Saturday, June 29, 2019

El excelso búmeran musical de MARCELO YAKKO



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

En esta ocasión presentamos el disco “Boomerang” del músico y compositor argentino MARCELO YAKKO, el cual fue publicado en el pasado mes de mayo. A lo largo del disco en cuestión, MARCELO YAKKO asume, junto a su rol habitual de bajista tocando ítems con y sin trastes, también aportes a los teclados, la batería y las percusiones. La lista de colaboradores es larga y repleta de talento: Alejandro Cassarino, Marcelo Devries, Óscar Ríos. Jonathan Burgos, Gabriel Leopardi, Marcelo Roascio y Andrés Rexach a las guitarras; Hernán Díaz a las percusiones; Alejandro Devries al piano eléctrico; Brayo Guttman al saxo; Federico Alberto Álvarez y Pablo De Ferrari a la trompeta; Iwalke Verdeyazul al trombón; Gustavo “Pato” Romero a las percusiones. Patricio Pedernera se hace cargo del canto en la tercera pieza del álbum, la única con letra, mientras que YAKKO es acompañado por Fredy De Seta en los arreglos colares del tema de entrada. Casi todos los temas que aparecen aquí fueron compuestos por YAKKO con excepción del último (de autoría de MICHAEL JACKSON), el tercero (con música de YAKKO y Patricio Pedernera, además de la letra escrita por este último) y el cuarto (con letra y narraciones de Quique Quagliano). El disco que ahora reseñamos sucede a “Nevada Mortal”, que data de mayo del pasado año 2018, un trabajo extenso y ambicioso. Ahora, con un enfoque más concentrado en los matices y una actitud de reemplazar a lo fastuoso por lo cordial, aunque sin negar el deseo genuino de aventuras, “Boomerang” nos revela otras facetas dentro del ecléctico ideario musical de YAKKO con un énfasis seriamente enfocado en los discursos del jazz-rock y del jazz-fusion. 


El repertorio del disco es abierto justamente por la pieza homónima, la cual dura 4 ½ minutos. Apoyándose sobre un swing cálido y amable en clave de funky-jazz, la vitalidad de esta pieza está totalmente revestida de gentil estilización que, preparada por los iniciales fraseos ágilmente refinados  del bajo, preparan el terreno para la definitiva instalación del bloque melódico bajo la pauta de la guitarra. El solo de guitarra que emerge a poco de pasada la frontera del tercer minuto es brutal, terminando todo con un refuerzo del motif central. Tras este muy buen inicio del disco sigue ‘The Kitchen’, tema que cumple con la misión de reforzar el clima de amable vitalismo instaurado por ‘Boomerang’ mientras le da un toque extra de sofisticación. Lo que suena aquí nos suena a algo muy en onda con los WEATHER REPORT de inicios de los 80s y el HERBIE HANCOCK de fines de los 70s; se incorporan en esta fórmula algunos elementos latinos por vía de la presencia de percusiones que refuerzan el esquema rítmico con contagiosa soltura. Cuando llega el turno de ‘Illusions’, YAKKO y sus compañeros de viaje se disponen a explorar el área del soft-jazz con algunas referencias sutiles a las atmósferas y grooves estereotípicos de la tradición del Motown. A medio camino entre AL JARREAU y el STEVIE WONDER de la fase 73-76, esta bonita canción adquiere un fulgor extra con la intervención de un hermoso solo de piano eléctrico durante el interludio instrumental. Claro está, también debe haber un solo de guitarra, y el que aparece aquí realiza florituras oportunas para la ocasión. ‘Isla’, el cuarto tema del disco, es muy especial porque incluye un hermoso soliloquio de QUIQUE QUAGLIANO, productor y conductor del programa radial rosarino Gigantes Gentiles. El esquema musical es un etéreo nocturno de piano que se proyecta bajo capas orquestales de sintetizador y a través de un constante ruido de oleajes marinos. “Islas de piedra y soledad, eso somos.” / “Islas de sal y deseos rotos, nos habita una fauna de sueños y pesadillas sin detectarse presencia humana… Sin embargo, en ocasiones puede abordarnos un recuerdo que va... Vela henchida en su intento de conquista.” El quinto tema de “Boomerang” responde al sencillo título de ‘Groove’ y destila una vitalidad que recoge la semilla de ‘The Kitchen’ para transformarla en un juego de vivacidades ampliadas donde la faceta colorida del cosmos sonoro de YAKKO se viste de sus más relucientes galas. Ese solo de guitarra a lo JEFF BECK debe ser uno de los mejores de todo el álbum, y fue hecho por Roascio. Es una pena que solo dure 3 ¼ minutos este tema porque tiene un gancho imponente que muy bien posibilitaba una expansión temática con la suficiente garra como para que no se agote la idea. En fin, así salió la cosa como resultado final y tampoco está nada mal.


‘Quiero Decirte...’ nos devuelve a la dimensión introspectiva de YAKKO en base a un evocador desarrollo melódico donde el bajo explora, a través de la confluencia de dos pistas distintas, recursos de conmovedora candidez en medio de la reinante placidez que brilla en la oscuridad cual delicada maraña hecha de la plata más delgada que pueda existir. Suficientemente apacible como para motivar ideas y sentimientos melancólicos, en realidad no llega a ser hondamente triste, pero definitivamente impacta en el oyente con su delicada tersura. La tríada final del disco está conformada por ‘Danza En la Jungla’, ‘Elefante’ y ‘Castillos Y Dragones’, ocupando conjuntamente una duración de casi 10 ¾ minutos. El primero de éstos recibe la candidez de la pieza precedente para darle un viraje celebratorio con el uso de la magia fusionesca de base afro-brasileña. Los arreglos percusivos que entran a tallar en algún momento (junto a algunas vocalizaciones de talante celebratorio) enriquecen eficazmente el hermanamiento de bajo y teclados con el que se arma el cuerpo central. A propósito, aquí YAKKO se hace cargo de todo lo que suena: bajo, guitarra, teclados, voces y percusión. ‘Elefante’ se erige como un cénit muy particular del disco al establecer una cruza dinámica y fluida entre las vibraciones gráciles de los dos primeros temas y los ecos fusionescos del tema inmediatamente anterior. Los efectos paquidérmicos que surgen en varios pasajes del tema añaden un coqueto matiz psicodélico al asunto, siendo así que el ensamble hace un uso muy cuidado del vigor expresivo según las pautas del desarrollo temático en curso. En fin, ‘Castillos Y Dragones’ comienza con un ambiente de melancolía parecido al de ‘Quiero Decirte’, pero pronto deriva hacia una arquitectura sonora decisivamente extrovertida sobre un vibrante compás en 6/8; así las cosas, este cuerpo central se pone en plena consonancia con los grooves y atmósferas reinantes en las dos piezas precedentes. La secuencia de los tres temas precedentes estableció un efectivo contrapunto de serenidad frente a los recursos de patente extroversión que disfrutamos en los dos primeros temas del álbum, así como en el quinto, y llegó el último tema para sustentar un exquisito espacio intermedio. Todo esto fue “Boomerang”, un catálogo de hermosas movilizaciones sonoras en clave de jazz-rock y fusión cuya versatilidad le permite lucir una amplia gama de colores y atmósferas. MARCELO YAKKO y sus compañeros de los varios viajes plasmados en cada uno de los temas contenidos en este disco han arrojado hacia los hogares de nuestras mentes y nuestras almas un búmeran de música excelsa y luminosa. 


