Tuesday, September 28, 2021

La inmersión prog-psicodélica de AUTOMATISM

 


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Llega tarde, pero llega esta reseña nuestra sobre el hasta ahora último trabajo fonográfico del grupo sueco AUTOMATISM, el cual se titula “Immersion” y fue publicado el 9 de octubre del pasado año 2020. Este colectivo de música prog-psicodélica conformado por los guitarristas Hans Hjelm y Gustav Nygren, el bajista Mikael Tuominen y el baterista Jonas Yrlid ya nos había brindado amplias muestras del ingenio y el vigor que concretan en su propuesta musical en sus discos de los años 2018 y 2019, “From The Lake” y “Into The Sea”, respectivamente. Con este tercer álbum “Immersion”, el grupo se sumerge en corriente y mareas sonoras que hacen brotar una exuberancia nueva al esquema grupal, algo para lo cual colaboran de forma importante los músicos invitados Jesper Skarin (a la percusión) y Per Wiberg (a los teclados). También aparece el guitarrista Jakob Sjöholm en el último tema del repertorio. El material del disco fue grabado por el cuarteto en dos sesiones de sendos días de febrero de 2019 en el Svartsjölandet Studio de Estocolmo; las adiciones de los invitados se grabaron a posteriori, dando resultados muy satisfactorios para la banda. En el Studio Cobra y en los Redmount Studios (también ubicados en Estocolmo) tuvieron lugar las respectivas labores de mezcla y masterización. “Immersion” se publicó en CD y en una edición limitada de vinilo blanco por vía del sello alemán Tonzonen Records. Bueno, veamos ahora los detalles de su repertorio, ¿vale?
 


La dupla de ‘Heatstroke #2’ y ‘Falcon Machine’ ocupa un total de 16 minutos y pico, y lo hace con una combinación llamativa de intensidad pulsátil y exuberancia a través del desarrollo temático de cada uno de estos temas. El primero de ellos se enfila hacia un groove alegre que algo tiene de punzante y acerado, pero dado que hay espacios de inhalación en medio de los enmarañamientos de las guitarras y una gran presencia de los teclados (que hacen congeniar lo cósmico con lo sinfónico), el bloque sonoro cuenta con suficiente margen de maniobra para no dejar que su vigor esencial se les escape de las manos. De hecho, late continuamente la sensación de que el grupo cuida bastante el refinamiento melódico del momento. La labor de la dupla rítmica es muy a lo motorik mientras que los ornamentos percusivos, una vez que entran a tallar, llenan espacios con un talante casi tribal. Tras este estupendo inicio de álbum emerge ‘Falcon Machine’, pieza diseñada para desplegar una fuerza expresiva más arrolladora por vía del empleo de un swing más intrépido, una dosis mayor de garra en algunos riffs de guitarra y una acentuación del talante maquinista de parte de la dupla rítmica. Es como si el grupo hubiese decidido hacer un remodelación del estándar de los dos primeros discos de NEU! a través de un filtro mestizo de HAWKWIND y CAUSA SUI. Cuando llega el turno de ‘Monochrome Torpedo’, el ensamble vira hacia una espiritualidad más solemne, explorando su faceta introspectiva sobre un motif cadencioso que se explaya cómodamente sobre un groove de tenor blues-rockero. El vitalismo inherente a las armonías y riffs de las guitarras queda oportunamente contenido por el nervio compactamente perfilado por la batería. ‘New Box’ transita por una vereda similar, pero con una acentuación un poco más sofisticada, la misma que es impulsada por el empleo de un groove ceremonioso y relajado que, en ocasiones, emplea recursos rayanos con el jazz-rock. Los ornamentos de sintetizador que entran a tallara en el último tercio aportan un cálido y etéreo colorido al asunto. Lo que opera aquí es una confluencia entre los estándares de GILA y de los PINK FLOYD de la fase 69-71, impulsada, a su vez, por añadidos hermanamientos con bandas actuales como RED KITE y ELDER. A estas alturas del partido, el espíritu del álbum ya no es el mismo con el que empezó.

‘Smoke Room’ – la pieza más larga del álbum con sus casi 8 ¼ minutos de duración – exhibe un hermoso ejercicio de un jam space-rockero bastante calmado, sólidamente instaurado sobre un swing bluesero, estando todo ello arropado bajo un manto post-rockero. O sea, tenemos aquí una nueva exploración en la atmósfera y la ambientación que signaron a la tercera pieza del álbum, pero con un porte señorial magnificado. Así pues, la solemnidad sistemática que antes apreciamos en alguno de los temas precedentes adquiere ahora un talante añadido de adusto misterio, a la par que recoge los mismos aires introspectivos. Posiblemente, este tema y el precedente encarnan los momentos culminantes de este repertorio. Todo termina con ‘First Train’, tema que se encarga de persistir sesudamente en climas ceremoniosos y relajados, pero esta vez con un toque luminoso que permite que la calidez otrora presente de forma sutil en el cuarto tema se erija ahora en la guía expresiva del entramado de las tres guitarras partícipes. El factor post-rockero también es otro elemento que este tema hereda del anterior. ¡Cómo se ha lucido la gente de AUTOMATISM con “Immersion”! Es muy posible que merezca que se la designe como la obra cumbre de este grupo sueco hasta la fecha (a despecho de la demora de la presente reseña) debido a su manera tan ingeniosa y renovadora de explorar los matices más calmados de su esencialmente enérgica propuesta prog-psicodélica. Toda una inmersión en algunos rincones misteriosos del cosmos interior traducida al lenguaje del rock artístico. 
 
 
Muestras de “Immersion”.-
Heatstroke #2: https://automatismband.bandcamp.com/track/heatstroke-2
New Box: https://automatismband.bandcamp.com/track/new-box
Smoke Room: https://automatismband.bandcamp.com/track/smoke-room


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