Sunday, December 14, 2014

BÚHO ERMITAÑO se enfilan hacia un horizonte de odiseas e impresiones psicodélicas


HOLA,AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy presentamos al grupo peruano BÚHO ERMITAÑO, uno de los más sólidos exponentes de la vanguardia psicodélica peruana de los últimos años. Formado en el año 2008 por la iniciativa conjunta de Franz Núñez y Diego Pando, el grupo ha pasado por varias alineaciones hasta llegar al sexteto formalizado y bien asentado que se puso a grabar este primer registro titulado “Horizonte”. El sexteto en cuestión está conformado por Franz Núñez [guitarra eléctrica, bajo, charango y quenacho], Diego Pando [guitarras eléctrica y acústica, bajo y charango], Irving Fuentes [guitarra eléctrica, sintetizador y bajo], Leonardo Pando [guitarra eléctrica, sintetizador y bajo], Juan Camba [batería] y Ale Borea [djembé, bongoes y güiro]. Además, el baterista Aldo Castillejos (exintegrante de los legendarios SERPENTINA SATÉLITE) funge de invitado especial en cuatro de los temas del repertorio de “Horizonte”, y de hecho, él tiene un rol muy especial en estas esporádicas intervenciones porque él formó parte de sus respectivos procesos compositivos. Ahora, con el orgullo de tener a “Horizonte” publicado por el sello griego G.O.D. Records, la gente de BÚHO ERMITAÑO procura mantenerse activa promocionando este primer aporte oficial de su parte al cosmos de la psicodelia progresiva. Sigamos el hilo del repertorio del susodicho disco.


‘Kharasiri’ abre el álbum exhibiendo una prestancia abrumadora y misteriosa a la vez mientras sus atmósferas y grooves se asientan cómodamente sobre un esquema rítmico exuberantemente exótico, al modo de un híbrido entre danza tribal india y celebración afro-tropical. A poco de pasada la barrera del sexto minuto, las percusiones se detienen para que algunos soundscapes de guitarra preparen el terreno para el segundo jam, más punzante en su groove y con un manejo del encuadre sonoro más inclinado hacia los estándares tradicionales del space-rock (casi a lo STEVE HILLAGE): de este modo, el ensamble redondea la faena con una buena dosis de nervio rockero. ‘Odisea En El Espacio’ nos remite directamente a aquellos lejanos tiempos del krautrock explorador de atmósferas fusionescas (DZYAN, IBLISS, EMBRYO) así como al HAWKWIND de los dos primeros álbumes. La exhibición de vigor con la que el bajo se regodea en sus precisas líneas recurrentes aporta en gran medida la base para la consistencia muscular de la instrumentación global. Para la sección final, el grupo aumenta los decibeles con la amenaza de explotar en sonoridades incendiarias, pero lo que al final se da realmente es una variación contemplativa del cuerpo central. Tras el breve interludio ‘Kundalini’ – armado en base a capas minimalistas de órgano – emerge ‘Impresiones De Marcahuasi’, un viaje musical cuya primera parte se arma en base a rasgueos de charango, fraseos arábigos de la guitarra y cadencias ceremoniales del trío rítmico que se acoplan mutuamente dentro de una atmósfera tan grisácea como intensa, una atmósfera que se llena de estilizada densidad por obra y gracia de la labor del sexteto. La segunda parte se mueve en una bruma onírica donde el charango ocupa un lugar protagónico dentro del paisaje sonoro, sirviendo como una especie de tránsito hacia la ceremoniosa y cósmica languidez de la tercera parte, muy a lo PINK FLOYD (etapa del “Ummagumma”).


Todo el ímpetu acumulado tras los desarrollos de ‘Odisea En El Espacio’ e ‘Impresiones De Marcahuasi’, el grupo está listo para dar un efectivo golpe de timón a su faceta más extrovertida y darle un dinamismo nuevo, más refrescante: es la hora de ‘Camino A La Montaña’, pieza que debe ser justamente apreciada como un cénit decisivo de “Horizonte”. A la par que se genera una vibración electrizante renovadora en su cuerpo central, esta pieza ofrece también una continuidad sólida a las atmósferas que se van madurando mientras avanzamos en el repertorio. Su parte final se mueve en una atmósfera un poco más constreñida, al modo del paradigma de AGITATION FREE. Para los últimos 16 minutos del disco tenemos a la dupla de ‘Estampida De Elefantes’ y ‘Asunción’. ‘Estampida De Elefantes’ establece un panorama abrumador y engullidor con unos guitarreos filudos y un dinamismo rotundo que se compenetran nerviosamente para reflejar la perpetua ansiedad de una huida visceral y sin fin. En algún momento, el grupo baja un poco el ritmo para reacomodar sus elementos integrales y reinstaurar el groove dominante. En fin, ‘Asunción’ completa el repertorio del álbum con un aura flotante que nos vuelve a remitir al paradigma del krautrock de tendencia fusionesca, y en esta ocasión específica, al aspecto orientalista de unos AMON DÜÜL II. El bloque sónico se siente robusto en su bien definida atmósfera.


Todo esto fue “Horizonte”, el canto de BÚHO ERMITAÑO al amanecer de su obra fonográfica, la misma que esperamos que se expanda ampliamente en el transcurso del futuro cercano. Mientras tanto, estamos seguros de que ha logrado asentarse como una presencia líder dentro de la vanguardia peruana contemporánea.  


Muestras de “Horizontes”.-


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