HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Era
el año 1981 y muchas nuevas oleadas musicales invadían las esferas masivas de
la música pop: también fue el año en que ANTHONY PHILLIPS publicó su álbum
conceptual “1984”, tratándose de su primer disco lanzado al mercado tras la
expiración de su contrato con el sello Arista. Tenemos aquí el primer álbum de
PHILLIPS con abrumador predominio de sintetizadores, un hecho que obedece al
interés que tenía nuestro héroe por investigar en las posibilidades del
Polymoog y el ARP 2600, habida cuenta que él sentía que no les había otorgado
suficiente espacio a sus labores creativas para los dos discos precedentes
(“Wise After The Event” y “Sides”). Su arsenal instrumental se centra en estos
dos ítems junto a una caja de ritmos Roland CR-78, parcas intervenciones a las
guitarras eléctrica y acústica de 12 cuerdas así como al canto con vocoder, y
algo de percusión menor. Colaboraron Richard Scott (percusión menor y efectos)
y el maestro Morris Pert (percusión principal). Esta labor
electrónico-progresiva está muy en línea con algunas pautas que también estaba
replanteándose por su cuenta MIKE OLDFIELD en ese mismo periodo, así como con
algunas estrategias musicales de JEAN-MICHEL JARRE y TANGERINE DREAM. PHILLIPS
se las arregló muy bien para sonar moderno a pesar de estar trabajando con
sintetizadores de “vieja generación”, nada de Yamaha, Korg, Oberheim o Casio
como los que ya aparecían en los discos de ULTRAVOX, GARY NUMAN, SIMPLE MINDS,
KRAFTWERK, TANGERINE DREAM y ORCHESTRAL MANOEUVRES IN THE DARK… por poner tan
solo unos seis ejemplos. Tengamos en cuenta un detalle importante que sale a
colación en la entrevista a PHILLIPS que aparece transcrita en el enlace http://www.anthonyphillips.co.uk/interviews/1984etal.htm: la idea de
plasmar en música la temática de la novela de GEORGE ORWELL surgió tarde,
cuando ya casi todo el material estaba compuesto y con el proceso de grabación
ya iniciado. Este disco que tenemos en nuestras manos fue reeditado por el sello Voiceprint en el año 2008. En el
librillo de la reedición de doble CD, cuenta el ingeniero Chris David que
él tuvo que acortar dos viajes de vacaciones con su esposa – el segundo era
para la luna de miel – para cumplir con las mezclas del disco, pero más allá de
esta leve incomodidad, él y PHILLIPS siguen siendo amigos. Por su parte, cuenta
PHILLIPS que la actitud que tuvo el personal de RCA (el nuevo sello encargado
de la publicación del material de PHILLIPS en el Reino Unido) fue muy
receptiva: la maqueta que les presentó el manager Tony Stratton-Smith hizo que
la gente de RCA le diera a PHILLIPS un generoso avance, lo cual le permitió
comprar su casa.
Entre los bonus tracks que aparecen en el volumen
2 hay varios puntos que destacar, como por ejemplo, la solemne pieza ‘Ascension’,
la cual fue originalmente registrada en Send Barns tras grabar las dos piezas
breves del álbum. La verdad que hay innegables aires de familia entre los
primeros pasajes de ‘Ascension’ y el cuerpo central de ‘Anthem 1984’, aunque
sin duda la ausencia de caja de ritmos permite a PHILLIPS adentrarse
entusiastamente en las vibraciones majestuosas que emanan naturalmente de las
imponentes orquestaciones de Polymoog que se están desarrollando, buscando
delineamientos mientras transita. Al igual que ‘Ascension’, nos topamos al
final de este mismo volumen con otro tema del inmenso catálogo de PHILLIPS que
por primera vez ve la luz del día: nos referimos al extenso ‘Poly Piece’, que
ocupa un espacio de poco menos de 16 ¾ minutos. Con la parca instrumentación de
piano clásico y sintetizador Polymoog, PHILLIPS elabora un magnífico ejercicio
de espiritualidad romántica que, a través de una continuna actitud
contemplativa, transita fluidamente por pasajes serenos y otros más inquietos
(aunque de forma contenida), así como por otros pasajes signados por un talante
sombrío. Esta composición data de los tiempos en que PHILLIPS preparaba
material para su tercer trabajo de estudio “Sides”, y de hecho, era muy del
agrado del productor Rupert Hine, pero los gerentes del sello Arista impusieron
su criterio de que el susodicho álbum tuviera, por lo menos en su mayor parte,
material en formato de canción, por lo que no quedaba espacio para ‘Poly
Piece’. La idea de relegarlo a un álbum instrumental como efectivamente era “1984”
también se postergó debido a que nuestro héroe ya había compuesto dos largas
suites para ambos lados del vinilo, así que fue enviado al desván de los
tiempos perdidos… hasta ahora, que brilla en todo su esplendor como fastuoso
cierre de esta reedición del “1984”. Realmente sentimos que la inmensa mancha
del pecado de relegar al olvido una pieza tan sublime ha sido limpiada del
espíritu del tiempo. Sublimes son, en efecto, los efluvios de piano que marcan
las diversas direcciones temáticas que se van sucediendo en ‘Poly Piece’.
