Friday, October 31, 2014

Todos los colores de la música, pintados por ZEPTELAR


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos la agradable ocasión de presentar al ensamble jazz-progresivo chileno ZEPTELAR, formado en la localidad de Valparaíso ya hace algunos años por iniciativa del guitarrista Camilo Acevedo. La alineación se completa con Tomás Carrasco [flauta y saxo alto], Edmundo Castro [bajo], Javier Portilla [teclados], Valentina Mardones [voz y sintetizador] y Andrés Ibáñez [batería]. “El Color De Las Cosas” es el título de su disco debut, publicado por primera vez en el año 2013 por vía de la iniciativa independiente y ahora, en el 2014, el sello Mylodon Records se está encargando de su distribución a un nivel más expansivo. Bueno, más vale tarde que nunca cuando se trata de descubrir, apreciar y maravillarse ante la buena música progresiva del momento que se sigue haciendo en todas las partes del mundo.


La dupla de ‘De La Esquina A La Plaza’ y ‘Futuros Recuerdos’ pone a funcionar la maquinaria grupal, haciendo que ésta luzca sin tapujos de ningún tipo sus colores, grooves y cadencias, todos ellos organizados dentro de una ingeniería tan ágil como compleja, expandiéndose a su gusto a través de un espacio compartido de 9 ½ minutos. En ‘De La Esquina A La Plaza’ con un esplendor luminoso ágil y un tanto travieso, mientras que en ‘Futuros Recuerdos’ el ambiente predominante es de cálido y alegre sosiego. El canto de Mardones se ajusta milimétricamente a las florituras del viento o el teclado cuando no gesta retazos por su cuenta con miras a completar las comisuras y texturas latentes del motivo melódico en curso. En general, lo que encontramos en estos dos temas de entrada es una fluida confluencia de los estándares de PAT METHENY GROUP, HATFIELD & THE NORTH y el FULANO de los dos primeros discos. Para cuando llega el turno de ‘5 De 3’, el esquema sonoro se vuelve un poco más oscuro, con una llamativa acentuación de las bases del piano eléctrico que refuerza la labor rítmica de Castro e Ibáñez, mientras las florituras de la flauta aportan elementos intensamente celebratorios. Hay un interludio mesuradamente aguerrido que sirve para aliviar la tensión reinante. Ciertos aires de familia con el paradigma de ESKATON y ZAO hay, pues se trata casi de una aproximación al Zeuhl a través del camino del jazz-rock. El cuarto tema del álbum es justamente el que le da título, y ahora el grupo se pone a coquetear con el modelo RIO de HENRY COW (primer disco), además de enfatizar sus cercanías con la tradición del Canterbury. Los complejos juegos de disonancias con los que se arma el cuerpo central son simplemente fabulosos, siendo así que el talante constreñido de la base rítmica ayuda a mantener la densidad musical bajo un severo control en la expresividad. Las cosas se tranquilizan un poco con el arribo de ‘Estrellazos’, tema que sirve para explorar la faceta contemplativa del jazz-fusión, muy a tono con WEATHER REPORT y KENSO, aunque también ostentando algunos matices juguetonamente bizarros propios del Canterbury en su aspecto más ambicioso.


La pieza más larga del disco es ‘Sangre’, durando 8 ¼ minutos. Su dinámica general nos recuerda mucho a la de ‘Futuros Recuerdos’, así como a la de ‘5 De 3’, pues incorpora recursos ocasionales de inquietante densidad a través de la expansiva calidez que es tan abiertamente patente en el desarrollo del motif central. Dicho sea de paso, Acevedo elabora una de sus intervenciones más impresionantes del disco cuando hace un fantástico solo en dos claves sucesivas, una de jazz etéreo y otra al modo del rock progresivo: un solo muy extenso que guía la estructuración de la sección final de la pieza. ‘Piletismos’ es un preludio de tenor space-rockero que sirve de preparación para ‘La Pileta De Pájaros Gigantes’, el tema que sigue a continuación: éste se inserta rotundamente en las arenas del jazz-rock de los 70s con un sutil matiz de vigor psicodélico dentro del entramado sonoro. ‘Destapes’, por su parte, regresa al terreno del Canterbury remodelado con grooves avant-progresivos, o dicho de forma más específica, un ágil híbrido de NATIONAL HEALTH y ESKATON. Acercándonos ya al final, ‘Persecuciones’ cierra el repertorio oficial con una delirante manifestación de jolgorio que se hace debido eco del tema precedente pero con ciertos resabios Zappianos. En efecto, hay un “no sé qué” surrealista que empapa al cuerpo central mientras éste se va reforzando.

  

Pero hay algo más. En efecto, durando poco menos de 6 ½ minutos, el décimo primer tema – un bonus track titulado ‘Espejismos’ – da el verdadero broche de oro a este bello disco; este tema es un pretexto para que la banda, en un bloque netamente instrumental, explore a fondo su faceta más sutil, exponiendo luminosos climas reflexivos a través del desarrollo temático del motivo central. El swing sólido y sofisticado de la dupla rítmica resulta crucial para que los dibujos y trazos del teclado, la guitarra y el saxo se desarrollen e hilen con una fluidez de lo más exquisita. Se puede notar, tal vez, similitudes con HAPPY THE MAN. Todo esto es “El Color De Las Cosas”, la impactante carta de presentación de ZEPTELAR, una de las más brillantes entidades que ha emergido en los últimos años de la escena vanguardista chilena, y sin duda, una voz señorial dentro de la música jazz-progresiva sudamericana del momento. ¡Imperdible este disco!


Muestras de “El Color De Las Cosas”.-

Wednesday, October 29, 2014

KOTEBEL sobre el escenario de la resistencia progresiva


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

KOTEBEL siempre nos sorprenden gratamente con un disco de estudio excelente y excelso tras otro… y ahora es el turno de mostrar su forma de engrandecer el momento actual del rock progresivo en el contexto de una actuación en vivo. “Live At Prog-Résiste” – por ahora solo disponible en Bandcamp [enlace: http://kotebel-music.bandcamp.com/album/live-at-prog-r-siste] mientras no llega el momento de darle su debida edición física – puede describirse justamente así, un ejemplo inapelable de engrandecimiento del ideal del rock progresivo como experiencia vital y directa. Ése es el guión para el curso de acción de los KOTEBEL cuando se suben al escenario: crear música desde la grandeza de mentes musicales para engrandecer la espiritualidad estética oyente. Las dinámica de este guión reposa solventemente en la manera en que Carlos y Adriana Plaza se reparten los recursos de hiperbólico colorido en los teclados, en la mezcla de vigor y fineza con que César García Forero elabora su imponente labor a la guitarra, t cómo no, también en el exquisito nervio que utiliza la dupla rítmica de Jaime Pascual y Carlos Franco a través de todas las variantes que tienen lugar a lo largo del repertorio del concierto.


