Saturday, November 29, 2025

BEAT: el cuarteto perfecto para la resurrección del legado de KING CRIMSON 1981-84



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Hoy nos complace celebrar la iniciativa de los maestros Adrian Belew, Tony Levin, Steve Vai y Danny Carey de resucitar el peculiar legado progresivo que realizó la legendaria banda KING CRIMSON en la década de los 80. Esta sorpresiva iniciativa se concretó en 2024 con una gira estadounidense a la cual siguieron actuaciones en Japón, México y América del Sur. Siendo históricamente una banda británica, en ese tiempo su alineación estaba repartida a partes iguales entre ciudadanos británicos (el guitarrista Robert Fripp y el baterista-percusionista Bill Bruford) y estadounidenses (el guitarrista-vocalista Belew y el bajista-Stickista-sintetista Levin). El cuarteto que reactivo este legado Crimsoniano decidió llamarse BEAT, como el segundo disco de esa época, justamente a sugerencia de Fripp. Los socios estadounidenses Belew y Levin tuvieron la fortuna de que el legendario Vai (quien emergió en la gran escena rockera antes de cumplir 20 años como integrante de la banda del inmortal FRANK ZAPPA a fines del año 1980) y Carey (estelar baterista de TOOL) se dieran abasto para completar este cuarteto destinado a hacer las cosas de manera destellante. A fines de septiembre pasado, el sello Inside Out Music, en co-producción con Sony Music, publicó el testimonio de un concierto en The United Theater On Boradway de Los Ángeles, California, el cual tuvo lugar el día 10 de noviembre de 2024. Los formatos de 2 CD + Blu-ray y 3 LP + Blu-ray aparecen con el título de “Neon Heat Disease Live In Los Angeles”, pero también existe una edición especial de 3 CD + Blu-ray, publicado bajo el conciso título de Live. En este último caso, el tercer CD recoge temas aleatoriamente seleccionados de otros conciertos de esa gira estadounidense, siendo “Strange Spaghetti” su título autónomo.


La ilación de las primeras canciones del evento rinde honor directo al álbum “Beat”. Con un par de silbatazos comienza ‘Neurotica’: como no podía ser de otra manera, el incendiario puntapié inicial cuyo intenso vigor se explaya masivamente sobre complejas variantes rítmica. En medio de todo el caos engañosamente arquitectónico en curso, Belew muestra cuán bien mantenido está su registro vocal. ‘Neal And Jack And Me’, que dura 6 minutos y pico, prosigue por esta senda exhibiendo una poderosa agilidad que no había sido debidamente explotada en su versión de estudio. Ya en la gira de entonces, el cuarteto de Belew, Fripp, Bruford y Levin se daba mañana para ampliar su desarrollo temático y ésa es la plantilla de medición para esta gira. Con un tenor más popero, ‘Heartbeat’ aligera las cosas mientras da rienda suelta a un lirismo relativamente sencillo. Bien es verdad que las armonías de guitarra y las líneas de bajo aportan algo especial más allá del pop directamente fácil. ‘Sartori In Tangier’ exhibe un marchoso ejercicio de jazz-rock psicodélico con un Vai que ya está dando muestras de lo bien que se le da sacar lustre a su Yo Frippiano; él inicia y finaliza la serie de solos de guitarra con punzante gallardía. Son varios los momentos de lucimiento individual de Vai que sirven para guiar al impulso incendiario del cuarteto. En la dupla de ‘Industry’ y ‘Larks’ Tongues In Aspic (Part III)’ que más adelante cierra el el volumen 1 y en ‘The Sheltering Sky’ (segundo tema del volumen 2), esos destaques del buen Steve se elevarán a niveles estratosféricos. La dupla antes mencionada exige robustez rotunda e inquieta, primero, en un contexto mecanicista, luego, sobre un groove contundentemente ágil. En lo referente a ‘The Sheltering Sky’, el vigor de Vai está al servicio de las texturas exóticas y misteriosas que exigen los ambientes agitados de esta excursión psicodélica con raigambre fusionesca. Volviendo a la secuencia concreta de este registro en vivo, la secuencia de ‘Model Man y ‘Dig Me’ transita desde el pop-rock sofisticado con neurótica fineza hacia la deconstrucción invasiva y absorbente según como KC iba operando en el último año de esa etapa aquí celebrada. Belew aprovecha esta ocasión para volver a usar la vieja guitarra multicolor de la gira de 1984. Con ‘Man With An Open Heart’, el pop-rock se retoma con una mayor dosis de agilidad. Una oportuna emisión de coqueto fulgor antes de la tormenta intensiva a explayarse en ‘Industry’ y ‘Larks’ Tongues In Aspic (Part III)’. Los juegos abstractos del primero de estos temas mencionados son simplemente alucinantes.



