Friday, May 30, 2025

HEDVIG MOLLESTAD TRIO: nuevos trucos de la chistera avant-jazz-rockera noruega

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

El pasado 9 de mayo alzó un nuevo vuelo el HEDVIG MOLLESTAD TRIO, ensamble noruego de larga trayectoria dentro del ámbito avant-jazz-rockero de Noruega. La guitarrista Hedvig Mollestad se hace acompañar por la bajista Ellen Brekken y el baterista Ivar Loe Brnstad, sus eternos socios en esta entidad musical. Nos estamos refiriendo a su octavo álbum “Bees In The Bonnet”, publicado por el sello Rune Grammofon en Cd y en vinilo (negro y transparente). Nacida en febrero de 1982, Hedvig Mollestad Thomassen es una guitarrista y compositora de genuina veteranía dentro de los escenarios del jazz y el rock de vanguardia de Noruega, siendo así que buena parte de su mejor obra está en la discografía del trío del cual hoy hablamos, pero también ha tenido membrecías en EL DOOM & THE BORN ELECTRIC y en la TRONDHEIM JAZZ ORCHESTRA, discos firmados como solista, además de haber formado en tiempos más recientes otro trío llamado WEEJUNS. Este nuevo disco “Bees In The Bonnet” sucede por cuatro años a su muy elogiado “Ding Dong, Youre Dead”, una obra que cimentó la buena reputación ya concretada por discos anteriores como “All Of Them Witches” (2013) y “Smells Funny” (2018). El material contenido en el disco que hoy comentamos fue grabado y mezclado en el Amper Tone Studio, siendo después masterizado en Audio Virus Lab. El encargado de la mezcla fue Bård Ingebrigtsen, mientras que la masterización estuvo en manos de Helge Sten. Bueno, vayamos ahora a los detalles estrictamente musicales de este disco. 


‘See See Bop’ pone el rumbo inicial a las cosas con un punche consistente y bien definido, un riff cañero y llamativo que se asienta cómodamente sobre un groove a medio tiempo: los BLACK SABBATH o los DEEP PURPLE se hubieran sentido orgullosos de haber compuesto esto. Las ligeras variaciones ulteriores en el swing y el electrizante solo que suena como una cruza entre Hendrix y McLaughlin generan suficientes recursos de sofisticación para esta pieza inicial. Luego sigue una estupenda tríada de temas que duran alrededor de 6 minutos: ‘Golden Griffin’, ‘Itta’ y ‘Bob’s Your Giddy Aunt’. El primero de estos temas mencionados se eleva hacia una exaltación majestuosa cuya musculatura esencial está bien encuadrada dentro del enclave tipificado del jazz-prog con inclinaciones pesadas. La dupla rítmica cumple simultáneamente con las funciones de reforzar los cimientos y conectarse con las furiosas bases armónicas de la guitarra... Cuando ésta no se centra en explorar entusiastas áreas de incandescencia, las mismas que sirven para completar las agitaciones aristocráticamente estratosféricas donde el núcleo central del sonido triádico halla su potencial flameante. Todo un cénit del álbum. En lo que respecta al segundo, se trata de un trayecto sónico más orientado hacia una solemnidad ácida que coquetea con el punk-jazz: la aguerrida inteligencia de la pieza precedente se torna aquí más aguda. ‘Bob’s Your Giddy Aunt’ empieza virando hacia lo experimental en clave misteriosa hasta que llega el momento de focalizarse en un ejercicio de brutal prog, el cual sirve para que el trío aborde los retos siempre abiertos del jazz-rock encendido por vibraciones psicodélicas de tipo stoner. ¿Una confluencia de los paradigmas de PAK y GURU GURU? Tal vez. Sea como sea, la verdad es que advertimos aquí solventes muestras de magia jazz-rockera que resultan tremendamente poderosas al valerse de su propia rudeza para estimular unos vuelos sónicos contundentes y macizos. Estos vuelos saben mantener su exquisito esplendor mientras se dejan llevar por su osada ingeniería de ígneos traqueteos. 

‘Lamament’ es el momento sereno del disco, una detenida mirada introspectiva en los lugares más recónditos del alma, fuera de toda luz y, a la vez, ajenos a toda ansiedad. Los aires noctámbulos de esta sutilmente hermosa composición no apelan a algo incierto o inquietante, sino más bien a un deleite centrado en un remanso espiritual. ‘Lamament’ dura poco menos de 5 minutos y tal vez podría haber durado un poco mas, tan efectivo es el encanto de su núcleo temático. De todas maneras, llega ya el turno de ‘Apocalypse Slow’, que con su espacio de 8 ¼ minutos es la pieza más extensa del repertorio. También es la encargada de cerrarlo... ¡Y lo hace a lo grande! Los aleteos machacantes con los que se inicia este último viaje musical arman un crescendo efectivo que suena realmente amenazante. A poco de pasada la frontera del segundo minuto y medio, el groove se enriquece con los efluvios delirantes de la guitarra, los cuales se sitúan a medio camino entre lo Crimsoniano y lo Rypdaliano con un punche extra de rock pesado. Los flameantes traqueteos cambian de swing después de traspasar la frontera del quinto minuto y medio, que es cuando la banda emplea un dinamismo propio del rock metalero clásico mientras la batería sigue sosteniendo unas férreas vibraciones jazz-rockeras. El segundo solo de guitarra es más exultante que el anterior, y aunque no es tan largo, tiene suficiente musculatura para guiar al ensamble íntegro por la senda del fuego telúrico. Así tiene que terminar todo, con un fuego de dimensiones sísmicas. Poco más de 35 minutos es todo el tiempo que ha necesitado este talentoso ensamble para hacer de “Bees In The Bonnet” un ítem totalmente idóneo para cualquier buena fonoteca actualizada en las avanzadas del jazz y del rock de nuestros días debido a su sistemática convergencia de consistencia en la fuerza expresiva y variaciones en los grooves. La verdad que se ha lucido el HEDVIG MOLLESTAD TRIO con este catálogo de nuevos trucos musicales que honra enormemente a la escena noruega de hoy en día: un álbum recomendable al 300% (un ciento por cada integrante). 


Muestras de “Bees In The Bonnet”.- 

Thursday, May 29, 2025

Evocaciones de algunos viejos conciertos de LA STPO


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy volvemos a explorar el cosmos musical del excelente y exquisitamente estrafalario ensamble avant-progresivo LA STPO (LA SOCIÉTÉ DES TIMIDES À LA PARADE DES OISEAUX) para comentar el álbum “La STPO In Concerts «Wir Schwitzen Blumen»”, el cual fue reeditado a inicios de febrero del año 2024 en formato digital por vía del blog de Bandcamp de la banda. La publicación original en vinilo data del año 2013 y estuvo a cargo del sello KdB Records. El disco en cuestión recoge actuaciones en vivo de diversos tiempos pasados. Los integrantes permanentes son JimB [guitarra], Patrice Babin [batería], Christophe Gautheur [sintetizadores y saxo], Pascal Godjikian [voz] y Johann Mazé [trompeta]. En algunas de las canciones aquí contenidas, Benoit Delaune se hace cargo del bajo (además del cello), mientras que en las demás el bajista es Guillaume Dubreu, quien también añade algo de trombón. Aquí encontramos dos temas del álbum “Tranches De Temps Jeté” (2006), uno de “L’Empreinte” (2015), la canción mini-épica ‘Le Minisme’, que originalmente apareció en un disco recopilatorio temático “We All Believe in Utopia”, y una miniatura del EP de 1993 “Le Femme Portraits”.

