Wednesday, April 27, 2022

JETHRO TULL y el dogma del eterno retorno

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy traemos a colación un disco muy especial, pues es ese donde JETHRO TULL anuncia oficialmente su retorno a la existencia formal tras su hiato iniciado en el año 2011. De hecho, el frontman y compositor principal del grupo Ian Anderson no imaginaba entonces una resurrección, sino simplemente una fractalización de carreras musicales solistas: básicamente, la de él y la de Martin Barre, su lugarteniente de varias décadas. Pues no, resulta que ahora Anderson vuelve al ethos grupal con el nombre colectivo con el cual ha grabado discos desde el ya lejanísimo año 1968. El título de este disco de retorno es “The Zealot Gene” y su publicación tuvo lugar el pasado 28 de enero por vía del sello alemán Inside Out, tanto en CD (incluyendo una versión especial de doble CD y Blu-eay) como en doble vinilo (negro, blanco, azul, rojo o verde oscuro) acompañado del CD. Anderson, quien toca la flauta, las guitarras acústicas, la mandolina, la armónica, el flautín irlandés, la percusión menor y, como puede, canta, es el autor de todas las letras y músicas de este nuevo álbum. Los restantes integrantes son gente con la que lleva varios años trabajando en estos últimos años solistas, algunos incluso fueron parte de la última alineación de JETHRO TULL cuando Barre formaba parte de la misma: David Goodier [bajo], John O’Hara [sintetizadores, órgano Hammond, piano y acordeón], Florian Opahle [guitarra eléctrica] y Scott Hammond [batería]. El guitarrista Joe Parrish-James toca en el penúltimo tema de este repertorio, y, de hecho, es el nuevo guitarrista de JETHRO TULL tras la decisión de Opahle de centrarse exclusivamente en la producción musical en su recién estrenado estudio Rosenheim. Las primeras ideas para esta obra fonográfica de retorno brotaron en la mente de Ian Anderson en enero de 2017, y ya en marzo de ese año, la grabación de siete piezas ya estaba bastante avanzada; sin embargo, el desarrollo de tours solistas de Anderson a lo largo de 2018 y 2019, junto a la posterior pandemia, paralizaron la compleción de las composiciones y grabaciones de más canciones. No siendo un álbum conceptual de por sí, las canciones que integran “The Zealot Gene” tienen en común que tienen letras que están directa o indirectamente inspiradas en pasajes de la Biblia. La fase exclusivamente solista de Anderson comenzó oficialmente en noviembre de 2011 con la decisión de Anderson de disolver JETHRO TULL (porque Ian también hacía giras solistas ocasionales durante la vigencia de la banda) y proponer a Barre que se enfocara en su propia carrera solista: la consigna es que no había JETHRO TULL sin Martin Barre, quien era el perpetuo lugarteniente de Anderson desde los últimos días de 1968. En el nuevo milenio, JETHRO TULL solo había publicado el disco “The Jethro Tull Christmas Album” (en el año 2003, y con poco material nuevo y propio) y un puñado de vídeos en vivo. En esas nuevas circunstancias, mientras Barre hacía giras por su parte y proseguía con una discografía solista iniciada en 1994, Anderson hacía lo propio y publicó los dos discos “Thick As A Brick 2” (2012) y “Homo Erraticus” (2014). Durante el largo proceso que llevó a la concreción del disco que ahora reseñamos, Anderson se dio cuenta de que los procesos de arreglos y grabación del nuevo material habían sido el resultado de una labor de equipo, y recordó que el asunto también había sido así con “Homo Erraticus”, además de que sus músicos de apoyo eran personas con las que llevaba trabajando bastante tiempo; así pues, a los ojos de Ian, “The Zealot Gene” tenía toda la autoridad artística para exigir la firma de JETHRO TULL en el mercado fonográfico.* Y así se hizo. Y ahora pasamos a revisar los detalles del repertorio en él contenido.


Todo comienza con ‘Mrs. Tibbets’, una pieza marchosa y portadora de un punche extrovertido cuyas refinadas vibraciones rockeras son manejadas con una vivacidad bastante efectiva. Aquí tenemos uno de los pocos solos de guitarra eléctrica dentro del disco, algo que viene después de las espléndidas florituras de flauta que ocupan el centro nuclear del razonablemente sofisticado interludio instrumental. Buen inicio de álbum esta canción inspirada en el trágico bombardeo de Hiroshima (la Sra. Enola Gay Tibbets era la madre de Paul Tibbets, el piloto militar que arrojó Little Boy, la primera de las bombas atómicas arrojadas sobre esa ciudad japonesa) a partir del relato de la destrucción de Sodoma y Gomorra. Luego, llega el turno del relativamente breve ‘Jacob’s Tales’, tema que ostenta un clima cándido y campechano con su sencillo encuadre de armónica, guitarra acústica y mandolina. Es una canción gentil con algunos sutiles matices contemplativos, un bien logrado híbrido de folclores celta y del delta estadounidense en esta proyección de cantautor. La letra, sin ser abundante, es precisa en su acidez al hacer un retrato sobre la faceta avariciosa y envidiosa del género (algo incluso bastante común en las rencillas fraternales, gente con la que compartimos estrechos vínculos consanguíneos). ‘Mine Is The Mountain’ establece un primer cénit del álbum con su progresivamente suntuosa atmósfera ceremoniosa. La imponente letra que consiste en el autorretrato de una divinidad déspota que nos recuerda que estamos sujetos a su variable voluntad halla el entorno perfecto en el grisáceo motif guiado por el piano, el cual parece retratar la cautela y el temor de quien, como Moises, debe acercarse a tan inexpugnable figura gobernante para recibir su mensaje y pasárselo a sus propios congéneres. El dramatismo inherente a la pieza es momentáneamente interrumpido por un viraje hacia un momento de peculiar expresividad en el intermedio instrumental, el cual introduce unos vivaces arreglos progresivos que nos remiten a la inolvidable fase 77-79 de la banda. Algunas secciones regresarán para la instancia final. El cuarto tema del disco justamente porta el título ‘The Zealot Gene’ y se encarga de devolvernos la polenta rockera, esta vez con una cadencia más contenida que en la canción inicial. Con una letra centrada en retratar la tendencia humana al prejuicio y la crueldad ante lo diferente, no nos extraña que el canto de Ian acentúe algunas entonaciones cínicas en su vocalización. En cuanto al esquema musical, éste tiene algunos quiebres rítmicos interesantes en los pasajes instrumentales, los cuales nos hubiese gustado que se ampliasen más, pero bueno, también está bien así. 


