Sunday, May 23, 2010

Desde el páramo musical de DEFÓRMICA nos llega su segundo agasajo progresivo.


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

El grupo argentino DEFÓRMICA se ha tomado unos cuentos años en dar a luz este segundo trabajo fonográfico titulado “Páramo” después del impacto tan positivo que nos dejó su disco debut “H” allá pro 2006. La huella de este disco de la consonante muda sigue perenne como un referente de parte de lo mejor que se ha venido haciendo en la actual escena rockera experimental argentina en lo que va de milenio, y ahora con “Páramo”, editado en este mismo mes de mayo por Viajero Inmóvil, el quinteto confirma con creces su posición como uno de los ensambles más creativos y sugerentes del progresivo argentino de nuestros días. Una novedad fácil de notar en lo que nos ofrece DEFÓRMICA ahora es el realce del elemento post-rock dentro de las composiciones y arreglos de todos o casi todos los temas, aunque de manera más concreta, cabe también resaltar que el grupo mantiene un núcleo esencial consistente en su sonido, producto de la confluencia entre la psicodelia pesada, el crimsonismo y el jazz-rock de manifestaciones robustas.


Los primeros segundos de ‘Novelesco’ son conformados por un diálogo sincopado de guitarras muy a lo post-rock “crimsonizado”: cuando el ensamble entero entra en acción, el esquema sonoro se enriquece hasta generar una vibración jazzeada que inunda los motivos en curso, bien embebidos en una psicodelia refinada que en unos momentos nos puede hacer evocar a ISIS o a EXPLOSIONS IN THE SKY, y en otros momentos tornar nuestros oídos hacia atmósferas espaciales desarrolladas sobre cadencias jazz-rockeras. Para cuando el tema finaliza, nos deja con la miel en los labios, pero afortunadamente estamos recién en los primeros cinco minutos del álbum. Sigue a continuación ‘Escapar En Círculos’, pieza desplegada sobre un frenesí rockero tan contundente como bien llevado: psicodelia crimsoniana y math-rock se combinan en una fuerza compacta e irrebatible. ¿Por qué no pudo durar un poco más aunque sea este tema?, me pregunto mientras paso los siguientes dos temas ‘Algo Se Lo Lleva Todo’ y ‘Liberticida’, ambos superando la barrera de los 6 minutos. El primero de estos temas mencionados elabora una dinámica un tanto parecida a la del primer tema aunque con una administración un poco más contenida del fragor rockero: definitivamente, los diversos motivos y variadas pautas rítmicas que entran a tallar mientras la pieza evoluciona tienen una inapelable efectividad a la hora de transmitir una sofisticación progresiva bien entendida. La etérea sección intermedia despliega un agradable colorido de talante envolvente mientras que la sección final lleva lo etéreo hacia una dimensión mágica merced a la suave adición de texturas de metales. Por su parte, ‘Liberticida’ vuelve a explorar este estándar de post-rock, crimsonismo y jazz-rock a través de una ingeniosa y ambiciosa ilación de motivos.

‘Tropel’ y ‘Delves’ son temas de más breve aliento, creando mutuamente una dupla conveniente dentro del repertorio. El primero despliega una sonoridad post-rock metalizada (post-metal que le llaman) cuya contundente polenta podría muy bien ser envidada por la gente de RED SPAROWES; el segundo también toma un poco de esto con un tamiz progresivo más pronunciado, pero también incorpora pasajes lánguidos un poco a lo GYBE! con la finalidad de crear un interludio sorpresivo en medio de la controlada variedad temática. ‘Citrioino’ es un híbrido de post-rock ágil y krautrock mecanizado (a lo NEU!), portando un esquema compositivo que refleja una dosis más notable de calidez de las que usualmente podemos apreciar en estas dos líneas musicales. Los últimos segundos de la pieza están ocupados por una capa sonora minimalista que anuncia el pronto arribo de ‘Oh Rey!’, pieza que completa a lo grande el repertorio de “Páramo”. ‘Oh Rey!’ asume un compendio de psicodelia heavy post-rock y jazz de vanguardia: lo que logra el ensamble con la ayuda adicional de los invitados a la trompeta y al trombón durante la sección jazzera es una ingeniosa utilización de la tensión en clave free-form sobre una robusta secuencia rítmica. Una vez más debo decir esto... ¡cuánto me frustra que esta sección no sea más larga! La dosis de energía encarnada en esta pieza establece un explosivo clímax previo a la candidez relajada de los últimos momentos. Interpreto este recurso como una alusión a algo misterioso que subyace a las sonoridades tan abundantemente explícitas que habían tenido lugar durante la mayor parte de la pieza. De este modo culmina “Páramo”, una obra que me parece magnífica y que recomiendo a todos los coleccionistas progresivos que amen las sólidas experimentaciones rockeras encuadradas en sonoridades musculares y sanamente eclécticas.

