Thursday, February 27, 2014

NARANJA MECÁNICA: memorias del prog cubano de los 90s


Hoy descubrimos algo del no muy difundido pero ciertamente existente rock progresivo cubano: NARANJA MECÁNICA. Este grupo emergido en 1991 bajo la iniciativa del trío nuclear de Igor Urquiza [guitarras eléctrica y acústica], Ernesto García [bajo, guitarra española y voz] y Manuel Clúa [flauta y percusión], pronto se amplió a su quinteto definitivo con los ingresos del tecladista-vocalista Alejandro del Valle y de bateristas como Jorge Luis “El Piro” Barrios y Alden del Toro. La última actuación de la banda tuvo lugar en la Sala Ernesto Che Guevara de la Casa de las Américas en marzo de 1995, y es justamente de esa presentación de donde sale la mayor parte del repertorio del CD “1993-1995”, publicado por el sello mexicano Luna Negra en el año 2001. 

‘En Algo…’ es el breve prefacio de menos de 2 minutos de duración que inicia el festival con aires de fusión tropical bajo el encuadre rítmico pautado por el piano y con las florituras de la flauta. Así las cosas, el grupo se prepara para entregarnos ‘Liturgia’, una pieza llena espacios a granel con su sólida mezcla de sinfonismo a lo YES y jazz-rock a lo MAHAVISHNU ORCHESTRA, además de los elementos de fusión centroamericana que se harán recurrentes en el esquema sonoro de la banda. Cerca del final parece que se da una cita del riff principal del clásico inmortal de KANSAS ‘Carry On Wayward Son’… vaya, qué curioso. ‘Desnudo (Historia De Un Acto)’ se enrumba más decididamente por el terreno del sinfonismo, adoptando un aura cínica en la letra, la cual se centra en la sátira social desafiando los estereotipos moralistas. ‘Abraxas’ cambia de registro para llevarnos hacia terrenos sonoros más etéreos, focalizado principalmente en atmósferas místicas aunque sin caer nunca en la languidez, por el contrario, el groove se mantiene casi siempre intenso y además, hay algunos pasajes donde el fulgor rockero de la guitarra brinda un oportuno complemento al lirismo cándido de la flauta. Tenemos aquí una de las composiciones más majestuosas del álbum, sin duda. ‘En La Fiesta’ es una cantata folklórica donde el grupo vuelva a prodigarse en cantar temáticas de sátira social: la dupla de guitarras acústica y española arma las bases armónicas mientras la flauta entra de vez en cuando para añadir matices juguetones al asunto. ‘Ficción Rural’ y ‘Crónica De La Cobardía’ muestran a la banda procurando explorar más a fondo su interés por las sonoridades acústicas. El primero de estos temas es un cálido instrumental de tenor pastoral ornamentado con algunas florituras manieristas de piano y percusiones latinas, mientras que el segundo despliega una sobria vitalidad folklórico-fusionesca en cierto modo emparentada con las líneas de trabajo de bandas como 0.720 ALEACIÓN (de México) o CONGRESO (de Chile).

Cuando llegamos al turno de ‘Rosa De Corcho’, la banda vuelve de lleno al área del sinfonismo dentro de sus propias pautas particulares: la arquitectura desde donde se traza el hilo temático de los motivos sucesivos es simplemente magistral, trazando diálogos pulcramente fluidos entre flauta, guitarra y teclado. El guitarrista Urquiza es autor tanto de este tema como de ‘Abraxas’: si en éste había explorado recursos expresivos mayormente reflexivos, ahora en ‘Rosa De Corcho’ explota meticulosamente la personalidad ecléctica del grupo, guiando el ensamblaje instrumental hacia una firmeza cohesiva a través de las variantes que tienen lugar. ‘El Muro De Las Lamentaciones’ también traza algunos recovecos progresivos muy interesantes, emulando en este sentido la estrategia musical de la pieza precedente, pero cabe advertir que en algunos pasajes el grupo decide bajar un poco la dosis de energía, creando un nexo estilístico con ‘Liturgia’. Hay un pasaje aflamencado que permite a la banda explorar coloridos nuevos dentro de su ya reconocible propuesta. ‘La Rueda De La Fortuna’, durando casi 8 ½ minutos, es el tema más extenso de este repertorio: su enfoque melódico es más conciso, aunque esto para nada significa que el grupo se dedica a practicar la monotonía: por el contrario, la banda sabe cómo mantener la vivacidad de la espiritualidad alegre inherente a la pieza y mantener intensos intercambios instrumentales entre las secciones cantadas.


‘La Ciudad Jardín’ nos devuelve un poco al magnetismo etéreo de ‘Abraxas’, aunque también cabe destacar el importante rol que mantiene el bajista dentro del entramado sonoro global: de esta manera, la pieza adquiere un filo expresivo emparentado con el vigor de ‘El Muro De Las Lamentaciones’ y ‘Rosa De Corcho’. El epílogo del álbum es ‘… En Nada’, y se trata básicamente de un reprise extendido de ‘… En Algo’: el solo de guitarra es simplemente espectacular, evocando tanto a JEFF BECK como al SANTANA de las mejores épocas. Esta enérgica despedida del disco es el broche de oro perfecto para este solitario disco de NARANJA MECÁNICA, genial testimonio y brillante testamento de la vanguardia progresiva cubana.  

Tuesday, February 25, 2014

Recordando la magia de 0.720 ALEACIÓN y su primer disco


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy miramos hacia el pasado de la escena progresiva mexicana, deteniéndonos específicamente en la década de los 80s, para apreciar la homónima obra fonográfica del quinteto 0.720 ALEACIÓN. Formado por Eduardo Zamarripa [guitarras, piano y violín], Carlos Castro [batería y percusión], Job Hernández [bajo y guitarra], Abraham Viñas [flauta] y Carlos Torres [violín y quinta huapanguera] en 1984 con la intención de amalgamar los lenguajes del rock y del jazz en una perspectiva modernizada del folklore mexicano, 0.720 ALEACIÓN logró concretar una de las propuestas más notables del escenario progresivo que se iba forjando y reforzando, a trancas y barrancas, en ese país. La propuesta artística de este cuarteto es vital sin llegar nunca a lo agresivo, rico en matices, complejo a su manera, siempre atento a conservar un núcleo melódico sencillo a partir del cual puedan los instrumentos volar conjuntamente: fineza compositiva y compactos diálogos entre los músicos, éstas son las cualidades esenciales del repertorio que conforma el disco debut homónimo del grupo, publicado en 1986. 