 
Los lugares donde se recogieron estas cinco piezas del álbum son Le Jardin Moderne, L’Antipode (ambos en Rennes) y la Oetinger Villa (en la localidad alemana de Darmstadt); el ulterior proceso de masterización tuvo lugar en el estudio Passage À Niveaux de Rennes (que ya no existe). Bueno, ya va siendo hora de repasar el repertorio aquí recogido. Durando cerca de 9 ½ minutos, ‘I Cuento Blumen’ es lo primero que confronta al oyente y lo hace a través de exhortaciones y proclamaciones que se explayan sobre grooves polivalentes, los mismos que coquetean peligrosamente con la deconstrucción cuando no se hacen a un lado para permitir la emergencia de un pasaje etéreo, el cual funciona genuinamente como un puente hacia lo que será el crescendo conclusivo. Todo funciona muy bien bajo la influencia histórica de los legendarios ETRON FOU LELOUBLAN. Con la elaboración de ese crescendo final al cual aludimos anteriormente se concreta una neurótica mezcla de júbilo y brujería dentro de una perfecta hoguera sonora. La miniatura ‘Le Femme Immortel’ es una cantata satírica que complementa muy bien los matices burlones de la primera canción. Cuando llega el turno de ‘La Vallée Des Empreintes’, el ensamble brinda un giro solemne y trágico a sus persistentes inquietudes surrealistas, jugando osadamente con drásticos contrastes entre los pasajes explosivos y los contenidos. He aquí una lúcida expresión del teatro de la crueldad dentro de un contexto avant-progresivo donde la ley de la aridez sónica impone su autoridad, incluso allí donde no suena nada. Los momentos donde los bronces salen al frente son los que permiten a la teatralidad reinante asumir un fulgor incrementado, siendo así que el bloque instrumental opera, simultáneamente, como trasfondo y como contexto narrativo de las siempre inquietantes intervenciones vocales. He aquí una cruza entre el ZAPPA de fines de los 60 y los HENRY COW de 1975 bajo el comando de DR. NERVE.
 
‘Le Minisme’ dura poco más de 9 minutos y su misión consiste en llevar la lógica de la teatralidad dadaísta a su paroxismo. Las vocalizaciones ejercen, de alguna manera, una guía para los efluvios instrumentales que van coloreando el paisaje musical; por otro lado, también podría decirse que la ingeniería líquida de la pieza se centra en una armonización seductoramente diabólica entre los aportes instrumentales y vocales dentro de una confluencia de diversas erupciones saltarinas. ‘The Sound Of The City Seems Not To Disappear’ es el ítem más extenso del disco con sus casi 10 ¾ minutos de duración (aquí y en el primer tema aparece Delaune). Su esquema de trabajo es bastante afín al de los dos temas precedentes, pero sus vibraciones trágicas y sus deconstrucciones alucinadas se revuelven en una espiral tan épica que el dinamismo grupal conquista un culmen definitivo. Una mención especial debe ir para el explosivo solo de guitarra en torno al cual se focaliza el clímax del tema. Lo más intenso de este disco se encapsula en la secuencia de estos dos temas. En fin, todo esto es lo que se nos ofrece con “La STPO In Concerts «Wir Schwitzen Blumen»”, un testimonio verídico y contundente de las grandes dimensiones de creatividad aventurera y energía expresiva que el ensamble traslada a los escenarios desde sus lugares espirituales de composición y sus espacios físicos de grabación de discos de estudio. Este ítem fonográfico completa reveladoramente nuestra apreciación de su obra registrada en varios discos de estudio desde 1990. ¡Una gran ovación para LA SOCIÉTÉ DES TIMIDES À LA PARADE DES OISEAUX!
 

Muestras de “La STPO In Concerts «Wir Schwitzen Blumen»”.-
I Cuento Blumen: https://lastpo.bandcamp.com/track/i-cuento-blumen-2
Le Minisme: https://lastpo.bandcamp.com/track/le-minisme

Monday, May 26, 2025

Nuevas ideas e interpretaciones del imparable maestro francés FRANÇOIS THOLLOT


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy es uno de esos días, varios días al año, en que prestamos atención a una nueva obra fonográfica del trabajólico francés FRANÇOIS THOLLOT, infatigable músico y compositor de música progresiva que se especializa en una combinación de jazz-prog, avant-prog y modismos melódicos habituales en el paradigma sinfónico. Su más reciente trabajo se titula “Interpretation” y fue publicado el último 7 de abril. Se trata del decimocuarto disco realizado por el maestro THOLLOT desde aquella tensa e incierta época de distanciamiento social sistemático (que también nos trajo el álbum “05” de su grupo SCHERZOO). Como es habitual, el buen FRANÇOIS se hace cargo de toda la instrumentación, y como viene siendo la línea de trabajo diseñada para los últimos discos, hay un predominio del bucle de piano y batería en los arreglos. Huela decir que también se hizo cargo de los procesos de mezcla y masterización del material aquí recogido. 
 
El repertorio de “Interpretation” se inicia con ‘Silly Walk’, una pieza cuya intrínseca agilidad se focaliza simultáneamente en los cautivadores serpenteos del piano y la razonablemente compleja vitalidad de la batería. Los ornamentos de sintetizador, que mayormente emulan un sonido intermedio entre el xilofón y la celesta, realzan convincentemente los índices temáticos dirigidos por el piano. Lo que suena es un híbrido bien logrado de lo más refinado de la faceta modernista de GENTLE GIANT y el señorío de unos MASAL; una vez dicho esto, en el último tercio, la espiritualidad de la composición se adentra en territorio inquietante y sombrío sin perder un ápice de la persistente gracilidad. ‘Lamentation’ sigue a continuación para reflejar, a despecho de su título, un nuevo ejercicio de estilizadas agilidades. Su aura es ceremoniosa, no lamentosa, y es por eso que la armonización entre las diversas florituras de los teclados y la intrincada ingeniería rítmica despliega unos fundamentos bastante sofisticados sobre los que se ha de sostener el laberinto multi-temático. Algo de Zeuhl hay en dicho laberinto, pero la carencia de sistemático oscurantismo hace que sus vibraciones expresivas asuman un colorido genuino, extraño, sí, pero genuino. Muy valiente empezar el disco con dos cénit tan bien consumados. ‘Pianodrums 1’ se sitúa en un lugar más cercano al área del avant-jazz con una actitud sólidamente progresiva. Su sección final está armada dentro de una vorágine solipsista que parece una versión traviesa y luminosa del primer PRESENT. La cuarta pieza del álbum es la que justamente se titula ‘Interpretation’ y su enfoque gira inicialmente hacia una vereda prog-sinfónica en cuya senda no faltan los quiebres experimentales. Un poco más adelante, un breve interludio circunspecto abre la puerta al arribo de una sección más tenebrosa; aunque ella tiene un inicio relativamente expectante, pronto instaura nuevos recursos de envolvente y rotunda extroversión, asemejándose a lo que serían los KING CRIMSON de 1973-74 si fuesen proveedores de composiciones para CLEARLIGHT. El poder del golpe final completa el vigor neurótico que trazó la mayor parte de la segunda mitad de la pieza en cuestión. 

