Friday, November 29, 2019

El sortilegio procedente del nuevo encantamiento progresivo de HERD OF INSTINCT



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Es un enorme placer para nosotros traer a colación el nuevo disco del colectivo progresivo estadounidense HERD OF INSTINCT, el cual se titula “Incantation” y salió al mercado en el último día del pasado mes de octubre… Sí, sí, en el mismo Día de la Víspera de Todos Los Santos. Se trata del quinto trabajo creado y producido por este colectivo actualmente conformado por el cuarteto de Mark Cook [Warr guitar, bajo sin trastes, guitarra, teclados y arreglos de cuerdas], Bill Bachman [batería y percusión], Mike McGary [piano y sintetizador] y Rick Read [Chapman Stick, bajo y teclados]. A lo largo del catálogo de diez temas que aparecen en este nuevo álbum hace acto de presencia una serie de invitados de lujo ocasionales: Elaine Di Falco (canto y letras), Colin Edwin (bajo sin traste y guitarra e-bow), Gayle Ellett (mellotrón, piano eléctrico Fender Rhodes, sintetizador Moog, órgano Hammond, armonio, guitarra y tambura), Adam Holzman (piano eléctrico Fender Rhodes, sintetizador Moog, mellotrón y órgano Hammond), Stephen Page (violín), Craig Shropshire (percusión básica y gong) y Dave Streett (Warr guitar). Como vemos, una horda de luminarias pertenecientes a THINKING PLAGUE, DJAM KARET, PORCUPINE TREE, O.R.K., la banda de apoyo de STEVEN WILSON, etc. Parece mentira que hayan pasado 12 años desde que HERD OF INSTINCT se fundó en la ciudad texana de Arlington, y parece muy lejano ese año 2011 en el que el grupo hizo su debut fonográfico con su disco homónimo. Solo queda Mark Cook del trío original de esos tiempos, y en algunos discos precedentes al que ahora nos ocupa había un integrante de los mismos DJAM KARET que también operaba como miembro oficial de este grupo. Desde la temporada del tercer álbum “Conjure” (2016), McGary forma parte del personal constante de HERD OF INSTINCT, y es en ese mismo disco que Bachman tocaba en algunos temas, proyectándose como reemplazante de Ross Young. “Incantation” es un disco muy valioso en sí mismo puesto que instaura un patrón sonoro renovado y más ecléctico que nunca para la banda. Veamos los detalles del repertorio contenido en él. 

Los primeros 5 ¾ minutos del álbum están ocupados por ‘Sun Gun’, una pieza que tras un breve preludio tentativo instaura un dinamismo aguerrido y exquisito sobre un compás tan grácil como complejo. El medio tiempo del compás permite al Stick lucir fluidamente sus envolventes bases armónicas mientras que la guitarra, en los momentos de sus solos, puede emplear texturas muy interesantes a sus fraseos. Aquí hay aires de familia simultáneos con los paradigmas de GORDIAN KNOT y de STICK MEN, no hay duda. ‘Incantation One’ sigue a continuación para irrumpir en otro terreno totalmente distinto, uno donde se fusionan los mundos del avant-prog, el jazz-rock y el post-rock. La primera mitad de esta pieza juega con una cruza de los dos primeros antes mentados, mientras que la segunda se enfila más ciertamente hacia el tercer elemento, y lo hace con una dosis tal de estilización que acerca a la banda al modelo de unos GRAILS. Antes de llegar a esta instancia de atmósferas reflexivas y sobrias el bloque instrumental se había perfilado a lo largo de un despliegue de climas y motivos llenos de nerviosa musculatura. El canto de Di Falco, con su talante ritualístico, añadía una magia especial al asunto mientras la banda iba reforzando de manera paulatina el vigor expresivo exigido para la situación. La dupla de ‘Coin Locker Babies’ y ‘Prey 4 Winter’ nos muestra al cuarteto expandiendo su paleta sonora con un perfecto equilibrio de vitalidad, elegancia y colorido. El primero de estos temas elabora un ejercicio de psicodelia progresiva donde sus predominantemente mesuradas cadencias están bien sazonadas por elementos jazz-rockeros. Cuando el asunto se pone un poco más fuerte, el ensamble explora recursos de densidad que hacen que la sección epilogar transite hacia una atmósfera razonablemente intensa. Por su parte, ‘Prey 4 Winter’ despliega la primera manifestación abierta de extroversión musical, haciendo patente una actitud celebratoria mientras se regodea en el carácter llamativo de su desarrollo temático y la sofisticada arquitectura rítmica desde la que se articula su swing. Más adelante emerge una sección intermedia donde el fulgor sonoro vigente se siente más constreñido, pero la sección epilogar nos trae de vuelta al entusiasta motif central con un extra de arreglos etéreos de teclado. Sin duda alguna, esta pieza nos parece un momento culminante y muy vital dentro del repertorio.

‘Myth And Ritual’ regresa a la lógica de lo ritualístico y lo hace con un enfoque cósmico; alternando sus propios momentos de protagonismo, los cánticos cósmicos y las flotantes orquestaciones de sintetizadores. La segunda mitad del repertorio se abre con ‘Abaddon’, una pieza que guarda varios aires de familia con la pieza que abrió el álbum tanto por el ensamblaje del músculo rockero dentro de un medio tiempo como por la oportuna adición de grooves jazz-rockeros al vigoroso armazón sonoro. Volviendo a las confluencias estilísticas con GORDIAN KNOT, también se notan coincidencias con los ambientes progresivos de DJAM KARET (fase 97-03). Cuando llega el turno de ‘Pavement Grey’, el grupo y sus compañeros de turno nos tienen preparado otro cénit irresistible del álbum. Siendo una pieza patentemente ambiciosa en cuanto a la versatilidad que se concreta a través de su desarrollo temático, su mezcla de sinfonismo, introspecciones de tenor Floydiano y jazz-prog ostenta un señorío sereno cuya opulencia se queda a medio mostrar. Está allí, latente y saliendo al frente en muy pocos momentos medidos, sosteniendo a la integridad del bloque instrumental mientras éste da prioridad a las facetas más cristalinas de los motifs en curso. ‘Temples’ ahonda en el factor jazz-progresivo con un índice sonoro que coquetea parcialmente con el post-rock, todo ello mientras hace un moderado uso de recursos cibernéticos para reforzar el predominio de lo atmosférico. Con la combinación de percusiones programadas y reales, el cuerpo central evoluciona hacia una afinidad muy cercana con lo que los DJAM KARET han hecho en sus dos últimos discos. es un tema muy encantador que muy bien pudo durar un poco más para que se explotase mejor su gancho, pero llega el momento en que la dupla de ‘Incantation Two’ y ‘Torture Garden’ se encargue de cerrar el disco. Más exactamente, esta dupla ocupa los últimos 9 minutos del repertorio. ‘Incantation Two’ reforma el formato de ‘Incantation One’ para reorientarlo hacia algo mucho más volátil, haciendo que lo etéreo asuma un aura más mística a través de la adición de nuevos elementos electrónicos y la implantación de un donaire más majestuoso. Tras la emisión de un golpe de autoridad bajo la coordinación de la guitarra y un tambor, se abre camino hacia un epílogo en clave de post-rock electrónico. El cántico femenino se encarga de gestar un elemento evocador para la ocasión.