Durando poco menos de minuto y medio, ‘Caifán’ abre el disco con un imponente aire de algarabía, una vitalidad alegre donde lo lúdico se muestra con suprema exquisitez. La cosa se torna un poco más grisácea con ‘Tarahumara’, tema adonde la banda explora el desarrollo de algunas atmósferas densas mientras preserva hábilmente la calidez inherente a su propuesta musical. Con ‘Antes Que Amanezca’ nos topamos con una dimensión más serena del ideario musical de 0.720 ALEACIÓN: la presencia del piano añade una cierta profundidad al sonido grupal, donde también se destaca el carácter etéreo de las líneas de la flauta y las del violín mientras se entrecruzan cuales nubes que atraviesan el cielo en una tarde otoñal. Cuando surge ‘Danzante’ nos reencontramos con la alegría frontalmente celebratoria de ‘Caifán’, esta vez con recursos más expansivos debido a que el grupo saca provecho a la mayor duración proyectada para este viaje musical específico. La dupla que inicia la segunda mitad del disco, ‘Templo Mayo’ y ‘Campana Del Silencio’, ahonda en el paradigma estético de la banda y le brinda un fabuloso dual: ‘Templo Mayo’ es el epítome del folclorismo festivo cuyo lenguaje traslada tan solventemente 0.720 ALEACIÓN a su propio discurso, mientras que ‘Campana Del Silencio’ es un exquisito ejercicio de cómo pintar un paisaje sonoro donde los colores provistos por los instrumentos se explayan en consonancia mutua. ‘El Corredor’ recapitula la faceta extrovertida la banda con la adición de un breve intermedio reposado, mientras que el tema que cierra el disco, ‘Para Estos Tiempos Tan Ciertos’, se ajusta al formato de canción trovera con añadidos aires jazzeros. 


Hay varios bonus tracks breves que conforman minúsculas excursiones de fusión arqueológica diseñadas para poner fondo musical al documental “Memorias Del Olvido”. Aquí encontramos desde armazones rituales de percusiones y vientos ancestrales (‘Y Retiemble En Su Centro’) hasta desarrollos líricos inundados de plácida candidez (‘Todos Otra Vez’, ‘San Juan De Letrán’), además de ideas cercanamente emparentadas con la línea de trabajo plasmada en el álbum (‘Y Ahora Pa’ Dónde’, ‘Pese A Todo’, ‘Huapango De la Reconstrucción’). ‘Hijos Del Averno’ es un interesante ejercicio de disonancias, mientras que ‘Eolo Aquí’ es una muestra de pura abstracción sónica: es muy revelador que el ensamble se muestre genuinamente entregado a este tipo de experimentación, y a la vez es una pena que esta línea de trabajo no haya encontrado un mayor espacio de expansión. La serie de bonus tracks se cierra con los ceremoniosos redobles de batería de ‘Las Casitas’. 

Esto no fue lo único que hizo 0.720 ALEACIÓN: en 1986, ingresó al grupo el percusionista Gerardo Batíz, quien también tocaría algo de bajo, y en 1989 saldrá el segundo trabajo “Leyenda”, en formato de casete. En ese momento, el grupo tenía una alineación un tanto distinta a la que grabó el primer disco, pero eso será motivo de otra reseña en otra ocasión. Por ahora, nos quedamos con la idea de que  “0.720 Aleación” es una joya mexicana que merece un sitio dentro de cualquier buena colección de música progresiva.


Muestras de “0.720 Aleación”.-

Saturday, February 22, 2014

Amanece el nuevo sol de MACHINE MASS


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es el turno de MACHINE MASS y su reciente publicación fonográfica “Inti”, la cual sucede por dos años y pico a “As Real As Thinking”, el cual fue firmado por MACHINE MASS TRIO. Para esta nueva ocasión, el núcleo dual de Tony Bianco [batería, percusión y loops] y Michel Delville [guitarra, guitarra-sintetizador y loops] se asocia con el maestro saxofonista-flautista Dave Liebman. Aunque el material de “Inti” fue grabado allá en octubre de 2012 en una única sesión vespertina en los Red Rock Recording Studios de Saylorsburg (en Pennsylvania), recién ahora a inicios de 2014 nos lo trae MoonJune Records como ítem físico. ¡Y mil gracias por ello! El sonido del trío se siente muy lleno, y en eso colaboran las programaciones de loops y ornamentos computarizados de parte de Bianco y Delville: capas sintetizadas, bases de piano e ingeniosas líneas de contrabajo (muchas veces incluyendo pliegues de las cuerdas) operan como ingredientes esenciales para que se armen los viajes musicales perpetrados por este alucinante trío a lo largo del repertorio de “Inti”. Bueno, vayamos ahora mismo al repertorio en sí, ¿vale?


La pieza homónima abre el disco con un aura cósmica que resulta a la vez etérea e incandescente: el ensamble está empezando a conocerse y viaja en plena consonancia mientras se sostiene vivazmente sobre un groove sólido, el mismo que recibe de la mano de Bianco una estructuración intensa y compleja. Con ‘Centipede’, el trío encara una dimensionalidad más extrovertida de su núcleo sonoro: los solos alternados de Delville y Liebman son monumentalmente magistrales, homenajes geniales a la mejor tradición del free-jazz. Delville le da una musculatura particular a su guitarra, y esto justamente parece motivar a Liebman para explorar las cadencias más explosivas de su saxo. Cuando entra a tallar ‘Lloyd’, la banda se interna por un sendero marcado por una sofisticación imponente, dejando que los juegos de síncopas del esquema rítmico básico y la atmósfera de extravagante elegancia (muy a lo WEATHER REPORT de la época del “I Sing The Body Electric”) impongan las reglas para la expresividad. Lo siguiente que hace MACHINE MASS es rendir un tributo a la inmortal pieza ‘In A Silent Way’, un clásico inapelable del jazz de vanguardia que Joe Zawinul creó para el repertorio de Miles Davis: en manos de Delville, Bianco y Liebman, esta pieza se convierte en un viaje místico desde donde el oyente es invitado a explorar su faceta reflexiva dentro de una oscuridad espiritual que aspira a ser iluminadora. Se nota el nervio tribal en los instrumentistas, claro que sí, pero sobre todo, se nota su gran inteligencia para mantener bajo control los efluvios sónicos que tienen lugar en un nivel lisérgico. Cuatro primeros temas grandiosos para un disco del cual solo conocemos hasta ahora sus primeros 25 minutos. ¿Qué sigue después? ‘A Sight’, un tema que sigue en cierta medida la huella de ‘Lloyd’ pero con una aureola ceremoniosa más pronunciada: tal vez tengamos aquí los mejores solos de saxo soprano de todo el disco.


‘Utoma’ y ‘The Secret Place’ son los siguientes temas del repertorio. El primero de estos temas mencionados recibe un impacto de ‘Inti’ en tanto que combina exploraciones aventureras y atmósferas etéreas. Como siempre, la batería de Bianco instaura su compleja majestuosidad señorial: si la mencionamos en este caso particular es porque nos parece que aquí se desarrolla uno de sus momentos más decisivos de lucimiento, ostentando su intrincada musicalidad al servicio del diálogo integral entre los tres ejecutantes. Por su parte, ‘The Secret Place’ nos revela un momento de lirismo introspectivo donde el trío se sumerge en una atmósfera calmada: el canto de la invitada Saba Tewelde sirve para redondear la faena con un toque adicional de magia. Con una extensión de 12 ¾ minutos, ‘Elisabeth’ resulta la pieza más extensa de “Inti”. Su estructura musical es estrictamente obediente a la ideología de las libres formas en tiempo real: Bianco construye y deconstruye pautas rítmicas, Delville elabora ornamentos y fraseos psicodélicos con claro tenor futurista, y por su parte, Liebman se da buena mañana para lucirse en algunos momentos estratégicos sin romper con el dinamismo ensoñadoramente surrealista que tiene lugar. Durando cerca de 5 minutos, ‘Voice’ cierra el álbum con un swing contagioso, moderadamente extrovertido: la prioridad que se da a la constricción no es obstáculo para que Liebman dé rienda suelta por última vez a su electrizante dimensionalidad performativa. En todo caso, resulta adecuado que un tema como éste dé el broche final tras la exigente aventura que supuso ‘Elisabeth’.