‘Parallel Trains’ es uno de los dos temas del disco que duran cerca de 8 ½ minutos, siendo así que sus primeros pasajes nos recuerdan pronto al tema #1, pero esto no dura mucho, pues un vigor oscurantista vuelve a guiar al armazón sonoro por una ilación de motivos intrincados. Una inspirada síntesis de la luz y las tinieblas que habitan el ideario estético del maestro THOLLOT. ‘Pianodrums 2’ remodela el espíritu originario de ‘Pianodrums 1’ de una manera tan neuróticamente vivaz que suena como un híbrido de HAPPY THE MAN y JAN HAMMER bajo el poderoso embrujo del estándar avant-progresivo francófono. El encanto de la calidez vuelve y desaparece con la misma velocidad en que continuamente aparecen los traqueteos lóbregos. Cuando llega el turno de ‘Past And Present’, THOLLOT vuelve a apostar por la lógica del impulso psicodélicamente tortuoso del discurso del jazz-prog mientras diseña senderos ágiles y sinuosos para el multívoco centro temático. Esta pieza dice mucho en menos de tres minutos y medio. ‘Peace & Love’ es el otro tema que dura poco menos de 8 ½ minutos y su esquema de trabajo puede describirse como una ampliación conjunta de las ricas texturas del primer tema y las tensiones expresionistas de la pieza homónima. Los alternados posicionamientos de ambos factores se hilan fehacientemente a lo largo de sus polícromos laberintos, los cuales albergan diversos grooves y variados niveles de intensidad. Los momentos más lúgubres son un poco más mesurados que los que aparecían en algunos temas precedentes, mientras que los pasajes más gentiles nos remiten parcialmente al paradigma de HAPPY THE MAN. Portando el peculiar título de ‘Composition’, el ítem que pone broche final al repertorio despliega una estrategia reformadora de los aspectos principales del tema #2, y, en general, de las dimensiones jazz-progresivas que han proliferado a lo largo del disco. Todo esto fue lo que nos brindó el trabajólico maestro FRANÇOIS THOLLOT con su nuevo álbum “Interpretation”, una nueva muestra de los senderos musicales que el susodicho maestro ha estado caminando en sus últimas obras fonográficas. Siempre se puede contar con él para que haga aportes interesantes para la preservación de la relevancia de la escena progresiva francesa a nivel mundial. 
 
 
Muestras de “Interpretation”.-
Silly Walk: https://scherzoo.bandcamp.com/track/silly-walk
Lamentation: https://scherzoo.bandcamp.com/album/interpretation

Friday, May 23, 2025

Las reflexiones de los Dioses del Rock JETHRO TULL desde la perspectiva del año 2025


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Nuevas noticias nos llegan desde los cuarteles de los veteranos Dioses del Rock JETHRO TULL: el ensamble actualmente conformado por el sempiterno líder Ian Anderson [flauta, guitarra acústica, flauta de bambú, mandolina, voz, guitarra tenor y percusión], David Goodier [bajo], John O’Hara [piano, teclados y acordeón], Scott Hammond [batería] y Jack Clark [guitarra eléctrica] ha lanzado al mercado su nueva obra fonográfica 
“Curious Ruminant”. De forma ocasional, intervinieron los invitados James Duncan (batería, cajón y percusión) y Andrew Giddings (piano, teclados y acordeón) para brindar sus propios aportes particulares al repertorio del nuevo disco. El 7 de marzo del presente año 2025 fue la fecha en que el sello InsideOut Music publicó este nuevo trabajo del Sr. Amderson & cía. en varios formatos: CD, vinilo (en color negro, azul, rojo, naranja o uva transparente) y una caja de doble CD (con una mezcla surround y otra en estéreo), Blu-ray y un ancho libro ilustrado. Como es habitual, el buen Ian es el autor de todas las letras y toda la música. Anderson no establece una obra conceptual como sí lo hizo con los dos discos anteriores y los dos firmados como solista tras la momentánea disolución de JETHRO TULL, pero sí asume un rol permanente de observador de la condición humana, sus claros, sus oscuros y sus grises, pasando de lo existencial a lo social y de allí a lo humanista. Bueno, lo usual en él es adoptar la mentalidad de cantautor cuando pone letra a sus composiciones melódicas. También se hizo cargo de la producción y la mezcla inicial del disco que ahora reseñamos, una mezcla que fue complementada en formato surround por Bruce Soord (el líder de PINEAPPLE THIEF que vuelve a colaborar con JT). Las ulteriores labores de masterización estuvieron a cargo de Nick Watson (estéreo) y Steve Kitch (surround). El diseñador gráfico Thomas Ewerhard es el responsable del diseño gráfico: él ha hecho portadas para THRESHOLD, ENCHANT, FLOTSAM AND JETSAM, SPOCK’S BEARD, SYMPHONY X, MASTERMIND, etc. por varias décadas, y ya tiene algunos años colaborando con JT en su rubro. Dijimos más arriba que hay una edición con libro ilustrado: éste incluye fotos de los músicos así como otras misceláneas tomadas en Londres, Barcelona, Jerusalén, en un bosque escocés, etc.
 
  

Vayamos ahora al repertorio mismo. Durando 4 minutos, ‘Puppet And The Puppet Master’ lo abre con un cuasi-barroco preludio de piano, tras el cual se despliega una soltura holgada en el modo de interactuar de los instrumentos mientras el motif central se instala prestamente. La letra retrata esa delicada dialéctica vital entre la autoafirmación y la socialización, la cual también incluye manipulación psicológica y defensa emocional. La flauta tiene una presencia sumamente imponente dentro del bloque global... algo que será una constante a lo largo del álbum, permítasenos adelantarlo. Acto seguido, llega el turno de la pieza homónima, la cual se arroja con aplomo a una faceta más señorial del discurso progresivo a través de su espacio de casi 6 minutos. En efecto, ‘Curious Ruminant’ despliega un vitalismo folk-progresivo más contenido y más centrado en lo grácil, una pauta de la voz histórica de JT cuyo norte estético estuvo tan bien reflejado en la etapa 1977-78. La letra expresa candorosas reflexiones sobre la esencia justamente reflexiva de la condición humana: 
“Needle matches spark my fires. / Dissenting voices from steeple spires / Ring out across the woody hills / As brief as mad March daffodils. / Asking "Why am I here?" / Answering "Why am I anywhere?" / Orbiting construct of Jung and Freud. / Psycho dreaming asteroid.” – “Dead gone, detached from your reality, / Pray, think of me kindly anyway. / In wee hours you peer midst the gath’ring gloom / My ghostly whisper, "Cogito, ergo sum".” Esta canción homónima y la precedente se emparentan muy cercanamente a la línea de trabajo concretada en los dos discos precedentes. ‘Dunsinane Hill’ vira hacia lo introspectivo al encarar la longevidad de un árbol, el último sobreviviente de un bosque mencionado en la inmortal tragedia de SHAKESPEARE Macbeth, lo cual sirve al buen Ian para hacer un paralelo entre aquel relato de crecientes trifulcas para ascender al poder y las traiciones políticas de nuestros tiempos. La flauta es el recurso de colorido para una composición esencialmente crepuscular.* Cuando llega el turno de ‘The Tipu House’, el grupo da rienda suelta a su faceta más ágil con un donaire más rotundo que el reflejado en cualquiera de las dos canciones anteriores. A través de las variaciones en los grooves, el ensamble preserva un aura extrovertida cuyos ribetes juguetones siempre pueden contar con la flauta para que los realce adecuadamente según lo exija el desarrollo temático.

