Monday, January 31, 2022

Historias prog-sinfónicas de los japoneses KIKU LATTE

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Nos llega esta grata sorpresa desde Japón: el disco debut del grupo KIKU LATTE, el cual responde al título de “Stories” y fue publicado el 25 de mayo del pasado año 2021. Este quinteto cultor de un prog sinfónico estandarizado está conformado por Kazumi Suzuki [flauta], Yusuke Akiyama [teclados], Takumi Kokubu [bajo], Shingo Yoshida [batería] y Hiroyuki Kato [guitarras y violín]. Los orígenes de este grupo están enraizados en la existencia de un grupo anterior llamado CICHLA TEMENSIS y formado en el año 2006 con el formato de trío: el bajista Kokubu, el baterista Masahiko Noguchi y la flautista Haruna Fukazawa. Entre los años 2007 y 2009, el ensamble grabó dos EP (“Another Triangle” y “Affine Space”) y logró llamar la atención de un público de culto dentro del circuito progresivo de Tokyo e incluso tuvo una muy celebrada participación en el Trieste Summer Rock Festival de 2010. Sin embargo, el grupo detuvo sus actividades en 2012. Llegó el año 2016 y Kakubu retomó el proyecto invitando a nuevos músicos y ampliando la alineación a quinteto, siendo la primera persona convocada la flautista Kazumi Suzuki, quien fue integrante de la inolvidable banda NAIKAKU. Así las cosas, el renacido grupo registró un nuevo EP en 2019 titulado “Fantasia”. La segunda obra gestada por esta formación es “Stories”, un CD propiamente dicho en el sentido de que es su primer trabajo fonográfico que dura más de 40 minutos. Pero, oficialmente, ya estamos hablando de una banda que ha sabido mantenerse mientras cambiaba de nombre: KIKU LATTE, un nuevo nombre, una nueva banda solo en un sentido relativo. Pasemos ahora a los detalles de este disco en cuestión. 


La miniatura de poco menos de tres cuartos de minuto ‘Prologue’ instaura un clima circense en base al sonido de un organillo sobre un tempo de 3/4, con lo cual abre la puerta al solvente y estilizado colorido de ‘Puppets’, la pieza que pone sobre el tapete un vitalista ejercicio de sinfonismo que se revela como ágil portador de variantes melódicas y grooves sofisticados. Los legados de sus ilustres bandas compatriotas BELLAPHON y PAGEANT se hacen notar, así como algunas afinidades con el paradigma de SOLARIS. El vigor con que se realiza el epílogo refleja eficazmente una exaltación de la luminosidad predominante a lo largo de la pieza. ‘Blanketed In Morning Fog’ comienza con solitarias líneas de flauta que anticipan el arribo de un cuerpo central sereno marcado por una gracilidad cálida que, en parte, se sustenta sobre las vibraciones bucólicas de la composición. Cuando llega el turno de ‘The Maze’, el grupo se dispone a gestar una ágil cruza de prog sinfónico y jazz-rock, con cierto predominio de este segundo factor. Lo cierto es que ya empieza a inclinarse hacia el modelo de los KENSO de los discos segundo al cuarto, aunque tampoco faltan instancias líricas propias del patrón Yessiano. ‘My Story’, ejecutado solamente con flauta, bajo y guitarra, es un breve tema de apenas 2 ¼ minutos de duración que exhibe un bello paisaje musical introspectivo de la mente. La quinta pieza del álbum es la más extensa del mismo (dura más de 10 minutos y medio) y se titula ‘The Encounter Suite’. Sus cuatro secciones se titulan ‘Birth’, ‘Move’, ‘Astray’ e ‘Insight’, respectivamente. Esta suite comienza con una aureola extrovertida y celebratoria, derrochando un espíritu primaveral que se complace con las expansiones de su propio fulgor interno: primero, todo opera a un nivel un poco ceremonioso, pero después, la soltura es absorbente e imparable, incluso con una dupla rítmica que recurre en algún momento a la utilización de un swing fusionesco. Más adelante, el ensamble vira hacia un motif solemne y lento, arropado por una ambientación envolvente. Las sobrias líneas de la flauta y las serenas orquestaciones del teclado guían al esquema grupal. Cuando el grupo regresa a lo extrovertido, lo hace con una estilización renovada que recoge vívidamente los ecos del clímax expresivo que marcó a los últimos minutos de la extroversión originaria. Con un breve retorno del motif solemne y una breve coda de piano al estilo de LISZT, las cosas terminan con un cariz impecablemente elegante.  
 
La dupla de ‘Astral Wind’ y ‘Turquoise Wind’ permite al grupo al seguir explorando sus inquietudes preciosistas. El primero de estos temas nos brinda un gentil ejercicio jazz-progresivo donde el piano se encarga de establecer el núcleo central del bloque integral. La espiritualidad del desarrollo melódico destila vibraciones alegres, pero el groove contenido que arma la dupla rítmica lleva a la pieza por el sendero de la tierna melancolía. Un bello tema, sin duda. Por su parte, el segundo consiste en una ceremoniosa balada sinfónica situada a medio camino entre las respectivas facetas introspectivas de CAMEL y FOCUS (en sus primeros años). Se hace notar un bello solo de guitarra acústica que, por un rato, interrumpe el protagonismo de la flauta para realzar la sigilosa estilización con la que se encauza el desarrollo temático. El penúltimo tema del disco se titula ‘Muzaki’ y es un nuevo ejemplo de cómo los integrantes de la banda se armonizan mutuamente sobre un terreno común, desarrollando un esquema temático ágil y colorido. El final del disco llega de la mano de una versión del primer hit de FOCUS ‘House Of The King’ (composición de Jan Akkerman que data del ya lejanísimo año 1970), una versión un poco más larga que la original, lo cual permite al grupo regodearse un poco con la grácil algarabía que caracteriza a su desarrollo melódico. Esto es lo que nos ofrece el ensamble de KIKU LATTE con “Stories”, un disco refinado y atractivo que se apoya convincentemente en el ideal de mantener encendida la legendaria antorcha del rock progresivo sinfónico. Vale la pena prestar atención a esta banda.


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