Muestras de “Boomerang”.-

Wednesday, June 26, 2019

SALES DE BAÑO: fortalecidos experimentos progresivos para una nueva geometría musical



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos la honda y apabullante alegría de presentar la nueva obra fonográfica del colectivo multinacional SALES DE BAÑO, la cual se titula “Geometría Del Vínculo” y ha sido publicada por el sello peruano Buh Records en el último día de abril último. El formato prioritario de esta edición ha sido el de vinilo, siendo así que también aparece en el blog del antes mencionado sello Buh Records para su acceso general en las redes. Este genial sexteto conformado por Carlos Quebrada [bajo], Federico Isasti [batería], Andrés Marino [piano, teclados y efectos electrónicos], Camilo Ángeles [flauta], Mariano Cepeda [guitarra eléctrica] y Agustín Zuanigh [trompeta]. Como es habitual, Quebrada es el autor de todo el material contenido en “Geometría Del Vínculo”. El disco fue grabado en diciembre del año 2016 en La casa de la Música, San Luis, bajo la labor técnica y la mezcla de Mariano Míguez, quien contó con la asistencia de Gustavo Bordagorry. El ulterior proceso de masterización fue realizado por el propio colectivo de SALES DE BAÑO junto con Maxi Forestieri. La realización de este trabajo vino con buenos auspicios desde el punto de arranque pues el sexteto contó con fondos oficiales de un organismo de promoción de las artes para la realización del mismo. En cuanto a lo estilístico, podemos decir que lo que atraviesa a los esquemas sonoros y atmósferas predominantes de “Geometría Del Vínculo” es un aire de renovadora robustez de su espíritu aventurero, siempre metido en la encrucijada de avant-jazz, rock-in-opposition y fusión contemporánea, pero a la vez, también se nota en varios pasajes del disco que hay una síntesis entre la exuberancia del primer álbum y el vigor amenazante del segundo (“Estrangulando El Mundo” y “Horror Vacui”, respectivamente). Dicho de otro modo, tenemos aquí el testimonio de una mirada hacia nuevos horizontes cuyas inquietudes recogen parte de las perspectivas recogidas de su obra precedente. Como detalle emotivo, el disco está dedicado a Juan Andrés. Bueno, veamos ahora los detalles de su repertorio, ¿está bien?


Durando 4 minutos y pico, ‘ASU’ abre el disco con un despliegue generoso y, a la vez, perturbador, de vigor llamativo donde el ideal de la vanguardia progresiva se alimenta de una musculatura muy particular. Los enclaves armados por la dupla rítmica se ajustan muy bien a las vibraciones emanadas por el teclado mientras que las labores pictóricas de los vientos y de la guitarra exudan una primaveral vitalidad. Hay un breve instante de quietud a mitad de camino que sirve para focalizar nuevas energías dentro del renacido núcleo temático que ahora se enfila hacia un climático juego de piruetas sincopadas. ¡Qué genial nos ha parecido siempre este grupo y qué genial es esta manera de dar inicio a su nuevo disco! ‘Geometría Del Vínculo 1’ sigue a continuación para establecer con claridad los esquemas y modalidades de energía creativa que han florecido en esta nueva fase de evolución estilística de SALES DE BAÑO. La vorágine colectiva sigue aunando sus fuerzas individuales integrantes para gestar una energía global donde continúa reinando el espíritu de la travesura investigadora, pero esta vez hay algunos recursos lúdicos que han sido reemplazados por otros más solemnes, o tal vez sería más preciso decir que son más adustos. Eso sí, el arte del despliegue caleidoscópico hecho sonido permanece situado en un trono de extravagante majestuosidad. ‘Confiamos En El Veneno 1’ es el ítem más extenso del repertorio con sus poco menos de 6 ¾ minutos de duración, situación muy favorable para que el grupo se explaye en sus inquietudes experimentales sin ningún tipo de timidez; de hecho, su prólogo consiste en un retazo minimalista muy denso que emerge para hacer lucir sus vibraciones tenebristas, siendo así que su oscuridad esencial se alimenta de un fuego misterioso. Poco antes de llegar a la frontera del segundo minuto, el sexteto se prepara para instalar y articular el tortuoso cuerpo central de la pieza, bastante centrado en una cruza entre HENRY COW, UNIVERS ZERO y el JOHN ZORN de la época de MASADA. Cuando en una tercera instancia el grupo arma recursos sonoros signados por una espiritualidad sigilosa, la densidad tenebrista no se ha abandonado sino que ha adquirido una renovadora aura solipsista. De este modo, se prepara el brote de un motif final sombrío y sutilmente electrizante donde la triangulación establecida entre el piano, la batería y el bucle flauta-trompeta articula, con arrolladora eficacia, un hermético e intrigante clímax. Sin duda, tenemos aquí una instancia culminante del repertorio y una de nuestras composiciones favoritas de todas las que les conocemos a estos tipos de SALES DE BAÑO hasta el momento. 


  

