Friday, May 30, 2014

El intelecto progresivo de NODO GORDIANO


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es el turno de NODO GORDIANO y su nuevo álbum “Nous”. Este grupo italiano formado a mediados de los 90s ha tenido una inconstante pero interesante trayectoria en nombre de la preservación del ideal del rock progresivo en su país. Constando actualmente del trío de Andrea De Luca [bajo, guitarras eléctrica y acústica, sintetizador, saz, voz], Fabrizio Santoro [guitarras eléctricas, sintetizador, bajo, efectos] y Carlo Fattorini [batería, tambores electrónicos, glockenspiel y demás percusiones acústicas], la banda sigue ahondando en su sinfonismo enérgico y expresivo que coquetea ampliamente con los paradigmas del Crimsonismo, la psicodelia, el jazz-rock e incluso algunas facetas vanguardistas del prog como el krautrock. ¡En serio, hay aquí un eclecticismo severo y seguro de sí mismo! De Luca, quien es el único integrante original que sigue presente en NODO GORDIANO, se ha mantenido a cargo de la evolución y reafirmación estilística de la banda, y “Nous” es el testimonio inapelable de que dicha reafirmación se mantiene sólida en su musicalidad. El título del álbum alude a la inteligencia cósmica que muchos filósofos de la antigüedad griega con la que designaban el fundamento del universo como entidad viva, y ahora le sirve a NODO GORDIANO como indicación del poder especial que pretenden dar a su música.


Yendo al repertorio mismo del disco, nos topamos en primer lugar con ‘Portonovo’, pieza que se focaliza en una aureola parsimoniosa situada entre lo reflexivo y lo grisáceo. La primera sección, que dura casi 4 minutos, se centra en el encuadre de guitarras acústicas y percusiones sobre los cuales se explayan capas de sintetizador; luego emerge la siguiente sección donde se sube la intensidad rítmica para que la guitarra eléctrica inserte breves solos delirantes de corte Frippiano, redondeándose la faena con una minúscula coda donde se retoma el ambiente inicial. Luego sigue ‘Aion’, tema que se prodiga en intensidades eléctricas en una amalgama de space-rock y post-metal que posee un gancho extremadamente magnético, además de un punche contagioso: si la pieza de apertura parecía evocar una neblina otoñal, ésta enciende una hoguera para iluminar fuertemente los recovecos de la noche. Las etéreas capas de sintetizador con que termina ‘Aion’ abren la puerta a ‘Apolonia Del Nolano’, que emerge con un cálido colorido jazz-rockero firmemente sostenido por una armazón rítmica ágil. El matrimonio de las guitarras acústica y eléctrica es manejado con punche solvente para llenar espacios instrumentales mientras De Luca destila su canto con un apasionamiento característico del prog italiano.Los cambios de motivos y ambientes están a la orden del día, organizándose bajo la confluencia de sinfonismo y jazz-rock, gozando de un tenor pastoral debido al rol importante que ocupa la guitarra acústica. La cuarta pieza del álbum es justamente la que le da título: ‘Nous’. Durando casi 10 minutos, consiste básicamente en un ejercicio de space-rock alimentado por influencias de STEVE HILLAGE (sus clásicos álbumes solistas de los 70s) y, en parte, el KING CRIMSON 73-74 y el PINK FLOYD 69-71, aunque también exhibe una vibración turbulenta propia de la vanguardia psicodélica del nuevo milenio. El punche que anteriormente había avivado el fuego sonoro de ‘Aion’ regresa ahora como éter que ilumina una dimensión trascendente con un dinamismo a la vez robusto y flotante. Sin duda, la dupla de ‘Apolonia Del Nolano’ y ‘Nous’ completan un cénit rotundo dentro del repertorio.



‘Officina’ ofrece un viaje por los senderos de la tradición sinfónica italiana, casi como una añoranza de aquellos tiempos en que bandas como ALPHATAURUS, IL ROVESCIO DELLA MEDAGLIA y BIGLIETTO PER L’INFERNO agitaban la escena italiana con su mezcla de energía y distinción. La ambientación ceremoniosa general de la canción se sostiene coherentemente a través de las secciones lentas y rápidas que se hilan de manera muy compacta. ‘Arturiana’, que es el segundo tema más extenso del disco, prosigue por esta actitud ceremoniosa pero esta vez lo hace en un híbrido de space-rock, sinfonismo y stoner, el mismo que está diseñado para darle un peso dramático peculiar a cada una de las secciones que se van hilando dentro del bloque multi-temático. Hay un pasaje donde sale a relucir un solo de guitarra con talante jazz-rockero sobre un núcleo psicodélico, un pasaje que sirve para preparar un final cautivadoramente climático. El álbum se cierra con ‘Stella Maris’, un viaje lánguido y oscurantista por corrientes subterráneas donde los músicos navegan ben pertrechados con atmósferas estelares y motivos bien orquestados. El rol primordial de los teclados le da un ímpetu de magnificencia al bloque instrumental general, el cual incluye coqueteos con el krautrock sintetizado de vieja escuela, así como la intervención del saz guía la fusión de inspiración exótica que se utiliza para el mágico epílogo. 


En conclusión, tenemos en “Nous” un ejemplo de cómo se puede ser osadamente ecléctico dentro del actual escenario del rock progresivo y no morir en el intento, sino más bien, sobrevivir como un campeón digno de las mejores medallas. Nosotros conocemos a NODO GORDIANO desde hace un tiempo y podemos decir honestamente que este nuevo disco no nos ha decepcionado para nada. Esperamos que quienes aún no lo conozcan logren apreciar este disco a través de toda su complejidad, pues en nuestra humilde opinión nos parece de lo mejorcito que está dando Italia a la música progresiva producida en 2014.


Muestra de “Nous”.-

Tuesday, May 27, 2014

La música errante de IAN ANDERSON


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETIAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

IAN ANDERSON, el trovador perpetuo que por muchos años fungió como figura creativa del ahora difunto (o por lo menos indefinidamente hibernando) JETHRO TULL, vuelve a proyectarse hacia su faceta solista con “Homo Erraticus”. Al igual que en su disco inmediatamente anterior “Thick As A Brick 2”, ANDERSON recurre a su legendario alter-ego Gerald Bostock para este sexto disco solista, y la ocasión presente nos remite al estudio que realiza el Sr. Bostock de los manuscritos de un tal Ernest “Teddy” Parritt (1865-1928), un Coronel del Ejército Británico destacado en la India a inicios del siglo XX. El buen Parrit contrajo malaria y luego, en medio de su proceso de recuperación,  solicitó su retiro prematuro y se puso a escribir un extenso libro donde hace un repaso histórico de la conformación de la nación británica desde la Prehistoria hasta sus tiempos contemporáneos, así como algunas visiones alucinadas sobre un futuro que conocerá una segunda guerra mundial, el afianzamiento de la cultura de consumo, la globalización y un futuro del Planeta Tierra tras la extinción del género humano. Volviendo al mundo real, se nota que IAN ANDERSON aún cuenta con solventes credenciales progresivas dentro de la comunidad rockera amante de este género pues el año pasado recibió el galardón al Prog God (“Dios del Prog”) en la ceremonia de Prog Magazine Awards, y justamente eso le ha hecho tomar conciencia del rol tan influyente que ha ejercido desde aquellos tiempos del clásico “Stand Up” – y sobre todo, “Aqualung” y “Thick As A Brick” – dentro de un paradigma del rock artístico respecto al cual solo se veía a sí mismo como cordial vecino y ocasional habitante (léase, por ejemplo, el libro de la edición del 30mo, aniversario de “Thick As A Brick”). Pues bueno, asumiendo conscientemente su posicionamiento como músico y compositor de rock progresivo, veamos cómo se ha inspirado el viejo zorro ANDERSON para cada canción de “Homo Erraticus”.