Todo esto fue “Inti”, una obra genial que refuerza el rol de MACHINE MASS como una fuerza musical sólida y valiente que llena de luminosidad la vanguardia jazz-progresiva de nuestros días. Al fin y al cabo, con un título que designa al astro rey en el idioma quechua… ¿qué se puede esperar sino esplendor de un disco como éste?


Muestras de “Inti”.-

Thursday, February 20, 2014

ESVEDRA recorre el camino de Siddhartha progresivamente


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy nos fijamos en la banda peruana ESVEDRA, procedente de la localidad de Huancayo. Fuera de la capital peruana de Lima, Huancayo es uno de los hervideros de música rockera más interesantes de ese país, siendo así que ESVEDRA encarna una iniciativa progresiva a la que vale la pena prestar atención. El grupo es un power-trío conformado por el guitarrista Gonzalo Escobar, el bajista Édgar Gutiérrez Mayta y el baterista-percusionista Luis Ángel Sarapura Carrillo: psicodelia, metal y rock duro tradicional son los tres ingredient6es primordiales con los que el grupo conjuga su particular propuesta progresiva. Sin duda, se trató de una de las más agradables revelaciones de la vanguardia peruana de 2013, y dicha revelación tiene su manifestación concreta en el breve disco conceptual “Proyecto Siddhartha”, inspirado en el ‘Siddhartha’ de Hermann Hesse.


Durando casi 3 minutos, ‘El Halcón’ abre el disco con un despliegue de vitalidad ácida y sofisticada que se moviliza muy bien a través de los pasajes rudos así como a través de los contenidos; tras esta reveladora vía de entrada, la sucesión de ‘El Camino’ y ‘La Orbe’ desarrolla una transición desde una exploración ensoñadora de paisajes exóticos hasta una actitud de atenta mirada hacia un firmamento luminoso, una transición que se maneja sostenidamente desde la introversión hasta la expresividad inquieta. ‘Kamala’ se orienta hacia la melancolía contemplativa en clave de blues-rock según las viejas escuelas de JEFF BECK y LED ZEPPELIN, siempre manteniendo un aire de sutileza en el núcleo melódico de la pieza. Nada de contrastes nos espera cuando entra a tallar ‘El Humano’, pues este tema se encarga de darle al talante contemplativo un giro etéreo: una vez más, el ensamble hace un buen uso de la sutileza a la hora de armar el tema en cuestión. ‘Karma’ retoma la aureola exótica que antes había signado la estructura de ‘El Camino’, esta vez para expandirla a través de recursos prog-metaleros que se concentran en los matices y no tanto en la pirotecnia. ‘El Río’, por su parte, nos devuelve a la vibración contemplativa presente en algunos temas anteriores, esta vez bajo la señal de PINK FLOYD, o sea, con un aire de languidez cósmica que nos recuerda al paradigma de ‘Echoes’ (y todos los demás que se inspiraron en este referente esencial de la vieja escuela progresiva). El disco se cierra con ‘Redención’, un breve reprise del riff central de ‘El Halcón’.    


Todo esto fue “Proyecto Siddhartha”, una estupenda carta de presentación desde una región rockera peruana situada fuera de la capital: ESVEDRA se hace notar como una banda a la que vale la pena prestar atención.


Muestras de “Proyecto Siddhartha”.-

Monday, February 17, 2014

RANDOM... ¡a pedir de boca!


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy prestamos nuestros oídos al grupo argentino RANDOM, afincado en Tucumán. Su estilo prog-metalero experimental ya rindió buenos frutos en su disco debut de 2011 “Todo.s Los Colores Del”, y ahora, a inicios de 2014, nos trae su segundo trabajo de larga duración “Pidanoma”, el cual nos revela a un grupo que ha enriquecido sus recursos expresivos y su curiosidad creativa. El guitarrita-vocalista Raúl García Posse, el baterista Marco Luis Crosa y el bajista Pablo Lamela Bianchi le ha dado a su asociación musical un nuevo norte que implica ambiciones renovadas en su ideal de hacer rock artístico dentro de la vertiente progresiva de la escena metalera, lo cual supone necesariamente un abrir ventanas a aires de renovación dentro del palacio de la vanguardia rockera hispanoamericana. Vayamos a los detalles del repertorio de “Pidanoma”.


‘Corto Normal’ da inicio al disco con un vigor feroz y contundente que se engarza muy bien dentro de la vitalidad incendiaria de unos MESHUGGAH, así como de las ambientaciones cuidadas de unos NEUROSIS o ISIS. La banda explora un núcleo compositivo bien definido y elabora una ingeniosa armazón que sabe conservar muy bien su energía expresiva dentro de su lapso de seis minutos y pico. ‘Ojota Y Media’ se inserta abruptamente con un caricaturesco simulacro de mensaje radial, el cual abre paso a un no muy extenso viaje sónico que parece una versión krautrockera de metal industrial: el aura de espiritualidad mecanizada y distante resulta un idóneo intermedio entre la ferocidad del primer tema y el ambicioso despliegue musical que nos ha de mostrar seguidamente ‘Mee Chango’, pieza que dura casi 17 minutos. Sus expansiones instrumentales que van desde vendavales juguetones a lo PRIMUS hasta las complejas arquitecturas pulsátiles a lo TOOL, y de allí hasta elementos del stoner y las atmósferas emocionalmente opresivas de THE MARS VOLTA, la gente de RANDOM se prodiga en articular una bien hilada sucesión de pasajes sónicos que se dejan desarrollar a fin de asentar bien cada ambiente en su turno adecuado. Hablando de THE MARS VOLTA, el saxofonista de este grupo, Adrián Terrazas González, aporta interesantes ornamentos de saxofón durante el desarrollo de un extenso clima psicodélico que nos hace evocar a discos como “Amputechture” y “The Bedlam In Goliath”. No cabe duda de que con ‘Mee Chango’ se concretiza un cénit bárbaro para este disco.