‘Primer Temblor 1’ se caracteriza por establecer un exigente y vibrante juego de polifonías dentro de un entramado donde las intervenciones relativamente sutiles del piano se entrecruzan dentro de un juego de integrados contrastes con las intrincadas policromías estipuladas por la guitarra y los vientos. Bajo la apariencia de sobriedad de la dupla rítmica opera una lucidez increíble de acuerdo a las exigencias de la pieza misma. Hay que ver todo lo que pasa en menos de 3 ½ minutos y medio, y hasta nos deja con ganas de más, pero es que llega el turno de ‘Geometría Del Vínculo 2’. El misterioso y sereno prólogo de piano tiene algo de tétrico tal vez, pero es más de oscuro (al menos, eso nos parece). Mientras se unen tímidamente los vientos en una primera instancia, algo de fulgor empieza a emerger en el horizonte sónico del ensamble. Poco antes de llegar a la frontera del tercer minuto y medio, el grupo opera en pleno dentro de un motif reconocible, el cual se sitúa a medio camino entre el avant-jazz de unos LED BIB y la tradición del rock-in-opposition al modo de HENRY COW. Los fraseos de la guitarra conforman el núcleo del desarrollo temático hasta que llega un esplendoroso epílogo que irradia una aureola de ceremoniosa majestuosidad. Ottro cénit del repertorio. La secuencia de ‘Primer Temblor 2’ y ‘Confiamos En El Veneno 2’ establece un fenomenal y refinado pasaje de lo introvertido a lo extrovertido bajo el denominador común de una delicada tensión. ‘Primer Temblor, Parte II’ comienza muy pero que muy sigiloso, hasta que la flauta entra a tallar para acompañar al piano en un juego de exaltaciones estremecidas arropadas por grisáceas convulsiones, siendo así que en sus últimas instancias entra en acción la guitarra para abrir la puerta a ‘Confiamos En El Veneno, Parte II’. Aquí todo vira hacia una neurosis inescrutable en su sección prologar en el aleatorio diálogo entre la batería y el distorsionado bajo, diálogo establecido bajo la lógica del free jazz. Con el ensamble completo en acción, el desarrollo temático ostenta una ingeniería que nos recuerda bastante a la de ‘Primer Temblor, Parte I’, aunque con una dosis menos de fastuosidad. Poniendo el punto final a las cosas, ‘Mono’, tema que dura poco menos de 5 minutos, despliega su esquema compositivo bajo las coordenadas de un lirismo intimista que brinda un abierto contraste a los impulsos surrealistamente saltarines de la pieza precedente. Sobre el apoyo de las escalas de la guitarra y del piano, los vientos dibujan unos trazos melódicos sobrios envolventes. Los ornamentos percusivos que emergen durante la primera mitad ofrecen un recurso exótico antes de que la batería asiente una arquitectura rítmica más definida en aras de sustentar un cierre comedidamente ampuloso.


Toda esta ilación de maravillas sónicas es la que nos ha brindado el colectivo de SALES DE NAÑO con su tercera placa fonográfica “Geometría Del Vínculo”, un disco que lo reafirma sólidamente en posiciones de liderazgo visionario dentro de la escena progresiva de tenor vanguardista y ecléctico dentro de América Latina. Y, por qué no, del mundo entero. Por lo pronto, hace pocos días que “Geometría Del Vínculo” fue premiado por el Fondo Nacional de las Artes de Argentina en el contexto del Concurso de Música Inédita. Definitivamente, este merece ser también premiado por nuestra atenta recepción y nuestra recta apreciación.


Muestras de “Geometría Del Vínculo”.-
ASU: https://www.youtube.com/watch?v=IMwmKxX9IKI


Sunday, June 23, 2019

Brillos y fulgores desde la esfera prog-sinfónica de LOST WORLD BAND



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es el turno de presentar al ensamble prog-sinfónico de origen ruso LOST WORLD BAND (inicialmente llamado LOST WORLD a secas), el mismo que está actualmente asentado en Nueva York: la razón para ello es la reciente publicación de su nuevo trabajo discográfico “Spheres Aligned”. Más exactamente, ésta tuvo lugar el 8 de abril pasado. La actual alineación de la LOST WORLD BAND consiste en Andy Didorenko [violín, guitarras eléctrica y acústica, y canto], Vassiliy Soloviev [flautas], Yuliya Basis [teclados], Evgeny Kuznetsov [bajo] y Konstantin Shtirlitz [batería]. La discografía de este grupo es bastante sólida dentro de la provincia sinfónica de la gran nación progresiva de nuestros días: la combinación de vitalismo, estilización y sofisticación de base académica que empapa, con una solvente variedad de matices y atmósferas, a las composiciones y arreglos del grupo hace de éste un excelente agente revitalizador de los más puros ideales de la esencia originaria del estilo. Lejos están ya esos días en los que el grupo gestó y publicó su álbum de debut “Trajectories” a inicios del nuevo milenio con la formación de cuarteto: de esos días solo quedan Didorenko y Soloviev como miembros activos de la banda. “Spheres Aligned” es el sexto disco de estudio de LOST WORLD, el cual también cuenta con un disco en vivo de laño 2009 en su haber. También se trata del primer álbum de la banda con una alineación firme y con responsabilidades: en los dos discos precedentes, “Solar Power” (2013) y “Of Things And Beings” (2016), el colectivo se centraba en las performances de Didorenko en varios instrumentos mientras Soloviev fungía de productor y colaborador ocasional. Ahora él volvió al grupo como integrante y éste se ha ampliado a quinteto que ya hace actuaciones en vivo desde el pasado año 2018. Bueno, pasemos ahora a los detalles de este disco, ¿vale?


Durando poco menos de 4 minutos, ‘Aligned’ exhibe una cualidad saltarina y festiva que esencialmente se focaliza en su ágil y dinámica confluencia de estilizaciones académicas y vibraciones folklóricas, algo así como una cruza entre YES, el JEAN-LUC PONTY de la fase 75-78 y los JETHRO TULL de la fase 77-79. La vitalidad electrizante con la que se despliega el virtuosismo irremediablemente exigido para el delineamiento del desarrollo temático es toda una fiesta sinfónica; sin duda, es una muy bonita manera de empezar el disco. Luego sigue la dupla de ‘Rockfall’ y ‘Dawn Day Dusk Night’. En el caso del primero de estos temas que acabamos de mencionar, tenemos un ligero viraje hacia un talante más filudo a partir del legado recibido de la primera pieza, realzando el asunto rockero propio del sinfonismo que no tiene miedo de sonar aguerrido y portar una espiritualidad robusta. El grupo suena como una maquinaria muy racional y muy orgánica, perpetuando la algarabía iniciada por la pieza de entrada mientras le da un punche notablemente más realzado. Por su parte, ‘Dawn Day Dusk Night’ se encarga de explorar territorios de expresividad más sobria, comenzando con un talante crepuscular mientras algunos arreglos vocales realzan la magia implícita en las etéreas escalas y orquestaciones de los teclados. Una segunda sección vira hacia un dinamismo relativamente semejante al de la primera pieza, aunque en realidad el asunto consiste en proporcionar una musculatura aumentada a la aureola ceremoniosa que signa a la ilación de los motivos. Eso sí, el carácter pomposo de su epílogo resulta totalmente idóneo para hacer el engarce con ‘Running In The Sun’, el cuarto tema del álbum. Éste se encarga de establecer un seductor equilibrio entre lo sinfónico y lo jazz-rockero, y lo hace con una sabia amalgama de claridad melódica y grooves elegantemente intensos. ‘Symphonic’ se caracteriza por. La miniatura ‘Aise’ exhibe un preciosismo galante a medio camino entre el romanticismo y el impresionismo por parte del piano en solitario, creando un sortilegio desde el cual la niebla de lo evocativo ostenta un nervio muy especial; de este modo, se abre el camino para que emerja ‘Sail Away’ con sus convincentes despliegues de emotividad bajo la estructura de una balada Cameliano-Genesiana. Estamos pensando en los CAMEL del nuevo mileni y los GENESIS de fines de los 70s. Es una pena que esta canción apenas llegue a llenar un espacio de 3 ¾ minutos porque su serena belleza tiene mucho gancho. 


