Monday, July 06, 2020

ARS DE ER: doble recarga de música para flamantes símbolos y nuevas metamorfosis



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos ante nosotros dos estupendas novedades fonográficas de línea avant-progresiva publicadas en el transcurso de esta primera mitad del año 2020: “Symbole” (11 de marzo) y “La Métamorphose” (1 de junio). Ambos pertenecen a ARS DE ER, el proyecto unipersonal de chamber-rock del excelso compositor y músico bielorruso Arseny Ershov. Con una amplia obra cuyos orígenes se remontan hacia 10 años atrás con la publicación del disco “E.M.P.T.Y.”, Ershov es un hombre bastante metódico a lo largo del desarrollo de su obra, tomándose a veces un tiempo para hacer un disco mientras que otras veces tiene etapas muy prolíficas: por ejemplo, en el año 2017, publicó nada menos que 4 discos. Y bueno, a solo dos años de su excelente álbum “Fièvre”, ahora nos viene con dos excelsos y aparatosamente sombríos discos bajo el brazo en la primera mitad del presente año 2020. 

Comenzamos con “Symbole”, disco que contiene solo tres piezas, siendo así que dos de ellas son de larga extensión: de hecho, todas ellas forman parte de la suite ‘Scènes d’Un Grand Voyage De Grenouille’. La primera parte dura casi 18 minutos y se titula ‘Grenouille Et Arbre’. Los iniciales golpes muy graves de piano, ornamentados por distantes sonidos agudos que emulan a un lejano armonio, abren espacio para la implacable expansión de una atmósfera tétrica donde lo lánguido y lo nebuloso se hermanan dentro de un bloque sonoro que se siente, a la vez, majestuoso y tanático. Las parcas orquestaciones que lentamente establecen los cimientos para la próxima edificación de los motivos centrales nos remiten inmediatamente a los UNIVERS ZERO de la etapa 79-83, los SHUB-NIGGURATH de los dos primeros álbumes y los ART ZOYD de “Phase IV”, algo que efectivamente se acentuará durante la plena maduración de la ingeniería sonora de la pieza. Recién al pisar la línea fronteriza del cuarto minuto y medio se establece un esquema rítmico, y es a partir de aquí que la densidad rockera añade un nuevo matiz de inquietante oscurantismo que, al fin y al cabo, estaba reservado para este momento de soltura desde el cual debe florecer la secuencia de envenenados motivos. Los juegos de síncopas y los despliegues de tortuosos ambientes se conjugan fluidamente en el centro magnético del armazón instrumental. Si bien es el aire de amenaza lo que predomina, la última sección del cuerpo central emana un aura triste, y le sigue un epílogo envolvente marcado por una inmensa melancolía, una melancolía que tiene algún matiz sutil de relax emocional tras la señorial tormenta precedente. Luego llega el turno de la parte titulada ‘Marécage’, que dura poco más de 8 ¼ minutos. Con su inicial talante ceremonioso, parece recoger algo de la melancolía vibrante con la que había concluido la primera parte, y, de hecho, es a partir de allí que este nuevo ejercicio de oscurantismo sónico que el ensamblaje de los instrumentos va a crear su núcleo central. Pero, poco a poco, lo siniestro abandona su ensimismamiento primigenio para derivar hacia un talante más ensalzado, siendo así que su cauce temático se encuadra firmemente en un encuadre vorazmente denso. Para el último minuto y medio, se crea un recurso cacofónico cuyo cariz machacante emula perfectamente los aspectos más torturados de la primera parte. ¡Qué gran epílogo! Lo que suena ahora parece un híbrido de los PRESENT de los dos primeros discos y los ART ZOYD de los álbumes tercero y cuarto.   

La parte más larga de la suite es la última con su espacio de poco más de 20 ½ minutos, y se titula ‘Hors De l’Eeau’. Nos recibe en la puerta de entrada un arreglo orquestal impresionista marcado por sobrios acentos sombríos mientras hace valer sus aristocráticos estremecimientos. El tiempo que se toma para asentar y reforzar todas las placas y tuercas del maratónico engranaje musical que nos aguarda tiene sentido en tanto que esta última parte de la suite busca enfatizar lo ceremonioso mientras lo reviste de robustez y distinción. Ya cuando el bloque instrumental está a punto de traspasar la frontera del quinto minuto, es que el ambicioso cuerpo central deja soltar su arquitectura de angustiosas y crispadas convulsiones, las mismas que parecen exponer ante nosotros las propias batallas internas de las almas del Limbo. Atrapadas en un ámbito de condenados mientras observa una luminosidad que les es negada, sus espasmos emocionales se dejan inundar por diferentes intensidades de las mareas de aguas ominosas. Con un matrimonio de piano, armonio y bajo que arma un calmado interludio poco antes de llegar a la frontera del noveno minuto, disponemos de un oportuno momento de contemplación antes de que llegue el turno de la próxima arremetida de impenetrables e invencibles golpes de oscuridad. De hecho, éstos no tardan mucho en llegar, y cuando lo hacen, a veces se asientan sobre juegos de síncopas muy semejantes a los que antes apreciamos en algunos pasajes centrales de la primera parte, mientras que otras veces recurren al retorno al señorío frontal y desatado de la segunda parte. Esta secuencia termina con un doblegamiento que busca algo parecido a un sosiego, aunque se trata más bien de un enfoque más etéreo de esa tensión oscurantista que nunca estará dispuesta a dejar su trono estimulantemente despótico. De hecho, se arma una nueva sección sobre un compás lento, lo cual opera como un baluarte para el reemplazo de la tensión por la garra neurótica. Los juegos de disonancias compartidos por el piano, los metales y la guitarra, y acentuados por el bajo, exhiben una pasión dionisíaca que muestra su faz orgullosa ante la muerte, y a partir de allí, se asienta un epílogo de claro talante funerario (con una breve interrupción arrebatada que se inserta para retratar el último momento de furia arrogante). Todo esto es lo que nos ha brindado “Symbole”, y a continuación pasamos a revisar el repertorio de “La Métamorphose”. 
  

