Thursday, December 03, 2020

La quinta atomización sonora de los GOGO PENGUIN



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos el enorme placer de presentar el nuevo disco del trío británico GOGO PENGUIN, al cual el grupo ha decidido titularlo como sí mismo: “GoGo Penguin”, así de simple y directo. Este homónimo quinto disco presenta un enfoque renovador y experimentador para el trayecto que hasta ahora venía desarrollando el colectivo de Nick Blacka [contrabajo], Rob Turner [batería] y Chris Illingworth [piano]. El disco en cuestión fue publicado por el sello Blue Note, en cooperación con Decca Records el pasado mes de junio, tanto en CD como en doble vinilo. El formato de vinilo viene en color negro y en color transparente. Básicamente, lo que hace el trío en el disco que ahora comentamos es ahondar en su línea de trabajo de jazz vanguardista etéreo, contemplativo y plagado de sugerentes enfoques temáticos. Los estudios The Chairworks, 80 Hertz Studios y Calyx Matsering fueron utilizados sucesivamente para los procesos de grabación, mezcla y masterización del nuevo material que conforma “GoGo Penguin”.


Abre el disco ‘1_#’, pieza que dura apenas dos minutos y pico: su estructura consiste en una sutil expansión de un clima minimalista guiado por espartanas escalas de piano sobre un trasfondo de efectos de sonidos marinos. De este modo, se abre camino a ‘Atomised’, un tema excelso que exhibe una vivacidad contagiosa y llamativa, la misma que se nutre cabalmente de la combinación de las mágicas oleadas del piano y el colorido discreto del contrabajo que, de manera efectiva, llena espacios signados por los cimientos rítmicos de la batería. A mitad de camino, el desarrollo temático vira hacia una aureola contemplativa aunque sin perder el predominio de los extrovertido. La exuberancia inaugural ha sido reemplazada por una sobria campechanía. ‘Signal In The Noise’ – uno de los momentos culminantes del disco, y de paso, su pieza más extensa con sus 6 minutos de duración – ofrece una vibración un poco más sofisticada, con una batería dispuesta a ocupar una posición un poco más protagónica dentro del armazón grupal. La línea de trabajo del piano ejerce una soltura más contundente, logrando así marcar el esquema musical creado para la ocasión con un fulgor renovador. Poco antes de llegar a la frontera del segundo minuto y medio, el tema asume un talante aún más señorial, siendo así que la complejidad propia del momento es manejada con ese gusto por las texturas tan propio de la banda. Suntuosidad al estilo de una cruza entre BLUE CRANES y JIZUE. ‘Open’ opera con la herencia inmediata de la pieza precedente y, usando un groove similar, le da una remodelación etérea tanto en la articulación del sofisticado entramado entre batería y contrabajo como en las florituras temáticas del piano. Parece ser que el cénit cálidamente luminoso del tercer tema del álbum se niega a desvanecerse todavía. Cuando llega el turno de ‘F Maj Pixie’, el trío se dispone a explorar un lirismo cristalino y acogedor, arropado por un aura romántica mientras elabora un esquema impresionista. Los aires del nu-jazz son predominantes en el arreglo general del swing sobre el que se articula el desarrollo temático, y dichos aires s intensifican en la coda signada por un clima grisáceamente lánguido que, en cierto modo, raya con lo cósmico. ‘Kora’, por su parte, tiende puentes entre las dos piezas precedentes, como haciendo gráciles malabares sobre la línea que separa al último resplandor del sol de atardecer de las primeras nubes oscuras que traen a la inminente noche. Otro cénit del álbum, un tema realmente hermoso y cautivador.


Cuando ya tenemos la certeza de que el grupo ha puesto todas sus cartas musicales sobre la mesa, la dupla de ‘Totem’ y ‘Embers’ sirve para que se siga explorando en atmósferas y grooves con la elegancia esencial que caracteriza al trío. El primero de estos temas mencionados construye de a pocos un ambiente ligero y jovial tras un prólogo minimalista y tentativo. Una vez instalado el cuerpo central, la incandescencia sonora brilla con altiva agilidad. En cuanto al segundo de ellos, sirve para que el trío dé una nueva vuelta de tuerca a su faceta más introspectiva. El tenor crepuscular del hilo temático es bastante sugerente para concretar la idea con total cabalidad. ‘To The Nth’ básicamente sigue la onda de ‘Kora’, pero con una actitud un poco más vivaz y una tonalidad más expresionista. Bajo el elocuente título de ‘Don’t Go’ aparece la pieza encargada de cerrar el álbum: su esquema sonoro se centra en una atmósfera cósmica bastante ensoñadora, dejando que los teclados se apoderen de todos los espacios (salvo algunas puntuaciones muy sutiles de contrabajo). Una manera muy cordial y discreta de cerrar el trayecto de este bellísimo álbum que es “GoGo Penguin”: la gente de GOGO PENGUIN se ha lucido a lo grande una vez más, y con ello, ha logrado reforzar aún más su posición elevada dentro de la élite del jazz vanguardista del momento. Muy recomendable este disco, claro que sí. 


Muestras de “GoGo Penguin”.-

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