Friday, October 30, 2020

DUŠAN JEVTOVIĆ y sus nuevas visualizaciones musicales


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy se da la ocasión de presentar el más reciente trabajo del maestro serbio del jazz-rock contemporáneo DUŠAN JEVTOVIĆ, el cual se titula “If You See Me” y fue publicado durante la segunda mitad del pasado mes de marzo. JEVTOVIĆ, compositor de todo el material contenido en el susodicho álbum, se hizo cargo de la guitarra con su virtuosismo habitual, y se hizo acompañar por unas luminarias con nombre propio: Markus Reuter (Touch guitars y loops), Bernat Hernandez (bajo sin trastes) y Gary Husband (batería). También aparece ocasionalmente Aleksandar Petrov tocando el tapan (un tambro folclórico de Macedonia). La grabación de este disco que hoy reseñamos tiene una historia más larga: se realizó en sesiones en vivo en La Casa Murada Studio, Banyeres del Penedes (Tarragona) en Mayo de 2017, bajo la dirección de Jesús Rovira. Las partes de tapan fueron grabadas en el estudio Podrumot de la localidad de Skoplje, en Macedonia. Finalmente, los procesos de mezcla y masterización estuvieron a cargo de Juan Pablo Alcaro en la capital argentina de Buenos Aires. Ha sido un proceso largo y muy cosmopolita el que nos ha llevado a la concreción específica de
“If You See Me” como publicación física; bueno, concentrémonos ya en los detalles estrictamente musicales de este trabajo fonográfico.


 
El disco comienza con ‘Walking Seven’, una pieza cuyo preludio es sigiloso y hermético, para luego abrirse a un cuerpo central donde el vigor y la lógica de la textura se entrecruzan con una fluidez tremendamente exquisita. En medio de las lisérgicas interacciones de la guitarra y la Touch guitar, el bajo luce a placer las ondas y oleajes que emanan de su corriente expresiva a lo largo del robusto compás en 7/8 que crea el siempre grácil Husband. El ensamble se reserva para la segunda mitad la disposición de su energía comunitaria dentro del engranaje temático diseñado para la ocasión. Un gran inicio de disco al cual le sigue la dupla de ‘Babe’ y ‘Blue’, la cual a presta a seguir explorando matices y recursos expresivos para el grupo. Tras el manifiesto de exquisito vigor expuesto en la pieza inicial, ‘Babe’ (que significa abuelitas en nuestro idioma) comienza con un despliegue percusivo que se sitúa a medio camino entre el exorcismo de imágenes rurales y el enraizamiento de un groove que pronto habrá de germinar; los cánticos femeninos serbios, de hecho, enfatizan el primero de estos factores mencionados. Ya a poco de pasada la frontera del segundo minuto, el ensamble instaura un motif recurrente cuyo empuje central procede de las columnas elaboradas por la percusión étnica y la batería al unísono. En otros pasajes, los cánticos antes mencionados resurgen para mantener esa aureola mágica que la pieza asume como su esencia estructural; el lenguaje del jazz-rock experimental se ofreció al servicio de un evocador ritual étnico. Por su parte, ‘Blue’ vira hacia un terreno introspectivo con un convincente talante psicodélico, lo cual ayuda a la excursión musical en curso a crear en torno a sí una aureola de misteriosa densidad. A contrapelo de su explícita parsimonia, late aquí una solipsista fuerza de carácter. El cuarto tema del álbum se titula ‘If You See Me Again’ y desde ya lo colocamos como un cénit especial del álbum. Acogiendo los ecos del misterioso recogimiento que marcó a la pieza precedente, ahora éstos se dejan arropar por una revitalizadora luminosidad que se siente tan etérea como exultante (algo que nos hace recordar a otros maestros como MARK WINGFIELD y RAY RUSSELL). JEVTOVIĆ y sus ilustres compinches se lucen magistralmente a la hora de sacar lustre al sencillo motivo básico y convertirlo en un ejercicio de auténtico señorío musical. ‘Something In Between’ comienza con un regreso al área de lo introspectivo que se encierra en su propia nebulosidad, pero más adelante, todo se torna drásticamente hacia un vitalismo agudo y poderoso que exuda algunos aires Crimsonianos por aquí y por allí. No será la última vez que nos topemos con algo así en lo que queda del repertorio de este álbum.

 


‘Once Ocho’ tiene el compás que se anuncia en su propio título: 11/8. Su talante se es sereno y contemplativo, dando prioridad a lo sutil en los fraseos solistas de la guitarra y también permitiendo que los ornamentos psicodélicos que entran a tallar se explayen con moderada generosidad en sus flotantes ribetes cósmicos. El lirismo aquí vertido está lleno de gracilidad; por su parte, la dupla rítmica se encarga de mantener firme a la ingeniería esencial de la pieza con un groove que no distorsiona para nada a la reinante placidez. ‘Si Pooro?’ es algo totalmente distinto; apela a las expresividades más filudas de todo el álbum y las replantea con una musculatura nueva donde reina la jovialidad con una vibración jubilosa que obliga al ensamble íntegro a crear un nervio bien afiatado en pos de preservar coherentemente el desarrollo temático. Los ornamentos percusivos que entran a tallar se acomodan a la perfección al alborozado swing. Solo dura 4 minutos y pico, pero no nos hubiera molestado que durara un poco más debido a su irresistible gancho, el cual acusa el peso de la influencia Crimsoniana a través del filtro de los STICK MEN. Cenit crucial del álbum que lo lleva a su clímax decisivo. La relativamente breve pieza de cierre ‘Ending’ – dura 2 ¾ minutos – porta una lánguida densidad donde el discurso del jazz-rock parece tender puentes con el del post-rock con inclinaciones psicodélicas. El vitalismo elegante de la batería se erige como el principal aportador de ornamentos durante este efímero núcleo temático. Un cierre muy interesante para un disco excelente. “If You See Me” es un testimonio claro y distinto de la relevancia que tiene el maestro DUŠAN JEVTOVIĆ dentro de la esfera del jazz contemporáneo, ecléctico y progresivo en nuestros días. Se trata, para decirlo en pocas palabras, de un disco magnífico que recomendamos al 100%.

 
 
Muestras de “If You See Me”.-
If You See Me Again: https://www.youtube.com/watch?v=rBmPbR3q5qk
Babe: https://www.youtube.com/watch?v=gZjfRivb3bU
Si Pooro?: https://dusanjevtovic.bandcamp.com/track/si-pooro

Tuesday, October 27, 2020

Quinta movida progresiva de SCHERZOO


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy llega el dichoso turno de SCHERZOO y su nuevo disco “05”, uno de los más notables y refinados que aporta Francia a la producción progresiva de este año 2020 que ya está en su último trimestre. Publicado el pasado 10 de octubre tanto por el sello italiano Lizard Records como en el blog de Bandcamp del grupo, “05” reitera el sistema de trabajo plasmado en “04” – que data del año 2018, también en octubre – que consiste en dar prioridad a la labor de los teclados con una alineación de cuarteto donde dos músicos se encargan de dichos aparatos. Este proyecto formado y dirigido por François Thollot desde el año 2005 en su cuartel de la bella ciudad de Lyon, se completa con Clément Curaudeau [batería], Anthony Pontet [piano eléctrico, órgano y sintetizadores] y Grégoire Plancher [piano eléctrico y mellotrón], mientras que el mencionado Thollot se ciñe al rol de bajista: o sea, es la misma formación que operó en el mencionado “04”. Antes, en este mismo año, exactamente a inicios de abril, Thollot publicó un trabajo de piezas de piano que se titulaba “Piano Pieces” a secas. Se nota que el norte compositivo de este maestro se centra en los teclados en estos últimos tiempos. Centrándonos en el caso concreto de SCHERZOO, advertimos que su habitual mezcla de jazz-rock, Canterbury y RIO es manejada con una grácil aureola de elegancia y distinción. Todos los ítems incluidos en este álbum fueron compuestos por Thollot con la excepción de un par de temas que son de la autoría de Plancher.
 


