HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy
centramos nuestra atención en el cuarteto estadounidense EINARIS (antes
conocido como MIRKWOOD), el cual está dedicado a cultivar su propia granja
ecléctica dentro de la gran estepa del discurso progresivo de nuestros días.
Cuando hacemos la mención a lo ecléctico nos referimos al hecho de que este
cuarteto conformado por Shames [batería], Finn [bajo], Nishi [guitarras] y
Beatriz [guitarras y voz] sabe conjugar elementos de psicodelia, math-rock,
jazz-rock, post-rock y vanguardia no-wave de los 80s en su enfoque sonoro, el
cual ostenta una sólida ambición estética a través de la manifestación de su
patente energía. El canto de Beatriz nos recuerda muchísimo a la de ese ángel
de SONIC YOUTH que se llama Kim Gordon. Antes de seguir adelante con la
presente reseña, advertimos que hay más de un grupo con el nombre de MIRKWOOD,
algo con lo cual tuvo que lidiar el grupo en su propio blog de Bandcamp hasta
hace pocos meses, cuando el grupo se rebautizó como EINARIS, nombre derivado de
Einarr, el espíritu de un guerrero muerto en batalla según la mitología nórdica.
Seguimos adelante: este grupo, tras publicar un EP a inicios del año pasado (bajo
el viejo nombre), a mediados de enero del presente año 2016 publicaron
“Absolute Radiance”, su primer disco de larga duración… aunque eso de larga
duración consiste en que dura casi 35 minutos en total.
Con
una duración de 8 ¼ minutos, ‘Pangur Bán’ pone en marcha el repertorio del
álbum con una ingeniería sonora que maneja sesuda y meticulosamente todas las
variantes de climas y pautas rítmicas, siendo así que la dupla rítmica sabe
mantener un swing razonablemente sofisticado a través de todas estas variantes
mientras que la dupla de guitarras sabe cómo amalgamarse sobre los riffs
reinantes en cada turno. ‘The Crystalline Constructs’ sigue a continuación para
potencializar las aristas más vitalistas de la pieza precedente, lo cual se traduce
en una concentración intensa de la aspereza sonora dentro del ostensiblemente
desarrollo temático que exige la pieza en cuestión. La dupla de ‘La Maison Dieu’
y ‘Robin Williams’ sigue adelante con esta línea de trabajo, siendo así que la
primera de estas piezas enfatiza un aura relajada mientras que la segunda
edifica un aire de tensa densidad que se maneja con oportuna sobriedad.
Entrando en detalles respecto a ‘Robin Williams’, se nota que hay una furia
reinante que en la mayor parte del tiempo se mantiene en un nivel latente, o
hasta escondido, pero en los pasajes más férreos (especialmente el último)
dicha furia emerge con un desgarro electrizante. Siendo la pieza más extensa
del disco con sus 10 ½ minutos de duración, ‘It’s Time To Pay The Price’ se
impone como el clímax decisivo del repertorio: como es de esperar, el grupo
aprovecha este generoso campo de acción para explayarse en su visión
sofisticada del discurso rockero. El tema comienza con unas etéreamente
vibrantes capas de guitarra que obviamente recurren al estándar del post-rock,
asentando luego un motif llamativamente Crimsoniano sobre un complejo esquema
rítmico. Cuando las cosas se calman un poco antes de llegar a la frontera del
cuarto minuto, la banda elabora un híbrido de post-rock y math-rock y en base a
ello crea un núcleo temático atractivo, casi pop, ágilmente sostenido por las
dialogantes guitarras. El canto de Beatriz es expresivo sin llegar nunca a
emotividades estereotipadas, y ciertamente, el equilibrio entre los pasajes
cantados y los instrumentales ayuda a acentuar el potencial épico de la canción.
La coda, precedida por una miniatura caótica, resulta una perfecta síntesis de
los más saltantes detalles expresionistas de la canción.
‘Absolute
Radiance (Arrival)’ cierra el disco sorprendiéndonos con sólidas exploraciones
de frontal tenor introspectivo. Basándose en extensos explayamientos de dos
guitarras acústicas y con breves secciones cantadas que recién surgen al pasar
a la segunda mitad del desarrollo temático, esta canción porta un cierto aire bucólico
que, antes de expresar una serenidad celebratoria, se centra en una
introspección latentemente inquieta. Todo esto fue “Abslute Radiance”, un disco
muy llamativo que representa una de las esferas más interesantes de la actúala vanguardia
rockera de los Estados Unidos. Vale la pena seguir la pista a la gente de
EINARIS.
Muestras de “Absolute
Radiance”.-
It’s Time To Pay The Price:
https://einaris.bandcamp.com/track/its-time-to-pay-the-price
César eres el comentaristas de discos mas Cool de latino america
ReplyDeleteMuchas gracias, aunque creo que exageras. Puedo ser el más fachero, eso sí... ¡ja, ja, ja!
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