Todavía faltan dos piezas más, ‘Mia Gato Está Solo En La Oscuridad’ y ‘Guri Guri Tres Piñas’: estos dos últimos temas del álbum ocupan juntos más de 35 minutos de espacio. ‘Mia Gato Está Solo En La Oscuridad’ se proyecta sólidamente sobre el terreno sembrado por la pieza anterior, esta vez poniendo un poco más de énfasis en la presencia de sonoridades cósmicas… y esto significa que el factor post-metalero se torna más relevante a la hora de desarrollar las expansiones de las ideas musicales en curso. También significa que la guitarra se reserva espacios para priorizar atmósferas sobre pirotecnias o riffs típicos de lenguaje metalero: con esto, el baterista se erige en la principal figura que sostiene el núcleo desde donde se alimenta la llama rockera del trío. Los últimos seis minutos de este viaje se diluyen en un flotante ejercicio minimalista que nos remite a la faceta abstracta de la vieja escuela psicodélica. RANDOM ha estado luciendo monumentalmente su  peculiar dinámica progresiva a su antojo, y todavía nos queda degustar a ‘Guri Guri Tres Piñas’, con sus casi 21 minutos de duración. La mayor parte del desarrollo temático generado en esta pieza se mueve bajos las combinadas coordenadas de RUSSIAN CIRCLES, MOGWAI y el primer KAYO DOT: se proyecta una espiritualidad desolada a medio camino entre la apatía y la furia contenida, un recurso bien logrado por el trío. Alrededor de la barrera del décimo minuto, la banda gesta un pasaje de abierta densidad sónica que sirve de puente para un magnífico jam en 7/8 donde la banda explora una deliciosa parsimonia psicodélica sin despegarse de las pautas post-metaleras a las cuales ha decidido aferrarse para la ocasión. Así las cosas, el terreno está preparado para redondear la faena con pulso y vigor.


RANDOM ha avanzado varios pasos de gigante en su particular evolución estilística y éste es justamente el testimonio esencial que nos brinda el repertorio de “Pidanoma”.


Muestras de “Pidanoma”.-

Friday, February 14, 2014

Ø+SYN y RAPA NUI se asocian bajo un nuevo paradigma psicodélico sudamericano


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

El año 2014 comienza bien para las iniciativas prog-psicodélicas sudamericanas; más específicamente, nos referimos a la publicación de un trabajo prog-experimental realizado en tándem por los peruanos de RAPA NUI y los argentinos de Ø+SYN (léase: omasin). El sector argentino está conformado por el trío de Pablo Picco [violín, flauta, campanas, digeridoo], Gustavo Valerga [guitarra] y Matías Zanotto [tuba], mientras que el sector peruano lo conforma el dúo de Arturo Quispe [saxofón alto, campanas] e Israel Tenor [batería, machete, flauta traversa]. Dicho trabajo en común se titula “Eco Paradigma” y ha sido publicado en formato casete por el sello austriaco Feathered Coyote; pronto, el sello peruano Cuaderno Roto hará lo propio en formato CD-R.


La Parte 1 dura casi 26 minutos. Empieza con una inquietantemente grisácea aura siniestra donde los efectos ambientales, las improvisadas ornamentaciones percusivas y los fraseos del saxo adquieren un talante exorcista. Con el paso de los primeros minutos ya se arma un primer viaje musical colectivo donde las cadencias y atmósferas se encuadran en una lógica sonora bastante intensa, aunque nunca se desborda. Poco antes de llegar a la barrera del séptimo minuto, llegamos a un breve motivo pulsátil que coquetea abiertamente con una suerte de éxtasis deconstructivo: ciertamente, este momento se hermana directamente con la tradición rock-in-opposition de unos ART ZOYD. Una vez pasada la barrera del minuto 12 ½, el ensamble se mete a articular una sección tribal inteligentemente caótica que nos remite fácilmente al legado de AMON DÜÜL, aunque las intervenciones del saxo y la tuba todavía nos hacen evocar seriamente el estándar del rock-in-opposition. Tras un aterrizaje en un paraje lisérigo aleatorio, el ensamble se dispone a elaborar un paisaje relajado para los dos últimos minutos, aunque no exento de una inquietud emocional que siempre está presente, aunque sea de manera latente. Este paisaje relajado sirve de engarce con la Parte 2, la cual dura casi 27 minutos, y a su vez, como catapulta para que el saxo, al ingresar, dirija una nueva motivación exultante. De hecho, la nueva eclosión toma unos cuatro minutos en coger fuerzas para encauzarse en una filuda erupción psicodélica donde las formas caprichosamente intangibles del free-jazz se alimentan de la muscular energía focalizada, al unísono, en las capas cuasi-Frippianas de guitarra y las robustas cadencias de la batería. Cuando las florituras del saxo y del violín se unen a la amalgama cuales retazos cósmicos, llegamos al que tal vez sea el momento cumbre del álbum. La guitarra perpetúa su campeona presencia mientras llena espacios exaltadamente en un momento de eclosión donde la materia del Universo parece revertirse sobre su propia fuente de energía: toda una juerga lisérgica, en efecto. Cuando menos nos damos cuenta, la juerga se trastoca en un angustioso panorama espectral donde el minimalismo aparatoso en curso asume un talante ritualístico: en esto último repercuten los ornamentos percusivos empleados para la ocasión. Finalmente, la guitarra impone su presencia protagónica creando un gradual aterrizaje en un ensueño vibrante.  

 

Aquí tenemos, pues, una estupenda creación generada desde la especial hermandad psicodélica de Ø+SYN y RAPA NUI: “Eco Paradigma” es ciertamente un paradigma de integración musical en una aventura osada a través de parajes sónicos desafiantes. 


Muestra de “Eco Paradigma”.-
Parte 2: http://rapanuiperu.bandcamp.com/track/rapa-nui-yn-part-2

Tuesday, February 11, 2014

El nuevo amanecer progresivo de DELUGE GRANDER


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.

Hoy volvemos a fijarnos en DELUGE GRANDER, uno de los proyectos permanentes del prolífico músico y compositor estadounidense Dan Britton, pues a inicios de 2014 ya está remeciendo la escena progresiva internacional con su nuevo trabajo “Heliotians”. Se trata de un ítem muy especial porque se edita en formato doble de CD y vinilo, con ejemplares limitados y numerados – 205 – cuya arte gráfica está hecha de forma artesanal, y eso incluye la transcripción de las letras… además de autógrafos de los integrantes actuales del combo. Este disco fue grabado y mezclado con la vieja estrategia de cintas analógicas, y usando instrumentos analógicos en su mayor parte. Todo esto, claro está, a nivel de producción independiente. Britton se hizo cargo del piano eléctrico, sintetizadores análogos (y solamente análogos), mellotrón, guitarras acústicas y dulcémele, además de algunas partes de canto. En esta nueva aventura de DELUGE GRANDER, sus compañeros de viaje son Christopher West [bajo, flauta, flauta dulce y canto], Cliff Phelps [guitarra y canto], Patrick Gaffney [batería], Megan Wheatley [canto] y Natalie Spehar [cello].


