Saturday, December 30, 2023

Una nueva aventura de AKSAK MABOUL

 
 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hay entidades musicales veteranas que son capaces de seguir aportando cosas grandiosas e inspiradas al ideal de la vanguardia progresiva en estos años y décadas del nuevo milenio: una de ellas es AKSAK MABOUL, proyecto fundado por el músico y compositor belga Marc Hollander en la segunda mitad de los 70, y su disco más reciente es “Une Aventure De VV (Songspiel)”. Se trata de un álbum conceptual de más de una hora de duración que, a lo largo de las 15 secciones que la conforman, expone un relato poético-filosófico de la autoría de Véronique Vincent.* Los eventos se expresan por vía de soliloquios, cantos y narraciones de parte de Alig Fodder, Faustina Hollander, L
ætitia Sadier, Audrey Ginester, Benjamin Gilbert, Luciene Fraipont, Erik Heestermans, Don The Tiger, Adrián de Alfonso y Blaine L. Reininger. En la instrumentación, el maestro Hollander se multiplica al piano, el órgano, los sintetizadores, el saxofón alto, los clarinetes, las percusiones acústicas y electrónicas, las programaciones de ritmos, las grabaciones de campo y los coros. También hay aportes performativos de Heestermans (batería y percusión). Faustine Hollander (guitarra), Reininger (violín) y Fraipont (guitarra). “Une Aventure De VV (Songspiel)” se publicó el 23 de marzo de este año 2023 que ya se nos va, por vía del sello Crammed Discs, tanto en CD como en doble vinilo. Todo lo que suena aquí fue grabado en el estudio Maboul Towers por Hollander, excepto las guitarras de Fraipont, que se grabaron en el Studio Mont de Piété, y los aportes de batería y percusión de Heestermans, que se grabaron en el Veeweyde Studio. Los ulteriores procesos de mezcla y masterización etuvieron a cargo de Bob Hermans y Gregory Bauchau, respectivamente. Repasemos ahora los detalles del repertorio contenido en “Une Aventure De VV (Songspiel)”.
 
Abre el disco ‘The Escape’, pieza con una naturaleza flotante y sigilosa que se apoya en la conexión entre las capas de teclados y los susurros del primer personaje del relato. Poco a poco, una dinámica sintetizada se hace notar junto a un delicado cántico femenino. En su breve aparción, ‘Walk & I Walk’ ostenta un groove un poco más ágil bajo una atmósfera un poco más siniestra, muy en línea con el paradigma de PRESENT pero a través de un filtro surrealistamente cabaretero. ‘Miracle Au Jardin’ vira hacia un clima expectante con talante ceremonioso, el mismo que preserva una cualidad misteriosa a medio camino entre lo onírico y lo oscurantista. Este último factor se intensifica un poco mientras se prepara el arribo de la siguiente sección, ‘Veille Au Rêve’, la cual emite un cierto aire de jolgorio dentro de un enclave jazz-progresivo que nos remite tanto al legado del primer disco de AKSAK MABOUL como al del tercer disco de COS. El swing sofisticado es manejado con oportuna delicadeza mientras el canto femenino impone su cristalino señorío. ‘La Tempête’ exhibe el primer síntoma de vitalismo posmoderno dentro de una ingeniería sonora donde lo orgánico y lo cibernético se complementan fluidamente. Las vibraciones neuróticamente danzarinas de la caja de ritmos abre campos de expresión para recursos agitados y ornamentos minimalistas por igual. Las adiciones de violín añaden retazos dadaístas al bizarro diseño melódico creado para la ocasión, el cual se apoya en el matrimonio de teclados y persución electrónica. Todo termina con una coda minimalistamente arcana. He aquí los dos primeros momentos culminantes del disco. ‘Fable’ es un ejercicio de free-jazz con base avant-progresiva y retoma algunos de los aires pseudo-cabareteros que ya hemos apreciado en un tema anterior. ‘Talking With The Birds’ exhibe el primer momento de pletórica alegría dentro del disco, haciendo una celebración de lo lúdico por sí mismo mientras abre espacios para unos diálogos razonablemente animados y, más adelante, unos simpáticos arreglos corales. Los vivaces armazones de sintetizadores y órgano tienen claramente un enfoque cinematográfico. ‘L’ombre Double’ transita entre la fusión latina y el jazz-rock con raigambre funky, algo que Hollander y sus colaboradores de turno aprovechan para capitalizar y reforzar el aura lúdica heredada de la sección precedente. Todo es muy gentil aquí, incluso llegando a revestirse de un fulgor majestuoso. 
 
Ls ilación de ‘Thème Du Mur’ y ‘Le Mur’ es particularmente notable. El tema iniciático, que comienza con un impacto de golpes de 
‘L’ombre Double’, se sumerge en un oleaje otoñal donde impera la contemplativo a través de la calidez emanada de los teclados y el clarinete bajo. Acto seguido, la pieza central regresa al sendero de las vibraciones jazz-progresivas mientras abre camino a un nuevo despliegue de ceremoniosos arreglos corales. Las pulsaciones de la percusión programada refuerzan el parco dinamismo signado por las notas graves del piano. ‘The Eraser’ es una instancia masivamente abstracta donde se articula uan serie de capas que, bajo la apariencia de un caos controlado, instaura un ambiente envolvente y cósmicamente refulgente. A partir de ahí emerge ‘Zone Blanche’, que es la sección más extensa del álbum con sus 7 minutos de duración. Su enfoque musical consiste en una capitalización de los recursos luminosos de la sección precedente para elevarlos a un nivel de prestancia señorial que logra ser imponente en su cristalino dadaísmo. Aunque opera aquí una inocultablemente densa estrategia en los laberínticos arreglos instrumentales, la expresividad del desarrollo temárico se siente mayormente optimista, empapada de una aura palaciega. Un nuevo cénit del álbum. La secuencia de ‘Dans Les Airs’, ‘La Parole De La Peau’ y ‘Brown Dwarfs’ ocupa los últimos 17 ½ minutos de la suite. El primero de estos temas mencionados recoge algunos elementos del fulgor de ‘Zone Blanche’ y los traslada a un asentamiento de vivacidad jazz-progresiva donde conviven surrealistas arreglos de teclados, un groove sensual y ornamentpos de vientos sumamente estilizados. ‘La Parole De La Peau’ gira hacia un terreno más solemne que se apoya en la límpida estructura melódica diseñada para la ocasión, generándose una cordial armonización entre los teclados, el canto femenino y las maderas. La calidez patente en el bloque sonoro íntegro nos permite un cierto sosiego tras los arrebatos posmodernos del tema #12 y la agilidad imponente del tema #13. ‘Brown Dwarfs’ se encarga de cerrar el álbum con un talante celebratorio en el entramado instrumental y una solemne parsimonia en el soliloquio. Una vez centrado el núcleo temático, los instrumentos actuantes se sienten cómodos dejándose llevar por la soltura del momento, la cual a veces adquiere una musculatura muy peculiar. Lo más extrovertido y exuberante del concepto de este álbum se dejó para su último momento... hasta que aterriza en el motif etéreo con que se inició.

Bueno, ésta fue la serie de maravillas sónicas que formaron parte del entramado de esta njueva aventura musical del genial e incombustible ensamble belga AKSAK MABOUL. Como balance final, “Une Aventure De VV (Songspiel)” es, ciertamente, una de las obras avant-progresivas más notables de este año 2023 que ya se nos va, y nos complace enormemente que la vitalidad creativa de AKSAK MABOUL siga siendo tan intensa como lo fue en sus inicios. 
 
