Thursday, September 18, 2025

La renovada razón rockera de los siempre aventureros KAYO DOT



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Hoy tenemos el deleite de presentar la nueva obra fonográfica del veterano ensamble estadounidense de avant-prog KAYO DOT, lanzada al mercado en el primer día del pasado mes de agosto bajo el título de “Every Rock, Every Half-Truth Under Reason”. La publicación se dio por vía del sello alemán Prophecy Productions, tanto en CD como en ediciones especiales de doble vinilo (blanco y negro marmoleado) y doble CD Deluxe Edition.* Bajo la guía del compositor y multiinstrumentista Toby Driver [guitarras, bajos con y sin trastes, órgano, sintetizador, clarinete, flauta, batería, percusión y voz], la alineación de KAYO DOT se completa con los guitarristas Greg Massi y Matthew Serra, Sam Gutterman [batería, vibráfono y otras percusiones], Terran Olson [clarinete, saxos alto y barítono, flauta y piano eléctrico], David Bodie [gong, crótalos y otras percusiones]  Timba Harris [violín, viola y trompeta] y Jason Byron [voz en el tema #3]. La razón de ser de este undécimo disco de KAYO DOT reside en la celebración del vigésimo aniversario del álbum debut “ Choirs Of The Eye”, lo cual llevó a la convocatoria de la alineación original. El principal compositor del material aquí contenido es Driver, recibiendo aportes de Massi, Gutterman, Serra, Byron, Olson y Harris. Driver es una figura dominante en la gestación de este disco, pues también se hizo cargo de las labores de mezcla y masterización de “Every Rock, Every Half-Truth Under Reason”, y en el área de las artes plásticas, es el autor de la imagen de la portada. Revisemos ahora los detalles estrictamente musicales del disco. 


Todo empieza con ‘Mental Shed’, una pieza abiertamente inquietante que se apoya en la asociación de bases minimalistas de teclado y recitaciones guturales para proyectar un aura categóricamente fantasmal. El esquema sónico nos remite directamente a los climas de pavor y desconcierto propios de las películas de horror B de los 60 y 70, una atmósfera crepuscular que despliega sus vibraciones infernales para subyugar a los indefensos. De esta manera, se refuerza los índices ansiosos que subyacen a las flotantes agitaciones que se van renovando a paso firme dentro de una persistente parsimonia. La misma estructura de la canción apuesta abiertamente por una lógica de la insistencia en las bases minimalistas antes mencionadas, la cual logra reforzar los exasperantes ambientes que la encuadran junto a los efectos percusivos de los platillos. Acto seguido, llega el momento de ‘Oracle By Severed Head’, un tema radicalmente distinto. Su patrón musical centrado en cruzar el post-rock y el avant-jazz adopta varios matices cinematográficos, los cuales se intensifican mientras la liquidez del esquema rítmico se expande. De esta manera, el ensamble confronta al oyente con un fulgor indefinido y arcano que también tiene mucho de melancólico. En particular, esta iniciativa se siente cercana a lo que hizo KAYO DOT en su periodo 2008-12: un lirismo que, a pesar de no ocultar su núcleo inquietante, sabe expresarse con suma delicadeza en lo que concierne a su estructura sonora específica. ‘Closet Door In The Room Where She Died’ no sólo vuelve de lleno al oscurantismo absorbente del tema inicial, sino que además lo agita con un trágico delirio. El empleo de notas más altas en las armonías del teclado reflejan cabalmente una furia nueva y una exaltación más desaforada: claro está, las tanáticas recitaciones de Byron refuerzan esto último. Los espeluznantes oleajes de la orquestación desatan un exquisito infierno sónico que hubieran llenado de orgullo a UNIVERS ZERO o SHUB-NIGGURATH de haber sido ellos los compositores. 


‘Automatic Writing’ es la maratónica pieza de 23 minutos y pico que se erige como una de las composiciones más extensas de todo el catálogo histórico de KAYO DOT. En su cuerpo central, perdido en medio de un ensueño atrapado en una encrucijada entre el desasosiego y el surrealismo solipsista, las capas de teclados, vientos y cuerdas arman un paisaje enigmático que no omite la proyección de un fulgor indescifrable. Así las cosas, el canto emerge bajo un manto de tristeza mientras trata de articula una especie de exorcismo. Los meticulosamente dispersos golpes de la batería funcionan como ecos de los latidos de un corazón en medio de las sutiles convulsiones que se explayan a través de la densidad reinante. También son sutiles los riffs de guitarra que entran a tallar a poco de pasada la frontera del décimo minuto: éstos cumplen la función de elevar el enclave sonoro hacia una intensificación de los subterfugios etéreos de la composición. Más adelante, para el último cuarto, el fondo musical baja un poco el nivel de intensidad para que el canto y las recitaciones ocupen un lugar más intimista, más cercano al oyente, casi hay un giro confesional en varias de las intervenciones vocales. Pero, el arribo de una tormenta eléctrica amenaza con instigar una nueva fase de arrolladoras inquietudes; la amenaza se queda en un nivel latente mientras la pieza avanza hacia su final. ‘Blind Creature Of Slime’ trae consigo el cierre del repertorio y lo hace con un manifiesto de furia rockera establecido sobre un ingenioso juego de síncopas. La inteligente arquitectura de la composición cobra vida de forma incandescente con la visceralidad invertida en la ingeniería performativa. He aquí la ansiedad más genuina emanada de la tormenta anunciada en ‘Automatic Writing’ y anticipada en los desvaríos cruelmente alucinados de ‘Closet Door In The Room Where She Died’. Todo esto fue lo que se nos brindó con “Every Rock, Every Half-Truth Under Reason” desde los cuarteles de la ya leyenda viviente del avant-rock estadounidense KAYO DOT. Este disco es un testimonio de la renovada razón rockera que informa y sustenta a su versátil y exigente visión del rock experimental con tonalidades progresivas. Concluimos que se trata de un ítem totalmente recomendable para cualquier fonoteca actualizada de música rock enfocada en cualesquiera modalidades aventureras.


Muestras de “Every Rock, Every Half-Truth Under Reason”.- 


* Esta edición deluxe contiene varios bonus tracks que son versiones instrumentales de tres de los temas del disco, además de otro nuevo titulado ‘Augoeides’. En líneas generales, este tema se puede definir como una prolongación de las inquietantes vibraciones etéreas de la pieza que abre el repertorio.

No comments:

Post a Comment