DEFÓRMICA es un referente innegablemente importante para la producción rockera argentina de vanguardia en el año 2010. Concluyo esta reseña con sendos vídeos que muestran a la banda tocando en vivo el primer y el último tema del disco, respectivamente: http://www.youtube.com/watch?v=57Vax-0OeH0 / http://www.youtube.com/watch?v=1jw9YqqD9xQ

Wednesday, May 19, 2010

El fuego inacabable de LA MASCHERA DI CERA - "Petali Di Fuoco"




HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Desde el área italiana nos llega el nuevo trabajo de LA MASCHERA DI CERA, “Petali Di Fuoco”. El título de este trabajo musical muy bien hecho, signado por la riqueza melódica y vibrante energía que siempre han caracterizado a sus discos hasta el día de hoy puede muy bien signar la capacidad que tiene este grupo para seguir manteniendo viva la llama progresiva dentro del jardín musical internacional desde una estrategia retro-sinfónica, la misma que, de alguna manera mágica, se mantiene fresca y vigorosa. Para este nuevo disco, el grupo pasa a convertirse en sexteto merced a la inclusión de un músico permanente en el rol de guitarrista – Matteo Nahum. Ya desde el tiempo de su fabuloso segundo disco “Il Grande Labirinto” la guitarra tenía una presencia dentro de ciertos desarrollos instrumentales, pero esta situación ahora se sostiene en el hecho de que no tiene un rol extra sino que es estable. En todo caso, el teclista Agostino Macor sigue gozando de un incuestionable rol protagónico cuando el ensamble instrumental despliega la mayoría de sus viajes sónicos.

‘Fino All'Aurora’ abre el disco estableciendo de lleno una resurrección de los esquemas progresivos de BIGLIETTO y ALPHATAURUS, un área de trabajo conocida por los coleccionistas progresivos y que LMDC maneja a su antojo. La riqueza melódica de la pieza es prístina y efectiva, con un manejo de no demasiado enredado de las variantes de ritmos y motivos…. Y por supuesto, ese sintetizador analógico que entra a tallar en varios momentos provoca un goce irresistible. ‘D-sigma’ es un tema más breve, menos fastuoso, casi como un single “sin querer queriendo”, pero igualmente centrado en atmósferas sinfónicas que, hoy por hoy, nos suenan emparentadas con lo que hacen otras bandas italianas como UBI MAIOR y NOTABENE: aquí empieza a notarse más claramente el rol gravitante que tiene la guitarra permanente dentro del esquema sonoro aumentado que nos ofrece ahora LMDC. Tengamos en consideración que en “Luxade” ya había demostrado el grupo un gusto por endurecer ocasionalmente su sonido con notables dosis de músculo y fibra. Maurizio DiTollo deja su arsenal de batería y percusiones para desarrollar una hermosa pieza contemplativa a la guitarra clásica (algo que ya hizo en ROHMER), resultando así ‘4.18’. Básicamente, esta pieza sirve como preludio a ‘Discesa’, un tema en el que LMDC explora su vena jazzera dentro de un esquema sinfónico, algo que nos puede muy bien recordar al FINISTERRE de “In Ogni Luoco”, así como a CHIAVE DI VOLTA, y por qué no, finalmente a MUSEO ROSENBACH (el lado 2 de “Zarathustra”). ‘Tra Due Petali Di Fuoco’ tiene una primera mitad sumamente intimista, con el romántico canto de Corvaglia volcado desde el mismo inicio sobre escalas de guitarra acústica y clavicordio; una vez que se unen el piano y la flauta, la atmósfera evocativa adquiere matices etéreos de modo que logran crear trazos de emoción contenida que envuelven el ambiente. La segunda mitad empieza trasladando lo romántico hacia un terreno un poco más fastuoso cuando el encuadre marcado por las texturas hackettianas de la guitarra y la batería se llena con capas de mellotron. Es una pena que este pasaje no dure mucho, pero la coda jazzero-pastoral también es bienvenida. Esta canción bien puede ser la composición más bella de LMDC (hasta ahora). Cuando la espartana línea de bajo que inicia la siguiente canción despliega una solemnidad tan grisácea, tenemos motivos fundados para sospechar que ‘L’Inganno’ nos tiene preparada una cosa muy distinta. Sin tratarse de una pieza excesivamente agresiva, sí porta una densidad fácil de notar, aunque no exenta de aura melancólica.

