Tuesday, May 07, 2019

Un viaje melómano con los ojos cerrados bajo el pilotaje de LONG HALLWAYS



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos la ocasión de presentar el más reciente trabajo del grupo estadounidense LONG HALLWAYS, el cual se titula “Close Your Eyes to Travel”. Asentado en Portland, Oregon, este grupo está conformado por el quinteto de Joseph Chamberlain [bajo y contrabajo], Myles Eberlein [cello, trompeta, corno barítono y glockenspiel], Chad Rush [batería y percusión], Dayna Sanders [piano eléctrico, sintetizadores y percusión] y Daniel Staton [guitarra eléctrica y sintetizador]. El grupo cultiva un generoso híbrido de post-rock y psicodelia progresiva dentro de una intensa y muy inspirada ingeniería sonora que también incluye algunos elementos de jazz-rock, Crimsonismo y math-rock de forma medidamente ocasional. “Close Your Eyes to Travel” se publicó a finales del pasado mes de enero. Desde su base en la ciudad de Portland, Oregon, donde el grupo se formó en el año 2012, el grupo ha realizado varios conciertos y tocado en diversos festivales, ganando un creciente público de culto muy receptivo a su forma tan dinámica y tan lírica de abordar estándares y esquemas de rock vanguardista. Este disco que tenemos en nuestras manos es el segundo dentro del catálogo de los LONG HALLWAYS tras su disco del 2013 “Live From Dystopia”: el grupo también tiene un EP titulado “The Way Home” en su C.V.



Yendo ahora al repertorio mismo del álbum, advertimos que el grupo decide abrirlo con el muy asertivo tema ‘The Only Way Out Is Through’, el cual dura poco menos de 5 ½ minutos. El asunto se pone tremendamente revelador desde aquellas primeras notas de trompeta y piano con los que se inicia el desarrollo temático, presto a instaurar un modelo de fastuosa parsimonia a través de una atmósfera relativamente densa y sobriamente otoñal. El asunto vira hacia una grácil luminosidad antes de llegar a la frontera del segundo minuto y medio, haciendo que lo otoñal se torne moderadamente electrizante, al modo de una extroversión emanada desde los más insospechados rincones reflexivos del yo interior. La dinámica contemplativa, con todas sus variantes en curso, nos remite a un híbrido entre DO MAKE SAY THINK (2003-9) y GODSPEED YOU! BLACK EMPEROR (los tres primeros álbumes). Luego sigue ‘January’, una pieza que es explícitamente más ágil que la de apertura mientras preserva el lirismo otoñal que caracterizó a sus secciones más intensas. También ostenta una sofisticación progresiva más notoria en la elaboración y el refuerzo de la ilación de sus diversas secciones conformantes: incluso hay un empleo de un tempo de 7/8 en el núcleo de su segundo motif. Siendo la única pieza del álbum que dura menos de 5 minutos (le faltan exactamente 5 segundos para completarlos), resulta que se da abasto para decir muchas cosas: más que un cuadro sonoro, es una pinacoteca en sí misma esta pieza. La languidez señorial que signa a su última sección es envolvente y etérea al modo típico de un post-rock que se retuerce en torno a sus instintos Floydianos (etapa 69-71). ¡Qué cosa tan grandiosa es que este álbum nos impacte con dos momentos culminantes desde el punto de partida! Con la dupla de ‘After The Fall’ y ‘Under A Dark Planet’, el personal se dispone a efectuar renovadoras expansiones de su esquema de trabajo. En el caso de ‘After The Fall’, el dinamismo reinante se desarrolla con una soltura vivaz, dueña como es de una prestancia gallarda que no está exenta de ciertas dosis de tensión a lo largo de sus expresionistas bosquejos melódicos. El cello ocupa un rol protagonista en varios pasajes pero es la guitarra quien dirige el desarrollo temático con el elegante punche que le da a sus bases armónicas. Por su parte, ‘Under A Dark Planet’ sí se encarga de darle una vitalidad genuina a los antes moderados recursos de tensión para ahondar en éstos. Hay algo indudablemente tenebrista (definitivamente Crimsoniano, e incluso acercándose al estilo del RIO francófono) en las atmósferas predominantes de esta pieza. Los desvaríos de los metales y los juegos de disonancias armados por los teclados y la guitara en una vibración común se conjugan con los swings neuróticos que la dupla rítmica gesta y gestiona para enfatizar los elementos inquietantes del cuerpo central. Otro cénit del álbum.  