‘Chronicles’ es el título de la serie de los ocho primeros temas, basados en la esquematización que hizo el susodicho historiador sobre el desarrollo de la cultura británica y la conformación de los estándares culturales de la humanidad occidental desde los albores de la historia hasta la decadencia del Imperio Británico. Con los temas primero y tercero, ‘Doggerland’ y ‘Enter The Uninvited’ respectivamente, tenemos una buena dosis de estándares Tullianos prog-folklóricos que nos remiten directamente a aquellos buenos tiempos de “Songs From The Wood” y “Heavy Horses”, además de algunos toques más modernos propios de la dupla “Crest Of A Knave”-“Rock Island”. Dicho de forma más concreta, remodelación de alegres colores y ritmos célticos a través de un filtro de rock moderadamente complejo y con notable protagonismo de la flauta. En medio de ambas canciones se sitúa el breve interludio ‘Heavy Metals’, el cual no es un ítem metalero sino uno que porta un cierto aire etéreo en actitud contemplativa. ‘Puer Ferox Adventus’ es el tema más extenso del álbum – dura 7 minutos y pico – y señala la temática de la instauración de la fe cristiana como paradigma oficial de la moral y la cultura. El tono de la pieza guarda ciertas reminiscencias con otras largas composiciones ceremoniosas de antaño de Ian Anderson, como ‘My God’ o ‘Dark Ages’, y de hecho cubre un espectro intensamente sombrío que tanto las capas orquestales de teclado como los solos de guitarra saben plasmar muy bien. Aunque no refleja la acidez anticlerical que atravesaba a casi toda la segunda mitad del álbum “Aqualung”, definitivamente hay en estas letras de Anderson un talante escéptico sobre la genuina misión del mensaje de Cristo en comparación con la institucionalidad que se inspiró en él. ‘Meliora Sequarum’ irrumpe a continuación para jugar con colores y cadencias medievales, algo que se ajusta perfectamente a la calidez pastoral del clásico Tulliano “Songs From The Wood”, aunque también se notan nexos con el solista “Rupi’s Dance”. La cita de ‘Doggerland’ sirve para crear un aura de comedida intensidad en el interludio. La dupla de ‘The Turnpike Inn’ y ‘The Engineer’ se centra en el desarrollo de la sociedad moderna y el rol de la clase trabajadora y la masonería en dicho proceso: ambos temas exhiben orgullosamente su gracilidad rural céltica, siendo así que ‘The Turnpike Inn’ refleja una gracilidad notoria mientras que ‘The Engineer’ asume un talante un poco más ceremonioso. Cerrando la primera sección, ‘The Pax Britannica’ reincide con aires gráciles pero esta vez con un acento palaciego sazonado con suavizadas dosis de blues-rock: los aires de familia con los estándares de “Heavy Horses” y “Stormwatch” son inocultables.

 

Con las secciones ‘Prophecies’ y ‘Revelations’ nos llegan sucesivamente los 7 últimos temas del disco.En estas dos secciones, el historiador refleja visiones sobre cómo se irá desenvolviendo el mundo occidental a través de la segunda posguerra en camino hacia una globalización galopante y un ethos industrial-comercial que no puede impedir destruir nuestro mismo mundo, para que finalmente surja una época post-humana donde una suerte de “raza de zombis pensantes de origen alienígena” llevará al Planeta Tierra hacia un nuevo paisaje. ‘Tripodium Ad Bellum’ es un hermoso instrumental que funciona como elegía para las jóvenes generaciones desperdiciadas en los campos de batalla durante las dos Guerras Mundiales, abriendo así el camino para la secuencia de ‘After These Wars’ y ‘New Blood, Old Veins’. La primera de estas canciones es una balada que exhibe un tono ceremonioso compatible con el talante elegíaco de la letra, mientras que la segunda ofrece una reconstrucción del esquema de ‘Living In The Past’ (indiscutible hit del viejo JETHRO TULL) donde el 5/4 se truca por un 6/8 que en ciertos momentos incorpora cadencias de 9/8. ‘In For A Pound’ es un minúsculo preámbulo juglaresco (al modo de ‘Heavy Metals’) que anuncia el arribo de ‘The Browning Of The Green’, himno rockero de bienvenida a las nuevas generaciones y despedida a las viejas; su esquema sonoro nos remite a los tiempos de “Roots To Branches”, y de paso, incluye unas nuevas citas a ‘Doggerland’ – lo cual significa que esta canción en particular es el símbolo unificador del repertorio entero.


‘Per Errationes Ad Astra’ es un interludio narrado donde se evoca a la intervención extraterrestre para instaurar una nueva racionalidad identitaria para nuestro planeta, y así llegamos al cierre del álbum, titulado ‘Cold Dead Reckoning’. Con un punche rockero interesante y un ingenioso manejo de métricas rítmicas inusuales, este anuncio del arribo de la “raza de zombis pensantes de origen alienígena” celebra una óptica muy poco dramática de este escenario post-apocalíptico. Las orquestaciones de teclado y el groove rockero nos recuerdan a aquellos tiempos de “Broadsword And The Beastie”.  ¿No será que el buen IAN está celebrando la vida post-JETHRO TULL? No nos faltan buenos motivos para sospechar fuertemente de eso, pero sin duda el mensaje sobre cuán pasajero es todo y cómo cada época nueva bebe de la anterior mientras rompe lazos con ella está muy claro. La coda de ‘Cold Dead Reckoning’ es un extracto de ‘Enter The Uninvited’ tocado lentamente por unas capas de teclados que emulan el sonido de una caja musical... y de hecho, algunas de las líneas centrales de flauta de ‘Enter The Uninvited’ eran una anticipación del preludio de ‘Cold Dead Reckoning’, por no decir que las cadencias de las líneas vocales siguen bastantes partes de su patrón. Dadas las cosas como están dadas,‘Enter The Uninvited’ resulta la canción iniciadora de una idea musical determinada y ‘Cold Dead Reckoning’ lleva a ésta a su punto culminante.  