‘Torture Garden’ cierra el disco haciéndose eco del dinamismo especial que emanan de los recursos electrónicos empleados en algunas piezas anteriores. Los climas ensoñadores de los teclados y las muy parcas armonías de la guitarra en el inicio se sujetan al groove mecánico e hipnótico trazado por las percusiones computarizadas y electrónicas, algo así como una reformulación del estándar de TANGERINE DREAM de inicios de los 80s bajo el modelo post-rockero. A pesar del título de la pieza, no es tanto el dolor o la amenaza lo que se destila en su atmósfera central, sino una aureola de misterio sutilmente ominoso. A lo largo del camino, las orquestaciones sintetizadas se van haciendo más fastuosas mientras el armazón percusivo se va desvaneciendo poco a poco. Un gran final para un gran disco, uno de los mejores del año, según nuestro humilde parecer. “Incantation” es un disco ganador que da abiertas muestras de cómo se puede seguir haciendo música progresiva sana e ingeniosamente ecléctica en este nuevo milenio con un foco renovador; hasta nos atrevemos a añadir que se trata de su mejor trabajo hasta la fecha. Las diversas dosis de vitalismo y color que hallamos a lo largo de la serie de 10 temas que ocupan este disco lo convierten en uno de los triunfos artísticos más notables de HERD OF INSTINCT, un colectivo que hasta ahora no ha dada un solo paso en falso. Muchas gracias a este grupo y a su scolaboradores por brindarnos este nuevo material que recomendamos al 200%. 


Muestras de “Incantation”.-

Thursday, November 28, 2019

Un día progresivamente grandioso con FRUTERÍA TOÑI



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Llega un poco tarde (muy tarde, para ser totalmente sinceros) pero aquí está: nuestra reseña sobre el segundo disco de la estupenda banda progresiva andaluza FRUTERÍA TOÑI, una de las más coloridas y versátiles que han emergido del jardín de la vanguardia musical española en los últimos años. Nos estamos refiriendo a “Tengo Mis Días Buenos”, disco publicado en marzo del 2017. La serie de ocho piezas que completan el repertorio del susodicho disco fue editada, mezclada y masterizada por Manolo Toro en Puerto Records de la bella ciudad de Málaga, entre el 8 de junio y el 8 de octubre del año anterior a la edición del disco mismo. La alineación de Salva Marina [voz, piano, teclados, guitarra y coros], Curro García [bajo, guitarra y coro], Jesús Sánchez [clarinete y saxo tenor], Víctor Rodríguez [violín] y Jeimi Montes [batería] se luce a lo grande mientras el repertorio de este disco se va exhibiendo ante nuestros oídos e impregnándose en nuestras mentes. El quinteto cuenta con un arsenal solventemente colorido pero todavía se da el lujo de contar con colaboradores tales como Manolo Toro y Eva Montiel en las percusiones y los coros (el primero de ellos también se hizo cargo de la producción, la masterización y la mezcla); Carlos Moratalla, al canto; Miguel Olmedo, a la guitarra; Ramón Aranda, también a la guitarra, y; Nick Harcourt-Smith, al oboe.


El disco comienza con la canción que justamente le da título: ‘Tengo Mis Días Buenos’. El sonido de un violín que desarrolla el motivo inicial mientras unos pasos de acercan a una puerta cuya apertura nos muestra el escenario instrumental completo nos brinda una efectiva visión sónica de que nos estamos aproximando a algo grandioso que está en ciernes. El ensamble en pleno entra a tallar bastante pronto y lo hace instaurando una efectiva confluencia de CRACK, ARTI + MESTIERI y PREMIATA FORNERIA MARCONI. El carácter ronco del cantante le da al asunto un matiz agresivo bastante peculiar. El intermedio está bien metido en un esquema de trabajo jazz-progresivo que abre espacios para fabulosos solos sucesivos de piano y saxofón, siendo este último acompañado por ornamentos cósmicos al sintetizador. El pasaje final se centra en un retorno al lirismo sistemático que había marcado a la primera sección, añadiendo dosis de sofisticación en el groove de base. Tras este gran inicio del álbum sigue ‘La Tostá’, pieza diseñada para explayarse inicialmente en un discurso fusionesco de moderados ribetes reggae, para luego derivar hacia una atmósfera sinfónica de espiritualidad sobiramente sofisticada. Este último recurso comienza con un temperamento flotante (un poco a lo CAMEL), para luego derivar hacia una disposición más enérgica, siendo así que el terreno se prepara para asentar el retorno de la sección inicial. ‘Hablar Con Las Estatuas’ se caracteriza por establecer un swing y una atmósfera jazzeras dentro de un ambiente crepuscular, algo muy idóneo para resaltar las connotaciones introspectivas de la letra. La claridad melódica marcada por el piano y los acicalamientos provistos por el violín, el saxofón y el mellotrón durante el progreso del centro temático de la pieza brindan un preciosismo cautivador al asunto. Notamos aquí una bien articulada encrucijada entre el HERBIE HANCOCK de los 60s y la faceta introspectiva de la tradición Canterburyana. ‘La Órbita De Venus’ recoge algo del legado sonoro de la canción precedente sin ajustarse necesariamente a su aureola introspectiva: más bien, el lirismo reinante se empapa de cinismo, algo muy útil a la hora de inspirarse para desarrollar un foco temático de tenor extrovertido. Sobre todo, hay que resaltar el realce sustantivo de los coloridos potenciales que emanan de las cuerdas y de los vientos, así como la soltura más palmaria de parte de la eficaz dupla rítmica. ‘Mas De Black’ nos toma de sorpresa con su vigor cañero bien dispuesto sobre un compás inusual. Los filudos riffs de la guitarra y la vitalidad exhibida por el saxofón se hallan bien encuadradas dentro del robusto swing sostenido por la batería, y, de hecho, ésta hace notar su presencia con una inspirada mezcla de agilidad y fuerza carácter. Esto suena como una pieza perdida de los HATFIELD AND THE NORTH que fue descubierta y remodelada por los GENTLE GIANT de la fase 73-74, añadiéndose algunos estándares sinfónicos propios de las facetas más agresivas de unos YES. Un enorme cénit del disco junto a las dos primeras canciones... hasta ahora, que todavía queda bastante.


Cuando llega el turno de ‘El Monstruo De La Pantalla Final’, el ensamble aprovecha la explosión de sublime jolgorio establecido por la canción anterior para crear un nuevo ejercicio de sofisticación extrovertida. A pesar de lo que nos pueda hacer sospechar el humorístico arreglo de sintetizador que dirige la breve sección prologar (muy a lo ZAPPA de los 80s), el nivel de júbilo musical está más controlado. El factor Centerburyano sigue siendo muy importante en la inspiración para el esquema melódico y los integrales arreglos instrumentales en torno al mismo; este tema es primo hermano del segundo del disco. La pieza más breve del disco dura poco más de 2 ¼ minutos y porta el peculiar título de ‘Maullidos De Gigante’: se trata de un ejercicio de jazz de salón en clave melancólica, con un clarinete que en sus esporádicas intervenciones llena magníficamente los espacios melódicos solamente aludidos por el sobrio piano que acompaña al canto de Salva. Engarzado con este tema viene el más extenso del disco, el cual también le da cierre: su nombre es ‘FTV-1 Elevado A Ñ’ y dura poco menos de 16 minutos. Muchos de los recursos y atmósferas más exquisitos que se han establecido en el repertorio presente regresan aquí dentro de una síntesis compositiva llena de refinada sofisticación y pletórica movilidad. De hecho, su primera sección establece e instala un despliegue de vivaz colorido que contrasta abiertamente con el talante intimista de ‘Maullidos De Gigante’, que según vemos ahora, operaba como una especie de preludio a ‘FTV-1 Elevado A Ñ’. La movilidad inicial se reviste consecuentemente de matices cósmicos y otros más aguerridos, siendo así que a poco de pasada la frontera del cuarto minuto, el grupo le da un aire más ceremonioso al asunto. Ya es el momento para explorar ambientes y andamiajes más densos y traviesos, coqueteando abiertamente con el chamber-rock pero sin dejar de residir en el territorio vivaracho y distinguido del jazz-prog. Más adelante, con la inclusión de algunos aires fusionescos de inspiración mediterránea y arábiga, la trama musical va expandiendo solventemente su esencial señorío. En algún momento, a poco de pasado el ecuador de esta pieza, gozamos del mejor solo de violín de todo el disco, y el solo de saxo que le sigue también es rutilante. Cuando todo se detiene para que se abra paso a la sección final, el sereno dueto de voz y piano inicia el armazón global para lo que habrá de ser un ejercicio de solemne prestancia en clave sinfónica. El muy mesurado manejo de la suntuosidad melódica en curso tiene como epílogo humorístico un anuncio con voz femenina. ¡Qué manera tan fabulosa de concluir un disco tan hermoso como éste!



