Sunday, August 09, 2020

PSEU: un magnifico secreto avant-progresivo desde Francia, entre 1978 hasta 1983


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

 
Hoy echamos una mirada a la escena progresiva francesa de fines de los 70s e inicios de los 80s. Proveniente de la hermosa ciudad de Burdeos, la banda PSEU se suscribió a un híbrido de jazz-prog y Zeuhl, llegando a registrar material de estudio en forma de maquetas en diferentes sesiones de los años 1981 y 1982, pero nada de esto llevó a la concreción de un contrato de grabación, por lo que el colectivo nunca tuvo un disco propiamente publicado de manera oficial en el mercado fonográfico durante su tiempo de vigencia. La cosa hubiese seguido así de no haberse dado la iniciativa de los hermanos Payssan (los co-líderes de MINIMUM VITAL), quienes conocían este material, de convocar al sello galo Musea Records para que editara este material en formato digital. ¿Y cómo lo conocían? Pues resulta que quien fue baterista de PSEU pasó muy pronto a las filas de un grupo llamado CONCEPT donde estaban los susodichos hermanos (antes de rebautizarse como MINIMUM VITAL). Pues, en fin, la publicación de esas maquetas se concretó en el año 2004 con un CD titulado simplemente “Pseu”, con un total de 7 piezas, y es así como esta retrospectiva puede ser posible. El grupo se formó en el año 1978 en Burdeos, tal como dijimos, debutó en los escenarios a inicios de 1979 y se desintegró en el año 1983. El estilo de PSEU se enfila a lo vanguardista, cimbreando entre lo oscuro y lo celebratorio, bajo influencias de WEIDORJE, ZAO y el desarrollo de la corriente del jazz-fusión de los 70s; con esto, el grupo creaba conexiones estilísticas con sus compatriotas de ESKATON y UPPSALA, así como con los belgas de PRESENT. El quinteto que grabó los cinco primeros temas recogidos en “Pseu” estaba conformado por el vocalista-letrista Christian Coutzac, el bajista Erik Baron, el baterista Christophe “Cocof” Godet, el guitarrista Philippe “Maya” Dulong y el teclista Thierry Jardinier. Para los dos últimos, provenientes de las maquetas de 1982, el bajista era Philippe Canellas y el teclista, Pierre Delair, convocados para reemplazar a sus antecesores en un tiempo en que la banda estaba más desesperada que nunca por conseguir ese contrato de grabación que nunca llegó. En los conciertos que daban PSEU, Coutzac usaba una máscara plateada al modo de un demonio seductor que se pasea camuflado en medio de la multitud que disfruta de los avatares exuberantes de un carnaval veneciano.  
 


El disco comienza de manera muy extrovertida, con un ‘Biguine’ bien insertado en un ritmo jazz-rock bastante marchoso, lo cual no es óbice para que se introduzcan elementos de comicidad perturbada a través del clima continuamente jocoso de la pieza. Esta canción funciona, a la vez, como un homenaje a WEIDORJE y una vía de conexión con la faceta más ácida del ideario farsesco de unos ETRON FOU LELOUBLAN (etapa de sus discos segundo y tercero). Solamente dura poco más de 2 ¾ minutos, pero dice bastante en ese espacio. ‘Satno Danse’ tiene una intensidad más comedida, aunque el factor jazzero compartido por la dupla rítmica y el piano (emparentado con el modelo de WEATHER REPORT así como con el de POTEMKINE) persiste en ser el ítem más relevante para el sonido grupal. El canto de Coutzac, que está a medio camino entre Klaus Basquiz y un tenor para un ensamble Zappiano, tiene suficiente carácter como para brindar genuina oscuridad a la ágil dinámica de la instrumentación. Su espacio de 7 minutos está bien explotado pues, a pesar de que es una aureola de neurosis mesuradamente tenebrista la que dirige el desarrollo temático, la sistemática extroversión proyectada por el bloque instrumental permite también que se genere un genuino gancho musical para esta pieza en cuestión. Un cénit del álbum, así como lo es la dupla que sigue de inmediato. ‘La Ronde Du Jardinier (Simulacre / Part 1)’ elabora un sólido ejercicio de vibraciones progresivas de línea avant-garde con robustos impulsos jazzeados. En un pasaje organizado por pulsaciones marcadas por la batería y el piano, el bajista se explaya en un magnífico solo donde parece que se exorciza simultáneamente a las mentes de Stanley Clarke y John Greaves. También se abre campo en algún momento a ciertos realces de pasajes cacofónicos (con efectivos ornamentos de batería), los mismos que solo requerirían de un coro masivo de varones y féminas para parecer un homenaje directo a los MAGMA de “Mekanïk Destruktïw Kommandöh”: dichos pasajes sostienen el clímax de cierre para el tema, antes de que se engarce con el más reposado ‘Rencontre Avec Les Dévas (Simulacre / Part 2)’. Esta segunda parte tiene una conexión más estrecha con la faceta más lánguida del chamber-rock en su dimensión más oscurantista (al modo de un espacio intermedio entre UNIVERS ZERO y PRESENT). A través de la neblina sónica que tiene lugar, el piano se une a la guitarra a la hora de exponer algunos chispazos de luz, chispazos que no generan una real iluminación sino que realzan la sutil tensión del momento.   