Lo melancólico se manifiesta expresamente en ‘Agli Uomini Che Sanno Già Volare’, otra pieza vívidamente diseñada desde el lado introspectivo de la banda. Me parece oportuno que una pieza tan explícitamente conmovedora anteceda a ‘Il Declino’, tema que comienza con la polenta rockera bastante recargada, casi como el mejor OSSANA. Pero hay sorpresas progresivas a lo largo del camino, por supuesto, con un ceremonioso motivo lento que emerge poco después de pasar la frontera de los 3 minutos. El asunto permanece estable en esta área a fin de crear un nexo con la pieza siamesa ‘Phoenix’, la cual se impulsa desde la reinante atmósfera ceremoniosa y elabora una arquitectura tan densa como dinámica – las capas de mellotron y controlados solos al sintetizador y al órgano se encargan de dirigir el colorido resultante en camino hacia el fade-out, mientras que la guitarra solista asume un rol complementario. El disco termina con la última muestra de romanticismo progresivo al estilo italiano que es ‘La Notte Trasparente’: durante los primeros casi 2 minutos, la canción mantiene una ambientación muy intimista, mas poco a poco va elaborando una gradual fastuosidad que realza efectivamente el atractivo general propio de la idea melódica básica. La guitarra eléctrica se luce como nunca antes en el disco, colaborando ampliamente con la arquitectura contundente enarbolada por la instrumentación. Se trata de una excelente manera de concluir un disco que está destinado a llamar la atención de una buena parte de coleccionistas progresivos a lo largo de este año 2010 – LA MASCHERA DI CERA se confirma como campeona de la preservación del sinfonismo italiano primordial.

Sunday, May 16, 2010

Desde México llega la danza progresiva de GOVEA


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hace poco he descubierto a GOVEA y su disco debut "Danza Urbana": lanzado al mercado progresivo de su natal México en 2009, recién en este mes de mayo me he podido agenciar un ejemplar de este disco, y bueno, aunque impuntual, mi experiencia ha sido bastante grata. Teniendo en cuenta que GOVEA es un power-trío centrado en el teclado, la tentación de esperar una remodelación de las herencias de ELP, THE NICE y/o TRIUMVIRAT es muy grande – sobre todo cuando uno se entera que el grupo ha versionado algún que otro tema del combo de Jürgen Fritz en concierto – pero al escuchar con detenimiento la oferta plasmada en “Danza Urbana”, nos podemos percatar directamente de que el teclista y compositor Salvador Govea desarrolla tendencias más inclinadas hacia estilizadas elaboraciones melódicas (a lo Wakeman) en alternancia con juegos de contrapuntos y amables texturas disonantes (a lo Minnear). No busquemos aquí un equivalente latinoamericano de ARS NOVA o GERARD, por ejemplo. Por otro lado, como Salvador también tiene un lado jazzero pronunciado, Chick Corea y el Emerson pianista de tendencia jazzera son las influencias más notables en esta faceta específica del sonido GOVEA. Añadamos también su sesudo análisis de ritmos propios del folclore mexicano, y contaremos también con el elemento fusión dentro de su estilo personal, el cual ha de marcar al resto del equipo. Pero no pasemos por alto al resto del equipo. A la batería está Víctor Baldovinos, veterano y diestro artesano de exigentes ritmos y cadencias cuyos aportes más reconocidos a la escena art-rock de su país se basan en su membresía en ICONOCLASTA (grupo donde el mismo salvador estuvo por unos 4 o 5 años). Él y Salvador articulan a las mil maravillas los dos polos de un esquema ágil y versátil donde se arman y despliegan las melodías y atmósferas del repertorio de “Danza Urbana”, siendo así que entre ellos se sitúa el bajista Luis Arturo Guerrero (colega de Salvador en el Conservatorio de Música) como el experto a cargo de completar la columna vertebral del sonido grupal. La labor de grabación y producción de “Danza Urbana” fue larga y ardua, marcada además por ciertas inconstancias en la formación: eso explica que los temas primero y último cuenten con bajistas distintos (David Sánchez y Jorge Velasco, respectivamente). En fin, el hecho de que este disco sea ya un ítem físicamente tangible revela que el proceso creativo no fue en vano y llegó a buen puerto.