Todo esto es lo que se nos brindó en “Tengo Mis Días Buenos” desde el excelso cuartel de fina artesanía progresiva de los FRUTERÍA TOÑI. Y cómo no, a fin de cuentas, tendremos más días buenos con este ensamble pues en estos momentos, el grupo está gestionando la posproducción del que será su tercer disco de estudio “El Porvenir Está En Las Huevas”. Eso será motivo de otro viaje melómano en el futuro próximo; solo nos queda concluir que su segundo disco es un gran pretexto para descubrir a esta banda (para quienes aun no lo hayan hecho) y también para mantener un aire de mucho optimismo para el hoy el mañana del prog español. Muchas bendiciones e infinitos agradecimientos a los FRUTERÍA TOÑI por poner a nuestro alcance este hermoso disco para alegrar nuestros mejores días.


Muestras de “Tengo Mis Días Buenos”.-

Tuesday, November 26, 2019

RUSH: de regreso a la villa de los hemisferios


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

En esta ocasión tenemos el gozoso momento para regresar a la villa de los hemisferios rockeros que el legendario trío canadiense RUSH visitó durante la concepción, grabación y producción de su sexto trabajo de estudio. Esa villa sonora se titula “Hemispheres” y es para muchos conocedores y fans de este portentoso trío canadiense su obra cumbre. Los sellos Anthem y Mercury publicaron a mediados de noviembre del año 2018 una edición deluxe de “Hemispheres” en formatos de doble CD y también en vinilo, además de una edición en caja Super Deluxe con doble CD, doble LP y Blu-ray. En cuanto a la salida al mercado del disco original, ésta tuvo lugar en el día 31 de octubre de 1978 tras haber pasado por laboriosas sesiones de grabación repartidas entre los Rockfield Studios (Monmouthshire, Gales del Sur) y los Advision Studios (Londres), en los anteriores meses de junio y julio. Justamente en el primero de estos estudios tuvo lugar la grabación del también glorioso “A Farewell To Kings”, el disco antecesor, lo cual era un indicio de que los Sres. Alex Lifeson [guitarras eléctricas y acústicas de 6 y 12 cuerdas, guitarra clásica, guitarra-sintetizador Roland, pedales Moog Taurus], Geddy Lee [bajos, voz, pedales Moog Taurus, sintetizadores Mini-Moog y Oberheim Polyphonic] y Neil Peart [batería, tímpanos, gong, glockenspiel, bloques de madera, carillones, arbolillo de campanas, cascabeles, crótalos] se sentían muy cómodos dentro de este nuevo ambiente a la hora de hacer discos. Bueno, ésa era la idea y en buena medida se cumplió, pero la grabación de este sexto trabajo de estudio de RUSH tuvo algunos problemas en sus instancias iniciales debido a que, a pesar del ímpetu creativo y el esplendor emocional que el éxito de “A Farewell To Kings” estimulaba en los corazones e intelectos de estos héroes del rock canadiense, resulta que el trío se encontraba sin ideas nuevas específicas para el nuevo álbum cuando llegó la hora de empezar a grabar el nuevo material. Incluso en el caso del instrumental ‘La Villa Strangiato’, destinado a ser uno de los ítems más emblemáticos no solo de la segunda tetralogía del grupo sino de toda su historia, los recuerdos de Lee y Lifeson difieren. El primero dijo en una entrevista del año 2015 que el trío había trabajado en dicha pieza que dura más de 9 minutos durante las pruebas de sonido y ensayos a través de la gira del “A Farewell To Kings”, mientras que Lee, en otra entrevista de un par de años después, señala que no fue tan así, que tan solo habían tocado algunos jams ocasionales pero que no tenían todavía un motif o un núcleo musical bien definido. 



Bueno, dadas estas circunstancias, el trío decidió alquilar una casa campestre durante tres semanas, una casa que quedaba a tan solo tres millas de los Rockfield Studios, y aunque se avanzó bastante en la creatividad, para el momento en que llegó el primer día de grabación en los estudios, la suite homónima todavía no estaba debidamente completa... y en especial se debía a la letra de Peart. Resulta que ‘Cygnux X-1, Book I’, la canción que concluía el repertorio del álbum precedente “A Farewell To Kings”, prometía que la historia habría de continuar. Lee y Lifeson sabían que al menos un tema del nuevo disco iba a tener una estructura épica al estilo de la suite de “2112” y su antecesor “Caress Of Steel”, e incluso que tendrían que explorar ambientes y sonidos más oscuros y aguerridos que en los discos precedentes. Esto último supuso una idea motivadora para ambos compositores, aunque Lee acota que ya empezaba a hartarse un poco de las composiciones de larguísimo aliento. Por su parte, Peart estaba enfocado en su relectura del libro de Adam Smith Los Poderes de la Mente (Powers Of Mind) y, a partir de su visión holística de la vida interior del ser humano, desarrolló una narrativa sobre los conflictos entre los sentimientos y los conceptos racionales. La cuarta sección de la suite, ‘Armageddon’, es el centro medular de la narrativa. La banda siguió evolucionando en el impacto de la música orquestal dentro de su armazón rockero que ya se había impulsado desde el disco precedente; más percusiones para Peart, un nuevo sintetizador para Lee aparte de su Mini-Moog, y algunas texturas de guitarra-sintetizador para Lifeson. Lee se sintió inspirado para adquirir el Oberheim tras ver una versión del mismo usado por el teclista de la banda de BOB SEGER. La utilización del Oberheim en el estudio exigió una pesada labor extra de parte del operador técnico Tony Geranios, quien se encargó de conectarlo a unos pedales a fin de que Lee pudiese sacar mayor provecho del teclado.