El DVD que viene con la edición especial nos muestra el mismo repertorio del disco con una imagen permanente para cada canción. También aparece un mini-documental de estilo “making of”, el cual da un buen espacio al armado de los arreglos finales de ‘New Blood, Old Veins’ junto a la consabida entrevista a ANDERSON donde no solo habla sobre cómo se inspiró para elaborar el concepto de “Homo Erraticus” y cómo se ve a sí mismo como músico/compositor aún vigente en la compañía de nuevos músicos de apoyo enlos últimos años, sino también explica el final definitivo de JETHRO TULL como entidad musical.Es por si acaso no quedó clara la misma noción en el extenso comentario que aparece publicado en el cuaderno que acompaña a las letras y créditos del disco… y eso nos lleva a preguntarnos nuevamente si el significado esencial del concepto de “Homo Erraticus” no es sino una metáfora poético-metafísica del fin de JETHRO TULL y el renacer de IAN ANDERSON. Bueno, como sea, el hecho es que “Homo Erraticus” es un disco que reverdece eficazmente el paradigmático jardín sonoro que IAN ANDERSON ha venido sembrando, perfeccionando y cuidando por más de 40 años, sustentando así el magnífico ideal rockero de JETHRO TULL. Definitivamente, tiene más punche y una musicalidad más consistente que “Thick As A Brick 2”. Si los seres humanos estamos condenados a ser errantes de una u otra manera, IAN ANDERSON ha hallado la manera de crear nuevos caminos para sus nuevos espacios musicales merced a su oficio y su veteranía.


Muestras de “Homo Erraticus”.-

Saturday, May 24, 2014

FILTHY HABITS ENSEMBLE danzan con los demonios de Stravinsky



HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

El grupo español FILTHY HABITS ENSEMBLE es (justamente) un ensamble constituido en torno a la idea de crear una forma osada de música progresiva experimental. El trabajo que hoy traemos a colación y que fue publicado hace muy poco por Discordian Records en colaboración con OctoberXart Records contiene una reconstrucción aventurera de varios pasajes de “L´Histoire Du Soldat”, una de las suites más famosas del gran maestro Igor Stravinsky, tal como se tocó en un concierto que tuvo lugar el 3 de octubre en el local Jamboree de Barcelona. En dicho evento, la alineación de FILTHY HABITS ENSEMBLE consistía de: Pablo Selnik a la flauta, El Pricto al clarinete y la dirección, Don Malfon al saxofón alto, Tom Chant al saxofón tenor, Natsuko Sugao a la trompeta, Jo Miramontes al piano, Sebi Suárez (McKayhan) al bajo y Vasco Trilla (apodado “Thriller”) a la batería. Esta “Historia De Un Soldado” fue concebida por Stravinsky como una pieza musical teatralizada que incluye narraciones y ballet: originalmente compuesta antes de que terminara la segunda década del siglo XX, ahora en manos de este ensamble se rehace como un excitante viaje jazz-progresivo. Este repertorio está colgado en el blog de Discordian Records en Bandcamp desde el año pasado, pero recién en 2014 ha gozado también de esta edición física: vayamos ahora al repertorio del disco.


‘Marche Du Soldat’ pone las cosas a funcionar con un dinamismo alegre, marcado por una impoluta visión arquitectónica donde los meandros dibujados por los múltiples vientos revelan un cromatismo tremendamente llamativo. El grupo se explaya más en el desarrollo de ‘Le Sax Du Soldat’ (la estructura del ensamble obliga a cambiar al violín el título por un bronce), pieza que se desarrolla sobre un complejo swing desde donde abren amplios espacios de lucimiento para la flauta y el bajo. ‘Petit Concert’ lleva la exaltación expresionista más lejos, con un colorido que se amplía y expande con una soltura muy bien resuelta. Esta vez el rol protagónico es para el saxofón tenor, y una vez más, el bajo puede hacer florituras a modo de contrapeso: teniendo en cuenta el carácter peculiar del saxofón, queda claro que la batería de Trillo debe usar una mayor dosis de garra en esta instancia. El frenesí final es simplemente fantástico, es como un nuevo himno a la alegría. ‘Tango’ asume un espíritu un poco más grisáceo, aunque el vigor del ensamble sigue estando a flor de piel: para este tema se da la ocasión para el lucimiento especial de la trompeta, la cual elabora líneas tensas y un tanto amenazantes. Una mención especial debe ir para Vasco Trilla porque se luce una barbaridad, tal vez se trate de su aporte más destacado desde sus tambores y platillos en todo el evento. ‘Danse Du Diable’ lleva al repertorio hacia un cénit muy particular, basado en paralelas potenciaciones del colorido y la densidad de la que es capaz el grupo. Cuando menos se espera, surge un momento de quietud osadamente prolongado… y allí se da la ocasión para que el grupo elabore un clima abstracto de tenor free-jazzero donde el silencio comienza siendo el factor primordial, pero luego el saxofón tenor empieza a guiar un delirante crescendo tenso que termina derivando en un breve reprise del motivo inicial. Los últimos 8 ½ minutos del evento están ocupados por ‘Grand Chorale’, y realmente no se puede pedir un cierre más impresionante para este concepto. Desde el punto de inicio, los arreglos del ensamble de vientos gritan su inspiración Zappiana en alto volumen mientras que los primeros arreglos de piano emulan flujos de olas que van a desaparecer en la orilla de una playa oscura. Luego siguen exhibiciones de caos organizado donde la ingeniería esquematizada entre la batería y el protagonista de turno (puede ser un saxo, puede ser la flauta) se proyecta hacia una osada dialéctica de ruidos libres y tensiones. Hasta el momento final, el ensamble elabora una alternancia de momentos controlados y otros alevosamente extravagantes.   


Concluyendo, es magnífico disfrutar del modo en que FILTHY HABITS ENSEMBLE ha reformulado la densidad y la potencia expresiva de la idea original de Stravinsky dándole una vivacidad y un colorido renovadores, sin por ello alterar siquiera un ápice de su vigor originario. Este disco, sin duda, vale la pena de poseer y apreciar.


Muestras de “Plays Stravinsky”.-

Thursday, May 22, 2014

Los discursos y sueños progresivos de DISTILLERIE DI MALTO



HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da la ocasión de concentrar nuestra atención en el grupo italiano DISTILLERIE DI MALTO y sus dos discos, “Il Manuale Di PiccoliDicorsi” y “Suono!”, los cuales se han publicado con 12 años de diferencia – 2001 y 2012 respectivamente. El grupo se formó a fines de los 80s en la localidad de Ortona (en la provincia de Chieti), y contando con una actividad muy intermitente, se ha dado abasto para grabar discos. La alineación que grabó el primer disco estaba conformada por Fabrizio Pellicciaro [voz, guitarras y flauta dulce], Fabiano Cudazzo [teclados], Marco Angelone [guitarras], Maurizio Di Tollo [batería, percusión y coros], Salvatore Marchesani [bajo] y Luca Latini [flauta]. El nombre del baterista nos suena de LA MASCHERA DI CERA, pues toca en esta banda desde los tiempos de “LuxAde”. Antes de este primer disco de estudio, el grupo ya había publicado un ítem en vivo titulado “Live In Temple Bar”, que fue publicado en 1999, el cual incluye algunos covers de clásicos de GENESIS y KING CRIMSON.


