Friday, December 30, 2022

CELESTE y una sinfonía a lo grande

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

En las instancias finales de este año 2022 se dio un importante lanzamiento fonográfico desde la escena progresiva italiana, un disco muy especial para la legendaria y hace unos años renacida banda CELESTE. Y es especial porque se trata de un álbum donde este colectivo liderado por el maestro Ciro Perrino opera con el acompañamiento de un ensamble orquestal. “Celeste With Celestial Symphony Orchestra” es el título claro y directo de esta obra, la cual se publica en CD y en doble vinilo (con diferentes portadas). El personal de CELESTE está integrado por Perrino [sintetizadores Solina, Eminent, Mini Moog y ARP 2600, mellotrón, órgano Hammond y voz], Francesco Bertone [bajo], Enzo Cioffi [batería], Marco Moro [flautas] y Mauro Vero [guitarras acústicas y eléctrica]. La Celestial Symphony Orchestra está conformada, a su vez, por los violinistas Daniele Guerci, Ilaria Bruzzone, Noemi Kamaras y Laura Sillitti, los violistas Alessandro Sacco y Roberta Tumminello, y la violoncellista Arianna Menesini. Colaboradores ocasionales son Marco Canepa (piano de cola), Ines Aliprandi (canto), Ciro Carlo Antonio Perrino (canto), Roberto Tiranti (canto), Amanda Coggiola (oboe y corno inglés), Paola Sales (fagot), Luigi Cocco (trompeta), Andrea Paolocci (corno) y Stefano Bianchi (trombón). Todas las 13 piezas que conforman este álbum que salió oficialmente al mercado el 28 de octubre de 2022 son compuestas por Perrino. En cuanto a los costes de las sesiones de grabación del material contenido en este disco y su posterior proceso de postproducción y masterización, éstos provinieron de una campaña de crowdfunding organizada por Perrino y que, según parece, tuvo buena acogida. Bueno, los resultados que percibimos del principio al fin de “Celeste With Celestial Symphony Orchestra” son bastante bien logrados, pero mejor repasemos su contenido tema por tema. 


‘Blu Genziana’ es la pieza inicial, estando delineada por una estilización cálida tanto en el delicado groove como en su primoroso desarrollo melódico, bien centrado en la realización de cromatismos gráciles bajo una consistentemente evocadora atmósfera. A continuación, ‘Nuove Galassie’ emerge para instaurar una reactivación un poco más sofisticada de la ambientación sonora concretada en la pieza de apertura para elevarla hacia un mayor señorío. Se nota un realce de factores bucólicos en medio del siempre predominante sinfonismo, algo muy conectado con ese legado del primer álbum de CELESTE. El dúo rítmico impulsa un incrementado fulgor expresivo mientras la orquesta se mueve en un terreno progresivamente cinematográfico. ‘Angeliche Prospettive’, por su parte, se encarga de elaborar una luminosidad amable y relajante, siendo así que el bloque sonoro global se apoya en la interacción entre las gentiles escalas de piano y los cristalinos efluvios orquestales. Las ceremoniosas últimas notas del piano dan un oportuno cierre al asunto. Con la dupla de ‘Pausa Di Quiete’ y ‘Ali Passeggere’, la coalición de grupo y ensamble orquestal sigue explorando matices dentro de su propuesta musical. El primero de estos temas da un nuevo giro de tuerca al dinamismo gentilmente bucólico por vía de un realce de las tonalidades pastorales que se emplean a la hora de realzar el desarrollo temático; el rol protagónico de la flauta es un eficaz aliciente para ello. En cuanto a ‘Ali Passeggere’, que dura poco menos de 7 minutos, su prestancia nos lleva de regreso al señorío envolvente de los dos primeros temas del álbum, gozando de una suntuosa solemnidad que es resultado de las vibraciones descollantes que emanan de la arquitectura orquestal. Aunque la pieza es lenta, nunca llega a lo parsimonioso porque la cordial espiritualidad transmitida por la mancuerna entre el piano y la orquesta llena espacios con impoluta fluidez. ‘Boschi E Lanterne’ impone una pastoral vivacidad signada por cálidos colores mediterráneos, algo firmemente asentado en la tradición del grupo. Hay una sutil sofisticación operando en la bien nutrida ingeniería melódica en curso; una de las piezas más inspiradas del álbum, sin duda. ‘Druidi E Musici’ regresa a lo abiertamente cinematográfico dentro de una amalgama sonora que se siente un tanto crepuscular, aunque todavía con algún brillo de atardecer. Se siente muy bien la conexión de este tema con ‘Boschi E Lanterne’.


‘Sogni Elisi’ deja atrás la suntuosidad frontal y expresionista y vira hacia una dimensión introspectiva y reflexiva, asumiendo algunos aires pastorales en medio del sosiego ceremonioso. Es el momento de una contemplación quieta tras los pasajes de jovial caminata que se reflejaron en los dos temas precedentes. Durando cerca de 7 ½ minutos, ‘Cascate Di Cristallo’ instaura un cénit decisivo dentro del álbum. La labor musical que brota de los diálogos y contrapuntos entre grupo y ensamble orquestal encarna sólidos desarrollos multitemáticos que se mantienen muy leales a las pretensiones de majestuosidad melódica propias del ideario prog-sinfónico. Incluso se nota en la labor de la batería que opera una garra especial, preservada con un talante sobrio, pero bastante genuina. El solemne epílogo permite a todos los colores sonoros empleados en el esquema musical aunarse dentro de un cauce perfectamente armonizado. Casi todo esto podría repetirse al hablar de ‘Maurice’, que es otro momento culminante del repertorio. Lo particular de este décimo tema del álbum es que su esplendor, tan notorio como es, está matizado por un bien calibrado derroche de matices bucólicos; así, cuando llega el turno de un pasaje extrovertido, éste no llega a romper con la meticulosamente perfilada gentileza que impera desde la primera nota. En líneas generales, se puede decir que esta dupla está íntimamente emparentada con el espíritu de los dos discos anteriores del maestro Perrino y co. ‘Echi’ sucede a la fascinante dupla precedente con suficiente solvencia al seguir el camino de extroversiones bucólicas y estilizados recovecos sinfónicos por el que se enfiló aquélla. Eso sí, su gancho particular se basa en un empleo un poco más sencillo de las susodichas extroversiones, pero cabe destacar el primoroso solo de flauta que entra a tallar a mitad de camino. ‘Ombre Cremisi’ regresa de lleno al terreno del sosiego contemplativo, preparando el camino para el cierre del repertorio, el cual llega de la mano de ‘Ametista Ed Opale’. Este tema exhibe colores y retazos impresionistas que se dejan arropar por atmósferas que oscilan plácidamente entre lo misterioso y lo luminoso mientras algunas ocasionales vibraciones pastorales se insertan en ciertos pasajes estratégicos. Un final grácilmente fastuoso como el que exige este hermoso álbum.


Todo esto fue “Celeste With Celestial Symphony Orchestra”, el nuevo disco de CELESTE que muestra a esta legendaria banda dando un gran paso adelante dentro de su historia reconstruida: siempre hubo una sensibilidad y un refinamiento académicos en el legado de este ilustre colectivo italiano, y ahora se ha dado la ocasión precisa para intensificar estos aspectos. De hecho, la riqueza sonora que se manifiesta tan magníficamente en este álbum refuerza aún más el sitial de venerable figura que CELESTE tiene dentro de la historia y el presente del rock progresivo italiano. Muy recomendable.
 


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