Es simbólico – y de una forma muy grata – que sea ‘Hades’ el tema escogido para abrir el repertorio, pues es el mismo tema que abría el tercer disco de KOTEBEL “Fragments Of Light”, el cual significó la apertura definitiva de su flor sonora. Once años después tenemos un jardín completo, repleto de colores sólidamente instalados y diseñado con surcos meticulosamente sinuosos. En efecto, la ejecución de esta pieza, que aquí tiene un arreglo más reducido a fin de abrir la experiencia sin saturar de entrada al público, se siente genuinamente vibrante a la par que los instrumentistas cuidan sigilosamente con respetar la arquitectura global desde su posicionamiento específico. Lo que sigue sí es un ejercicio de esplendor progresivo puro y duro sin recortes ni reservas: el ‘Concerto For Piano And Electric Ensemble’ entero, sí, con todos sus cuatro movimientos. La meticulosa fastuosidad de ‘Adagio Maestoso’ y de ‘Allegro Moderato’ sigue sonando cada vez mejor, así como la colorida ceremoniosidad de ‘Lento Cantabile’ y el swing cálidamente sofisticado de ‘Vivo Scherzando’. Después de esta extensa aventura, los KOTEBEL siguen exhibiendo el orgullo que sienten por su más reciente álbum de estudio ejecutando otra pieza del mismo: “The Flight Of The Hippogriff, Part II”. El grupo logra plasmar con solvencia y pasión las variaciones de ambiente de la pieza bajo el calor del momento.


La secuencia final de ‘Satyrs’, ‘Simourhg’ y ‘Amphisbaena’ nos remite a esa otra obra maestra Kotebeliense que es “Ouroboros”. El vigor ágil de ‘Satyrs’ y el eficaz dinamismo complejo de ‘Simourgh’ se suceden en una ilación musical desde donde los KOTEBEL gestan un cénit increíble para esta actuación en vivo. Así las cosas, la función de ‘Amphisbaena’ consiste principalmente en darle un nuevo giro a dicho cénit a través de la estilizada belleza que ostenta en sus perfectamente articuladas ilaciones de motivos. Y todo esto es “Live At Prog-Résiste”, el perfecto documento oficial para dejar testimoniado con la claridad más infinitamente posible que KOTEBEL es mucho más que una banda de rock progresivo del nuevo milenio: es una de las más notables e imprescindibles bandas del género en los últimos 25 años, es una fuerza de la naturaleza dentro de ese cosmos sonoro que se llama música. 


Muestras audiovisuales del “Live At Prog-Résiste”:


Sunday, October 26, 2014

ECCENTRIC ORBIT: rock progresivo para humanoides


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Es momento de prestar atención al grupo norteamericano ECCENTRIC ORBIT por motivo de la reciente publicación de su segundo disco “Creation Of The Humanoids”. El cuarteto está formado por Tom Benson [violín eléctrico, mandolina sintetizada y guitarra sintetizada], Bill Noland [bajo], Madeleine Noland [teclados y sintetizador de viento] y Rick Landwehr [batería]. Este último reemplaza al baterista original Mark Cella, quien murió en 2010 víctima de un tumor cerebral, y a cuya memoria va dedicado el disco que nos ocupa ahora. La presencia de Cella en el primer disco “Attack Of The Martians”, que data del año 2004, queda como su legado más importante para la vanguardia progresiva actual. El esquema musical de ECCENTRIC ORBIT se basa en un eclecticismo multicolor donde se organiza ingeniosamente los roles de instrumentos inusuales como el violín eléctrico, el sintetizador de viento y la mandolina sintetizada: el aspecto cibernético parece importante y relevante dentro del sonido grupal, y de hecho, la banda admite su devoción e inspiración en las banda sonoras para películas de ciencia-ficción, pero no hallamos en su estilo una orientación esencialmente electrónica sino un empuje por explorar nuevas cosas dentro de una misión estética evidentemente aventurera. La fuerza centrífuga que dio origen al grupo a fines del pasado milenio está en la inquieta mente del talentoso bajista Bill Noland, y todavía en “Creation Of The Humanoids” se advierte su rol como principal compositor de ECCENTRIC ORBIT. Bueno, ahora vayamos a los detalles del repertorio de este disco en cuestión.


Ocupando los primeros 7 minutos del disco, ‘Breaking Osiris’ abre con una prestancia exótica abrumadoramente efectiva en base a un jam de corte raga donde la presencia protagónica del violín se alimenta de la gradual emergencia de ornatos de sintetizador y guitarra eléctrica. Todo ello instaura la base para un poderoso colorido sónico que pronto deriva hacia un excelso desarrollo temático de cadencias space-rockeras empapadas de fastuosidad típicamente progresiva: lo que suena parece un raro pero efectivo híbrido de HIDRIS SPACEFOLK y PÄR LINDH PROJECT. Tras este despliegue de exotismo estilizado y modernizado, ‘Stellar Attraction’ nos obsequia una esplendorosa exhibición de sinfonismo soberbiamente ensalzado con arreglos razonablemente complejos que nos recuerdan a los estándares más intrincados de los cánones de HAPPY THE MAN y YES, pero con unos aires de familia compartidos con bandas como KBB y SYMPOZION. La pieza homónima es en realidad una suite de cinco secciones que se extiende hasta los 19 ½ minutos de duración. Los títulos autónomos de las cinco partes son, sucesivamente, ‘Atomic War’, ‘Rise Of The Robots’, ‘The Order Of Flesh And Blood’, ‘In Rapport’ y ‘Perfect Machines’. El hecho de que esta pieza maratónica se incluya en el centro mismo del repertorio hace que éste se dibuje como una montaña ladeada por colinas en sus sendos costados: el oyente debe prepararse para una exhibición impresionante de esplendores y destellos sónicos articulados dentro de un atractivo entramado de motivos. Desde el inicio se nos brinda un estilizado juego de tensiones donde las robustas sonoridades del bajo fuertemente distorsionado y las exigentes síncopas de la batería señalan el camino de tenebrosas explosiones emotivas. La segunda sección adopta un aura tribal para encaminarse hacia una mezcla de space-rock y chamber-rock, mientras que la tercera se basa en un jam robusto apoyado en un medio tiempo. La cuarta sección suena a un híbrido de GENTLE GIANT y JEAN-LUC PONTY, lo cual significa que llegamos a un momento de extraño lirismo. En fin, la quinta y última sección regresa a un ambiente parecido al de la tercera pero con un groove más intenso, no necesariamente más agresivo porque el baterista mantiene un tenor jazz-rockero en su swing. Eso sí, las intervenciones de los teclados son eficazmente pomposos, tal como amerita la ocasión.