“Il Manuale Di Piccoli Dicorsi” fue un disco autoproducido que logró llamar la atención de coleccionistas de rock progresivo de forma lenta pero sostenida. El disco en cuestión comienza con ‘Allegro Con Brio’, un tema que instaura una secuencia de momentos serenos y otros intensos con una fluidez muy bien lograda. El despliegue sonoro que el grupo crea nos puede recordar un poco a lo que años atrás hacían bandas como A PIEDI NUDI y MALIBRAN, pero hay vibraciones más adustas y contenidas en la expresividad rockera que desarrolla DISTILLERIE DI MALTO. Durando casi 9 ½ minutos, ‘Phoebus’ exhibe más abiertamente las aristas épicas inherentes a la visión musical de la banda. El cuerpo central tiene punche y gancho, bien engarzado en una línea de trabajo practicada por otras personalidades del prog italiano contemporáneo como LA MASCHERA DI CERA o los ya mencionados MALIBRAN. La inserción de un interludio que comienza con un pasaje pastoral y luego se interna en suaves ambientes de tenor onírico ayuda a crear un buen sentido dramático con el propósito de enriquecer la musicalidad en curso. ‘Melodia Di Fine Autunno’ es un instrumental mayormente dominado por una calidez melódica atrapante así como a un cierto uso de cadencias jazzeras en el esquema rítmico de sus secciones más dinámicas. En esta pieza se da un interesante híbrido de los paradigmas de HAPPY THE MAN, el PFM de la época de “Chocolate Kings” y GENESIS. Luego siguen los dos temas más largos del disco, ‘Aria E Vento’ y ‘5/5/1555’ respectivamente, que juntos ocupan un espacio de casi 25 minutos. El aura dramática de ‘Aria E Vento’ es patente en los diversos motivos que se van hilvanando, motivos que de por sí se encuentran muy enriquecidos por las inspiradas bases melódicos e ingeniosas amalgamas instrumentales que tiene lugar. A partir del noveno minuto, la ambientación general se torna un poco más robusta, aunque sin perder el aire ceremonioso que tenía desde su inicio. ‘5/5/1555’, por su parte, revela una peculiar combinación de vigor expresivo y juguetona extravagancia en el punto de partida. El grupo crea un momentum desde donde lucir varias ideas ostentosamente dinámicas dentro del estándar sinfónico: eso incluye un hermoso interludio pastoral así como un conmovedor cierre ceremonioso que gravita sobre las capas de sintetizador y los elegantes fraseos de la guitarra solista.


Hubo que esperar hasta fines de 2013 para encontrarnos con una versión remodelada de DISTILLERIE DI MALTO tal como grabó el segundo disco “Suono!”, el mismo que fue producido por el sello francés Musea. Pellicciaro, Cudazzo y Angelone vuelven a la carga, acompañados esta vez del nuevo bajista Guiliano Torelli y el nuevo baterista Alessio Balizzi. El grupo es ahora un quinteto. Este disco resultó ser uno de los más interesantes aportes italianos a la escena progresiva mundial: de hecho, exhibe un trabajo más pulido en cuanto al esquema sonoro sinfónico a la cual siempre se ha prendido la banda, tanto en lo que se refiere a la producción de sonido como a la fluidez de los arreglos musicales en las composiciones más extensas. “Suono!” abre con la dupla de ‘Il Guardiano’ e ‘Il Suono Seducente Del Sogno (Parte Uno)’, la cual muestra de entrada una gran capacidad de parte del grupo de amalgamarse en el desarrollo de complejas variantes de ambientes y ritmos a través de una ilación bien encuadrada de diversas ideas melódicas. Para cuando entra a tallar ‘Il Suono Seducente Del Sogno (Parte Due)’, el grupo está preparado para expandir aún más la dimensión épica de su visión musical: el despliegue de colorido es más ostentoso, coherentemente sujeto al espacio de casi 9 minutos que el grupo se ha otorgado para este tema en cuestión. Portando un aura de magnificencia semejante a la de la pieza anterior, ‘Lorca E Dali’ elabora mayores recursos de sonoridad aguerrida en los momentos más extrovertidos, especialmente en lo que se refiere al encuadre plasmado por la guitarra y la dupla rítmica. En el interludio reposado, la banda explora un clima lánguido patentemente introvertido, un clima que finalmente aterriza en un breve motivo manierista donde la banda aprovecha para hilar y desarrollar el pasaje extrovertido ligeramente extravagante con que terminará la pieza. ‘Nemesi’ recibe orgulloso la herencia de las dos piezas precedentes, especialmente en lo que se refiere a la robustez y el colorido bien armado que el ensamble aporta a sus ideas melódicas.


‘Prefazione’ baja un poco la cuota de expresividad (solo un poco) a fin de que la banda se ponga a explorar atmosferas emocionales contemplativas: ciertos coqueteos con el lado folk de la tradición progresiva italiana se hacen notar en el rol relativamente destacado que tiene la guitarra acústica dentro del ensamblaje instrumental, así como con ciertos recursos jazzeros que salen a colación en la sección final. Esta instancia de relax emocional viene bien con lo que nos espera en los siguientes 12 ½ minutos del álbum – la pieza más extensa, ‘Rovescia L'immaginazione E Scopri La Realtà’. Esta suite explora cabalmente los aspectos más rotundos de DISTILLERIE DI MALTO con fluidez y buen pulso. Los diversos aportes de los teclados en sucesivos solos, bases armónicas y orquestaciones resultan vitales a la hora de mantener un continuo equilibrio entre los instrumentos mientras se desarrolla la ilación multi-temática. Los momentos de mayor vigor rockero no igualan en intensidad a los que tienen lugar en ‘Lorca e Dali’ o ‘Nemesi’; son manejados con mayor contención, pero sin ahogar la garra en sí, que es fácil de sentir. El epílogo del álbum es la breve balada acústica ‘The Sun’, la cual termina con el ruido de alguien subiéndose a un coche y alejándose en él.

 

Todo esto fue DISTILLERIE DI MALTO con sus discos “Il Manuale Di Piccoli Dicorsi” y “Suono!” – vale la pena fijarse en este grupo y prestarle debida atención… ojalá no tengamos que esperar otros 10 años o más para su próxima producción.