  

‘Savannah Of Paddington Green’ regresa al lado introspectivo de las cosas, aunque con una suntuosidad más pronunciada. Anderson vuelve a observar la vida vegetal, esta vez, las flores del parque del título, situado junto a la Iglesia de Santa María.** El candor propio del folk-rock es remodelado a través del empleo de sutilmente complejas estructuras rítmicas para las mudanzas; mientras tanto, la letra amplía su contemplación del paisaje con una mirada a la sempiterna problemática medioambiental. Con la dupla de ‘Stygian Hand’ y ‘Over Jerusalem’, Ian y sus compinches siguen explorando gráciles enfoques musicales dentro de su esquema de trabajo. El primero de estos temas mencionados riza el rizo del folk-rock con un espíritu bastante animado. El hermanamiento de los cromatismos provistos por la flauta y el acordeón se asientan ágilmente sobre los rasgueos de la mandolina y el meticulosamente delineado esquema rítmico. Esto va en contraste con el carácter turbio de la letra, inspirada en la inseguridad ciudadana en las calles más laberínticas de la gran ciudad. En cuanto a ‘Over Jerusalem’, se sitúa en la vereda de vibraciones reflexivas filtradas a través de un sereno enfoque del discurso folk-rockero. Las escalas de guitarra acústica son oportunamente acompañas por el acordeón y el glockenspiel mientras el núcleo temático se va afianzando con calma consistente. Una vez asentado el ensamble íntegro, el dramatismo inherente a la canción halla su foco decisivo, creando una palaciega majestuosidad progresiva donde predomina la solemnidad, mayormente en un compás de 6/8. Un hermoso solo de flauta en el intermedio en 5/4 abre campo a una creciente suntuosidad, lo cual incluye un electrizante solo de guitarra, tal vez el mejor de todo el disco. Prestemos atención a parte de la letra: “Am I the hawk? Am I the dove? / The vulture swooping down from above? / Am I the drone, circling high / Whirring tuneless, pie-eyed in the sky? / Angry gods of retribution / Driving hate without solution. / City, home to all who came and ever will.” – “I walk the cobbled alleys nervously, / Soldier girls and soldier boys stare at me. / Down the line, out of time, switch alliance in my mind.” Se trata de un homenaje humanista a una gran ciudad de oportunidades perdidas para la convivencia fraterna en medio de las diferencias culturales. 

  

‘Drink From The Same Well’ tiene una ambiciosa duración de casi 16 ¾ minutos y su misión consiste en ampliar masivamente los índices sofisticados plasmados en la canción anterior. Se trata básicamente de un poema sinfónico traducido al lenguaje del rock progresivo en clave híbrida de romanticismo e impresionismo, siendo así que los elementos folk-rockeros que entran a tallar sirven para agilizar y aumentar el colorido del desarrollo multitemático en algunos pasajes estratégicos. De hecho, hay algunos aspectos exóticos en algunas marcas temáticas. Todo comienza muy relajado, como despertando de un largo sueño mientras todavía no se asientan totalmente los primeros fulgores matutinos, pero no tardan mucho las cosas en ponerse un poco más ágiles mientras los motivos se van sucediendo. Eso sí, no hay aquí lugar para muchos bríos expresionistas, aún en los momentos más saltarines (livianamente alimentados por grooves jazzeros) reina una delicadeza aristocrático que dirige a los variantes esquemas instrumentales con la ley del refinamiento extremo. La sección prologar es la más animada, dejando entrever un aire de esperanza. Las partes cantadas, que recién se inician alrededor de la frontera del octavo minuto, retoman el espíritu humanista de la canción precedente para trasladarlo a una dimensión más personalista, una exhortación a la capacidad de hacerse prójimo con otro ser humano por la humanidad misma: Culture bending, message sending, / Shouts of river to the sea. / Displaying wilful ignorance / As to shifting tides of history. / They drink from the same well as you. / Yes, and they drink from the same well as you.” – “We lovers lost in doomed matrimony, / Cast adrift on an angry sea / Of angry words, vicious, vindictive, /Low-hanging fruit on Eve's poisoned tree. / I drink from the same well as you. / You drink from the same well as me. Tras esta maratón llega la relativamente breve canción ‘Interim Sleep’ (dura 2 ½ minutos) para poner punto final al disco, siendo así que el ropaje instrumental ostenta un talante un tanto elegíaco mientras la letra recitada exhibe una espiritualidad solemne que contempla el fin de los días. “Look out down the winding river valley / Where lights sparkle, marking stations, / Stations where trains start and stop / On the separate journeys of our many lives. / High above the nearest empty station / Flies a solitary bird, faint in the higher distance. / Circling, soaring in the infinite blue, / Reach up to that bird to find me waiting / On firm, welcoming, feathered wings.” 


Todo esto fue “Curious Ruminant”, a fin de cuentas, un muy interesante catálogo de variadas reflexiones que Ian Anderson propone en el contexto de diversas aventuras musicales, las cuales enriquecen el canon de JETHRO TULL. Esta leyenda del rock folk-progresivo ecléctico que dio sus primeros pasos a fines de los 60 sigue avanzando a paso firme en la actual escena mundial del rock. Nuestro balance final en síntesis es que “Curious Ruminant” nos gusta más que “RökFlöte” y un poco menos que “The Zealot Gene”. Para expresar algo más elaborado, apreciamos muy positivamente el inspirado uso de elementos folclóricos en afinidad con lo hecho en los álbumes de JETHRO TULL durante la fase 1995-99 y los solistas de Anderson “The Secret Language Of Birds” y “Rupi’s Dance” (del 2000 y el 2003, respectivamente). En general, dentro de la obra gestada por el maestro Ian desde el año 2012, ponemos a “Curious Ruminant” después de “Homo Erraticus” y “The Zealot Gene”.

 
Muestras de “Curious Ruminant”.-
Curious Ruminant: https://www.youtube.com/watch?v=sFOv9HHe19c
The Tipu House: https://www.youtube.com/watch?v=LnAYn2Ff58E
Over Jerusalem: https://www.youtube.com/watch?v=k6P1SKufqzA


* La música procede de una breve pieza instrumental que los JETHRO TULL tocaron solamente en sus giras del año 2007.

** Se trata de la misma St. Mary’s Church donde tanto JETHRO TULL como la banda de IAN ANDERSON han dado conciertos navideños en años anteriores, tal como se documenta en la reciente reedición de “The Jethro Tull Christmas Album”.

Tuesday, May 20, 2025

MARKUS REUTER: creatividad sin tregua para el año 2025



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da la ocasión de presentar lo más reciente del maestro alemán de la Touch Guitar MARKUS REUTER, el mismo que se titula “Truce <3” y tiene como fecha oficial de publicación el 23 de mayo de este año 2025. Dicha publicación está coordinada por la asociación de los sellos Iapetus, Unsung Records y MoonJune Records. Acompañan a REUTER Fabio Trentini (bajo sin trastes y sintetizador) y Asaf Sirkis (batería). Como no puede ser de otra manera, las composiciones y arreglos del repertorio aquí contenido suelen tener como núcleo central a las Touch Guitars de REUTER con sus incorporados procesos de live looping. Todo el material recogido en “Truce <3” fue grabado en directo en el Art Music Studio, que está ubicado en Bassano Del Grappa, en la localidad italiana de Veneto, en los días 11 y 12 de diciembre del pasado año 2024. Los tres músicos se asignan la autoría de cada uno de los diez temas del álbum, habiéndolo hecho desde el enfoque de la creación colectiva espontánea en permanente diálogo. REUTER y Trentini asumieron también las labores de producción y post-producción. Diego Piotto fungió como ingeniero de sonido. El arte gráfica es de la autoría de Ritxi Ostariz. Veamos ahora el repertorio del disco que hoy nos ocupa. 