Ocupando los primeros14 minutos del disco, ‘Ulterior’ se focaliza mayormente en climas etéreos donde la atmósfera de patente densidad, lejos de sentirse pesada, se abre como una luz cósmica que nos regala un espectáculo nuevo para que sea apreciado en pos de enriquecer el espíritu. A poco de pasada la barrera del sexto minuto y medio, las cosas se intensifican con un esquema instrumental más robusto y un mayor ejercicio de vitalidad a cargo de la dupla rítmica. Aquí se da, pues, una estupenda conjunción de estilizaciones sinfónicas y groove jazz-rockero que se emparenta directamente con lo que hemos escuchado algunos años antes en el disco “The Form Of The Good”. En algún momento antes de la barrera de los 11’30”, el desarrollo temático se torna ceremonioso y majestuoso, impregnado de una espiritualidad propia del MIKE OLDFIELD de los tres primeros discos pero con un colorido exquisito que nos remite a las viejas tradiciones de YES y HAPPY THE MAN. Luego sigue la pieza más breve, ‘Saruned’, cuya dinámica tiene algo de grisáceo, tal vez con algunos leves matices siniestros que necesariamente nos han de remitir al estándar de la tradición gala del chamber-rock (UNIVERS ZERO, PRESENT), pero en lo referente estrictamente a la estructura de las ideas melódicas, la cuestión se inclina preferentemente hacia un sinfonismo bien definido, marcado además por ciertos tintes folklóricos.

Toda la segunda mitad de “Heliotians” está ocupada por ‘Reverse Solarity’: 21 ½ minutos en total. La presencia de la batería insufla un permanente carácter de sofisticación a la amalgama instrumental global, el cual se caracteriza mayormente por un lirismo a la vez extravagante y elegante, muy en onda con lo hecho en aquel primer disco “August In The Urals”, pero sin adoptar un nivel tan intensivo de ornamentos en su amplio desarrollo musical. Las bases armónicas que sustentan los diversos motivos ayudan bastante a darle una cualidad etérea a las muy vitalistas intervenciones de los instrumentistas, lo cual ayuda crucialmente a crear un aire de misterio para la pieza. Tal como dijimos líneas más arriba, la batería tiene una presencia muy importante dentro del esquema sonoro de ‘Reverse Solarity’, y podemos afirmar que aquellos pasajes donde Gaffney se hace notar con particular garra son culminantes dentro de la ambiciosa arquitectura musical. Hay algunos pasajes que nos pueden referir fácilmente al estándar del YES de la época del “Relayer”, así como a los estereotipos de HATFIELD & THE NORTH y de CARAVAN (sus composiciones más épicas), aunque bien es cierto que el filo jazzero implícito en estos modelos son llevados por DELUGE GRANDER con suficiente mesura como para no romper nunca el esquema melódico que se impone en cada momento preciso. Poco antes de llegar a la frontera del décimo séptimo minuto, emerge un motivo lento que resulta idóneo para dar un toque épico al final de la pieza, toque épico que se nutre de un aurea etérea notablemente semejante a la que marcó significativamente el núcleo de ‘Ulterior’.

“Heliotians” es un más que digno heredero de los dos trabajos anteriores de DELUGE GRANDER; sin igualar la magnificencia de ellos, tiene un gran atractivo como labor de rock artístico por méritos propios, y sobre todo, es un sano y agradable indicio de la buena salud y la frescura creativa que tienen Dan Britton y sus compinches para seguir aportando cosas valiosas al escenario progresivo actual. CD Baby es la primera distribuidora virtual que tiene en sus manos ejemplares de este disco.



Entrevista a DELUGE GRANDER sobre “Heliotians”: http://www.youtube.com/watch?v=Ml-ekaQCjH4

Sunday, February 09, 2014

Nuestro primer encuentro con AMPACITY


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.

Hoy nos encontramos con el ensamble prog-psicodélico polaco AMPACITY, un colectivo musical fundado recientemente por músicos que ya se conocen de otros proyectos anteriores de rock metalero y space-rock. Conformado por los guitarristas Jan Galbas y Piotr Paciorkowski, el teclista Marek Kostecki, el bajista Wojciech Lacki y el baterista Sebastian Sawicz, AMPACITY llevó adelante su primer catálogo de composiciones (tres en total) en el primer cuarto del año 2013, titulando al trabajo “Encounter One”. El quinteto se especializa en organizar una mezcla de psicodelia pesada, stoner y space-rock dentro de una ambiciosa armazón sónica que se enraíza en la vieja escuela progresiva: el grupo cita a HAWKWIND y a PINK FLOYD como principales influencias, pero también podemos notar algunos tufillos a lo BLUE OYSTER CULT, así como aires de familia con entidades contemporáneas en el área internacional como MY BROTHER THE WIND, SAMSARA, DOMO y CAUSA SUI.


‘Ultima Hombre’ (sí, el español empleado en este título es defectuoso) pone en marcha las cosas sin tomar prisioneros: energía electrizante, frenesí arrollador y vigor frontal son los factores que signan el manejo continuo de los riffs básicos y la estructura rítmica de la pieza desde los pasajes más explícitos hasta los más contenidos, todo ello con el elementos adicional que aportan los teclados en ornamentos y solos. El manejo de climas cambiantes es perfectamente fluido, dejando que la ilación de jams se sienta compacta; el clímax final en 5/4 es manejado con vitalidad incendiaria. Tras esta impactante gozada que dura poco más de 13 minutos llega ‘Asimov’s Sideburns’ para indagar en otras áreas de expresividad, áreas introspectivas que apuntan hacia una misteriosa mezcla de space-rock y post-metal donde la oscuridad se vale de la languidez para manifestar la inquietud de una forma sobria, que no por ello menos perturbadora. El último viaje sónico del álbum es ‘Masters Of Earth’, que dura 19 minutos. Se trata del único tema con letra (el canto está cargo de Jan Galbas) y también de la pieza con mayor dosis de polenta rockera: la pesadez es rotunda, la crudeza de los guitarreos es patente aunque para nada exenta de inteligencia, los momentos más relajados son manejados con equilibrada elegancia. Los arreglos empleados para transitar entre diversas atmósferas son adecuados, como por ejemplo, la inserción de un pasaje lisérgico a cargo de una lisérgica guitarra entre la potente sección de apertura y un siguiente pasaje propio del legado Floydiano (inspirado en la etapa del “Ummagumma”). Cuando la banda regresa al motivo inicial, lo remodela y amplifica para darle un aura majestuosa con miras a edificar el cierre perfecto, el mismo que habrá de llegar envuelto en efectos especiales que simulan una masiva distorsión cósmica. 


Se sienten pocos estos 42 minutos que tiene “Encounter One” para que AMPACITY exponga sus ases prog-psicodélicos que tenía bajo la manga, pero es de agradecer que exista el material, valioso por sí mismo para mantener vigente al ideal progresivo en Polonia y en el mundo.


Muestra de “Encounter One”.-

Friday, February 07, 2014

DREAM THEATER asienta la razón de su nueva verdad dentro del contexto general


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Para DREAM THEATER, el año 2013 fue el momento de asegurar que tenía gasolina y energía suficientes para seguir operando su maquinaria metal-progresiva con el segundo disco post-Mike Portnoy. De hecho, ya resultaba significativo que decidieran denominar a su disco de estudio # 12 como la banda misma: por supuesto que a Portnoy esto le afectó mucho, pues fueron él y su padre quienes tuvieron la ocurrencia de ponerle este nombre tras verse obligada a renunciar al nombre de MAJESTY, pero es fácil ver por qué John Petrucci, James LaBrie  y los demás necesitaban darse este auto-espaldarazo. El grupo ya conoce las claves de su fórmula ganadora y los horizontes dentro de los cuales puede permitirse expandirse hacia nuevos cánones dentro de dicha fórmula: DREAM THEATER se sabe una leyenda viviente de la avanzada metalera estadounidense de los últimos 25 años, se ve a sí misma como un paradigma inmutablemente asentado sobre un trono rockero que nadie le cuestiona. Si la banda hizo su anterior placa “A Dramatic Turn Of Events” con miras a demostrarse a sí mismo que podía seguir siendo una entidad intensa tras la partida del peculiar y siempre problemático Mike Portnoy, ahora ha concebido esta placa homónima para mostrar al mundo la cosecha de esta reforzada fe en sí misma.