Los tres temas que completan el repertorio del disco ocupan colectivamente un espacio de casi 35 minutos, durando cada uno de ellos entre 10 ¾ minutos y 12 minutos. ‘Vidange’ comienza marcado predominantemente por un jam jazz-rockero en 7/8, el cual proporciona un asiento de arquitectónica sofisticación para los viajes multívocos de los instrumentistas y los neuróticos soliloquios del vocalista; éstos transitan entre evocaciones ceremoniosas e invocaciones delirantes. De hecho, la intervención del frontman afecta fundamentalmente al entramado instrumental para que adopte una estrategia solemne, pero después de eso, el ensamble se aprestará en retomar el entusiasta jam en 7/8 con que se había iniciado la pieza. Curiosamente, el grupo abandona casi inadvertidamente la idea de priorizar el esquema de trabajo Zeuhl para focalizarse en una confluencia entre la exuberancia de RETURN TO FOREVER y la festiva gracilidad del jazz-prog francés de fines de los 70s (estamos pensando en los POTEMKINE del último álbum y los ZAO de los discos tercero al quinto). Solamente al final volvemos a una ambientación intensa donde lo atonal se resuelve fluidamente... y el cantante se siente feliz en emitir nuevas invocaciones enardecidas. ‘Miroir’ tiene una producción de sonido más opaca: este tema tiene un fuego más explícitamente explosivo que el precedente, aunque también es fácil de notar que persiste en esa mezcla de avant-prog y jazz-fusión con la que el grupo se da buena maña. Eso sí, hay pasajes intensos donde encontramos un impulso terrorífico (al menos, en parte), en diversos niveles de expresividad. Una vez más, el vocalista, cuyo rol es más firme aquí, colabora crucialmente con el desarrollo de este factor. Aquí notamos una confraternidad con sus compatriotas de ARACHNOID, así como una retorcida remodelación del legado de los primeros MAHAVISHNU ORCHESTRA. En fin, ‘Démascarade’ cierra el disco con un inesperado giro afirmativo hacia un jazz-rock melódico y relativamente suave, apoyado en parte por las sonoridades hipnóticas del piano eléctrico e ingeniosamente aumentado por los aportes de la guitarra solista. De hecho, en estas dos últimas piezas han sido muy profusos los fraseos férreos e ígneos de la guitarra; su presencia ha sido más protagónica que en cualquiera de los cinco temas precedentes. La delicadeza melódica del núcleo central de esta pieza no se pierde mientras el swing general aumenta en intensidad, sino que más bien, ésta pasa a un nivel más jubiloso. Como el grupo no puede con su genio, de todas maneras tiene que darle al asunto un epílogo rotundo al modo de WEIDORJE para el momento del clímax final.  ‘Démascarade’ ha funcionado como un muy buen cierre para este estupendo testimonio de las cosas interesantes que seguían perviviendo en los márgenes del underground francés con el sólido afán de mantener vivo el ideal de la música progresiva.

 


Este legado recuperado de PSEU es una banda que no debe pasar desapercibida para ningún leal amante del rock progresivo de línea vanguardista. “Pseu” es un ítem que merece un lugar privilegiado en cualquier colección fonográfica dedicada al género. En los créditos impresos en la edición de Musea Records, el grupo agradece la camaradería de grupos como UPSSALA, SOMBRE REPTILE, XALPH y los propios MINIMUM VITAL; con algunos de estos grupos compartió cartel el grupo que hoy traemos a colación. También hay menciones especiales a MAGMA, WEIDORJE, UNIVERS ZÉRO, ART ZOYD y ZAO, a quienes llaman compañeros de juerga musical. Creemos que en estas palabras finales se encapsula la descripción más perfecta de la línea de trabajo de PSEU. Gracias infinitas a este grupo por la música que creó y a todos los que participaron en la búsqueda de sus tesoros metidos en los cofres perdidos de la historia de la vanguardia rockera francesa.     
 
 
Muestras de “Pseu”.-
Satno Dance: https://www.youtube.com/watch?v=NruwV_C3_1Q
Vidange: https://www.youtube.com/watch?v=QNUoL_HwZOs


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