 
Muestras de “Une Aventure De VV (Songspiel)”.-


* El libreto de la narrativa conceptual del álbum se puede descargar en formato PDF desde este enlace: https://www.docdroid.com/FteIp6a/aksak-maboul-une-aventure-de-vv-songspiel-mtm48-booklet-pdf


FIVE-STOREY ENSEMBLE: una persistente presencia en el chamber-rock del siglo XXI

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Llega un poco tarde, pero, al fin y al cabo, llega aquí nuestra humilde reseña sobre el tercer trabajo de estudio del colectivo FIVE-STOREY ENSEMBLE, el cual se titula “Presence” y fue publicado el 24 de agosto del año 2022. Este grupo bielorruso emergido de las cenizas de los legendarios RATIONAL DIET y que actualmente radica en la capital polaca de Varsovia opera actualmente con la alineación de Olga Podgaiskaya [piano y órgano], Oksana Gerasimeonok [violín], Aleksandra Chekhouskaya [violín], Vitali Appow [fagot y saxofón soprano] y Eryk Arlou-Szymkus [contrabajo]. En el tercer tema de “Presence”, intervienen las violinistas invitadas Anastasia Turczaninova y Dasha Kurnievskaya, mientras que la flautista Dasha Eliseeva aparece de manera más frecuente. Todas las composiciones son de Olga Podgajskaya. Las sesiones de grabación tuvieron lugar en el Everest Studio y el Vozdookh Studio, siendo así que las labores de producción estuvieron a cargo de Andrew Bogdanow entre los años 2020 y 2021. El arte gráfica es de la autoría de Svetlana Kotliarova.

 
El repertorio de “Presence” comienza con la pieza que justamente le da título. ‘Presence’ exhibe en el punto de arranque unas efusivas escalas de piano que marcan la aputa de intensidad expresiva cuya batuta pronto será tomada por el violín. Cerca del final, el piano vuelve al frente y empuja al colectivo a la concreción de un clímax tan elegante como contundente. Acto seguido, la dupla de ‘Drops Of Silence Through The Silence’ y ‘Feuchtwanger’ se encarga de ampliar las pautas sonoras del ensamble. El primero de los temas mencionados abre un amplio espacio para las elucubraciones impresionistas del piano, el mismo que se deja arropar por una espiritualidad melancólica a través de sus sobrios fraseos. Cuando más adelante entran a tallar las cuerdas, el paisaje sonoro refuerza su tenor evocador con una prestancia muy bien perfilada, la misma que se articula con un crescendo muy sutil. Al llegar la coda, la actitud de la instrumentación se torna parca sin perder un ápice de su cristalina elegancia. Gran tema, un cénit del repertorio. En cuando al segundo, se trata de una excursión en peripecias ágiles que comienza con la iniciativa de los masivos arreglos de cuerdas. A partir de allí se instauran las cadencias consistentes sobre las que se traza el desarrollo temático, el cual se desdobla en varios recovecos con una soltura muy compacta. Si bien se puede decir que hay una cierta calidez en el modo en que los vientos y el piano centran el núcleo temático, ésta no se explaya mucho porque los traqueteos de las cuerdas se encargan de asegurar que la tensión regule la mayor parte de la estructura de esta pieza. ‘Not Winter’ regresa al señorío solemne y colorido que marcó al tema #2, dándole un aire un poco más gentil al asunto. Así las cosas, el ensamble se siente dispuesto a explorar climas cinematográficos con una lucidez que algo tiene de esplendor. ‘Silent Zone’ exhibe una vía de exploración de la faceta más relajada de la propuesta musical de FIVE-STOREY ENSEMBLE, esta vez con un enfoque más propiamente minimalista. Las vibraciones cinematográficas heredadas de la pieza precedente adoptan un talante crepuscular mientras el motif se refuerza continuamente. Poco antes de llegar a la frontera del quinto minuto y medio se da una moderada elevación de la densidad expresiva con el propósito de concretar ciertos recursos de magnificencia. He aquí otro cénit del álbum.
 
Cuando llega el turno de ‘Epitaph’, el colectivo se inspira para gestar otro momento culminante del disco. En efecto, la pieza se explaya en un expresionismo palaciego donde el entramado de todos los instrumentos actuantes ostenta una vivacidad colectiva extremadamente refinada. La meticulosidad del desarrollo temático reposa mayormente en las acciones de las cuerdas. En los dos primeros minutos y pico, el piano suele quedarse en un segundo plano señalando las bases armónicas con una serenidad lacónica, pasando luego a un rol más explícito al delinear ondas mágicamente gráciles. La inserción del viento da un fulgor renovador a la última sección del desarrollo temático, además de extender el horizonte expresionista de las cuerdas. El final del álbum llega de la mano de ‘Nonna And Seven Pink Eyes’, una pieza que comienza con un enfoque mayormente ceremonioso, bañado suavemente con algo de añoranza mientras se asienta cerca de un terreno misterioso y casi lúgubre. El momento en que el órgano entra en acción en reemplazo del piano se gesta un oportuno recurso saltarín que parece borrar lo lúgubre mientras lo misterioso se deja iluminar por un destello que revela algo dinámicamente surrealista. Una vez que cesa ese destello, el aura de misterio vuelve a marcar a la ceremoniosidad reinante, siendo así que el desarrollo temático se torna dramático. Todo esto fue “Presence”, el testimonio de la persistente presencia del chamber-rock dentro de la escena mundial actual de la música vanguardista. La gente del FIVE-STOREY ENSEMBLE se ha lucido a lo grande con este disco que merece toda nuestra atención.
 
 
Muestras de “Presence”.-
Drops Of Silence Through The Silence: https://five-storeyensemble.bandcamp.com/track/drops-of-silence-through-the-silence
Silent Zone: https://five-storeyensemble.bandcamp.com/track/silent-zone
Epitaph:  https://five-storeyensemble.bandcamp.com/track/epitaph

Thursday, December 28, 2023

Segunda arremetida de la excelsa alianza franco-japonesa POIL UEDA

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
En esta ocasión reseñamos y celebramos a “Yoshitsune”, el segundo disco de la alianza franco-japonesa POIL UEDA: o sea, la asociación de los músicos de POIL Antoine Arnera [teclados y canto], Boris Cassone [guitarra y canto], Benoit Lecomte [contrabajo] y Guilhem Meier [bateríay canto] con la cantante y ejecutante de la satsuma biwa JUNKO UEDA. El disco en cuestión fue publicado el pasado 3 de noviembre y sigue por la senda de complementar las exortaciones del pasado y la dinámica musical futurista que ya se concretó en marzo de este mismo año con el disco homónimo. Al igual que sucede con el reciente nuevo disco del cuarteto NI (titulado “Fol Naïs” y reseñado hace muy pocos días en este mismo blog), las sesiones de grabación de “Yoshitsune” fueron dirigidas por Stéphane Piot mientras que RemyBoy se hizo cargo de los procesos de mezcla y masterización. Lilas realizó las ilustraciones mientras que el diseño gráfico es de Judith Saurel. El sello Dur Et Doux publicó este ítem tanto en CD como en vinilo (en formatos de color negro y verde). 
“Yoshitsune” es un disco conceptual inspirado en el Cantar de Heike, poema épico japonés del siglo XIII. La narrativa del álbum sigue las peripecias del heroico Yoshitsune, quien logró la victoria definitiva del clan Genji frente a las huestes del clan Heike con el decisivo combate naval en la bahía de Dan-no-Ura. El clan Genji gobernó Japón entre 1192 y 1333, estableciendo lo que se denomina el periodo Kamakura. De todas maneras, como la política siempre es como es, no todo fue un mar de elogios y gratitud para con Yoshitsune; resulta que Minamoto-no-Yoritomo, el general del clan vencedor y hermano de nuestro héroe, no confiaba del todo en él y sospechaba arbitrariamente que él estaba gestando una traición, por lo que ordenó su asesinato. Yoshitsune, enterado de esta gratuita paranoia, huyó del ambiente palaciego y, disfrazado de monje, se fue al exilio.
 

