Saturday, April 08, 2023

Los nuevos vientos progresivos de OMNI: una doble crónica

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Nuevos vientos corren en el ambiente progresivo español, vientos que surgen del Extremo Sur de la bella Andalucía, vientos musicales que soplan desde los cuarteles del veterano y talentoso grupo gaditano OMNI. ¡Y esto es por partida doble! “Crónicas Del Viento” es el título de la nueva obra fonográfica de este inolvidable grupo que ya nos ha brindado en el pasado obras progresivas hermosas: “Tras El Puente”, “El Vals De Los Duendes” y “Sólo Fue Un Sueño”, en los años 2000, 2002 y 2007, respectivamente. Ahora, en “Crónicas Del Viento”, disco publicado por el sello 5 Lunas, el personal de este grupo asentado en el Puerto de Santa María consta de los históricos Mike Starry [guitarra solista y teclados] y Salvador Vélez [guitarras y voz], junto a Tato Macías [batería y percusión] e Iñaki Egaña [bajo y voz], Sí, el mismo Egaña de BARRABÁS y el legendario primer álbum de IMÁN CALIFATO INDEPENDIENTE; también es el mismo Macías de VENENO y MANTRA. Hay varios colaboradores, mayormente a los teclados: éstos son Juanma Rodríguez, Luisda García, Kiko Vega y Víctor M. Mateos “Willy”. Otro ilustres colaboradores son: Pepe Torres al saxo y las flautas en cuatro temas del CD 1; el baterista Diego Ruiz (de STORM), y; el bajista Charlie Durán. Salvo en un caso correspondiente a las creatividades conjuntas de Macías y Ruiz, todas las composiciones del disco son de Starry y Vélez. Esto empezó a gestarse en el año 2009, pero recién pudo completarse 14 años después. Las grabaciones del material aquí incluido tuvieron lugar en los Estudios Audiorama bajo la supervisión de Javier Rondán y Starry, mientras que la mezcla estuvo a cargo de Rondán, Macías y Juan Antonio Vergara Soto (este último, también productor ejecutivo); el ulterior proceso de masterización se realizó en TNT Mastering. El diseño gráfico es de autoría de Vélez. Estilísticamente hablando, “Crónicas Del Viento” nos brinda una renovación del discurso histórico de OMNI, basado en una confluencia de estándares progresivos anglosajones (CAMEL, MIKE OLDFIELD, los GENESIS de la época 76-78) y andaluces (los CAI del segundo álbum, IMÁN CALIFATO INDEPENDIENTE, los ALAMEDA de los dos primeros discos), refinando aún más el señorial esquema sonoro concretado en el más arriba mencionado “Sólo Fue Un Sueño”. Bueno, ya va siendo hora de ir a los detalles del repertorio de esta doble crónica musical de OMNI.


El primer volumen de “Crónicas Del Viento” comienza con la secuencia de ‘Intro (Levante En Calma)’ y la pieza homónima. La ‘Intro’ se basa en evocadores ruidos eólicos enfocados en su propia energía mágica, más algunos pasos a lo largo de las vías rurales, hasta que emergen cósmicos sintetizadores y ceremoniosos fraseos de piano. Con todo esto ya instalado en la escena, la guitarra dibuja unos fraseos sobrios y elegantes que abre camino a un expansivo despliegue melódico muy propio de los CAMEL de los 80s y los 90s. Cuando entra en acción la batería, remonta vuelo un motif sinfónico sobre un groove blues-rockero, siendo así que la guitarra solista asume un nervio más afilado. Tras este cautivador punto de partida se cierra una puerta y emerge ‘Crónicas Del Viento’, una pieza que se inicia con un ambiente sosegado y sigiloso para luego abrir campo a un cuerpo central un poco más extrovertido, aunque con una garra razonablemente contenida donde conviven rotundos guitarreos con un swing de batería que sabe alternar fluidamente el medio tiempo con compases más ágiles. Con la energía emanada de las bases armónicas del teclado y los ornamentos aportados por las florituras de sintetizador, el desarrollo multitemático puede presumir de su inherente fuerza de carácter. ‘La Espiral’, en sus poco más de 4 
½ minutos, dice mucho. Comienza con un groove sereno que porta una comedida cuota de suntuosidad sinfónica, para luego virar hacia un intenso ejercicio de vibraciones fusionescas sobre un compás de 5/4 donde se priorizan las cadencias y colores del discurso jazz-progresivo. ‘Los Recuerdos Del Unicornio’ es un poco más extenso y mucho más rockero, comenzando con un despliegue de enérgico colorido sónico que incluye un magnífico (aunque demasiado breve) solo de órgano. Ya más adelante, el tema vira hacia un motif un poco más tranquilo, aunque el fulgor sinfónico todavía impera en la solidez con la que se enmarañan los instrumentos actuantes. Lo que sonó aquí fue como una fusión de IMÁN CALIFATO INDEPENDIENTE y CAI bajo un ropaje Genesiano. Cuando llega el turno de ‘Sa Foradada’, el grupo regresa de lleno a los grooves fusionescos mientras preserva sus acentuaciones melódicas propiamente prog-sinfónicas. El rol de las percusiones resulta muy eficaz a la hora de llenar los espacios que la batería deja abiertos con su inteligente armazón de síncopas.