‘Not Alone inicia el rumbo de las cosas con un despliegue de fuerza de carácter cuyas proyecciones majestuosas están facilitadas por el empleo de un esquema rítmico sosegado y cadencioso. De esta manera, la ebullición rockera se siente razonablemente contenida y la magia inherente a los riffs y los estilizados solos revelan meticulosamente sus detalles. más precisos. La subsiguiente dupla de We Have Your Back e Its Not In The Cards’ se encarga de expandir la línea de trabajo presente por la senda del fulgor extrovertido. El primero de estos temas mencionados elabora un entramado fuertemente impulsado por los señoriales juegos de síncopas armados por la dupla rítmica, siendo así que la Touch Guitar se empodera en el núcleo sonoro de forma paulatina. Hay algo etéreo en sus poderosos retazos y ambientes adicionales. En cuanto a Its Not In The Cards’, se trata de un sólido ejercicio de dinamismo psicodélico de tenor Crimsoniano (a través del filtro de los STICK MEN) que sabe abrirse campo sobre el trasfondo rítmico jazz-progresivo en curso. El colorido suntuoso aportado por las líneas de bajo complementan desde el disenso a los iniciales trazos cósmicos dibujados por la Warr Guitar, todo ello mientras la batería impone un señorío inapelable. Una vez que emerge el solo de la Warr Guitar, la musculatura neurótica diseñada para la ocasión se completa de manera tremendamente convincente. En los minutos finales, el vigor reinante adquiere un cariz grácil. Muy bien aprovechado su espacio de 7 minutos: ¡todo un cénit del álbum! Never Apart’ vuelve a manejar un groove semejante al de la segunda pieza, pero esta vez hay un vigor más explícito de parte de la Touch Guitar y un mayor esparcimiento en el delineamiento del swing. Cuando llega el turno de Crooked’, el trío vuelve a desarrollar un artilugio jazz-progresivo para la elaboración de un jam psicodélico donde lo Crimsoniano coquetea con el estándar del space-rock. Los juegos de fuerzas generados desde cada instrumento particular se asocian con una fluidez tan compacta que el dinamismo resultante puede ostentar un magnetismo especial. El armazón musical llamativo hace gala de su propia fastuosidad mientras deja soltar su nervio incendiario. Otro momento culminante del disco,

Bond’ establece un groove llamativo para instaurar el bloque temático de la Touch Guitar, un bloque que comienza con un talante crepuscular y que gana en musculatura mientras avanza el jam. Es como el hermano feliz del tema inaugural del disco que se hibridiza con la agilidad mesuradamente neurótica del tercero a fin de convertir las misteriosas brumas en un resplandor discretoLove Theme’ se enfila por el discurso del jazz-fusion contemporáneo para permitir a REUTER y sus compañeros de viaje gestar recursos de lirismo que, de alguna forma, lidian con lo introspectivo. Efectivamente, se destilan abundantes aires de vulnerabilidad emocional a partir de los emotivos retazos de la Touch Guitar, y eso que su labor es bastante más contenida que en cualquiera de los temas precedentes. De todas maneras, el sofisticado swing armado por la batería permite que siga prosperando una oportuna dosis de soltura rockera desde el núcleo central de la pieza en cuestión. Guardian Shadow’ asume la función de sintetizar los ambientes centrales de los temas #2 y #3: la garra sutil del primero y la nerviosa vivacidad del segundo conviven dentro de un majestuoso edificio musical donde la soltura colectiva fluye compactamente durante cada instante del desarrollo del motif central. Como siempre, es maravilloso disfrutar de la ágil ingeniería que arman las mentes sofisticadamente asociadas de Sirkis y Trentini mientras REUTER agita los electrizantes temblores de su instrumento con una energía muy particular, alimentada por extremas dosis de elegancia expresiva. El tema más extenso del repertorio es Echo Of Affection’, el cual se extiende por un espacio de 9 ¼ minutos. He aquí un elocuente efluvio de intensos y esclarecidos efluvios sónicos donde las más íntimas inquietudes del espíritu humano hayan una voz significante para que se manifieste al exterior. El circunspecto y bastante abierto swing armado por la dupla rítmica, coqueteando con el free jazz hasta casi rozar lo inerte, permite que se explaye una atmósfera misteriosa y noctámbula destinada a arropar los penetrantes fraseos de la Warr Guitar, la cual toca puntos elevados de magnificencia. Una pieza muy peculiar dentro del tono predominante del repertorio, el cual se cierra con el arribo de ‘Shuffled Fate’. Su manera tan aventurera de replantear el groove paradigmático del funk-rock permite el surgimiento de un recurso de liviana alegría tras el distinguido desgarro manifestado en Echo Of Affection


Todo esto fue lo que se nos brindó con “Truce <3” desde los cuarteles del maestro alemán MARKUS REUTER. Con la cercana complicidad de los excelentes Fabio Trentini y Asaf Sirkis, se gestionó una obra contundente en cuanto a la soltura expresiva y altiva en cuanto a las aspiraciones estéticas propias de una visión avant-progresiva para nuestros tiempos. MARKUS REUTER vuelve a demostrar por enésima vez por qué es una figura líder dentro del rock visionario del nuevo milenio.


Muestras de “Truce  <3”.-

Sunday, May 18, 2025

NEKTAR: una mirada al otro lado y un viaje a Marte

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Llega un poco tarde, pero llega, a fin de cuentas, esta reseña doble sobre el primer disco de NEKTAR tras el fallecimiento de su guitarrista original Roye Albrighton, titulado “The Other Side”, de fines de enero del año 2020 y el trabajo que le siguió en los últimos días de agosto de 2024, “Mission To Mars”. Empezamos con “The Other Side”, trabajo publicado por el sello Esoteric Antenna, tanto en CD como en doble vinilo (negro o marmoleado en rojo y verde); hay también una edición especial de CD que incluye un DVD con un documental y algunos vídeo-clips. El ensamble que gestó este disco está conformado por Ryche Chlanda [guitarras y voz], Kendall Scott [teclados y sintetizadores], Randy Dembo [bajo, guitarra de 12 cuerdas y pedales bajos], Derek “Mo” Moore [bajo y voz], Ron Howden [batería y voz] y Mick Brockett [recursos visuales], congregada en el año 2019. En efecto, regresaron al ruedo Moore y Brockett, siendo así que Howden ya había vuelto a la banda a poco de iniciado el nuevo milenio. Pero hay todos unos antecedentes previos a esta labor fonográfica que se remontan a unos meses después de la partida de Albrighton: la formación del grupo NEW NEKTAR bajo la iniciativa del entonces teclista de NEKTAR Klaus Henatsch y la complicidad del hijo de Roye, Che Albrighton, a cargo de la batería y las percusiones. Con una conformación completada con el guitarrista-vocalista Alex Hoffmeister y el bajista Tom fry, el grupo publicó el álbum “Megalomania” en 2018, un disco que no fue bien recibido por los fans. Mientras tanto, Howden, estaba empeñado a hacer valer su posición como baterista original y retornado para recuperar a NEKTAR de una manera genuina. Y así se llegó a “The Other Side”, una obra bastante ambiciosa y extensa que incluye el breve registro de una grabación de Albrighton en aquellos años 70, cuando estaba em gestación una canción que tuvo que esperar hasta el año 2020 para que fuese apropiadamente grabada. De hecho, algunas de las canciones contenidas en este álbum tienen su germen en el año 1978, cuando el grupo se desintegró por primera vez (antes de que Albrighton lo retomara efímeramente en el año 1980). Con la vuelta de Moore, el bajista de entonces Dembo siguió formando parte del grupo, de todos modos. No siendo un álbum conceptual de por sí, “The Other Side” tiene un espíritu unitario en sus canciones, las cuales pretenden retratar diversos aspectos de la vida y lo que imaginamos que es el más allá de las puertas de la muerte. El material contenido en “The Other Side” fue grabado en los Shorefire Recording Studios de New Jersey, siendo Joe DeMaio el ingeniero de sonido. El ulterior proceso de masterización estuvo a cargo de Leon Zervos.