Muestras de DISTILLERIE DI MALTO.-
IlSuonoSeducente Del Sogno (Parte Uno): http://www.youtube.com/watch?v=oLGLXe1dPz0



[Dedico esta doble reseña a Erni Vidal con todo mi agradecimiento por haberme descubierto a esta banda] 

Tuesday, May 20, 2014

SPATIAL MOODS: nueva presencia en la psicodelia progresiva peruana


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy prestamos atención a la banda peruana SPATIAL MOODS, cultora de una aventurera versión de psicodelia progresiva y que ha mantenido una interesante actividad dentro del underground limeño actual: de hecho, ya tiene dos discos en su haber, difundidos en su blog de Bandcamp. Publicado en la red en enero de 2013, el primer disco de la banda – concisamente titulado “Spatial Moods I” – promete mantener vigente la permanente incandescencia que vive el ideal del rock experimental en la escena peruana, y además, ya ha sido llevado a edición física en CD a través del sello local Necio Records en el presente mes de mayo. No solo eso, también será publicado en vinilo a través del sello griego G.O.D. Records. El ensamble que grabó este primer disco estaba integrado por el trío de Jorge Apaza [guitarra, sintetizador y voz], Gean Karlo Vargas [bajo] y Daniel Rojas [batería, percusión y charango], además del saxofonista Arturo Quispe (talentoso multi-instrumentista que también forma parte de CHOLO VISCERAL y RAPA NUI). Apaza es quien precisamente está a cargo de liderar la proyección musical de la banda, además de realizar lod procesos de mezcla y masterización del repertorio de este primer disco; vayamos ahora al repertorio del mismo. 


‘Mom’ nos brinda un breve espacio de blues-rock con sutiles ornamentos psicodélicos en el guitarreo, pero pronto lo psicodélico impone su reino en el viaje musical que diseña ‘Goliardos Espaciales’, un refinado ejercicio de climas rockeros lisérgicos simultáneamente inspirados en el GURU GURU de los tres primeros álbumes y el PINK FLOYD del “Ummagumma”. El gancho que tiene este jam hace que el fade-out se sienta demasiado repentino, pero al instante entra a tallar ‘Test’ para elaborar una ambientación más extrovertida, con unas vibraciones guitarreras que se sienten muy emparentada con el paradigma del inmortal JIMI HENDRIX, siendo así que la dupla rítmica asume un rol convincentemente recio al modo de la tradición stoner. Durando 13 ½ minutos, ‘Adiós’ es el primer viaje musical particularmente ambicioso del álbum: su vitalidad flotante parece conectarse con lo hecho anteriormente en la pieza ‘Goliardos Espaciales’, pero se nota también una garra refrescante, una garra que permite a los tres músicos desarrollar una exaltación rockera mucho más suelta. Los aportes de Quispe al saxofón y las adiciones de charango que mete el baterista Rojas permiten el ingreso de texturas interesantes a través de las variantes que van teniendo lugar mientras el jam expande sus surcos a terrenos jazz-rockeros y space-rockeros. ‘Papá, ¿Por Qué Me Hiciste Esto?’ vuelve al sendero del blues-rock pero esta vez no para hacer un simple preludio como ‘Mom’, sino para abrirse como un vendaval dinámico que nos devuelve las referencias a GURU GURU (específicamente, su etapa del “KanGuru”). ‘Los Gritos De Hernán’, por su parte, explora la faceta más extrovertida de la banda, incluso creando matices coloridos que no habíamos apreciado en los temas precedentes: sin duda, el swing creado por el baterista apunta a canalizar la energía global de la banda de una forma nueva. En fin, los últimos 11 ¼ minutos del álbum están ocupados por ‘Angelical Moods’. Su groove refleja los motivos más etéreos del espectro sonoro mostrado por la banda, organizando una muy lograda mezcla de psicodelia kraut con free jazz (al modo de un híbrido de AGITATION FREE y ANNEXUS QUAM alimentado de abiertos coqueteos con SUN RA). La manera tan onírica de reciclar su nervio rockero permite al ensamble mantenerse genuinamente vigoroso a través de sus imparables labores de deconstrucción musical que van inspeccionando caminos mientras los crea.  

  

Con éste, su primer disco, ya editado físicamente, la gente de SPATIAL MOODS instala una iniciativa importante dentro de la inquieta y variopinta escena psicodélica peruana. Cabe esperar más cosas de estos muchachos tan talentosos y aventureros. La alineación con la cual el grupo presentó la edición física de este disco a mediados de mayo en medio de la bohemia limeña es diferente a la que lo grabó, pero su norte es el mismo: convertir al lenguaje del rock en una forma de expresión artística osada.


Muestras de “Spatial Moods”.-
Angelical Moods: http://spatialmoods.bandcamp.com/track/angelical-moods    

Saturday, May 17, 2014

FLOR DE LOTO y su mesiánica expansión progresiva


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

FLOR DE LOTO vuelve a la carga para mantener la presencia del rock peruano dentro del espectro progresivo internacional, y lo hace con el CD “Nuevo Mesías”, el mismo que viene acompañado de un DVD que incluye un documental sobre la historia de la banda y algunos vídeo-clips promocionales de canciones de álbumes anteriores. Ésta es la primera aventura fonográfica de FLOR DE LOTO bajo los auspicios del sello mexicano Azafrán Media y el francés Musea Records. También es el primer disco con la banda como septeto, algo que se da gracias al ingreso del magistral teclista Daniel López Gutiérrez como integrante oficial (había participado como invitado en 2 temas del disco anterior “Volver A Nacer”); su ingreso no lo coloca en una posición de “nuevo vecino en el barrio” sino que ya lo coloca como una fuerza creativa relevante, siendo así que sus instrumentos aplican orquestaciones, solos y complementaciones esenciales para que los arreglos finales de estos nuevos temas brinden una inmensa frescura al paradigma estilístico de la banda en sí. El resto del grupo se completa con Alonso Herrera [guitarras eléctrica y acústica, voz], Alejandro Jarrín [bajo], Junior Pacora [flautas, vientos andinos, charango, saxo tenor], Ignacio Flórez [guitarra eléctrica], Agustina González [coros] y el nuevo baterista-percusionista Álvaro Escobar.


La canción homónima, que dura alrededor de 4 ½ minutos, abre el álbum con un despliegue rotundo de vitalidad, armando un desarrollo melódico de inspiración arábiga dentro de un esquema prog-metalero donde la energía y el refinamiento se funden en una sola fuerza expresiva. ‘La Tabla Esmeralda’, pieza instrumental compuesta por Jarrín, sigue a continuación para abrir nuevas vías musicales. Siguiendo por las sendas de riqueza sonora y groove llamativo por la que se habían enfilado sus dos composiciones para el disco “Imperio De Cristal” (‘Laberinto’ y ‘El Jardín Secreto’), esta pieza permite a la banda seguir sacando filo a su peculiar manera de instaurar la mezcla perfecta del discurso rockero y colores fusionescos dentro de una impecable ilación de diversos motivos y compases. Cadencias arabescas y tonalidades andinas se alternan con una elegancia sublime. ‘Espejo Del Alma’ vuelve de lleno al paradigma prog-metalero que había rubricado a la primera canción, pero esta vez con una dotación más notoria del factor sinfónico y, sobre todo, un mayor peso del factor folclórico andino: éste se impone con todo su esplendor en el hermoso interludio que rescata aires y ritmos de la tradición cusqueña, y de paso, determina la conclusión del cuerpo central de la canción. La versátil maleabilidad de la dupla rítmica es el soporte perfecto para sustentar las ilaciones temáticas que tienen lugar. ‘Cumbemayo’, por su parte, se adentra genuinamente en la tradición del rock sinfónico, articulando elementos de YES y JETHRO TULL (además del paradigma italiano de unos PFM) dentro de un esquema grupal que siempre sabe hacer notar su robustez esencial. Las interacciones entre las orquestaciones de teclado y los riffs de guitarra exhiben un fantástico colorido fastuoso, pero son los vientos (flauta y saxo) quienes ocupan la mayor parte de los espacios protagónicos en el desarrollo melódico. ‘En Otro Lugar’ cambia de registro y se proyecta hacia la pasión estilizada de una balada progresiva: apasionada en el despliegue de vigor rockero, elegante en el desarrollo de matices folclóricos (en base a las presencias del charango y los vientos andinos) y fastuosa en el armado de ornamentos sinfónicos a cargo del teclado.