Los primeros 3 ¼ minutos del álbum están ocupados por ‘Sunday Therapy’, una pieza que desde el punto de partida muestra al ensamble en pleno gozando de un groove ágil y exquisito sobre el cual se explaya un estupendo ejercicio de cálidos manierismos de SOFT MACHINE y de los ZAO de la fase 75-77 con algunos leves filtros Magmianos que añaden un subterfugio de muy leve tensión al bloque sonoro. Un muy llamativo inicio de álbum, sin duda, y ‘Le Reveil’ sigue a continuación para que el ensamble edifique el primer cénit decisivo del álbum. Para esta pieza, el grupo elabora un desarrollo temático más majestuoso y versátil en base a un ahondamiento del factor jazz-rockero en modo Canterbury, a la par que el gusto por atmósferas densas y esquemas compositivos signados por la disonancia (al modo de un Zeuhl galantemente acicalado) siguen señalizando su imperio y rotulando su afianzamiento. Definitivamente, en la articulación del desarrollo musical operan la lógica de lo ágil y la estrategia de lo inescrutable, siendo así que los pasajes intensos y los tenues se van hilando con impoluta consistencia. Los aires de espléndida e imponente magnificencia musical instaurados en el segundo tema del álbum se perpetúan sólidamente con la dupla de ‘Plastic Lizard’ y ‘XZ/02’. El primero de estos temas practica un vitalismo que ostenta un colorido grácil, aunque siempre preservando algunos matices grisáceos al modo de una inquietud escondida y controlada. De hecho, esta inquietud habrá de salir al frente a mitad del camino, mostrando unas aristas ciertamente tenebrosas, aunque éstas son manejadas con estupenda delicadeza. Lo que suena está situado en una muy bien perfilada cruza entre los senderos de NATIONAL HEALTH y los POTEMKINE del primer álbum; también notamos aires de familia con las bandas compatriotas FORGAS BAND PHENOMENA y XING SA. El epílogo de esta pieza asume un aire jovial y extrovertido, aunque la efímera coda nos sorprende con una nota minimalista en reversa, la misma que sirve para abrir el camino a ‘XZ/02’. Este tema comienza con una extroversión aún más abierta que la de cualquier otro que le precedió, lo cual permite que los pasajes tensos que vayan a emerger más adelante gocen de un dinamismo refrescante mientras agitan exorcismos crepusculares estrictamente refinados. Por otra parte, la cercanía estilística con la pieza precedente es inocultable, algo que se nota especialmente en el carácter sosegado de la sección final. Otro cénit del álbum, sin duda.
 
‘Tourmente Des Nombres’ establece una ágil y sofisticada síntesis entre la versátil exuberancia del tema #2 y los elegantes juegos de contrastes perfeccionados a lo largo de la ilación de los dos temas siguientes. Básicamente, la función de esa pieza consiste en fortalecer la línea de trabajo que ya, a estas alturas del álbum, ha quedado establecida como la predominante. Creando un híbrido bien equilibrado entre el Canterbury y la tradición del jazz-fusion de los 70s, ‘Bachannales Bucoliques’ establece un señorío asertivo y rotundamente vivaz a través de su cristalina ingeniería musical. El epílogo brinda un contraste crepuscular frente a lo que había operado en el cuerpo central, lo cual sirve para que emerja ‘Baron Perché’, cuyo prólogo brinda una atmósfera calmadamente oscura, a medio camino entre lo lóbrego y lo melancólico. Una vez que entra a tallar el cuerpo central, las cosas se agilizan un poco y dejan que se muestre un nuevo juego de luces, aunque todavía quedan claramente rezagos de la niebla inaugural. Podemos notar que el armazón rítmico ostenta un nervio mecanicista en varios pasajes cruciales del cuerpo central, lo cual funciona muy bien a la hora de dar tensión a la arquitectura general de la pieza. La serenidad se apodera de la última sección antes de los últimos golpes de tensión: un gran recurso de controlada fastuosidad. Siendo el tema más extenso del álbum con sus 14 minutos y pico de duración, ‘Tsunami’ también es el encargado de clausurar el repertorio... y hacerlo a lo grande. La pieza comienza con un juego de síncopas sutilmente amenazante, con un bajo punzante que complementa las sobrias y misteriosas intervenciones de los dos teclados. De hecho, el bajo se hará notar mucho en varios parajes del ambicioso desarrollo temático diseñado para la ocasión. La pieza no tarda mucho en agilizarse para explorar la dimensión fusionesca del Zeuhl y llevarla hacia exploraciones densas dentro del discurso jazz-progresivo. Esta densidad también se hace presente, aunque con otra faz, en la sección que comienza alrededor de la frontera del cuarto minuto, la cual hace gala de una grisácea parsimonia desde la que se alude a una potencial fuerza ominosa que no se anima a brotar cabalmente. Eso sí, una sección siguiente se apoya sobre un tempo machacante y un motif repetitivo que, más que expresar tensión, exhiben una tirantez indescifrable: resurgen aquí los fantasmas de los primeros discos de ZAO y POTEMKINE bajo una aureola de displicente aspereza. Esta misma aspereza se remodela con un aire de ilustre sofisticación en base a los exquisitos juegos de síncopas y métricas complejas que marcan al groove compartido por todos los instrumentos actuantes desde poco antes de llegar a la frontera del octavo minuto. A ratos, casi parece un momento de jovialidad. Tras un interludio mecánico de piano eléctrico que signa una actitud expectante, el grupo retoma algunos de los motivos iniciales, alternando swings contenidos y otros llenos de dinámica soltura, siendo así que ésta es la que ha de encauzar el gran finale. ¡Qué enorme conclusión para tan hermoso disco! 
 
Todo esto fue “05”, un disco enorme que sirve para mantener a la figura de SCHERZOO dentro de su sitial de luminosa y privilegiada grandeza que siempre ha estado a su disposición, siempre, desde ese ya lejano año 2011 que en sus inicios permitió ver la luz al primer álbum de este ensamble. Allí y en los dos siguientes discos, Thollot fue transitando por la batería, el bajo y los teclados mientras afinaba la dirección de la banda en concordia con su visión musical. El disco que ahora reseñamos es el primero en el que el grupo repite la alineación y la logística sonora del precedente; esto que puede sonar anecdótico es, en realidad, un síntoma claro de l certeza actual que funciona en esta quinta movida progresiva de SCHERZOO. ¡¡Disco recomendable al 200%!!
 
 
Muestras de “05”.-
Le Reveil: https://scherzoo.bandcamp.com/track/le-reveil
XZ/02: https://scherzoo.bandcamp.com/track/xz-02
Tsunami: https://scherzoo.bandcamp.com/track/tsunami

Saturday, October 24, 2020

ZAAL: una observación jazz-progresiva sobre nuestro entorno contemporáneo


 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Tenemos hoy el enorme placer de presentar el nuevo trabajo fonográfico del ensamble jazz-progresivo italiano ZAAL, fundado y liderado por el teclista Agostino Macor (cuyo impresionante currículum incluye a grandes grupos y proyectos como FINISTERRE, LA MASCHERA DI CERA, ROHMER, LAZONA y L‘OMBRA DELLA SERA): este tercer disco de ZAAL se titula “Homo Habilis” y fue publicado por el sello Lizard Records el pasado 9 de octubre. Se trata de un álbum conceptual sobre la relación entre el ser humano y las máquinas, un tema totalmente relevante no solo respecto a la mecanización imparablemente creciente de nuestra sociedad, sino también porque la actual situación de distanciamiento a nivel mundial ha hecho que la máquina sea prácticamente nuestra única vía de expresión fuera de los confines de nuestros hogares. Macor, quien, además de componer todo el material, se hace cargo del piano de cola, el piano eléctrico Fender Rhodes, los sintetizadores y el órgano, cuenta con una amplia cantidad de colaboradores en “Homo Habilis”. Ellos son los bateristas Federico Branca y Maurizio di Tollo, el bajista-contrabajista Paolo Furio Marasso, el violinista Sergio Caputo, la cellista Melissa del Lucchese, el percusionista Alessandro Quattrino, el vientista Edmondo Romano, el sitarista Emanuele Ysmail Miletti, el flautista Andrea Monetti, el saxofonista Francesco Mascardi y el trompetista Roberto Nappi Calcagno. Este disco sucede por 10 años a “Onda Quadra”, el mismo que se publicó 6 años después del primer disco de este proyecto, “La Lama Sottile”. En lo referente a la estrategia jazz-progresiva desarrollada en los discos precedentes, el enfoque musical expuesto en este nuevo disco supone una especie de continuidad lógica respecto a los anteriores, pero en lo referente a las tácticas compositivas y sus correspondientes arreglos, resulta que el esquema sonoro grupal ahora se orienta hacia una ampulosidad y densidad renovadoras, lo cual se debe al gran peso que tiene lo étnico en la mayor parte de este nuevo repertorio. Bueno, veamos ahora los detalles específicos de cada ítem del mismo, ¿vale?