Llega ahora el turno de ‘Shoshana Sleeping’, una canción con un swing más pausado a fin de arropar la atmósfera que rodea a su intrigante y lujuriosa letra, contada desde el punto de vista de uno los viejos que espían a Susana bañándose, un retrato satírico del voyerismo inane y la libido pretenciosa de los viejos verdes (“Sweet sadness fills my heart. / Offered chances best not taken. / Unsullied, no vain glory. / Chapter, verse, another story. / Brushed eyelids gently closed, / Beauty framed in dawn light. / Savoured moment blessed. / A kiss, farewell and leave to rest.”). La confluencia de todos los instrumentos operantes es perfecta. En líneas generales, estas dos canciones que acabamos de describir mezclan la fineza de la etapa 77-78, el patrón de “Roots To Branches” y la garra mesurada que signó a la mayor parte de “Homo Erraticus”. ‘Sad City Sisters’ establece un retorno claro y directo al elemento folk de JETHRO TULL, con un acordeón que llena espacios y puntualiza las líneas de bajo mientras complementa los aportes de la flauta y del flautín; todo esto sirve para el asentamiento y el reforzamiento de la guitarra acústica y el canto. Lo que suena aquí es infinitamente inconfundible, así como lo es en el caso de la siguiente canción, ‘Barren Beth, Wild Desert John’. Esta pieza se perfila obedientemente por el sendero céltico de la pieza precedente, pero esta vez con un nervio incrementado al más puro estilo del folk-rock. Un estupenda labor de retoma de esa etapa de fines de los 70s, y encima, incluye otro buen solo de guitarra. ‘The Betrayal Of Joshua Kynde’ ya se centra más en lo propiamente rockero sobre un medio tiempo. Sin ser nada extraordinario en cuanto a su base melódica, las deslizantes líneas de bajo y las florituras de flauta operan muy bien dentro del entramado global; también hay otro estupendo solo de guitarra por ahí, y también nos parece que pudo ser más largo. La letra está inspirada en la traición de Judas Iscariote y, en esta ocasión, Anderson no se alejó mucho de la inspiración literal (apenas un cambio de nombre para el torturado protagonista). ‘Where Did Saturday Go?’ nos devuelve al terreno de los cantautores, exhibiendo un talante reflexivo e introspectivo, el mismo que no llega a ser abrumador merced a las hermosas líneas de flauta que llenan espacios por doquier lo largo del intermedio. Anderson, que nunca fue muy adepto a las fiestas que tienen lugar los sábados por la noche, se pregunta qué sucede de manera relevante entre el último día laboral y el remanso dominical. 


La dupla de ‘Three Loves, Three’ e ‘In Brief Visitation’ instaura una sección del disco particularmente destacada por su sortilegio melódico, el cual está bien asentado en el tránsito por el área folklórica e introspectiva de la canción precedente. La primera de estas canciones exhibe una claridad melódica bastante cristalina donde, una vez más, la flauta halla espacios para lucir su particular color dentro del sereno entramado sonoro. Su letra versa sobre los tres tipos de amor: philía (amistad), agápē (espiritual) y eros (romántico). En cuanto a ‘In Brief Visitation’, toda esa exuberancia pastoral llega a su máxima expresión dentro de esta estrategia sonora aún vigente, incorporando ornamentos de flauta, guitarra eléctrica y mandolina en varios pasajes estratégicos. Dicha exuberancia está al servicio del espíritu de sacrificio de quien recibe individualmente la culpa colectiva, el cabeza de turco, un paradigma de conveniente y facilista purga social que siempre retuerce nuestras más ávidas convicciones morales (“They still need someone to hate, / To brand with harsh accusations, to scare / The many and even the few / Who flock to the party but turn from the glare / When cuaght in the headlights and taken to task; / Cowardly persuasion behind the life mask. / They still need someone to hate. / In brief visitation, the fall guy was here.”). Visto desde esta detallada óptica, este tema se explaya en la idea central de la canción titular, a la vez que brinda un abierto contraste temático frente a la canción que le precedía. El cierre del álbum llega de la mano de ‘The Fisherman Of Ephesus’, una canción animada que ostenta un restringido vigor rockero con el propósito de reforzar el aspecto folk del folk-rock. La abundante letra expuesta en los primeros 100 segundos de la canción refleja el deseo de Anderson de expresar grandilocuentemente lo que está pensando en esta instancia terminal del álbum: el terrible complejo psicológico de la culpa del sobreviviente. En sus propias palabras, “vivir sin tus camaradas puede resultar muy duro, especialmente para Juan, quien fue el Apóstol del amor”. Eso sí, también hay un excelente solo de flauta en el intermedio, el cual resulta convincentemente vivaz y, además, anticipa su reprise para la conclusión. 

  

Todo esto fue lo que los renacidos JETHRO TULL (o sea, Ian Anderson y sus colegas del momento) nos han brindado con “The Zealot Gene”. El dogma del eterno retorno se ha encarnado de forma bastante satisfactoria a nuestros oídos en este disco que, de hecho, está siendo de los más comentados, favorecidos y cuestionados en las redes de difusión del rock. En este humilde blog, “The Zealot Gene” recibe una nota aprobatoria bastante alta aunque no nos deleita tanto como el hasta ahora último trabajo solista del Sr. Anderson “Homo Erraticus”. Permítasenos acotar que, en lo personal, nos parece un poco cuestionable que el buen Ian no haya seguido utilizando su rúbrica solista para firmar este trabajo, pero si él es el dueño y gestor de las circunstancias del legado musical de JETHRO TULL, entonces tiene legitimidad, tanto moral como estética, para retomar el nombre de este colectivo. Lo más importante de todo, al fin y al cabo, es que este disco de (eterno) retorno de JETHRO TULL es una estupenda obra que merece un sitio dentro cualquier fonoteca rockera que se precie de ser de muy buena para arriba.




* Ian Anderson llegó a afirmar que “Homo Erraticus” debió haber sido lanzado al mercado como un álbum de JETHRO TULL: https://vintagerock.com/ian-anderson-jethro-tull-scaling-the-zealot-gene/

Monday, April 25, 2022

El gran teatro del mundo musical del ensamble peruano ACTITUD MODULADA

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos la muy especial ocasión de presentar “En Vivo En El GTN”, el disco grabado en directo por el excelente grupo peruano ACTITUD MODULADA en el Gran Teatro Nacional de Lima (de allí las siglas) el 11 de setiembre del año 2020. La alineación de ACTITUD MODULADA consiste en Daniel López Gutiérrez [sintetizadores digitales, Minimoog, Theremin, cajón, percusión menor y coros], Diego Sue [bajo y coros], Jorge Durand [batería y cajón], Alejandro Susti [primera voz y guitarra eléctrica], Tavo Castillo [flauta traversa, guitarras electroacústica y pedal steel, Theremin y percusión menor] y Guillermo Saldaña [guitarra eléctrica primera]. Este último reemplaza al guitarrista original José Salvador Palacios, por lo que este recital es su carta de presentación ante el mundo; también es el primer disco del grupo donde no aparece un percusionista como séptimo integrante, siendo así que algunas percusiones (principalmente, el cajón) se han tenido que repartir entre algunos miembros presentes. Como ítem fonográfico concreto, “En Vivo En El GTN” fue publicado a inicios del presente año 2022; Lalo Williams se hizo cargo de la mezcla y la masterización del material grabado en este evento realizado con teatro cerrado debido a las circunstancias de distanciamiento social propias de la pandemia. Eso sí, ni la extraordinaria coyuntura de seguridad pública ni la existencia de ese virus y sus subsecuentes versiones mutadas fueron impedimentos reales para que este cuadro de talentosos músicos luciera sus galones en esta selección de temas de sus dos discos de estudio y algún que otro nuevo que la gente de ACTITUD MODULADA está preparando para su próximo trabajo de estudio. Este recital fue objeto de un especial televisivo emitido por un canal estatal peruano. 