  

‘Caleidoscopio’ nos muestra la faceta más intimista de la banda con una sencilla instrumentación de piano, guitarra acústica y flauta. La calidez envolvente creada desde el desarrollo melódico que tiene lugar nos transporta hacia parajes de serenidad contemplativa, un tanto en la línea pastoral que encontramos en varios paradigmas de la tradición progresiva (GENESIS, PFM, ANTHONY PHILLIPS, RENAISSANCE). Hermanándose con ‘Nuevo Mesías’ y ‘El Espejo Del Alma’, ‘Hipnotízame’ regresa a un esquema sonoro abundante en polenta y frenesí rockero que se adorna debidamente con arreglos típicamente progresivos: la confluencia de elementos de FATES WARNING, IRON MAIDEN y rock-folk sudamericano exhibe la misma solvencia de siempre (una técnica de hibridación que ya se estaba perfeccionando en los tiempos de “Mundos Bizarros” e “Imperio De Cristal”). La temática particularmente vulnerable de la letra hace vibrar el corazón del oyente mientras la instrumentación llena convincentemente todos los espacios. Ocupando un espacio mayor de 18 minutos, la dupla de ‘Creados Del Fuego’ y ‘Rumbo A La Eternidad’ se encarga de cerrar el repertorio del disco en un clímax de excelsa sofisticación. Durando poco menos de 10 minutos, ‘Creados Del Fuego’ hila una magnífica sucesión de motivos que van desde la explosividad prog-metalera de resabios orientales hasta parajes marcados por cadencias andinas, pasando por un hermoso solo de piano de tenor romántico y una extensa sección ceremoniosa de inspiración Floydiana. Por su parte, ‘Rumbo A La Eternidad’, canción típicamente folk-rockera con tenor andino (cómo no evocar a LOS JAIVAS y EL POLEN mientras la escuchamos), tiene una estructura menos variada pero es capaz de sustentar su poder expresivo en la compacidad con que arma su cuerpo central así como en las expansiones instrumentales que siguen tras el último estribillo: el extenso solo de Daniel López es simplemente sublime.

  

Hay una edición especial que incluye un bonus DVD, cuyo contenido principal es un documental del “making of” del álbum en cuestión. Los detalles del proceso de grabación son sucedidos por imágenes de las actuaciones que dio FLOR DE LOTO en Argentina (participando en un festival de rock metalero diverso) y Chile (compartiendo carteles con las grandiosas bandas CRISÁLIDA y TRYO). Se notaba ya desde el proceso de pre-producción y grabación que el grupo tenía una idea clara sobre el despliegue de esplendores sónicos que habría de manifestarse en el repertorio de “Nuevo Mesías”. También aparecen vídeo-clips de canciones de álbumes anteriores como son ‘Amnesia’, ‘Sombras En La Oscuridad’, ‘Desapareciendo’ y ‘Hasta El Final’, además de unas galerías de fotos de la banda tomadas durante sus respectivas estadías en Argentina y Chile. Y sobre todo… vídeos en vivo de ‘Mosoj Pacha’ y ‘Volver A Nacer’ donde el grupo demuestra fehacientemente sus niveles de colorido y poderío. Bueno, todo eso fue esta nueva empresa sonora de FLOR DE LOTO, una labor de rock progresiva refinada y bordada. Sin duda… ¡uno de los discos más esplendorosos que han brotado del área sudamericana del rock artístico en este año!



Muestras de “Nuevo Mesías”.-

Tuesday, May 13, 2014

La imparable senda ascendente de IQ


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Una y otra vez vuelve a la carga IQ para regalarnos un nuevo referente importante de la (ya veterana) tradición del rock neo-progresivo… ¿y qué mejor noticia para los amantes y coleccionistas de este género?, ¿verdad? Bueno, yendo al grano, en esta ocasión traemos a colación “The Road Of Bones”, el nuevo disco del quinteto británico originado en Plymouth en 1980 desde las cenizas de THE LENS. 34 años después, tomándose su tiempo para hacer cada nuevo disco de estudio, todavía es IQ capaz de provocar gestos de complacido asombro en los rostros de quienes escuchamos con atención lo que aún tiene que ofrecer el grupo. “The Road Of Bones” marca el segundo debut de estudio para el baterista-percusionista Paul Cook (quien dejó a la banda pocos meses después de la edición del master opus “Dark Matter”, pero volvió poco después de que su propio sucesor Andy Edwards participara en “Frequency” para la gira correspondiente) y el bajista Tim Esau (quien hizo lo propio al finalizar la gira de promoción de “Are You Sitting Comfortably?”, al final de los 80s, pero que también volvió para reemplazar a su sucesor John Jowitt), así como el debut absoluto del teclista Neil Durant (en reemplazo de Mark Westworth, y que dicho sea de paso, también es integrante del excelente grupo SPHERE3). El frontman Peter Nicholls y el guitarrista Mike Holmes siguen luchando en el frente… aunque no debemos olvidar que a inicios de los 90s Nicholls volvió al grupo para reemplazar a su sucesor Paul Menel. En fin… una cronología muy llamativa la de este grupo. Y sobre todo, se trata de un grupo que cuida bien sus tiempos para convocar a las musas y preparara cada lote de nuevo material: este disco llega a nosotros 5 años después del precedente “Frequency”. El arsenal sonoro de la banda incorpora pedales Taurus y Roland a cargo de Esau, un piano de cola Steinway a cargo de Durant, además de mandolina y banjo eléctrico que se añaden a las guitarras eléctricas y acústicas de 6 y 12 cuerdas y clásica de Holmes; este último dirige la producción general de “The Road Of Bones”, y de hecho, desde la partida de Martin Orford, Holmes bien asentado este rol prominente de Holmes, quien parece sentirse muy cómodo en su coalición con Nicholls para brindar un enfoque certero a las nuevas proyecciones musicales de IQ.