  

Después de este monumental cénit que encarna la suite ‘Creation Of The Humanoids’ viene la dupla de ‘Marilyn Monrobot’ y ‘By Air Express To Venus’, temas diseñados para abrir nuevos recursos de interés artístico tras el vendaval inmediatamente anterior. En el caso de ‘Marilyn Monrobot’ disponemos de un ejercicio de dinamismo sinfónico donde la vieja y la nueva escuelas del rock progresivo se hermanan floridamente: notamos recursos de GENTLE GIANT y YES funcionando de forma fluida durante los desarrollos temáticos mientras éstos se remodelan con aires contemporáneos similares a lo que encontramos en A TRIGGERING MYTH y DRUCKFARBEN. Como suele suceder en estos casos, el sintetizador y la guitarra crean espacios de lucimiento al servicio del dinamismo global de la instrumentación. Por su parte, ‘By Air Express To Venus’ porta un talante más netamente vanguardista, incluso metiéndose en terrenos de densa expresividad propias del rock-in-opposition de raíces galas, aunque a través de los filtros de unos FAR CORNER y de unos PARALLEL MIND – en cuanto a estos último, nos referimos al punche jazz-rockero que se maneja en varias secciones de este extenso tema. El grupo sabe explotar la ambientación recurrente de la pieza sin hacer que se sature.

   

Todo esto fue “Creation Of The Humanoids”, la obra por la cual nos hemos empezado a familiarizar con ECCENTRIC ORBIT. Aunque todavía no ha logrado esta banda el tipo de proyección que otros héroes del prog contemporáneo han concretado desde hace varios años – THE FLOWER KINGS, SPOCK’S BEARD, TRANSATLANTIC, por poner los primeros ejemplos que se nos vienen a la cabeza –, no es inoportuno señalar que este cuarteto merece gozar de un posicionamiento similar, y de hecho, nos alegra que este disco ya coseche grandes elogios en varias redes importantes de difusión del género progresivo. ¡Recomendado!


Muestras de “Creation Of The Humanoids”.-

Thursday, October 23, 2014

SPACE DEBRIS o el krautrock de hoy en día


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy presentamos al cuarteto instrumental alemán SPACE DEBRIS so pretexto de su recientemente publicado disco “Phonomorphis”. Este grupo originado en la localidad de Odenwald está actualmente conformado por Tommy Gorny [guitarras], Christian Jäger [batería], Winnie Rimbach-Sator [órgano y sintetizadores] y Mitja Besen [bajo], o sea, tres cuartos de la formación que dio inicio a esta maquinaria musical en la primera mitad de los 90s con la misión de recapitular y reactivar los discursos del krautrock, la psicodelia Floydiana y los aspectos más artísticos del hard rock de aquellos años 70s. Con seis discos de estudio en su haber (el primero data del 2002), tres en vivo, algún DVD e incluso una edición especial de sus primeros demos especialmente proyectada para su fanaticada, SPACE DEBRIS se erige como una banda veterana por mérito propio, y su reciente “Phonomorphis” – publicado por el sello Breitklang como CD y como vinilo doble en abril último – es la excusa perfecta para empezar a ponernos al día con este grupo.  


De las cuatro piezas que completan el repertorio de este álbum, la más extensa es ‘Colossus Stranded’, justamente la que lo abre. Esta odisea de casi 20 ¾ minutos de duración empieza con un breve preludio aleatorio que pronto abre camino a un recurso de expansión del órgano, el mismo que sirve para que el grupo empiece a construir un jam en crescendo. El cuarteto se toma su tiempo para dejarse envolver por una atmósfera robusta al final del camino, y cuando lo hace, se complace en darle vueltas de una forma rotunda y llamativa. Los solos de guitarra y teclado se alternan, creando espacios con sus incandescentes florituras pero sin llegar nunca a lo abrumador, dejando siempre un margen oportuno para que la dupla rítmica dé amplias muestras de su habilidad para asentar los cimientos del jam. El núcleo esencial de estas armazones sónicas creadas por el grupo ostentan un talante Floydiano con niveles aumentados de vigor al más puro estilo del hard rock de los viejos años 70s. Más adelante, se genera un momento de calma donde el grupo pasa a explorar atmósferas contenidas, como si se cobijaran momentánemente bajo un manto introspectivo. Se trata, en realidad, de un puente transitorio hacia el pasaje final extrovertido que habrá de llenar los últimos 4 minutos y pico de la pieza, cuyo dinamismo tremendamente vibrante está en una onda muy a lo DEEP PURPLE. El tema homónimo es el que sigue a continuación, y realmente aquí nos metemos en terreno germánico pues el asunto empieza en clave de AGITATION FREE: atmósferas etéreas manejadas con un groove exquisito y un uso convincente, que no exagerado, de la garra esencial del rock. A poco de superar la barrera del séptimo minuto, el grupo agiliza las cosas y reorienta su actual excursión con un esquema más frenético, siendo la guitarra el referente principal para el desarrollo y continuado reforzamiento de las interacciones entre los músicos. De hecho, se nota un mayor nivel de aridez en el sonido integral del cuarteto, como si tuviéramos ante nosotros el rescate de una pieza perdida de HAWKWIND – de su época del “Doremi Fasol Latido” – que ha sido remodelada por un combo de músicos de AGITATION FREE y ASH RA TEMPEL. Después de la barrera del minuto 13, la banda vuelve al factor etéreo inicial pero recibiendo parte del impacto vigoroso inmediatamente precedente. El redondeo de esta sección final es impresionante, dueño de un colorido majestuoso, psicodelia progresiva más estilizada que está será imposible de encontrar hoy en día, o al menos, muy difícil.


Cuando ‘Cat Flow Deluxe’ entra a tallar, ya el oyente sabe ya de qué van los SPACE DEBRIS, pero aún el cuarteto es capaz de introducir y manejar variantes interesantes en lo que queda del disco. En efecto, ‘Cat Flow Deluxe’ de entrada nos mete en una cadencia rítmica jazz-rockera que se muestra en toda su señorial magnificencia, lo cual brinda una ocasión magnífica para que el cuarteto trabaje más a fondo su gusto por recursos estilizados, y ahora lo hace enfocándose en cuestiones blueseras y jazzeras. Los aires de familia con entidades compatriotas del pasado como AERA y EXMAGMA son fáciles de notar, así como figuras más actuales como son CAUSA SUI y AMPACITY. Un jam distinto se arma a partir del noveno minuto (más o menos) con el propósito de asentar una espiritualidad más ágil y reencaminar el asunto hacia una luminosidad más abierta. Aunque su tiempo de expansión no es tan extenso como el que se otorgó al primer jam, dura lo suficiente como para preparar debidamente el camino para el tercer jam, el cual se pone a explorar grooves de tenor funky dentro de un esquema hard-rockero. En este tercer jam disfrutamos de nuevos solos geniales a cargo del teclista Rimbach-Sator, los cuales proporcionan robustez a estos climas que no son precisamente feroces. La garra se siente más profunda desde el inicio del último tema, ‘Journey Back To The Moon’, el cual nos remite al legado de los tres primeros discos de AMON DÜÜL II (su faceta eléctrica) así como a los dos primeros discos de THE COSMIC JOKERS. El grupo llega a emplear un juego de escalas exóticas de carácter arábigo, logrando así motivar recursos de improvisación para los solos respectivos de guitarra y órgano. El propósito central de esto es darle un giro más pomposo al despliegue de vigor que tiene lugar. El contraste final llega con el jam final, el cual apela a la languidez contemplativa heredera del PINK FLOYD 69-71.