El repertorio de “Yoshitsune” se inicia con las 3 partes de ‘Kumo’, que ocupan un espacio conjunto de poco menos de 13 ½ minutos. Todo comienza con las cuerdas étnicas proyectando algunas notas graves sobre un fondo de cánticos, siendo así que la batería arma un swing complejo que no tarda mucho en expresar todo su potencial de extravagante extroversión. Desde antes de llegar a la frontera del segundo minuto, el colectivo está metido en un clima de exultación surrealista que se beneficia bastante de los recovecos humanamente imposibles que el colectivo edifica a lo largo del camino. La seguna parte es un poco más solemne, dejándose guiar por el patrón de WEIDORJE mientras asume un colorido más expansivamente disruptivo (en afinidad con LA STPO). La tercera sección se apoya en una garra especialmente intensa donde lo belicoso asume un aura festiva y lo tenso se reviste de jolgorio. Los quiebres rítmicos que tienen lugar refuerzan la pasión neurótica que es necesaria para acentuar el ambiente delirante que impone sus vibraciones tormentosas hasta el instante final. Tras este inspirado despliegue de fastuosidad aventurera, llega el turno de ‘Ômine-san’, un tema cuya espiritualidad central es tremendamente ceremoniosa. Las comedidas líneas melódicas trazadas por la guitarra marcan la pauta expresiva del colectivo mientras el canto de JUNKO exorciza los fantasmas del pasado como si emitiera un sortilegio inescrutable. El crescendo de los dos últimos minutos añade retazos incendiarios al misterioso hechizo, lo cual favorece bastante al refuerzo del motif central. ‘Yoshino’ es el ítem más extenso del disco con sus casi 8 minutos de duración. Se trata de un periplo vibrante donde las agitaciones celebratorias creadas para la ocasión se unen en una amalgama avant-progresiva bastante sólida. La persistente aureola de inquietud se halla bien sostenida por los complejos juegos de síncopas con los que se articula la ingeniería rítmica. La sección final es expectante al modo de una mirada hacia atrás después del desarrollo de los eventos.
 
‘Ataka’ es una intervención solista de JUNKO, una manifestación de cruda tensión emocional dondde el espíritu humano lamenta tener que toparse con los aspectos más siniestros de la vida. La comedida arquitectura de la 
satsuma biwa ofrece un interesante contraste frente al tremendamente solemne canto del momento. El concepto bipartito de ‘Kokô’ trae consigo el cierre del álbum, ocupando un espacio total de más de 7 ½ minutos. La primera parte se centra en un fulgor misterioso bajo la guía compartida del teclado y la batería. Su talante ceremonioso muestra, a través de la mesurada sofisticación del núcleo temático, algo de músculo. Dicha musculatura sale a flote en la segunda y más sofisticada parte, la misma que se focaliza de manera importante en el estándar particular de POIL para el discurso avant-progresivo. Las variantes temáticas y el gusto por los enfoques geométricos de los swings imponen sus condiciones a lo largo de la instauración y la maduración del centro temático. Eso sí, JUNKO nunca deja de dar muestras de su fuerza de carácter como vocalista e instrumentista en medio del electrizante entramado sonoro armado por sus ilustres compañeros de viaje. “Yoshitsune” es, a fin de cuentas, otra gran exhibición de rebosantemente coloridas y densamente aventureras ideas prog-vanguardistas para el año 2023. La verdad que con ésta, su segunda arremetida musica, la alianza franco-japonesa de POIL UEDA nos ha brindado algo muy valioso para la avanzada contemporánea dentro de las orillas más extremas del amplio horizonte de la música progresiva.


Muestras de “Yoshitsune”.-

Monday, December 25, 2023

La nueva serie de dementes arrebatos rockeros del cuarteto francés NI


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy tenemos el placer de presentar el nuevo disco del grupo francés NI, el cual se titula “Fol Naïs” y fue publicado el pasado 1 de diciembre por vía del sello Dur Et Droux, tanto en CD como en doble vinilo. Este colectivo conformado por los guitarristas Anthony Béard y François Mignot, el baterista Nicolas Bernollin y el bajista Benoit Lecomte luce nuevamente su poderosa mezcla de math-rock, prog-jazz-metal, RIO y brutal prog en este álbum que cierra una maravillosa retahíla de aportes al rock artístico desde el país de Voltaire y Baudelaire para el año 2023. Todo el material contenido en “Fol Naïs” fue compuesto colectivamente por los cuatro integrantes de NI. Las sesiones de grabación tuvieron lugar en el Hacienda Studio bajo la dirección de Stéphane Piot; los ulteriores procesos de mezcla y masterización estuvieron a cargo de R3myboy. En el último tema del álbum colabora Simon Drouhin con el boite à bourdon, Se trata del tercer trabajo de estudio de esta banda afincada en Bourg En Bresse y vigente desde inicios de la segunda década del nuevo milenio. El cuarteto también ha tenido un par de colaboraciones con sus compatriotas de POIL bajo la forma de un supergrupo llamado PINIOL; de hecho, el propio Lecomte forma parte de POIL UEDA (asociación del mencionado grupo con la cantante e instrumentista de folklore japonés JUNKO UEDA). Volviendo a NI, tenemos aquí a un grupo que lleva la idea de eclecticismo creativo hacia sus más vigorosos síntomas rockeros. Este cuarteto afincado en la localidad de Bourg-en-Bresse, región de Auvernia-Ródano-Alpes, lleva promoviendo su propuesta de rock experimental agresivo y sofisticado desde su fundación a fines del primer decenio del nuevo milenio; ya con 2 EP y 3 discos de larga duración en su carrera (más los otros proyectos aledaños que mencionamos anteriormente), podemos decir que los NI tienen bien asentado su territorio artístico. Repasamos ahora el repertorio contenido en 
“Fol Naïs”, disco cuyo título hace alusión a la supuesta naturaleza alucinada de los bufones de las grandes cortes de los tiempos medievales y renacentistas. 