‘Crystallized’ vuelve de lleno a lo extrovertido revestido por refulgentes capas de saltarinas telas procedentes de las más fervientes esencias del espíritu celebratorio. El moderadamente complejo desarrollo temático se sostiene sobre un intrincado groove que combina la jovialidad prístina del folk-rock con la grácil elegancia del jazz-fusión. Ostentando un aire de homenaje a los JETHRO TULL e la fase 77-79  (nuevamente) y las facetas más festivas del paradigma de GENTLE GIANT, el grupo establece claros contactos fraternos con bandas actuales como CICCADA, PTF y ALCO FRISBASS. Sin duda, se trata de una composición particularmente notable dentro del ideario operativo dentro del repertorio integral de este disco. ‘Lighter Than Air’ recoge los ecos de ‘Crystallized’ para procesarlos dentro de una aureola sonora más serena y reflexiva: es el momento de satisfecho remanso tras los grandes momentos de danza y jolgorio. Las escalas de la guitarra acústica navegan cómodamente a través de los sobrios oleajes del piano mientras la flauta va llenando espacios sin cesar. Es más el canto que acompaña a la flauta que lo inverso. ANTHONY PHILLIPS hubiera estado muy orgulloso de haber compuesto esta balada folk-progresiva en alguno de sus proyectos de “Private Parts & Pieces”. Didorenko no es un cantante fenomenal pero sí sabe dar con la expresividad vocal adecuada para este tipo de canciones. ‘Pressured’ marca la cúspide definitiva de las expresiones más rotundamente rockeras de la banda: la iniciativa es ahora la de jugar con desarrollos disonantes en los pasajes centrales del desarrollo temático así como darle una prestancia especial a la guitarra eléctrica dentro del entramado global, dejar que exprese su vigor y con ello se instaure como núcleo central de la laboriosa estrategia organizada por la ciudadela grupal. Estos coqueteos con el prog-metal nos toman de sorpresa pero no son fatuos ni vanos, sino que más bien permiten al quinteto seguir refrescando su línea de trabajo con novedosos recursos que gestan una energía especial. Los últimos 8 ¾ minutos del repertorio están ocupados por ‘I Am The World’, justamente el tema más extenso del mismo. Su estructura dual se reparte entre un momentos inicial de semi-balada sinfónica para luego virar hacia una ostentación progresiva donde se mezclan fluidamente lo progresivo al estilo de la vieja escuela Yessiano-Emersoniana con el jazz-rock a lo KBB, añadiéndose elementos de HAPPY THE MAN por aquí y por allá. El prolongado y ambicioso intermedio instrumental está entre los momentos más pletóricos del álbum, llegando a incorporar algunos pasajes seriamente aguerridos. Así las cosas, el clímax conclusivo rebosa luminosidad sonora con exquisito nervio, un nervio que se refuerza contundentemente cuando el canto y la instrumentación concluyen con un decisivo último golpe. ¿El mundo acaba conmigo o se trata de una puerta abierta hacia otra dimensión ontológica? No lo sabemos, solo nos consta que este golpe final fue un cierre contundente y rotundo.

  

“Spheres Aligned” resulta ser, a fin de cuentas, un disco hermoso y evocador que se complace en exhibir todo el potencial caleidoscópico de sus muy inspirados enfoques compositivos. Sinónimo de mezcla de vitalidad y versatilidad, el ideario estético de la LOST WORLD BAND tiene plena garantía de complacer y estimular las mentes de los eternos amantes del rock progresivo sinfónico para seguir creyendo en la legitimidad de sus ideales en este nuevo milenio. Esta banda ha hecho valer su veteranía y su lucidez musical para gestar un disco repleto de brillos y fulgores en la dimensión sónica. ¡Totalmente recomendable!


Muestras de “Spheres Aligned”.-

Friday, June 21, 2019

YURT y la agresiva estrategia del prog contemporáneo para derribar todos los obstáculos



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da la ocasión de prestar nuestra atención a “The Obstacle Is Everything”, cuarto disco del grupo YURT. Este ensamble irlandés conformado por Andrew Bushe [batería y percusión], Steven Anderson [guitarra, recursos electrónicos y voz] y Boz Mugabe [bajo, recursos electrónicos y voz] vuelve a lucirse a lo grande en lo que sabe hacer mejor: crear una exultante combinación de space-rock, noise y heavy dentro de una sofisticada arquitectura prog-psicodélica. Este cuarto disco de YURT fue publicado a inicios del mes de octubre del pasado año 2018, siendo así que el proceso de grabación par el material allí contenido tuvo lugar entre setiembre del 2017 y abril del 2018 en los estudios Meadow y Deep In The Woods. Mugabe se hizo cargo del diseño gráfico del disco.


Durando 10 minutos y algunos segundos, ‘Icon Rubble’ abre el disco comenzando con un preludio masivamente cósmico, el mismo que abre la puerta a un jam pesado bien cimentado sobre un swing blues-rockero mientras el hermanamiento de los filudos guitarreos y las rotundas líneas de bajo asientan una convincente atmósfera space-rockera. Las variantes temáticas que emergen a lo largo del camino conducen a una breve sección cantada; poco después de ésta, sobre la frontera del sexto minuto, la pieza adquiere un filo renovado así como un aura de sofisticación. Durante el último minuto, la pieza retoma el riff inicial mientras encapsula los recursos de prestancia sonora que ha venido elaborando a lo largo del camino. Luego sigue ‘The Narrowing’, un tema que despliega una soltura más exultante que la de la pieza de entrada. Las cercanías al post-metal y al stoner son, sin duda, más abiertas en lo que se refiere al desarrollo mayoritario del groove central; también funcionan muy bien las capas de sintetizador que entran a tallar para la sección cantada, le dan un aire un tanto mágico al asunto. Tras un pequeño interludio relajado y envolvente, el trío vuelve a la varga con un ejercicio de estilizada psicodelia donde el teclado regresa para imponer su presencia como fuerza guía para el desarrollo temático que ocupa los últimos dos tercios de la pieza. Tenemos aquí un cénit incuestionable del disco. ‘Angel Happatuth Meets Devil Dikkei’ cumple con la misión de retomar la vitalidad aguerrida y árida y llevarla a un mayor nivel de musculatura, haciendo que agigantamiento de la vitalidad de la guitarra y el bajo, junto al talante preciso y machacante de la batería, se congreguen en una concordancia vivaz. La atmósfera general de esta pieza es robusta y, en ocasiones, parece rozar lo amenazante, pero para nada es tétrico o chocante; se trata más bien de una actitud alegre y celebratoria que apela al nervio en vez de la frivolidad. Los ornamentos de sintetizador suenan muy a lo HAWKWIND.