Los primeros 6’20” del disco están ocupados por la pieza precisamente homónima. Los platillos abren la secuencia de 5/4 que habrá de ocupar bastante espacio durante el primer desarrollo de la pieza, mientras que el bajo y el teclado hacen una entrada gradual de tonos emparentados con los estándares de GENTLE GIANT y KING CRIMSON. Poco a poco, el swing se hace más directo hasta que llega un interludio misteriosamente sobrio, concentrado en una languidez casi cósmica – pasado el interludio, las cosas vuelven a la extroversión inicial, incluso realzando la dosis de fastuosidad. Estos primeros 6 minutos del disco dejan una huella gratamente impresionante como pare que el oyente mantenga el estímulo por dejarse llevar aún más por la curiosidad y seguir navegando por el segundo tema, ‘Continuum’, pieza donde predomina el compás de 7/8. El trío se manda ahora hacia sonoridades sinfónicas sabiamente alimentadas de amable colorido y atractivas sofisticaciones armónicas. En este momento del disco, el trío ya agarró vuelo, y para demostrarlo está el tercer tema, ‘Claroscuro’, el cual se impulsa desde las atmósferas ya introducidas en el tema precedente y las lleva hacia una expansión melódica más nutrida y ambiciosa. También está estructurado sobre un compás de 7/8, manejado con esa agilidad que la banda sabe exhibir diestramente. Para los últimos 50 segundos, la pieza vira hacia un frenético 3/4 a fin de elaborar una estupenda coda psicodélica. Se trata de uno de mis favoritos personales del disco, y eso que no me estoy refiriendo a un disco lleno de altibajos ni mucho menos: las dosis de ingenio en los arreglos y robustez en las interacciones entre los tres músicos se mantienen firmes a lo largo de todo el repertorio. 



‘Convergentes’ comienza estableciendo un sendero dentro del terreno de la fusión del jazz con ritmos folclóricos mexicanos: el teclado dominante es el piano, lo cual aprovecha Salvador para elaborar atmósferas jazz-rockeras bajo un revestimiento sumamente elegante. La presencia de un guitarrista invitado que toca un incendiario solo en el medio permite a la pieza explicitar una energía que casi todo el tiempo permanece elegantemente matizada. En la última sección del tema, la pieza se enmarca directamente en lo sinfónico bajo la guía de un etéreo solo de sintetizador. ‘Falsa Dicotomía’ va más lejos para establecer un compromiso más consistente con el estándar del jazz-fusión: Baldovinos se erige en protagonista principal en algunos pasajes en los que el grupo explora vías más libres aparte del motivo central. Por su parte, ‘Intersecciones’ es un solo de piano en el cual Salvador Govea explora una alternancia de dibujos pulcramente académicos y suaves cadencias jazzeras: en esta composición s mezclan lo intimista y lo colorido. En fin, el disco concluye con una adaptación de una pieza académica compuesta por Miguel Bernal Jiménez, gran renovador de la música sacra durante la primera mitad del siglo XX. Para la gestación y desarrollo de este arreglo, el grupo decide recuperar el tenor sinfónico a todo dar, e incluso se nota un compromiso más directo con el estándar de ELP (y tal vez también algún parentesco con TRIUMVIRAT). Enérgico sin ser chocante, robusto sin exageraciones, este ‘Concertino’ cierra el disco con un oportuno tenor épico.

