Thursday, January 25, 2018

CONTRAMAREA: la insistencia del ideal progresivo sinfónico argentino


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.

Hoy toca el turno del dúo argentino CONTRAMAREA. Conformado por el dúo del teclista Edgardo Marchi y el baterista Santiago Benedetti, este ensamble practica una modalidad muscular y vitalista de rock progresivo sinfónico que a veces coquetea con los estándares vigorosos propios del estándar prog-metalero de DREAM THEATER, el sinfonismo de nueva escuela propio del héroe connacional SERGIO ÁLVAREZ, las estilizaciones modernas de unos KARMACANIC, el jazz-fusión, y, en menor medida pero igualmente fácil de notar, el legado de los últimos discos de PORCUPINE TREE. El grupo tiene desde el año 2013 un estudio propio desde el cual construye y graba sus composiciones, las mismas que finalmente, a inicios de noviembre del pasado año 2017, quedaron bien redondeadas para completar un disco titulado “Insistante”  un título bastante sugerente en tanto que refleja tanto la vitalidad instantáneamente compartida por los integrantes de este power-duo como la insistencia en la prosecución del sueño de proponer rock artístico. El disco en cuestión solo tiene difusión digital (más detalles en la página web del dúo: 
https://www.contramarea.net/). Bueno, pasemos  de una vez al repertorio mismo de “Insistante”, ¿vale? 


Durando 9 ½ minutos, ‘Fractal’ da inicio al álbum con un rotundamente vitalista despliegue de complejos grooves donde los paradigmas de EMERSON, LAKE & PALMER y GENTLE GIANT se fusionan con una fluidez formidable. Los teclados ostentan una musculatura muy solvente que va muy a tono con el vigor que la batería sabe imponer a lo largo de la intrincada arquitectura rítmica que se va desarrollando. Algunos momentos que, en medio de la inagotable energía, permiten el lucimiento de un lirismo envolvente nos hacen evocar un poco a los legendarios HAPPY THE MAN, mientras que los pasajes más netamente Emersonianos portan una agilidad atractiva y cautivadora. La coda nos remite a un breve pasaje cósmico que nos toma por sorpresa: un contraste que a unos les puede sonar forzado mientras que a  otros les puede sonar como un impredecible as bajo la manga... y nosotros optamos por el segundo diagnóstico. ¡Qué buen inicio de disco! ‘Tres Meses’ sigue a continuación ocupando un minuto más de duración que la pieza de inicio. Tratándose de una pieza ostentosamente estilizada, aquí el dúo se dispone a explayarse más meticulosamente en el factor lírico, dando mayor presencia al piano dentro del entramado melódico en su primera mitad. Más adelante, el grupo vira hacia un punche rockero más aguerrido, a veces de manera frontal, otras, de una forma más sutil. Con las dos partes de ‘Moebius’, los CONTRAMAREA nos brindan el pasaje central del repertorio: ambas partes conjuntamente ocupan un espacio de 16 ¾ minutos. La primera parte empieza centrándose en lo sinfónico mientras incorpora generosas dosis de cadencias y matices de tenor fusionesco en clave tanguera. Poco antes de pasar por la frontera del tercer minuto, el dúo vira dramáticamente hacia un ejercicio de musculatura sonora donde se explora la faceta más incandescente del sinfonismo; los ornamentos psicodélicos que entran a tallar están en función de la furia sistemática que se instala con toda naturalidad. En una tercera instancia, se da un nuevo viraje, esta vez hacia el lado romántico bajo la guía del piano, lo cual lleva sucesivamente a un momento de relax minimalista y a una breve retoma de la sección inicial como colorido epílogo. 


  

La segunda parte de ‘Moebius’ también tiene trazos de talante fusionesco en medio de la  imparable cascada de majestuosidad sinfónica. Definitivamente, aquí logra Marchi combinar los legados Wakemaniano y Emersoniano con una soltura mejor focalizada que en las dos piezas precedentes. ‘Infierno Sobre Hielo’ es la pieza más extensa del repertorio con sus 13 ¾ minutos de duración, y también es la que se encarga de cerrarlo. Su vitalidad es luminosa con un fulgor siempre sobrio, bien encaminada por estándares sinfónicos que comienzan en clave barroca, luego explayándose a través de manierismos efectivos y preciosistas, para luego pasar a un clima relajante signado por una estoica nobleza. A partir de la marca del octavo minuto, el grupo vira hacia una aureola de pletórica extroversión que se condice mucho con estándares de RICK WAKEMAN y de JORDAN RUDESS: el empleo de robustos tempos complejos y contrastes de ambientes resulta esencial para llevar esta idea de grandeza progresiva a buen puerto. Los últimos minutos están centrados en una aureola de envolvente solemnidad que se impone de forma contundente. Es una idea poderosa e ingeniosa terminar el disco con un cénit tan explosivo que no está dispuesto a tomar prisioneros durante su concluyente desarrollo temático, y ciertamente, el dúo lleva a esta idea a buen puerto. Todo esto fue “Insistante”, un catálogo de excelsas muestras sonoras del ideal progresivo sinfónico como insistente persistencia de ambiciones estéticas. Hay una larga tradición de expansiones progresivas en la historia del rock argentino y también un amplio espacio en las presentes generaciones dedicadas a cultivar y perpetuar este género en cuestión: CONTRAMAREA es una de las más notables nuevas voces de este presente. 



Muestras de “Insistante”.-



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