  

Todo esto fue “Phonomorphis”, un estupendo alegato en favor de la recuperación y refortalecimiento del ideal progresivo desde la provincia del krautrock. Lejos de limitarse a emular a sus maestros cuales alumnos aplicados, los SPACE DEBRIS saben cómo darle una energía propia al asunto a partir de un enfoque ecléctico de su evidente nostalgia estética. Vale la pena investigar en la discografía de esta banda… ¡la verdad que sí!


Muestra de “Phonomorphis”.-
Phonomorphis: http://www.youtube.com/watch?v=g0jib9mM4bA

Monday, October 20, 2014

SEVEN IMPALE: oda progresiva al sol


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

En esta ocasión nos introducimos en el mundo musical del grupo noruego SEVEN IMPALE con su primer trabajo de larga duración “City Of The Sun”. Publicado en el pasado mes de setiembre por vía del sello Karisma Records, este disco sucede al EP de presentación “Beginning / Relieve” que se publicó el año pasado. El grupo está conformado por Stian Økland [guitarra y canto], Erlend Vottvik Olsen [guitarra], Benjamin Mekki Widerøe [saxofones], Fredrik Mekki Widerøe [batería], Tormod Fosso [bajo] y Håkon Vinje [keyboards], un sexteto que se congrega para generar una apuesta vitalista por el ideal del rock progresivo desde una óptica retro y ecléctica. Los aires de familia con ASTRA y DIAGONAL son fáciles de notar, así como las confluencias con figuras heroicas del prog psicodélico escandinavo contemporáneo (p.e., CAUSA SUI, PAPIR, y yendo más atrás, GARGAMEL) en los momentos más abiertamente filudos de su repertorio, cuando no coqueteando abiertamente con el post-metal y las vertientes más osadas del prog-metal. Las dosis de vitalidad y diversidad que se deriva de los procesos creativos a cargo de los músicos se entienden como resultado natural de sus variados lugares de procedencia: jazz, metal, space-rock, todos ellos congregados y reformulados en su mutua mezcla en una agenda típicamente progresiva. Vayamos al repertorio concreto de “City Of The Sun” para ver el detalle de cómo funciona esta variopinta fórmula de SEVEN IMPALE.


‘Oh, My Gravity’ da inicio al repertorio comenzando con un groove llamativo y contenido que nos remite a una versión hipotéticamente jazzeada de VAN DER GRAAF GENERATOR con algunos tintes propios de la tradición Canterbury. Mientras las pautas temáticas se van hilando en un continuum magistralmente armado, el grupo va robusteciendo con buen pulso su expresividad orgánica, llegando en ciertos momentos a crear una genuina aureola de agresividad sónica, eso sí, siempre manteniendo un talante de exquisitez típicamente progresiva. Tras esta gran vía de apertura al mundo de SEVEN IMPALE que nos ha mostrado poco menos de 10 minutos de deleite, todavía queda disfrute para rato. La dupla de ‘Windshears’ y ‘Eschaton Horo’ nos revela sucesivas aventuras de eclecticismo enérgico con esquemas de trabajo bien focalizados. Las guitarras duales suelen conjugarse para llenar espacios convincentemente a través de riffs y juegos armónicos, mientras los vientos de Benjamin Widerøe se hacen notar y los teclados de Vinje crean pertinentes capas y fraseos solistas según la ocasión: de hecho, se puede atisbar que Hugh Banton es su principal pauta maestra. Yendo al caso concreto de ‘Windshears’, este tema le da una gran importancia al swing armado por la dupla rítmica, muy alimentada de aires jazz-rockeros, pero claro está, su desarrollo no es ni mucho menos monocorde, sino que se abre a juegos de contrastes entre pasajes sobrios y otros macizo. Por su parte, ‘Eschaton Horo’ se adentra en un esquema más abiertamente complejo, dando prioridad a la espiritualidad reflexiva en las partes cantadas mientras que el interludio instrumental despliega una complejidad estructural cautivadora y, a la vez, inquietante. Y sobre todo, potente, ostentando una incandescencia que consume todo el aire que rodea al oyente. Este interludio ocupa un buen espacio de tiempo, lo cual supone una sorpresa atrapante para el oyente teniendo en cuenta que los primeros minutos del tema se habían focalizado en aires de etérea languidez. Aunque suene un poco feo decirlo, esta canción es inmensamente escandinava: se hacen notar los aires de familia con ANEKDOTEN y LANDBERK (los paradigmas d los primeros álbumes de ambos grupos), así como con varias bandas especializadas en el space-rock actual de esa área.


‘Extraction’ parece al inicio como una electrizante remodelación de lo que acabamos de escuchar en ‘Eschaton Horo’, pero finalmente es más afín a Windshears’ en lo que respecta el desarrollo de expansiones en torno al núcleo melódico de una canción para darle una esencia progresiva. Ocupando los últimos 14 ¼ minutos del disco, ‘God Left Us For A Black-Dressed Woman’ condensa y capitaliza las mayores virtudes de versatilidad sonora y ambición artística por las que la banda se ha venido explayando a lo largo del disco. Tenemos aquí algunas secciones contenidas donde la nostalgia es el principal parámetro de expresividad, otras donde el grupo desarrolla una arquitectura pletórica para atmósferas signadas por una avasallante fastuosidad, y también algunos momentos donde las guitarras crean interludios de tenor post-metalero. La manera en que se conectan el motivo recurrente del clímax final y el tormentoso epílogo aporta una dimensionalidad conmovedora, la misma que nos hace evocar a una extraña cruza entre VDGG y RUSSIAN CIRCLES.


Todo esto fue “City Of The Sun”, un trabajo muy bueno donde la ingeniosa ingeniería de melodías, atmósferas y esquemas rítmicos se traduce en una musicalidad psicodélica de primer nivel. Esta gente de SEVEN IMPALE se ha lucido a todo dar y solo nos queda recomendar a este disco como uno de los mejores que se han hecho en el prog escandinavo del presente año 2104.


Muestras de “City Of The Sun”.-
God Left Us For A Black-Dressed Woman:  http://www.youtube.com/watch?v=ht6eIqce210