Con el baterista-percusionista Mike Mangini trascendiendo a su rol de “nuevo vecino del barrio” para aportar al proceso creativo del nuevo álbum, el equipo que completan John Peturcci, James LaBrie, John Myung y Jordan Rudess (quien ahora se pone a investigar en el Seaboard y el GeoSynrh App junto con sus infaltables teclados) nos brinda una nueva vuelta de tuerca a su modelo forjado entre 1992 y 1995, añadiendo algunas marcas de la época de “Six Degrees Of Inner Turbulence” más algunos guiños a la filuda voracidad que penetró tan intensamente los tres últimos discos con Portnoy. Estas pautas nos sirven para apreciar las ideas subyacentes a los cuatro primeros temas de “Dream Theater”. Los primeros 2 ¾ minutos del álbum están ocupados por ‘False Awakening Suite’, que con sus tres secciones ‘Sleep Paralysis’, ‘Night Terrors’ y ‘Lucid Dream’ hila una maraña sónica cercanamente emparentada con la suite ‘6DOIT’, abriendo paso al ejercicio e vitamínica metalización que es ‘The Enemy Inside’. Esta canción inspirada el trauma psicológico de quienes padecen de síndrome postraumático de guerra tiene suficiente gancho como para erigirse como primer single promocional: nada nuevo bajo el sol con una expansión melódica refinada que se desarrolla en una rotunda vitalidad rockera. ‘The Looking Glass’ tiene una ambición menos grande y una mayor agilidad (muy a lo RUSH, valgan verdades), lo cual le permite preservar su gancho melódico con total soltura  través de sus menos de 5 minutos de duración. Eso viene bien porque la pomposidad metal-progresiva que ya es marca registrada de la casa emerge a todo dar en el siguiente tema, titulado ‘Enigma Machine’, el segundo instrumental del disco: su apariencia de leftover del “Awake” retomado por LIQUID TENSION EXPERIMENT posibilita que se conjuguen muy bien el nervio y la prestancia ostentosa en su desarrollo temático.


La dupla de ‘The Bigger Picture’ y ‘Behind The Veil’ nos permite seguir explorando en lo que nos ofrece este disco: la primera de estas canciones es una power-ballad apoyada sobre una armazón rítmica donde se alternan las métricas de 4/4 y 7/8, mientras que la segunda expone un nuevo ejercicio de pomposidad aguerrida y preciosista. Teniendo en cuenta el esplendor sónico que emanan estas dos canciones, su impacto se hace sentir en la siguiente dupla de ‘Surrender To Reason’ y ‘Along For The Ride’. El primero de estos temas establece el matrimonio perfecto entre el legado del disco anterior y el paradigma sobre el que se proyectó, esto es, “Images And Words”. De hecho, su bien articulada diversidad temática tal vez daba para una expansión temporal mayor a la de los 6 ½ minutos que ha recibido aquí. Por su parte, ‘Along For The Ride’ regresa al formato de power-ballad pero con un aura menos pomposa que en ‘The Bigger Picture’, lo cual supone una invitación a que LaBrie trabaje la dimensión introspectiva de su canto: la sencilla belleza del motivo central recibe un viraje interesante a medio camino cuando Rudess realiza un hermoso solo de sintetizador en una clave distinta.

  

A cargo de cerrar el repertorio del disco, la suite ‘Illumination Theory’ contiene las secciones ‘Paradoxe De La Lumière Noire’, ‘Live, Die, Kill’, ‘The Embracing Circle’, ‘The Pursuit Of Truth’ y ‘Surrender, Trust & Passion’, extendiéndose por un espacio de 22 minutos y pico. Tras un pasaje introductorio góticamente ceremonioso que nos remite directamente al primer tema del álbum, la banda se sumerge en un jam poderoso donde lo suntuoso y lo aguerrido fluyen en un dinamismo bastante compacto. Al entrar a tallar el canto de LaBrie, el bloque instrumental se focaliza con rotunda precisión, logrando así plasmar una vitalidad inteligente que se apodera del oyente. En la frontera del séptimo minuto, el grupo vira hacia una ambientación flotante, casi Floydiana, la cual sirve en realidad como vía de entrada para un hermoso arreglo orquestal que debe mucho a la escuela romántica. Este ínterin es finalmente interrumpido por un inteligente juego de síncopas a cargo de la dupla Myung-Mangini desde el cual el grupo íntegro se impulsa hacia un nuevo ejercicio de sofisticación hiperbólica que es marca registrada de DT, un ejercicio que incluye la retoma del primer jam de la suite. (A propósito, esos fraseos de piano a cargo de Rudess son humanamente imposibles, como diría ZAPPA). La siguiente parte cantada es lenta, apropiada para que LaBrie se explaye en su intuición dramática… ¡Y cómo se emparenta esta sección épica con el final de la suite de “6DOIT”! Si bien esta sección cantada tiene todo el boato de un cierre glorioso, tras su conclusión viene un pasaje sinfónico de piano y guitarra eléctrica muy a lo YES que sí cierra propiamente la suite: este pasaje fluye cálidamente como el eco de una reflexión.


Todo esto fue “Dream Theater”, un disco diseñado no para impulsar a DREAM THEATER hacia nuevos territorios sino para reforzar una vez más su aún activo aporte a la historia y el presente de la vertiente metal-progresiva. Todavía queda energía para rato en esta maquinaria musical de Petrucci, Rudess, LaBrie, Myung y Mangini.


Muestras de “Dream Theater”.-
The Enemy Inside [vídeo-clip oficial]: http://www.youtube.com/watch?v=m_Zx3BzcUjA

Wednesday, February 05, 2014

Tras la oscuridad... FATES WARNING nos trae una nueva luz


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

El año 2013 supuso el retorno de FATES WARNING al ruedo fonográfico, y lo hizo armado de una alineación que recupera a 3/5 de la formación clásica: el vocalista Ray Alder y los guitarristas Jim Matheos y Frank Aresti… aunque este último ya venía colaborando con la banda en las últimas giras. El actual quinteto de FATES WARNING se completa con el bajista Joey Vera (fiel escudero de Matheos desde aquellos tiempos de “A Pleasant Shade Of Gray”) y el ingresante baterista Bobby Jarzombek. Este disco resuena con bastantes ecos del sonido grupal conquistado entre “Perfect Symmetry” e “Inside Out”, además de una buena dosis de la polenta emotivamente grisácea que se manifestó en los momentos más crudos de “Disconnected”. No cabe duda que el trabajo realizado por la dupla de Jim Matheos y el primer frontman de FATES WARNING John Arch en “Sympathetic Resonance” (publicado en setiembre de 2011) ha sido una motivación inspiradora para la expresividad rockera exhibida en el repertorio de “Darkness In A Different Light”. Vayamos al repertorio del disco en sí, ¿vale?