Ocupando un espacio de poco más de 18 minutos, la suite ‘Hemispheres’ completaba toda la primera mitad del álbum. Su título oficial es en realidad ‘Cygnus X-1, Book II: Hemispheres’, pues se trata, como dijimos antes, de una continuación de ‘Cygnux X-1, Book I’. Allí donde Cygnus X-1 era un agujero negro que destruía a la nave espacial Rocinante con su tripulación, ahora se convierte en el nombre de la divinidad olímpica cuya misión consiste en dirigir y gestionar el equilibrio entre Apolo y Dioniso, los Dioses de la Razón y del Amor, cada vez que ellos entren en conflicto. La noción subyacente a esta extrapolación literaria es que en el Dios Cygnus cohabitan la energía de la estrella negra y los espíritus de los tripulantes muertos que, de alguna manera, renacieron en el más allá. Ella queda explícitamente establecida en la última estrofa de la cuarta sección de la suite: “Some who did not fight brought tales of old to light. / My Rocinante sailed by night on her final flight. / To the heart of Cygnus’ fearsome forcé we set our course. / Spiralled through that timeless space to this immortal place.” Este viraje de lo cósmico a lo teogónico es explicado por Peart en términos de simbología religiosa referida a las dimensiones psicológica y social de los seres humanos. En sus propias palabras, “el equilibrio entre el intelecto y la pasión debe elaborarse en el interior de los individuos para que sus repercusiones constructivas se sientan”. Así las cosas, el ideario de ‘Hemispheres’ comienza con ‘Prologue’, sección casi totalmente instrumental cuya función principal es la de anticipar varios motivos a ser desarrollados en las cuatro siguientes secciones: ello le da un ímpetu orquestal al asunto. De hecho, las variadas esquematizaciones rítmicas y las versátiles focalizaciones melódicas obligan a esta síntesis prologar a encapsular su garra dentro de un vitalismo ostentoso. Las secciones ‘Apollo (Bringer Of Wisdom)’ y ‘Dyonisus (Bringer Of War)’ son simétricas en sus estructuras temáticas, las cuales ostentan una garra bastante sofisticada sobre bases rítmicas complejas y variadas, además de tener sus respectivas incursiones breves en climas suaves en medio de la imperante robustez rockera. El poderoso solo de guitarra de ‘Apollo’ sirve para armar el cierre de la sección con miras al arribo de ‘Dyonisus’ y, de paso, para darle un fulgor renovador a la arquitectura musical del momento. También hay una simetría narrativa en las letras pues las mudanzas sirven para exhibir y celebrar las bondades propias de la potestad de cada una de las divinidades antagonistas (la luz y la lucidez intelectual de uno, la pasión y el incansable ansia de libertad de otro), mientras que los estribillos señalan los pérfidos inconvenientes de ser regido por solo uno de ellos. Los seguidores de Apolo sienten sus vidas vacías y estériles dentro de sus arquitectónicas ciudades, mientras que los seguidores de Dioniso, cansados de tanto festejo embriagado, terminan perdidos e indefensos en la intemperie. Si bien la letra de la suite le tomó varios días a Peart, se sintió cómodo asumiendo el reto de realizar una narración simbólica en términos cósmicos de la dualidad humana mente-corazón, mientras que la letra de ‘The Trees’ le vino en un arranque de inspiración de unos minutos tras ver una caricatura animada de árboles que se comportaban como tontos: ¿Y si los árboles se comportaran como la gente? La pregunta se respondió así: con ganas de pelear y con inclinaciones conformistas... y así nació la letra.



Ya en el desarrollo y asentamiento de la cuarta sección, ‘Armageddon (The Battle Of Heart And Mind)’, el grupo elabora un groove un poco más tenso, sin dejar de expandir la arquitectura melódica que se impulsa a lo largo y ancho de la suite. La letra expone el caos, tanto colectivo como introspectivo, que causa tanto el hecho de que se divorcien la razón y la pasión como el hecho de que ambas instancias se conviertan en banderas ideológicas en un contexto de beligerante conflicto (“Some fought themselves, some fought each other. / Most just followed one another. / Lost and aimless like their brothers, / For their hearts were so unclear, / And the truth could not appear. / Their spirits were divided into blinded Hemispheres.”). La penúltima sección ha de resolver el desarrollo musical de la suite, así como plantear en su letra la victoria del equilibrio por encima del interés del triunfo de una de las dos escuadras combatientes, las cuales solo tienen la alternativa de hermanarse a través de sus mutuas diferencias bien establecidas. ‘Cygnus (Bringer Of Balance)’ es anticipada por los cuatro acordes de guitarra que habían servido de mantra en el fade-out de la suite que cerraba el disco precedente, abriendo paso a flotantes y minimalistas capas de sintetizador bajo los cuales laten un par de citas de la susodicha suite final de “A Farewell To Kings”. El suave canto inicial de Lee, centrado en el carácter informe de los espíritus transfigurados de las víctimas del agujero negro, se beneficia de la flotante densidad que surge cuando la guitarra-sintetizador Roland se une al sintetizador Oberheim. El vigor rockero vuelve al frente con todo su fuego cuando el relato pasa a narrar el diálogo entre los dioses protagonistas y esta nueva entidad que recién está descubriéndose como una nueva divinidad del Olimpo. En fin, Dioniso y Apolo llegan al acuerdo de bautizar a Cygnus y designarle la función de sostener el equilibrio entre la mente y el corazón. El jam que cierra esta sección exuda un aura de satisfacción que se condice con el aire de final feliz del relato. Al modo de una mágica ruptura con todo lo hecho previamente emerge la miniatura acústica en clave pastoril ‘The Sphere (A Kind Of Dream)’, la sexta sección de la suite que le ha de dar cierre. Con una sobria logística de dos guitarras acústicas y un Mini-Moog, el bello motivo central se completa con el suave canto de Lee. A despecho de lo efímero que es este epílogo, la envolvente hermosura de sus coordenadas melódicas nos cautiva por vía de sus huellas en nuestra memoria. El emotivo clamor por ejercer una sana atención y una sensible disciplina para el equilibrio entre lo racional y lo pasional se expresa hermosamente en la estrofa final: “Let the Truth of Love be lighted, / Let the Love of Truth shine clear. / Sensibility, armed with sense and liberty, / With the Heart and Mind united in a single perfect Sphere.”

‘Circumstances’ es la canción más breve del álbum, estando a cargo de abrir el lado B, y, de hecho, fue el último ítem que se grabó para el álbum. Con letra de Peart inspirada en su periplo en Londres durante su temprana veintena, esta canción que no llega a completar los 3 ¾ minutos de duración tiene una estructura muy compleja y variada en su ingeniería rítmica, además de un drástico cambio de ambiente en su intermedio instrumental que nos recuerda al estándar de GENESIS con esas cuidadas escalas de guitarra y sintetizador, meticulosamente ornamentadas con el glockenspiel. Su desarrollo temático explora esquemas melódicos con gancho, pero la inteligente manera de elaborar su propio talante progresivamente sofisticado dentro del espacio que se le otorga la convierte en una joya de canción que, lamentablemente, no ha sido tocada por el grupo muchas veces. Aunque fue concebido como la canción corta y concisa que habría de equilibrarse con otras canciones más ambiciosas del álbum, el hecho es que su estructura versátil la convierte en algo mucho mayor que una simple canción de relleno. En oposición a esta canción, ‘The Trees’ ha sido un referente fijo en muchas giras de RUSH, y cada vez que era recuperada en algunas de las últimas giras que hizo el trío, era recibida por el público con ardiente entusiasmo. Se trata de una fábula sobre los peligros y venenos del conformismo y la mediocridad, los cuales son continuamente reforzados por los modelos morales y estándares de la sociedad, la cual prefiere promover facsímiles de sus falsos prototipos en vez de promover lo excepcional y lo original. He ahí el sentido de los reproches y clamores de represalia para con los robles de parte de los maples: The trouble with the maples / - And they’re quite convinced they’re right - / They say the oaks are just too lofty / And they grab up all the light. / But the oaks can’t help their feelings / If they like the way they're made, / And they wonder why the maples / Can’t be happy in their shade” – “There is trouble in the forest / And the creatures all have fled / As the maples scream / And the oaks just shake their heads.” La canción comienza con un preludio de guitarra clásica al estilo barroco, uniéndose pronto el bajo al modo de un cello que rellena algunas puntualizaciones armónicas ya trazadas por la guitarra. El potente cuerpo central suena muy a lo LED ZEPPELIN con ribetes Yessianos, ribetes que parecen acentuarse durante la sección intermedia, la cual pasa de un momento sereno con predominio de un solo de Mini-Moog a otro más altivo con la marca de un fascinante y electrizante solo de Lifeson. Peart, por su parte, no es tímido a la hora de mostrar su solvencia tanto en el uso de los ornamentos percusivos como en el asentamiento de un muy pulido armazón rítmico. Así las cosas, la canción aterriza naturalmente hacia su esplendoroso golpe final, coronado con irónicos efectos de sonido de sierras que van cortando árboles. ‘Circumstances’ y ‘The Trees’ aparecieron en el single promocional del álbum, siendo aquél el lado A en Canadá y éste en los EE.UU. ‘Circumstances’ volverá a aparecer en un single en 1980, esta vez como lado B de ‘The Spirit Of Radio’, el gran hit extraído del siguiente LP “Permanent Waves”.