   

Cuando llega el turno de ‘Faith Utensil’ – el tema más extenso del álbum con sus poco más de 13 ¼ minutos de duración –, el trío se dispone a volver a la majestuosidad dinámica del tema #2 mientras retoma algo de la visceralidad muscular del tema #3. La sección inicial marca una pauta un tanto inquietante y sutilmente siniestra mientras instala lo que será el primer morif central. A mitad de camino, los teclados asumen un rol más protagónico mientras que la guitarra elabora efectos que se entretejen con los hechos por uno de los sintetizadores. Otro sintetizador arma capas armónicas agradables mientras el bajo instaura unas líneas punzantes y vigorosas, y es en ese momento en que el terreno está preparado para un excelente solo de guitarra: una pena que no sea más extenso. En este segundo motif, las cosas se disponen de tal modo que el trío puede regresar de lleno a. Con una capa epilogar de sintetizador concluye este segundo cénit del álbum. El repertorio del disco se cierra con ‘The Curious Observation Of The Peas-Haver’ (tema también bastante largo con sus casi 13 minutos de duración). Para la primera instancia, el swing blues-rockero establecido por la batería y el incendiario fragor de la guitarra se acomodan muy bien en una comunión decididamente muscular mientras el bajo dibuja surcos razonablemente sofisticados. En muchos sentidos, vemos aquí un renacimiento de la visceralidad orgullosa que signó al primer tema del álbum, pero es un hecho innegable que aquí se le da más contundencia. Para la segunda instancia, el trío asume un enfoque mucho más machacón en una especie de mezcla entre HAWKWIND y el motorik, perfilándose así por los aires de familia con grupos como CAUSA SUI y SAMSARA BLUES EXPERIMENT. El solo de batería que se inserta a mitad de camino sirve para darle una nueva frescura al asunto, siendo así que cuando se reincorpora el bloque entero, el grupo explora un híbrido de psicodelia y jazz-rock. Con la incorporación del sintetizador y la gestación de un muy vivaz crescendo, el trío asienta los cimientos para un grandilocuente punto final, el cual se completa con un breve reprise de la primera instancia. En todo esto consistió el vibrante repertorio de “The Obstacle Is Everything”, un disco que destila inmensos niveles de soltura y garra a través de su bien focalizada diversidad de atmósferas. De lo mejor que han hecho estos señores de YURT en lo que va de su propia carrera fonográfica, y eso les asegura al 100% un lugar de innegable liderazgo dentro de la faceta más agresiva de la avanzada progresiva de nuestros tiempos.


Muestras de “The Obstacle Is Everything”:

Faith Utensil: https://yurt.bandcamp.com/track/faith-utensil

Wednesday, June 19, 2019

GALASPHERE 347: un enfoque moderno para la música progresiva ecléctica



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Llega a nosotros el colectivo multinacional británico-escandinavo GALASPHERE 347 con su homónimo primer disco, uno de los ítems progresivos más interesantes del año 2018: específicamente, fue publicado en la segunda mitad de julio del año pasado (¡Ya ha pasado casi un año de eso!). Los integrantes de este proyecto son (nada más ni nada menos que Stephen Bennett [voz, teclados, guitarras y pedales bajos], Ketil Vestrum Einarsen [teclados, programaciones y flauta], Jacob Holm-Lupo [guitarras y bajo] y Mattias Olsson [batería, teclados, pedales bajos y guitarra adicional]. O sea, tenemos aquí a una pléyade de veteranos del rock progresivo de las últimas tres décadas con pedigríes diversos que incluyen a HENRY FOOL, ÄNGLAGÅRD, WHITE WILLOW, NO-MAN, WESERBERGLAND, NECROMONKEY, etc. El hecho de que cada uno de ellos se explaye en más de un instrumento a la hora de explayar su talento performativo dentro del bloque general cuatripartito indica que aquello a lo que aspiran los GALASPHERE 347 es a establecer una sólida dinámica sonora bajo las ambiciosas y plurales coordinadas que regulan el delineamiento de su ofertas progresiva en particular: neo-prog, retro-prog de tenor sinfónico, jazz-prog y art-rock con notables sensibilidades electrónicas. Todos estos encuadres sonoros confluyen en la dinámica de este grupo dentro de una ingeniería sonora solventemente unificada desde sus propias entrañas. El material contenido en este disco editado en formatos de CD y vinilo por el sello Karisma Records, fue grabado en diversos registros que tuvieron lugar, en los años 2016 y 2017, en The Dude Ranch Studios, Roth Händle Studios, Chaos Studios y Weserstudio: o sea, lugares de Gran Bretaña, Suecia y Noruega. En el primero de estos estudios nombrados tuvieron lugar las sesiones de masterización y posproducción bajo la pauta principal de Holm-Lupo, y contando con la invaluable asistencia de Andy Jackson (quien trabajó varias veces con los legendarios PINK FLOYD). En algunos momentos de “Galasphere 347”, el cuarteto cuenta con la asistencia de AKABA (trío de ambient-pop-electrónico del cual también forma parte Olsson) en los arreglos corales, así como del trombonista Dave Scragg. Bueno, pasemos de una buena vez a los detalles de este disco, ¿vale?


El álbum consta solamente de tres temas: ‘The Voice Of Beauty Drowned’, ‘The Fallen Angel’ y ‘Barbarella’s Lover’, oscilando todos ellos entre los 10 ¾ y 15 ½ minutos de duración. Con fornida precisión y sin lugar para confusiones, el emotivo entusiasmo con el que se marca la esencia sonora predominante de ‘The Voice Of Beauty Drowned’ comienza con un talante cósmico donde lo ensoñador y lo vaporoso se conjugan bajo un aura de expectativa, abriendo paso pronto al muy llamativo cuerpo central. El swing es ostentosamente contagioso en su evocativa languidez que nos lleva por terrenos Floydianos a través de los filtros extrañamente conjugados de PENDRAGON y FROST con algunos aires a lo KARMACANIC. Mientras tanto, se preserva en el enfoque del desarrollo temático y sus correspondientes arreglos instrumentales un aura de controlada sofisticación. El hermoso interludio dirigido por la flauta sobre el apoyo de serenamente densas capas de sintetizador nos remite a un momento de inaudita pero efectiva hibridización entre el paradigma Genesiano de la primera mitad de los 70s y el art-rock de talante modernista a lo NO-MAN. Es una pena que dicho interludio no sea más extenso pues es muy bello, pero la pieza todavía nos tiene preparada otra estupenda sorpresa a partir de las instancias previas a la frontera del sexto minuto y medio, pues allí se arma un motif ágil y asertivo con el que se edifica una ambientación extrovertida para la canción, la misma que nos recuerda un poco a los PORCUPINE TREE de fines de los 90s al igual que a NECROMONKEY. Una muy buena canción de entrada, sin duda, pero en nuestra humilde opinión, son las dos restantes las que conforman los momentos máximos del disco. ‘The Fallen Angel’ exhibe, en líneas generales, un talante más grave aunque para nada exento del vitalismo moderno del cual y disfrutamos que ya disfrutamos en la primera canción. El ambiente general crece en vibraciones épicas y sofisticación mientras los armazones y cortinas de teclados siguen su camino de acrecentado reforzamiento del centro neurálgico del ambicioso desarrollo multitemático que va a tener lugar. Todo comienza como una balada neo-progresiva sazonada con suficientes elementos electrónicos al modo de NO-MAN, los TANGERINE DREAM de los 80s y de los PORCUPINE TREE de fines de los 90s (una vez más), siendo así que en los momentos más grandilocuentes se suman diversos solos de teclado de tenor jazz-rockero, y un solo de trombón que también va por ese lado. Por su parte, el solo de guitarra es más adusto, asentado principalmente para reforzar las atmósferas insinuadas por las bases armónicas de los teclados. Los tránsitos de esquemas rítmicos del predominante 12/8 a otros son manejados con una fluidez impoluta, siendo así que el groove resulta totalmente relevante para el aparato melódico en curso. Algunos momentos más orientados al pop-rock nos remiten efímeramente a SIMPLE MINDS (fase de inicios de los 80s) y a ULTRAVOX (fase con Midge Ure). Una sección en 7/8 armada sobre un tempo bélico añade una nueva textura al predominante talante ceremonioso de la canción, pero no tarda ella en ser sucedida por una sección final que porta una espiritualidad más dinámica donde las secuencias de sintetizador se erigen en directoras del actual centro temático. Mientras esta sección final se va instalando, emerge en un pasaje estratégico un interludio lento y sobrio cuyos climas etéreos se alimentan de las vibraciones emitidas por un flotante solo de guitarra que mezcla lo Glimouriano y lo Hackettiano.  