Vayamos al repertorio mismo del disco que ahora reseñamos. Éste se abre con ‘Lima Siempre’, una canción inspirada en la óptica del trágicamente mediocre personaje Zavalita de la clásica novela de MARIO VARGAS LLOSA Conversación en La Catedral. A despecho del hálito nebulosamente pesimista de la novela inspiradora, la canción se caracteriza por un groove vivaz y un colorido tremendamente dinámico (especialmente, en los arreglos de los teclados y el bajo). Tenemos aquí una especie de híbrido entre los GENESIS de la segunda mitad de los 70s y SERÚ GIRÁN. El solo de guitarra, transitando entre el jazz y el blues rock, emana vibraciones muy magnéticas en algún momento de la mitad de la canción. Luego sigue la dupla de ‘Cuerda Rasgada’ y ‘Circo De Los Lobos’, diseñada para expandir la energía expresiva del ensamble. El primero de estos temas mencionados elabora una grácil y, a la vez, sofisticada confluencia entre los saltarines traqueteos del jazz-fusión de raíz folclórica y el refinamiento melódico tan usualmente asociado al prog sinfónico. Castillo se luce tanto a la flauta como a la guitarra steel. El segundo de ellos, más centrado en una cruza entre el rock duro melódico y el jazz-funk, exhibe una garra más pronunciada, algo que va muy acorde con el cinismo vertido en la letra, la misma que expresa una protesta airada contra el maquiavelismo de las instituciones gubernamentales y legislativas. La verdad que es imposible no ser cínico al tratar un asunto así. El elemento progresivo está principalmente a cargo de los teclados, y también en el pasaje epilogar en 7/8 que abre espacio a uno de los más explosivos solos de guitarra dentro del evento. ‘Demon’ es una de las piezas más emblemáticas del ecléctico paradigma musical de la banda y no podía faltar aquí. El sexteto se luce vivazmente en este ejercicio de jazz-rock que incluye un momento particularmente climático en el dueto de Theremines que emerge para dibujar un cuadro tensamente psicodélico dentro de la ambiciosa arquitectura sónica que se diseñó para la ocasión. ‘Parapente’ lleva este eclecticismo hacia un talante un poco más contemplativo, conteniendo una sección central cantada a ritmo de blues-rock y flanqueado por sendas secciones centradas en vibraciones jazz-rockeras, las mismas que permiten el desarrollo de efectivas expansiones instrumentales: la primera es fusionesca, la segunda es progresiva.   

La dupla de ‘Tambopata’ y ‘Ella’ se encarga de cerrar el evento, siendo ambos ítems muy centrados en los ritmos y atmósferas de la tradición costeña afroperuana. El primero de estos temas mencionados asume un aura contemplativa en su espíritu general, permitiendo en algunas instancias que el sintetizador aporte un color extra al esquema melódico básico con miras a incrementar ligeramente la intensidad expresiva. Es brillante el solo de bajo que realiza Sue en un momento en que López Gutiérrez toca el cajón (al inicio lo hizo el baterista Durand). En lo que respecta a ‘Ella’, su mayor duración (alrededor de 8 minutos) le permite expandir la paleta sonora grupal con una mayor exhibición de sofisticación caleidoscópica tanto en los entramados melódicos que se van sucediendo como en el swing sustentante. Los lucimientos de Castillo con la flauta y la guitarra steel en ciertos pasajes estratégicos vuelve a ser fundamental para que esta estrategia se solidifique a lo largo del camino; también son sumamente relevantes los arreglos y solos de teclado, especialmente, cerca del final. De por sí, esta pieza es prima-hermana de la precedente, pero, dado que ostenta una suntuosidad más explícita, funciona perfectamente como broche final para el evento. De hecho, nos atrevemos a decir que esta dupla final es, en varios sentidos, el cénit de esta actuación. “En Vivo En El GTN” resulta ser, a fin de cuentas, un testimonio claro y meticuloso de lo que es y siempre ha sido ACTITUD MODULADA, un ensamble muy creativo caracterizado por una ecléctica liberalidad y un genuino punche expresivo. Aguardamos no sin impaciencia, su próxima placa de estudio, pues es necesario que bandas como ésta sigan vigentes para que la escena rockera peruana preserve una auténtica visión progresiva para nuestros tiempos.  



Friday, April 22, 2022

Nuevas romanzas vanguardistas de LA STPO



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
En esta ocasión tenemos la ocasión de presentar la nueva producción fonográfica de la banda francesa LA SOCIETÉ DES TIMIDES À LA PARADE DES OISEAUX (o LA STPO, en la versión resumida de su nombre), la cual se titula “Romanciel” y fue publicada en el primer día de este abril por el sello ADN Records. Los integrantes son JimB [guitarra, voz y tubaga], Patrice Babin [batería, percusión y voz], Sébastien Desloges [bajo, violín, voz y platillos], Christophe Gautheur [sintetizador, piano eléctrico, saxofón, clarinete, voz y tubaga] y Pascal Godjikian [primera voz]. Este último también se hace cargo de las letras. Ocasionalmente, el quinteto contó con la colaboración del músico Iomai a la flauta oriental y la corneta natural. El material contenido aquí contenido fue grabado, mezclado y masterizado en el estudio Seb Lorho en varias sesiones entre 2017 y 2021; por su parte, el guitarrista de la banda JimB se hizo cargo del diseño gráfico. Adelantamos que este disco nos ha parecido tremendamente fabuloso, un nuevo golpe de genio de parte de LA STPO dentro de su larga trayectoria de enriquecimiento de la escena vanguardista francesa; la peculiaridad de “Romanciel” es que permite al personal de LA SOCIETÉ DES TIMIDES À LA PARADE DES OISEAUX exhibir unos colores y bosquejos refrescantes dentro de su siempre compleja propuesta estética. Buena parte de su discografía está marcada por un genuino y original enfoque de experimentaciones inspiradas en la tradición del avant-prog de fines de los 70s en adelante (especialmente, la escena continental francófona), pero advertimos que este nuevo álbum muestra algunos modismos orquestales y fusionescos que permiten a la banda explorar renovadoras gamas sonoras desde su seno creativo. Bueno, tras este preámbulo, lo mejor es que ahora repasemos los detalles del repertorio. 



El repertorio del álbum se abre con ‘Roman’, una pieza que se expande por un ambicioso espacio de 19 ¾ minutos. Sus primeras instancias están signadas por una calidez de sobrios ribetes fusionescos que se apoyan mayormente en la dupla de violín y percusión tonal, siendo así que hay que esperar hasta la antesala de la frontera del tercer minuto para que el ensamble íntegro dé rienda suelta a su magnificencia ecléctica, alternando un momento de tensión deconstructiva propia de la tradición RIO (al modo de una cruza entre los dos últimos discos de HENRY COW, el primero de ART ZOYD y los dos primeros de ETRON FOU LELOUBLAN) con otro más jovialmente dadaísta al estilo de una cruza entre los paradigmas de FRANK ZAPPA y de THE RESIDENTS. La verdad que la fuerte presencia de las percusiones tonales en varios pasajes y las florituras de vientos que emergen en varios pasajes estratégicos ayudan a darle un aire casi orquestal al asunto. Tampoco falta un extenso pasaje etéreo que inicialmente parece invitar a una ensoñación en base a las flotantes capas de teclado en el trasfondo, pero que el canto tortuosamente versátil de Godjikian trastoca para convertirlo en un exorcismo genialmente inquietante. Los acompañantes ornamentos de violín y de vientos refuerzan esta atmósfera. Tras una larga expansión en esto, el grupo regresa a la jovialidad posmodernista de talante burlesco, manejando las libres formas del momento con un pulso tremendamente preciso. La siguiente instancia se enrumba hacia una ingeniería rítmica de claros tintes folklóricos que se remodelan a medio camino entre lo celebratorio y lo desasosegado, aunque bien delineado por una majestuosidad honestamente fulgurosa; las vibraciones saltarinas del violín, especialmente en los momentos finales, ayuda a reforzar este enfoque epilogar. A fin de cuentas, este primer tema ha resultado ser un cénit del disco que él mismo inaugura. Luego sigue la miniatura de menos de 2 minutos de duración ‘Dictionnaire’; su esquema sonoro es un cántico grupal que alterna sincronías y contrapuntos, acompañado por palmas y sobrios ornamentos instrumentales. De este modo se abre camino a ‘La Diminuée’, una pieza que dura casi 7 minutos y cuya función es la de darle un viraje más denso a la euforia surrealista y al colorido grácil que fueron tan importantes dentro de la extensa pieza que abrió el álbum. Bien es verdad que ‘La Diminuée’, con su mayor presencia de partes vocales, exhibe una carácter más robusto en cuanto al esquema expresivo general, pero, por otra parte, la cualidad etérea de la instrumentación y la presencia de efectos especiales que emulan sonidos de aves brindan un contrapeso de dadaísmo señorialmente sobrio frente al canto.


