Tuesday, March 06, 2018

SLIVOVITZ en vivo: todo un festival



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

En esta ocasión presentamos el disco en vivo “Liver” de los geniales maestros italianos del jazz-prog contemporáneo SLIVOVITZ. El ensamble conformado por Derek Di Perri [armónica], MarcelloGiannini [guitarras], Vincenzo Lamagna [bajo], Salvatore Rainone [batería], Ciro Riccardi [trompeta], Pietro Santangelo [saxofón tenor] y Riccardo Villari [violín eléctrico] ofreció un muy estupendo concierto en el día 27 de mayo del año 2016, y de allí se han publicado aquí los seis primeros temas; el séptimo, en cambio, procede de un concierto del 25 de enero del 2014. Tenemos que recordar que en esa primera  mitad del año 2016, el grupo estaba promocionando el que entonces era su recién salido del horno disco de estudio  “All You Can Eat”, el mismo que cosechaba elogios a granel en las redes de difusión de jazz moderno y rock progresivo. El repertorio que el grupo nos muestra aquí procede de este disco que acabamos de mencionar y también de los dos anteriores, “Hubris” y “Bani Ahead” (de los años 2009 y 2011, respectivamente), pero también hay una nueva composición además de una versión de un clásico del grunge. ¡Vaya, mire usted por dónde! Publicado digitalmente en noviembre del pasado año 2017, “Liver” pasó a gozar de un formato físico por obra y gracia del heroico sello MoonJune Records a inicios del presente año 2018. Pasemos ahora a los detalles del mismo, ¿vale?



Las cosas comienzan sin más ni más desplegando una aureola de vigorosa alegría por intermedio de ‘Mai Per Comando’, una pieza poseedora de un ostentoso dinamismo y un llamativo groove muy propio de las aristas más extrovertidas del discurso del jazz-fusion. El último pasaje pasa a una modalidad aguerrida con la que se reviste de moderada neurosis a la siempre reinante alegría. De este modo, se prepara cabalmente el terreno para la subsiguiente emergencia de ‘Cleopatra Through’, un tema particularmente sofisticado tanto en su esquema rítmico como en su ingeniería melódica. El grupo se porta a las mil maravillas cuando va instaurando y reforzando el leit motiv con una focalización electrizante - ¡de lo mejor de este concierto! ‘Currywürst’ es el tercer tema del repertorio y su colorido intenso funciona como una ingeniosa cruza entre las atmósferas predominantes de los dos temas precedentes, tal vez con una prioridad del primero de ellos. En el último cuarto del desarrollo musical se interrumpe todo con la guía del violín en un pasaje hipnótico que precede a la coda. Si imaginamos un híbrido entere SNARKU PUPPY y MARBIN, pues nos podemos hacer una buena idea de qué es esto que suena aquí. ‘Egiziaca’ es el ítem más largo del concierto con sus más de 8 ¼ minutos de duración. Las notas mediterráneas y arábigas que signan el cuerpo central y la inserción de atmósferas etéreas en algunos pasajes ayudan enormemente a orientar y enfilar la fastuosidad esencial de la susodicha composición. Por su parte, ‘Mani In Faccia’ muestra recursos de una sobriedad más delineada en lo expresivo pero sin renunciar a lo llamativo ni a la sofisticación progresiva. Los solos de saxofón y de violín resultan particularmente notables a lo largo de la exquisita algarabía instrumental. Bueno... todo lo que tocan SLIVOVITZ, de una manera u otra, tiene mucho de algarabía, de celebración de la vida por vía del arte del sonido. 



‘Negative Creep’ es, como se puede sospechar, una versión de una canción de NIRVANA (este trío tan popular en la escena grunge de los 90s no es precisamente santo de nuestra devoción pero admitimos que esta es una de las canciones que más nos agradan de su catálogo). El septeto transforma la composición del desaparecido  Kurt Cobain en un jolgorio en clave de punk-jazz mientras le añade coqueteos con el ska-rock. El último ítem de este disco es ‘Caldobagno’, un tema especialmente enérgico donde la guitarra se luce más que en cualquier otro lugar del disco en un solo que es simplemente espectacular; ello obliga a la batería a ostentar un punche fulguroso en los pasajes más filudos, aunque también hay espacio para que se instale un swing más sutil en el momento que llega el turno para el solo de saxofón. Aunque este tema no forma parte del concierto de base para el presente disco sino que es un añadido de otro concierto que tuvo lugar un par de años antes (tal como se indicó en el primer párrafo de esta reseña), funciona como un catalizador acucioso del vigor que había imperado con gloriosa crudeza en ‘Negative Creep’. Se trata de un cierre bastante oportuno, no nos cabe ninguna duda al respecto. Todo esto fue “Liver”, un testimonio genuino de la grandeza de los SLIVOVITZ sobre un escenario. La música de este grupo es, en sí misma, un festival de sonidos caleidoscópicos que se engarzan y encajan dentro de un entramado animado y festivo que derrocha majestuosidad. Posiblemente tengamos ya ante nosotros a uno de los más notables discos en vivo del presente año 2018: ¡¡totalmente recomendable!!



Muestras de “Liver”.-

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