El balance general que propongo para “Danza Urbana” es muy positivo, con lo cual recomiendo su adquisición para todos los interesados en explorar lo que se ha hecho y se sigue haciendo dentro de la vanguardia artística rockera en latitudes hispanoamericanas. GOVEA es una realidad surgida desde tierras mexicanas para seguir alimentando la vitalidad de la herencia del rock progresivo en el transcurso del nuevo milenio mientras va abandonando su primer decenio. Para ilustrar esta frase final, les dejo estos dos botones de muestra: 
Continuum - http://www.youtube.com/watch?v=Ar6XCaE-4LY
Falsa Dicotomía - http://www.youtube.com/watch?v=KuXsgCg1d2s

Tuesday, May 11, 2010

Los caminos actuales del jazz progresivo: desde Noruega, ELEPHANT9



HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

ELEPHANT9 es el nombre del ensamble noruego formado por Ståle Storløkken a los teclados, Nikolai Hængsle Eilertsen al bajo y Torstein Lofthus a la batería: siendo ellos miembros de bandas tan diversas como SUPERSILENT (free-jazz ecléctico), SHINING (R.I.O. de tendencias metaleras) y THE NATIONAL BANK (rock indie), el resultado de su asociación es este power-trío de jazz progresivo que ya ha cosechado elogios a lo largo de sus cortos tres años de existencia en curso. El núcleo sónico de ELEPHANT9 se enmarca convinventemente bajo las pautas del jazz-rock contemporáneo a lo NIACIN, además de influencias inspiradas en la vieja escuela de jazz-fusión 70era (la faceta más agresiva). El resultado es bastante robusto, para lo cual ayuda el empleo bastante habitual de texturas experimentales y atmósferas psicodélicas. El trío está a sus anchas explorando ambientes y atmósferas variadas, pero suele tomarse su tiempo para terminar de explotar cada idea; las creaciones musicales se desarrollan en jams, no hay una labor meticulosamente melódica en las piezas que conforman sus hasta discos “DodoVoodoo” (2008) y “Walk The Nile” (2010). Es este último que pasamos a reseñar inmediatamente.


El tema de apertura ‘Fugl Fønix’ instala una secuencia musical ágil sostenida sobre un vibrante compás de 6/8: el trío expone de frente su vitalidad ante los ojos del oyente con un muy inspirado Lofthus que luce su entusiasta destreza con desparpajo y sin tapujos. ‘Aviation comienza con un tenor muy distinto, más introvertido, casi cósmico, basado en cortinas minimalistas de órgano que ocupan el centro del primer minuto y medio. El bajo emite trazos de lo que será la línea básica mientras que la batería empieza a emerger de forma calculada, y uno sabe que no tardará el ensamble en procurar un nuevo viaje jazz-rockero intenso y extrovertido. Una vez más, la mezcla da un espacio importante a la batería de Lofthus pero son las sonoridades emitidas por el teclista Storløkken las que naturalmente conforman el centro neurálgico del desarrollo instrumental. Las huellas de NIACIN están patentes en el swing tan abiertamente dinámico que los ELEPHANT9 saben crear con aparente facilidad... pero con un robusto compromiso con los ideales de la experimentación psicodélica. El tercer tema es justamente el homónimo – una sorpresa musical de 10 minutos de duración cuya estructura sónica está encapsulada en una lánguida atmósfera cósmica. Aquí la cosa a apreciar no está en la composición ni en el gancho sino en la consistente complacencia en climas misteriosos y expectantes que aluden a paisajes intergalácticos y nebulosas surrealistas. ¿Cómo describir este tema? Un traslado de los espíritus del TANGERINE DREAM de “Phaedra” y CLUSTER a la faceta más abiertamente deconstructivista del WEATHER REPORT pre- Pastorius, con añadidas sazones de post-rock “reciclado”. Ha sonado muy extravagante, y quién sabe si ha tenido algo de sentido, pero es lo mejor que se nos ocurre por ahora.