 
Durando poco más de 6 minutos, ‘Zerkon’ abre el repertorio comenzando con una obertura nebulosa que nunca esconde sus ribetes oscurantistas, algo muy a lo UNIVERS ZÉRO pero con un talante Crimsoniano-Heldoniense. Esto último se confirma cuando la banda entra de lleno con un cuerpo central electrizantemente filudo que se centra continuamente en agitar las llamas de su flameante su arquitectura mientras ornamente a la misma con vibraciones futuristas. Los agitados guitarreos confían plenamente en la solidez del bajo y el meticuloso dinamismo con el que la batería elabora su sofisticada ingeniería. El desarrollo temático está muy bien definido, determinado meticulosamente por la lógica del nervio incandescente. ‘Dagonet’ sigue a continuación para llevar esta furia un escalón más arriba merced al impulso que impone el tenor machacón de varias instancias del bloque rítmico; así las cosas, la masa comunitaria de las dos guitarras tiene más espacio aún para organizar su demoladora metralla. Cuando llega el turno de ‘Brusquet’, el ensamble se detiene un poco más en la elaboración de trucos abstractos para darle una nueva dinámica a su táctica de demolición metalera experimental. La cosecha tormentosa del primer tema y la explosiva rebeldía del segundo se cruzan aquí para gestar una nueva erupción rabiosa. Hay un pasaje estratégico donde las cadencias operativas permiten abrir campo a cierta soltura saltarina en medio de la garra patentemente belicosa, logrando así instaurar los cimientos de un contundente final. ‘Berdic’ es la pieza más extensa del album con sus poco menos de 7 ½ minutos de duración, siendo su estrategia la de explotar a fondo el potencial que tiene combinar el nervio incendiario del metal experimental y la mecánica vitalista del math-rock mientras se añade un elemento terrorífico bastante absorbente al conjunto. Las variantes de groove van fluyendo de manera muy compacto, dando muestras elocuentes e innegables del virtuosismo colectivo y las destrezas individuales que se insertan en ésta. El groove parsimonioso que emerge en la frontera del cuarto minuto y medio añade una eficaz cuota de arcano tenebrismo al asunto, lo cual aporta mucho al señorío desarrollado en las últimas instancias de esta pieza. Aquí se instaura un cénit decisivo e inapelable del álbum. ‘Chicot’ es otra pieza destacada del álbum, directa heredera de la extroversión neurótica del tema #2 pero con una soltura más fulgurosa, además de un señorío metal-progresivo más sesudo. Es como la catarsis festiva que sucede a la ardua labor exigida por la pieza precedente.  

 
‘Rigoletto’ perpetúa lo festivo pero lo arropa bajo una rutilante frazada de traqueteos solipsistamente dadaístas. Si podemos imaginar una remodelación Zappiana del paradigma de BEHOLD... THE ARCTOPUS animada por factores Crimsonianos de la fase 2000-03, entonces nos podemos hacer una buena idea de cómo suena esto. Los tres siguientes temas del repertorio son las sendas partes de ‘Triboulet’. ‘Triboulet – Part 1’ comienza con una expansión razonablemente serena de capas psicodélicas de tendencia minimalista, emergiendo al poco rato un groove bien definido sobre un complejo armazón rítmico en clave jazz-rockera, El swing de gtempo inusual permite a las armonías guitarreras duales asentar su entramado común con total comodidad. La Parte 2 aprovecha el brote de dinamismo final de la Parte 1 para crear un aura de neurótica algarabía donde se cruzan los senderos de ATTENTION DEFICIT, KING CRIMSON y MÖRGLBL: una perfecta combinación de gracilidad, vigorosa sofisticación y vivacidad que, por sí mismo, genera un clímax endiablado y emancipador, a la vez. En fin, la Parte 3 crea una nueva escalada desde un juego de síncopas con furia contenida hacia una explosión incendiaria de rabia catártica férreamente encuadrada dentro de una ingeniería brutal. El grupo se interna confiadamente en territorio de PAK y ZHORHANN. Ocupando un espacio de 7 minutos y pico, ‘Cathelot’ emerge para poner el broche final al álbum. La pieza está marcada por una ceremoniosidad siniestra y estridente, algo así como una pieza perdida de SHUB-NIGGURATH que fue recogida por la gente de TOWN PORTAL mientras intenta crear una versión post-metalera de los MOGWAI de los tres primeros álbumes. La estridencia se nota a raudales a través del minimalismo combativo expuesto en la composición. El epílogo, con la ausencia de la batería, se proyecta hacia atmósferas flotantes que se sitúan a medio camino entre lo denso y lo cósmico: es como el ascenso metafísico de un Limbo que se rehúsa a ser un mero vecino del Infierno. Fieles a su costumbre, los integrantes de NI han concebido una nueva serie de robustas y aguerridas piezas musicales que revelan muy fielmente el tipo de arrebato demente que encarna su peculiar visión del género progresivo para nuestros tiempos. Conclusión general: “Fol Na​ï​s” es un disco altamente recomendable y, de todas maneras, una de las obras más notables dentro del rock artístico producido a fines del año 2023. ¡¡Muchas gracias al personal de NI por esto!!

Sunday, December 24, 2023

FELIZ NAVIDAD Y UN PRÓSPERO AÑO NUEVO 2024

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Estamos de vuelta a esa etapa del año en que parece mentira que ya se esté acabando cuando nos da la sensación de que hace poco estábamos celebrando su primer día. Pero así es el paso del tiempo y lo celebramos con las Navidades. Este tiempo es uno que ha inspirado miles y miles de canciones folclóricas y populares alrededor del mundo y, en el caso del rock, no ha excepción. Volvemos a fijarnos en el universo de los Dioses del Rock JETHRO TULL para encontrarnos con una peculiar canción llamada ‘Jack Frost And The Hooded Crow’, la cual data del año 1982 y fue parte importante de la buena cantidad de material nuevo que se grabó para el disco de 1982 “The Broadsword And The Beast”. Por aquel entonces, el trío remanente del periodo de “A” Ian Anderson [voz, flauta, guitarra acústica, vocoder y sintetizador Fairlight CMI], Martin Barre [guitarras eléctrica y acústica] y Dave Pegg [bajo, mandolinas y coros] daba la bienvenida a Gerry Conway [batería y percusión] y Peter-John Vettese [sintetizadores, piano, órgano de fuelles portátil y coros] para completar el quinteto. La canción en cuestión nunca entró en el álbum “The Broadsword And The Beast”, pero sí entró en el extenso ítem recopilatorio de 1988 “20 Years Of Jethro Tull – The Definitive Collection” (ediciones de 3 CD y 5 vinilos). Al igual que con otras canciones del amplio catálogo de JETHRO TULL, esta canción tuvo una nueva versión en “The Jethro Tull Christmas Album” (2003). Aquí, Anderson y Barre aparecen junto a Andy Giddings [teclados y bajo] y Doane Perry [batería y percusión]. 
 
En la copiosa reedición del mencionado disco “The Broadsword And The Beast” que se publicó en este año 2023 por su 40mo aniversario, Ian Anderson se explaya en lo referente a su inspiración para escribir esta amena canción. Se trata de una canción de la que se siente muy orgulloso y destaca su mensaje de unidad, camaradería comunitaria y confort del ámbito familiar, incluso entre personas que normalmente no se llevan muy bien o no tienen mayores intereses comunes o no llegan a entenderse realmente como personas. Eso representa Jack Frost, el personaje un tanto travieso pero que, en el fondo, es alguien con muy buen corazón. Para resaltar el contraste que hay entre las veleidades de las relaciones interpersonales y la calor universalmente humanitario del amor solidario, entra en acción The Hooded Crow, un ser realmente maligno que, a pesar de tener una misión de vida bastante inconveniente, decide ejercer algo de bonhomía para colaborar con su presencia en la celebración de la confraternidad navideña. La única razón por la que no entró en 
“The Broadsword And The Beast” es porque el buen Ian consideraba que no encajaba del todo en medio de canciones centradas en temáticas más oscuras y urbanas, especialmente con la presencia importante que tenían ya los sintetizadores nuevos de entonces en el sonido grupal. De haber sido compuesta y grabada en los tiempos de “Songs From The Wood” o “Heavy Horses”, hubiese tenido muchas más posibilidades de formar parte oficial del catálogo de estudio de JETHRO TULL. Su estructura primordial en compás de 5/4 permite a su amable centro melódico tener una grácil sofisticación de principio a fin. Las mandolinas y la flauta gestan las vibraciones pastorales, las cuales son realzadas por los sobrios arreglos de los teclados y las inteligentes síncopas sustentadas por la batería y las percusiones adicionales.
 

