HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Llega a nosotros el colectivo multinacional británico-escandinavo
GALASPHERE 347 con su homónimo primer disco, uno de los ítems progresivos más
interesantes del año 2018: específicamente, fue publicado en la segunda mitad de julio del año pasado (¡Ya ha pasado casi un año de eso!). Los integrantes
de este proyecto son (nada más ni nada menos que Stephen Bennett [voz, teclados,
guitarras y pedales bajos], Ketil Vestrum Einarsen [teclados, programaciones y
flauta], Jacob Holm-Lupo [guitarras y bajo] y Mattias Olsson [batería,
teclados, pedales bajos y guitarra adicional]. O sea, tenemos aquí a una pléyade de veteranos
del rock progresivo de las últimas tres décadas con pedigríes diversos que
incluyen a HENRY FOOL, ÄNGLAGÅRD, WHITE WILLOW, NO-MAN, WESERBERGLAND, NECROMONKEY,
etc. El hecho de que cada uno de ellos se explaye en más de un instrumento a la hora de explayar su talento performativo dentro del bloque general cuatripartito indica que aquello a lo que aspiran los GALASPHERE 347 es a establecer una sólida dinámica sonora bajo las ambiciosas y plurales coordinadas que regulan el delineamiento de su ofertas progresiva en particular: neo-prog, retro-prog de tenor sinfónico, jazz-prog y art-rock con notables sensibilidades electrónicas. Todos estos encuadres sonoros confluyen en la dinámica de este grupo dentro de una ingeniería sonora solventemente unificada desde sus propias entrañas. El material contenido en este
disco editado en formatos de CD y vinilo por el sello Karisma Records, fue grabado
en diversos registros que tuvieron lugar, en los años 2016 y 2017, en The Dude
Ranch Studios, Roth Händle Studios, Chaos Studios y Weserstudio: o sea, lugares
de Gran Bretaña, Suecia y Noruega. En el primero de estos estudios nombrados
tuvieron lugar las sesiones de masterización y posproducción bajo la pauta principal de Holm-Lupo, y contando con la invaluable asistencia de Andy Jackson (quien trabajó varias veces con los legendarios PINK FLOYD). En algunos momentos de “Galasphere 347”, el cuarteto cuenta con la asistencia de AKABA (trío de ambient-pop-electrónico del cual también forma parte Olsson) en los arreglos corales, así como del trombonista Dave Scragg. Bueno, pasemos de una buena vez a los detalles de este disco, ¿vale?
‘Barbarella’s Lover’ pone el broche al repertorio proponiendo una suerte de síntesis entre la gracilidad del primer tema del álbum y el enfoque fastuoso del segundo, y de hecho, su peculiar énfasis en este segundo aspecto lo convierte en el cierre perfecto para este disco. Con un dueto de voz y piano comienza la canción, el mismo que se perfila bajo una aureola de introspectiva parsimonia, pero este prólogo dura muy poco pues al poco rato emerge un primer cuerpo central cuyo groove es razonablemente complejo. El espíritu de su desarrollo temático y el entramado de diversos teclados que entran a tallar para reforzar dicho desarrollo ostentan una gracilidad llamativa revestida de ropajes otoñales. El asunto suena extrovertido mas no festivo, sino más bien frontalmente melacólico. La ulterior emergencia de ornamentos percusivos programados con talante tribal permite preparar el camino para que, poco antes de llegar a la frontera del cuarto minuto, se elabore una hermosa serie de jams donde se cruzan los caminos del neo-prog y el jazz-rock dentro de una ingeniería electrónica sumamente elegante. Hay un momento que revela recursos de expresividad densa a poco de pasada la frontera del sexto minuto, algo que nos hace recordar a los WHITE WILLOW de las épocas del “Signal To Noise” y de su más reciente trabajo “Future Days”. Alrededor de la frontera del noveno minuto, todo se detiene para dejarnos con suaves capas cósmicas de sintetixzador y espartanos fraseos de guitarra en nombre de una retoma del espíritu introspectivo que marcó al prólogo; se trata de un puente que nos lleva a otro puente, esta vez solemne, asentado sobre un compás marcial. Luego sigue un poderoso jam instrumental que alterna esquemas rítmicos de 5/4 y 4/4, el cual nos suena a algo así como una vieja idea de los GENESIS de la etapa 74-76 que fue remodelada por los NECROMONKEY bajo la meticulosa guía de los WESERBERGLAND. Se trata de la sección final de esta canción. Los solos de sintetizador que entran a tallar alternándose con los de guitarra son tal vez los más notables de todo el disco... y sin duda, este pasaje nos parece el más rotundo de todo el repertorio, tan grandiosa es su magia y tan atrapante es su musculatura. Cuando el canto entra a tallar en las últimas instancias, sabemos que llega la hora del grand finale, cuyo momento final nos sacude con su efectiva sequedad.
Todo esto fue “Galasphere 347”: el nombre de este disco y el del colectivo GALASPHERE 347 deben ser anotados en nuestras agendas de investigación melómana de las propuestas musicales progresivas ingeniosamente informadas de sonidos modernos. Gracias a los Sres. Stephen Bennett, Mattias Olsson, Jacob Holm-Lupo y Ketil Vestrum Einarsen por esto.
Muestra de “Galasphere 347”.-
Barbarella’s Lover: https://galasphere347.bandcamp.com/track/barbarellas-lover
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