El cuarto tema ‘Hardcore Orientale’ nos devuelve a una vibración más abierta, semejante a la del primer tema: aunque comienza con una dosis un poco menor de calidez, las cosas van pasando a incrementados niveles de intensidad que hacen que el último minuto sea realmente pletórico. ‘Habanera Rocket’ nos trae otro momento de largo desarrollo musical (casi un cuarto de hora) y filuda experimentación espacial. Durante los primeros minutos, el trío elabora un clima hipnótico y cadencioso que no se halla muy lejano de AGITATION FREE o EXMAGMA: la dupla de Eilertsen y Lofthus opera como una maquinaria impecable. La mecánica monotonía – solo rota por las sobrias improvisaciones armónicas a cargo del órgano – establece un aura expectante que finalmente vira hacia un groove exquisito e irresistible: el bajo de Eilertsen dibuja un loop que no podría ser mejorado por sintetizador alguno. Poco antes de llegar al minuto 10, el esquema rítmico muta hacia cadencias fusionescas mientras que los aportes del teclado y del bajo transitan por suaves climas cósmicos: ELEPHANT9 también se da maña para experimentar con atmósferas de corte free-jazz, según parece. La coda llega con una breve retoma del segundo motivo con añadidos matices psicodélicos. El disco termina con una pieza como ‘John Tinnick’ que se explaya sólidamente sobre un compás frenético impetuosamente armado con precisión arquitectónica: los riffs y efectos varios que se emiten desde el Hammond son intensos y llamativos.


Como balance general, “Walk The Nile” me resulta un disco bastante llamativo, un muy buen síntoma de que todavía existe un enorme potencial para la polenta y la renovación en el escenario mundial del jazz-rock y el progresivo de base jazzera. Desde las frías tierras escandinavas emerge ELEPHANT9 como un pozo de sonoridades abrasivas. ¡¡Recomendado para la lista de más destacados del año 2010!!

Tuesday, May 04, 2010

Homenaje póstumo a ENRIQUE JARDINES, la mente del Cero Absoluto







HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.

Hoy traigo a colación la triste noticia de un reciente deceso musical – el bajista estadounidense de ascendencia cubana Enrique Jardines falleció el pasado 22 de abril, a la edad de 59 años, víctima de un inesperado infarto relacionado con su diabetes.

Él fue fundador del trío de jazz-prog vanguardista ABSOLUTE ZERO, el mismo que llevaba muchos años realizando una musicalidad excitante y siempre sorprendente, producto del híbrido entre free-jazz, rock in opposition y fusión, más exactamente, desde mediados de los 80s. Habiendo comenzado como un power-trío de guitarra, bajo y batería, fue con la formación de Aislin Quinn (voz y teclados), Pip Pyle (sí, el mismo de Hatfield & The North, National Health, Gong, Soft Heap, etc., a la batería y percusión) y Jardines (bajo) que ABSOLUTE ZERO grabó su único registro fonográfico “Crashing Icons” en 2003. La propuesta sonora plasmada en este disco es aventurera, agresiva y refinada a la vez, intensa y cerebral al unísono, ardiente de deseos por revolucionar el arte de sonido al mismo tiempo que festeja las diversas influencias recibidas de diversas vanguardias jazzeras y rockeras (especialmente el R.I.O. de Henry Cow y Art Bears).

A modo de póstumo homenaje, transcribo aquí una reseña que escribí a inicios de 2006 sobre este disco que me gusta mucho y que aún me parece una de las más tremendas joyas progresivas editadas en lo que va de milenio.-

“Temas -
1. Bared Cross (13:47)
2. Further On (20:43)
3. Stutter Rock/You Said (11:49)
4. Suenos Sobre Un Espejo (16:46)

Integrantes: Aislin Quinn (teclados, voz y percusión) / Enrique Jardines (bajo y percusión) / Pip Pyle (batería y percusión)
Colaboradores: Keith Hedger (trompeta y percusión en 4) / Jim Stewart (percusión en 2 y 4)

La visión musical del grupo parece ser una manifestación directa y literal del titulo en cuanto al orden, esquema melódico y convenciones estructurales: todos ellos quedan reducidos a la mínima expresión de cero absoluto. Jugando con la radical sorpresa propia del free jazz, las interacciones instrumentales y dadaístas vocalizaciones derivan en constantes cambios de ritmo y ambiente, sentido de caos sonoro, travesuras surrealistas,... todo ello ejecutado con majestuosa inventiva por las sólidas y agresivas labores de Jardines y Pyle, mientras que Quinn añade matices, adornos y algún que otro solo de teclado y canta con un espíritu libre semejante al de Deborah Perry de Thinking Plague (y por extensión, al de Dagmar Krause). La influencia mas evidente en el sonido de AZ es el Henry Cow más radical, el del ‘In Praise of Learning”.