‘On Other Shores’ recoge en parte la semilla de inquietud sembrada por la pieza precedente mientras añade recursos de agilidad y elementos luminosos que antes hallamos en el tema #2. Con el hermanamiento de la guitara y el bajo en el oportuno relleno del swing sostenido por la batería se asienta un terreno lo suficientemente firme para edificar un evocador entramado melódico que nos suena un poco a una mágica encrucijada entre TORTOISE, los últimos discos de TALK TALK y la dimensión más extrovertida de los DO MAKE SAY THINK. Definitivamente, los implementos más virtuosos de la delicada fastuosidad en curso provienen de los aportes de los teclados y del corno, aunque la guitarra siempre se las arregla para saltar al primer plano en varias instancias del delineamiento del cuerpo central. Poco antes de llegar a la frontera del quinto minuto, el grupo vira hacia una atmósfera más reposada, aunque la magnitud del colorido sonoro en curso se mantiene prácticamente igual. Así las cosas, el terreno está preparado para que se abran las puertas a un hermoso epílogo aún más reposado desde el que el ensamble proyecta un escenario emocional melancólico… tal vez con algún elemento de furia muy, pero que muy sutil, latiendo en el trasfondo. Estamos, pues, en la antítesis frontal de la ambientación con la cual se había iniciado la pieza. Un muy bien armado viaje por varios enfoques emocionales, un nuevo cénit del álbum. Nos vamos acercando al final del disco cuando emerge ‘The Tightrope’, pieza asentada sobre un notablemente lento compás de 6/8 que se adentra cómodamente en un ambiente introspectivo: el sencillo motif de base ostenta un talante cinematográfico mientras las calmadas escalas del piano eléctrico pavimentan el camino para toda la amalgama instrumental mientras ésta va en busca de su foco definitorio. Volvemos al terreno de GODSPEED YOU! BLACK EMPEROR para el esquema central de la pieza mientras el epílogo, virando al tempo de 4/4, nos remite al paradigma de MOGWAI con algunos retazos de los SIGUR RÓS de los dos primeros álbumes. ‘Swimming Uphill’, el ítem que cierra el repertorio, se caracteriza por establecer una síntesis entre los temas #2 y #3 mientras incorpora algunos trucos math-rockeros tanto en las vibraciones de algunos fraseos de la guitarra como en ciertos recovecos armados por la dupla rítmica, especialmente en el camino hacia el tirante clímax que antecede al crepuscular epílogo. Con todo, el post-rock sigue siendo el discurso dominante en este ejercicio final, aquel donde las pistas amontonadas de guitarra adquieren su fragor más punzante de todo el disco.



Todo esto fue lo que el personal de LONG HALLWAYS nos brindó en su más reciente trabajo fonográfico: “Close Your Eyes To Travel” es un disco cautivador cuya magia versátil y caleidoscópica sirve como pretexto para apreciar con galante complacencia la propuesta de este grupo de parte de todos los que acabamos de descubrirlo. Vale la pena explorar en la obra de LONG HALLWAYS, sin duda que sí.


Muestras de “Close Your Eyes To Travel”.-
Under A Dark Planet: https://longhallways.bandcamp.com/track/under-a-dark-planet
On Other Shores [vídeo-clip]: https://www.youtube.com/watch?v=EroyTGiw2Jw

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