Monday, December 04, 2023

La apuesta ganadora de los suizos SCHENELLERTOLLERMEIER por el no. 5


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Con bastante retraso llega esta reseña del cuarto disco del excelente trío suizo SCHENELLERTOLLERMEIER, el cual extrañamente se titula “5”; bien es verdad que “X” era el título de su segundo álbum, así que ya hay un antecedente de títulos raros dentro de su trayectoria discográfica. Como sea, se trata de un trabajo publicado por el sello Cuneiform Records el 13 de noviembre del año 2020 tanto en CD como en vinilo; sucedió por tres años a “Rights”, justamente el referente fonográfico que puso a SCHENELLERTOLLERMEIER en un lugar relevante dentro de la vanguardia rockera europea. El ensamble conformado por David Meier [batería y percusión], Andi Schnellmann [bajo y guitarra ocasional] y Manuel Troller [guitarras y efectos] cultiva una modalidad ingeniosamente ecléctica de rock experimental donde convergen el math-rock, el avant-jazz, la versión más filuda del así llamado rock-in-opposition, el brutal prog y la psicodelia de talante Crimsoniano. En lo concerniente al material contenido en “5”, todo lo que hay allí es de la autoría conjunta de los tres integrantes, siendo grabado en enero de 2020 en el estudio Suburban Sound, siendo así que Manuel Egger fungió como ingeniero de sonido. Él mismo, junto al trío, se encargó de la mezcla en el mes de abril en el susodicho estudio. La ulterior labor de masterización estuvo a cargo de Rashad Becker. Bueno, ya es hora de detenernos en los detalles estrictamente musicales de “5”.
 

El repertorio del disco comienza con sus dos piezas más extensas, una que dura poco más de 8 ¾ minutos y se llama ‘209 Aphelion’ y otra que dura poco menos de 11 minutos bajo el título de ‘Before And After’. El primero de estos temas mencionados se inicia con un talante razonablemente sigiloso donde las intrigantes puntuaciones del bajo van marcado prestamente los puntos de acceso de los otros dos instrumentos para que se sumen a la amalgama arquitectónica diseñada para la ocasión. Así las cosas, el terreno está preparado para que se imponga un groove marchoso y llamativo, cosa que se concreta a poco de pasada la frontera del cuarto minuto. El trío preserva por un buen rato el dinamismo conquistado, el cual finalmente habrá de aterrizar en un epílogo sereno arropado por un aura de misterio. En cuanto a ‘Before And After’, también pone a las puntuaciones del bajo como núcleo central del pasaje inicial, pero se nota que la ingeniería de este crescendo ostenta una dosis mayor de tensión (contenida en su mayor parte) en comparación con la sección prologar del tema de apertura. A su vez, esto exige que el ascenso ocupe más tiempo para llegar a su futura maduración. Algunos recursos cibernéticos emergen cuales mini-travesuras posmodernas mientras los traqueteos van reforzando la senda trazada, y es así que en el sexto minuto se nota la inminente emergencia del groove central (a concretarse poco antes de llegar a la frontera del octavo minuto). Una vez que la musculatura del trío halla su foco central, se arma una perfecta mezcla de agitaciones avant-jazzeras a lo John Zorn y math-rock estandarizado. La agilidad de la batería se arma de suficientes vibraciones mecanicistas como para sustentar solventemente las sutilmente complejas marañas de la guitarra y el bajo. El seco golpe final es la culminación apropiada para este alucinante viaje musical. Dando un giro radical, ‘Tectonics / A Sore Point’ se adentra en una exploración en ambientes minimalistas marcados por una espiritualidad densa con ciertos ribetes oscurantistas. ‘A.o.E.i.n.E.o.A’ sigue, hasta cierto punto, por esta senda; se mete de lleno en lo oscurantista al modo de una idea perdida de los UNIVERS ZÉRO de la fase 1979-81 que se remodela con sutiles agitaciones distantes. Es el imperio de lo noctámbulo atravesado por texturas minimalistamente surrealistas. 
 

Cuando llega el turno de ‘Velvet Sun’, vuelve a salir el sol y, con él, la dimensión más extrovertida del trío. Nuevamente lucen los Sres. Meier, Schnellmann y Troller sus galones de la habilidad para crear figuras arquitectónicas con una soltura vivaz que sabe por dónde no ir para evitar desbordarse. La refinada garra que opera en el matrimonio de guitarra y bajo asume una exuberancia especial con los vitalistas ornamentos que emergen del complejo swing de la batería. El armazón de la interacción epilogar (relativamente emparentado con el paradigma de los KING CRIMSON de los 80) se revela como el lugar a donde se dirigía toda la secuencia previa de vibraciones avant-rockeras; he aquí la idea de composición percusiva en su máxima expresión. ‘Animate Become’ se adentra un poco más en el estándar del brutal prog (con ciertas afinidades con PAK) en medio de un ambiente de caos controlado. El ensamble se mueve fluidamente sobre los imposibles grooves que sustentan al inquietante enclave temático en curso; realmente suceden muchas cosas en los 3 ½ minutos que la banda se otorga para concretar este trayecto sónico que, aunque coquetea abiertamente con la implosión, no llega a ese punto. Total fidelidad a la ingeniería a través de la genuina organicidad que constantemente crean los integrantes del grupo. ‘Made Of Thin’ cierra el álbum con una nueva incursión en el minimalismo y lo hace con una actitud más radical que en cualquier otro lugar anterior del repertorio; hay una parsimonia altiva y solipsista que indica la intención de ocultarse detrás de una neblina inexpugnable. Un altivo contraste frente al vitalismo explícito que signó a las dos piezas precedentes. En fin, “5” es un disco fabuloso e intenso que confirma a SCHENELLERTOLLERMEIER como uno de los más creativos y poderosos colectivos que hay dentro de la avanzada rockera europea del nuevo milenio: una apuesta ganadora, definitivamente. La investigación en la discografía de este trío es totalmente recomendable, así como la inclusión de varias de sus publicaciones en una colección que se precie de ser buena.
 

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