‘One Thousand Fires’ abre el álbum con total literal fidelidad al enunciado de su título: abriendo fuego por todos los costados por vía de aguerridos riffs y rotundas armazones rítmicas, mientras las oportunas variantes de compases y ambientes se van hilando con pulcra fluidez. ‘Firefly’ sigue a continuación para continuar explorando la rica emotividad iniciada en el primer tema, pero esta vez con una dinámica rítmica más comedida y un esquema compositivo menos complejo: eso sí, no faltan esos momentos donde el grupo luce su gusto por las síncopas sofisticadas, que es lo que pasa en el primer segmento del interludio instrumental. ‘Desire’ nos remite a aires de familia compartidos con el que era el mejor QUEENSRŸCHE, además de la vibración poderosa de los momentos más notables de “Parallels” – ya a estas alturas del partido se nota que las guitarras de Matheos y Aresti han resucitado a plenitud el vigor de su hermanamiento de antaño. La balada acústica ‘Falling’ brinda un minuto y medio de meditabunda introspección, abriendo así la vía para que emerja ‘I Am’ con su vitalidad contundente e incandescente. En verdad que ‘I Am’ encapsula la energía esplendorosa de las dos primeras canciones y la lleva hacia un nuevo cénit, aportando además algunos pasajes de psicodelia tribal en el inicio y otros momentos. ‘Lighthouse’ regresa a la aureola introspectiva de ‘Falling’ dándole un aire añadido de angustia reposada, una sensación de soledad que atraviesa todo el discurso musical sostenido sobre la base de una secuencia de arpegios a doble guitarra. Virando el registro nuevamente hacia otro más explícito en términos de vigor rockero, ‘Into The Black’ reconduce la sensación de soledad hacia una emotividad explosiva, que no trepidante, pues el esquema rítmico de esta canción no es precisamente demasiado frenético.


‘Kneel And Obey’ es la primera canción del álbum que da espacio patente a ciertas texturas de sintetizador en algunos pasajes estratégicamente ubicados: situándose a medio camino entre la emotividad exultante de ‘Firefly’ y la grisácea de ‘Into The Black’, el principal propósito de ‘Kneel And Obey’ consiste en extender la tipología predominante del álbum. ‘O Choloroform’ es una canción originalmente concebida para O.S.I., y de hecho, la letra pertenece a Kevin Moore. Es una suerte que a Ray Alder le gustara la letra de la canción (especialmente, el título), y por tanto, estuviera totalmente dispuesto a integrarla en este disco. Con un esquema rítmico que alterna 5/4 y 6/8, esta canción exhibe su intensidad a plena luz del día pero la desarrolla de manera relativamente contenida, logrando así que la musicalidad en curso se haga debido eco de la actitud de reproche retratada en la letra. ‘And Yet It Moves’ ocupa los últimos 14 minutos del álbum. Abriendo con un hermoso preludio de guitarras clásicas con claro sabor barroco, pronto se manifiestan las erupciones metaleramente sofisticadas que van arrollando todo a su paso. No es hasta pocos segundos antes de la barrera del cuarto minuto que empieza el canto de Alder, y para entonces, el clima general de la canción, potente y majestuoso como es, se halla debidamente instalado y meticulosamente reforzado. El motivo que irrumpe exactamente en el sexto minuto es fabuloso: apabullante como una metralla, plenamente orgánico en su ingeniería sónica. En la frontera del noveno minuto se da un dramático viraje hacia un pasaje sereno, inundado por una espiritualidad contemplativa: FATES WARNING siempre ha tenido un criterio sólido para meterse en este tipo de atmósferas sin caer en la languidez, manteniendo siempre una fuerza de carácter, y esto se cumple también aquí. Tras un breve crescendo, finalmente el grupo regresa al nivel de vitalidad que llenó el cuerpo central y así se dispone a finalizar la faena con un esplendor bastante pulido.

 

Bueno, hemos tenido una gozada con “Darkness In A Different Light”, una experiencia melómana cargada de intensidad y electricidad: FATES WARNING renace dispuesto a darle a una nueva y revigorizada luz a su propio viejo paradigma metal-progresivo.


Muestras de “Darkness In A Different Light”.-

Monday, February 03, 2014

Más que un refrigerio... ¡todo un festín nos traen MIRTHKON!


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es el momento de prestar atención a la banda estadounidense MIRTHKON y su disco “Snack(s)”. Conformado por Wally Scharold [guitarras eléctrica y acústica, teclados, programación y canto], Travis Andrews [guitarras eléctrica, acústica y barítono, y canto], Carolyn Walter [clarinetes alto y bajo, saxo barítono y fagot], Jamison Smeltz [saxos alto y barítono], Matthew Guggemos [batería] y Matt Lebofsky [bajo, teclados, tambores de lata y guitarras adicionales], este ensamble afincado en el estado de California ofrece una osada propuesta progresiva donde lo neurótico, lo lúdico y lo tenso se hermanan en una motivación creativa bastante compacta. Formado a fines de los 90s por iniciativa de Wally Scharold, recién pudo el grupo contar con una alineación establecida en 2005, y así las cosas, preparar el repertorio para lo que habría de ser su primer disco “Vehicle”, publicado en 2009. La propuesta avant-progresiva de MIRTHKON, basada en una grácil e inverosímil confluencia de rock-in-opposition, prog-metal, jazz-rock y excursiones dadaístas Zappianas, logró consolidar dicha propuesta con “Snack(s)”, su segundo trabajo de estudio. Este disco publicado en setiembre de 2013 por el sello italiano AltrOck ha cosechado elogios en varias redes progresivas: confirmaremos La justicia de esto en nuestro siguiente repaso de su repertorio.


El primer tema ‘QXP-13 Space Modulator’ es una suerte de ska Zappiano capitalizado con poderosos solos de guitarra basados en una modulación metalera del paradigma Crimsoniano. Siguiendo el rastro de esta obertura tan urgentemente intensa, ‘Eat A Bag Of Dix’ perpetúa esta aureola delirantemente celebratoria intensificando tanto la neurosis como la complejidad temática: la inclusión de un interludio sobriamente tétrico que bien nos recuerda al paradigma de UNIVERS ZERO es interesante porque su intención no es tanto la de inspirar terror sino desparpajo en el oyente, a quien también se le ofrece cánticos y recitaciones claramente burlonas. ‘Hapax Legomena’ se orienta hacia el sendero del jazz-funk con fuertes resabios Zappianos en los arreglos de metales y oportunas dosis de polenta rockera en varios aportes de los guitarreos duales. ‘Nocturne, Op. 33’ es una composición de Samuel Barber – uno de los nombres más notables de la música académica estadounidense del siglo XX – que en manos de MIRTHKON se transfigura en un deliciosamente intrincado viaje por paisajes fusionescos de sobrios matices tropicales. ‘The Cascades’ regresa a la meticulosa y traviesa sofisticación tan esencial a la visión musical de la banda y realza el factor jazzero a fin de que la vitalidad reinante adquiera un swing muy especial. El fade-out de escalas de guitarra aporta una aureola etérea como evocando un descanso plácido tras tanto despliegue de complejidad musical.


