Thursday, October 19, 2023

T.A.P: nuevo paradigma multinacional para la avanzada progresiva del momento


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Estamos de plácemes nuevamente con lo que se produce continuamente dentro de la escena del rock experimental: esta vez nos referimos a T.A.P, proyecto conformado por el canadiense Mike Jobborn [teclados, sintetizadores, soundscapes y programaciones de ritmos], el estadounidense Mark Cook [Warr guitar, guitarras, bajos, batería, sintetizadores, soundscapes y sampleos] y la británica Suzi James [guitarras, bajos, oud, flauta y percusiones]. Este colectivo ha publicado el disco “Paradigms” en la primera semana de este mes de octubre. Colaboradores ocasionales en este disco son Gayle Ellett (sintetizadores, órgano Hammond y mellotrón), Paul Sears (batería y percusión) y Bill Bachman (batería). Los nombres de los integrantes de T.A.P. y sus colaboradores nos suenan a entidades musicales de gran renombre como HERD OF INSTINCT, SPOKE OF SHADOWS, DJAM KARET, FEARFUL SYMMETRY y THE MUFFINS. Los orígenes de T.A.P se remontan al año 2014 cuando Jobborn y Cook, tras conocerse por medio de la amistad con el músico Gayle Ellett en el contexto de la promoción de la banda DJAM KARET, coescribieron y grabaron una maqueta de una pieza musical por el simple gusto de disfrutar del proceso creativo. Un par de años más tarde, se volvieron a encontrar e hicieron planes (a medio definir) para trabajar juntos en un proyecto, y así llegó el año 2018 cuando ellos ya tenían completos cuatro temas. Al año siguiente, mientras Jobborn apoyaba a Suzi James con la promoción del álbum debut de su proyecto FEARFUL SYMMETRY, le propuso formar parte del naciente proyecto, a lo cual ella accedió con gusto y se completó un nuevo tema. Justo cuando esto ya empezaba a cobrar forma, era un poco difícil darle un seguimiento regular debido a los otros grupos en los cuales estaban involucrados los integrantes del ahora trío… ¡Y encima vino la pandemia del COVID! Ya llegado el año 2022 y con la pandemia superada, Jobborn consultó con Cook y James sobre la posibilidad de retomar el proyecto y dedicarle suficiente tiempo como para completar un álbum, y afortunadamente, las circunstancias y las coincidencias de agendas jugaron a favor de la iniciativa. Y aquí está “Paradigms”, una realidad fonográfica concreta: veamos ahora los detalles de su contenido. 
 

Durando casi 12 minutos, ‘Infinite Names’ abre el repertorio en base a un motif bastante extrovertido que nos remite simultáneamente a los universos sónicos de DJAM KARET y HERD OF INSTINCT. La presencia de elementos cibernéticos resulta tan crucial como la de los poderosos guitarreos que guían el camino de los motivos más electrizantes: el primero de éstos es bastante marchoso, el segundo se ubica sobre un groove de raigambre blues-rockera y el tercero se traslada sobre territorio Floydiano con refinados ornamentos cósmicos. En el breve prólogo y los más desarrollados intermedios, los retazos y capas de sintetizador arman paisajes etéreos que operan como fulguroso contrapuntos ante a los momentos más propiamente rockeros del amplio tema en curso. El epílogo combina sabiamente lo etéreo con lo punzante bajo un ropaje ensoñador. Tras este estupendo inicio de álbum emerge ‘The Progbient’, un tema que se inicia en clave de misteriosa solemnidad para abrir prontamente camino a un groove bastante ágil de talante jazz-rockero y proyecciones progresivas. La vitalidad inherente a este cuerpo central se impone con naturalidad mientras los teclados, las guitarras y la Warr Guitar van afianzando sustancialmente su hermandad de filigranas musicales.  Las connotaciones space-rockeras se hacen presentes tanto en el mencionado preludio como en el epílogo, los cuales se sienten bastante cinematográficos. Un cénit decisivo del disco. ‘Initiate Protocol’ nos transporta hacia la dimensión contemplativa del ensamble, comenzando con una sección ensoñadora donde un evocador solo de guitarra proyecta sus inquietudes sobre un trasfondo flotante. Un poco más tarde, el asunto vira hacia un motif lento que exhibe una dosis adecuada de fastuosidad y allí se queda. Si imaginamos un universo alternativo donde los legendarios CAMEL se rehace a través del filtro de los no menos legendarios OZRIC TENTACLES con la participación del inmortal Jeff Beck, entonces nos podemos hacer una buena idea de qué va este tercer tema del álbum. ‘Signal Transactions’ tiene un prólogo que ahonda más sesudamente en las vibraciones reflexivas que conformaron el poderoso núcleo del cuerpo central de la pieza precedente. Justo cuando parece que lo nebuloso se está tornando genuinamente oscuro, emerge un motivo bastante llamativo donde se combinan prestancia prog-psicodélica comedidamente robusta y un swing jazz-rockero que, a veces, parece coquetear con lo Canterburyano. El evocador epílogo es simplemente hermoso.