Veamos el repertorio central de “The Road Of Bones”. Comenzando con un breve prólogo sintetizado muy sutil (incluyendo la voz de Bela Lugosi en una de esos clásicos de horror B de Drácula), ‘From The Outside’ da inicio al disco con un punche monumental e inapelable que dura 7 ¾ minutos. La ilación de riffs guitarreros y la maciza base rítmica de Esau y Cook establecen el esquema donde se ha de explayar el desarrollo temático. Los teclados oscilan entre colchones orquestales y capas cósmicas, y en algún momento ocupan un rol protagónico cuando emerge un interludio etéreo de base space-rockera. La siguiente pieza es justamente la que da título a la placa, y ciertamente su ingeniería sónica sigue por la misma senda que la del tema precedente, pero su talante es diferente, definitivamente más introspectivo y menos fulguroso, y al dar menos espacio a la luz regala éste a la bruma de la incertidumbre y la inquietud emocional a través de una patente electricidad rockera. Esta bruma espiritual angustiada se muestra a través del inconfundible canto de Nicholls – maestro indiscutible del arte de ser un frontman de rock progresivo – que va hilando el relato de sus misteriosas sensaciones e intuiciones sobre una base flotante de teclados que va preparando el camino para el armado de un swing parsimonioso y una ambientación psicodélica estilizada, cuyo momento cumbre genera orquestaciones atractivamente opresivas. Es casi como volver a los tiempos de “The Wake” bajo el diseño sonoro de “Frequency” y la relativamente fuerte influencia del PORCUPINE TREE de los dos últimos discos… además de algunas confluencias con la labor hecha por otros famosos de la hornada progresiva del nuevo milenio como RPWL y FROST. Para los dos últimos minutos, la garra rockera vuelve al frente con el fuego a flor de piel, capitalizando así el impacto de ‘From The Outside’. ‘Without Walls’ es la primera de las dos piezas maratónicas del disco, ocupando un espacio de 19 ½ minutos. En líneas generales, podemos decir que hay un tenor cósmico especialmente pronunciado en la labor de teclados plasmada en ‘The Road Of Bones’ y ‘Without Walls’: es como una mezcla de THE LENS con el IQ de los dos discos anteriores. La fastuosidad es menos sinfónica y más psicodélica... pero ojo, todavía queda la esencia sinfónica firme en el ideario musical de esta banda, y es justamente ‘Without Walls’ quien refleja mejor la fusión entre el IQ actualmente rejuvenecido y el IQ paradigmático de los últimos 14 años. La ilación de los diversos motivos es compacta mientras que el manejo de los contrastes entre ambientes luminosos y otros más grisáceos funciona con una solidez impecable: en algunos de los primeros hallamos las intervenciones más notables del dúo rítmico, lo cual resulta crucial para que se exploten los despliegues de musculatura en los sucesivos solos de sintetizador y guitarra. Por Dios… ¡cómo dominan estos tipos el arte de componer piezas de largo aliento! Los momentos relajados donde domina una languidez un tanto cósmica se llenan oportunamente con el canto de Nicholls, quien adopta una ceremoniosidad reflexiva como ha hecho en varias canciones de discos anteriores en momentos que ameritaban una espiritualidad sosegada.

  

Después de las ambiciosas expansiones de ‘Without Walls’ llega la canción más corta del álbum: ‘Ocean’. Su misión es la de transportarnos por los parajes más serenos de la ideología musical de la banda, algo que ya le conocemos de otros álbumes: su plan de trabajo es como una versión simplificada de ‘Closer’, la hermosa semi-balada que cerraba “Frequency”, pero con una languidez melódica más pronunciada, como elevando una plegaria en medio de un clima de sobria tristeza. La otra pieza maratónica del disco es ‘Until The End’, durando un total de 12 minutos y encargándose de cerrar el mismo. Los primeros tres minutos están signados por una calma contemplativa en base la dupla de canto y guitarra acústica; acto seguido, se arma un bloque sonoro grupal llamativo donde el colorido del teclado y el de la guitarra se hermanan de una manera elegante, haciendo que la patente vibración rockera del momento adquiera una aureola de fuerza elegantemente controlada, algo muy útil para dejar que las líneas vocales y el desarrollo melódico se luzcan por sí mismos. Poco antes de llegar a la barrera del sexto minuto y medio, el punche aumenta un poco de velocidad sin desatender a la preservación del sentido del equilibrio. La sección final baja la velocidad del ensamble para brindar una típicamente fastuosa ceremoniosidad al asunto, lo cual a su vez sirve para asentar el terreno para la coda acústica, muy intimista. En conjunto, esta pieza concretiza una estupenda síntesis de los momentos extrovertidos y los introvertidos que se han venido desarrollando a lo largo de los cuatro temas precedentes.


Además de la edición de un solo CD, “The Road Of Bones” también goza de una edición especial con un bonus disc, siendo así que éste no contiene un DVD o leftovers que potencialmente sean de interés para los fans más acérrimos, sino seis temas compuestos y arreglados con la vitalidad e ingenio propios de un disco oficial, ocupando un total de 49 minutos y pico. Vamos, que Nicholls, Holmes, Esau, Durant y Cook se encontraban en un particular estado de gracia mientras se inspiraban para crear nuevo material, el mismo que se grabó entre diciembre de 2013 y marzo de 2014 en los Aubitt Studios. El primer tema del disco 2 se titula ‘Knucklehead’ y apunta a un énfasis penitentemente concienzudo en los elementos modernos que conformaron la mayor parte de los momentos climáticos del repertorio del otro volumen: esto se cumple especialmente para la naturaleza cósmica de las bases y ornamentos de los teclados. La acidez emocional de ‘The Road Of Bones’ y la expresividad muscular de ‘From The Outside In’ se retoman aquí con nervio y oficio. Comenzando con un breve sampleo de la ‘Overtura 1812’ del gran maestro Piotr Ilich Tchaikovsky, ‘1312 Overture’ es un instrumental poderoso armado sobre alternancias rítmicas de 13/8 y 12/8, y a pesar de la complejidad estructural de este recurso, los instrumentistas mantienen un gancho para el desarrollo melódico, el cual en realidad es muy sencillo. Luego sigue ‘Constellations’, tema que dura casi 12 ½ minutos y que se inicia como un medio tiempo en 7/8 marcado por una cándida estructura melódica y una atmósfera dulcemente reflexiva. En los momentos cuando la banda decide subir la dosis de polenta, lo hace en base al swing cuasi-jazzero que arma la dupla Esau-Cook. Poco antes de llegar a la barrera del sexto minuto, el filo rockero de la pieza aumenta mientras se vira hacia un interludio que, a decir verdades, nos frustra un poco por no ser más extenso. Pero bueno, lo que sigue no es nada desdeñable, pues nos adentramos en un nuevo motivo generado desde la esencia más genuina del rock sinfónico: con una abundante artesanía de teclados y la cándida tonalidad del canto de Nicholls nos retrotraemos a los tiempos del “Ever” como quien no quiere la cosa. Una nueva sección rockera emerge para darle a la espiritualidad reflexiva predominante un fulgor revigorizante, siendo así que persiste el dominio del 7/8 como patrón rítmico. ¿Acaso hacía falta otra definición del sinfonismo moderno? Bueno, por si acaso, IQ creó otra canción paradigmática de ello y usó su buen oficio de siempre para ello.