‘Barbarella’s Lover’ pone el broche al repertorio proponiendo una suerte de síntesis entre la gracilidad del primer tema del álbum y el enfoque fastuoso del segundo, y de hecho, su peculiar énfasis en este segundo aspecto lo convierte en el cierre perfecto para este disco. Con un dueto de voz y piano comienza la canción, el mismo que se perfila bajo una aureola de introspectiva parsimonia, pero este prólogo dura muy poco pues al poco rato emerge un primer cuerpo central cuyo groove es razonablemente complejo. El espíritu de su desarrollo temático y el entramado de diversos teclados que entran a tallar para reforzar dicho desarrollo ostentan una gracilidad llamativa revestida de ropajes otoñales. El asunto suena extrovertido mas no festivo, sino más bien frontalmente melacólico. La ulterior emergencia de ornamentos percusivos programados con talante tribal permite preparar el camino para que, poco antes de llegar a la frontera del cuarto minuto, se elabore una hermosa serie de jams donde se cruzan los caminos del neo-prog y el jazz-rock dentro de una ingeniería electrónica sumamente elegante. Hay un momento que revela recursos de expresividad densa a poco de pasada la frontera del sexto minuto, algo que nos hace recordar a los WHITE WILLOW de las épocas del “Signal To Noise” y de su más reciente trabajo “Future Days”. Alrededor de la frontera del noveno minuto, todo se detiene para dejarnos con suaves capas cósmicas de sintetixzador y espartanos fraseos de guitarra en nombre de una retoma del espíritu introspectivo que marcó al prólogo; se trata de un puente que nos lleva a otro puente, esta vez solemne, asentado sobre un compás marcial. Luego sigue un poderoso jam instrumental que alterna esquemas rítmicos de 5/4 y 4/4, el cual nos suena a algo así como una vieja idea de los GENESIS de la etapa 74-76 que fue remodelada por los NECROMONKEY bajo la meticulosa guía de los WESERBERGLAND. Se trata de la sección final de esta canción. Los solos de sintetizador que entran a tallar alternándose con los de guitarra son tal vez los más notables de todo el disco... y sin duda, este pasaje nos parece el más rotundo de todo el repertorio, tan grandiosa es su magia y tan atrapante es su musculatura. Cuando el canto entra a tallar en las últimas instancias, sabemos que llega la hora del grand finale, cuyo momento final nos sacude con su efectiva sequedad. 

Todo esto fue “Galasphere 347”: el nombre de este disco y el del colectivo GALASPHERE 347 deben ser anotados en nuestras agendas de investigación melómana de las propuestas musicales progresivas ingeniosamente informadas de sonidos modernos. Gracias a los Sres. Stephen Bennett, Mattias Olsson, Jacob Holm-Lupo y Ketil Vestrum Einarsen por esto. 



Muestra de “Galasphere 347”.-


Sunday, June 16, 2019

Afirmación de la vitalidad musical de TEAR LIGHT FROM MATTER



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

En esta ocasión nos complacemos en presentar el disco “In Statu Nascendi” del cuarteto estadounidense TEAR LIGHT FROM MATTER, el mismo que fue publicado en el 25 de enero pasado. Este ensamble conformado por el saxofonista Andrew Sullivan, el guitarrista Matt Sousa, el baterista Tobias Ellis y el bajista Brian Applebee, Jr. cultiva una robusta y aguerrida modalidad avant-jazzera donde se conjugan el jazz-metal, la psicodelia, la fusión contemporánea y el progresivo de vertiente RIO. “In Statu Nascendi” es su segunda obra fonográfica, sucediendo a “Fœtal Præyers”, ítem que data de agosto del año 2015. El material contenido en este nuevo disco está acreditado a todos los integrantes de TEAR LIGHT FROM MATTER y proviene de sesiones de grabación que tuvieron lugar en el último cuarto del año 2018; el proceso de ingeniería y mezcla tuvo lugar en el estudio Odd Fellows Recording, a cargo de Jerry macDonald. A lo largo de sus años de actividad, este cuarteto ha sembrado un público de culto en el underground de su país, el mismo que seguramente sigue creciendo mientras publicamos estas palabras sobre “In Statu Nascendi”, palabras que son necesariamente de admiración porque nos parece un disco excelente. Veamos los detalles del mismo. 


