Friday, January 19, 2024

El juego del mundo a través del lente space-rockero del excelente ensamble ruso VESPERO

 
 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
El tramo final del pasado año 2023 nos trajo algunas sorpresas exquisitas para el disfrute melómano de la música progresiva y afines, y en esta ocasión nos referimos al nuevo disco del grupo ruso VESPERO, veterano representante del space-rock progresivo de su país. El disco en cuestión se titula “De Ludo Globi” y fue publicado el 1 de diciembre de 2023. El ensamble conformado por Ivan Fedotov [batería y percusión], Arkady Fedotov [bajo, sintetizador, sampler y efectos de sonido], Alexander Kuzovlev [guitarras], Alexey Klabukov [teclados, sintetizadores. trompeta y sampler] y Vitaly Borodin [violín, kalimba y sampler] se benefició de los aportes del músico invitado Alexey Esin (saxos tenor y soprano, y flauta) a la hora de expandir su paleta sonora. El colectivo siempre está ocupado haciendo cosas pues queda constado que publicó el disco en vivo “Insomnia Liventure” a inicios de agosto del mismo año 2023, mientras que dos de sus integrantes estaban finiquitando la publicación del nuevo disco de MAAT LANDER. “De Ludo Globi” (“El Juego de la Bola”, en latín) es el título de un libro del teólogo, filósofo, jurista y matemático alemán Nicolás de Cusa donde se hace una proyección especulativa desde el cúmulo de posibilidades de un juego de pelota inventado y el orden del mundo y una recta vida dentro del mismo. El disco que ahora reseñamos fue grabado en el año 2022 con la ingeniería de sonido realizada por Alexey Klabukov in 2022, en el VMS Studio de Astrakhan; las ulteriores labores de mezcla y masterización estuvieron a cargo de Alexander Kuzovlev. La gente de VESPERO proclama que en este disco está contenida la música más colorida que ha concebido en toda su trayectoria.

 
Aunque el repertorio de este disco consiste en una sola pieza continuada de más de 40 minutos que es la suite homónima, ésta se ha dividido en dos partes para ajustarse al formato del vinilo: ‘De Ludo Globi – Pars Una’ dura poco más de 20 minutos, mientras que ‘De Ludo Globi – Pars Duo’ dura poco más 20 ¼ minutos. La Parte 1 comienza con una tremendamente cálida amalgama de capas de teclado, armonías sintetizadas que emulan percusiones tonales y sigilosos retazos de violín, vientos y guitarra, siendo así que la atmósfera envolvente pronto concreta una musculatura sobria. A partir de la instalación de dicha musculatura, se refuerza con sucesivos solos de guitarra y sintetizador que se movilizan a través de un fragor jazz-progresivo; a mitad de camino emerge una instancia flotante que permite al violín hacerse de un breve espacio de lucimiento. Alrededor de la frontera del sexto minuto y medio, se realiza una ágil cruza entre la sofisticación propia del discurso jazz-progresivo y las tonalidades cósmicas típicas del paradigma space-rockero, y ya nos estamos dando cuenta de que la garra expresiva se ha incrementado considerablemente, lo cual, a su vez, ayuda enormemente a que también se vaya gestando una exuberancia mágica a lo largo del desarrollo temático. A poco de pasada la frontera del undécimo minuto, la sofisticación reinante adquiere un nuevo matiz al hacerse uso de un groove más contenido, lo cual repercute en la manera en que la batería ornamenta su propia labor mientras emplea un compás inusual. También se advierte que el violín sale más al frente. Después de la fontera del decimoquinto minuto, el asunto se torna grisáceo al surgir un recurso de misteriosa parsimonia, el cual funciona básicamente como un puente hacia la retoma del motif inicial. Lo que suena es como una cruza entre lso OZRIC TENTACLES de 1989-91 y las exploraciones de los propios VESPERO en su etapa 2018-20. Esta primera excursión está lista para aterrizar en un área de introspectivo remanso: el descenso ha sido meticulosamente gradual.  
 

‘De Ludo Globi – Pars Duo’ despliega, desde el punto de partida una vivacidad especial en base a la asociación de batería y guitarra que instaura un groove bastante energético. No tarda mucho el ensamble íntegro en acomodarse dentro de su misión común, y lo hace con un vigor expresivo que se alimenta del ímpetu caleidoscópico que florece a lo largo y ancho de las intensas interacciones de los instrumentos actuantes. Hay un lirismo muy bien perfilado en la superficie explícita de esta ágil armadura space-rockera, y éste se mantiene a través de las variantes ofrecidas por la preminencia de secuencias armónicas sintetizadas y la imposición de un místicamente robusto solo de guitarra que, a fin de cuentas, resulta ser su más notable intervención en del álbum. Se mete algo de neurosis en clave futurista dentro de la exaltación predominante. En una instancia ulterior, las cosas se calman un poco para crear una mezcla de estilización progresiva y suntuosidad fusionesca bajo un ropaje permanentemente psicodélico. El empleo de algunas exóticas cadencias de inspiración oriental da alas al violín para que vuelva a apoderarse del rol protagónico dentro del esquema instrumental, lo cual, en simultáneo, da la señal al ensamble de que es hora de volver a la exaltación. La cosa no dura mucho, pero deja una fuerte huella en el proceso musical. La siguiente sección comienza con una tónica abstracta donde los sintetizadores se apoderan del núcleo central, abriendo finalmente la puerta a un pasaje lírico que, inicialmente, se siente marcado por una delicadeza cándida, pero luego asume una renovadora aspereza con el solo de guitarra. ¿Estarán aquí los ecos de la colaboración del grupo con el crack español ÁNGEL ONTALVA? Dejamos la pregunta aquí para que quien sea la responda según su propio criterio. Tras la señorial tormenta de la guitarra, se dan los turnos sucesivos del saxofón y la flauta para retomar el cándido lirismo precedente para, de a pocos, guiar al colectivo hacia un epílogo palaciego cuya grandilocuencia llena todos los espacios. Tras un falso golpe final llega una coda entusiasta que incluye una pequeña dosis extra de densidad... Y ahora sí acaba el álbum. Todo esto fue lo que el personal de VESPERO manifestó en “De Ludo Globi”, un disco bastante peculiar que vuelve a confirmar por enésima vez lo importante que es la presencia de este colectivo ruso para que el ideal de la música progresiva siga siendo relevante en nuestros tiempos. El juego del mundo ha sido retratado muy eficazmente por la paleta sonora del excelente ensamble ruso VESPERO  Totalmente recomendable este disco.
 
 
Muestra de “De Ludo Globi”.-
De Ludo Globi – Pars Duo: https://vespero.bandcamp.com/track/de-ludo-globi-pars-duo

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