Friday, October 17, 2014

BLY DE BLYANT: el precepto del eclecticismo para el jazz-rock contemporáneo


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da la ocasión de presentar a “Hindsight Bias”, el nuevo trabajo del colectivo triádico BLY DE BLYANT. Este ensamble está conformado por tres expertos de diversas áreas del rock y el jazz de vanguardia nacidos en tres países distintos: el finlandés Øyvind Skarbø [batería, percusión], el islandés Hilmar Jensson [guitarras, bajo, piano] y el estadounidense-pakistaní Shahzad Ismaily [bajo, sintetizador, órgano, banjo, efectos]. Sus pedigrís respectivos incluyen membrecías en TYFT, 1982, ALASNOAXIS, la banda de apoyo del maestro JOHN ZORN, SECRET CHIEFS 3, COSA BRAVA, etc., y ahora tenemos en la propuesta de BLY DE BLYANT un sistema ecléctico donde se alternan y combinan elementos del nu-jazz así como del jazz-fusion de vieja escuela, además de psicodelia, visión progresiva de inspiración Crimsoniana y experimentación aleatoria. Tal como una vez señaló el buen Jensson en una entrevista: «I don't know what kind of music we're making any longer – and I don't care («Ya no sé qué tipo de música estamos haciendo – ¡y no me importa!»). Esta misma desfachatez “falsamente” inconsciente a la hora de hacer música más allá de categorías fijas les permite moverse a través de todas ellas, cuando no quebrarlas, con solvencia a través de innegables despliegues de ingenio creativo. “ABC” fue una agradable sorpresa para los seguidores del avant-jazz el año pasado, y ahora es el turno de “Hindisght Bias”, publicado a inicios del presente año 2014. El material fue grabado en menos de una semana durante marzo del 2013, masterizado tres meses después, y finalmente publicado por el sello noruego Hubro tanto en formato digital como de vinilo. Es poco más de media hora lo que dura el repertorio de este trabajo, muy poco en realidad, pero este trío le saca el jugo al espacio que se da a sí mismo.


Durando casi 4 ¼ minutos, ‘Jiddu’ abre el álbum con una aureola etérea que se hace sentir robusta a través de los juegos de matices que el trío desarrolla en base a un motivo central recurrente. La atmósfera psicodélica en curso se va explayando fluidamente sobre la elegante cadencia jazz-rockera armada por la dupla rítmica. El siguiente tema, ‘Westkrenz’, nos lleva a la vieja tradición jazz-rockera de los 70s con menos dosis de fastuosidad sonora propia de iconos como RETURN TO FOREVER y WEATHER REPORT, aunque, sin duda, el groove general y el inteligente manejo de momentáneos quiebres rítmicos sobre el cual se arma la pieza nos suenan muy familiar. El trío maneja el colorido exigido por la ocasión con solvencia sin perder la sobriedad, algo que se puede advertir específicamente en los overdubs de teclados diversos que entran a tallar en algún momento. Un tema con bastante gancho, y más gancho lo tiene el siguiente, ‘Laura’, el cual emplea una base rítmica funky para armar un bloque sonoro ensoñador, muy al modo de los estándares del nu-jazz: a pesar de contar con una estructura sencilla, ‘Laura’ es un tema más sofisticado de lo que parece a través de una escucha superficial. Con el arribo del tema homónimo, el trío cambia totalmente de modalidad sonora y se retrotrae hacia un terreno introspectivo. Tras la experiencia contemplativa de las dimensiones más misteriosas del yo interior, ‘Michael Jackson Pollock’ nos lleva hacia los más vigorosos recursos de vibrante energía: se trata de un muy agradable viaje por territorios sonoros con sólidos antecedentes en BOZZIO LEVIN STEVENS y ATTENTION DEFICIT. ¡Qué pena que no llegue siquiera a los 3 minutos de duración!... pero sin duda, es inmensamente placentero mientras dura.

‘DEFGHIJKL’ nos lleva hacia terrenos de abstracción aventurera, creando un inquietante, y a la vez, atractivo híbrido de free-jazz y space-rock: más un soundscape que un tema en sí, los tránsitos caóticos de la batería sumergen su suave gentileza dentro del onírico cúmulo de efectos que focalizan el espacio musical creado por el trío. ‘Bunker Hill’ porta una espiritualidad grisácea muy semejante a la de ‘Hindsgith Bias’, pero su esquema es bastante diferente del de éste: el dinamismo musical que ostenta es filudo e intenso, como una celebración de la oscuridad inminente mientras aún hay luz emanándose a raudales en el entorno. El saxofonista noruego Kjetil Møster aporta coloridos adicionales de manera efectiva, con lo cual se llena ciertos espacios sin romper para nada con la magia rítmica de las complejas síncopas elaboradas por Skarbø. Ocupando los últimos 6 ¾ minutos del disco, ‘The Eighteen Irascibles’ nos brinda un viaje sobrio y sereno que comienza con una cálida dupla de banjo y guitarra para que luego la armazón de batería y percusiones impulse el esquema sonoro reinante hacia una especie de vitalismo grisáceo (un tanto similar a lo que hacen los DIRTY THREE). El segundo momento está marcado por una flotante languidez donde el banjo arma colores etéreos sobre unas leves capas de sintetizador: las alusiones orientales que entran a tallar nos remiten al aspecto acid-folk de unos AMON DÜÜL II, y del krautrock en general. Eso sí, el trío maneja este tipo de atmósferas con una impresionante disciplina de autocontención, siempre manteniendo esa aureola de reflexivo apartamiento presente a lo largo de toda la pieza.


Todo esto fue “Hindsight Bias”, uno de los discos más agradablemente peculiares y variados que se han hecho en el mundo jazz-progresivo durante el presente año 2014. Portando sus disfraces de animales para las fotos de portada y contraportada del disco, los BLY DE BLYANT han demostrado tener grandes dosis de desfachatez y buen humor, y a fin de cuentas, es una gran cosa que hayan podido trasladar esta buena onda lúdica a una propuesta musical tan heterogénea como estimulante para el paladar auditivo. Eclecticismo de amplio alcance... ¡disco ampliamente recomendado!


Muestra de “Hindsight Bias”.-


Tuesday, October 14, 2014

INNER DRIVE: un oasis de música progresiva en Rusia


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da el motivo de presentar al grupo ruso INNER DRIVE y su primera grabación oficial “Oasis”. Fundado en el 2006 como un power-trío de teclado, bajo y batería bajo el liderazgo del teclista Sergey Bolotov, pronto empezó el grupo a ampliar su paleta sonora con la inclusión de músicos al violín, la flauta y la guitarra. Lo curioso es que en este disco vemos que la guitarra solo está presente en unos cuantos temas, mientras que la flauta y el violín nunca conviven dentro del arsenal utilizado en un tema específico. Los créditos del álbum también indican que hay dos bajistas y dos bateristas alternándose a lo largo del repertorio: cuando la dupla rítmica no está conformada por Alexei Kublochkin y Fedor Kozharinov, lo está por Dmitry Shtatnov y Vimal Nikonov. Todo esto indica que el grupo sigue teniendo a la estructura de power-trío como su principal enfoque sonoro, y además, resulta que el repertorio del álbum pretende reflejar los diversos estadios que ha atravesado el proceso de maduración y reforzamiento de la visión musical del grupo. Este disco es no solo un disco, sino el diario de la larga vivencia de una entidad musical.