El quinto ítem del repertorio se llama ‘Silence From The Storm’ y es el más extenso del mismo con su espacio de poco menos de 12 ½ minutos. Una vez más, tenemos aquí una estrategia que se inicia con un prólogo etéreo, siendo así que su actitud es un poco más densa que la de las secciones iniciales de otras piezas precedentes. Una vez que la batería del maestro Sears entra a tallar, las cosas se intensifican notoriamente dentro de un enclave donde el space-rock y el prog sinfónico se dan la mano. Se notan algunas confluencias con los respectivos paradigmas de DJAM KARET (etapa 1989-97) y de los STICK MEN a la hora de asentar el jam central y reforzar las atmósferas que lo envuelven. A poco de cruzar la frontera del cuarto minuto y medio, el swing y el entramado de cuerdas y teclados incrementan su tensión expresiva que, a fin de cuentas, se siente razonablemente refinada bajo la vigilancia de un canon de preciosismo estructural. Todavía no termina la pieza y ya la podemos considerar como otro cénit fundamental del álbum; lo que se sigue escuchando en la ilación multitemática refuerza nuestras favorables sospechas. La sección final aterriza sobre un groove ceremonioso que cierra un lazo de señorial claridad este imponente triunfo del rock artístico. ‘The Last Words Of Dutch Schultz’ y ‘Terminus’ es la dupla que se encarga de cerrar el repertorio oficial del disco. El primero de estos temas mencionados comienza con un breve pasaje sintetizado de corte industrial para abrir paso a un jam psicodélico que se instala grácilmente sobre un swing jazz-rockero de raigambre bluesera. La prestancia colectiva de los instrumentos actuantes funciona como una confluencia bizarramente surrealista entre STEVE HILLAGE y WEATHER REPORT. En lo referente a ‘Terminus’, se trata de un nuevo ejercicio de motivos llamativos y grooves sofisticados que heredan los ecos de los dos primeros temas del álbum y algunas facetas del quinto. La rotunda labor de la batería refuerza cabalmente el dinamismo que brota lúcidamente de las interacciones entre la guitarra y la Warr Guitar; por su parte, las sobrias florituras del bajo añaden un mágico colorido al bloque sonoro. Como bonus tenemos una versión ligeramente reducida de ‘Silence From The Storm’, la cual tiene una remezcla que realza el encuadre entre las capas de teclados y la labor de la batería, lo cual le da un giro refrescante a los selectos motivos presentes. 

En fin, todos esto fue “Paradigms”, el manifiesto inaugural de T.A.P como proyecto fácticamente efectivo dentro de la avanzada rockera estadounidense del momento. Esta obra aviva la hoguera musical que fue gestada en los 80 por DJAM KARET y luego fue reanimada por bandas como HERD OF INSTINCT y SPOKE OF SHADOWS en el nuevo milenio. Su versátil combinación de magia y vigor expresivo es algo que inunda el conjunto total de este disco, siendo recomendable al 300% (un 100% por cada integrante permanente del ensamble).

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