Otros ítems interesantes de la lista de bonus
tracks son las versiones preparatorias de los temas efectivamente integrados en
el álbum, como sucede con la breve primera versión de la Parte Dos, la cual
muestra diáfanamente uno de los motifs centrales sin tanto revestimiento, así
como una versión de ‘Anthem 1984’ sin caja de ritmos. Pero sin duda, el tercer
ítem de gran interés es la serie de seis piezas que ANTHONY PHILLIPS compuso
para la serie televisiva Rule Brittania:
Pictures of a People Like Us. Recibiendo este encargo de parte del
guionista y productor James Bellini en el otoño de 1980, mientras las sesiones
de grabación para “1984” estaban bien avanzadas, PHILLIPS interrumpió éstas
momentáneamente para crear ideas musicales para atmósferas que el mismo Bellini
le indicaba: ironía, violencia, amargura, respeto… El empleo de una banda
sonora con instrumentación de sintetizadores fue del agrado de Bellini, quien
sentía que “se requería de una música
clásica y eterna” y apreciaba “el
elemento electrónico que le daba un aire de fines del siglo XX”. Teniendo
en cuanta todo esto que se estaba desarrollando en esta fase específica de las
exploraciones musicales de ANTHONY PHILLIPS, es grato saber que la prensa
musical tuviese una actitud muy positiva con el álbum”1984”. Un crítico dijo
que “sus tonos desolados y sepulcrales
son tan poderosos que pueden ser rápidamente degustados incluso fuera de
contexto”, mientras que otro resaltó el interesante contraste entre los
tiempos oscuros y aterradores que GEORGE ORWELL profetizó y la mirada cándida y
corazón abierto con el que PHILLIPS contempla a dicho futuro. En perspectiva,
para nosotros, “1984” es el perfecto punto inicial para el impulso de la faceta
electrónica de la visión musical siempre tan ecléctica y tan progresiva de
ANTHONY PHILLIPS, un genuino prócer del art-rock británico que merece ser
valorado como algo más – mucho más – que el guitarrista original y cofundador
de GENESIS: su carrera solista, que sigue vigente en nuestros días, es una
admirable proyección de orfebrerías diversas del sonido. “1984” es la clave
para entender y asimilar otros discos posteriores de PHILLIPS con rol
predominante de los teclados con su señorial prestancia revestida de exquisitas
intuiciones dramáticas; también sirve, claro está, como muestra de su visión orquestal, una de las facetas más ambiciosas de su prolífica trayectoria como compositor. Atención a la iniciativa de Esoteric Recordings que
recoge el material contenido en esta doble edición e incluye un DVD extra,
publicando este triple ítem en este mismo año 2016, es algo que sinceramente vale
la pena.
Muestras de “1984”.-
1984 Part One: https://www.youtube.com/watch?v=_uOlgqT111Q
Anthem 1984: https://www.youtube.com/watch?v=bWyrqFTXMKQ
Poly Piece: https://www.youtube.com/watch?v=93DA93pN8k4
Una de las mayores obras maestras musicales que he escuchado, criminalmente relegada al olvido de los tiempos, y soslayada incluso por su mismo autor. Gracias por tan extenso análisis.
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ReplyDeleteGracias por tu comentario.
Hace poco hice una retrospectiva sobre "Slow Dance" y en poco tiempo terminaré mi humilde reseña sobre su nuevo lanzamiento.
César Inca