‘Way To The Unknown’ da inicio al disco con un derroche de colorido pletórico al modo de una arquetípica melodía en clave de chamber-rock remodelada con un dinamismo jazz-progresivo desde donde se impulsan las aristas más líricas de la musicalidad nuclear. Con el protagonismo esencial del violín y la armazón básica que conjuntamente instalan el piano y la batería tenemos una entrada genial. La segunda pieza es justamente la homónima, ocupando un espacio de casi 4 minutos: su tenor general apunta hacia un lirismo más reposado y estilizado, tal vez “convencional” en el sentido de que se focaliza más abiertamente en las pautas del romanticismo, con algunos cauces para un impresionismo sereno. Hay algo en este tema que nos recuerda a THE ENID, pero bajo el filtro del ISILDUR’S BANE de la época del “The Voyager”. Con el particular título de ‘Inspired By Pink Floyd’, el ensamble de INNER DRIVE nos muestra una idea musical más bien inspirada en THE ALAN PARSONS PROJECT – su versión más ambiciosa – en cuanto a la obvia vitalidad cálida con que se desarrolla la ilación de los motivos centrales. Con todo, la riqueza de los arreglos instrumentales en curso nos vuelven a remitir a esos viejos tiempos de ISILDUR’S BANE. ‘Full Moon’ comienza con un órgano Hammond instaurando la base para el groove general que no tardará en motivar al ensamble íntegro, pero es el sintetizador quien asumirá el rol de guía para el desarrollo temático de la pieza: hay mucho de Emersoniano en las sonoridades de los teclados así como en el carácter de la composición misma, y bien puede describirse esta fulgurante pieza como una remodelación del paradigma de EMERSON, LAKE & PALMER bajo la influencia del AFTER CRYING de la época del “6”. A continuación, ‘Life In Our Minds’ despliega una exuberancia que ostenta aires de familia con ‘Way To The Unknown’ y ‘Oasis’, poniendo énfasis en el aura de serena gravedad que predominaba en este último.

Las dos piezas más extensas del álbum son ‘Elephants’ y ‘Chaos’, durando ambas más de seis minutos. En el caso de ‘Elephants’ tenemos una exhibición de modismos sinfónicos con unos detalles Canteburyanos que claramente se hacen notar en la labor de la dupla rítmica; en especial cabe destacarse la sólida labor del bajo, el cual crea complejas líneas en varios momentos con el fin de explotar a fondo la sofisticada atmósfera general de la pieza. Por su parte, ‘Chaos’ se inicia con un prólogo etéreo que tiene cierto tufillo Crimsoniano, mas cuando entra a tallar el cuerpo central, la prestancia sonora se enfila hacia una vibración extrovertida netamente sinfónica, muy en línea con ELP y los solistas de RICK WAKEMAN. En medio de ellas está ‘Lost Dreams’, un tema más cálido y relajado donde la banda va hilando fino el desarrollo temático en curso, dejando siempre un espacio donde la flauta pueda explayarse en su rol protagónico dentro del ensamble grupal. ‘Aigba’, el penúltimo tema, está marcado por una relativamente tranquila expresividad desde la cual el ensamble puede trabajar con texturas fusionescas mientras los motivos centrales se van desarrollando y abriendo ventanas a ciertos recursos de variedad. El piano sabe asumir con carácter su posición de ítem integrador de toda la instrumentación, y por su parte, el violín sabe cómo realzar una idea cuando es su turno para salir al frente. Con un fondo de ruidos de corrientes marinas, el piano gesta sus últimos fraseos en un final magníficamente elegante que nos remite nuevamente a los viejos paradigmas de AFTER CRYING e ISILDUR’S BANE. Aún queda el no muy extenso epílogo ‘Transience’ para cerrar el álbum: impresionismo ornamentado de tal manera que las florituras de la flauta no rompan con el equilibrio comandado por el piano eléctrico, plasmando así el idóneo retrato sonoro de una risa serena. 


Lo que tenemos en “Oasis” es, a fin de cuentas, una serie de más de tres cuartos de hora de música progresiva de gran nivel, dueña de una vitalidad ecléctica equiparada por pocas bandas de la actualidad, o sea, un disco totalmente bordado. Los INNER DRIVE se han lucido bárbaramente y solo nos queda recomendar este disco a los coleccionistas a ojos y oídos cerrados.


Muestras de “Oasis”.-


Saturday, October 11, 2014

La fabulosa química sonora de SALES DE BAÑO


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es la ocasión de presentar a SALES DE BAÑO, que es un joven grupo argentino dedicado a cultivar un híbrido de jazz-rock y rock-in-opposition dentro de un esquema genuinamente progresivo sensible a la inclusión de elementos fusionescos en el camino. Formado este grupo por el talentoso bajista Carlos Quebrada (integrante también de otra banda heroica de la vanguardia argentina, FACTOR BURZACO, nada más y nada menos), el personal de SALES DE BAÑO se completa con Camilo Ángeles [flauta], Agustín Zuanigh [trompeta y fiscorno], Andrés Marino [pianos y sintetizadores], Mariano Cepeda [guitarra y efectos] y Federico Isasti [batería]: o sea, un grupo de alumnos de la carrera de Jazz del Conservatorio De Falla. Ahora nuestra atención se ha de enfocar en su estupendo disco debut “Estrangulando El Mundo”. Todo el material contenido en este disco, compuesto íntegramente por Quebrada, fue grabado en noviembre del año pasado en los Fort Studios de Buenos Aires, para luego ser mezclado en el estudio neoyorquino Bacqué Recording Engineering. Vayamos ahora a los detalles del repertorio.


Durando 9 minutos y pico, ‘Zoroastro’ pone en marcha la maquinaria grupal con un colorido tan bizarro como misterioso. La estructura rítmica del motivo inicial es sólida pero no muy trepidante, lo cual permite a los instrumentos asociarse con oportuna delicadeza, y así, permitir que el tránsito al posterior interludio abiertamente melancólico sea muy fluido. Una sección siguiente está marcada por unos aires a lo MAHAVISHNU ORCHESTRA, siendo así que la guitarra se explaya noblemente en sus fraseos mientras que el piano engalana el paisaje general con fraseos a lo free-jazz. El segundo tema del disco, titulado ‘30’, es más largo aún que el primero: dura 10 minutos y segundos. Su esquema de trabajo tiene una aureola un poco más extrovertida que la del tema inicial, incluso aproximándose a la mágica delicadeza de las expresiones más excelsas del jazz-prog de tradición Canterbury (GILGAMESH, HATFIELD AND THE NORTH). Se nota el empleo de trucos Crimsonianos emanados de algunas partes de guitarra, y por qué no, también algunos elementos avant-jazz a lo ZAPPA en ciertos pasajes donde el grupo se pone en plan juguetón. Los solos de flauta y trompeta son esplendorosos, bien lucidos, sin romper con el clima general de la instrumentación. Con estos poco menos de 20 minutos iniciales, el grupo revela su gusto por esquemas sonoros señoriales y desafiantes, así como su talento para concretizarlas con nervio e inteligencia artística. ‘Wildeinsamkeit, Acto I’ es lo que sigue a continuación, estando a cargo de ahondar en el factor Canterbury para darle un enfoque centrado en las excursiones del piano eléctrico. El segundo acto del concepto de ‘Wildeinsamkeit’ se halla un poco más adelante, y aquí el asunto se deriva mayormente hacia un delirio abstracto basado principalmente en retazos deconstructivistas de guitarra, aterrizando finalmente en una juguetona y tensa coda.