‘Rien Qu'un Ciel’ es la maratónica suite de 23 ¾ minutos que cierra el álbum, y, como es de esperar, sirve como vehículo para un nuevo ejercicio de rimbombancias radicales de parte de LA STPO. El pasaje inicial está marcado por un esquema impresionista arropado por una aureola solemne, siendo así que sus connotaciones inquietantes se quedan en un nivel bastante soterrado. Esta situación no dura mucho tiempo, pues la mencionada inquietud no tarda mucho en apoderarse del surrealista desarrollo temático (el cual nos recuerda a un híbrido entre los ART ZOYD de los tres primeros álbumes y los de la etapa 87-97) para arrastrar a la pieza hacia una caverna sónica cuyas paredes y techos parecen estar edificadas con materia oscura con una cohesión sostenida por una energía sin nombre. Alrededor de la frontera del noveno minuto, el grupo activa una procesión razonablemente siniestra que sabe impulsarse a sí misma desde la energía emanada del encuadre tripartito de guitarra, bajo y batería. La siguiente sección se centra en aires introspectivos, aunque sin ocultar sus titilaciones nebulosas que casi rayan con lo cósmico; se trata, al fin y al cabo, de un puente hacia otra sección densa centrada en expansiones tétricas donde el oscurantismo reinante tiene algo de lamento. Otras secciones siguientes juegan con texturas alevosamente abstractas que transitan de lo misterioso a lo furioso con perfecta fluidez, siendo así que la elástica acidez del canto de Pascal (ora furioso, otrora burlón, ahora sufriente, después enajenado) se acomoda naturalmente a los meticulosos arreglos instrumentales: en estos últimos, las percusiones tonales retienen el rol protagónico que ya tenían en piezas precedentes del álbum. También es fácil de advertir la influencia de la teatralidad más extrema del paradigma Zappiano, aunque, claro está, con esa vitalidad airadamente surrealista y dadaístamente refinada que ha marcado a los cuatro últimos discos del grupo. El epílogo comienza con unos riffs entrecortados y estrambóticos de guitarra que abren camino a una retoma de la procesión siniestra que mencionamos más arriba. El golpe de las últimas sílabas arrojadas por Godjikian y los minúsculos efectos surrealistas instrumentales cierran con extravagante magnificencia esta suite y el álbum: la permanente aureola combativa que signa a esta excelente maratón vanguardista escoge concluir esta expresión específica con un ejercicio de etérea sutileza. 


Todo esto es lo que nos brinda el veterano ensamble LA STPO con “Romanciel”, un disco que reactiva convincentemente el rol de las propuestas más frontalmente vanguardistas del multívoco género progresivo a estas alturas del nuevo milenio. Un trabajo notable, elíptico y complejo que se sitúa entre lo más aventurero y desafiante que se ha hecho dentro del amplio espectro del rock progresivo de los últimos años, algo que no nos sorprende cuando sabemos que procede de los cuarteles de este grupo, pero que, de todas maneras, merece todos los elogios y recomendaciones que se pueden expresar en cualquier lenguaje humano. Estas nuevas romanzas vanguardistas de LA STPO son de entrada obligatoria para cualquier fonoteca dedicada a la música experimental que se precie de ser buena. Ah, y antes de que se nos olvide, es una de las más notables novedades que hemos escuchado en el primer tercio de este año 2022.



Tuesday, April 19, 2022

El divino pandemonio vanguardista de la BANDA ELÁSTICA

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos la gratísima ocasión de presentar a “Pandemonium”, el más reciente trabajo fonográfico de la BANDA ELÁSTICA, uno de los ensambles más notables y curtidos dentro de la vanguardia radical mexicana. Este disco, el cual se centra mayormente en unas observaciones satíricas de diversos aspectos infernales de la pandemia que hasta ahora asola al mundo desde inicios del año 2020, fue inicialmente publicado en el blog de Bandcamp del propio grupo a mediados de marzo de 2021; fue solamente a inicios del presente año 2022 que la asociación de los sellos Luna Negra y Discos Tiradero concretó la publicación física en CD. 17 piezas en total (nada menos) son las que conforman el repertorio de “Pandemonium”. Se trata del séptimo disco de estudio de este ensamble surgido en los 80s para elaborar una osada propuesta donde confluyen el avant-jazz, el RIO, la fusión contemporánea y la música concreta de formas libres. Los músicos permanentes de principio a fin en el presente álbum son Guillermo G. Phillips [guitarras, guitarras sintetizadas, guitarra raspada, koto de pedal, pollos, grabación de sapos, mad organ y lámina con arco], Guillermo Portillo [saxofones alto, barítono y soprano, y flautas], Sósimo Hernández [bajo eléctrico y contrabajo] y Luis Miguel Costero [batería, tabla y set de cajón y platillos]. Entre los dos Guillermos se repartieron las labores de iniciación de los temas que luego se fueron desarrollando hasta alcanzar sus formas definitivas tal como fueron grabadas en el disco que aquí reseñamos. Los demás músicos que aparecen ocasionalmente son Julián González Frank (batería), Marcos Miranda (clarinete alto, jinashi, flauta bajo, gymbarda y percusión de boca), Dave Barrett (saxofones tenores y altos), Dante Pimentel (banjo y voces) y Alejandro Folgarojas (saxofón alto). Las sesiones de grabación tuvieron lugar en diferentes localidades: Morelia, San Miguel Allende, Cancún, Coyoacán, Ciudad Jardín y Caterva Estudio. El diseño gráfico del disco estuvo a cargo de Exagerardo, incluyendo unas pinturas de Alejandro Folgarolas y el antes mencionado Dave Barrett. Phillips compartió con Dante Pimentel y Francisco Javier González Elizondo las labores de producción, mezcla y masterización de este disco, con una ulterior remasterización digital realizada por Mr. Paco-Lucas. Bueno, veamos ahora los detalles estrictamente musicales de este divino pandemonio vanguardista que nos trae la gente de la BANDA ELÁSTICA.


