Wednesday, November 13, 2019

MOON MEN y su alunizaje #3



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Volvemos pronto al cosmos progresivo de los estadounidenses MOON MEN por motivo de la reciente publicación de su tercer disco, que justamente se titula “3”: más exactamente, este ítem fue lanzado al mercado en el primer día del pasado mes de noviembre, como siempre, por vía independiente y autofinanciada de parte del grupo, siendo Bret Hart el principal distribuidor a través de las redes sociales. Tenemos aquí una nueva prueba del lucimiento musical de que es capaz la congregación del ya mencionado Bret Hart [guitarras eléctricas, acústicas y E-bow, grabaciones de campo, sintetizador Casio SK5 y efectos electrónicos], Jerry King [bajos, guitarras eléctricas y trombones], Bill Jungwirth [batería y percusiones] y Dave Newhouse [saxofones, clarinete, teclados y sintetizadores]. Por supuesto, los miembros de MOON MEN usan también sus respectivos seudónimos de Eschaton Crater, Cthulhu Moone, Billzilla y Dom Fook. Este tercer alunizaje space-avant-progresivo de parte de los MOON MEN se asienta sobre unos viajes rockeros generalmente un poco más adustos que los exhibidos en los dos discos precedentes, a la par que se ahonda en las exploraciones de ambientes cósmicos y colores musicales. El disco fue mezclado y masterizado por Ian Beabout en el estudio ShedSounds Recordings. La solvente versatilidad de los cuatro integrantes individuales es muy bien aprovechada en el proceso de diseño, construcción y producción de cada uno de los ocho temas contenidos en el repertorio de “3”: las pautas creativas se han centrado principalmente en gestar atmósferas y estrategias sonoras más constreñidas que en discos precedentes. Veamos ahora los detalles específicos de estas pautas mencionadas.


Los 4 primeros minutos del disco están ocupados por ‘Fedora Moon’, un tema que se siente etéreo y entrañable a través del desarrollo de su sencillo motif, el cual halla no pocos recursos de expansión expresionista en las robustamente distorsionadas líneas del bajo. Con la batería manejando con sutil elegancia el compás básico en un medio tiempo y las guitarras articulando fraseos que van y vienen de lo espartano a lo otoñal, el grupo se pone muy en sintonía con los paradigmas de CAN (fase 74-75), ASH RA TEMPEL y la faceta más relajada de GURU GURU. ‘Peas & Carrots & Grass’ sigue a continuación para cumplir con la misión de expandir los recursos de exquisita extravagancia cósmica que el grupo tiene como norte primordial de su propuesta. Así, la pauta marcada por la batería apunta a un híbrido entre el avant-jazz y el post-rock con un filo psicodélico que está debidamente apuntalado por las presencias de los vientos, la guitarra y el teclado. Ese filo se acentúa a mitad de camino cuando el ensamble intensifica un poco el groove y aumenta la dosis de extravagancia a la variante temática que tiene lugar. Hay una suerte de extraña calidez funcionando sobre los cimientos de este viaje musical arropado por vibraciones sobrias y, hasta cierto punto, misteriosas. He aquí el eslabón perdido entre los PINK FLOYD de “Ummagumma” y el paradigma primigenio de HENRY COW (los dos primeros álbumes). ‘Coeur De Boeuf’ explora un clima parecido al del primer tema, pero con un encuadre más distante en su esquema sonoro, dando así una apariencia de rústico traqueteo. Muy a lo kraut con sus factores jazzeros operando de una manera sobriamente calculada. El solo de saxo que entra a tallar cerca del final es simplemente magnífico. Esta pieza y la precedente conforman dos cénits definitivos del repertorio. Bajo el ceremonioso título de ‘The Dark Side Of The Moon Is Dark For A Reason’, la cuarta pieza de “3” exhibe una aureola ceremoniosa que se siente, en muchos aspectos, penetrada por vibraciones místicas, especialmente en lo referente a los ornamentos de sintetizador que van flotando por aquí y por allá mientras el piano eléctrico y la batería pugnan conjuntamente por definir algún esquema general para la instrumentación. El quinto tema del repertorio es el más breve con sus poco más de 2 ½ minutos de duración y se titula ‘And With Stars At Her Feet’. Su enfoque sonoro se emparenta con el aura flotante de la pieza precedente, pero esta vez el grupo la remodela con un talante más lírico, un motif sereno y hermoso casi rayano con el acid-folk. 

‘Nurse Ratched’ se caracteriza por establecer un clima juguetón dentro de un esquema relajado y sosegado, utilizando un motivo musical de talante circense. En todo caso, esta pieza está en las antípodas del jolgorio y la algarabía de la autocomplacencia lúdica propia de una atmósfera circense: parece más bien una música de fondo para un paisaje donde se está desmontando toda la logística de un circo a la mañana siguiente de la función mientras se insertan trucos Zappianos a lo largo del camino (un poco al estilo de los pasajes más lánguidos de su discografía de fines de los 60s e inicios de los 70s). ‘The Mutt Stars And Cat Planets’ comienza elaborando el swing más extrovertido del álbum, dueño de unas cadencias bastante dinámicas dentro de un encuadre jazz-progresivo y también de un vigor refrescante y renovador que contrasta claramente con el predominio de lo sobrio que se ha venido dando hasta ahora. Pero este gobierno de la luminosidad dura poco porque el grupo finalmente regresa a lo otoñal por vía de un segundo motif en el que el grupo establece una remodelación Canterburyana de una idea musical que nos remite al modelo de HENRY COW, e indirectamente, al de los primeros discos de THE MUFFINS. Es una pena que esta segunda mitad de la pieza no dure más porque la base de piano que la impulsa es bastante llamativa. ‘Ennio Bopped Me’ es la pieza más extensa del álbum con sus poco más de 7 ¼ minutos de duración, y también es la que lo cierra. La alusión al tal Ennio debe ser al maestro compositor ENNIO MORRICONE pues el groove central de la pieza tiene la forma de una banda sonora de western, tanto en el armazón de la dupla rítmica como en los fraseos básicos de la guitarra. En todo caso, el grupo le da una aguda tergiversación avant-progresiva al asunto por vía de la adición de elementos jazzeros y psicodélicos al desarrollo temático. De hecho, poco antes de llegar a la frontera del tercer minuto y medio, el grupo vira hacia un ejercicio de space-rock contaminado por oleajes post-rockeros sobre un swing bluesero. La última sección de la pieza regresa al primer motif tras una cómica utilización del himno fúnebre militar: esta vez, el diseño instrumental es más parco y se incluye un monólogo campechano. Un cierre interesante para un disco que se rebalsa con mucha clase  en su propia creatividad constitutiva. Siendo una obra muy interesante que nos muestra unas aristas menos suntuosas del ideario de los MOON MEN que las que se plasmaron en los dos discos precedentes, “3” funciona como un testimonio de la refinada versatilidad que el cuarteto en cuestión tiene como su raison d'être. Nos ha gustado mucho este disco y nos parece que debe ser apreciado como una exitosa experimentación de sonoridades renovadoras emanadas de este grupo al que admiramos cada vez más.


Muestras de “3”.-

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