 

Ocupando un espacio de poco más de 5 ½ minutos, ‘Meccanica Naturale’ abre el álbum comenzando con un envolvente motif de vientos y cuerdas que, a partir de la frontera del segundo minuto, se hace a un lado para que se expanda un grácil y etéreo cuerpo central sobre un compás de 7/8. Ahora el asunto cobra una prestancia más sólida mientras las sucesivas florituras de flauta, saxo y trompeta van enriqueciendo a paso firme los espacios aludidos por el piano eléctrico. Como ingeniosa contraparte a esto, la batería crea un groove mecanizado. El breve interludio en el que el sitar pasa al primer plano permite que se arme un epílogo ensoñador. Luego sigue la estupenda dupla de ‘Revéil (Post Big Bang)’ y ‘Presences’, durando 7 ¾ minutos y poco menos de 7 ¼ minutos, respectivamente, una dupla en la que en el ensamble explora más recursos variados. El primero de estos temas comienza con fraseos solemnes de piano con talante impresionista, los cuales son indicadores de la asunción de un talante más solemne. Coqueteando por igual con el chamber-rock y la fusión contemporánea sobre un trasfondo de tenor ambient, el ensamble edifica un hermoso desarrollo temático cuya delicada sutileza apunta hacia el exorcismo de algo misterioso que solo se manifiesta en parte, algo así como una poderosa luz de verano que solo puede manifestar parte de su grandilocuencia a través del amplio follaje de un bosque arcano. En los últimos minutos, la exuberancia latente se suelta un poco más. Por su parte, el segundo de los temas mencionados exhibe un estupendo híbrido de nu-jazz y Canterbury mientras expresa las primeras instancias de genuina extroversión del álbum. La rotunda vitalidad de la trompeta y las sobrias florituras del piano eléctrico se asocian fluidamente a través de sus marcadamente contrastantes personalidades. La extroversión en curso va in crescendo merced al vigor incrementado que aporta la batería, lo cual repercute en que las cosas se pongan un poco más densas, eso sí, sin perder un ápice de exquisitez. Las cosas regresan al punto de origen para el último minuto y medio, en general, aunque la batería sigue dando últimas muestras de mágica soltura antes del silencio de clausura. ¡Qué hermosa fue esta secuencia de los tres primeros temas! Sin duda, hemos tenido aquí unos 20 ½ minutos de enorme gloria jazz-progresiva... y todavía queda más por disfrutar.


El breve preludio ‘Broken Arm Improptu’ (dura medio minutos) instala una atmósfera melancólica con base de piano, y con ello abre la puerta a la emergencia de la pieza titular. ‘Homo Habilis’ recoge muchos aspectos de la sistemática sutileza sonora y la calidez expresiva expuestas en los temas #1 y #2, volviendo al campo de la fusión contemporánea mientras lo siembra con semillas de avant-jazz y chamber-rock. Recibiendo los ecos del SUN RA de la fase 70-74, los EMBRYO de los dos primeros álbumes y el paradigma de JULIAN JULIEN, el ensamble construye una atmósfera alegre con la que presume abiertamente de las perfiles y atmósferas exóticos que va reforzando a su paso. Un jolgorio ágil y mágico a la vez, un estupendo cénit del álbum. ‘Jaime S*mmers’ es otra pieza breve que consiste en una atmósfera ensoñadoramente  minimalista de piano eléctrico; así, prepara el terreno para el arribo de ‘Instruments’, un tema cuya función es la de retomar los aires coloridos y joviales de la pieza titular, pero esta vez se hace con un aura un poco más ceremoniosa, como si la celebración de la vida se centrara esta vez en lo contemplativo y no tanto en la alegría justificada por sí misma. Al igual que en el caso de ‘Homo Habilis’, el sitar ocupa un rol prominente dentro del ensamble, pero en esta ocasión, son las cuerdas y no los vientos quienes asumen el rol protagónico dentro del entramado central. ‘Revéil (Together Project)’ impone una nueva luz sobre los gráciles ejercicios sonoros vertidos en el segundo tema del álbum, proveyéndoles de un señorío nuevo y realzando el potencial de misterio metafísico en sus encuadres expresivos. Las sobrias intervenciones del piano eléctrico se capitalizan con sus propios ecos mientras el saxo asume un posicionamiento relativamente reservado dentro de su propio protagonismo, todo ello mientras las percusiones indias y el sitar instauran el núcleo central de la edificación sónica que, poco a poco, genera sus propios recursos de exuberancia. Por muy contenida que esté en esta ocasión, el vitalismo de los instrumentos actuantes se hace notar con diáfana plenitud. El trayecto polimórfico del ensamble va ensanchando su vía gradualmente y, a mitad de camino, halla en la batería un foco renovador con el que el mencionado vitalismo puede acoger para sí un resplandor suntuoso. ‘Android Void’ dura poco más de 5 ½ minutos y se hace cargo de cerrar el repertorio de “Homo Habilis”. La multívoca secuencia sintetizada y los espacios vacíos señalados por los espartanos fraseos del piano muestran el contraste entre la abstracta ingeniería que sustenta la mecanización del mundo y las añoranzas concretas del corazón humano. Esta sencilla composición ostenta en su arreglo una sofisticación preclara y cristalina donde parecen cruzarse los mundos de GOGO PENGUIN y TORTOISE.



Todo esto es lo que el colectivo de ZAAL nos ha brindado con “Homo Habilis”. El maestro Agostino Macor y sus colaboradores nos han ofrecido un festín musical de gran alcurnia que expone, en menos de 4 minutos y medio, convincentes y refinadas pruebas de inspirada evolución estilística dentro del paradigma esencial de ZAAL. Esta observación sobre el entorno contemporáneo de la humanidad actual es todo un triunfo para la vanguardia italiana del momento. ¡¡Recomendable al 200%!!

 
 
Muestras de “Homo Habilis”.-
Presences:  https://www.youtube.com/watch?v=rP4_djYdsls
Homo Habilis: https://www.youtube.com/watch?v=_r31T_dCdBU
Revéil (Together Project): https://www.youtube.com/watch?v=CCNDZ6aV4lc

Thursday, October 22, 2020

La materia estelar de OVRFWRD


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Aquí estamos con complacidos de presentar el nuevo disco de la banda estadounidense OVRFWRD, el cual se titula “StarStuff” y fue publicado el segundo día del presente mes de octubre, tanto en vinilo como en CD, de forma independiente. El cuarteto conformado por Richard Davenport [batería y percusión], Kyle Lund [bajo], Mark Ilaug [guitarras eléctricas y acústica] y Chris Malmgren [pianos acústico y eléctrico Fender Rhodes, órgano Hammond B3, sintetizadores y mellotrón] contó con las colaboraciones ocasionales de la flautista Paula Gudmundson y el percusionista Brian Hanna. El nuevo material contenido en este disco fue grabado entre el 15 y el 19 de julio pasados en The Hideaway Studio, situado en la ciudad de Minneapolis Minnesota, la residencia del grupo. En líneas generales, podemos señalar que este disco sigue por la senda de fresca sofisticación que tan buenos réditos estéticos brindó a la banda el disco de estudio precedente, 
“Blurring The Lines (... A Democracy Manifest)”, el cual data de dos años atrás, y además, ahonda con mayor tesón en el aspecto prog-sinfónico; a partir de aquí, se impulsa un lirismo más sistemático que el que se hizo presente en cualquiera de los trabajos precedentes de la banda. Siendo fiel a su propia esencia histórica, el cuarteto ha sabido crear algo razonablemente renovado dentro de sus propias pautas musicales. Bueno, veamos ahora los detalles de este nuevo disco.

