Sunday, May 15, 2016

MARCHESI SCAMORZA: herencia de la primera escuela del rock sinfónico italiano


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Ahora tenemos en nuestras manos el segundo álbum del grupo italiano MARCHESI SCAMORZA: “Hypnophonia”. Publicado en 2015 por el sello Ma.ra.cash Records, sucede a “La Sposa Del Tempo”, publicado tres años antes. Este quinteto formado en la ciudad de Ferraro a fines del decenio pasado empezó sus días como banda de tributo a los grupos clásicos de la primera generación progresiva de su país, haciendo versiones de canciones de METAMORFOSI, QUELLA VECCHIA LOCANDA, BIGLIETTO PER L’INFERNO, GOBLIN y LOCANDA DELL FATE; una vez que el grupo se puso a armar su propio repertorio, quedó decantada su devoción al ideal del rock sinfónico.El personal de MARCHESI SCAMORZA consta de Enrico Bernardini [voz y guitarra acústica], Lorenzo Romani [guitarras, mandolina, teclados y coros], Enrico Cazzola[teclados], Paolo Brini [bajo] y Alessandro Padovani [batería]: la banda funciona como una entidad perfectamente cohesionada a través de las presencias de sus referentes individuales, y aquí yace justamente la fuerza central de la banda a la hora de plasmar sus ideas musicales en articulaciones multi-temáticas. Veamos los detalles de este esquema de trabajo tal como se reflejan específicamente en el repertorio de “Hypnophonia”.


El repertorio se inicia con ‘1348’, canción que dura casi 5 minutos. Ostentando un talante celebratorio y un atractivo sentido de la energía rockera al modo de una nostalgia por los primeros años de PREMIATA FORNERIA MARCONI y LE ORME, esta canción saca buen provecho de su gancho para causar un impacto de jovial luminosidad que colateralmente también nos remonta un poco al paradigma de BIGLIETTO PER L’INFERNO. El segundo tema es idóneo para que la banda empiece a dar rienda suelta a sus inquietudes más sofisticadas: se trata de ‘Il Cammino Delle Luci Erranti’, que dura poco menos de 14 minutos. Empezando con un preludio ceremonioso y expectante y continuando con un desarrollo temático proclive a realzar atmósferas grisáceas, no tarda la pieza en centrarse en un groove extrovertido. A poco de pasada la frontera del tercer minuto y medio interviene el cantante, y la ocasión para ello es un breve pasaje lleno de expectante misterio, un recurso efectivo para anticipar la pletórica fuerza expresiva que ha de venir después con la sucesión de motivos que oscilan entre lo colorido y lo grisáceo. Los momentos más pesados arman un clímax especial, y es verdad que desearíamos que hubiesen sido un poco más largos, pero los turnos para el resurgimiento de lo enérgico no están agotados. A instantes de llegar a la frontera del octavo minuto y medio, se empieza a armar un pasaje más explícitamente majestuoso donde las alternancias de diversos ambientes vuelven a manifestar la vitalidad esencial de la banda: momentos claroscuros y fulgurantes se suceden en una ingeniería muy bien cuidada con el fin de cimentar la vía para la culminante instauración de un cierre triunfante. Tenemos en eta larga pieza un cénit decisivo del disco y ‘Campi Di Marte’ está justamente a cargo de suceder a esta pomposa pieza con una especie de síntesis de sus pasajes más líricos y los más robustos, logrando así gestar un aire de coherente continuidad sonora: también tenemos aquí algunas de las más interesantes líneas de bajo de todo el disco, además de un bello solo de guitarra. Vamos, que el modelo de BIGLIETTO PER L’INFERNO se resiste a abandonar el paisaje musical que el grupo proyecta en sus creaciones.

Cuando emerge ‘L’Uomo Col Fiore In Bocca’ nos seguimos hallando en territorio conocido, siendo así que la banda decide concentrarse en la faceta más ceremoniosa de su visión sinfónica. Las capas de los teclados llegan a ocupar un rol más protagónico que en las dos piezas precedentes, y también advertimos ciertas conexiones estilísticas con los modelos de CORTE DEI MIRACOLI y APOTEOSI, una sensación que habrá de reiterarse en la pieza final del álbum, o sea, a continuación. La suite tripartita ‘La Via Del Sognatore’, cuyas sucesivas secciones portan los títulos autónomos de ‘La Notte’, ‘Il Sogno’ e ‘Il Risveglio’, ocupa poco menos de 13 ½ minutos para cerrar el repertorio. Este generoso espacio es aprovechado inteligentemente por el ensamble para dar rienda suelta a sus expansiones estilísticas más refinadas en cuanto a sofisticación melódica y uso dramático de contrastes entre las diversas atmósferas que se van sucediendo. A lo largo de los primeros 10 minutos de esta suite, el grupo nos regala momentos solemnes de matices variados que van desde la musicalidad más conmovedora hasta ambientes grisáceos tenuemente sombríos, sin dejar de lado el obligatorio pasaje signado por un vibrante punche rockero (al modo de una cruza entre los GENESIS del periodo 70-71 y los LE ORME del “Collage”). La última sección se arma en base a fraseos manieristas de piano y capas orquestales de tenor romántico, una combinación que resulta interesante porque gesta un aura misteriosa, casi mística. Todo esto fue “Hypnophonia”, un disco bonito y suntuoso que rinde obediente y prístino tributo a la esencia musical de la primera generación progresiva italiana: un catálogo de melodías hipnóticas articuladas en mágicos arreglos. Los MARCHESI SCAMORZA van a más con cada nuevo disco, por lo que resulta recomendable seguirles la pista para, de darse el caso, poder disfrutar de futuras obras suyas.


Muestras de “Hypnophonia”.-

Il Cammino Delle Luci Erranti: https://www.youtube.com/watch?v=uyFE0fwRmwo

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