Monday, June 27, 2016

SUPERFLUOUS MOTOR: el complejo cerebro del jazz-progresivo canadiense


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

SUPERFLUOUS MOTOR es un proyecto jazz-rock-progresivo canadiense fundado en el año 2012 en Ontario bajo la iniciativa del multi-instrumentista Greg Chambers. Eso de multi-instrumentista se lo toma el buen Sr. Chambers muy en serio: él se hace cargo de todos los instrumentos que suenan en las grabaciones del repertorio, o sea, los teclados. Éstos sirven para lo normal (pianos, órgano, sintetizadores, arreglos orquestales) y también para emular la guitarra, el bajo y los metales, pero además diseña la programación de las complejas estructuras rítmicas que han de sostener las de por sí exigentes ideas melódicas y las atmósferas con que se arma las composiciones contenidas en este álbum. Se trata, dicho sea de paso, del séptimo trabajo de este proyecto unipersonal (el primero se titula “Shattered Groove” y data del año 2012). “Scatterbreain” es el disco que se publicó en el blog de Bandcamp de SUPERFLUOUS MOTOR (enlace:  http://superfluousmotor.bandcamp.com/) en enero del 2016. Veamos ahora los detalles específicos de lo que se nos brinda con “Scatterbrain”, ¿de acuerdo?


Durando casi 4 minutos, ‘Pseudonym’ se hace cargo de abrir el repertorio y lo hace con un vigor frontalmente llamativo, combinando los grooves electrizantes de unos NIACIN y la vitalidad fresca de unos TRIBAL TECH. El sonido del órgano se adueña de casi todos los espacios mientras que la combinación de batería y bajo hace sentir su musculatura sin remilgos de ningún tipo. Luego de esta apertura tan irresistible sigue ‘Impulsion’, pieza que remodela el ímpetu expresivo de la primera pieza para meterla de lleno en una preciosista combinación de instancias jazz-rockeras y matices progresivos inspirados en el Canterbury. Nos toma de sorpresa, y gratamente, el hecho de que Chambers sepa explayarse tan solventemente en esta peculiar dinámica musical. Con la dupla de ‘Downcast’ y ‘Rerouting’ – que ocupa un espacio de 16 ¾ minutos – el esquema de trabajo se abre explícitamente a un imparable eclecticismo, lo cual ayuda muchísimo a sorprender gratamente al oyente empático. El enfoque central de ‘Downcast’ está en un jazz-rock suave y bien focalizado en una ambientación serena, con un protagonismo exclusivo de los teclados; mientras, el recurso del ritmo electrónico ayuda mucho a cimentar una atmósfera de tipo nu-jazz. Por su parte, ‘Rerouting’ lleva lo modernista hacia una fase más vintage, la época del jazz-rock asimilado a los bloques cibernéticos del techno-pop de los 80s (pensemos en lo que HERBIE HACOCK y JAN HAMMER hacían entre mediados y fines de esa década). De todas maneras, la vitalidad colorista y la extensión de la pieza le permiten a SUPERFLUOUS MOTOR crear un aura de señorial prestancia para el cuerpo central. ‘Turnpike’ vuelve al sendero de vitalidad llamativa que antes se había trazado en ‘Pseudonym’, aunque esta vez el despliegue del patente vigor musical se siente un poco más mesurado: el peso de los metales aporta una calidez juguetona al asunto mientras el órgano se vuelve a prodigar en exquisitas florituras cada vez que se le da espacios para hacerlo.

‘Divergence’ se hace cargo de devolvernos a la gracilidad estilizada de ‘Impulsion’: es hora de ponerse la ropa de gala otra vez y crear una hermosa maravilla donde confluyen los mundos musicales de WEATHER REPORT, HAPPY THE MAN y GILGAMESH, pero con una aureola más moderna al estilo de los inolvidables A TRIGGERING MYTH. Se le da muy bien a SUPERFLUOUS MOTOR este enfoque artístico, muy pero que muy bien. Mientras se van disolviendo los efectos de ventisca cósmica con que se cierra ‘Divergence’, emerge ‘Turncoat’ con un ambiente general más ostentoso en lo referente a la elaboración de un swing complejo de corte jazz-rockero y el empleo de variantes al estilo progresivo; incluso parece amenazar con hacerse aparatoso en cualquier momento, pero afortunadamente la pieza se centra en mantener una sólida claridad  en el flujo natural de la creatividad melódica en curso. Los modelos de NIACIN y TRIBAL TECH salen a flote con impoluta solvencia. La pieza a cargo de cerrar el álbum es justamente la que le da título, y además, es la más extensa con sus 10 ¼ minutos de duración. Muy bueno este tema de cierre, rebosante de elegancia, claridad melódica, sofisticación en el armado de las capas y orquestaciones de los teclados así como en el esquema rítmico: Chambers muestra nuevamente que se siente tremendamente cómodo afilando y abordando las aristas más complejas de su visión musical, las cuales ya se habían mostrado en toda su pureza en piezas como ‘Impulsion’ y ‘Divergence’. Se trata indudablemente de un broche de oro para un disco magnífico: “Scatterbrain” es eso, un disco magnífico, y como tal, nos permite hacer de esta labor de descubrimiento de SUPERFLUOUS MOTOR una experiencia melómana excitante y entusiasta. Recomendado al 100%


Muestras de “Scatterbrain”.-


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