HOLA, AMIGOS
DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Ya se acaba
el año 2021 y se nos viene encima un nuevo año 2022 lleno de los mismos desafíos
especiales y urgentes que advinieron a nuestra especie humana desde fines del año 2019. Estos irregulares pero persistentes embates de la pandemia mundial no solo condicionaron y trastocaron nuestras vidas en todas sus facetas, sino que
plantearon serios cuestionamientos a los modos de funcionar de los colectivos
humanos en asuntos relativos a
la salud, el bienestar, la solidaridad y demás elementos esenciales de la sociedad humana como un todo que existe y se explaya más allá de las banderas y las fronteras.
De todas formas,
con o sin situaciones anómalas, algunas canciones navideñas portan un hálito de
nostalgia en lo referente a la añoranza por las personas que están lejos o que
se fueron por el sendero sin retorno que lleva hacia el más allá. Añoranza es la
emoción predominante en la canción del grupo británico FLASH ‘Manhattan Morning
(Christmas ‘72)’, incluido en su tercer y último álbum de estudio “Out Of Our
Hands”. Este disco publicado en 1973 por el sello Sovereign (pequeño
subsidiario de EMI y asociado con Capitol Records) fue gestado por la
alineación de Peter Banks [guitarras eléctrica y acústica, banjo,
sintetizadores Moog y ARP, y coros], Ray Bennett [bajo, mellotrón, sintetizador
ARP, piano, clavinet, coros y primera voz adicional], Colin Carter [primera voz,
coros y percusión] y Mike Hough [batería y percusión]. Las sesiones de
grabación de “Out Of Our Hands” se repartieron entre los Advision Studios y los
Morgan Studios. La mayor parte del repertorio de este álbum está ocupado por
una serie de canciones conceptualmente centradas en un paralelo entre el juego de ajedrez y la búsqueda de paz espiritual en contacto con el cosmos, una idea de Bennett. Aunque no se trata de lo mejor de FLASH, no se le puede negar sus méritos artísticos. La canción
que hoy nos ocupa fue compuesta por Colin Carter y ocupa el penúltimo lugar de este
disco; tal como indica su título, evoca la estancia en Manhattan durante el
Día de Navidad, habida cuenta que el grupo se encontraba entonces en los EE.UU.
cumpliendo con una mini-gira promocional de su segundo álbum “In The Can”. No sería la última vez que harían giras allí: de hecho, el grupo tocaba más en escenarios estadounidenses que en su Inglaterra natal o en Europa Continental.
Esta canción
fue concebida en un tiempo en que el grupo estaba empezando a padecer los
primeros indicios de tensiones internas que llevarían a su disolución no muchos
meses después, así que suponemos que eso también influyó en el carácter reflexivo
y melancólico de la letra escrita por Carter, junto al hecho obvio de estar
geográficamente lejos de sus familiares. Banks siempre fue una persona difícil,
alternando momentos de cándida camaradería y temperamento díscolo con quienes
estuviesen a su lado en ese momento, pero lo más difícil de digerir para sus
compañeros de banda es que dedicara cada vez menos tiempo al grupo que él mismo
fundó para concentrarse en su primer álbum solista (“Two Sides Of Peter Banks”).
De hecho, el colectivo de FLASH se disolvió en Albuquerque, Nuevo México, en noviembre de 1973, tras una última
discusión bastante agria entre Banks y los otros tres. ¡Y todavía les faltaba tocar 4
conciertos más para completar la temporada de promoción de su nuevo álbum de entonces “Out Of Our Hands”! Mientras
los Sres. Bennett, Carter y Hough regresaron a Inglaterra, el Sr. Banks se
quedó unos días más anunciando a los promotores que se tenía que cancelar los
conciertos restantes, y, de paso, sopesar lo que podía hacer para retomar su
carrera musical al retornar a Inglaterra. Volvamos a la canción que hoy no ocupa. En cuanto a su esquema musical, ‘Manhattan Morning (Christmas ‘72)’ dista
mucho de ser una canción lánguida y triste. Tras un preludio signado por un
swing jazzero a lo Canterbury, el cuerpo central se centran en un groove directo a medio tiempo al modo de la faceta más directa del prog sinfónico (un poco a lo CRESSIDA con algo del primer YES). El bajo se luce enormemente en las primeras instancias, pero, una vez instalado el motivo vocal, la guitarra se escurre por aquí y por allá para emitir virtuosos fraseos con la debida discreción. De este modo, anticipa el fabuloso solo que se emergerá y se desarrollará durante el último minuto hasta que el momento en que termina el fade-out de la canción. Esta atmósfera refleja el aire adormilado que tiene una gran ciudad después de agitadas jornadas de compras masivas de regalos navideños y largas horas nocturnas de cenas de Nochebuena.
¡¡FELIZ NAVIDAD Y UN PRÓSPERO AÑO 2022
PARA TODO EL MUNDO!!
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