 


El repertorio del disco comienza con la dupla de la pieza homónima y ‘Firelight’, completando entre ambas un total de 10 ¾ de música poderosa y cautivadora. ‘StarStuff’ se inicia con unos fraseos sobrios y evocadores de guitarra, los cuales abren pronto la puerta a la irrupción del ensamble entero a fin de que el cuerpo central pueda instaurar sus majestuosos recursos de recogimiento etéreo. La banda está dispuesta a elaborar una inteligente combinación de estilizaciones sinfónicas y atmósferas post-rockeras, siendo así que la guitarra guía el desarrollo temático y el mellotrón lo colma con flotante elegancia. Por su parte, ‘Firelight’ se enfila hacia un dinamismo más aguerrido, y es esta vez el órgano quien inicia el esquema sonoro creado para la ocasión. Tras un breve preludio de tenor espartano, el grupo se dispone a realizar un groove extrovertido y llenarlo con subterfugios llamativos y fosforescentes. El asunto suena a una cruza entre EMERSON, LAKE & PALMER y URIAH HEEP, añadiéndose algunos elementos de KANSAS. La soltura que se va desenvolviendo preserva siempre un aura distinguida, incluso cuando el swing baja un poco su intensidad alrededor de la frontera del tercer minuto y medio. Esta segunda pieza del álbum es, sin duda, uno de los puntos álgidos del mismo. ‘Let It Burn (King George)’ se caracteriza por exhibir un lirismo cálido y bien articulado, no ajeno a cierto impacto desde el área del prog-folk, algo para lo cual ayuda bastante la intervención de la flauta en algunos lugares estratégicos (incluyendo un hermoso solo a mitad de camino). Con todo, es justo decir que la expresividad rockera es lo que más sobresale dentro de los arreglos instrumentales, asentados con elegante precisión sobre el predominante tempo de 6/8. Los paradigmas de YES y CAMEL, junto a los aires de familia con sus compatriotas de MOON LETTERS, trazan la atmósfera general de este bello tema. Siendo el tema más extenso del álbum con sus poco más de 8 ¼ minutos de duración, ‘Look Up’ está diseñado para llamar la atención de una manera especial. Comenzando con un prólogo aguerrido y ceremonioso, pronto el cuerpo central exhibe una mezcla de sinfonismo y jazz-prog, siendo así que los primeros lucimientos del teclado y de la guitarra se manejan con sugerente sobriedad. Ya más adelante, otros solos de guitarra se sentirán notablemente más filudos, al modo de un híbrido de Beck y Howe; de este modo, el bloque general también deberá sonar más potente, antes de que la sección epilogar elabore un clima sereno. En líneas generales, nos parece una pieza muy bella, con un trasfondo melódico pautado liberalmente para que sean las atmósferas y los solos quienes más se luzcan durante la operabilidad grupal. Otro cénit del álbum. 
 
‘Daybreak’ consiste en una pieza de piano solo que, en lo básico, suena muy a lo GENESIS de la etapa 76-79, algo muy romántico y absorbido por una aureola de expectativa. A pesar de que persisten algunos tonos que anuncian cierta gravedad, es un aire de calmada reflexión el que predomina en esta pieza; de hecho, funciona muy bien como epílogo adicional para la pieza precedente. ‘Zathras’ cambia de registro y nos lleva hacia un paraje musical más fastuoso, el mismo que comienza con un talante denso y poco después se deriva hacia una musculatura excelsa y señorial. Vuelven a salir a flote los aires de familia con YES y KANSAS, así como con los paradigmas de MOON LETTERS (y de paso, también de ECHOLYN). El cierre del álbum llega de la mano de ‘From Parts Unknown’, tema donde predomina lo introspectivo, lo cual permite al grupo volver a explorar a fondo su dimensión lírica y su habilidad para explorar atmósferas para ponerlas en funcionamiento dentro del centro temático. Lo mucho que se hacen notar el piano y la guitarra acústica en medio del bloque sonoro global habla bien del modo en que el grupo concretó el balance estructural entre lo bucólico y lo suntuoso en esta composición idónea para cerrar el álbum de forma impresionante. Poco menos de 39 minutos, ése es todo el tiempo que ha necesitado el personal de OVRFWRD para lucirse a lo grande otra vez, aunque tal vez hubiésemos querido que durara un poco más. 
“StarStuff”, su aporte a la producción progresiva internacional del presente año 2020, es un disco enérgico y refinado que habrá de merecer un lugar preferente dentro de las listas de discos más destacados; por lo pronto, permite a los OVRFWRD permanecer firmes en un sitial elevado dentro de la actual generación de rock progresivo estadounidense. Un excelente disco que recomendamos al 100%.

 
 
Muestras de “StarStuff”.-
Firelight: https://ovrfwrd.bandcamp.com/track/firelight
Look Up: https://ovrfwrd.bandcamp.com/track/look-up
From Parts Unknown: https://ovrfwrd.bandcamp.com/track/from-parts-unknown 

Monday, October 19, 2020

La quinta navegación progresiva de NODO GORDIANO... ¡Y con tripulación nueva!

 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy tenemos la tremenda alegría de presentar el nuevo trabajo de la banda italiana NODO GORDIANO, la cual había entrado en un largo proceso de hibernación tras la publicación de “Nous” en el año 2014. El nuevo disco se titula “Sonnar” y nos muestra a una banda que ha pasado por una drásticamente remodelada alineación conformada por Andrea De Luca [guitarras, bajo y teclados], Davide Guidoni [batería, percusiones y teclados], Filippo Brilli [vientos] y la rusa Natalia Suvorina [voces]. Si el nombre de Davide Guidone nos suena de algo, es por sus amplias presencias en TAPROBAN, DAAL, PENSIERO NOMADE, DORACOR, NUOVA ERA y un largo etcétera; de hecho, su presencia es sumamente relevante como nuevo integrante de la banda, pues De Luca y él se repartieron las labores de composición del nuevo material. Este disco es también el segundo con una persona integrante que se hace cargo exclusivo del canto, pero ahora está la peculiaridad de que el canto está más presente dentro de los viajes musicales grupales planificados, diseñados y grabados para la ocasión. El grupo ha venido asentando una posición muy particular dentro de la escena progresiva italiana del nuevo milenio, especialmente entre sus discos segundo y cuarto (
“Alea”, de 2005, y “Nous”, de 2014), un híbrido de patrones Crimsonianos, avant-prog, jazz-prog y fusión contemporánea. “Sonnar” ofrece esto, queda claro, pero también algo más: una energía aumentada y renovadora para el particular eclecticismo progresivo del grupo, algo que se nota particularmente en muchas de las labores de la batería, así como en la prioridad de recursos distorsionados para los guitarreos. Hay notables incrementos de aridez y garra a través de la irrenunciable aura de exquisitez que siempre ha sido parte del ideario de NODO GORDIANO a través de todas sus encarnaciones. Este ítem será publicado oficialmente por el sello Lizard Records a fines de noviembre próximo, pero ya hay algunos adelantos del mismo en las redes virtuales.* Las sesiones de grabación para el presente disco, el quinto en la discografía de NODO GORDIANO, tuvieron lugar entre los meses de enero y agosto de 2020; los ulteriores procesos de mezcla y masterización fueron realizados por De Luca en el estudio Officine Nodo Gordiano de Roma. 