Entre esas dos partes distanciadas de‘Wildeinsamkeit’ se ubican ‘Los Mayores Ríos Se Deslizan Bajo Tierra’ y ‘Lo Verde, Lo Apacible’, sucesivamente. El primero de estos temas empieza con pulsiones aleatorias de batería, el bloque grupal se asocia en un dinamismo ágil y complejo que mencionados nos lleva hacia el paradigma de HENRY COW (sus dos primeros álbumes), para desembocar en un largo explayamiento de matices relajados y etéreos; para la coda, el grupo vuelve a la cálida exaltación precedente. Por su parte, el segundo se enmarca claramente dentro del aura apacible al cual hace alusión el título: yendo más allá que otras piezas anteriores que también incluían momentos calmados, la personalidad contemplativa de ‘Lo Verde, Lo Apacible’ se orienta hacia el acto de mirar detrás de una niebla metafísica y descubrir algo permanentemente oculto, afrontar su misterio, dejarse llevar por lo inesperado mientras se conserva la actitud contemplativa de manera incólume. El piano no solo dispone de un buen espacio para armar una sección solista, sino que también sostiene todo este viaje de forma integral. ‘Ascesis’ ostenta un aire místico en su desarrollo temático, prominentemente articulado bajo la guía del piano, una vez más. Hay una atmósfera criolla inundando la etérea atmósfera que envuelve al cuerpo central cual niebla de introspectiva serenidad, lo cual hace que el ensamble se conecte – aunque sea parcialmente – con otras entidades compatriotas que saben añadir elementos fusionescos a sus respectivas propuestas de vanguardia (LAS OREJAS Y LA LENGUA, ORQUESTA METAFÍSICA, LES MINOTS, etc.).

  

En fin, el disco se completa con ‘20’, la pieza más abiertamente neurótica del álbum, y es justamente la actitud particularmente extrovertida de la armazón instrumental lo que permite que esta nueva y definitiva exploración de la faceta más dadaísta de la banda se explaye con una dosis de tensión más intensa que nunca. Con alusiones a MATCHING MOLE y NUCLEUS, el factor Cantebury regresa en pleno, así como el paradigma del rock-in-opposition (otra vez, bajo el encanto del HENRY COW temprano). Termina así “Estrangulando El Mundo”, un excelso catálogo de composiciones que honran hasta altísimos niveles la perspectiva actual de las vanguardias del rock y del jazz: ojalá sigamos teniendo a SALES DE BAÑO como una entidad viviente por mucho tiempo, pues sin duda, se trata de un tesoro dentro de la escena progresiva hispanoamericana.


Muestras de “Estrangulando El Mundo”.-
Los Mayores Ríos Se Deslizan Bajo Tierra: http://kuaimusic.bandcamp.com/track/los-mayores-r-os-se-deslizan-bajo-tierra

Thursday, October 09, 2014

Viajes e inspecciones desde la CASA DE ORATES


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy volcamos nuestra atención al nuevo trabajo de CASA DE ORATES, el proyecto de vanguardia radical con base electrónica fundado por el multi-instrumentista chileno Manuel Knwell. El título de este nuevo disco es “Viaje Astral” y en él se hace cargo este polifacético y muy activo músico de los teclados, sintetizadores, percusiones, programaciones y efectos computarizados, kultrun, trompeta, vientos y tambores tradicionales tibetanos y contrabajo, además de algunas voces. Sus compañeros/as de viaje para la ocasión son Serena Toxicat [voces], Eduardo Villanueva [sintetizadores], Sergio Daniel De Blois [voces], Karenn González [voces] y Sergio Peralta [saxofón tenor, flauta y clarinete]. Hay también una mención especial a Miguel Conejeros por hacer un remix del tema homónimo del álbum como penúltimo ítem del mismo (volveremos a ello en su momento). Respecto a los anteriores trabajos de CASA DE ORATES, Manuel Knwell establece una continuidad evolutiva en ciertos aspectos, pero también trae otros nuevos: uno de ellos consiste en la incorporación de ambientes y sonidos punzantemente coloridos al estilo de la IDM; otro es el énfasis en pulsaciones y encantamientos de inspiración ancestral que, lejos de oponerse al recurrente aspecto electrónico de la línea de trabajo de CASA DE ORATES, le da un giro refrescante y sugerente. Vayamos ahora al repaso del repertorio de este disco.


Durando poco menos de 1 minuto y medio, el prólogo ‘Antakarana’ arma un esquema minimalista oscuro que anticipa pertinentemente el arribo de ‘The Last Selknam’ con su dinámica coloristamente robótica, desde la que se hace una interesante confluencia de destellos cibernéticos y resplandores juguetones. Con la tríada de ‘Saturne’, ‘Autoscopy’ y ‘Axis Mundi’ se elabora un tránsito desde un oscurantismo abstracto – con el talante etéreo de ‘Saturne’ y el esquematismo electrónico de ‘Autoscopy’ – hasta la celebración maquinista de la sociedad posmoderna, pues en efecto, ‘Axis Mundi’ es toda una orgía de golpes computarizados de metales que se explaya en busca de una musicalidad nueva. Todo este camino que nos ha llevado desde un ensueño vibrante hasta un vitalismo hermético es una muestra palpable del tipo de replanteamientos que se propone Manuel Knwell en esta nueva fase de su carrea musical. La emergencia de ‘Ánimas En Penumbras’ nos retrotrae frontalmente al oscurantismo etéreo de piezas anteriores, pero esta vez no para motivar una exaltación ulterior sino para detenerse en su propia implosión: el cántico femenino está dirigido a convocar a los fantasmas interiores en la realización de un exorcismo inquietante, casi fatal. A través de su espacio de casi 8 ½ minutos, la pieza homónima genera un esencial punto de inflexión para el disco. Su esquema de trabajo machacador y punzante gesta una meticulosa mezcla de espiritualidad celebratoria de claros tonos tribales y festivos explayamientos de la realidad cibernética de nuestro mundo: una ingeniosa fusión entre lo ancestralmente mítico y el paradigma contemporáneo del acero y el cemento. En el pasaje final se impone un efecto de drone que aporta un aire de extraño ensueño para las últimas cadencias tribales que surgen para el fade-out conclusivo.

