Saturday, February 22, 2014

Amanece el nuevo sol de MACHINE MASS


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es el turno de MACHINE MASS y su reciente publicación fonográfica “Inti”, la cual sucede por dos años y pico a “As Real As Thinking”, el cual fue firmado por MACHINE MASS TRIO. Para esta nueva ocasión, el núcleo dual de Tony Bianco [batería, percusión y loops] y Michel Delville [guitarra, guitarra-sintetizador y loops] se asocia con el maestro saxofonista-flautista Dave Liebman. Aunque el material de “Inti” fue grabado allá en octubre de 2012 en una única sesión vespertina en los Red Rock Recording Studios de Saylorsburg (en Pennsylvania), recién ahora a inicios de 2014 nos lo trae MoonJune Records como ítem físico. ¡Y mil gracias por ello! El sonido del trío se siente muy lleno, y en eso colaboran las programaciones de loops y ornamentos computarizados de parte de Bianco y Delville: capas sintetizadas, bases de piano e ingeniosas líneas de contrabajo (muchas veces incluyendo pliegues de las cuerdas) operan como ingredientes esenciales para que se armen los viajes musicales perpetrados por este alucinante trío a lo largo del repertorio de “Inti”. Bueno, vayamos ahora mismo al repertorio en sí, ¿vale?


La pieza homónima abre el disco con un aura cósmica que resulta a la vez etérea e incandescente: el ensamble está empezando a conocerse y viaja en plena consonancia mientras se sostiene vivazmente sobre un groove sólido, el mismo que recibe de la mano de Bianco una estructuración intensa y compleja. Con ‘Centipede’, el trío encara una dimensionalidad más extrovertida de su núcleo sonoro: los solos alternados de Delville y Liebman son monumentalmente magistrales, homenajes geniales a la mejor tradición del free-jazz. Delville le da una musculatura particular a su guitarra, y esto justamente parece motivar a Liebman para explorar las cadencias más explosivas de su saxo. Cuando entra a tallar ‘Lloyd’, la banda se interna por un sendero marcado por una sofisticación imponente, dejando que los juegos de síncopas del esquema rítmico básico y la atmósfera de extravagante elegancia (muy a lo WEATHER REPORT de la época del “I Sing The Body Electric”) impongan las reglas para la expresividad. Lo siguiente que hace MACHINE MASS es rendir un tributo a la inmortal pieza ‘In A Silent Way’, un clásico inapelable del jazz de vanguardia que Joe Zawinul creó para el repertorio de Miles Davis: en manos de Delville, Bianco y Liebman, esta pieza se convierte en un viaje místico desde donde el oyente es invitado a explorar su faceta reflexiva dentro de una oscuridad espiritual que aspira a ser iluminadora. Se nota el nervio tribal en los instrumentistas, claro que sí, pero sobre todo, se nota su gran inteligencia para mantener bajo control los efluvios sónicos que tienen lugar en un nivel lisérgico. Cuatro primeros temas grandiosos para un disco del cual solo conocemos hasta ahora sus primeros 25 minutos. ¿Qué sigue después? ‘A Sight’, un tema que sigue en cierta medida la huella de ‘Lloyd’ pero con una aureola ceremoniosa más pronunciada: tal vez tengamos aquí los mejores solos de saxo soprano de todo el disco.


‘Utoma’ y ‘The Secret Place’ son los siguientes temas del repertorio. El primero de estos temas mencionados recibe un impacto de ‘Inti’ en tanto que combina exploraciones aventureras y atmósferas etéreas. Como siempre, la batería de Bianco instaura su compleja majestuosidad señorial: si la mencionamos en este caso particular es porque nos parece que aquí se desarrolla uno de sus momentos más decisivos de lucimiento, ostentando su intrincada musicalidad al servicio del diálogo integral entre los tres ejecutantes. Por su parte, ‘The Secret Place’ nos revela un momento de lirismo introspectivo donde el trío se sumerge en una atmósfera calmada: el canto de la invitada Saba Tewelde sirve para redondear la faena con un toque adicional de magia. Con una extensión de 12 ¾ minutos, ‘Elisabeth’ resulta la pieza más extensa de “Inti”. Su estructura musical es estrictamente obediente a la ideología de las libres formas en tiempo real: Bianco construye y deconstruye pautas rítmicas, Delville elabora ornamentos y fraseos psicodélicos con claro tenor futurista, y por su parte, Liebman se da buena mañana para lucirse en algunos momentos estratégicos sin romper con el dinamismo ensoñadoramente surrealista que tiene lugar. Durando cerca de 5 minutos, ‘Voice’ cierra el álbum con un swing contagioso, moderadamente extrovertido: la prioridad que se da a la constricción no es obstáculo para que Liebman dé rienda suelta por última vez a su electrizante dimensionalidad performativa. En todo caso, resulta adecuado que un tema como éste dé el broche final tras la exigente aventura que supuso ‘Elisabeth’.


Todo esto fue “Inti”, una obra genial que refuerza el rol de MACHINE MASS como una fuerza musical sólida y valiente que llena de luminosidad la vanguardia jazz-progresiva de nuestros días. Al fin y al cabo, con un título que designa al astro rey en el idioma quechua… ¿qué se puede esperar sino esplendor de un disco como éste?


Muestras de “Inti”.-

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