 


Durando 9 minutos y pico, ‘Only Fool! Only Poet!’ abre el álbum con una aura señorial envolvente e imponente, impulsada por un grosor musical que permite al desarrollo temático asumir una actitud robusta, y esto va en crescendo cuando emerge el canto. Ya a mitad de camino, el groove se torna más lento y ceremonioso, y es así que esta nueva instancia de la pieza adopta un talante evocador. Para poner algo de variedad al asunto, el bloque sonoro crea algunos pasajes frenéticos en clave funky-rock. ‘Limbic Rendez-vous’ sigue a continuación para explayarse en un fulgor sonoro intenso y versátil, comenzando con un motif jazz-progresivo filtrado a través de un recurso a lo VAN DER GRAAF GENERATOR, y con algunos elementos de heavy prog insertados de manera cuidadosa y elegante. Lo siguiente es un cuerpo central razonablemente complejo donde conviven elementos Crimsonianos y cósmicos; el modo en que el bajo se impone sobre las bases de sintetizador y el empuje que muestra el saxo al entrar a tallar con incendiaria soltura son relevantes para que el vitalismo en curso concrete el foco de densidad que exige a todas luces. Es tremendo que el álbum comience con la dupla de estos dos convincentes temas, especialmente el segundo, al cual desde ya señalamos como un cénit decisivo del álbum. ‘Charun’ exhiba una mezcla de RIO y fusión desde un enclave cibernético que se ahonda sesudamente en la dimensión futurista del lenguaje progresivo. Es como si una idea perdida de los DEAD CAN DANCE hubiese sido remodelada por los TANGERINE DREAM bajo la guía de los ART ZOYD de la fase post-1983, y además, se le haya dado una dosis extra de surrealista agilidad. El cuarto ítem del repertorio es la suite ‘After Dusk’, que se explaya por un espacio de 20 ¾ minutos. Las ocho secciones que la conforman se titulan respectivamente ‘Promenade’, ‘Debut’, ‘Hey, Mr. Professor!’, ‘Sgalambro’s Ghost’, ‘Pometine’, ‘Pale Gallery’, ‘Transhipment’ y ‘Nightdrive’. La primera sección es un ejercicio de free jazz con ruido de numerosa gente en el fondo, mientras que la segunda se sostiene sobre un llamativo groove rockero donde se fusionan los modelos del heavy prog y del prog sinfónico, con algunos matices Vandergraafianos que se insertan en algunos parajes estratégicos. El núcleo temático de esta sección destila una exquisita aureola de tensión y garra, y ésta se volverá más densa y exuberante en la siguiente sección, la misma que se sostiene sobre un groove más complejo y frenético. Ya estamos en terreno Crimsoniano y el ritmo acogido por el ensamble es rebosante de dinamismo. 
 


Cuando las cosas se calman un poco, la combinación de espartanos fraseos de guitarra y sobrias florituras de bajo llenan varios de los espacios impulsados por el swing parsimonioso elaborado por la batería. Este pasaje misterioso y relativamente sosegado establece una intrigante y eficaz mezcla de jazz-rock y post-rock, con una vibración contenida que a veces encuentra espacios de soltura en algunos ornamentos de la batería. A fin de cuentas, la misión principal de esta sección es la de fungir como puente hacia un próximo motif que está más orientado hacia un hard rock melódico de estilo clásico (muy cercano al modelo de LED ZEPPELIN, en verdad), alimentado por ribetes psicodélicos que coquetean con el stoner. La siguiente sección comienza con una prestancia etérea y embrujadora, tal vez con un sutil trasfondo de enigmática oscuridad, pero aún capaz de establecer recursos de fulguroso expresionismo por vía de un excelente solo de guitarra que se deja acompañar dignamente por unas excursiones fastuosas del bajo. Lo etéreo fue reemplazado por lo aguerrido, y para cuando llega el momento del nuevo (y muy extenso) solo de saxo, el despliegue de vigor creciente termina por asentarse con persuasiva elocuencia. Éste es el empuje hacia el cual se dirigía el clímax definitorio y concluyente de la suite. La dupla de ‘Vanth’ y la pieza homónima cierra el álbum. El primero de estos temas mencionados es un ceremonioso viaje instrumental de talante Crimsoniano que, de manera ocasional, también echa un guiño al paradigma de PRESENT. Los ornamentos de sintetizador brindan un bizarro trasfondo de tenor space-rockero, pero son las capas mellotrónicas quienes asumen el protagonismo dentro del arsenal de teclados utilizado para la ocasión. En cuanto a ‘Sonnar’, éste empieza con un prólogo sereno y ambiental guiado por un envolvente desarrollo armónico de los teclados y ornamentos de guitarra. Cuando ingresa el cuerpo central, el grupo crea una atmósfera prog-sinfónica alimentada por una aridez estilizada. La espiritualidad de esta canción de cierre es reflexiva a pesar de que se transpiran patentes aires extrovertidos en los arreglos instrumentales. Es como si una idea de GENESIS hubiese sido reconstruida por ANEKDOTEN, y a lo largo de este camino metamórfico, se hubiese añadido un factor jazz-rockero al armazón rítmico. Para el último minuto, el teclado y la guitarra elaboran un reprise del pasaje introductorio en camino hacia el fade-out.



Esta quinta navegación progresiva de parte del colectivo de NODO GORDIANO ha supuesto un importante cambio de rumbo para su evolución estilística, siendo el material contenido en “Sonnar” un testimonio del renovado nervio expresivo con el que grupo iza sus velas en dirección a sus remodelados horizontes musicales. Cargando con el peso de su propia historia, el grupo se ha dado a sí mismo no solo nueva sangre sino también una nueva vitalidad. Una muy agradable sorpresa ha significado para nosotros este nuevo disco de NODO GORDIANO, el mismo que recomendamos totalmente como parte de cualquier fonoteca actualizada del multívoco género progresivo de nuestros días.

 
 

Muestra de “Sonnar”.-
Limbic Rendez-vous: https://www.youtube.com/watch?v=QmaAX89q3ak 
After Dusk: https://nodogordiano.bandcamp.com/track/after-dusk
Vanth: https://nodogordiano.bandcamp.com/track/vanth



* Agradecemos a nuestro amigo Andrea De Luca por presentarnos este disco con anticipación.

Friday, October 16, 2020

Totalidad y unidad del prog psicodélico según la óptica de MOTORPSYCHO


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

 
Nos complace mucho que hoy se dé el turno de presentar el nuevo trabajo fonográfico de los noruegos MOTORPSYCHO, el cual es un doble álbum titulado “The All Is One” y fue publicado por los sellos Rune Grammofon y Stickman Records simultáneamente, tanto en CD como en vinilo, el pasado 2
8 de agosto. Este disco, el #24 de estudio de su amplia trayectoria fonográfica iniciada en el ya lejano año 1990, conforma el cierre de la trilogía iniciada por “The Tower” (2017) y continuada por “The Crucible” (2019), discos que demostraron que la banda mantenía intacta su esencial mezcla de vigor, creatividad e intensidad. Lo mismo ocurre con este álbum doble, permítasemos adelantarlo. El trío conformado por Hans Magnus Ryan [guitarras, voz y piano], Tomas Järmyr [batería, percusión, voz y mellotrón] y Bent Sæther [bajo, voz, guitarras y mellotrón] no hacía un disco doble desde el año 2012, cuando gestó en asociación con STÅLE STORLØKKEN el muy celebrado trabajo “The Death Defying Unicorn”. Para esta ocasión, los MOTORPSYCHO contaron las colaboraciones ocasionales de músicos importantes de la escena escandinava como Reine Fiske (guitarra y mellotrón), Lars Horntveth (guitarra, clarinetes y saxofón) y Ola Kvernberg (violín). El material de “The All Is One” fue grabado en dos temporadas repartidas en medio de jornadas de descanso (o supuesto descanso) durante su gira del disco del año 2019: la primera de estas jornadas tuvo lugar en Francia (Studio Black Box de Noyant la Gravoyere), la segunda, en la natal Noruega (estudios Ocean Sound Recordings y Kommun’, de Giske y Trandheim, respectivamente). Los ulteriores procesos de mezcla y masterización se realizaron en Punkerpad UK (Monnow, Gales) y en Audio Virus Lab (Oslo), sucesivamente. Cabe señalar que la edición de doble vinilo contiene un póster desplegable con varios hermosos dibujos zoológicos con colores y matices psicodélicos: el responsable de esta belleza es Håvard Winther Gjelseth. 