Hay pasajes muy elocuentes en la letra. Pongamos estos dos como ejemplos: “Now as the last broad oak leaf falls, we beg: consider this – / There’s some who have no coin to save for turkey, wine or gifts, / No children’s laughter ‘round the fire, no family left to know. / So lend a warm and a helping hand – / Say Jack Frost and the Hooded Crow.” – “As holly pricks and ivy clings, your fate is none too clear. / The Lord may find you wanting; let your good fortune disappear. /All homely comforts blown away and all that’s left to show / Is to share your joy at Christmas time / With Jack Frost and the Hooded Crow.” La primera de estas estrofas escogidas enfatiza el afán de solidaridad y el impulso moral de hacerse prójimo con quienes menos tienen, mientras que la segunda nos invita a reflexionar sobre este mandato desde la toma de conciencia de nuestra propia vulnerabilidad. Aunque se trata de una canción muy cuidada en lo instrumental, la parte cantada es también muy importante, lo cual es muy normal dada la intención de la canción de explicitar un mensaje de concordia humanista: eso incluye una breve sección a capella (Otra conexión con el patrón de “Songs From The Wood”). Un brindis por la humanidad de parte de tan peculiares personajes, así que alcemos nuestras copas de champán y digamos…
 
¡¡FELIZ NAVIDAD 2023
Y UN PRÓSPERO AÑO NUEVO 2024!!


Jack Frost And The Hooded Crow, versión original de 1982: https://www.youtube.com/watch?v=6LGhw3qS0Gg
Jack Frost And The Hooded Crow, versión de 2003: https://www.youtube.com/watch?v=1h9gka8LAjk

Friday, December 22, 2023

AGITATION FREE: el viejo krautrock nunca muere

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy tenemos una gran novedad y es que el legendario ensamble alemán AGITATION FREE ha publicado hace poco su nuevo disco de estudio (el quinto de su muy larga trayectoria), que se titula “Momentum”. Más específicamente, “Momentum” se publicó el pasado 24 de noviembre por vía del sello connacional MIG Music, tanto en CD como en doble vinilo. La alineación vigente de AGITATION FREE consta de Lutz-Graf Ulbrich [guitarras eléctricas y acusticas, y banjo], Gustl Lütjens [guitarras eléctricas y acústicas, y canto], Michael Hoenig [teclados, sintetizadores y percusión electrónica], Daniel Cordes [bajo y sintetizador] y Burghard Rausch [batería y percusión electrónica]. Graf-Ulbrich, Rausch, Cordes y Hoenig son los autores de todos los temas aquí presentes. Colaboran con el grupo Benjamin Schwenen (guitarra en el primer tema), Pierre Lattès (narraciones también en el primer tema) y Peter Michael Hamel (santur en el segundo). Una vez grabado todo, el material fue masterizado por L. Henry Sarmiento II en los Sonic Vista Studios de Ibiza, España, siendo Hoenig el responsable de la producción y también de la mezcla en Metamusic Productions. Este estudio está en Los Ángeles, California, donde Hoenig reside desde hace muchos años. Antes de ir a los detalles de este disco, hagamos un poco de historia. Los orígenes de AGITATION FREE se remontan al año 1967 con la asociación del bajista Michael “Fame” Günther, los guitarristas Lutz “Lüül” Ulbrich y Lutz Ludwig Kramer, y el baterista Christopher Franke. Inicialmente llamado AGITATION, el grupo tuvo que modificar su nomenclatura al enterrarse de que ya existía otro grupo con el mismo nombre: era el año 1970 y Ax Genrich estaba reemplazando a Kramer. En ese mismo año, Genrich se fue a las filas de GURU GURU, y al año siguiente, Franke hará lo propio para enlistarse en TANGERINE DREAM. Fue entonces que el grupo reclutó a Jörg “Joshi” Schwenke (guitarra), Burghard Rausch (batería y percusiones) y Michael Hoenig (teclados y sintetizadores). Fue con este quinteto que el grupo logró hacer por fin si álbum debut “Malesch” en 1972, y también tuvo una participación en el evento musical de las trágicas Olimpiadas de Munich de ese año. En 1973, los AGITATION FREE publicaron su segundo disco precisamente titulado “2nd”, con Stefan Diez en lugar de Schwenke. Ambos trabajos son de lo más refinado del legado de eso que se ha dado por llamar krautrock: el grupo sabía crear una excelsa modalidad de psicodelia progresiva alimentada con recursos del jazz-rock y la fusión contemporánea. Gustl Lutjens reemplazó a Diez a inicios de 1974, pero antes de que terminara ese año, el grupo se disolvió, dejando como testamento final un disco en vivo llamado “Last”. El año 1999 marcó el retorno de la banda con 4/5 de la alineación del año 1974, y a partir de allí, la era digital favoreció las publicaciones de varios registros en vivo de esos años 70 así como un entrañable doble ítem que recoge sendas actuaciones en Japón en diferentes años. Sólo en uno de esos volúmenes aparece Günther, pues él tristemente falleció en marzo de 2014.
 

Ahora sí vamos a los detalles del disco que hoy nos ocupa. El repertorio de “Momentum” comienza con ‘Nouveau Son’, un tema cuyo inicio es bastante cinematográfico: ornamentos cibernéticos, una voz en off y una gradual introducción de las percusiones electrónicas para instaurar el groove general. Una vez que éste se instala, el ensamble se dedica a explorar majestuosos matices cósmicos sobre un medio tiempo en clave de space-rock; la ingeniería rítmica es sólida mientras que las dos guitarras se van turnando en la elaboración de elegantemente virtuosos solos y sugerentes matices. Las capas de teclados y las ocasionales florituras del bajo completan el paisaje global con solvencia: de hecho, hay un estupendo solo de bajo que emerge en el último tercio. Acto seguido llega el turno de ‘Levant’, un tema que eleva el nivel de vigor expresivo que ya se anunciaba en el tema de apertura, sólo que aquí hay más rienda suelta en el colorido y la sofisticación progresiva a través del desarrollo de los motivos de inspiración oriental. De esta manera, se da un ascenso tanto en la expresividad caleidoscópica como en la musculatura sónica, haciendo de este tema la cruza perfecta entre el space-rock y la fusión contemporánea. Los ornamentos melódicos de los sintetizadortes y los aportes de las cuerdas exóticas son factores esenciales para el continuo refuerzo de la arquitectura grupal; también se nota una mayor soltura en la labor de la batería en varios pasajes estratégicos. Un cénit del álbum, sin duda. Con sus casi 9 ½ minutos de duración, ‘Nightwatch’ es la pieza más extensa del álbum. El talante ceremonioso que marca su sección inicial pronto es reemplazado por una extroversión fulgurosa que, no estando exenta de cierta densidad, se explaya en una exaltación imponente; el misterioso encanto del motif principal tiene varios minutos para llenar espacios por vía de la fluida interacción entre los instrumentistas. El epílogo nos devuelve la serenidad ceremoniosa del inicio, ‘Lilac’ ostenta un lirismo pulcro y entusiasta. De manera gradual, la pieza va manifestando su luminosidad esencial mientras el esquema melódico va floreciendo. Psicodelia progresiva en su modalidad más llamativa.
 