En cierto sentido, los teclados de Quinn proveen algo de lirismo a un sonido global que suele estar dominado por los notoriamente agresivos aportes del bajo de Jardines – hay que ver que cosas tan increíbles hace este señor con su instrumento, llevándolo a los confines propios de la guitarra primera sin empacho alguno. El hecho de que c/u de los temas sea particularmente extenso (entre los casi 12 minutos y mas de 20 minutos de duración) permite la creación de espacios mas que suficientes como para que los músicos se explayen en sus ideas, variantes y, sobre todo, las sorpresas que se van acumulando inmisericordemente.

El Latin jazz y la música étnica exótica son elementos integrados dentro de la impresionante paleta sonora de Absolute Zero, tal como se deriva de ciertos pasajes de los temas: las cadencias particulares de ambos recursos estilísticos ayudan al material a mantener una patente frescura en medio de la continua experimentación visceral. Esto se nota de manera especial en ‘Further On’, que es, a la sazón, el tema más largo. La presencia destacada de percusiones tonales de corte africano opera como un catalizador de colores en medio de la niebla radicalmente neurótica creada por el trío nuclear. Pero no vale quejarse a estas alturas del partido: ya desde el tema de apertura ‘Bared Cross’ el oyente sabe que el arte del ruido esta siendo usado a fin de poner a prueba los limites de su “sensatez” estética e invitarlo a disfrutar de lo perturbador. En un disco tan parejo como este, me resulta un tanto difícil elegir a esta pieza como la mas notable, pero tengo bien en claro este veredicto personal. ‘Stutter Rock/You Said’ se centra más en lo jazzero, combinando las evocaciones a la escuela de free jazz tal como se desarrollo en los 60’s y la frescura del funky: eso la hace la pieza menos inescrutable de este repertorio. Aquí hallamos los solos de teclado mas impresionante, así como un guiño (otro más) al Latin jazz: el anuncio que hace Jardines de Jim Stewart como “salsero fabuloso” y “maestro del ritmo tropical” antes de su solo de congas es sencillamente estupendo en su desenfado. Es en esta porción donde el bloque sonoro entra en una exploración casi infernal (dije que ‘Stutter Rock/You Said’ era menos inescrutable, no que estuviera exenta de locuras). Si en el tema precedente las cosas bajan un poco su nivel de neurosis, en el estupendo tema de cierre parece haber una mayor apertura al lirismo en medio del perpetuo dadaísmo – ‘Suenos Sobre Un Espejo’ contiene un clima onírico, manifestado con sutileza mas sin ocultamientos. La aparición de pasajes oscuros y el empleo de vocalizaciones pomposamente ceremoniosas, en vez de dirigirse hacia lo tétrico o algo parecido, realzan efectivamente el absurdo de lo irreal: esto, en el mundo musical de AZ, significa traernos un poco de desestructuración e invitarnos a compartir la carga. La coda es lo suficientemente explosiva como para recordarnos que dicha carga implica, ante todo, un desafío.

“Crashing Icons” es esencialmente un disco martilleante y abrumador, el mismo que explota la herencia del RIO con energía, inventiva, e incluso descaro irreverente. Se trata de una labor de absoluta compenetración entre músicos que ponen sus ideales anárquicos al servicio de un bloque común mientras van interactuando sobre la marcha. Creo que esta es lo más adecuado que tengo a mi alcance para describir la alucinada oferta de Absolute Zero. Disco sumamente recomendable, pero también alevosamente “esotérico”: es un disco que busca su propio auditorio con mirada hermética y criterios incendiarios. ”

Gracias por la música, Maestro Jardines, redescubre nuevos esquema rítmico con Pip ahora que te has reunido con él en el más allá.