 

‘Fall And Rise’ puntualiza y capitaliza la faceta pensativa heredada de la pieza anterior para encuadrarla en un esquema melódico sereno. El bajo sin trastes de Esau apoya de manera fundamental al groove general de la pieza, el cual recurre (una vez más) a un juego de compases inusuales que el grupo maneja con una soltura refrescante. ¡Atención al hermoso solo de Moog sobre el cual se centra el final de la canción! La dupla de ‘Ten Million Demons’ y ‘Hardcore’ ocupa los últimos 17 minutos del segundo volumen. El primero de ellos utiliza una armazón tecnificada en su cadencia básica, la cual sostiene un punche rockero estilizado con algunos ademanes lúgubres; el segundo, por su parte, regresa a la dinámica fastuosa y variada de las dos suites del primer volumen (‘Without Walls’ y ‘Until The End’), aunque dando espacios más prolongados a climas lánguidos y atmósferas misteriosas. El extenso cierre instrumental adquiere una fuerza emotiva con los alternados solos de guitarra acústica y eléctrica. De acuerdo a su diseño y dramatismo melódico, funciona muy bien como cierre para cualquiera de los dos volúmenes.


Tenemos, pues, en “The Road Of Bones” un nuevo ejemplo de la maestría y energía vital que IQ porta en su ADN rockero, un muy digno sucesor de “Frequency” desde el cual la banda impulsa su sensibilidad sinfónica madurada desde los tiempos del doble concept-album “Subterranea” y que se benefició de un impulso especial con la dupla de “The Seventh House” y “Dark Matter”. IQ se desafía razonablemente a sí mismo con este nuevo disco adoptando nuevos matices y una robustez reavivada dentro de una identidad propia que le permite mantenerse como figura líder del prog sinfónico posterior a los 70s. Si su actuación en la edición 2011 del Night Of The Prog Festival fue una reivindicación de la alineación que devolvió a Paul Cook y Tim Esau a las filas de IQ, “The Road Of Bones” es el sello de validación de su aún saludable creatividad. ¡Disco recomendado!, ¡muy pero que muy recomendado! 


Muestra de “The Road Of Bones”.-
Without Walls: https://www.youtube.com/watch?v=SGPd5tm5IC4 
Constellations: https://www.youtube.com/watch?v=CgK-OJaHAKM 

Saturday, May 10, 2014

THE WATCH: nuevo trazos en un camino ya conocido


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

THE WATCH vuelve al ruedo con un nuevo disco bajo el brazo, el mismo que se titula “Tracks From The Alps”. Bajo la permanente guía del frontman Simone Rossetti (quien a sus habituales labores de vocalista y flautista añade algunas intervenciones al sintetizador y al mellotrón), THE WATCH grabó este disco manteniendo su constante conformación de quinteto con Giorgio Gabriel [guitarras eléctricas, acústicas de 6 y 12 cuerdas, clásica], Mattia Rossetti [bajos, pedales bajos], Valerio di Vittorio [pianos, órgano Hammond L122, mellotrón, sintetizadores, coros] y Maro Fabbri [batería, percusión, coros]. Actualmente, Stefano Castrucci es el bajista de la banda (además de tocar guitarras de 12 cuerdas eléctrica y acústica). Salvo este nuevo integrante, los demás ya habían participado en los dos discos anteriores “Planet Earth?” y “Timeless”.


‘A.T.L.A.S.’ da inicio al repertorio con un dinamismo urgente y marchoso, algo que no se ve venir debido a que el pasaje introductorio (que dura menos de un minuto) es parsimonioso. El cuerpo central ostenta su llamativo vigor de una manera confiada, portando una musicalidad bien definida: el tenor moderadamente tenebroso del interludio instrumental está muy bien logrado, y de hecho, repercute en la atmósfera musical que se impondrá al final de la canción. Tras esta vibrante iniciación sigue ‘The Cheating Mountain’ para retomar y potencializar la aureola de sofisticación sinfónica: el armado de la ilación entre los diversos motivos y esquemas rítmicos está muy bien logrado, concretizando un equilibrio entre el GENESIS de “Wind And Wuthering” y el paradigma originario de MARILLION. El tercer tema se titula ‘Devil’s Bridge’, y comienza con un aire de expectativa lleno de solemnidad (ruidos de pasos y campaneos y todo), pero pronto emerge la misa expresividad extrovertida de las dos canciones precedentes: en particular, se nota un mayor protagonismo del órgano, el mellotrón y los sintetizadores a la hora de armar el núcleo de la instrumentación global. Entre estos primeros tres temas originales y los tres siguientes se sitúa una versión de una antigua canción de GENESIS que data de la época del “Trespass”: ‘Going Out To Get You’. La banda refleja una actitud bastante obediente en el repaso de este tesoro perdido del legado Genesiano: el baterista, en especial, se siente bastante inspirado para retomar y levemente retocar el swing jazz-rockero de Phil Collins, pero se nota claramente que el protagonismo original del órgano Hammond ha marcado la pauta también en esta versión.


‘Once In A Lifetime’ encarna el enfoque más saltante hacia la faceta lírica de la banda, pues la estructura melódica de la canción se edifica dentro de una estilizada pared sónica donde los teclados preservan una efectiva aura etérea. En lo personal, hubiéramos preferido que esta canción fuera más larga de lo que resultó ser en esta versión final de 3 ¾ minutos. ‘On Your Own’, por su parte, adopta una perspectiva introspectiva a través de su espartano desarrollo temático: dominado por las escalas de guitarra en su primera sección, luego irrumpe en un arranque pomposo que, en lugar de llevar a la canción a otro ambiente, lo que hace es dar un brillo nuevo a su invariable espiritualidad. Encargado de cerrar el disco, ‘The Last Mile’ nos muestra un regreso al vitalismo de ‘A.T.L.A.S.’ y ‘The Cheating Mountain’, añadiendo un resabio grisáceo a las secciones más sutiles, lo cual parece indicar que también sigue por momentos la huella de ‘On Your Own’: teniendo en cuenta esta actitud de síntesis general que adopta, ‘The Last Mile’ termina siendo el cierre idóneo para el álbum.

  

“Tracks From The Alps” es una muestra inequívoca de que THE WATCH se encuentra actualmente muy inspirado para retomar la energía creativa de sus mejores épocas. Mientras Rossetti y sus colegas están focalizando la mayor parte de sus energías en su espectáculo tributo al concept-album doble de GENESIS “The Lamb Lies Down On Broadway”, el cual se presentará en varias ciudades italianas y canadienses hasta inicios de julio, este nuevo disco de THE WATCH complacerá a sus seguidores y ayudará a reforzar (aún después de tantos decenios) el paradigma neo-progresivo de raigambre Genesiana que el grupo sabe utilizar a su manera.


Muestra de “Tracks From The Alps”.-
Devil’s Bridge: https://soundcloud.com/thewatch-2/devils-bridge?in=thewatch-2/sets/tracks-from-the-alps