Los 11 primeros minutos del disco están ocupados por la dupla de ‘Circling Dunes Under A Beating Sun’ y ‘Vibrio Transfusion’, una díada sonora diseñada para poner bien en claro las cosas. ‘Circling Dunes Under A Beating Sun’ ensalza una fiereza oscurantista bajo un meticulosamente refinado armazón donde las vibraciones siniestras de unos PRESENT y la musculatura de unos KING CRIMSON de la etapa 73-74 se entrelazan en una danza mística en el contexto de la celebración del matrimonio entre NAKED CITY y LED BIB. Las modificaciones de atmósferas y grooves están articuladas con impoluta compacidad. Un gran inicio del álbum que deja a ‘Vibrio Transfusion’ con la misión de recibir los ecos más inquietantes de la pieza precedente y trabajar una ambientación más neurótiva con ellos. Eso de lo neurótico se refiere a que hay una labor más meticulosa de contrastes y tensiones entre los pasajes más electrizantes y los más recogidos. Definitivamente, el saxofón tiene un lucimiento más notable dentro del bloque sonoro; también es de destacar un elegante solo de baj oque entra a tallar durante el último cuarto. Los aires de familia con GUTBUCKET y LED BIB persisten mientras el cuarteto edifica recursos de incrementado nervio durante el desarrollo temático. Así las cosas, ‘Shrike’ emerge para renovar el enfoque estilístico que ya ha quedado bien instaurado. Comenzando con un swing jazzero bastante llamativo, las cosas pronto se ponen más densas y expansivas cuando el cuarteto arma un cuerpo central bastante vitalista, el cual está signado por una majestuosidad voraz. ‘Jungian Poppies’, la pieza más extensa del repertorio con sus más de 7 ½ minutos de duración, ostenta una capitalización fundamental de las dimensiones más misteriosas del ideario estético de la banda. Tras un prólogo flotante de connotaciones oníricamente psicodélicas (y con un monólogo cinematográfico incluido), el cuerpo central elabora un parco y bien articulado motif que se sitúa entre lo relajado y lo adusto. La neurosis sistemática de la banda adquiere una prestancia renovadora. Las instancias finales están dirigidas por un diálogo exclusivo entre el bajo y la batería. ‘Seal Song’ recibe buena parte de la elegancia exquisita de la pieza precedente pero su núcle osonoro y su satmósferas centrales están más emparentadas con la garra implacable de los temas #2 y #3. A veces nos parece que nos hemos perdido y nos hemos metido sin querer en el jardín de las remodelaciones post-metaleras de estándares Crimsonianos. El primer solo de saxofón resulta bastante exultante... ¡y es una pena que no sea más extenso! Con un interludio lacónico que raya con lo minimalista, el grupo prepara una segunda erupción de lava musical: ahora el asunto ha dejado de ser simplemente enérgico y ha pasado a ser abiertamente belicoso. Un cénit del álbum, no nos cabe duda al respecto.

Arbitrary Catalogue No. 46’ es el segundo tema más largo del disco, quedándose corto por solo 20 segundos ante ‘Jungian Poppies’. Su pasaje prologar nos toma totalmente por sorpresa al exhibir unas vibraciones barrocas bajo la guía de la guitarra acústica y el saxo mientras la dupla rítmica establece un compás palaciego. Mientras esto dura, se impone una aura de cálida majestuosidad, pero aún cuando no ha concluido la atmósfera sigilosa y calmada, la irrupción de un viraje de motif en clave disonante nos anuncia que es hora de renunciar a la calidez por la densidad. Dicho y hecho, poco antes de llegar a la frontera del segundo minuto y medio, el cuarteto arma un jam prog-psicodélico que bien puede definirse como un retorcimiento Crimsoniano de una idea originada en los cuarteles de BLACK SABBATH. Cuando llega el momento del solo de guitarra, ésta nos brinda uno de sus más espectaculares lucimientos de todo el disco. Todo culimna con un breve reprise del motif inicial. Bajo el perturbador título de ‘I’m In Love With A Dead Gorilla’ surge una nueva expansión de sonoridades robustas y aguerridas a través de un swing complejo e impetuoso: punk-jazz en estado químicamente puro. mención especial para el bajo, cuyo solo es literalmente incendiario. ‘Life Machine’ es otro momento culminante del disco, un clímax de neurótico vitalismo y garra exquisita donde confluyen la psicodelia, el avant-jazz y el metal experimental dentro de un esquema compositivo que hace de su propia grandilocuencia una mágica e inaudita mezcla de gracilidad y densidad. Con la secuencia de ‘Fleshy’ y ‘The Ballad Of Henry Winkler’ llegamos al punto final del disco, 7 ¾ minutos que servirán para redondear la faena con el esplendor desafiante que merece el disco. ‘Fleshy’ instaura un cuerpo central que gira en torno a una amenazante parsimonia (un híbrido de UNIVERS ZERO, BRIAN! y GUTBUCKET con ciertas trazas post-rockeras): el motivo sencillo se enriquece instintivamente con la creciente morosidad que se arma para el extenso epílogo. ‘The Ballad Of Henry Winkler’, por su parte, establece un ejercicio de psicodelia con connotaciones space-rockeras. Los ornamentos de la batería se destacan en medio de las inquietantes vibraciones de la guitarra y el bajo, y los comedidos ornamentos del saxo. En este caso, el epílogo está signado por la lógica de la paulatina desestructuración. 



Esto es todo lo que se nos ocurre decir sobre “In Statu Nascendi”, un disco que, a despecho de su título, no es un manifiesto de la gestación de la vitalidad musical de TEAR LIGHT FROM MATTER sino una expresión acabada de su afirmación decisiva dentro de las actuales escenas vanguardistas del jazz y el rock de los EE.UU. Como recién hemos descubierto a este talentoso y vigoroso grupo hace un par de meses, no solo recomendamos al 100% este disco en particular sino también seguir toda la obra fonográfica que tiene publicada hasta ahora este grupo protagonista hoy en nuestro blog. 


Muestras de “In Statu Nascendi”.-

Wednesday, June 12, 2019

SUPERSISTER PROJEKT 2019: el retorno en reversa de una vieja magia progresiva neerlandesa


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy nos complace infinitamente hablar en tiempo presente de SUPERSISTER, o más exactamente, del ensamble SUPERSISTER PROJEKT 2019: esta entidad dirigida por el teclista-vocalista y principal compositor de toda la vida de SUPERSISTER Robert Jan Stips ha publicado hace poco el disco “Retsis Repus”, más exactamente, en el 5 de abril pasado, por vía del sello SOSS Music. La edición tiene lugar tanto en formato de vinilo como de CD. El mencionado Stips está a cargo de organizar la logística musical sobre la que se funda esta resurrección del paradigma de SUPERSISTER, haciéndose acompañar por una nutrido y variable corte de colaboradores. En un par de temas añade sus intervenciones otro teclista que responde al nombre de Peter Calicher, mientras que el rol de bajista está repartido entre Bart Wijtman
 y Rinus Gerritsen, y el de baterista se alterna entre Cesar Zuiderwijk, Leon Klaasse, Marco Vrolijk, Rob Kloet y Rob Wijtman. También hay un dueto de trombonistas conformado por Junior Huigen y Bart van Gorp, además de partes de violín en varios temas que, ora están a cargo de Marieke Brokamp, ora a cargo de Thijs Kramer. Adicionalmente, hay contribuciones vocales ocasionales a cargo de Henk Hofstede y Joke Geraets en las piezas primera y penúltima del disco. La existencia de este ítem nos tiene especialmente encandilados pues, debemos confesar, SUPERSISTER es nuestra banda favorita de toda la historia y todas las vertientes de la música progresiva neerlandesa de ayer y hoy. Esperemos que esta inclinación no afecte a la claridad conceptual que pretendemos tener a la hora de detallar el repertorio contenido en este disco, cosa que efectivamente haremos a continuación.