El quinto tema del álbum es el que precisamente le da título y es el segundo más largo del mismo con sus poco más de 9 ¼ minutos de duración. El clamor cibernético que emerge de la confluencia de capas futuristas de sintetizadores y percusiones electrónicas tribales en el prólogo prepara el terreno para la pronta emergencia de un cuerpo central a medio tiempo donde confluyen señorío y fosforescencia. Una vez más, la gestación de un motif exótico de enclave oriental permite al ensamble jugar solventemente con las gamas de la paleta sonora a su disposición, generando un preciosismo progresivo muy oportuno a la hora de llenar de distinción al jam space-rockero. Otro cénit del álbum. ‘Shibuya’ sigue por esta senda de remodelaciones space-rockeras de motivos orientales y lo hace con un vigor exultante.* Las cadencias rítmicas creadas para la ocasión son muy oportunas para impulsar la sucesión de envolventes capas de sintetizador, virguerías del bajo y palaciegos solos de las guitarras. El final del repertorio llega de la mano de ‘InDaJungl
’, pieza que tiene la misión de combinar las espiritualidades de los temas #3 y #5 con un énfasis especial en el lucimiento de la batería a la hora de organizar el groove general. También es de resaltar la manera tan ingeniosamente orquestada en que operan las guitarras duales y los teclados, armando un clímax paulatino con absoluta pulcritud. Todo esto fue lo que salió de los cuarteles reformados de AGITATION FREE bajo la forma de “Momentum”, un disco realmente fenomenal donde el veterano grupo en cuestión da buena cuenta de su capacidad de renovar creativamente su propio paradigma de música psicodélico-progresiva. La existencia de este disco y su calidad artística hablan por sí mismas sobre la veracidad de que el viejo krautrock (horrible y falaz etiqueta) nunca muere... Y es más, todavía tiene bastante que dar para la actual escena del rock artístico mundial: por lo pronto, el quinteto tiene pautada su participación en el Burg Herzberg Festival 2024 tras 10 años sin actuar en vivo. En fin, es muy recomendable este nuevo disco de los cracks de AGITATION FREE, quienes se encuentran en un nuevo momentum musical.


* Esta pieza se basa en un jam que la banda creó en sus periplos japoneses del nuevo milenio.

Tuesday, December 19, 2023

Las nuevas andadas del dúo avant-progresivo alemán CHOCLAT FROG



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy presentamos el nuevo disco del dúo alemán CHOCLAT FROG, conformado por los hermanos Tim Ludwig [bajo, guitarras, programaciones, coros y voz adicional] y Rainer Ludwig [batería, percusiones, teclados, voz principal, guitarra adicional, programaciones y efectos]. El disco en cuestión se titula “On Detour To Shortcut” y fue publicado el pasado 3 de noviembre, tratándose del segundo álbum de este ensamble tras “Snapshot” (que data de junio del año 2021). Tim y Rainer se encargaron conjuntamente de las labores íntegras de composición de todo este nuevo material, el mismo que se grabó a lo largo de varias y dispersas sesiones entre junio de 2021 y octubre de 2023 en el DAW Studio One. La ulterior labor de masterización estuvo en manos de Rainer, mientras que Tim hizo la portada y realizó el diseño gráfico. En uno de los temas del álbum colaboran los guitarristas Uwe Grunert y Dietmar “Musi” Appel. Ha sido un largo proceso que finalmente llevó a algo concreto: la realización de un fabuloso disco. Veamos los detalles de estas nuevas andadas rockeras de CHOCLAT FROG que se plasmaron en el repertorio de “On Detour To Shortcut”.
 

‘Spaceloop’ da el puntapié inicial poniendo toda la carne rockera en un asador musical que nos remite a una cruza entre los legados de URIAH HEEP y BECK, BOGERT & APPICE, añadiendo algunos oportunos ornamentos progresivos al asunto que se acercan al estándar del brutal prog sin llegar a meterse literalmente en esa área. La vitalidad patente del desarrollo temático exhibe una extroversión fulgurosa y sin tapujos, especialmente en esas alternancias de guitarra y sintetizador en los solos. Muy buen inicio de álbum, realmente. ‘Bomb Alert’ sigue a continuación para desarrollar un enfoque más aventurero y punzante, usando una cabal mezcla de PRIMUS, FATES WARNING y los KING CRIMSON del inicio del nuevo milenio para instalar un enclave desde donde se proyecta una espiritualidad burlona muy en línea con el paradigma Zappiano. La ácida furia de los soliloquios sintoniza muy bien con la refinada garra sonora que se despliega a lo largo y ancho de la ingeniería musical diseñada para la ocasión, la cual establece un muy cercano vínculo con el discurso prog-metalero. El epílogo tiene un cierto tufo Zeppeliniano, lo cual permite al grupo aligerar un poco la tensión que fue reinante la mayor parte del tiempo. ‘This Is My Wife’ exhibe, desde el mismo punto de partida, una suntuosidad renovadora dentro del repertorio, lo cual hace que el dinamismo propio de la composición se acerque notoriamente al modelo prog-sinfónico. Ésta es una oportunidad que el dúo no desaprovecha para hacer gala de su habilidad para armar y enhebrar diversos motivos y grooves dentro de una fluida estrategia compositiva que transita de lo más sosegado a lo más ágil. Cuando llega el turno de ‘Pollock’, el dúo se dispone a preservar los ecos prog-sinfónicos del tema precedente y explora matices más exultantes en medio de una soltura vivaz, incluso festiva. Los complejos grooves que arma la batería se bastan para vehicular el contundente expresionismo que signa a todos los recovecos temáticos que van emergiendo a lo largo del camino. Cuando llega el momento de las vocalizaciones, resurge el factor Zappiano que, por supuesto, añade su cuota de dadaísmo lúdico al asunto; además, sirve para que la banda dé un viraje a las cosas para volver coquetear con el brutal prog. Tenemos aquí un cénit decisivo del álbum.

‘Bound By Instructions’, en su espacio de poco más de 5 ¾ minutos, se dispone a exponer vibraciones contundentemente vanguardistas en un fuego cruzado entre la tirantez oscurantista del RIO y el nervio obcecado del brutal prog, a la par que añade recursos propios de los KING CRIMSON de la etapa 1995-2000 y los STICK MEN. Se dice mucho aquí, muchísimo, en realidad. Los temas antepenúltimo y penúltimo del repertorio son los más extenso del mismo: ‘Pulp Stalking’ dura alrededor de 8 ¾ minutos y la pieza homónima dura 9 minutos y pico. ‘Pulp Stalking’ está centrado en tender puentes entre los espíritus expresivos de los temas #2 y #5. El dúo da un sesudo nuevo giro de tuerca a su faceta más tensa, eso sí, sin perder de vista el núcleo de llamativa agilidad que es tan recurrente dentro de su peculiar visión progresiva. En comparación con ‘Bound By Instructions’, tiene un poco menos de robustez y una dosis mayor de sofisticación progresiva. Es de destacar el estilizado encuadre entre los solos de guitarra y bajo que entra a tallar para delinear los aspectos más electrizantes del desarrollo temático. ‘On Detour To Shortcut’, por su parte, despliega una estructura compositiva se basa en un entrelazamiento de los patrones de KING CRIMSON y PRESENT, con algunos matices extra del prog-metal experimental (un tanto a lo CANVAS SOLARIS) y otros tantos del jazz-rock progresivo (a lo MÖRGLBL). Vigor, magia crepuscular, tonalidades moderadamente siniestras y densidad majestuosa, cuatro ingredientes que se agitan muy solventemente dentro del paisaje colectivo que arma el dúo a través de un nuevo ejercicio de dinamismo versátil. Hay un encanto especial en los recursos surrealistas empleados en los juegos de síncopas que arman la sección epilogar. Otro momento rutilantemente destacado del disco, su cénit definitivo. ‘Reboot’ dura poco menos de 3 minutos y está a cargo de cerrar el álbum. Gestando serenos climas cósmicos desplegados con un enfoque minimalista, el dúo decide explorar atmósferas oníricas propias del krautrock electrónico, tendiendo puentes con CLUSTER y ASH RA TEMPEL. Los leves fraseos jazzeros de la guitarra cerca del final son cautivadores, amén de idóneos para realzar la vigente aureola de distinción etérea.