  
 
‘Dos Orillas’ es el tema más extenso del primer volumen con sus 11 minutos y pico de duración; está diseñado para dar una nueva vuelta de magnificencia a un disco que, sin llegar a culminar su primera mitad, ya da infinitas muestras de grandeza. Su esquema de trabajo se basa en articular impolutamente una secuencia de cuerpos melódicos que emanan diversas dosis de calidez expresiva, siendo así que las variaciones en las arquitecturas rítmicas y las atmósferas utilizadas dan la impresión de que el oyente está siendo invitado a visitar diversos paisajes. Los momentos de inspiración arábigo-aflamencada (siguiendo el legado de MEZQUITA y también, por qué no, el de IMÁN CALIFATO INDEPENDIENTE, una vez más) son particularmente notables dentro de esta exuberante maratón progresiva. Hay otros parajes que hubiesen formado parte de algún disco de STEVE HACKETT. Un temazo como la copa de un pino, un cénit incuestionable de este doble álbum. ‘El Árbol Y La Lluvia’ se destaca por su aureola de grácil extroversión que permite a las notas y armonías crear una dinámica de dulce jolgorio en base a la estructura melódica creada para la ocasión. ‘Danza De Los Vientos’, por su parte, exhibe un talante envolvente con ciertos ribetes ensoñadores mientras la guitarra solista dirige el motif central, el bajo elabora enriquecedores ornamentos y los teclados sustentan una atmósfera sobriamente flotante. En algún momento, el piano se pone en primer plano para iniciar una poética sección cantada que evoca una interacción entre el yo interior y nuestro entorno exterior. A partir de allí, emerge una entusiasta sección final donde el grupo retorna a su faceta jazz-progresiva. Tras este buen sabor de boca que nos deja el CD 1 llegan dos estupendos temas que ocupan los 16 ½ primeros minutos del CD 2: ‘Imad El Marino’ y ‘Cruz Del Picacho’. ‘Imad El Marino’ se inicia con ruidos ambientales bien perfilados por cinematográficas sábanas de sintetizadores, siendo así que se anticipa el arribo del ensamble íntegro, el mismo que comienza con una actitud solemne y contenida para luego soltarse en un dinamismo caleidoscópico y versátil en un interludio telúrico bastante vivaz. La última parte es serena y contemplativa, ostentando mesurados destellos expresionistas. ‘Cruz Del Picacho’ comienza con un prólogo signado por una espiritualidad grave para luego virar hacia un cuerpo central enfocado en un núcleo rítmico en 5/4, y después de eso, sigue una ilación d cautivadores motivos en clave prog-sinfónica que, hasta cierto punto, se hermanan con los paradigmas de TRICANTROPUS y ARCABUZ.
 

‘Primera Luz Del Amanecer’ y ‘Terral’ tienen expansiones ambiciosas: aquélla dura poco más de 9 minutos y ésta, 10 ¾ minutos. ‘Primera Luz Del Amanecer’ comienza con unos climas intensamente oníricos cuyos climas tienden puentes entre el sinfonismo de orientación ambient y el new age, siendo así que los ornamentos percusivos añaden algo de musculatura al asunto. Una vez asentado el rol de la batería, el desarrollo temático inicial recibe una renovada reestructuración al estilo de una cruza entre los CAMEL del nuevo milenio y la tradición de THE ENID. Todo se torna un poco más aguerrido cuando la batería duplica el ímpetu de su swing poco antes de llegar a la frontera del séptimo minuto, obligando a las guitarras a aumentar su garra. En cuanto a ‘Terral’, aquí se realiza una muy inspirada síntesis de todos los recursos y retazos de inspiración prog-sinfónica que ya se han hecho presentes en el repertorio precedente. Todos los enfoques melódicos se suceden fluidamente sobre los hombros de la dupla rítmica (dedicada a asentar bien definidos grooves mientras los ornamenta ocasionalmente) y todas las orquestaciones de teclados logran mantener una consistente altivez majestuosa para realzar a los susodichos enfoques. El epílogo en 5/4 completa el viaje con voraz jovialidad mientras las percusiones agitan eficazmente las llamas fusionescas de este excelso clímax. ‘Tormenta De Arena’ es una miniatura epilogar consistente en un dueto de Macías y Ruiz donde las dos baterías arman un ritual de danza para las arenas agitadas del título. El bonus track es una nueva versión de la pieza titular del álbum debut de la banda, ‘Tras El Puente’; es también el ítem más largo de todo el repertorio con su espacio de 12 ½ minutos. Los focos temáticos, que van desde lo más sereno hasta lo más extrovertido con varios matices intermedios durante el desarrollo de la pieza, son manejados con suma pulcritud, muy al estilo Oldfieldiano y Genesiano con sus claros ribetes andaluces. Éstas fueron las progresivas “Crónicas Del Viento” que nos narró la gente de OMNI tras un muy extenso paréntesis fonográfico con miras a proyectar su luz particular hacia la escena española del presente año 2023. 


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