  

El inicio del álbum se da con ‘I’m On Fire’, una canción rotunda en su grácil expresividad, la misma que se ajusta con total precisión al armazón extrovertido desde el cual se definen su motif central y su groove predominante. La banda se siente cómoda creando nexos estilísticos con URIAH HEEP mientras reforma parte de la frescura de aquel álbum “Sounds Like This”; algunos ligeros quiebres en el swing predominante permiten que el ensamble geste ciertos trucos cuasi-barrocos que se ponen en sintonía con estándares típicamente prog-sinfónicos. El intermedio es más notoriamente ceremonioso, un factor que permite a la banda trabajar con climas más contenidos donde el vigor rockero tiene que ser más refinado. Una vez retomada la agitación inicial, la musculatura se siente incrementada mientras la guitarra y el órgano realizan un breve pero interesante duelo. Tras este más que interesante inicio del repertorio, llega el turno de ‘Skywriter’, canción que va a contrapelo de la inaugural al enfilarse por lo reflexivo para encapsular la espiritualidad expresiva de su desarrollo temático. Tras un prólogo sutilmente exuberante, el cuerpo central se instaura con una placidez efectiva mientras el desarrollo temático deja entrever solventes vibraciones dramáticas, al menos, de forma mesurada. Algunos elementos sónicos nos remiten a THE BEATLES de la etapa 1967-69, pero, claro está, el grupo añade una atmósfera estilizada que se perfila en base a sus interacciones; en ellas se incluye un intermedio psicodélico que añade una envolvente musculatura al asunto antes de regresar al cuerpo central para la sección final. Como anécdota especial, esta canción se originó en el año 1978 con el título de ‘Skypilot’, siendo así que esta versión definitiva tiene una letra nueva. El tercer tema es el más largo del disco con sus casi 18 minutos de duración: su título es ‘Love Is / The Other Side’. Todo comienza con un tenor bastante relajado, apelando a un lirismo sencillo marcado por una absorbente candidez emparentada con THE MOODY BLUES. A poco de pasada la frontera del cuarto minuto  las cosas se agilizan un poco y, sobre todo, adquieren una cierta sofisticación que irá a más cuatro minutos después. Con el tránsito por la frontera del undécimo minuto, un interludio romántico de piano abre el camino hacia una exploración grupal por un sinfonismo meditabundo. El extenso solo de guitarra es fabuloso, prolongándose por un rato más mientras la banda retoma la refinada vivacidad del segundo cuerpo central. 


‘Drifting’ funciona como una balada psicodélica con amplios matices grisáceos, los cuales se tornan filudos en aquellos diversos momentos en los que la guitarra sale al frente con ácidos solos. Los arreglos de los teclados, por su parte, se orientan hacia la instauración de climas sobriamente envolventes y ocasionales solos sutiles que apuntalan las posibilidades cósmicas del encuadre compositivo. Hay confluencias con ELOY y los PINK FLOYD de 1973-75 en toda esta orfebrería que concreta un cénit definitivo del álbum. ‘Devil’s Door’ es, como dijimos en el primer párrafo de la presente reseña, la canción especial donde Albrighton se hace presente póstumamente: siendo una canción cuyos orígenes se remontan al año 1974, el grupo llegó a tocarla en algunos conciertos, pero no se le pudo dar un espacio en los discos que les quedaban por grabar en aquellos tiempos de la alineación originaria. Pero ahora está aquí y se revela otra joya absoluta del repertorio, una composición que tiene un inspirado garbo merced a la efectividad magnética de su desarrollo temático así como a la refinada agilidad de la dupla rítmica, la cual inserta grooves de 5/4 y 9/8 con impoluta fluidez en una serie de coqueteos con el jazz-rock. Las alternancias entre los solos de sintetizador, guitarra y órgano capitalizan sólidamente la magia exhibida a lo largo de la pieza. he aquí el eslabón perdido y ahora recobrado entre “Remember The Future” y “Recycled”, añadiéndose algunas afinidades con los CARAVAN de 1970-72. ‘The Light Beyond’ es un instrumental armado con varios teclados donde las vibraciones cósmicas en curso son manejadas con un refinamiento propio del paradigma prog-sinfónico y con un epílogo de tenor ambient. Teniendo personalidad propia, también funciona como vía de entrada a ‘Look Through Me’, una hermosa balada prog-sinfónica cuyo cuerpo central se basa en el dueto pastoral de canto y guitarra acústica antes de que el ensamble íntegro entre en acción para un emotivo pasaje de cierre. Todo termina con ‘Y Can’t I Be More Like U 2020’, canción que también comienza con un prólogo pastoral de corte introspectivo, preparándose el terreno para la instauración de un motif principal bien ceñido a la faceta líricamente contemplativa que NEKTAR ha convertido en algo propio (con cierta influencia de THE BEATLES, cabe añadir). Cuando un interludio moderadamente ágil entra a tallar, la canción aumenta su majestuosidad antes de retomar el motif central para sus últimos instantes.

  

Todo esto fue lo que “The Other Side” mostró sobre lo que NEKTAR es hoy en día: una entidad rockera que ostenta fuertes raíces en lo que fue su propio asentamiento dentro del gran escenario de la primera generación del rock progresivo de los 70s y que aún tiene bastante empuje creativo para seguir adelante con algunos de sus integrantes originales, mientras los más jóvenes ponen sus propias cuotas importantes de ingenio musical dentro del bloque sonoro. Como dijimos al inicio de la presente reseña, ésta llega bastante tarde, pero todo el entusiasmo apreciativo reflejado en ella es genuino. NEKTAR sigue vivo. Eso sí, esta nueva odisea necesitaba reforzar su trayectoria, y eso implicaba un disco sucesor: éste llegó en el año 2024 bajo el título de “Mission To Mars”. El ensamble consta ahora de Ryche Chlanda, Kendall Scott, Derek “Mo” Moore y el baterista Jay Dittamo, quien toma el lugar del histórico Ron Howden tras su triste fallecimiento ocurrido el 29 de setiembre de 2023. Esto deja a Moore como el único sobreviviente de esa alineación que gestó el legendario “Journey To The Centre Of The Eye”, ese inolvidable álbum conceptual que supuso el debut de NEKTAR en el año 1971. Maryann Castillo colabora con los coros. El proyecto de este nuevo disco comenzó durante esa etapa de distanciamiento social sistemático durante la pandemia del COVID: Moore y Chlanda empezaron a componer riffs y retazos, los cuales pronto llevaron a la propuesta de crear material suficientemente amplio para un nuevo álbum una vez que Scott también aportó ideas a las canciones que se iban marinando y madurando. Claro está, casi toda esta labor de creación colectiva se tuvo que hacer a distancia, pero la comunicación fue fluida y había un fuerte sentido de camaradería. Pronto se dieron cuenta los músicos de que podían gestar un concepto central para las nuevas canciones, un concepto cósmico con intencionalidad humanista. Una vez más, el lugar de grabación estuvo en los Shorefire Recording Studios, el ingeniero de sonido fue Joe DeMaio y el masterizador fue Leon Zervos. La publicación estuvo a cargo de Deko Entertainment. Helmut Wenske es el autor de la portada, como también fue en el caso de “The Other Side”.


