Monday, January 22, 2018

Los buenos deseos de SPECIAL PROVIDENCE


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy nos complacemos en presentar el nuevo disco de los húngaros SPECIAL PROVIDENCE, el cual se titula “Will” y es el quinto de su producción hasta ahora. El cuarteto húngaro conformado por el teclista 
Zsolt Kaltenecker, el guitarrista Márton Kertész, el bajista Attila Fehérvári y el baterista Adam Markó ha hecho lucir sus galones a la hora de crear, arreglar, ejecutar y grabar el material que se incluye en este nuevo disco, el quinto de su trayectoria, el mismo que fue lanzado al mercado a fines de octubre del pasado año 2017 por el sello GEP. Miramos con entrañable nostalgia al disco del año 2012 “Soul Alert”, que fue con el que los SPECIAL PROVIDENCE empezaron a ganarse un sitial notorio y un renombre importante dentro de los círculos progresivos y metal-progresivos, y ahora tenemos en este nuevo disco (y antes de él, “Essence Of Change” del 2015) la confirmación de su reforzamiento en dicho sitial. Es el segundo disco del cuarteto con la alineación parcialmente renovada que había grabado “Essence Of Change”, dicho sea de paso. Lo que hallamos e“Will” es un catálogo de vitalista piezas que son síntomas claros del talento y la energía que guían al grupo en la exploración de un renovado eclecticismo así como en la remodelación de las pautas estilísticas que ya están más que maduras en su ideario musical. Veamos ahora el repertorio del disco que ahora tenemos en nuestras manos, ¿vale? 



El primer tema del disco se titula ‘Akshaya Tritiya’, tema que comienza con sigilosos ornamentos cibernéticos, los mismos que anuncian el complejo groove sobre el cual se habrá de instaurar el cuerpo central. Una vez entrados en acción todos los instrumentos, nos topamos con un marchoso y muy llamativo ejercicio de prog-metal melódico donde las bases armónicas de piano y el sintetizador asumen las primeras instancias de protagonismo. No tarda mucho el bloque instrumental en abrir espacios para los electrizantes solos de guitarra que habrán de llegar, pero bien pronto nos damos cuenta de que la estrategia en curso es un híbrido de prog pesado y space-rock de tintes étnicos. ¡Gran principio de álbum! Luego sigue la dupla de ‘Irrelevant Connotations’ y ‘A Magnetic Moment’, diseñada para que el grupo siga explayándose en diversos matices de su propuesta, totalmente reconocible a estas alturas de su carrera fonográfica por su fluida combinación de claridad melódica y virtuosismo técnico dentro de un esquema de trabajo potente. El primero de estos temas mencionados trabaja con un groove notablemente más intenso que el que se creó para la pieza de entrada, pero se da una dosis mayor de sofisticación musical en la labor compositiva: la confluencia de prog-metal y jazz-rock con añadidos matices de tenor math-rockero funciona muy bien merced a las milimétricamente calculadas compenetraciones entre los instrumentos. Por su parte, ‘A Magnetic Moment’ apuesta principalmente por una sobriedad exquisita desde la cual la dupla rítmica se centra en una cadencia funky manejada con una gracilidad bien asentada. De este modo, la pieza se mantiene en un ambiente sereno mientras ostenta su filo rockero, en no poca medida sustentada por el bajo; solo hay un breve momento alrededor de la frontera del tercer minuto y medio en el que el cuarteto elabora un inesperado interludio incendiariamente frenético antes de volver al groove primordial. Este híbrido de CAB y PLANET X funcionó a las mil maravillas. El cuarto tema del álbum es el que justamente le da título. Es la pieza más breve del repertorio con sus 3
½ minutos de duración: se trata de un llamativo ejercicio de prog-metal cuya mayor gracia  está en los bellos solos de sintetizador que signan un lirismo sinfónico tremendamente exquisito.




Cuando llega el turno de ‘Neptunian Pyramid Chill’, el grupo está lo suficientemente inspirado como para gestar un cénit especial del álbum. Retomando la grandilocuencia mágica de ‘Irrelevant Connotations’ y creando una luminosidad sinfónica en torno a ella para varios de los solos de guitarra y todas las orquestaciones de los teclados, el cuarteto nos hace recordar a los DREAM THEATER de la etapa pre-1997 mientras afila con irrefutable convicción su talento para hilar diversos motivos y grooves. En efecto, tenemos aquí uno de los puntos culminantes del disco. ‘Slow Spin’ emerge con un talante renovador que se basa en no poca medida en el empleo space-rockero de las bases armónicas y ornamentos de los teclados mientras la dupla rítmica elabora una ingeniería rockera muy acorde con los estándares de bandas como NIACIN y CAB. De hecho, hay que hacer una mención especial a la labor del baterista, de las más brillantes de todo el disco. ‘The Rainmaker’ y ‘The Ancient Cosmic Bubble’ son las dos piezas más extensas del repertorio, durando la primera 6 ¾ minutos y la segunda, poco menos de 7 ½ minutos. La estructura de ‘The Rainmaker’ es relativamente sencilla, jugando a preservar un groove consistente en clave fusionesca dentro de un contexto rockero. Su principal magnetismo está en la manera en que logra establecer con pulso firme su esencial vitalidad. Por su parte, ‘The Ancient Cosmic Bubble’ desarrolla una fastuosidad solventemente sustentada sobre una refinada arquitectura desde la cual se maneja con impoluta precisión los contrastes entre los pasajes suaves y los aguerridos. De esta manera, los variados motivos que se van hilando pueden hacerse notar sin que los tramos de virtuosismo técnico sirvan de elementos distractores. Aquí hallamos algunos de los mejores solos de guitarra de todo el álbum, así como otra labor superlativa del baterista
Markó. Otra cima del disco. En medio de estos dos temas de relativamente ambiciosa envergadura se sitúa ‘Mos Esley’, un tema que recoge y revalida la belleza estilizada que antes habíamos gozado en los temas #3 y #4. Una vez más, el grupo desarrolla su bien conocido balance de prog-metal y jazz-rock en un elegante derroche de virtuosismo que permite incorporar algunos retazos del sinfonismo.



El cierre del álbum nos lo brinda el fastuoso tema ‘Distant Knowledge’, patentemente diseñado para finiquitar el repertorio con bombos y platillos. Su esquema de trabajo elabora una robusta cruza entre ‘Neptunian Pyramid Chill’ e ‘Irrelevant Connotations’. Todo esto fue “Will”, un disco que nos muestra a unos SPECIAL PROVIDENCE como permanentes integrantes de la élite prog-metalera europea de nueva generación, un sitial que se han ganado a pulso con el trabajo duro y la creatividad solvente que han demostrado desde sus inicios. Si su tercer álbum “Soul Alert” (del año 2011) fue el que los puso en el mapa de una forma decisiva, “Will” está a cargo de reforzar su posicionamiento regio dentro de la variopinta movida progresiva mundial. ¡Disco recomendado al 100%!



Muestras de “Will”.-


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