Veamos ahora qué nos depara el exhaustivo repertorio de esta ambiciosa obra. Los primeros 8 ½ minutos de este disco doble están ocupados por la pieza homónima, la cual porta una aureola ceremoniosa que, en no poca medida, se proyecta desde el groove a medio tiempo que se diseñó para la ocasión. Así las cosas, el desarrollo melódico y el peso de los riffs de guitarra se explayan con una sobria majestuosidad; ésta incluso se incrementa en algunos pasajes en los que los ornamentos de teclados entran con fuerza mientras se despliegan unos mágicos solos de guitarra. El carácter bucólico del epílogo es una muy agradable sorpresa. Bajo el simpático e irónico título de ‘The Same Old Rock (One Must Imagine Sisyphus Happy)’, la segunda pieza nos muestra al grupo dispuesto a elaborar una ingeniería refinada de contrastes entre pasajes acústicos y otros tremendamente aguerridos que coquetean seriamente con el stoner, a la vez que se preserva la claridad melódica. Hay otros pasajes extrovertidos donde el grupo se apoya más en la agilidad que en la garra, pero siempre está presente ese nervio contundente que caracteriza a la banda. En general, este tema combina a la perfección gancho y sofisticación. Con la dupla de ‘The Magpie’ y ‘Delusion (The Reign Of Humbug)’, el trío sigue explorando recursos expresivos con solvencia y sólido dinamismo. El primero de estos temas se asienta sobre un compás frenético en la mayor parte del tiempo mientras se alimenta de un lirismo convincente, estableciendo un extraño híbrido entre los HAWKWIND de la fase 74-77 y los ANEKDOTEN de los tres últimos álbumes, a la par que traza líneas de parentesco con HYPNOS 69. De este modo, edifica su propia agudeza a partir del clímax musical conseguido en la pieza precedente. El segundo de ellos, por su parte, es una relativamente breve balada que nos brinda un oportuno momento de remanso introvertido tras los diversos derroches de resplandor prog-psicodélico que fueron acometidos en la secuencia de las tres canciones precedentes.
 

  

El ítem estelar de “The All Is One” es la suite ‘N.O.X. ∞’, la cual debe distribuirse en dos partes: la primera, que dura poco más de 21 minutos, cierra el CD 1 (y ocupa el lado B del vinilo), mientras que la segunda, la cual se extiende hasta casi 21 ½ minutos, abre el CD 2 (y ocupa el lado C del vinilo). Las tres secciones de la primera parte de  ‘N.O.X. ∞’ se titulan ‘Circles Around The Sun Pt. 1’, ‘Ouroboros’ y ‘Ascension (Strange Loop)’, mientras que las dos de la segunda sección se titulan ‘Night Of Pan’ y ‘Circles Around The Sun Pt. 2’. Claro está, la suite se aprecia mejor como un continuum de cinco secciones. La primera sección comienza con efectos de percusión tonal y fraseos de violín que nos remiten a un mecanicismo minimalista a lo PHILIP GLASS, siendo así que al entrar el bloque instrumental en acción, lo que hace éste es llevar el groove inaugural hacia una instancia majestuosa y densa, no exenta de cierto tenebrismo sobrio: algo muy Crimsoniano, sin duda, al menos, en el punto de partida (también reminiscente de GUAPO), porque más adelante el asunto se deriva hacia una musicalidad más sutil que parece situarse en el punto intermedio entre JAGA JAZZIST y NEEDLEPOINT. El carácter torturado del violín en su muy destacado solo añade un aire de misteriosa tensión a una pieza que, de por sí, pugna todo el tiempo por mantener la densidad inherente a la pieza en un nivel equilibrado. La segunda parte está sostenida sobre un swing robusto y marcial, siendo así que las iniciales líneas austeras de guitarra y teclado añaden un colorido un tanto etéreo al asunto. Más tarde, las cosas se ponen más intensas bajo la guía de un electrizante solo de guitarra, y este renovado fulgor se asienta firmemente hasta el final, exceptuando un breve momento donde todo se atenúa un poco para realzar la variante tribal que se da en el invariablemente machacón swing. La tercera sección elabora un clima ensoñador que tiene algo de post-rockero, y por qué no, algo del paradigma Floydiano de la etapa 70-71. Se da una perfecta combinación entre los efectos abstractos de teclado y los vacíos que dejan los espartanos acordes de piano: la languidez resultante se sitúa en medio de lo onírico y lo introspectivo. 


  


Yendo ahora a la cuarta sección, ésta es la mas extensa de la suite con sus quince minutos y medio de duración. Una secuencia minimalistamente repetitiva de guitarras (que nos recuerda a los paradigmas de HARMONIA y TANGERINE DREAM) sirve de base para que los dulces cantos, las capas y ornamentos de teclado y las flotantes líneas de las maderas vayan elaborando un efectivo cuadro sonoro impresionista. Se arma una especie de crescendo cuando el órgano entra a tallar para aportar un espesor penetrante al paisaje musical. Realmente estamos en terreno del krautrock con efectivos matices space-rockeros durante más de siete minutos... y es aquí donde la metralla guitarrera y los aditamentos percusivos añaden un recursos de vitalismo que sirve para abrir la puerta a una encrucijada filuda entre lo psicodélico y lo ambiental. La persistencia de un neurótico groove tribal ayuda bastante a perfilar un nervio consistente para la exhibición de exquisita garra que el grupo explora sin salirse demasiado de los parámetros minimalistas con los cuales había impulsado la alucinada ingeniería sonora de esta pieza. Como una onda expansiva que vuelve constantemente a sus pasos previos para avanzar un paso más por vez, la instrumentación se erige como un sortilegio psicodélico arropado por una vivacidad imparable. Si los crecientes ornamentos de teclado nos remiten a un híbrido entre HARMONIA, TIM BLAKE y VANGELIS, las capas de mellotrón aportan ecos de luminosidad celestial. La conexión con la última sección se establece con perfecta fluidez, pues ésta recoge directamente las facetas más machaconas e intensas de la primera sección. Todo termina con una muy oportuna vibración incendiaria: el bloque instrumental y los cánticos llenan espacios por doquier, realzando la musculatura penetrante del momento con recursos de Zeuhl. 
Tras esta imponente maratón puede venir muy bien un tema breve; ésa es precisamente la función de ‘A Little Light’, un pastoril solo de guitarra acústica que concluye con un pasaje cósmico de sintetizador. Otra canción no muy larga es ‘The Dowser’, que dura casi 2 ¾ minutos y consiste básicamente en un sencillo ejercicio de climas meditabundos. En medio de ambas se sitúa la más extensa ‘Dreams Of Fancy’, una ampulosa balada progresiva que parte del pasaje cósmico que cerró ‘A Little Light’ para elaborar una ambientación parecida a la de la canción que abrió el álbum, aunque se nota aquí un manejo más delicado y estilizado de los ornamentos de teclado, así como una dosis mayor de ceremoniosidad expresiva.  



El cierre de este repertorio viene de la mano de ‘Like Chrome’, canción de 5 minutos de duración. La canción comienza con una espiritualidad cálida y sobria similar a la de ‘Dreams Of Fancy’, para luego pasar a una intensificación del vigor rockero latente, llevándolo a un intermedio entre el lirismo contundente de YES y la faceta más serena de LED ZEPPELIN. Una onda retro muy agradable, dotada de una idónea luminosidad para cerrar un álbum marcado por un energía genuina e imperativa, un veraz asentamiento de vigencia dentro de la élite progresiva escandinava para la gente de MOTORPSYCHO. “The All Is One” es un disco recio, sofisticado y elocuente que ha de quedar como uno de los más destacados del año dentro de la diversa nación progresiva mundial, y de hecho, se evidencia como una de las obras más ambiciosas de MOTORPSYCHO. 



