estudio de
FINCH, tenemos el doble ítem “The Making Of... Galleons Of Passion / Stage‘76”,
publicación hecha en el año 1999 por el sello holandés Pseudonym Records. El CD
1 recoge demos de las sesiones de grabación del “Galleons Of Passion”,
incluyendo piezas descartadas; el CD 2 recoge una actuación en vivo que data de
diciembre del 1976, con el recién ingresado teclista Wammes y el baterista
Klaasse aún en la banda. Dentro del repertorio del concierto se incluye un
extenso tema titulado ‘Necronomicon’ que nunca tuvo su respectiva versión de
estudio. Este tema sigue fielmente el espíritu de los dos primeros discos, por
lo que se puede afirmar con base segura que la edad dorada de FINCH aún seguía
vigente por aquel entonces: 17 ¾ minutos de vuelos jazz-progresivos sometidos a
un punche electrizante, con amplios espacios para solos de guitarra,
sintetizador y bajo, así como la inclusión de algunos recursos psicodélicos para capitalizar ciertos pasajes particularmente filudos. Pero eso no es todo en lo referente a las reediciones
póstumas del legado fonográfico de FINCH. Resulta que en el año 2013, la misma
gente de Pseudonym Records publicó un triple CD titulado “Mythology” con todo
el material de los tres discos de estudio, los demos del “Galleons Of Passion”,
‘Necronomicon’ en vivo y dos temas registrados en vivo de un concierto de
diciembre del 1975 (o sea, con Determeijer a cargo de los teclados) que hasta
ahora habían permanecido inéditos. Se le puede reprochar a este recopilatorio
que no respete íntegramente el orden de los temas de los discos de estudio (por
ejemplo, los dos temas del lado B del “Beyond Expression” cierra en el volumen
1 mientras que la suite que ocupaba todo el lado A se coloca al inicio del
volumen 2), pero sin duda completa muchas perspectivas interesantes a la hora
de valorar en su justa medida la grandeza de este gigante del prog de los Países Bajos que
fue FINCH.
Muestras
de FINCH.-
Register
Magister: https://www.youtube.com/watch?v=i4ffjcu9W58
Paradoxical Moods: https://www.youtube.com/watch?v=knePQ1XHV80
Beyond The Bizarre: https://www.youtube.com/watch?v=JhLtT6Y6gsU
Unspoken Is The Word: https://www.youtube.com/watch?v=c-tH3E8JnFQ
Reconciling:
https://www.youtube.com/watch?v=rIeTiyDP2b0
Necronomicon
[en vivo]: https://www.youtube.com/watch?v=WD1ytuetMaw
[Esta
reseña incluye información originalmente publicada en los siguientes enlaces de
La Caja De Música: http://www.dlsi.ua.es/~inesta/LCDM/Discos/finch_gloryoftheinnerforce.html
+ http://www.dlsi.ua.es/~inesta/LCDM/Discos/finch_beyondexpression.html]
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