El inicio del álbum viene de la mano de la dupla de ‘Free Con Tapabocas’ y ‘Sapos Y Ellos’: el primero de estos ítems es un lúdico ejercicio de free jazz con pausas estratégicamente ubicadas que conforman un cuadro intensamente disruptivo; el segundo, por su parte, establece una densa y perturbadora cruza entre la faceta deconstructiva de JOHN ZORN y los HENRY COW de la etapa 75-76. En este último caso, tenemos un ejemplo de cómo opera el surrealismo sonoro cuando muestra sus fauces más lúgubres mientras se deja arropar por una aleatoria fastuosidad. Acto seguido emerge ‘Otros Sapos’, pieza centrada en un esquema electroacústico donde el ímpetu deconstructivo de la pieza precedente se deja capitalizar por una dosis extra de señorío. Los efluvios imparables de las percusiones hallan una contraparte muy eficaz en las capas de teclado, y en medio de ambos recursos se desatan los demás instrumentos. ‘La Chica De Ipandemia’ es el título apropiado para el cuarto tema del álbum, pues éste se enmarca en un ejercicio de Latin jazz de raigambre brasileña. Los delirantes fraseos de la flauta son los principales proveedores de fuerza de carácter para el ensamble grupal. La triada de ‘Virus Redentor Ying’, ‘Virus Redentor Yang’ y ‘Virulencia’ sirve para que el grupo siga explorando aventuras sónicas con el buen pulso habitual. El primer tema de este bloque se centra en una serie de retazos abstractos que se emplazan dentro de una atmósfera engañosamente bucólica que, en realidad, deja entrever un aire de peligro; el segundo tema ostenta una soltura más relajada sin dejar atrás la tensión propia del free jazz; la triada culmina con un ágil despliegue de vibraciones jazz-progresivas que se sitúan a medio camino entre el Canterbury y el RIO, dos minutos y medio de puro deleite festivo con su oportuno toque de extravagancia. ‘Booper Virus’ regresa de lleno a los juegos de abstracciones aleatorias sobre la base del free jazz, pero con una ingeniería rítmica reconocible a partir de la influencia de la experimentación fusionesca que emergió a fines de los 60s. Las maquinaciones de la flauta y el saxo barítono dirigen el desarrollo de los colores principales, siendo así que la guitarra también sale al frente en ocasiones. Cuando llega el turno de ‘Plegaria Miasmática’, el ensamble explora su faceta ceremoniosa dentro de su estrategia de libre improvisación colectiva.

‘Pandemic Ballad’ se instala sobre un groove de blues jazzeado para empezar a organizar un nuevo ejercicio de deconstrucciones; la atmósfera circundante es una mezcla de misterio solipsista y nebulosidad otoñal. La batería luce diversas texturas a través del swing sosegado que arma y refuerza a lo largo del camino. ‘Microorganismos En Pugna’ instaura una cruza entre las vibraciones ceremoniosas del tema #9 y el vigor aventureramente cadencioso del tema #8. Esta pieza incluye uno de los solos de saxo más exaltados de todo el álbum. ‘Virus Acuático’ es el tema más largo del repertorio con su duración de 7 minutos y medio. Todo este espacio sirve para que los músicos den rienda suelta a las dimensiones más vivaces de su ideología de formas libres, siendo así que los ambientes contemplativos y las atmósferas envolventes arman la urdimbre donde las intervenciones instrumentales van fluyendo (incluyendo a los ruidos de mareas). Vale decir que se da aquí un cierto coqueteo con el krautrock. Hay un empuje tremendamente cinematográfico en la trama surrealista que diseña este viaje musical. ‘Nueva Normalidad’ consiste en un ejercicio de RIO que, a contrapelo de varias piezas anteriores, se focaliza en una jovialidad rotunda e inapelable. El swing, aunque tiene algo de complejidad, resulta bastante llevadero; por su parte, la flauta parece cantar su felicidad, como si estuviese haciendo una fiesta para sí misma y esperase que los demás instrumentos se le unan. Hay que hacer una mención especial para los dos solos de guitarra que emergen en el último tercio, son simplemente fenomenales. Con la dupla de ‘Covidengue’ y ‘Concheros de Tlön’, la banda sigue explorando matices propios de sus inquietudes avant-jazzeras: el primero de estos temas instaura una ambientación sosegada a la cual añade tonalidades bastante gráciles; por su parte, el segundo se orienta hacia lo fusionesco dentro de un enfoque deconstructivo y con la inclusión de bastantes matices folklóricos. ‘Stalker Virus’ se enfila hacia un armazón inestable de sonoridades densamente agresivas, exhibiendo un filo osado por vía de la confluencia de todos los partícipes. El final del repertorio llega de la mano de ‘Fase 7’, un evocativo ejercicio de atmósferas envolventes alimentadas por guitarreos Crimsonianos y sostenida por un groove de tipo nu-jazz; algo flotante y enigmático para hacer contrapeso a lo expuesto en el penúltimo tema. 


Todo esto fue el divino pandemonio avant-progresivo que nos ha brindado el colectivo de BANDA ELÁSTICA: “Pandemonium” es una obra magnífica que exige del oyente empático una atención inusitada y un ingenio imaginativo para que se dé una inusitada y aventurera convergencia entre creador y receptor. BANDA ELÁSTICA es una entidad mexicana que da gigantescos indicios de vigente creatividad con este nutrido catálogo de nuevas composiciones. Disco totalmente recomendable. 



Sunday, April 17, 2022

FANATISM y su evolución a paso firme

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy presentamos el disco de estudio más reciente del ensamble sueco FANATISM, el cual está conformado por Tomas Bergstrand [guitarras y voz], Peter Erikson [sintetizadores], Gustav Nygren [guitarra, saxofón y voz], Mikael Tuominen [bajo y voz] y Jonas Yrlid [batería]. El disco en cuestión se titula “Inverted Evolution” y fue publicado el 12 de noviembre del pasado año 2021. Este grupo creado en 2008 como proyecto colateral de tres integrantes de la veterana banda de rock psicodélico KÜNGENS MAN ya nos sorprendió gratamente con su debut “The Future Past” (del año 2018), un disco centrado en estructuras de canciones con un enfoque psicodélico diferente. Ahora, con su segunda obra fonográfica “Inverted Evolution”, el quinteto sigue afinando este enfoque mientras incorpora algunos matices ocasionales de tenor post-rockero y otros de raíz blues-rockera. Definitivamente, el grupo se ha tomado a pecho la idea de ahondar en el lirismo y la claridad melódica a la hora de gestar, arreglar y grabar el material de este nuevo disco. La asociación del sello británico Drone Rock Records y del estadounidense Centripetal Force se hizo cargo de la edición de “Inverted Evolution” en vinilo de color crema, mientras que el grupo maneja las ventas digitales en su blog de Bandcamp. Bueno, veamos ahora los detalles de este disco.

Con la dupla de la miniatura homónima y ‘Power’, las cosas se ponen en marcha de una manera enérgica, sugerente y cautivadora. En el espacio de un minuto y tres cuartos, la pieza de entrada se mete en un ejercicio de acid-folk donde se mezclan el aura ensoñadora de los HAWKWIND del primer álbum con el paradigma del bluegrass. Por su parte, ‘Power’ aporta una intensidad incrementada a la densidad reinante con un ejercicio de parsimonia space-rockera que nos remite al legado Floydiano de la etapa 1969-71 y al de los GURU GURU de los discos segundo al cuarto, con sus añadidos toques de post-rock en clave bastante aguerrida. Los solos de guitarra ayudan a crear un gancho particular para la canción, la cual bien pudo haber durado un poco más de los casi tres minutos y tres cuartos que el grupo le otorgó a la canción. Pero es que llega el turno de ‘Wooden Shoes’, canción que se encarga de exhibir y moldear la faceta más extrovertida del grupo mediante un ejercicio de hibridación entre los HAWKWIND de la etapa 72-75 y CAUSA SUI. Space-rock alimentado por el vigor del stoner y motivado por el fulgor cañero del rocanrol; otro tema con suficiente atractivo como para que pudiera beneficiarse de un arreglo más expansivo. ‘Your Golden Life’ es una pieza de 7 minutos y pico que se interna sesudamente en la dimensión más lánguida del ideario psicodélico, gestando desde allí una renovada sofisticación con incluyendo algunos matices de rock sureño y ciertos ornamentos estilizados de tenor krautrockero al parsimonioso groove que se impone en la primera instancia. Más adelante, el asunto vira hacia una dimensión más oscurantista, casi coqueteando con lo Crimsoniano, antes de volver al motif inicial. ‘The Great Hunger’ dura casi 7 minutos, siendo su función la de ir a contrapelo de la pieza precedente para desarrollar un animado ejercicio de jazz-rock psicodélico donde la dupla rítmica, a veces de manera abierta, otras de forma más sutil, se adueña del centro temático (y del groove, cómo no) mientras las dos guitarras y el sintetizador llenan los espacios del motif central del jam. Sin ser intrépida, esta canción aporta una calidez muy efectiva, la cual termina beneficiándose bastante de los exaltados solos de guitarra que van emergiendo y asentándose a lo largo de los dos últimos minutos. 