Muestras de “The All Is One”.-
The Same Old Rock (One Must Imagine Sisyphus Happy): https://www.youtube.com/watch?v=hmEwzcIGMw  
Circles Around The Sun Pt. 1: https://www.youtube.com/watch?v=KQqXElnfkqM
Ouroboros: https://www.youtube.com/watch?v=5GHB42vw_0M
Dreams Of Fancy: https://www.youtube.com/watch?v=SncKg3jtW-U

 

Wednesday, October 14, 2020

Una vista musical a campo abierto de parte de KIT WATKINS


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Esta reseña llega bastante tarde, pero siempre es un gusto comentar un disco de KIT WATKINS en cualquier circunstancia, lugar o tiempo, habida cuenta que el es uno de nuestros teclistas absolutamente favoritos del rock progresivo de los 70s. Técnicamente hablando, él no solo es teclista, sino también flautista; nacido en un hogar conformado por dos profesores y ejecutantes de piano, tanto el ambiente vivencial como la genética le llevaron al terreno de la música. A pesar de saber teoría de composición y dominar la técnica de varios instrumentos, la vida académica resultó no acomodarse a sus sueños, por lo que dejó la Escuela de Música al año de ingresar allí para hacerse de un lugar dentro del mundo del rock. Como se sabe, acabó siendo parte de los geniales HAPPY THE MAN, y, además, tocó en tres giras de CAMEL entre 1979 y 1983, y de vez en cuando, fue músico de sesión (por ejemplo, para RICHARD SINCLAIR y las bandas HOWEVER y DJAM KARET). Desde la segunda mitad de los 80s, su línea de trabajo se ha desarrollado más por el lado de la ambient music, dejando atrás su pasado progresivo (aunque sus dos primeros discos solistas “Labyrinth”, de 1981, y “Frames Of Mind”, de 1982, todavía se encuadraban dentro del género). Lo más reciente de WATKINS es un disco publicado durante el último tercio de julio del pasado año 2019, titulado “Field Of View” y publicado de forma independiente. Se trata de un disco que sigue por la línea antes mencionada, pero también tiene atisbos inconfundibles del lirismo sofisticado que usualmente hallamos en las modalidades más del paradigma progresivo, y sobre todo, en las modalidades más refinadas y delicadas del discurso fusionesco. El maestro WATKINS se hace cargo de los teclados, el sintetizador de viento, el bajo, percusión real y programada, el waterphone, la voz y el vocoder, mientras que sus colaboradores de turno son Forrest Young (batería, percusión y percusión concreta), Bill Smith (percusión) y Greg Moreau (guitarra e-bow). Se nos escapó este hermoso disco en su momento, pero ahora es tiempo de cortar la demora y detenerse en los detalles de su contenido. ¡A la carga!
 
El disco empieza con una versión de una clásica balada progresiva de CAMEL: ‘Spirit Of The Water’. Esta composición de Pete Bardens recibe aquí un tratamiento un poco más profuso pues el original dueto de piano y flauta dulce se convierte en una cálida amalgama de teclados, sintetizador de viento, percusiones y bajo. Casi suena como una balada Genesiana con elegantes elementos de jazz-pop. ‘Legato Paramecium’ es un ejercicio de minimalismo etéreo y ensoñador, movido por un lento swing cuyas sobrias cadencias (alimentadas por las bases de guitarra acústica) tienen algo de suave sensualidad. Dicho sea de paso, esta pieza contiene una breve improvisación percusiva realizada por Bill Smith y que se titula ‘Volcanic Ice’. Con la dupla de ‘Life After Truth’ y ‘Paradoxicon’ (siendo este último el segundo tema más largo del repertorio con sus más de 9 ½ minutos de duración), WATKINS instaura el centro nuclear de los recursos expresivos predominantes en el álbum. El primero de estos temas establece un núcleo temático y una atmósfera serenos y envolventes, muy en línea con una cruza entre el legendario PAT METHENY GROUP y JAN HAMMER. Definitivamente, los arreglos de batería y percusión le dan un empuje especial al desarrollo temático de esta pieza, sin causar el mínimo daño a la cristalina interacción entre los saltarines coqueteos y las etéreas capas de teclado que sustentan al mencionado desarrollo temático. Por su parte, ‘Paradoxicon’ establece un ensoñador clima que se sitúa a medio camino entre un dulce melancolía y una esperanza abierta al futuro próximo. Con un compás de 5/4 relativamente ágil, la base melódica en curso se arma con un armazón de suaves fraseos de diversos teclados que se van sumando de a pocos, y a partir de allí, también se unen unos sutiles arreglos vocales. Una vez más, la labor percusiva (real y programada) se encarga de brindar la oportuna dosis de solidez al esquema sonoro. A veces, algunos ornamentos de sintetizador y de guitarra e-bow entran a tallar con la misión de instigar algunos retazos ocasionales de tenor misterioso, pero, en lo básico, son recursos de variedad. El solo de sintetizador de viento que emerge a poco de pasada la frontera del cuarto minuto goza de un posicionamiento más protagónico dentro de esta ingeniería musical. Hemos disfrutados de dos piezas realmente hermosas y sugerentes, dos momentos culminantes del álbum. 


Cuando llega el turno de ‘The Vessel Ruse’, llega el momento de desviarse hacia un ambiente más solemne, crepuscular, a la vez que se preserva la combinación de centros temáticos atmósféricos con grooves inspirados en el jazz-fusion más intimista. ‘To Love Their Servitude es la pieza más extensa del álbum con sus casi 10 ¼ minutos de duración. En muchos sentidos, este tema puede ser definido como una síntesis entre lo luminoso y lo solemne que se expresaron en las piezas precedentes, y en esta ocasión, el sustento para el viaje musical es un groove tribal. Lo melódico pasa a un segundo plano ante lo ambiental: efectos emuladores de la madre naturaleza, sampleos de voz, la presencia destacada del bajo una vez que empieza a entrar en acción, todo ello está al servicio de la expansión protagónica del groove exótico programado para la ocasión. Sin llegar a igualar las vibraciones mesuradamente grandilocuentes de la pieza #4, también puede presumir de tener un direccionamiento épico afín. El repertorio oficial del disco termina con la pieza titular, la cual también tiene una considerable extensión de 8 ¾ minutos. Su sencilla belleza, su prestancia evocadora y su manera de unir los recursos de sobria exuberancia de las piezas 2-4 del álbum la convierten en el cénit concluyente del álbum. Su motif repetitivo no se agota nunca pues el flujo circundante de las cósmicas capas orquestales, el coqueto swing plasmado en la sección percusiva y las aristocráticas florituras del sintetizador de viento permiten al núcleo temático en curso conservar sólidamente el hechizo que emana de las bases del teclado. Los últimos minutos son calmados, acallándose poco a poco hasta dejar que solamente se manifiesten sonidos forestales de aves, brisas y carreteras. El paseo terminó con naturalizad y candidez. Hay un plus que es la versión netamente instrumental de ‘Spirit Of The Water; no añade nada nuevo de por sí, aunque se puede apreciar como el cierre del círculo que conforma el repertorio de este álbum. Además, tampoco viene mal el humorístico subtítulo de Sin Autorización Para Cantar En Voz Alta, Regla de Mie#!% Del Covid #322 (ja, ja, ja). Todo esto fue lo que KIT WATKINS, junto a sus colaboradores ocasionales, no brindó en “Field Of View”. Se trata de un disco bello y sugestivo, elaborado bajo pautas clásicas de estilización y exquisitez dentro del arte musical. Nos alegra muchísimo que el maestro WATKINS siga activo y esperamos más novedades fonográficas de su parte en el futuro próximo.