El punto final del álbum es realmente monumental y no puede ser de otra manera cuando nos referimos al instrumental de poco más de 9 ½ minutos ‘La Villa Strangiato’. La estructura polivalente de esta muy ambiciosa pieza se traduce en un genial viaje por varios pasajes donde lo que predomina es el punche rockero pero donde se apuesta por el ensamblaje incansable de atmósferas diversas, e incluso abiertamente contrastadas entre sí. El grupo se tomó la molestia de designar doce secciones específicos con sus respectivos títulos: ‘Buenos Nochas, Mein Froinds!’, ‘To Sleep, Perchance To Dream...’, ‘Strangiato Theme’, ‘A Lerxst In Wonderland’, ‘Monsters!’, ‘The Ghost Of The Aragon’, ‘Danforth And Pape’, ‘The Waltz Of The Shreves’, ‘Never Turn Your Back On A Monster!’, ‘Monsters! (Reprise)’, ‘Strangiato Theme (Reprise)’ y ‘A Farewell to Things’. Mucho humor se invirtió en esta labor “poética”, ¡es que es evidente! Vemos aquí una mezcla de mal español y mal alemán, el empleo de uno de los apodos de Lifeson en el título de la cuarta sección, e incluso el par de alusiones al legado literario de SHAKESPEARE se hace con intención chistosa; además, tenemos el subtítulo ‘(An Excercise In Self-Indulgence)’ como una autorreferencia que hace el grupo para ensalzar sus propias pretensiones progresivas mientras no se toma tan en serio como para caer en una rampante y vacua pedantería. El primer prólogo consiste en un breve solo de guitarra clásica que emplea unas iniciales tonalidades impresionistas que inesperadamente arriban hacia una cascada aflamencadas, siendo así que se abre la puerta a un segundo prólogo de talante cósmico (casi Floydiano) donde las monótonas escalas de la guitarra eléctrica sostienen las capas y sobrias armonías de los sintetizadores, siendo estas últimas puntualizadas por medidos toques de glockenspiel. Poco a poco, pero sin tomarse mucho tiempo, el terreno está cimentado apropiadamente para el tema central, que es un motivo jazz-rockero encendido por un guitarreo muy pesado, el cual se las arregla para no malograr la elegancia del momento con su garra. El sutil pasaje de talante arábigo en 7/8 que sigue a continuación es el telón de fondo para uno de los más fabulosos solos de Lifeson en toda su vida: ‘A Lerxst In Wonderland’ es un pasaje con personalidad muy propia dentro de la secuencia global. De ahí en adelante, el grupo se dispone a ahondar en su ágil y amena mezcla de jazz-rock, sinfonismo y rock pesado, incluyendo algún breve motif en clave de blues-rock al modo de LED ZEPPELIN. Los tres músicos se divierten haciendo gala de sus virtuosismos individuales dentro de un foco muy bien definido, y además tenemos otro gran solo de Lifeson (más breve y fiero), además de un excelso solo minúsculo de bajo que ensalza el buen humor general de esta magna pieza. Las secciones ‘Monsters!’ y ‘Monsters! (Reprise)’, cabe acotar, son adaptaciones de la composición Raymond Scott ‘Powerhouse’, una pieza de jazz de los años 30  que se hizo muy popular en varias caricaturas animadas de la Warner Bros. RUSH agradece explícitamente a Scott su inspiración en los créditos del álbum. ¡Qué tremenda forma de cerrar el disco con un golpe de efecto en clave jazz-rockera!



En lo referente a los detalles significativos y las anécdotas reveladoras de la época que comprende la creación, la grabación y la intensiva promoción de “Hemispheres”, hay varias cosas interesantes que salen a relucir en el librillo de esta reedición aparte de las cosas que ya hemos señalado en los dos primeros párrafos de la presente retrospectiva. Podemos añadir que el “concepto” detrás de ‘La Villa Strangiato’ es la cantidad de sueños raros que tenía Alex Lifeson y que él disfrutaba de contar a sus compañeros de grupo (mientras ellos estaban dispuestos a soportárselo, ja, ja, ja...). Bien es verdad que Lee y Peart no querían ocultar lo mucho que escuchaban jazz-fusion en esa época, y Lifeson seguía con su hábito desde dos años atrás de escuchar mucha música clásica, por lo que esta idea tonta era solo un pretexto para componer algo seriamente complejo y con una duración considerable. En cuanto al diseño  y el dibujo de la portada, el colega de toda la vida Hugh Syme se hizo cargo de todo ello coincidiendo con Peart en rendir tributo al maestro surrealista RENÉ MAGRITTE en la personificación de la Razón, mientras que su antagonista se mostraría desvestido de toda convención. El dibujo de tres cerebros simboliza al trío mismo. Pero, a fin de cuentas, lo más revelador de esta reedición está, sin duda, en el volumen 2, el cual contiene la participación de RUSH en el Pinkpop Festival, organizado en el Burgermeester Damen Sportpark de Geleen, Países Bajos, día 4 de junio de 1979. Fue la última actuación de esa gira. Bueno, en realidad, la actuación aparece casi entera, pues el grupo incluyó en su repertorio la suite ‘2112’ (omitiendo la quinta sección) e inició su participación con ‘Anthem’, pero la emisión radial del evento de donde se extrajo este registro no incluyó a esta canción de entrada, y además, ciertos problemas con el cambio de cintas hizo que se omitieran las dos primeras secciones de la mencionada suite. Por ello, para esta reedición se tomó la ejecución de la susodicha suite registrada en un concierto del 20 de noviembre de 1978 en el Community Center de Tucson, Arizona. Lo primero que escuchamos de estos documentos en vivo es ‘A Passage To Bangkok’, canción con mucha fibra y un interesante tránsito a 7/8 en su interludio instrumental. Cuando llega el turno de la fabulosa dupla de ‘Xanadu’ y ‘The Trees’, el trío exhibe un pleno testimonio de esta fase tan pletóricamente fastuosa de su visión musical. Solo el epílogo acústico de la suite ‘Hemispheres’ aparece aquí, siendo su función la de servir de prólogo para la archiconocida canción ‘Closer To The Heart’, haciénsose la conexión a través de una línea de Mini-Moog. Para cuando llega el turno de ‘La Villa Strangiato’, el trío alcanza su pináculo de esplendor progresivo tras las poderosas huellas de ‘Xanadu’  y ‘The Trees’; la apertura con guitarra eléctrica suena un tanto Hendrixiana, algo muy útil para aprovechar el fragor inherente al contexto de un escenario en vivo. El final del evento llega de la mano de la tríada de ‘In The Mood’ , un electrizante solo de batería y ‘Something For Nothing’: algo muy cañero alimentado con incesantes vibraciones explosivas. Con el plus de la suite ‘2112’, se completa el cuadro de hierro y fuego. Al igual que en el caso del festival neerlandés, se hace notar mucho el entusiasmo del público ante la exhibición de poderoso y señorial rock que tiene frente a sí. Siempre fue un grupo carismático y ya se encontraba en una fase en la que su público de culto crecía sin parar.