‘Ancient Of Bantú’ es un breve interludio de sonidos percusivos reciclados por computadora, un preámbulo al oscurantismo inquietante de ‘The Sacred Tree Of The Sephiroth’, todo un homenaje a las ignotas fuerzas metafísicas que guían y llenan las facetas más oscuras de la naturaleza humana. Los ecos y resabios de los vientos folklóricos son tan importantes como los sonidos mismos a la hora de desarrollar la ambientación general; además, las percusiones adicionales aportan un reforzamiento de la imperante e incesante espiritualidad ritualística, la cual alcanza una cima especial cerca del final. ‘Tíbet’ prosigue por una senda telúrica un tanto similar, pero esta vez con un aura más ostensiblemente reflexiva, y el hecho de que se incluya una recitación femenina sobre una forma diferente de verse a sí mismo en conexión con la faz más profunda del Universo se ajusta a esta descripción. Los retazos de vientos y percusiones, las minimalistas capas de teclado, los cánticos que emergen en un momento dado, y en general, la ambientación etérea global de esta pieza nos apartan de la danza precedente y nos sumergen en los quiebres impredecibles de la reflexión. Volviendo a las pautas de la IDM, el tema homónimo resurge en un ‘Remix F600Rmx’ que es más que una remezcla, es una deconstrucción motivada por el ansia de remodelar la intensidad celebratoria de la primera versión a través de desarticulaciones que instauran una nueva lógica de neurosis rítmicas. En fin, llegamos a los últimos 10 minutos del disco que están ocupados por ‘…….’: bajo este solipsista título se cobija una excursión minimalista que se refocila en su propio misterio abstracto, algo que nos hace evocar aquellos tiempos de KLUSTER y del concepto de “Zeit” de TANGERINE DREAM. La firmeza con que la bruma sónica en curso inunda el espacio circundante del oyente se hace realmente opresivo a pesar de no ser ella misma aparatosa ni estridente: es una invasión que triunfa desde lo no sensorial.


Esto fue todo lo ofrecido en “Viaje Astral” por CASA DE ORATES: tenemos aquí una nueva demostración del tipo de osada grandeza que Manuel Knwell aporta cual mente inagotable a la vanguardia musical sudamericana. Todavía no está este disco publicado físicamente (por ahora solo podemos acceder en el enlace http://casadeorates.bandcamp.com/album/viaje-astral ), pero ojalá lo esté pronto.


Muestras de “Viaje Astral”.-
The Sacred Tree Of The Sephiroth: http://www.youtube.com/watch?v=mR0ktMBO4Gg


Monday, October 06, 2014

EL CEREBRO DE GREGORIO SAMSA: nuevas percepciones de la psicodelia progresiva peruana


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es el turno de EL CEREBRO DE GREGORIO SAMSA, un grupo peruano surgido en la hermosa ciudad de Huancayo y que se dedica a cultivar una música psicodélica aventurera, una propuesta ecléctica en el sentido más genuinamente progresivo del término, aunque el resultado dista mucho de los caminos “habitualmente ortodoxos” del pasado y el presente del género. El grupo en cuestión es un dúo instrumental consistente de Jhordan Miguel Jurado Aponte [guitarra, bajo y efectos] y Joel Riofano Clemente [batería y percusión]. Con algunos años de actividad musical a sus espaldas y varios trabajos de corta y larga duración publicados en su web de Bandcamp, ahora aparece publicado en edición física su registro más reciente, “¿Me Percibes, Animal?” [http://elcerebrodegregoriosamsa.bandcamp.com/], bajo la iniciativa conjunta de los sellos limeños Necio Records y Cuaderno Roto. Incluso uno de los impulsores del primero de estos sellos mencionados, Arturo Quispe – también integrante de CHOLO VISCERAL, SPATIAL MOODS y RAPA NUI –, se hizo cargo de la bella imagen de la portada, logrando así mostrar su talento creativo en el área de las artes plásticas. El material de “¿Me Percibes, Animal?” fue grabado entre los meses de setiembre y diciembre del año pasado, y fue publicado en Bandcamp a inicios del 2014 antes de que se concretara la edición física a la cual nos referimos. Vamos ahora al repertorio del disco, ¿vale?

  

‘Ya Va A Venir El Día, Ponte El Alma’ ocupa los primeros 13 minutos y pico del álbum. Comenzando con una atmósfera de expectante caos bajo la aleatoria guía de los impetuosos redobles de batería, el grupo no tarda en instalar los cimientos de un viaje ceremonioso en el que se aúnan la dimensionalidad aguerrida del stoner, la sofisticada rudeza del primer GURU GURU y la languidez densa del PINK FLOYD 69-71. Dentro de la armazón creada por el dúo, es la batería la que dirige su frenética ingeniería en base a las rotundas vibraciones de su labor rítmica. Cuando los diversos efluvios rockeros en curso se detienen momentáneamente, se abre camino un interludio cósmico cuya aureola de inquietud nos remite a ese tipo de minimalismo siniestro que era tan común en varios estándares del kraut sintetizado, creando así un espejismo de extraña relajación, y de hecho, es una referencia para que más adelante resurja con una actitud más torturada. Antes de eso, el encuadre rockero reaparece con la misión de retomar y redondear los recursos de impredecible vitalismo que se habían instaurado anteriormente. El último motivo sigue un estereotipo psicodélico con una actitud relativamente relajada, siendo así que las capas cósmicas de fondo se notan ahora calmadas en lugar de tensas. Tras este impactante comienzo, el álbum continúa con ‘Transido’, una pieza más abiertamente extrovertida donde la huella del paradigma Crimsoniano (de la época 73-74) sirve como inspiración principal, añadiéndose algunos recursos math-rockeros en el camino desde donde el asunto se nutre de una agilidad simultáneamente cálida y neurótica. Si ‘Ya Va A Venir El Día, Ponte El Alma’ era una muestra del tipo de estrategia que utiliza el ensamble para contar historias a través de sus abstracciones sónicas, perturbadoras y etéreas a la vez, ‘Transido’ nos revela su manera de manejar situaciones centradas en un encuadre musical más focalizado y con una expresividad más furiosa. 


La segunda mitad del álbum empieza con ‘La Muerte Ha Estado Alegre Y Ha Cantado En Su Hueso’: portando una fuerza expresiva claramente inspirada en HAWKWIND y ASH RA TEMPEL, se trata de una pieza signada por una rudeza rimbombante en cuanto a su arquitectura temática, la cual hila dos motivos patentemente diferenciados entre sí, uno misterioso sobre un medio tiempo en compás de blues-rock, el otro extrovertido y portador de un aura aguerrida bajo la cual el grupo exorciza sus inquietudes space-rockeras con generoso nervio. Un breve epílogo sereno concluye la pieza para dejarnos con los 9 minutos restantes del disco, los cuales están ocupados por ‘Extinción O El Canto Cordial De Las Distancias’. Esta pieza se articula bajo las pautas del post-rock de forma directa, generando sutiles recursos de sofisticación en el desarrollo temático a fin de plasmar atmósferas grisáceas atravesadas por una intensa melancolía otoñal. El groove cuasi-jazzero de la batería ayuda aporta un dinamismo especial para el cuerpo central. Ya en el pasaje final nos enfrentamos a una capa minimalista que parece cubrir algo que “late desde el más allá” para respetar su vibración trasmundana. Ésta es la forma en que se culmina nuestro trayecto melómano por los motivos, atmósferas y ritmos de “¿Me Percibes, Animal?”, un testimonio concreto e inequívoco del grado de alucinante vitalidad del que goza el rock del underground peruano. EL CEREBRO DE GREGORIO SAMSA no es solo una banda, también es una congregación de exorcistas de osadas percepciones musicales.

Muestras de “¿Me Percibes, Animal?”.-



[Con especial cariño dedico esta reseña a la prog-girl venezolana Jackie Suárez.]