 
 
Muestras de “Field Of View”.-”
Life After Truth: https://kitwatkins.bandcamp.com/track/life-after-truth
Paradoxicon: https://www.youtube.com/watch?v=AglvuBwY4T4
Field Of View: https://www.youtube.com/watch?v=mGiT8VQXlD4

Sunday, October 11, 2020

Una épica ascensión de los austriacos BLANK MANUSKRIPT para nuestros tiempos virulentos

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Tenemos excelentes noticias para la vigencia del ideal progresivo dentro del actual escenario rockero mundial: resulta que el excelso ensamble austriaco BLANK MANUSKRIPT publicó el pasado 18 de setiembre un nuevo álbum titulado “Himmelfahrt” (ascensión en español). El colectivo de Jakob Aistleitner [saxofón, flauta, guitarra eléctrica, percusión y voz], Peter Baxrainer [guitarra eléctrica y voz], Manuel Schönegger [trombón, flauta, percusión y voz], Jakob Sigl [batería, percusión, efectos sonoros y voz], Dominik Wallner [piano eléctrico, órgano, sintetizadores y voz] y Alfons Wohlmuth [bajo, flauta y voz] ha vuelto a lucir sus grandilocuentes recursos de vitalista y ecléctica creatividad a solo un año del gran impacto que causó su álbum precedente “Krásná Hora”. Ahora, la gente de BLANK MANUSKRIPT nos brinda un álbum conceptual donde se alternan pasajes de la suite ‘Death’ de una personalidad clásica del prog sueco de los 70s como es DICE (como parte de su álbum 
“The Four Riders Of The Apocalypse”) con otros concebidos por el dúo compositor de Wohlmuth y Wallner. El concepto de este disco que ahora reseñamos versa sobre las sensaciones de vulnerabilidad y peligro que signan a nuestros tiempos de pandemia mundial, tiempos que nos confrontan a cada instante con la mortalidad, ese fatal signo de nuestras vidas. Tal como lo señala el propio grupo en su blog de Bandcamp: “Durante la cuarentena, nuestros pensamientos se proyectan hacia las cuestiones existenciales fundamentales, y , finalmente, la confusión altera nuestra compostura. Ahora hay criaturas mitológicas y fantasmas que inspiran nuestra imaginación y las antiguas creencias inundan nuestros cerebros post-factuales. El virus ha penetrado en nuestras vidas... Es el momento adecuado para un disfrute musical psicoactivo y contemplativo, es un tiempo para BLANK MANUSKRIPT”. Este disco busca establecer, a través del lenguaje del arte musical, una óptica crítica sobre todos los nuevos irracionalismos que han cobrado tanta fuerza en nuestros tiempos, siguiendo la huella fatalmente nostálgica de los miedos metafísicos y religiosos de cosmovisiones rústicas. Toda una declaración de principios de parte del colectivo de BLANK MANUSKRIPT. Casi todo el material aquí recogido fue grabado en vivo en los Tebes Studios de Salzburg, siendo así que el grupo contó con la labor de dirección de la grabación a cargo de Wolfgang Spannberger. Los ulteriores procesos de mezcla y masterización del álbum estuvieron en manos de Jakob Aistleitner y Sunshine Mastering (Mischa Janisch), respectivamente. Bueno, vayamos de una vez a los detalles estrictamente musicales de “Himmelfahrt”, ¿vale?

 
Tal como dijimos antes, el repertorio del álbum se divide en dos suites que reciben los lacónicos títulos de ‘Side A’ y ‘Side B’. ‘Side A’ contiene las secciones ‘Part 1 – Requiem’, ‘Part 2 – Dance Of The Devils’, ‘Part 3 – The Underglow’ y ‘Part 4 – Twilight Peak’, siendo así que las dos primeras corresponden al legado de DICE. Las primeras armonías de órgano marcan la pauta ceremoniosa y sombría con la cual se habrá de armar la primera sección, la cual transita entre la pesadez envolvente y la lánguida latencia sombría para luego pasar a un momento intenso en 5/4 donde se fusionan los mundos de los EMERSON, LAKE & PALMER de la fase 71-73 y los KING CRIMSON de la fase 73-74. La segunda sección se mueve sobre un cómodo groove jazz-rockero que tiene en el trombón y la guitarra a sus sucesivos protagonistas solistas, y todo eso sucede mientras el ensamble global va adquiriendo una creciente musculatura. El regreso del motif en 5/4 se hace con una aureola de incrementada sofisticación que permite a la banda centrarse en una de las cosas que mejor le sale: exhibir una compleja estructura musical con refrescante agilidad. Luego sigue un puente surrealista marcado por aleatorios diálogos entre la guitarra, el bajo, los vientos y la batería sobre un trasfondo de órgano que emite sus propias vibraciones intrigantes con un perfil bajo; es un momento de desestructuración tétrica a lo RIO a través de una atmósfera inescrutable, la misma que genera desde su propio núcleo central un crescendo aguerrido y bélico. Esto sirve para abrir la puerta a una sucesión de cuerpos temáticos que comienza en clave de tensa calma y sigue por otra de ágil colorido. Este segundo cuerpo adquiere una musculatura neurótica tras el bello solo de trombón una vez que interviene el canto; así las cosas, el grupo está listo para abordar y articular una sección muy marchosa donde se combinan los legados de SAMLA MAMMAS MANNA y FRANK ZAPPA, un ejercicio de prog dadaístamente folclórico retorcido por una extravagancia juguetón. El pasaje final nos remite a una combinación de atmósferas Floydianas y palpitaciones Yessianas, con un canto árido al estilo de GROBSCHNITT. Una mención especial va para el bellísimo solo de flauta que emerge a mitad de camino mientras est ambientación conclusiva se va reforzando. Muy impresionante esta primera suite, como también lo será la segunda.  

 
‘Side B’ también contiene cuatro secciones: ‘Part 1 – Twilight Peak’, ‘Part 2 – Celestial Spheres’, ‘Part 3 – Transition’ y ‘Part 4 – Heaven’ (las secciones prestadas de DICE son las dos últimas). Todo comienza con un swing sofisticado en clave jazz-progresiva donde el saxofón lleva la voz cantante mientras la batería se hace notar mucho con los ornamentos que brinda al esquema rítmico, para que poco después todo se detenga para que un piano solitario funde las bases para un ceremonioso pasaje sinfónico de tenor Floydiano-Genesiano; esta vez es la guitarra quien guía el camino para el bloque instrumental, y lo hace con una majestuosidad arrolladora. La efímera irrupción de un swing reggae añade un colorido estrambótico al asunto. Luego sigue un pasaje aleatorio donde se hermanan capas minimalistas de teclado con intervenciones libres de guitarras y vientos, lo cual gesta un paisaje sonoro que tiene algo de sortilegio y también algo de ominoso misterio; aunque no se trata de algo siniestro de por sí, el contexto sonoro en curso tiene un aura espectral que inunda de a poco los espacios abiertos por la deconstrucción masiva realizada por la banda. Esta sección se prolonga lo suficiente como para crear un clima de enigmática densidad, la cual solo empezará a quebrarse alrededor de la frontera del decimoprimer minuto. Es allí donde la dupla de guitarras arma un groove en 7/8 al cual se irá uniendo el resto de los instrumentos para crear un clímax progresivo de gran alcurnia; de manera cortante pero bien hilada, todo vira hacia una solemne y breve balada progresiva, lo cual genera las bases para una estrategia de alternancias entre pasajes aguerridos y calmados. La sección final retorna de frente a la ceremoniosidad, haciendo gala de un flotante y sobrio lirismo sinfónico en lo que respecta a la estructura melódica, mientras que el foco performativo ejerce un vigor rockero convincente, no exento de mesura. En algunos pasajes estratégicos, el groove general se agiliza con el propósito de explotar cabalmente algunas inocultables aristas fastuosas que emergen del desarrollo temático, y como se ve venir, todo culmina con un grand finale apoteósico y contundente.


“Himmelfahrt” es una obra de excelente factura con la que el personal de BLANK MANUSKRIPT demuestra que sigue estando firmemente presente en la élite progresiva de los últimos años. Por ahora, el disco solo está publicado en el blog de Bandcamp del grupo [enlace: https://blankmanuskript.bandcamp.com/album/himmelfahrt] porque, desafortunadamente, el lote de ejemplares de vinilo que se mandó publicar no tenía la calidad de sonido idónea para una venta adecuada. Solo habrá que darle tiempo al tiempo para disfrutar de la posesión de un ejemplar físico de este excelente disco, así que nos conformaremos con la descarga digital o, simplemente, escucharlo en la red virtual. Como sea, se trata de una obra notable y bastante recomendable, una obra que nos recuerda (como si hiciera falta) que los BLANK MANUSKRIPT forman parte de la élite progresiva de nuestros días.  

 
 
Muestra de “Himmelfahrt”.-
Side A: https://blankmanuskript.bandcamp.com/track/sida-a-part-1-4