  

Todo esto fue lo que se nos brindó en esta estupenda reedición de 40mo. aniversario de “Hemispheres”, una obra fundamental dentro del extenso legado de RUSH. Desde la perspectiva del tiempo, vemos al trío poniendo todo su vigor, cada vez más robusto y maduro, en los escenarios donde se realizó la larga gira de promoción de “Hemispheres” en un lado y otro del Océano Atlántico. Incluso hubo algunos conciertos en los que tocaron íntegramente las suites ‘Cygnus X-1’ y ‘Hemispheres’. Así como “Hemispheres” fue un álbum difícil de grabar – y de cantar, como admite también Lee – el grupo estaba en posición de erigirse como una fuerza suprema y contundente dentro de la escena rockera de esos tiempos. Justo eso era lo que encarnaba el trío de Lee. Lifeson y Peart en ese momento, un referente de fuerza elegante y contundente para el ideal del rock como arte. Con todo, a pesar de estar contentos con el nivel de creatividad y la vitalidad multicolor que los RUSH habían llegado a concretar sólidamente en esta primera mitad de su segunda tetralogía, para cuando llegó el año 1979 y todavía quedaban algunos meses de conciertos en su agenda, los músicos sentían que con un tercer disco que contenía una suite de una cara entera (el primero fue “Caress Of Steel” y el segundo fue “2112”) y, además, teniendo varios ítems de temática ciencia-ficcional y mitológica en su repertorio, el grupo sintió que se hallaba demasiado cómodo en su palacio de grandilocuencias musicales y vuelos intelectuales. En palabras del propio Lifeson: “Hasta el día de hoy pienso que ‘La Villa Strangiato’ está entre las mejores cosas que hemos hecho en toda nuestra carrera, pero tras hacer este disco, teníamos la sensación de que nos estábamos volviendo un poco predecibles.” Añade Lee: “La pieza titular era una suite que ocupaba todo un lado del disco. En cierto sentido, era una versión diferente de ‘2112’. Las notas eran diferentes, la narrativa era diferente, pero en cuanto a lo estructural, teníamos la sensación de que nos estábamos repitiendo. Así, llegamos a la conclusión de que eso no era saludable para nosotros. Necesitábamos escapar de esta forma de hacer las cosas. Necesitábamos una nueva dirección y la encontramos en “Permanente Waves”, nuestro siguiente disco.” Peart, por su parte, diagnostica la ilación de “A Farewell To King” y “Hemispheres” como un periodo determinado de la banda: “Fue con “A Farewell To Kings” donde empezamos a experimentar mucho con texturas, y llevamos eso a su apogeo absoluto con “Hemispheres”. Y después de eso, decidimos que ya no seguiríamos haciendo eso más, que ya no queríamos continuar con este enfoque de arreglos pomposos.” En cuanto al nivel de éxito comercial de “Hemispheres”, éste tuvo más ventas que el disco predecesor en los EE.UU. y en Europa, al contrario que en Canadá. Aun así, en su país natal, el grupo recibió por segundo año consecutivo el premio al Grupo del Año en los Juno Awards, en marzo de 1979. La banda no solo quería tomarse su tiempo para repensar la orientación artística de sus ambiciones musicales, sino también una jornada de vacaciones bien merecidas tras las sucesivas creaciones y grabaciones de discos crecientemente complejos, más sus respectivas giras de promoción. No fue hasta fines del año 1979 que el grupo volvió a trabajar en la composición del siguiente disco de estudio (“Permanent Waves”) y quedarse en su país natal para grabarlo. Pero eso será asunto de otra retrospectiva: por lo pronto, ésta termina con palabras de enorme agradecimiento a RUSH por habernos brindado esta gema intemporal que es “Hemispheres”, una de las obras progresivas más brillantes y poderosas de la segunda mitad de los 70s.




Muestras de “Hemispheres”.-
Cygnus X-1 Book II: Hemispheres: https://www.youtube.com/watch?v=J3AJUjtWTgc


La Villa Strangiato (An Exercise In Self-Indulgence): https://www.youtube.com/watch?v=hf1vcikHMWo

Sunday, November 24, 2019

Un nuevo golpe de luz musical de parte de BUMA TRÍO



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos el enorme agrado de volver a BUMA TRÍO, ese genial ensamble jazz-progresivo argentino conformado por los magistrales Darío Íscaro [guitarra], Pablo Valotta [bajo] y Santiago Hernández [batería], so pretexto de su más reciente trabajo fonográfico, el cual se titula “Relumbrón”. Este ítem fue publicado en formato estrictamente digital por el sello Viajero Inmóvil a mediados de junio pasado, erigiéndose como un exquisitamente digno sucesor del primer álbum “Íscaro /Chayle / Valotta”, el cual data del primer tercio del pasado año 2018. Respecto a este debut, “Relumbrón”, el primero con el baterista Hernández como integrante del trío, instaura una vía de continuidad respecto a la exquisitez sonora que la logística musical del ensamble elabora en cada uno de sus viajes. Pero sobre todo, tenemos en este nuevo disco un realce de las atmósferas y ambientes más relajados de su ideario artístico, lo cual le convierte en un mensajero del atardecer tras el esplendor del mediodía que había iluminado a la mayor parte de las composiciones del primer álbum. Dos discos distintos y cercanamente complementarios entre sí: “Relumbrón” nos obliga a reiterar las palabras y emociones de satisfacción melómana que en su día vertimos en la reseña sobre el trabajo anterior de BUMA TRÍO. El grupo volvió a contar con los servicios del ingeniero de sonido Martín Álvarez Pizzo para realizar los procesor de grabación y masterización. Bueno, veamos ahora los detalles de este nuevo disco.


Durando 6 ¼ minutos, ‘Mist’ abre el álbum instaurando un aire de delicada distinción a través del manejo de una atmósfera sobria sobre un groove razonablemente complejo. A través de la cristalina pulcritud de los fraseos de la guitarra y las sedosas vibraciones que la dupla rítmica gesta para le continua reelaboración del swing, el trío desarrolla un esquema sonoro exquisito donde la imponente espiritualidad otoñal crea su forma muy sutil de fuerza de carácter. De hecho, las cosas empiezan a ponerse un poco más densas después de pasada la frontera del cuarto minuto, mas ello resulta ser un breve recurso de variedad para el enriquecimiento del cuerpo central. Tras este estupendo inicio de álbum sigue el turno de ‘Bacanal’, un tema que se adentra aún más en los senderos de sutileza expresiva ya señalados por ‘Mist’. En este caso, el asunto pasa por una exaltación de climas etéreos a través de una estrategia sonora que va armando su propia ingeniería a lo largo del camino: algo a medio camino entre la faceta vanguardista del paradigma de PAT METHENY y el aspecto más reposado del paradigma de TERJE RYPDAL. La pieza homónima es la que ocupa el tercer lugar del repertorio y es la primera muestra de pura extroversión que exhibe el trío, apelando al uso de un groove bastante ágil a la hora de sostener los resueltamente gráciles fraseos de la guitarra de Íscaro. Su diligente dinámica fusionesca y su resuelto fulgor sonoro convierten a esta pieza en la más festiva del disco ahora reseñado. ‘Mar Adentro’ se caracteriza por llevar el precedente despliegue de vibraciones extrovertidas hacia un terreno de frugal señorío, haciendo que el desarrollo temático se revista de cierta parsimonia, sin por ello perder su colorido natural. Hay un momento de lucimiento especial del bajo a mitad de camino que sirve para reforzar el talante frugal con un énfasis motivador. Podemos decir que esta pieza y ‘Mist’ conforman sendos momentos climáticos de la primera mitad de este repertorio. 