‘Snack(s) – The Song!’ prosigue por esta lógica de jovial exuberancia y divertida neurosis, dándole un nuevo giro de tuerca a las inquietudes expresivas del grupo. Por su parte, ‘Osedax’ se toma su tiempo para hacer lo propio, pues en los primeros minutos de su desarrollo temático la banda decide elaborar un esquema de trabajo donde la energía grupal se muestra de una forma más contenida antes de ceder a la decisiva irrupción de sonoridades extravagantes. Para cuando llega el turno de ‘Mymaridae’, ya no nos sorprende que el grupo le siga dando vueltas a sus herencias recibidas de ZAPPA, KING CRIMSON y la vieja escuela de rock-in-opposition, pero siempre es de agradecer que mantenga una vitalidad uniforme en la generación de ideas compositivas aguerridas y estrambóticas. De hecho, ‘Mymaridae’ lleva este deseo de complejidad hacia niveles aún más altos de exigencia debido a que el grupo decide hacer un collage de viñetas temáticas y secuencias armónicas superpuestas donde la diferencia entre diálogo e intromisión se desvanece rotundamente. Es el ítem más alevosamente abstracto del disco, y ello lo convierte en un cénit del mismo. En perfecto contrapunto, ‘Variety Pack’ brinda un breve momento de lirismo sereno (dura menos de 3 minutos). La pieza que cierra el álbum es una versión de la canción que cierra el segundo disco de BLACK SABBATH: ‘Fairies Wear Boots’. El grupo le brinda una remodelación muy colorida en base al empleo de grooves motivadores y una sana dosis de cadencias jazzeras a la arquitectura rítmica. 

 

MIRTHKON nos ha supuesto una gratísima sorpresa progresiva para 2013: esperemos que este ensamble tenga más ases musicales bajo la manga en el horizonte próximo, pues con un disco como “Snack(s)” es normal quedarse con ganas de más.


Muestras de “Snack(s)”.-

Fairies Wear Boots [en vivo – versión de un clásico de BLACK SABBATH]: http://www.youtube.com/watch?v=P9TzYtn79RY

Saturday, February 01, 2014

Un nuevo amanecer progresivo con AISLES


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy nos topamos con el más reciente trabajo fonográfico de la banda chilena AISLES, titulada “4:45 AM”, el mismo que supone un importante indicio de madurez estilística dentro de la línea prog-sinfónica moderna que ha venido desarrollando desde sus discos anteriores “The Yearning” (2005) e “In Sudden Walks” (2009). La alineación que grabó este disco consistía de los siguientes integrantes: Germán Vergara [guitarras, teclados y voz], Sebastián Vergara [primera voz y teclados], Rodrigo Sepúlveda [guitarras y voz], Alejandro Meléndez [teclados], Felipe Candia [batería y percusión] y el ingresante Daniel Baird-Kerr [bajo].


Durando poco más de 4 minutos, la pieza homónima abre el álbum con un candor lírico bien definido donde el bloque instrumental hace uso de una expansión mesurada de su vigor esencial, llenando espacios sin saturarlos, dejándose llevar por un groove vital que sabe enriquecerse cuando llega la plenitud rockera de la sección intermedia. Los aportes vocales adicionales de Constanza Maulén ayudan a explotar el lirismo reinante: de hecho, ella volverá a aportar apoyo vocal en ‘Shallow And Daft’. Tras esta entrada tan llamativa sigue ‘Gallarda Yayura’, un instrumental que desarrolla una calidez melódica inspirada en el paradigma de CAMEL, incluyendo algunos ribetes jazzeros en la armazón rítmica: tras la manifestación de exquisita extroversión en el primer tema viene bien un momento de relax espiritual como el que ofrece ‘Gallarda Yayura’. El tercer tema, ‘Shallow And Daft’, está claramente trazado bajo las pautas del neo-prog de un MARILLION del nuevo milenio: su sencillez estructural está pertinentemente ornamentada con un gancho melódico amable. ‘Back My Strength’, por su parte, se articula con la aureola ceremoniosa propia de una power-ballad, iniciando así un ambiente de intensidad emocional que continúa con otra balada, ‘The Sacrifice’, esta vez elaborada con un tenor predominantemente acústico que calza bien con el carácter evocativo del motivo básico. Cabe precisar que en ‘Back My Strength’ el rol de cantante estuvo a cargo de Germán vergara. Esta dupla de canciones claramente apunta hacia una dimensión introspectiva desde donde la gente de AISLES puede explayarse en variantes interesantes dentro del repertorio del álbum. ‘The Ship’ es un breve puente dramático que lleva a ‘Intermission’, pieza instrumental que se articula en torno a atmósferas psicodélicas cabalmente explayadas sobre un esquema rítmico que tiene mucho de tribal: imaginemos una cruza entre el OZRIC TENTACLES de los primeros años y el aspecto sofisticado que aún existía en GENESIS durante su etapa del ‘Duke’ para hacernos de una buena idea de lo que nos espera con este tema. 


‘Sorrow’ vuelve a lo jazzero con un carácter fusionesco que suena cercano al estándar de la bossa nova en clave de 7/8. La dupla de guitarras acústicas y el bien ornamentado esqueleto rítmico permite que el motivo central fluya adecuadamente para que se luzca el canto de Sebastián (en algunos momentos, acompañado de Constanza Maulén nuevamente). Durando 8 minutos y pico, el instrumental ‘Hero’ abre unos senderos de sonoridades impresionistas que van desde la languidez etérea Floydiana hasta el dinamismo melódico propio del paradigma Yessiano, pasando por algunos ambientes psicodélicos suficiente aguerridos, además de algunos ribetes jazzeros que nos remiten a ciertas personalidades destacadas de la escuela Canterbury. Estos aires de frescura y versatilidad expresiva que  propone AISLES en este momento del disco resultan relevantes para abrir las puertas a la intensidad emocional exhibida en el tema de cierre ‘Melancholia’, el cual dura casi 10 ¾ minutos. En efecto, tras el pasaje final de guitarra acústica de ‘Hero’, la emergencia de ‘Melancholia’ brinda un nuevo ejercicio de ambientaciones reflexivas con un brío nuevo, una cierta luminosidad que nos hace imaginar que la energía rockera contenida que se manifiesta en esta canción sea un reflejo de las primeras luces del amanecer de un nuevo día.

 

Lo que ofrece AISLES con “4:45 AM” es la manifestación de una voz genuinamente autónoma frente a las influencias evidentes que envolvían a los esquemas sonoros de sus dos primeros discos. El eclecticismo hábilmente exhibido en el repertorio de este disco confirma, sin lugar a confusiones, el posicionamiento de AISLES como una fuerza mayor en la actual escena progresiva chilena.


Muestras de “4:45 AM”.-