‘Verkligheten’ exuda una aureola un poco más lúdica que la pieza precedente en sus riffs y en las ágiles líneas del bajo, pero hay una cierta neurosis latente que nos remite en buena medida al espíritu de la cuarta canción. Eso sí, hay una cierta distinción en el esquema donaron que le acerca más a los dos temas precedentes. Sigue por una vía similar ‘Machete’, siendo así que su posición particular reside en la instauración de una musculatura rotunda en la amalgama de los guitarreos. ‘Perfection’ tiene un motif más sereno que se desarrolla sobre un medio tiempo donde la vieja escuela del rock psicodélico impone las pautas sonoras. En lo referente a la candidez exhibida en el canto y el colorido solo de saxo que emerge en algún momento, nos recuerda a GONG, pero el esquema musical en sí está más cercano al retro-prog-psicodélico de bandas como MAGIC BUS y DIAGONAL. El final del repertorio llega de la mano de la pieza titulada ‘Jet Lag’, tal vez algo indicador de la agradable agitación mental que supuso escuchar este disco. Hay una serenidad grisácea en esta canción que nos remite a una cruza entre los GONG del nuevo milenio y el paradigma de EARTHLING SOCIETY. Como sea, este tema de cierre crea una aureola de relax espiritual que se siente muy oportuna para completar el viaje musical del presente disco. Todo esto fue lo que nos brindaron los FANATISM con ésta, su segunda obra fonográfica “Inverted Evolution”, una muestra de evolución musical hacia un enfoque más explícitamente ecléctico para su propuesta de prog psicodélico, enfoque que apunta hacia un detenimiento más cercano en la elaboración de canciones. Un disco bastante interesante. 



Friday, April 15, 2022

Triunfo #11 del trío sueco FIRE!

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Con demora – bastante demora, pues esto fue publicado a poco de pasado el ecuador de febrero del año pasado 2021 – reseñamos esta joya escandinava titulada “Defeat”, el undécimo trabajo fonográfico del ensamble sueco FIRE! (si es que contamos los discos publicados con el formato de la FIRE! ORCHESTRA). Este ultra-talentoso trío conformado por Andreas Werliin [batería], Johan Berthling [bajo eléctrico] y Mats Gustafsson [flauta, saxo barítono y efectos electrónicos] ha vuelto a lucir sus galones de alta jerarquía musical basados en su amplia experiencia gestando su propia combinación de avant-jazz, avant-prog, el legado del jazz-fusion de los 70s y la psicodelia. El encargado de publicar “Defeat” fue, como es habitual dentro del catálogo de la banda, el sello noruego Rune Grammofon, tanto en CD como en vinilo. Para este disco, el trío contó con las colaboraciones de Mats Äleklint (trombón y sousafón) y Goran Kajfes (trompeta); el primero de ellos escribió los arreglos de metales. El material contenido en este álbum, compuesto conjuntamente por todos los integrantes del trío, que aquí reseñamos fue grabado entre octubre de 2019 y febrero de 2020 en el estudio Village Recording, ubicado en Copenhague, y posteriormente fue mezclado y masterizado en el estudio Puttarna. Hubo que esperar al segundo mes de 2021 para que se convirtiese en una realidad concreta dentro del mercado fonográfico.
 
El disco comienza con ‘A Random Belt. Rats You Out.’, una pieza que comienza con una evocativas y soterradamente delirantes líneas de flauta y que luego termina enfocándose en un jam sólido y galante que nos remite conjuntamente a los primeros WEATHER REPORT y a la faceta más etérea del siempre aventurero paradigma de JOHN ZORN; también advertimos algunos aires de familia con el jazz-prog contemporáneo de unos LED BIB. El swing es razonablemente complejo para resaltar la llamativa vivacidad inherente a la pieza. Mientras se unen otros vientistas, la atmósfera reinante se torna un poco más muscular desde un enfoque jovial, aunque sin perder de vista las vibraciones exquisitas que el bloque instrumental ha impuesto como regla fundamental de este jam. Luego sigue la dupla de ‘Each Millimeter Of The Toad, Part 1’ e ‘Each Millimeter Of The Toad, Part 2’, que conjuntamente ocupa un espacio de poco menos de 10 ½ minutos. Todo comienza con un ejercicio de sigilosos recursos sonoros bastante aleatorios, siendo así que a poco de llegar a la frontera del segundo minuto, el ensamble se instala en un groove reconocible. Ahora, la atmósfera es de misterio envuelto bajo un ropaje introspectivo, algo que está muy bien reflejado en las parcas líneas de bajo. El rol exuberante está especialmente centrado en la flauta. En cuanto a la Parte II, ésta mantiene el talante ceremonioso de la anterior pero brinda un empuje un poco más extrovertido al mismo, elaborando un esquema rítmico un poco más grácil y dejando que el vigor del saxo se apodere de buena parte del centro temático. Los otros bronces llenan espacios armónicos apenas emergen, lo cual ayuda a crear un señorío especial para la ocasión. Posiblemente sea este el cénit del repertorio.. ‘Defeat (Only Further Apart...)’ comienza con lo percusivo, centrándose en un groove exótico de tenor cercano a lo afrolatino, algo que es bien aprovechado por los vientos a la hora de instaurar sus peculiares colores al desarrollo temático con un enfoque situado entre lo impresionista y lo denso. El empuje de esta pieza es inconfundiblemente celebratorio, mientras que su formato sónico está marcado por un donaire sobriamente gallardo.
 
Durando casi 10 minutos, ‘Alien (To My Feet)’ cierra el repertorio con un ejercicio de climas sombríos que, en muchos momentos, coquetea con lo siniestro. Imaginemos que una idea perdida que los UNIVERS ZERO tenían en mente como sección introductoria de alguna pieza de sus tres primeros discos hubiese sido retomada y remodelada bajo las pautas contiguas de YOG SOTHOTH y la faceta minimalista de JOHN ZORN. Algo así es lo que trabajan aquí los FIRE!, apoyándose perpetuamente en un groove alevosamente líquido que no permite generar ideas certeras, solo una constante incertidumbre en medio de una niebla solipsista. En medio de toda esta languidez noctámbula, las líneas de flauta que brotan alrededor de la frontera del quinto minuto se sienten extrañamente cálidas a pesar de que siguen la corriente de inquietud emocional que la pieza exorciza desde las entrañas mismas de su desarrollo temático. Ya para entonces, es verdad, el esquema rítmico se explicita de una manera más definida. Todo esto fue “Defeat”, el testimonio del undécimo triunfo musical de FIRE!, un disco que en cada pulgada sonora contenida en él refuta el significado literal de su título. Podemos honestamente afirmar que este disco es infaltable en una buena fonoteca dedicada al jazz y al rock experimentales de nuestros tiempos. La recomendación llega muy tarde, pero es sincera, y de todas maneras, no sorprende a quienes siguen la producción fonográfica de este fabuloso ensamble sueco: de hecho, es recomendable al 300% (un 100% por cada integrante del grupo).


