HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Todo empieza
con ‘Tiny Galaxies’, una canción que despliega una espiritualidad ceremoniosamente reflexiva con su prístino lirismo, el mismo que se apoya sobre un esquema rítmico sereno. Hay una vitalidad latente desde los primeros instantes que solamente sale al frente cuando los guitarreos se tornan más gruesos, aunque todavía el swing se aferra a las serenas cadencias que están operativas desde el primer instante. ‘My Guitar Is A Spaceship’ sigue a continuación para generar el primer despliegue de sofisticación netamente progresiva del álbum, lo cual causa una penetrante invasión de la vitalidad otrora escondida a medias. Ilaciones temáticas articuladas a través de su controlada variedad, esquemas rítmicos inusuales, coloridos lucimientos de los instrumentos en varios pasajes estratégicos, todo ello opera aquí dentro de una cautivadora ingeniería melódica; opera una dinámica cruza entre los tiempos de “Angel’s Egg” y los ecos de “The Universe Also Collapses”. Con los poco más de 8 minutos y medio que ocupan estos dos primeros temas del álbum, nos podemos hacer una buena idea del esquema creativo que se ha de plasmar en la mayor parte del mismo. La tercera pieza del repertorio se titula ‘Ship Of
Ishtar’ y es la más larga del mismo con sus poco más de 8 ½ minutos de duración. Su aura etérea y sus ambientaciones exóticas son manejadas con delicadeza mientras dejan entrever ciertos retazos de densidad en medio de la reinante languidez, siendo ésta iluminada por un envolvente fulgor cósmico. Hemos vuelto a la época de 1973 con esa faceta flotantemente abstracta que invita a exhortaciones espirituales revestidas bajo ropajes orientales. Cuando llega el turno de ‘O, Arcturus’, el grupo regresa a la serenidad lúcida que signó a la primera canción del álbum, pero esta vez con un matiz más extrovertido. El solo de guitarra que irrumpe en el ecuador de la canción es realmente magnífico, muy cercano al paradigma del maestro Hillage. La segunda mitad del álbum se inicia con ‘All Clocks Reset’, que es una
vibrante exhibición de jovialidad rockera definida por una vivacidad bastante fluida. Las agitaciones luminosas propias del desarrollo temático asumen un aire de no tan engañosa ingenuidad mientras los juguetones riffs y las saltarinas florituras del saxo se enhebran dentro del moderadamente complejo esquema rítmico.
Con la
dupla de Choose Your Goddess’ y ‘Lunar Invocation’, el quinteto sigue
explorando la diversa gama de texturas y atmósferas que conforma su esencia
estética. El primero de estos temas mencionados exhibe un nuevo juego de sinergias pulcramente integradas entre los músicos bajo la guía principal del saxofón, el cual hace notar su esplendor temático a través de la ingeniería rockera cuyo pilar está armado con el doble guitarreo, una demostración de punzante musculatura. El vigor que ara jovial en la canción precedente vira ahora hacia una combinación de tensión y neurosis, aunque todavía persiste una espiritualidad celebratoria. Aquí se muestra al 100% el ideario de GONG que se validó en la secuencia de los tres discos precedentes. En cuanto a ‘Lunar Invocation’, se trata del reflejo de una elevación introspectiva que nos regresa a la senda expresiva por la que antes se enfiló el tema #3. Eso sí, está ahora la variante de que las capas sonoras están empapadas de un espesor incrementado, lo cual es un indicio de cuán poderoso resultó el impacto de la pieza precedente. El final del repertorio llega de la mano de ‘Asleep Do We Lay’, una canción dueña de una imponente magia evocativa cuyo etéreo swing está elegantemente armado con cadencias jazzeras que, a su manera, parecen coquetear con el estándar del así llamado post-rock. La atmósfera de ensueño metafísico a la que alude el título queda bien plasmada en los mantos de las guitarras y los efectos cibernéticos, siendo así que el ingenioso acompasamiento del bajo y los retazos de los vientos completan el paisaje onírico con precisa perspicacia, ensamblando un espejo parcial de lo que fue el inicio del disco. En general, la segunda mitad del disco capitaliza cabalmente la energía vertida en la primera. En fin, hablando de “Unending Ascending” como un todo, no tiene dónde parar el ascenso sostenido de esta nueva generación de GONG, la cual ya lleva algunos años validando su presencia dentro de la tradición vigente de la psicodelia progresiva con diversas exhibiciones de vigor expresivo y creativo. Los 40 minutos de sonidos articulados que dura este disco conforman una evidencia inapelable de ello. Totalmente recomendable este nuevo disco de la inmortal entidad GONG, la cual ya está desplazándose a rumbo firme hacia el ámbito de lo atemporal.
My Guitar Is A Spaceship: https://www.youtube.com/watch?v=RrJRaWzXvW8
All Clocks Reset: https://www.youtube.com/watch?v=PVjU7LX0YiQ
Choose Your Goddess:
https://gongband.bandcamp.com/track/choose-your-goodess
Asleep Do We Lay: https://gongband.bandcamp.com/track/asleep-do-we-lay
Asleep Do We Lay: https://gongband.bandcamp.com/track/asleep-do-we-lay
* Enlace
de la entrevista a Kavus Torabi donde habla sobre este asunto:
I appreciate the balance of facts and personal reflection in your post.
ReplyDeleteThanks for contributing such a well-articulated and informative piece!
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ReplyDeleteThank you for your comment, Gaming Club. You have basically described my way of feeling music and writing about it.
Cheers, César Inca
ReplyDeleteThank you for your attention, GoGo.
The next reviews will be of albums from Belgium, Germany, the UK, France and Russia.