Sunday, August 11, 2019

RED KITE, una excelente congregación prog-psicodélica noruega



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos el enorme agrado de presentar al grupo noruego de música prog-psiodélica RED KITE, so pretexto de la reciente publicación de su primer disco, el cual tiene como título el mismo nombre del grupo. RED KITE surge unos pocos años atrás de las iniciativas confluyentes de integrantes de SHINING, ELEPHANT9, BUSHMAN’S REVENGE y GRAND GENERAL: para decirlo más específicamente, sus integrantes son Bernt Moen [teclados], Even Helte Hermansen [guitarras], Trond Frønes [bajo] y Torstein Lofthus [batería]. La intención principal de esta asociación diversificada fue la de gestar una propuesta de psicodelia progresiva con suficientes alcances eclécticos como para adoptar fluida y versátilmente elementos del jazz-rock, el stoner, el rock pesado clásico, el krautrock guitarra-céntrico y el post-rock. Los cuatro integrantes lograron hacer de RED KITE algo más que una asociación musical: fue también un lugar de liberación y de reaprendizaje de viejos intereses musicales que iban más allá de los horizontes e idearios estéticos de las bandas de donde procedían. Permítasenos adelantar que este proceso de aprendizaje ha plasmado resultados sobresalientes. El 28 de junio último es la fecha en que salió publicado “Red Kite”, tras haber sido grabado en diciembre del 2016 en el Studio Paradiso de Oslo; en ese mismo estudio tuvo lugar el proceso de mezcla, para que la ulterior masterizaciónen el estudio Tinnitus Mastering, también ubicado en Oslo. El sello británico RareNoiseRecords se encargó de publicar este ítem en CD así como en vinilo. Bueno, veamos ya los detalles de este disco que nos ha gustado mucho. 


Durando casi 11 ¾ minutos, ‘Ptah, The El Daoud’ abre el disco con esplendorosa magnificencia: se trata de la pieza titular de un disco de ALICE COLTRANE del año 1970, y la banda se luce creando su propio enfoque de la misma. Su inicio tentativo y aleatorio exhibe contundentes golpes de batería y excelsas florituras jazz-rockeras de guitarra muy a lo HILLAGE y HENDRIX, mientras que el piano eléctrico y el bajo tratan de encontrar su camino de ingreso hacia el cuerpo central que no demorará mucho en instalarse e instaurarse. Dicho y hecho: poco antes de cruzar la frontera del segundo minuto, el ensamble se organiza en torno a un groove de blues-rock psicodélico donde la guitarra ya asume un rol más guerrero, lo cual permite un acercamiento claro al stoner con la ayuda de la dupla rítmica. De hecho, hay pasajes en los que el bajo, sacando provecho a su empleo del fuzz, se dedica a establecer breves diálogos con la guitarra. Mientras tanto, de vez en cuando, el piano eléctrico sale al primer plano para aportar oportunos toques jazzeros a fin de que la musculatura reinante preserve una convincente aureola distinguida; de hecho, a mitad de camino gesta un solo que parece sacado de los primeros álbumes de WEATHER REPORT bajo la supervisión de los MATCHING MOLE y a través de los filtros coetáneos de KROKOFANT y ELEPHANT9. Una vez que llega el fin del tema con un talante tranquilo, nos queda la impresión de que es una idea genial de parte del grupo que ostente con tanto punche el manejo integral de los diversos tributos individuales dentro del tesoro sonoro colectivo. Con el simpático título de ‘13 Enemas For Good Luck’ emerge el segundo tema del álbum, el cual se basa en un jam un poco más relajado que el que constituyó el cuerpo central de la primera pieza. Dentro de este carácter más contenido del groove, el cual se beneficia del uso de métricas inusuales, se da la oportunidad de explorar dimensiones más oscuras del predominio psicodélico vigente en el ideario de RED KITE. Tenemos aquí algo reminiscente de los PINK FLOYD de fines de los 60s, así como a los GURU GURU del tercer álbum y a los ASH RA TEMPEL en su faceta más filuda. De hecho, los fraseos de la guitarra se van tornando más incandescentes mientras se va avanzando a lo largo de la segunda mitad de la pieza, buscando generar un clímax nervioso antes de retomar el groove inicial para la coda. Si el primer tema del álbum abrió la puerta a una fábrica de energía progresiva, ‘13 Enemas For Good Luck’ se encarga de activar la maquinaria de dicha fábrica con una estrategia sofisticada. Tenemos aquí un cénit decisivo del álbum.

‘Flew A Little Bullfinch Through The Window’ (otro simpático título al estilo Zappiano como en el tema precedente) se apoya en un swing jazz-rockero que bien podría haberse derivado de un jam de la época del FRANK ZAPPA de “Hot Rats” pero con un enfoque Hendrixiano. El motif es sencillo y el truco del gancho de esta pieza en particular reside en que su actitud repetitiva abra campo a variantes en los matices aportados por los fraseos de la guitarra y las florituras moderadas del piano eléctrico. Siendo el segundo tema más largo del disco con sus poco más de 10 ¼ minutos de duración, ‘Focus On Insanity’ (el más largo es el primero) instaura el posicionamiento sónico más intenso del disco. Aunque la esencia musical está emparentada con el esquema de trabajo proyectado para ‘Flew A Little Bullfinch Through The Window’, esta vez el grupo se enfila hacia un despliegue de garra lisérgica donde el jazz-rock y el prog psicodélico se hermanan hasta fundirse en una sola hoguera. Es como un matrimonio inusitado entre la MAHAVISHNU ORCHESTRA (la última fase con su alineación original) y BLACK SABBATH (sus dos primeros álbumes) con el rol intermediario de unos URIEL y, una vez más, el filtro del prog psicodélico típico de la escena progresiva escandinava de nuestros días. Otro cénit definitorio del disco. Todo culmina con ‘You Don’t Know, You Don’t Know’ (¿no será el título una alusión sarcástica a uno de los temas del primer disco de la MAHAVISHNU ORCHESTRA?... Solo especulamos), una pieza diseñada para explorar la faceta más introspectiva del grupo. Con el empleo de un swing ostensiblemente lento y muy constreñido, el cuarteto abre espacios de directo coqueteo con el post-rock mientras conserva lúcidamente su permanente  estrategia de entrelazamiento entre la psicodelia y el jazz-rock. De hecho, es el piano eléctrico quien se hace cargo de explayarse en los momentos más virtuosos dentro de la logística grupal en curso. Poco antes del final, se arma un crescendo ensoñador y fosforescente al estilo de MONO, dejando que los últimos tres cuartos de minuto retomen el ambiente inicial. 

Todo esto fue lo que se nos dio en “Red Kite” de RED KITE. Anotemos los nombres de esta banda y de este disco en nuestras agendas melómanas porque la verdad que valen mucho sus inclusiones a la hora de disponernos a disfrutar de parte de lo mejor de la producción progresiva del presente año 2019. Tenemos aquí una muestra excelsa de ingenio musical dentro de las coordenadas de la experimentación psicodélica ecléctica dentro del persistente ideal del rock progresivo. Recomendado al 200%. 


Muestras de “Red Kite”.-
            

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