Todo esto fue lo que se nos brindó en On Detour To Shortcut” desde los cuarteles de CHOCLAT FROG. Las nuevas andadas de este dúo alemán dejan tras de sí un estupendo indicio de lo renovado que está el ideal del rock progresivo experimental en la escena musical de su país; su creatividad ecléctica sólo merece elogios y este disco es totalmente recomendable para cualquier fonoteca actualizada de rock artístico. 

 

Saturday, December 16, 2023

Convergencia de presente y futuro en el cosmos musical de HAWKWIND



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Esta reseña es un poco tardía, pero llega con toda la honestidad del caso: se trata de nuestra apreciación sobre “The Future Never Waits”, el que hasta ahora es el último trabajo de estudio de la legendaria banda británica HAWKWIND. Su disco de estudio #35, si es que tomamos en cuenta algunos discos firmados por THE HAWKLORDS, CHURCH OF HAWKWIND y HAWKWIND LIGHT ORCHESTRA. “The Future Never Waits” se publicó a fines del mes de abril de 2023, tanto en CD como en doble vinilo, por el sello Cherry Red Records. La alineación de HAWKWIND contiene a su eterno líder (ya octogenario) Dave Brock al canto, las guitarras, el sintetizador y algo de teclados, un rol múltiple que es replicado por Magnus Martin, quien también toca un poco de bajo; los otros integrantes son Thighpaulsandra [teclados y sintetizadores principales], Doug MacKinnon [bajo] y Richard Chadwick [batería y canto]. El verdadero nombre de Thighpaulsandra es Timothy Lewis y tiene por sí mismo una larga ccarrera dentro de la electrónica y la vanguardia rockera británica del nuevo milenio, habiéndose unido a HAWKWIND en el año 2021. El grupo se hizo cargo de la producción del disco mientras que Brock y Martin fueron los responsables de la ingeniería de sonido en las sesiones de grabación. Repasemos ahora los detalles estrictamente musicales de “The Future Never Waits”.


Los primeros 10 ¼ minutos del repertorio están ocupados por la pieza homónima. ‘The Future Never Waits’ exhibe unas vibraciones futuristas donde la dinámica propia de lo cibernético se impulsa hacia climas etéreos donde el discurso del space-rock se inserta íntegramente en una grácil aureola cósmica. A través de los ribetes permanentemente mecanicistas que operan en el esquema rítmico, el ensamble sabe darle una frescura espiritual al entramado instrumental. En los últimos minutos, se da un viraje sutil hacia climas flotantemente ceremoniosos, los cuales terminan aterrizando en una calma casi onírica. A continuación, llega el turno de ‘The End’, una expresión de ímpetu rockero machacón que se siente muy a gusto como portadora de la leyenda de HAWKWIND durante la fase 1972-75. Los riffs contundentes y las ventiscas cibernéticas se asientan cómodamente sobre una poderosa ingeniería rítmica; la última intervención del sintetizador aporta un cálido colorido al asunto. ‘Aldous Huxley’ es un instrumental con muchos ribetes cinematográficos, los cuales comienzan con un aura intergaláctica y derivan hacia un pasaje de piano bastante evocador, siendo así que su lirismo se explaya por todo el ambiente. Mientras tanto, se dejan oir varios soliloquios. ‘Theyre So Easily Distracted’ es la pieza más extensa del álbum con sus casi 10 ½ minutos de duración. Tiene una brillantez única al saber combinar la artesanía estilizada del rock progresivo, los ornamentos electrónicos del space-rock y las conmociones señoriales del jazz con impoluta fluidez. El piano, con sus florituras, dirige al encuadre instrumental íntegro con gran inteligencia lírica mientras asienta las bases del cuerpo central con rotunda firmeza: casi parece que hibésemos entrado por error en el universo de CLEARLIGHT. El bajo opera con una razonable dosis de sofisticación mientras las capas sintetizadas y, ocasionalmente, la guitarra, van dando vueltas en torno a los vuelos del piano. ‘Rama (The Prophecy)’ regresa a la lógica de lo machacón con una aureola preciosista que resulta idónea para concretar la magia cautivadora inherente al motif central. Estamos regresando a esa etapa 1974-75 en la que el paradigma de HAWKWIND acogió una estrategia de pulcritud progresiva. El esquema sónico se siente muy actual, casi como un recordatorio de cuál es la fuente de inspiración para el stoner y la psicodelia pesada de nuestros días. Dos cénit consecutivos. 
 
  

‘USB1’ regresa de lleno a la electrónica sofisticada y lo hace con una espiritualidad reposada que se deja alimentar con grooves de tenor jazz-rockero; esta espiritualidad se reviste, en ciertos pasajes estratégicos, de una comedida dosis de intensidad rockera que, en lugar de garra, añade texturas vivaces al paisaje sonoro general. Es como si se diese una simbiosis entre los PINK FLOYD de 1975 y los DJAM KARET de la fase 1989-2001 bajo la veterana guía del Sr. Brock & co. ‘Outside Of Time’ despliega una amalgama de señorío y densidad mientras prosigue por la senda de ensueño cibernético ya transitada por el tema precedente. Una vez finiquitados los ensueños evocados en ‘USB1’, el colectivo de HAWKWIND nos confronta con el fulgor directo de la mañana mientras aborda una mirada moderadamente melancólica al panorama del nuevo día. Las orquestaciones de teclado que entran a tallar durante los dos últimos tercios añaden una poderosa gama palaciega de tonalidades a la maraña gestada por los músicos. Cuando llega el turno de ‘I’m Learning To Live Today’, el grupo vira hacia el camino del stoner con miras a ampliar los espacios expresivos de las guitarras duales; hay dejos arábigos en las armonías básicas del motif central, algo que nos remite a esa época inicial de 1970-72. El vitalismo patente en la campiña rockera ahora gestada asume un aire un tanto solemne merced al groove razonablemente contenido y sofisticado que arma la batería. Así las cosas, los sintetizadores pueden buscar algunos espacios por donde hacerse notar en medio de la musculatura rockera en curso, y, mientras tanto, el bajo crea unas líneas bastante ingeniosas con las cuales puede jugar a lo largo de los 8 minutos y pico que dura el tema. Como contraparte del segundo tema del álbum, el penúltimo se titula ‘The Beginning’, y aprovecha su generosa extensión de poco más de 8 ¼ minutos para explayarse en dos partes muy distintas. La primera consiste en un vuelo instrumental donde las vibraciones cibernéticas se tornan absorbentes y totalitarias, creando una neblina grandilocuente y, hasta cierto punto, turbulenta. La segunda parte es una balada de tenor reflexivo que va, poco a poco, creando un ambiente de radiante serenidad en torno a sí. ‘Trapped In This Modern Age’ cierra el álbum con un guiño al lenguaje del pop psicodélico de fines de los 60; la alevosa ingenuidad del esquema melódico es un claro indicio del deseo de terminar el álbum con un aire optimista no exento de juguetona ironía.