Muestras de “Defeat”.-
A Random Belt. Rats You Out.: https://www.youtube.com/watch?v=M3w0g76v_pM
Each Millimeter Of The Toad, Part 2: 
https://www.youtube.com/watch?v=azEUgHg7oKY


Tuesday, April 12, 2022

THE TRONOSONIC EXPERIENCE: un doble juego de luces y sombras

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos el muy especial honor de presentar lo nuevo del ensamble jazz-punk-progresivo noruego THE TRONOSONIC EXPERIENCE, una diada de álbumes publicada en formato de vinilo por el sello Apollon Records: PROG, los cuales son respectivamente titulados “The Shadow Vol. I” y “The Shadow Vol. II”. El primero de ellos se publicó en color naranja el asado 18 de marzo, mientras que el segundo se publicó a la semana siguiente en color rojo. El grupo también ha mostrado al público este material en algunas redes virtuales. El honor de presentar esta doble obra es, tal como dijimos, muy especial, porque no solo es la propuesta más ambiciosa que este cuarteto ha creado hasta el momento, sino porque también se trata del trabajo póstumo del principal compositor de la banda, el bajista Per Harald Ottesen. Ottesen, quien también ha tocado la guitarra lap steel y gestado algunos efectos electrónicos en el nuevo repertorio, no llegó a ver la publicación de este disco porque sucumbió al cáncer a inicios del pasado mes de marzo a los 48 años de edad, pero los planes para publicar este doble concepto de “The Shadow” no se detuvieron para nada. Los otros integrantes son Jan Inge Nilsen [batería y percusión], Øyvind Nypan [guitarra, guitarra barítono, efectos electrónicos y soundscapes] y Ole Jørgen Bardal [saxofón tenor]. Las sesiones de grabación de esta obra se iniciaron a fines de 2019 en el estudio Ocean Sound Recordings, ubicado en la localidad de Giske, siendo así que las posteriores labores de mezcla y masterización tuvieron lugar en Oslo, en los estudios Propeller Music Division. Las sesiones de grabación básicas consistieron primordialmente en sesiones en vivo dentro de los ambientes de Ocean Sound. Entre Ottesen y Nypan se dividieron las responsabilidades compositivas (con prioridad del primero). El propio Nypan se hizo cargo de las masivamente caleidoscópicas pinturas que ilustran cada volumen de “The Shadow”, y el ulterior diseño gráfico corrió a cargo de Oliver Habbe. Teniendo en cuenta las características exteriores de estas portadas y su contraste con el gran vacío que deja Ottesen al mudarse su alma a la oscuridad extraterrenal, se puede muy bien afirmar que este trabajo fonográfico simboliza un doble juego de luces y sombras.


Revisamos ahora los detalles de este nuevo material. El primer volumen comienza con la dupla de ‘Sheik Pt. I’ y ‘Sheik Pt. II’, que ocupa un total de 10 minutos y pico (la última parte es, más bien, una miniatura de medio minuto de duración). Tras une breve momento prologar de misteriosa nebulosidad, el cuerpo central de ‘Sheik Pt. I’ devela un magnífico juego de complejos grooves que son pletóricamente llenados por un vitalismo aguerrido que, en buena parte, es impulsado por la genial labor del baterista. Aires de familia hay con FIRE! y con los KROKOFANT de los primeros discos, pero cabe matizar que esta impresionante pieza de apertura carga sobre sus espaldas la misión de perpetuar el vigor expresivo que ya estuvo presente en su segundo álbum. La miniatura es un reprise del motif inicial tras las hendiduras sutiles que afloraron en las últimas instancias de la Parte I. Tras este gran inicio del volumen sigue ‘The Last Stand’, un tema que realiza un ágil híbrido del músculo del punk-jazz y el swing sofisticado del jazz-fusion histórico con raigambre funk. Los delirantes viajes respectivos de la guitarra y del saxo llenan espacios con una colorida extroversión que también acoge algunos matices de furia (o algo parecido). ‘The Sunwatcher’ es una breve exhibición de aleatorios retazos abstractos que apela a paisajes oníricos convertidos al lenguaje sonoro. Así las cosas, emerge ‘Golden Comet’, una pieza signada por una combinación de nervio y sensibilidad lírica. Ya desde esos rotundos redobles de batería que dan inicio al tema vamos intuyendo que vamos a disfrutar de algo especial y, en efecto, aquí tenemos al cuarteto manejando magistralmente el ambiente general del motif central y las ulteriores variantes que van emergiendo a lo largo del camino, focalizadas éstas en la acentuación del groove básico dentro de un eficaz crescendo. Tras este clímax fundamental de esta parte del repertorio llega otro titulado ‘Totak’, tema que vira hacia una atmósfera totalmente distinta. Sus sosegadas vibraciones sustentan un talante contemplativo arropado por un ambiente crepuscular; la delicadeza manejada por la dupla rítmica condiciona efectivamente el modo en que los demás instrumentos exponen sus propios aportes. ‘Undertow’ es el breve epílogo del primer volumen y consiste en una serie de efectos de sonido rugosos y distantes. 


El segundo volumen dura un poco más que el primero y comienza con el breve prólogo de menos de medio minuto de duración titulado ‘Undertow (Slight Return)’, una continuación de los efectos sonoros con los que concluyó el primer volumen. Así se prepara el terreno para el arribo de ‘The Shadow Of The New Praetorian’, que no es solo el tema más extenso de esta doble obra con su 12 minutos y medio de duración, sino que también es lo más largo que ha grabado jamás la gente de THE TRONOSONIC EXPERIENCE. Todo empieza con un extenso prólogo de formas libres que nos remite a una deconstrucción oscurantista del paradigma de SUN RA filtrado a través del inmortal fantasma de KING CRIMSON. Una vez instalado el cuerpo central, nos metemos en un terreno afín a los de GUTBUCKET con el filo estilizado que ya conocemos de TTE. La confluencia entre los dobles matrimonios de guitarra-saxo y batería-bajo convergen exquisitamente a través de la ingeniería temática diseñada para el momento. El medio tiempo está sustentado con suficiente garra como para asegurar una contundente fuerza de carácter para el bloque instrumental íntegro. En la sección improvisada del intermedio se nota que hay una sigilosa atención comunal respecto a lo que se está haciendo en el momento y el lugar al cual se habrá de llegar en última instancia. Otro momento culminante de este nuevo repertorio. ‘Supernova’ se enfoca en unos enclaves cósmicos inquietantes que son sobriamente ornamentados por el saxo, siendo así que el epílogo se centra en unos minimalistas fraseos de guitarra y saxo. Es prácticamente una excursión en el kraut más abstracto a través de la lógica del avant-jazz. ‘Beehive’ nos muestra a la banda volviendo de lleno a su faceta extrovertida, y las saltarinas líneas de saxo iniciales dan una muestra inconfundible de ello. Si su espíritu comienza siendo bastante semejantes al de ‘The Last Stand’, es verdad que con la adición de una dosis extra de bríos incendiarios en algunos riffs estratégicamente plantados en ciertos parajes y la presencia de algunos ornamentos grisáceos, el resultado final se siente más sofisticado. Cuando llega el turno de ‘Chiaroscuro’, el grupo decide explorar nuevamente su dimensión misteriosa y noctámbula, proyectando un aura tranquila, no tanto como un sueño sino como una mirada nostálgica al cielo negro y sus estrellas esparcidas por aquí y por allí. El saxofón es el instrumento más explícitamente concentrado en esta actitud. El final de esta doble obra lo trae ‘Dunes’, un último ejercicio de sonoridades abstractas y solipsistas... como algo que se va evaporando para siempre tras haber estado patente ante nuestros ojos y mentes.