La canción homónima da inicio al repertorio con una contagiosa aura extrovertida. ‘Mission To Mars’, que dura casi 9 minutos, desarrolla un groove extrovertido y marchoso muy a lo DEEP PURPLE, destacándose en particular la vitalidad punzante de las líneas de bajo que se explayan en concordancia con el firme sostén rítmico de la batería. Se trata, ante todo, de una canción amena que incluye algunos ocasionales modismos barrocos al órgano y un hermoso solo de sintetizador en el pasaje intermedio; de todas maneras, son los riffs de guitarra quienes dirigen la labor grupal. Es de apreciar que el final de la primera canción tenga un talante ceremonioso, pues de allí emerge la instancia inicial de ‘Long Lost Sunday’, la canción siguiente. Su vitalismo es patente, pero más contenido que el de la pieza titular, lo cual permite que los ornamentos y atmósferas de raíz progresiva se hagan sentir más exhaustivamente. Aunque la ingeniería rítmica y el swing no son especialmente complejos, son manejados con un peculiar señorío; además, se abren ciertos espacios para cautivadores solos y orquestaciones de teclado. El solo de guitarra situado cerca del final embellece el núcleo melódico de la canción. ‘One Day Hi One Day Lo’ es la canción más extensa del repertorio con su espacio de 10 minutos y pico, y es, permítasenos adelantarlo, el cénit del disco. Su tenor solemne y su delicadeza melódica se hacen notar desde el primer instante, siendo así que el desarrollo temático hila con impoluta fluidez las variantes que van a ir surgiendo a lo largo del camino. Alrededor de la frontera del quinto minuto y medio, el ensamble eleva la intensidad expresiva con la elaboración de un puente extrovertido tras haber explorado fehacientemente los terrenos de lo contemplativo. De esta manera, se arma un motif fulguroso que solamente es interrumpido con el armado de un majestuoso tajo tentativo donde se exhibe la perfecta armonización entre la guitarra y el teclado. Este tajo volverá poco después como un puente para la retoma del primer motif para el epílogo. Toco concluye con I’ll Let You In, una balada bastante emotiva que nos recuerda a la que cerró ese emblemático álbum de 1975 “Recycled” (nos referimos a It’s All Over), pero con una espiritualidad más optimista, lo cual la acerca a esa otra balada que cerró “The Other Side”. Se puede decir que la secuencia de las tres últimas canciones de este álbum encapsulan sólidamente la esencia histórica de NEKTAR en su fase 1972-75; para redondear la idea, ésta es la cualidad principal de los dos discos que hemos reseñado conjuntamente en este espacio.

  

En nuestro balance final, “Mission To Mars” resulta un disco menos ambicioso que “The Other Side”, pero funciona muy bien como una continuación del esquema de trabajo gestado en ese año 2020. De hecho, “Mission To Mars” es la declaración de la permanente necesidad que tiene la entidad de NEKTAR de persistir en la vigencia, lo cual le permite reforzar su rol de leyenda perpetua del rock progresivo británico de todos los tiempos. De hecho, la publicación de “Mission To Mars” signa el inicio de una trilogía conceptual.* Con una mirada al otro lado de la vida y un nuevo proyecto de viajar mentalmente hacia otros mundos en la nave atemporal del rock progresivo, NEKTAR da convincentes signos de vida para presumir de que todavía tiene bastante que ofrecer al tiempo presente de la música. Dedicamos esta doble reseña a las memorias de Roye Albrighton y Ron Howden, quienes partieron al más allá en julio de 2016 y en setiembre de 2023, respectivamente. 


Muestras de “The Other Side”.-

Muestras de “Mission To Mars”.-



Thursday, May 15, 2025

UT GRET... Más tarde y más temprano

 
 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy tenemos noticias muy especiales desde los cuarteles de la genial banda estadounidense de música avant-progresiva UT GRET. Estas noticias repercuten necesariamente en nuestra apreciación de algo viejo dentro de la trayectoria del susodicho ensamble, pues lo que hoy nos brinda UT GRET a la escena musical del año 2025 es la reedición aumentada de su tercer disco, originalmente publicado en 2010 y titulado “Later Than You Think”. La cosa es que esta reedición incluye un segundo volumen con piezas que fueron grabadas en la misma época del disco antes mencionado, pero que recién ahora salen a la luz: este volumen recuperado tiene el título autónomo de “Better Late Than Never”. Así pues, el “nuevo” disco de UT GRET es un rescate arqueológico titulado “Later Than You Think / Better Late Than Never”. La alineación de aquel disco de estudio que mencionamos en primer lugar constaba de Gregory Acker [flautas, saxofón soprano y percusión], Jackie Royce [fagot, contrafagot, flauta, arpa y percusión], Joee Conroy [guitarra, bajo, sitar, bouzouki y percusión], Steve Roberts [teclados, trompetas y percusión], Steve Good [clarinetes y percusión] y Mark Englert [percusión y diversos instrumentos artesanales]. En cuanto a las piezas recogidas en el volumen “Later Than You Think”, los únicos músicos recurrentes son Joee Conroy [guitarra y bajo], Steve Good [clarinetes] y Stepehen Roberts [teclados y trompeta]. Los demás músicos aparecen de vez en cuando y son Greg Acker [saxofón soprano y flauta], Jackie Royce [fagot], Gary Pahler [batería], James Vaughn [cello], Bob Douglas [batería] y Denny Whalen [batería y recursos electrónicos]. Este segundo volumen recoge algunas sesiones improvisadas en el estudio de ensayos durante el año 2009, así como unas piezas en vivo ejecutadas en el Birmigham Improv Festival de 2010, además de una improvisación de estudio que tuvo lugar en setiembre del año 2023, en el contexto de las sesiones de grabación para un próximo álbum de estudio de UT GRET. Esto último es una indicación de que el ítem que hoy reseñamos es algo más que una recopilación, pues es también un símbolo del nexo entre el ayer y el hoy del ensamble. En cuanto a la bella y elocuente portada de esta edición especial, es de la autoría del músico y artista plástico kazajo Vyacheslav Potapov (quien también ha hecho portadas para COMPASSIONIZER y otros). En cuanto a los datos técnicos de la grabación original, ésta tuvo lugar el 9 de junio de 2010 en una residencia privada de The Highlands de Louisville, Kentucky. El proceso de masterización estuvo a cargo de Howie Gano. 
 

Comenzamos con el repertorio de lo que era ese tercer álbum “Later Than You Think”. La pieza homónima ocupa el monumental espacio de casi 25 minutos y su pasaje prologar consiste en una larga instanciación tentativa donde los vientos, las cuerdas y las percusiones se disponen a tomar pasos seguros rumbo hacia un futuro encuentro. Una ambientación etérea va tomando forma de a pocos mientras el paisaje general se deja inundar por tonalidades ingrávidas. Cerca de la frontera del sexto minuto, todo vuelve a diluirse por un rato para que el ensamble intente un nuevo encuentro específico, esta vez con una mayor dosis de exuberancia, asumiendo ésta puntuales ornamentos exóticos que, de muchas maneras, brinda una gracilidad extra a las interacciones de los músicos. Cuando la flauta asume el rol protagónico con la complicidad del fagot, el colorido se torna más ágil, incluso primaveral, pero no tardan mucho las cosas en deconstruirse una vez más, pero pronto se sucederán dos motivos minimalistas, uno dirigido por el piano y otro por el bouzouki, para que los demás instrumentos instalen sus respectivos visos para enrumbar nuevas proyecciones abstractas. Los recursos de densidad que emergen poderosamente a partir de la frontera del decimonoveno minuto asumen una intensidad dadaísta desafiante. El brío confluyente de las maderas, los bronces y las percusiones dibujan un paisaje de caos tan travieso como amenazante, aunque también hay espacios donde se delinean algunos patrones rítmicos reconocibles. Finalmente, todo aterriza en una calma oscura semejante a la del inicio. ‘Think You Later Than’ es también un extenso viaje que demuestra el talento de las personas involucradas para la aventura del sonido en clave posmoderna. El groove inicial siendo tan complejo como es, exhibe un talante luminosamente celebratorio... sin que por ello deje de ser perturbador de alguna manera. Tras el festival surrealista que ocupa un buen rato, las percusiones deciden parar y volverse más dispersas, lo cual obliga a la ingeniería sónica a rehacerse dentro de una neblina descoyuntada que, en sus sutiles agitaciones, busca un nuevo punto de partida para una próxima comunión; mientras tanto, cada instrumento se aferra a su misión de hacer acto de presencia con la esperanza de una nueva apoteosis expresiva. A poco de pasada la frontera del decimotercer minuto, unas hermosas florituras de flauta entran a tallar para anunciar un indefinido amanecer, siendo así que se gesta un gradual fulgor para una nueva exploración posmoderna merced a las intervenciones adicionales del piano y otras maderas, además de algunos apuntalamientos percusivos. La creciente soltura no se completa con un armazón convencionalmente estructurado, pero queda claro que las últimas notas son de una mañana plena.