El segundo volumen se abre con la ritualística canción ‘Waiting Man’. El inicio viene de la mano de Carey con un ritual de percusiones tonales electrónicas de estilo balinés al cual se le une después Belew. Los delineamientos básicos de la canción se van completando con las adiciones armónicas del Stick de Kevin y la guitarra de Vai. El cuerpo rockero vibra posteriormente con sólido vigor: el solo de Belew, masivamente centrado en el feedback, refuerza ese vigor mientras la canción preserva su robusta agilidad. Tras el turno de la magnífica ‘The Sheltering Sky’ (probablemente, el cénit del evento), emerge ‘Sleepless’, otra exhibición de neurótica agilidad que, en esta ocasión particular, se aferra a su propio gancho para emanar un aura fulgurosa. El dinamismo de la dupla rítmica es compacta y oportunamente urgente. ‘Frame By Frame’ es uno de los muchos himnos emblemáticos de ese primer año del cuarteto de los 80. Los complejos grooves que se desarrollan mientras se refuerza el entramado instrumental se llenan masivamente con los intrincados nexos de las dos guitarras y el Stick. Totalmente paradigmático. El momento indudablemente más conmovedor del evento llega de la mano de la hermosa balada ‘Matte Kudasai’, un cautivador ejemplo de cómo se registra un cándido romanticismo en clave de blues jazzeado. El ensamble perfila todas las sutilezas exigidas por la esencial delicadeza de la composición mientras Belew evoca ruidos de aves con los efectos de guitarra en los parajes oportunos. Todo al pie de la letra, todo hecho por los músicos para que la etérea belleza del centro melódico devele su desnuda pureza ensoñadora. Con la dupla de ‘Elephant Talk’ y ‘Three Of A Perfect Pair’ vuelve al frente la faceta de sofisticado nervio con enclaves arquitectónicos apoyados en fractales perennemente escalonados. Una mención especial para el modo en que Belew usa una taladradora para gestar peculiares efectos en su solo de guitarra para la canción titular del álbum de 1984. Cuando emerge la gloriosa ‘Indiscipline’, es el momento para el lucimiento de la poética percusiva de Carey en los preámbulos de esta explosión de neurosis contemplativa. Esta canción es nuestra favorita de esta etapa de KC y queda registrada como una emblemática cruza de psicodelia progresiva con avant-jazz al más puro estilo Crimsoniano. Además, Vai vuelve a realizar otra gesta rockera para sus dos solos. 


‘Red’ es el guiño al legado de KC de la etapa 72-73: Belew envía palabras de reconocimiento a Robert Fripp y Bill Bruford en la presentación de esta canción inaugural del que por un tiempo había sido el canto de sirena de KC. En el ya lejano año 2004, esta pieza había sido parte de los bises de la gira de GR con Vai, Joe Satriani y el mismísimo Robert Fripp: ahora, en BEAT, Vai ocupa el rol estrictamente armónico de Fripp para dejar los solos al buen Adrian. Todo termina con el fragor celebratorio de ‘Thela Hun Ginjeet’, una canción adecuada para finiquitar el evento con garra contundente, la cual derrama imparablemente su espíritu extrovertido. Esta canción es prácticamente un taller de cómo usar simultáneamente recursos de la new wave y el hard rock para trascender a ambas etiquetas en una danza del fuego posmoderna. En el Blu-ray hay tres entrevistas a los cuatro músicos que datan de antes, durante y después de la gira estadounidense: en la última se nota que hay una sensación de orgullo artístico por haber logrado revivir una época especial de KING CRIMSON con suficiente espacio para las expresiones espirituales de los nuevos integrantes y algunos detalles especiales para ciertos nuevos arreglos. El volumen de “Strange Spaghetti contiene varios detalles interesantes.Versiones sólidas de ‘Neurotica’, ‘Industry’ y ‘Frame By Frame’, un abordaje de ‘Indiscipline’ con ciertas partes de batería más robustas, un ‘Thela Hun Ginjeet’ con mayor cantidad de llamas en su hoguera sónica. Todo esto es lo que tenemos con este testimonio de la perfecta resurrección del legado de KING CRIMSON en los 80 que el colectivo de BEAT perpetra con vigor, creatividad y asertividad. “Live” y Neon Heat Disease Live In Los Angeles” son dos ítems muy reveladores del tipo de energía creativa que invirtió el colectivo de BEAT sobre los escenarios. 


Muestras de “Live”.- 

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