Todo esto es lo que se nos ha brindado desde los cuarteles del fenomenal ensamble noruego THE TRONOSONIC EXPERIENCE con “The Shadow Vol. I” y “The Shadow Vol. II”. Esta labor gestada y producida con tanta creatividad para mantener viva la llama de la experimentación jazz-rockera en el presente milenio ha sido exitosa en su cometido; por ello, la recomendamos al 400% (un 100% por cada músico integrante) en cualquier fonoteca de rock y jazz de vanguardia. Lamentablemente, también ha plasmado el testimonio del testamento final de Per Harald Ottesen. Gracias a la banda por dar al mundo este doble álbum y gracias a Ottesen por toda la música que compuso y realizó durante su existencia terrenal: nunca le olvidaremos, maestro.


Muestras de “The Shadow Vol. I” y “The Shadow Vol. II”.-
The Golden Comet: https://www.youtube.com/watch?v=7BAswqCwck0
Totak: https://www.youtube.com/watch?v=NeL_4-dw6Es
The Shadow Of The New Praetorian: https://www.youtube.com/watch?v=PXU4JVsz5Jw
Supernova: https://www.youtube.com/watch?v=7BXiP8Jvov8


Saturday, April 09, 2022

ASCETA: la altura del chamber-rock en la vanguardia progresiva chilena de hoy

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CESAR INCA.

Hoy tenemos el enorme placer de presentar al ensamble avant-progresivo chileno ASCETA y su disco debut homónimo, el cual fue publicado a inicios del presente año 2022 por el sello mexicano Azafrán Media (con la colaboración de Musea Records). La alineación de ASCETA consiste en Alfonso Vergara [clarinete], Efra Vidal [fagot], Eduardo Rubio [bajo eléctrico y contrabajo], Christian Peralta [cello],  [cello], Leonardo Saavedra [batería y percusión], Arianne Guerra [violín], Oscar Pizarro [pianos acústico y eléctrico] y Rodrigo Maccioni [guitarras eléctrica, acústicas de 6 y 12 cuerdas, flauta y sintetizadores]. Este último, Maccioni, se hace cargo de todas las composiciones y de la dirección musical del grupo. Si nos suena de algo su nombre es porque se trata de uno de los integrantes de esa fabulosa banda llamada ÁBRETE GANDUL. Si hacemos un poco de memoria, el hasta ahora último disco de ÁBRETE GANDUL “Referencias Circulares” (publicado en 2018) significó una incursión en elementos de corte RIO que eran novedosos para la susodicha banda, ahora, en este disco “Asceta”, Maccioni y el resto de este nuevo grupo se dedica a explorar a fondo los legados del chamber-rock continental de bandas como UNIVERS ZERO, ART ZOYD y PRESENT, además de tener algunas conexiones con otros grupos más cercanos como el mexicano ARTERIA, el argentino ORQUESTA METAFÍSICA y el estadounidense FAR CORNER. Estas conexiones se hacen notar especialmente en la agilidad sonora que invade a varias instancias del disco. La musa vanguardista de Maccioni se reveló a lo largo del año 2020, y el repertorio concreto se grabó y mezcló en los Estudios Paraíso de Santiago de Chile, entre el 2 de junio y el 30 de agosto de 2021. Más adelante, la masterización fue realizada por el prestigioso ingeniero de sonido Udi Koomran en Tel Aviv. Este señor tiene un amplio currículum como ingeniero y músico colaborador para bandas como PRESENT, GONG, 5UU’S, SOFT MACHINE, YUGEN, INNER EAR BRIGADE, ACCORDO DEI CONTRARI, PANZERPAPPA, ORPHANED LAND y un largo etcétera. Como dato curioso, el nombre de este ensamble proviene de un juego de palabras con las letras a y z, como se nota en su logo, y no de algún ideario místico. 


Bueno, veamos ahora los detalles del repertorio contenido en “Asceta”. El inicio del álbum se da con ‘Fobia’, tema que dura 8 ¾ minutos, erigiéndose como el más extenso del mismo. Comenzando con un prólogo minimalista impulsado por un empuje misterioso y tétrico, más adelante entra a tallar el ensamble entero para desplegar un motif más expresionista donde opera un colorido arcano y moderadamente inquietante, no exento de cristalina delicadeza en algunos pasajes estratégicos. Los juegos de síncopas que predominan en la ingeniería rítmica permiten a la fastuosidad reinante dejarse envolver por una gracilidad muy peculiar. También hay un interludio nebuloso que permite a la dimensión fastuosa de la pieza coger un nuevo brío para la siguiente exhibición de colorido sónico. Todo termina con un epílogo de claro talante mortuorio, un gran cierre para un tema excelente. La dupla de ‘Virusmosis’ y ‘Gigantes Microscópicos’ permite al ensamble seguir afinando su paleta sonora. La primera de estas piezas mencionadas se enmarca dentro de un dinamismo particularmente ágil desde el cual se desarrolla una serie de esbozos razonablemente saltarines, casi diríamos celebratorios. En cuanto a ‘Gigantes Microscópicos’, ésta se encarga de revisar los aspectos más extrovertidos de la pieza inaugural para remodelarlos con una dosis mayor de solemnidad. Esta vez, el aura de distinción reemplaza a las vibraciones nebulosas que habían predominado en ‘Fobia’. ‘Los De Afuera’ es el cuarto tema del álbum y encarna uno de los cénit decisivos del mismo. Desde el mismo punto de partida se destaca un manejo meticulosamente sofisticado de las interacciones entre los diversos instrumentos, así como la convicción para armar una ingeniería rítmica que sepa transmitir oscilaciones gráciles mientras instaura su propia trama compleja. Los pasajes marcados por una cierta suntuosidad luminosa son mayoritarios, asociándose con otros pasajes moderadamente oscuros con perfecta fluidez. ‘Ameba’ sigue, en buena medida, el sendero suntuoso y vivaz de la pieza precedente, tal vez con una dosis de musculatura expresiva un poco mayor. No falta, eso sí hace falta recalcarlo, el paraje sutil epilogar que añade un oportuno toque de variedad al asunto.


‘Movimiento Estático’ comienza con una atmósfera abstracta que nos hace sospechar que tenemos frente a nosotros un ejercicio de dinamismos oscurantistas, pero, en realidad, tenemos aquí la pieza más cálida del álbum. Su envolvente lirismo destila una aureola evocadora que se siente cautivadora en grandes proporciones. El final del álbum llega de la mano de ‘Sistemas Alterados’, un tema empieza explorando atmósferas oscurantistas a las que se añade un talante melancólico, para luego virar hacia un groove extrovertido de tenor jazz-progresivo. Este nuevo vitalismo es manejado con rigor arquitectónico desde el encuadre general, pero el vitalismo expresivo se advierte claramente en los matices y melodías que aportan las maderas y el violín, principalmente. El epílogo se centra en un breve juego de tensiones que completa ingeniosamente el ya predominante fulgor musical. En conclusión, los nombres del grupo ASCETA y del disco “Asceta” deben ser escritos con letras doradas en el calendario de publicaciones progresivas del año 2022: Rodrigo Maccioni y sus compañeros de viaje se han lucido a lo grande con este repertorio que dura 44 minutos y pico. Desde Chile se proyecta al mundo este excelente catálogo de chamber-rock revitalizado para nuestros tempos, un catálogo totalmente recomendable para cualquier fonoteca dedicada al rock progresivo y experimental. De lo mejor que se nos ha brindado desde tierras sudamericanas para el actual escenario progresivo mundial en lo que va del año 2022.


Muestras de “Asceta”.-