‘Tango #3’ expone en su espacio de 3 minutos y pico un ejercicio de sonoridades desahogadas y expeditas desde las cuales el trío explora las aristas más lúdicas y juguetonas de su ideario musical. Esta pieza regresa frontalmente a la vivacidad que penetró a la esencia expresiva de ‘Relumbrón’, pero esta vez la proyección emocional no va tanto a lo jovial como a una animación un tanto tensa. En medio de este nuevo ejercicio de fulgor musical, esta vez es la batería quien goza de un oportuno momento de protagonismo en un momento particularmente electrizante del viaje sonoro en curso. Los últimos 11 ¼ minutos del repertorio de “Relumbrón” están ocupados por la dupla de ‘Abdel’ y ‘Oriente Grave’. El primero de estos temas vuelve a los senderos de elegante calma y cristalina sobriedad que habían signado a la pieza de apertura. Al modo de una cruza entre la tradición del cool jazz y el jazz-fusion de los 70s, el trío le da su propia dinámica a la revitalización de estos legados. El sólido virtuosismo de los tres músicos está integrado dentro de una consistente interacción que convierte a la cohesión tripartita del esquema sonoro en la misma ingeniería de éste. En fin, ‘Oriente Grave’ se encarga de explorar a fondo el aspecto más misterioso e introvertido del esquema estético del trío, apelando a la languidez y a la parsimonia como fuerzas motoras de su disperso swing mientras la guitarra timbra fehacientes líneas evocadoras y melancólicas. Si los temas primero y penúltimo de este repertorio aludían a sensaciones de estar navegando bajo una leve niebla vespertina, el caso de ‘Oriente Grave’ se siente más como un vuelo hacia cielos desconocidos donde el espíritu humano puede hallar un nuevo hogar para sus inquietudes más recónditas. Un vuelo nuevo que exige lo opuesto al ímpetu, más bien una mezcla de sigilo comedido y lucidez permanente en la mirada de lo nuevo que se expande ante nuestros ojos. Las últimas notas cierran la pieza como si nada... un recurso de sorpresa que viene muy bien para la coherencia creativa del momento. Todo esto fue lo que nos brindó el personal de BRUMA TRÍO con “Relumbrón”, un disco que no necesita llegar a completar los 35 minutos de duración para exhibir su grandeza musical dentro del actual escenario de la vanguardia jazz-rockera argentina. El ensamble tripartito de los Sres. Íscaro, Hernández y Valotta se ha lucido al 200% con este disco que es más que un disco, es un golpe de autoridad de luz musical. 


Muestras de “Relumbrón”.-

Friday, November 22, 2019

ZUFFANTI entra en un nuevo mundo sonoro



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

El prolífico y versátil músico y compositor italiano FABIO ZUFFANTI es el protagonista del día debido a que es el turno de presentar su nuevo disco solista, el cual se titula “In / Out” y fue publicado a inicios del pasado mes de abril. Este señor es dueño de una razonablemente extensa discografía solista, pero su mayor prestigio en el ambiente progresivo se apoya en ser o haber sido figura protagónica de varias entidades musicales relevantes como FINISTERRE, LA MASCHERA DI CERA, HÖSTSONATEN, ARIES, LA CURVA DI LESMO, etc. En esta ocasión, ZUFFANTI nos ofrece harina de otro costal: “In / Out” es un disco plagado de exploraciones electrónicas cuya función doble es la de establecer un discurso modernista muy acorde con el armazón industrial de nuestro mundo contemporáneo y renovar la ambición propia del discurso progresivo con un enfoque más cercano a lo cibernético. ZUFFANTI se ha encargado de componer todo el material de este disco mientras se multiplicaba en los roles de bajista, guitarrista, teclista y vocalista. Sus compañeros de viaje, algunos más permanentes que otros, fueron Fabio Cinti [primer voz], Livio Magnini [guitarras, bajo, teclados y coros], Giovanni Pastorino [teclados, piano y vocoder], Riccardo Del Monaco [arreglos de cuerdas], Nicola Manzan [violín] y Paolo Tixi [batería]. Magnini también se hizo cargo de la producción y la mezcla de sonido para el producto final: veamos ahora los detalles del mismo. 


Ocupando un espacio de alrededor de 2 ¼ minutos, ‘Ascoltate Attentamente Perché Sono Cambiate Le Nostre Opzione’ establece un interesante prólogo para el repertorio del álbum: su prestancia melódica y el encanto envolvente de las orquestaciones de sintetizadores se asientan muy firmemente a pesar del poco tiempo del que disponen para dejar una huella dentro del repertorio... pero sí, la huella que deja esta breve pieza prologar es fuerte. El terreno está preparado para que brote ‘Fase Uno’ con su esquema sonoro modernista donde lo electrónico y los modismos de psicodelia estilizada están al servicio de las tenues líneas melódicas y las atmósferas intrigantes creadas para la ocasión. Tras una primera sección impetuosa emerge otra más etérea que ocupa la mayor parte del desarrollo temático. La mezcla de vitalismo industrial y liberalidad electrónica que se exuda aquí de forma tan contundente nos recuerda a lo que hacen otras entidades de art-rock actuales como GALASPHERE 347 y NECROMONKEY. Cuando llega el turno de ‘Gli Inconsolabili’, nos encaramos con una especie de balada sinfónica remodelada y retorcida por climas de tenor nu-jazz. El paso del ritmo computarizado tiene tanta relevancia como las sobrias florituras del piano eléctrico y el canto evocador que sale al frente. El gancho de esta canción es interesante y podía expandirse más del espacio que ZUFFANTI le otorgó en el disco, pero ahora llega el turno de la cuarta pieza del disco, que es la que justamente le da título; también es la más larga con sus 8 minutos de duración. Volviendo de lleno al territorio antes explorado en ‘Fase Uno’, ‘In / Out’ se dispone a ahondar en esta ingeniería de atmósferas modernistas para darle un aire un poco más fastuoso al asunto. Para los tres últimos minutos, una guitarra acústica irrumpe al primer plano para marcar, con su sencilla secuencia rasgueada de acordes, el tránsito hacia un epílogo solemne marcado por un lirismo evocador y melancólico. Las capas de sintetizador que llenan los espacios resaltan la convincente manifestación de densidad emocional. 

La dupla de ‘Violenza Domestica’ e ‘I-O Coda’ abre la segunda mitad del repertorio y sirve para aportar variantes interesantes al esquema general del disco. En el caso de ‘Violenza Domestica’, tenemos un prólogo extrovertido y grácil que pronto abre paso a un cuerpo central jazz-rockero emparentado con ROHMER y GOGO PENGUIN. La sección final transita por el pop-rock aventurero a lo RADIOHEAD antes de que la coda irrumpa con sus etéreo rocío sonoro de la mano del piano eléctrico. ‘I-O Coda’, por su parte, se mete en abstractas exploraciones electrónicas no ajenas a la tradición del krautrock a lo TANGERINE DREAM y a lo HARMONIA. El clima general es volátil y flotante, pero en ciertos pasajes entran a tallar unos ornamentos filudos de sintetizador. Y sobre todo, el epílogo nos sorprende con una arremetida de furiosos guitarreos (casi de estilo stoner) mientras unas líneas agresivas de sintetizador se entrometen por ahí para realzar eficazmente esta inesperada llamarada de vibraciones aguerridas. Un gran instrumental. ‘Se Ci Sei’ exhibe algo totalmente distinto, una atmósfera introspectiva y romántica con el esquema de una balada bucólica con base de guitarra acústica y hermosos ornamentos de violín. Con la sucesión de ‘In-Quieti’ y ‘Frantumazione’ tenemos los diez últimos minutos del repertorio. Trabajando con un medio tiempo y un predominio de instrumentaciones electrónicas. ‘In-Quieti’ vuelve a los terrenos de RADIOHEAD y NECROMONKEY aunque sin llegar a una densidad tan opresiva como la de los primeros ni imponer un fulgor tan rotundo como el de los segundos. Eso sí, hay que elogiar la labor impecable referente al sostenido reforzamiento del talante expresionista del motif central. En fin, ‘Frantumazione’ se enfila hacia una versátil sucesión de un motif de pop-rock electrónico (un poco a lo ULTRAVOX) a otro en clave de nu-jazz, siendo así que la amalgama en cuestión está organizada desde un enfoque claramente progresivo. 