‘Quand Elle Vient’ abre “La Métamorphose” con un temperamento ágil y fulguroso mientras preserva una ambientación razonablemente densa. Se nota ya desde este punto de partida que el presente álbum pretende instaurar un contrapeso de ágil extroversión frente al oscurantismo férreamente solipsista de “Symbole”, claro está, preservando el gusto por lo tenso y lo siniestro. Hay una vivacidad peculiar en el modo en que se articula la amalgama de teclados, esquema rítmico y ornamentos orquestales que nos lleva al terreno de los coloridos flexibles del avant-prog contemporáneo (YUGEN, SCHERZOO, los PRESENT del retorno), añadiéndose matices Crimsonianos y Magmianos al modo en el que el groove central se va desenvolviendo. De paso, aquí tenemos un solo de guitarra realmente estupendo que aporta un recurso de estilizada musculatura al asunto. A medio camino, llegamos a un pasaje lento cuyos parajes contemplativos están delineados con cristalina elegancia. Dicho pasaje opera como puente para un epílogo denso y áspero marcado por neuróticos oleajes de piano y apoyado sobre un swing parsimonioso. Este pasaje se conecta con la secuencia de ‘La Folie’ y ‘La Folie (Continuation)’, la misma que está diseñada para instaurar un clímax decisivo para el álbum. El piano y las orquestaciones que lo arropan aumentan militantemente su intensidad para gestar una ambientación tensa que mucho tiene de palaciego. Una vez que todo llega a un clímax punzante y casi mecanicista, todo se calma para que el nuevo entramado sonoro edifique un pasaje lánguido y flotante, el mismo que, a su vez, prepara el camino para otra dinámica explosiva con la que se arma el epílogo de los últimos tres cuartos de minuto. Ahora estamos en un terreno afín al de los UNIVERS ZERO del nuevo milenio. ‘La Folie (Continuation)’ prosigue por la senda de ‘La Folie’ en lo referente a la alternancia entre pasajes monumentales y otros más sutiles, siendo así que todo parece la música de fondo que ilustra imágenes de una bestia ominosa que lleva su rutina de momentos de pletórica actividad momentáneamente interrumpidos por otros de reposo. Lo particular de ‘La Folie (Continuation)’ es que, al venir en segundo lugar, tiene la obligación de recoger las semillas de ‘La Folie’ y sembrarlas ara que de ellas emerja un árbol musical más alto y más frondoso.

La miniatura ‘Au Fond’ se centra en la creación de atmósferas que envuelven a golpes distantes que tienen lugar en el fondo de una caverna del mundo, no una caverna en el mundo; o sea, el hábitat rocoso de una existencia que se no define en términos mundanos. Los retazos orquestales agudos responden eficazmente a esos golpes que se hacen crecientemente sofisticados. De esta forma, se abre espacio para que emerja la imponente suite ‘Destructio’, que se extiende por un espacio de casi 16 ½ minutos. Comenzando con una secuencia orquestal guiada por escalas de celesta, poco a poco es la dupla de órgano y piano quien se apodera de un núcleo temático que poco antes de llegar a la frontera del segundo minuto, abre las retorcidas puertas del Armagedón, utilizando una mezcla de caos controlado e impresionismo tétrico para su desarrollo temático. Cuando llega el momento para un interludio sereno y contemplativo, ARS DE ER recurre a elementos manieristas y románticos de una forma sorprendente, estableciendo una fastuosidad sinfónica grandilocuente. Cuando ésta llega a un culmen de expresividad, el terreno resulta perfectamente propicio para volver al modernismo combativo de talante siniestro, alternando pasajes ominosos y otros caóticos a través de la agitada opulencia reinante. El epílogo se enfila hacia lo ceremonioso, primero con una abierta fosforescencia, y luego con un carácter tenue. Todo esto es muy afín a los paradigmas de UNIVERS ZERO y RATIONAL DIET. El final del repertorio llega de la mano de ‘Les Yeux Ouverts’, una pieza más metida en el modelo sinfónico, lo cual implica que se pretende concluir la serie de ciclos temáticos del álbum con una modalidad disruptiva. Comenzando con un talante nostálgico, la pieza pronto se encauza hacia un lirismo moderadamente extrovertido. El pasaje de piano que signa el epílogo es sereno,  Todo esto es lo que se nos ha brindado en esta doble recarga de música para flamantes símbolos y nuevas metamorfosis en el ideario estilístico de ARS DE ER: “Symbole” y “La Métamorphose” son dos discos muy relevantes para la preservación del ideal del chamber-rock en el presente milenio, y como tales, deben ser apreciados como ítems infaltables en una buena colección de música progresiva de militante filo experimental. ¡Muchas gracias por todo esto, Sr. Ershov!


Muestras de ARS DE ER en el año 2020.-
Scènes d’Un Grand Voyage De Grenouille (Grenouille Et Arbre): https://ars-de-er.bandcamp.com/track/sc-nes-dun-grand-voyage-de-grenouille-grenouille-et-arbre
Scènes d’Un Grand Voyage De Grenouille (Marécage): https://ars-de-er.bandcamp.com/track/sc-nes-dun-grand-voyage-de-grenouille-mar-cage

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