Durando poco menos de 3 ½ minutos, ‘Memories Are New IV’ abre el disco con un aire etéreo que se deja arropar por vibraciones sombrías mientras su aureola se despliega a través de una grácil ambientación de serena diablura. Aquí tenemos una frontal resurrección de la faceta más introspectiva de la esencia histórica de SUPERSISTER, tal vez sazonada con algunos matices a lo TORTOISE…. E incluso algunas coincidencias con el clásico primer disco de los inmortales HENRY COW. ‘I Am You Are Me / Transmitter’ sigue a continuación para exhibir el primer ejercicio de frontal agilidad musical del disco, muy a tono con el vitalismo humorístico cuyo señorío esencial le prohíbe volverse burdo o chocante. El motif desarrollado por el piano es simple y sencillamente delicioso, así como también lo es el armazón rítmico, agitado majestuosamente por la exuberante labor del baterista a través del complejo groove en curso. Los sucesivos solos de sintetizador y órgano que emergen durante el intermedio instrumental ornamentan el cuerpo central con imponente prestancia. ¡Qué tema tan genial! Tras la miniatura de tres cuartos de minuto titulada ‘Sister Talk 1’ emerge la pieza más extensa del disco, la cual se titula ‘For You And Nobody Else’ y ocupa un espacio de casi 8 minutos enteros. ‘Sister Talk 1’ consiste básicamente en un breve nocturno de teclado que emana pequeños chispazos de colorido introspectivo. Por su parte, ‘For You And Nobody Else’se enfila hacia un despliegue de suntuosos pasajes sonoros, siendo así que el rol de los arreglos de cuerdas y de trombones resulta crucial a la hora de enfatizar el fulgor de los pasajes explícitamente resplandecientes. También hay un interludio de talante introspectivo que nos toma de sorpresa por la manera tan abrupta en que impone su presencia, pero ahí está el truco, en cumplir con la función de realzar la agilidad de la siguiente sección. Otro momento de chispazos introspectivos entra a tallar, lo cual nos pone en autos sobre el dinamismo bipolar en torno al que se arma la ingeniería de esta pieza. Una mención especial debe ir para el último interludio orquestal, el cual contiene unas sublimes capas de cuerdas al más puro estilo impresionista. Hasta ahora, éste y ‘I Am You Are Me / Transmitter’ se destacan como férreos cénits de lo que va del repertorio.

  

‘Max Eco’, el quinto tema del álbum, perpetúa los estándares más saltarines de la tradición de SUPERSISTER, aunque esta vez con un aire más contemporáneo, siendo así que su esquema jazz-progresivo se engarza muy naturalmente con los paradigmas de otros grupos como HOMUNCULUS RES o FORGAS BAND PHENOMENA. Se trata de una pieza con mucho gancho a pesar de lo “raro” que pueda sonar su desarrollo temático, y es una pena que no se prolongué más de los 3 minutos justos que Stips tuvo a bien concederle, pero bueno, el disco tiene que continuar y ya de por sí logra concretar su lugar como uno de los varios puntos culminantes del repertorio. ‘Hope To See You There Again’ varía totalmente de registro sumergiéndose en un clima ensoñador y distante que, en buena medida, se inserta en el paradigma del nu-jazz (vuelve a emerger el factor de fraternidad sónica con TORTOISE). Los cósmicos manteos de sintetizador, los oscilantes parajes de las cuerdas y los distantes arreglos vocales que surgen en algún momento apuntan hacia el armazón de un suave juego de psicodelia lánguida y enigmática ‘Yellow Days’ agiliza un poco más las cosas mientras se mantiene firme en un clima moderadamente introspectivo: si bien se puede decir que recibe algo del impacto de la pieza precedente, su actitud es la de brindar un colorido renovado a las cosas, además de un swing razonablemente más sofisticado. En efecto, la suntuosidad de los arreglos que enriquecen el relativamente sencillo motif de la primera mitad (ornamentos de cuerdas, florituras de piano, un misterioso solo de sintetizador) logra insuflar un fulgor muy especial al asunto. Para la segunda mitad, todo se calma con el fin de establecer un encuadre reflexivo y contemplativo por vía de un interludio cantado centrado en el piano y las capas sintetizadas, antes de que el motif inicial regrese para cerrar el círculo con una muy breve coda. ‘Sister Talk 2’ es otra miniatura (aún menor que la no. 1) que sigue el sendero de la #1. Así las cosas, la dupla de ‘Next Door Movie’ y ‘Cuckoo’ sirve para que el ensamble se disponga a seguir ajustando las tuercas de la línea de trabajo aquí activa. ‘Next Door Movie’ es un excelente híbrido de jazz-prog y chamber-rock centrado en la modelación de climas envolventes. La cosa suena a una mezcla de JAGA JAZZIST e ISILDUR’S BANE, mientras establece nexos con la tradición del jazz vanguardista de los 60s y 70s. Tras este glorioso tema llega el turno de ‘Cuckoo’, tema que se mete en terreno Zappiano bajo reglas de juego que suenan a un cogobierno de los SUPERSISTER del tercer álbum y los HENRY COW del primero. Juntos, ambos temas ocupan un espacio de poco más de 7 minutos, y dicen mucho a través de sus entramados de opulencia y equilibrio. De hecho, tenemos en su ilación el último gran cénit del álbum. 



El breve epílogo ‘Hope To See You Again’ aumenta el nivel de ensoñadora languidez de su hermana mayor (‘Hope To See You There Again’) como si pretendiera motivar una reflexión final en la mente del oyente empático. Y hasta aquí llegamos con “Retsis Repus”, el testimonio en reversa del retorno de uno de los más notables paradigmas de la primera generación de la avanzada progresiva neerlandesa, el paradigma de SUPERSISTER. No están todos los que fueron pero el espíritu conjugado de todas las fuerzas creativas individuales que habitaron alguna vez en el cosmos musical de SUPERSISTER sigue vivo en este disco, e incluso se añaden en él algunos factores renovadores que hacen de este disco que tenemos en nuestras manos algo más que una labor de reconstrucción arqueológica. Se trata de una nueva figura de SUPERSISTER que se arma desde los delineamientos más fundamentales de su esencia histórica. No nos despedimos sin dedicar la presente reseña al flautista y al bajista originales de SUPERSISTER, Sacha van Geest y Ron van Eck, quienes partieron al más allá en los años 2001 y 2011, respectivamente.



Muestras de “Retsis Repus”
I Am You Are Me / Transmitter [en vivo en Muziekcafé, marzo del 2019]: https://www.youtube.com/watch?v=ag3hVggOPqo
Max Eco [en vivo en Muziekcafé, marzo del 2019]: https://www.youtube.com/watch?v=oQWjBb5z50k