En poco más de 41 minutos, FABIO ZUFFANTI y su elenco de ilustres colaboradores nos han brindado un muy agradable muestrario de art-rock sesudamente empapado de frescura moderna. “In/Out” es un disco muy solvente en su exhibición de dinamismos musicales y por ello debe ser valorado como otra reveladora muestra de la versátil creatividad de este señor. 


Muestras de “In/Out”.-

Tuesday, November 19, 2019

THIEVES’ KITCHEN: el lugar apropiado para un espíritu renovado



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos la estupenda ocasión de presentar el nuevo disco del excelso grupo británico-escandinavo THIEVES’ KITCHEN, el cual está constituido por el núcleo triádico de Amy Darby [voz], Phil Mercy [guitarras] y Thomas Johnson [teclados]. El disco en cuestión responde al nombre de “Genius Loci” y fue publicado en el pasado 23 de setiembre por el sello The Merch Desk: se trata del séptimo trabajo fonográfico de esta banda, la cual ha desarrollado su propio modelo de música retro-progresiva sinfónica con amplias dosis de sensibilidades folklóricas y pastoriles. En apoyo del trío colaboran dos excolegas de Johnson en ÄNGLAGARD, quienes son el bajista Johan Brand y la flautista Anna Holmgren, además del exbaterista de SANGUINE HUM Paul Mallyon. La fecha de lanzamiento de este nuevo disco coincidió con el cuarto aniversario de su antecesor “The Clockwork Universe”, y de hecho, “Genius Loci” recibe el impacto de su predecesor en cuanto a los delineamientos estéticos empleados para gestar y arreglar las nuevas composiciones. Eso sí, la particularidad de este nuevo disco está en su concepto central: las temáticas de las letras se apartan del asunto cósmico y ahora se centran más en el contacto del espíritu humano con sus propio interior y con el hábitat natural que rodea a su corporeidad circundante. El título del álbum es la expresión latina para espíritu del lugar, que es la peculiaridad de un punto en el espacio desde el cual se manifiesta al alma humana, interpelándola. Darby se hizo cargo no solo de las letras de las piezas cantadas, sino también del arte y el diseño gráficos de la tapa de este nuevo disco. Bueno, veamos ahora los detalles de su repertorio. 


Ocupando un espacio de 9 ½ minutos, ‘Eilmer’ abre el álbum con el habitual derroche de claridad melódica y refinamiento extremo en la elaboración de variadas atmósferas a través del ambicioso desarrollo temático en curso. El cuerpo central halla pronto su núcleo operativo y el canto de Darby también entra pronto en acción, siendo así que el oyente se familiariza instantáneamente con la ambientación serena y reflexiva bajo la cual se desarrollan las ilaciones melódicas en curso. La labor de los teclados es bastante meticulosa y la dupla rítmica maneja muy fluidamente los ornamentos sofisticados del swing central de la canción; de hecho, este swing utiliza elementos jazzeros en varios pasajes, aunque sin duda se explora aquí el territorio del prog sinfónico. Navegando sobre un medio tiempo, el colorido patente en la refinada musicalidad de la arquitectura melódica hace sentir sus vibraciones gráciles sin disimulo. Recién a poco de pasada la frontera del quinto minuto es que entra a tallar un hermoso solo de guitarra cuyo lirismo se emparenta cercanamente con el canto de dary. ‘Uffington’ es un tema más largo, superando por poco la duración de 11 ½ minutos. Aquí sí se da una mayor expansión del factor jazz-progresivo dentro de los bloques temáticos y también dentro de los armazones de los grooves y esquemas rítmicos. De hecho,  el elemento sinfónico ha de quedar bastante opacado por el otro factor mencionado a lo largo de las prioritarias expansiones temáticas. En este enfoque estilístico abordado por la banda, encontramos un parentesco con lo que hacen bandas como HAPPY THE MAN, WAPPA GAPPA y SARCOPHAGUS NOW: es como si un conglomerado de músicos de esta banda hubiese hecho una remodelación de una maqueta perdida de los ECHOLYN de “The End Is Beautiful”. La guitarra asume un protagonismo más intenso en la base instrumental, siendo así que, en la mayor parte del tiempo, se hace cargo de dirigir el dinamismo global de la instrumentación. Las titilaciones introspectivas que inundan la sección final establecen un oportuno epílogo ensoñador al asunto. ‘The Poison Garden’ es una bella pieza de piano y voz que toma la ensoñación con la que concluyó la canción precedente y la convierte en melancolía. El talante del piano se sitúa a medio camino entre el impresionismo y el paradigma Gershwiniano. 

El ítem más extenso del repertorio es el monumental ‘The Voice Of The Lar’, el cual se extiende por 20 minutos y pico. La primera instancia está sostenida por una etérea y minimalista capa de órgano sobre la que se instala un solo de guitarra. El prólogo se toma su tiempo para instaurar su discurso antes de dejar que el cuerpo central se empiece a soltar con un muy dinámico colorido, poco antes de llegar a la frontera de los dos minutos y tres cuartos. Tras un buen rato de expansiones fulgurosas, el todavía netamente instrumental desarrollo temático vira hacia un compás de 6 /8 lento, y es a partir del octavo minuto y medio que el canto de Darby entra a tallar. A partir de allí, tras una breve instancia flotante y ensoñadora donde solo actúa el piano eléctrico, el bloque instrumental retoma los dos motifs en una sucesión impolutamente organizada mientras el canto se mantiene sólidamente en su perfil evocador. Poco antes de llegar a la frontera del cuarto de hora, el bloque instrumental gesta otro pasaje extrovertido y lo hace en base a un explayamiento de recursos Yessianos (en consonancia con varios estándares de THE FLOWER KINGS y FARMHOUSE ODYSSEY). Con la reaparición de la parte cantada, el grupo regresa por última vez al cuerpo central, enfatizando los pasajes más entusiastas. ‘Mirie It Is’ es la pieza encargada de cerrar el álbum, y en muchos aspectos, asume una posición de retorno a la estilización contemplativa que había signado a la esencia de la primera canción del repertorio. La aparición de la flauta en el bloque sonoro realza eficazmente las vibraciones pastoriles sobre las cuales se asienta el núcleo melódico. La letra y la base melódica de ‘Mirie It Is’ proceden de una canción de inicios del siglo XIII, la cual aparece transcrita en uno de los copiosos archivos de la Biblioteca Bodleiana de Oxford. De hecho, se trata de la canción secular en idioma inglés más antigua de la cual se tiene noticia, y su letra es un lamento de la fragilidad del hombre ante las fuerzas imperiosas del invierno. Aunque las últimas líneas que canta Darby son muy parcas, aportan un oportuno aire de autoridad para consagrar una conclusión contundente para la canción y para el álbum.    



“Genius Loci” es una enorme belleza de disco que, aunque no trae algo propiamente nuevo respecto al disco precedente de esta banda, sí logra reafirmar su posicionamiento de gran relevancia dentro de la actual generación del rock progresivo sinfónico. Su lirismo es tremendamente cautivador y sus ambiciones melódicas son manejadas con suprema elegancia. THIEVES’ KITCHEN es un grupo que siempre vale la pena, por lo que recomendamos este nuevo disco que nos brinda al 100%. 


Muestras de “Genius Loci”.-