Todo esto es lo que se nos brindó en “The Future Never Waits” desde los cuarteles del inmortal ensamble HAWKWIND, leyenda viviente del space-rock que ha sabido hacer converger presente y futuro dentro de su actual enfoque musical. Nos parece uno de sus mejores discos desde la década de los 80, y tengamos en cuenta que el grupo ha experimentado un nuevo vuelo de creatividad desde aquella época entre 2007 y 2012 cuando Tim Blake (quien se dio a conocer en GONG) formó parte de la banda como integrante fijo. Eso sí, lo del título de este disco que acabamos de reseñar es una verdad como la copa de un pino porque ya la gente de HAWKWIND ha anunciado el final de las sesiones de grabación de su próximo disco de estudio, cuya publicación está cronogramada para el primer tercio del próximo año 2024. Estemos atentos; al fin y al cabo, el futuro siempre llega sin hacerse esperar, ¿no?
 
 
Muestras de “The Future Never Waits”.-
They
re So Easily Distracted: https://hawkwindofficial.bandcamp.com/track/they-are-so-easily-distracted

Wednesday, December 13, 2023

Aire y tierra en el cosmos musical del ensamble belga JOHN GHOST

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy es el turno de presentar a “Thin Air . Mirror Land”, el nuevo disco del grupo belga JOHN GHOST, publicado el 8 de octubre de 2023 por el sello Sdban Ultra. Este ensamble conformado por Rob Banken [safogón alto, flauta y clarinete bajo], Elias Devolvere [batería y guitarra eléctrica], Lieven Van Pée [bajo y contrabajo eléctrico], Jo De Geest [guitarras eléctrica y acústica, sintetizador, sampleos y loops], Karel Cuelenaere [piano y sintetizadores] y Wim Segers [vibráfono, marimba y glockenspiel] vuelve a lucir su maestría colectiva para crear música jazz-progresiva con un lúcido filo vanguardista y un refinamiento muy peculiar. A 4 años y 1 mes de la publicación de su álbum anterior 
“Airships Are Organisms”, el mismo que recibió varios elogios en las redes de difusión de música progresiva y de avant-jazz, ahora llega el turno de “Thin Air . Mirror Land” para cimentar más férreamente el lugar elevado que tiene JOHN GHOST dentro de la vanguardia europea de nuestros días. Con sus orígenes que datan del año 2010, éste no es precisamente un grupo de niños prodigio, aunque sí es un ensamble prodigioso: sus integrantes ya tienen largas trayectorias en bandas de jazz y rock experimental, además de formar parte de otros proyectos simultáneos en la actualidad. De Geest es el autor de todo el material aquí contenido. Durante el proceso creativo, él se inspiró en las propuestas musicales de compositores como HANS ZIMMER, JÓHANN JOHANNSSON y GŸORGY LIGETI, y de bandas como MAGMA, DO MAKE SAY THINK y THE RESIDENTS. Tanto el título del álbum como los de los temas contenidos en él emergen de la fascinación por la obra del pintor noruego EDVARD MUNCH, especialmente, el cuadro La tormenta, el mismo que sirvió como catalista de una exploración de entornos distópicos donde convergen el conformismo y la ansiedad. inquietud más intensa. Bueno, veamos los detalles del repertorio de “Thin Air . Mirror Land”.
 

Los primeros 7 ¼ minutos del disco están ocupados por ‘The Quantities’. Su orientación expresiva se asienta grácilmente en una cruza entre lo cálido y lo matemático sobre dentro de un ambiente fusionesco flamenco-arábigo. Los vientos y la guitarra se encargan de manejar el moderado esplendor melódico mientras que la triangulación de batería, percusión tonal y bajo establece el centro neurálgico de la ingeniería diseñada para la ocasión; los teclados se encargan mayormente de las capas y las bases armónicas, las mismas que brindan un matiz de señorío sonoro al entramado global. Una vez que este primer tema del repertorio hace su declaración de principios, llega el turno de ‘The Hordes’, un tema que asume una aureola más grave y, si se quiere, neurótica dentro de un esquema de trabajo muy semejante al empleado en el tema de apertura. Eso sí, se nota que opera una dosis mayor de suntuosidad musical, lo cual funciona muy bien para que las percusiones tonales tengan un rol más suelto dentro de la muy cuidada orquestación. A mitad de camino, cierto juego de síncopas emerge para impulsar el vitalismo hasta ahora contenido hacia una escala más elevada de elocuencia. El dinamismo es aún más suntuoso y la interacción instrumental añade una perfilada densidad al esquematismo ya existente. Lo que suena aquí es como una cruza entre JAGA JAZZIST, ENSEMBLE NIMBUS y SCHERZOO. Un cénit incuestionable del disco. Con una duración de poco más de 9 ¼ minutos, ‘The Hedges’ da un viraje notorio hacia la faceta introspectiva de JOHN GHOST. Su esquema compositivo se centra en texturas y ambientes, lo cual permite a la banda ahondar en los matices reflexivos indicados por el meticulosamente sedoso desarrollo temático. Su intermedio minimalista refuerza esta atmósfera general. Cuando llega el turno de ‘The Dimmed’, el ensamble se dispone a dejar que las primeras instancias de conjunción entre guitarra y bajo instauren unos traqueteos estilizados y cristalinamente perfilados que casi coquetean con el estándar del math-rock. Al poco rato, el terreno está preparado para que se instale un cuerpo central arquitectónicamente organizado sobre una base de vibraciones ceremoniosas que, a su vez, se dejan ornamentar por efluvios minimalistas dirigidos por las maderas. Es entonces que el motif central encuentra los cimientos para asentarse a paso firme en el seno de los entramados instrumentales. 
 

‘The Flies’ se explaya en una extroversión luminosa cuyo fulgor imponente y absorbente no llega a esconder del todo la neurosis contenida que se agita en medio de los celebratorios juegos de síncopas que conforman el swing. Mientras tanto, los perpetuos entramados de percusiones tonales y vientos logran preservar esa aureola celebratoria llevándola hacia varios momentos de culmen expresionista en determinados pasajes estratégicos. Nuevamente, los ecos de ENSEMBLE NIMBUS resuenan en nuestra mente junto a ciertos nezxos con ZAO y ZAPPA. En suma, otro cénit decisivo del álbum. El final del repertorio llega de la mano de ‘Them’, su ítem más extenso con una duración de 10 minutos y pico. Llevándonos de nuevo hacia la faceta más introspectiva del ideario grupal, siendo así que su sección prologar se toma casi cuatro minutos para elaborar su misterioso despliegue melódico, enmarcado éste en un minimalismo casi etéreo. Una vez que entra a tallar la dupla de bajo y guitarra, la batería cuenta con un acceso a la edificación de una ingeniería rítmica específica, cosa que hace con buen pulso mientras permite que se perfile una delicadeza extravagante sobre un esquema rítmico oportunamente sofisticado. Ya alrededor de la frontera del sexto minuto, el enclave grupal se prepara para desarrollar motivos y grooves inspirados en la tradición del jazz-fusion dentro de este encuadre contemporáneo progresivo con retazos de eso que suele denominarse nu-jazz. El epílogo dirigido por la guitarra acústica hace que todo aterrice en un gentil remanso. Todo esto fue lo que se nos brindó con “Thin Air . Mirror Land” de parte del muy talentoso ensamble JOHN GHOST, un disco enorme que es totalmente recomendable por revelarse como una de las más notables publicaciones avant-jazz-progresivas de este año 2023 (y los últimos años, realmente). ¡Otro gran aporte de Bélgica para la vanguardia progresiva internacional de hoy en día!