Friday, March 31, 2017

RICK WAKEMAN: el piano como lienzo y como pincel


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.


Con un piano de cola Steinway Modelo D y nada más, con eso se basta RICK WAKEMAN para armar su nuevo álbum “Piano Portraits”. Con un total de 15 piezas que fueron registradas en varias sesiones en The Granary de Norfolk en los meses de julio y agosto del pasado año 2016, a mediados de enero último fue publicado por el sello Universal Music Group. WAKEMAN recuerda que en sus tiempos de alumno en la Royal College of Music a él le solían asignar ejercicios de creación de variaciones para temas musicales bien conocidas, y justamente ahora se ha asignado esa misma tarea a sí mismo. Tal como veremos acto seguido, la selección musical plasmada en “Piano Portraits” cubre varios estilos: según palabras del protagonista, la meta principal del disco es mostrar “la vasta riqueza de colorido que el piano puede tener a la hora de pintar sus propios cuadros musicales.”

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WAKEMAN utiliza dos piezas del catálogo de THE BEATLES para la apertura y clausura respectivas del disco: ‘Help!’ y ‘Eleanor Rigby’. El primero es un ejemplo del tipo de lirismo mágico y grácil que los legendarios señores de Liverpool habían perfeccionado al máximo para cuando llegó el año 1965, mientras que el segundo encarna la primera incursión de ellos en la fusión de pop y música de cámara. WAKEMAN acierta de lleno con el entramado moderadamente jovial que genera desde sus elegantes fraseos de piano a lo largo del desarrollo temático que reelabora para ‘Help!’, logranddo realzar su lirismo esencial.  El toque final con el breve extracto de ‘Lucy In The Sky With Diamonds’ es un detalle fino y acertado. Para el caso de ‘Eleanor Rigby’, se aprovecha que el piano ya de por sí porta un talante exquisito para darle al núcleo temático de la composición una vibración rockera más acentuada. De hecho, esta ejecución se inspira en la versión rockera que una vez hizo WAKEMAN en uno de sus discos de inicios de los 90s. Otro doble tributo tiene lugar aquí y es en honor al difunto hombre de las estrellas DAVID BOWIE: en efecto, aquí encontramos sendas versiones de ‘Life On Mars?’ y ‘Space Oddity’. La primera de estas canciones recoge en su versión original una de las intervenciones más notables del propio WAKEMAN en las sesiones del álbum “Honky Dory”. Nuestro maestro pianista se queda satisfecho con replicar el señorío atmosférico y a la vez pomposo que aportó en la versión original de hace más de 35 años. Por su parte, el emblemático primer hit de BOWIE ‘Space Oddity’ fue la ocasión en que ambas estrellas del rock se conocieron, siendo así que WAKEMAN empleó el mellotrón para añadir elementos fastuosos a las atmósferas cósmicas que el propio BOWIE introducía con su estilófono. En el contexto de “Piano Portraits”, el himno existencialista y tanático del Mayor Tom se convierte en un himno genuinamente progresivo. Incluso hay un par de espacios breves para crear matices sombríos en medio del drama cósmico narrado en la legendaria letra de DAVID BOWIE. ¡De lo más sublime del disco!... ¡si no lo más sublime! 


Puestos a exorcizar los fantasmas de sus primeros momentos de gloria en la escena rockera, WAKEMAN también incluye una versión de ‘Morning Has Broken’, una de las baladas más hermosas en la discografía del entonces CAT STEVENS (ahora YUSUF ISLAM) que era en sí misma una versión moderna de un cántico religioso de la tradición cristiana. Y cómo puede faltar la presencia de YES, el grupo donde tuvo lugar su asociación más emblemática: la bella y emotiva balada de corte folk-rockero ‘Wonderous Stories’ (originalmente del álbum “Going For The One”) es el ítem escogido para la ocasión. Los fraseos diseñados para esta ocasión emanan un colorido vitalista muy oportuno, teniendo en cuenta el tipo de candor lumínico que penetraba a la composición original de Jon Anderson. El buen RICK crea diálogos imaginarios con el canto y la guitarra portuguesa mientras construye nuevos retoques para el suntuoso solo de piano que suplanta al original de Poly Moog. El legado de LED ZEPPELIN se hace presente con la versión manierista de ‘Stairway To Heaven’, siendo así que WAKEMAN se focaliza en el motif central. ¿Cómo hubiese quedado el asunto si se aventuraba a expandir esta versión hacia su electrizante clímax? No lo sabemos y no lo sabremos nunca: al maestro del piano le bastaba con el motif central para explorar a su gusto el lirismo de este clásico del rock duro de los 70s. Lo que sí nos pilla de sorpresa en el sentido más agradable de la expresión es la versión que se nos brinda de la clásica balada anti-baladística de los 10CC ‘I’m Not In Love’: la confluencia de ingeniería barroca y florituras románticas que utiliza WAKEMAN aquí está bien empleada al servicio del énfasis de la mágica melodía original, realzando la expresividad de la misma y sin contar con el estorbo de la gran carga irónica de la letra.


El mundo de la música académica también se hace presente en esta selección, lo El mundo de la música académica también se hace presente en esta selección, lo cual hace de este disco un auténtico autorretrato del artista en acción. Con el ‘Berceuse’ de Gabriel Fauré, el aria de George Gershwin ‘Summertime’, el ‘Clair De Lune’ de Claude Debussy y el ‘Swan Lake’ de Pyotr Iliych Tchaikovsky, gozamos de un buen paisaje introductorio al primer entorno artístico de RICK WAKEMAN. ‘Berceuse’ es una pieza delicadamente saltarina mientras que ‘Swan Lake’ hace lucir su dramatismo penetrante y ensoñador, y ‘Clair De Lune’ ostenta su emotividad sutil. Para ‘Summertime’, WAKEMAN experimenta con el swing del jazz de vieja escuela, guardando debida fidelidad al vanguardismo peculiar del maestro Gershwin. También hay una composición del propio WAKEMAN titulada ‘Dance Of  The Damselflies’ donde él explora un curioso híbrido de los paradigmas de MOZART y LISZT. Con la solemnidad de ‘Amazing Grace’ y la exquisitez palaciega de ‘I Vow To Thee My Country’, nuestro héroe completa la cuota de piezas tradicionales que exponen la voz de viejas generaciones. El primero de estos temas se traduce al lenguaje del CHOPIN más suntuoso mientras que el segundo recibe una remodelación centrada en la magnificencia del barroquismo mientras respeta la personalidad entusiasta original de la cantata patriótica. “Piano Portraits” es un disco estilizado y agradable en el que RICK WAKEMAN utiliza el tablero de teclas blancas y negras como lienzo y pincel en simultáneo. Siempre ha sido un artesano musical y es bueno que no nos permita olvidarlo.  


Muestras de “Piano Portraits”.-

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