Tuesday, October 11, 2022

El nuevo catálogo musical de los noruegos KNEKKLECTRIC

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da el turno de presentar al grupo noruego KNEKKLECTRIC y su tercer álbum “Alt Blir Verre”, el cual fue publicado el pasado 22 de abril por el sello Apollon Records, tanto en CD como en vinilo (ediciones en colores negro y amarillo, respectivamente). Este colectivo asentado en la localidad de Bergen y conformado por Hogne Aarflot [pianos acústico y eléctrico, sintetizadores, órgano Hammond L100, clavinet, Mellotrón y coros], Erlend Alm Lerstad [bajo, guitarras acústica y eléctrica, sintetizadores, piano, clavinet, Mellotrón y coros], Jon Bolstad [batería, clavinet y efectos], Edvard Brøther [guitarras eléctricas y acústica, piano y coros] y Johannes Drabløs Maaseide [voz, guitarras eléctrica y acústica,] se caracteriza por hacer sus letras en el dialecto Ålesund. El debut fonográfico de la banda tuvo lugar en octubre de 2012 con el EP “Demonstrajion”, y luego se concretaron los dos primeros discos de larga duración “Ingenting Å Melde” (2014) y “For Mange Magnolia” (2017), los cuales afianzaron el delineamiento del particular lenguaje progresivo de KNEKKLECTRIC. Para la grabación de este nuevo disco, el grupo contó con las colaboraciones de Iver Sandøy (percusión y coros) y Alexander von Mehren (vibráfono y xilófono), algo que resultó crucial para explotar cabalmente el potencial de delicada sofisticación sonora que es el centro nuclear del paradigma musical del grupo. Bueno, vamos ahora a revisar los detalles del repertorio contenido en “Alt Blir Verre”.


Durando cerca de 6 ½ minutos, ‘Angra På’ abre el álbum con un despliegue de exquisita agilidad que nos remite tanto al legado de LANDBERK como a la faceta más fastuosa de lo que los veteranos MARILLION han venido haciendo desde 1995 en adelante. El medio tiempo recurrentemente utilizado para esta canción abre campo especialmente para el lucimiento de los diversos aportes de los teclados. La segunda canción, que es la que justamente da título al álbum, comienza focalizándose en un groove más sosegado para dar rienda suelta a un lirismo delicado y meditabundo bajo el ropaje de una espiritualidad vulnerable. Alrededor de la frontera de los primeros 105 segundos, el asunto vira notablemente hacia un swing enérgico y rotundo que se sitúa sobre una cruza entre ECHOLYN y NEEDLEPOINT, añadiéndose algunos toques de la traviesa agilidad de MORON POLICE. El asunto no dura mucho, pero es suficientemente potente para dejar un impacto en el oyente mientras el grupo realiza un nuevo viraje hacia un clima ceremonioso que coquetea con lo parsimonioso bajo la guía de un aura crepuscular. Poco a poco, el grupo gesta eficaces ornamentaciones instrumentales que se centran fehacientemente en el estándar del rock prog-sinfónico de la vieja escuela, logrando así culminar un epílogo formidable para la canción. Definitivamente, ‘Alt Blir Verre’ es un cénit del álbum, como también lo es ‘1992’, la canción que sigue a continuación, siendo la más larga con su espacio de 7 ½ minutos. El enfoque de ésta reitera el señorío de la canción homónima mientras da mayor énfasis a los trazos y matices extrovertidos del ideario musical de la banda. Las alternancias entre pasajes suntuosos y otros más circunspectos se dan en una amalgama pulcramente impecable. ‘Muknado’ establece un clima jazz-progresivo bastante agradable, algo muy afín a NEEDLEPOINT y, hasta cierto punto, también a SPOCK’S BEARD. El grupo regresa a la sobriedad que marcó a la canción de apertura, pero el enfoque es diferente, ostensiblemente más sofisticado. El solo de guitarra que emerge en la sección intermedia merece una mención especial por ser tan rica en claves sugerentes que van muy a tono con el desarrollo temático. 


‘Rød Bil’ sirve para que el grupo realice un comedido acercamiento al pop desde una reiterada exploración en el discurso del jazz-prog melódico. El esquema sonoro puede resultar un poco afín al de CARAVAN más la adición de un solo de sintetizador al estilo Genesiano, el mismo que permite a la canción explicitar sus aires de distinción que, hasta entonces, se habían quedado a nivel latente. A partir de allí, no hay cómo parar la exaltación expresionista con la que se arma el epílogo de la canción. Cuando llega el turno de ‘Beksvart Gull’, el grupo se repliega a un enclave reflexivo y contemplativo con una especial fruición. El encanto naturalmente emanado por el desarrollo temático está enfatizado por el bastante sobrio groove que se emplea en la primera mitad de la pieza. Más adelante, el grupo vuelve a utilizar el recurso de intensificar las cosas por un rato y añadirle un toque de sofisticación estructural sin perder un ápice del gancho central. Todo vuelve al ambiente inicial mientras se prepara el terreno para el arribo del último estribillo... aunque la minúscula exultación sónica que signa a la coda nos toma por sorpresa. La canción encargada de cerrar el repertorio es ‘Se På Me No’, una balada prog-sinfónica en 3/4 que destila una espiritualidad melancólica que, lejos de bucear en una ambientación lánguida, se apoya sobre un esquema sonoro bastante férreo. El enfoque melódico es bastante llamativo y nos hubiese gustado que el grupo le concediese un espacio mayor que los poco menos de 4 minutos que le dio, pero... así se dieron las cosas para esta instancia final del disco. Todo esto es lo que se nos brindó en “Alt Blir Verre” desde los cuarteles de KNEKKLECTRIC, un disco atractivo y de muy elegante factura que aporta un importante grano de arena dentro del área del rock progresivo melódico de nuestros tiempos. Vale realmente la pena investigar en la discografía de este grupo. 


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