‘Later Think You Thank’ es la pieza más maratónica de todas al ocupar un espacio de media hora y casi tres cuartos de minuto. En líneas generales, su misión consiste en sintetizar el fulgor pintorescamente osado del segundo tema y la desestructuración combativa del primero. Al igual que lo que sucedió con ‘Think You Later Than’, la primera instancia se asienta sobre un groove bien definido, e incluso se puede decir que hay una mayor dosis de majestuosidad gracias a la presencia del piano. Cuando el ensamble llega a un clímax relativamente bien focalizado, surge un desafío mutuo que descuadra todo para que se arme un momento totalmente distinto de exaltación, una que es bastante inquieta hasta el punto de llevar a una explosión neurótica, la misma que, a su vez, lleva a una implosión que hace que los potenciales sonidos de cada instrumento actuante se queden como piedras y retazos de algunas ruinas antiguas. Este momento de devastación no deja estragos muy duraderos, pero obliga a los músicos a afrontar otro momento de tanteos arrojados a una incertidumbre de señales consistentes. El piano y después la flauta se hacen cargo de iniciar el sendero hacia el futuro nuevo aquelarre, siendo así que este tanteo asume involuntariamente un aura majestuosa: el episodio entre los minutos 13 y 15 pone en evidencia que el rumbo está tomado con claridad de ideas. Una extraña calma pastoral arropa al siguiente momento de aventuras deconstructivas y emergencias surrealistas con los que juegan los instrumentistas, un momento del cual emerge una cadencia monótona sobre la cual se desarrolla un nuevo paisaje integral. El nuevo ejercicio de vitalismo se proyecta hacia un vuelo que termina difuminándose en el éter cósmico de una manera sorprendentemente amable, siendo así que los efluvios de las maderas y los ornamentos percusivos se orientan hacia una transparente introspección. Pero todavía queda un nuevo despertar, un nuevo auge de efluvios expresionistas sobre un trasfondo surrealista, y es justamente por este medio que se arma la sección epilogar. A diferencia de las alusiones matutinas con las que terminó el tema #2, aquí parecen manifestarse las últimas luces del atardecer en una actitud de apertura hacia la pronta magia de la noche. ‘Crater Ban Blue Ink’ concluye el testimonio de ese disco de 2010 con una exhibición de avant-prog destilada a través de una equilibrada fusión entre los paradigmas del SUN RA de 1972-76 y los UNIVERS ZERO de los dos primeros álbumes. Situándose lejos de las aureolas permanentes de tensión y la incertidumbre que impregnaron a los tres ítems precedentes, esta vez todo se sitúa dentro de un solaz noctámbulo. La calma de la noche cubre el misterio tranquilo del reposo contemplativo.
 

Veamos ahora el contenido del volumen adicional “Better Late Than Never”. ‘Still Life’ inicia las cosas con un talante bastante sobrio que se apoya principalmente en las reposadas cadencias del piano, las cuales abren espacios para la expansión de gráciles coloridos que emergen por obra y gracia de los vientos. La estrategia impresionista que se va develando se orienta por unos delicados juegos de disonancias que, oponiéndose a lo chocante, más bien emana un aura elevada, casi mística. ‘The Expansive Void’ es el tema más extenso de este volumen al dura poco más de 15 ½ minutos. El enfoque expresivo de su sección inicial es opulento y, en muchos sentidos, afín a los aspectos más intensos de algunos núcleos posmodernamente expansivos que hemos apreciado en el volumen anterior. Es una garra que nos remite a UNIVERS ZERO y a los ART ZOYD pre-1982. En una segunda instancia, el piano se empodera de la trama solista para proponer una tensión más misteriosa. Una vez que se reintegra el ensamble. la confluencia de esferas sónicas reduce un poco la furia inicial para apuntalar más finamente los recursos de caos racionalizado que se quiere volver a explorar. Todo aterriza momentáneamente en un jam de free jazz al estilo de SUN RA antes de que un saxofón testimonie sus propios fantasmas neuróticos bajo un manto de denso silencio. Aunque cierta compañía surge de a pocos, todo se queda en una serie de emanaciones agónicas. Un interesante final para este ejercicio de improvisación creativa en tiempo real. ‘St. Andrew Runs The Voodoo Down’ asume una prestancia más serena, siendo ésta abordada con un refinado sentido de la majestuosidad. Podemos notar aquí una confluencia entre el paradigma de los WEATHER REPORT de los tres primeros discos y eso que se suele denominar Canterbury (principalmente, NUCLEUS y los SOFT MACHINE de 1971-73). ‘Ship Of Theseus’ e ‘Inevitable Illusions’ siguen adelante con la exploración sesuda en las praderas y bosques de sofisticación avant-jazz-progresiva. El primero de ellos se orienta por un sendero deconstructivo de talante desafiante. No llega a ser una pieza realmente agresiva, pero sí es crucial que la batería use un swing más ágil durante la instauración del cuerpo central, una vez pasados unos largos minutos de devaneos tentativos entre los instrumentos actuantes. 


En cuanto a ‘Inevitable Illusions’ sigue una vía expresiva relativamente afín a la de St. Andrew Runs The Voodoo Down’, pero esta vez con un espesor más aguerrido que se sustenta en los aportes de los vientos. Las elegantemente sutiles líneas de bajo operan como una eficaz contraparte para el mesuradamente ocupado swing creado por la batería. Poco antes de llegar a la frontera del séptimo minuto, el piano eléctrico apunta hacia una efusión más pronunciada del groove predominante mientras el ensamble se detiene en un espacio de expectativas sueltas hasta que, finalmente, los cabos se atan en un jam razonablemente ágil definido por el paradigma tradicional del jazz-fusion con unos matices añadidos de vanguardia. ‘Aporia’ concluye las cosas con un despliegue de lirismo arcano y casi ensoñador dentro de un aventurero encuadre de free jazz. En fin, tenemos aquí no una restauración, sino una reinstalación de una maravilla avant-progresiva por partida doble. Y no sólo eso, “Later Than You Think / Better Late Than Never” es también un recordatorio actualizado de la gallardía atemporal que caracteriza a la voz musical de UT GRET. ¡¡Muy recomendable!!
 
 
Muestras de “Later Than You Think / Better Late Than Never”.-
Think You Later Than: https://utgret1.bandcamp.com/track/think-you-later-than
Later Think You Thank: https://utgret1.bandcamp.com/track/later-thin-you-thank
St. Andrew Runs The Voodoo Down: https://utgret1.bandcamp.com/track/st-andrew-runs-the-voodoo-down
Ship Of Theseus: https://utgret1.bandcamp.com/track/ship-of-theseus