Friday, April 22, 2022

Nuevas romanzas vanguardistas de LA STPO



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
En esta ocasión tenemos la ocasión de presentar la nueva producción fonográfica de la banda francesa LA SOCIETÉ DES TIMIDES À LA PARADE DES OISEAUX (o LA STPO, en la versión resumida de su nombre), la cual se titula “Romanciel” y fue publicada en el primer día de este abril por el sello ADN Records. Los integrantes son JimB [guitarra, voz y tubaga], Patrice Babin [batería, percusión y voz], Sébastien Desloges [bajo, violín, voz y platillos], Christophe Gautheur [sintetizador, piano eléctrico, saxofón, clarinete, voz y tubaga] y Pascal Godjikian [primera voz]. Este último también se hace cargo de las letras. Ocasionalmente, el quinteto contó con la colaboración del músico Iomai a la flauta oriental y la corneta natural. El material contenido aquí contenido fue grabado, mezclado y masterizado en el estudio Seb Lorho en varias sesiones entre 2017 y 2021; por su parte, el guitarrista de la banda JimB se hizo cargo del diseño gráfico. Adelantamos que este disco nos ha parecido tremendamente fabuloso, un nuevo golpe de genio de parte de LA STPO dentro de su larga trayectoria de enriquecimiento de la escena vanguardista francesa; la peculiaridad de “Romanciel” es que permite al personal de LA SOCIETÉ DES TIMIDES À LA PARADE DES OISEAUX exhibir unos colores y bosquejos refrescantes dentro de su siempre compleja propuesta estética. Buena parte de su discografía está marcada por un genuino y original enfoque de experimentaciones inspiradas en la tradición del avant-prog de fines de los 70s en adelante (especialmente, la escena continental francófona), pero advertimos que este nuevo álbum muestra algunos modismos orquestales y fusionescos que permiten a la banda explorar renovadoras gamas sonoras desde su seno creativo. Bueno, tras este preámbulo, lo mejor es que ahora repasemos los detalles del repertorio. 



El repertorio del álbum se abre con ‘Roman’, una pieza que se expande por un ambicioso espacio de 19 ¾ minutos. Sus primeras instancias están signadas por una calidez de sobrios ribetes fusionescos que se apoyan mayormente en la dupla de violín y percusión tonal, siendo así que hay que esperar hasta la antesala de la frontera del tercer minuto para que el ensamble íntegro dé rienda suelta a su magnificencia ecléctica, alternando un momento de tensión deconstructiva propia de la tradición RIO (al modo de una cruza entre los dos últimos discos de HENRY COW, el primero de ART ZOYD y los dos primeros de ETRON FOU LELOUBLAN) con otro más jovialmente dadaísta al estilo de una cruza entre los paradigmas de FRANK ZAPPA y de THE RESIDENTS. La verdad que la fuerte presencia de las percusiones tonales en varios pasajes y las florituras de vientos que emergen en varios pasajes estratégicos ayudan a darle un aire casi orquestal al asunto. Tampoco falta un extenso pasaje etéreo que inicialmente parece invitar a una ensoñación en base a las flotantes capas de teclado en el trasfondo, pero que el canto tortuosamente versátil de Godjikian trastoca para convertirlo en un exorcismo genialmente inquietante. Los acompañantes ornamentos de violín y de vientos refuerzan esta atmósfera. Tras una larga expansión en esto, el grupo regresa a la jovialidad posmodernista de talante burlesco, manejando las libres formas del momento con un pulso tremendamente preciso. La siguiente instancia se enrumba hacia una ingeniería rítmica de claros tintes folklóricos que se remodelan a medio camino entre lo celebratorio y lo desasosegado, aunque bien delineado por una majestuosidad honestamente fulgurosa; las vibraciones saltarinas del violín, especialmente en los momentos finales, ayuda a reforzar este enfoque epilogar. A fin de cuentas, este primer tema ha resultado ser un cénit del disco que él mismo inaugura. Luego sigue la miniatura de menos de 2 minutos de duración ‘Dictionnaire’; su esquema sonoro es un cántico grupal que alterna sincronías y contrapuntos, acompañado por palmas y sobrios ornamentos instrumentales. De este modo se abre camino a ‘La Diminuée’, una pieza que dura casi 7 minutos y cuya función es la de darle un viraje más denso a la euforia surrealista y al colorido grácil que fueron tan importantes dentro de la extensa pieza que abrió el álbum. Bien es verdad que ‘La Diminuée’, con su mayor presencia de partes vocales, exhibe una carácter más robusto en cuanto al esquema expresivo general, pero, por otra parte, la cualidad etérea de la instrumentación y la presencia de efectos especiales que emulan sonidos de aves brindan un contrapeso de dadaísmo señorialmente sobrio frente al canto.


‘Rien Qu'un Ciel’ es la maratónica suite de 23 ¾ minutos que cierra el álbum, y, como es de esperar, sirve como vehículo para un nuevo ejercicio de rimbombancias radicales de parte de LA STPO. El pasaje inicial está marcado por un esquema impresionista arropado por una aureola solemne, siendo así que sus connotaciones inquietantes se quedan en un nivel bastante soterrado. Esta situación no dura mucho tiempo, pues la mencionada inquietud no tarda mucho en apoderarse del surrealista desarrollo temático (el cual nos recuerda a un híbrido entre los ART ZOYD de los tres primeros álbumes y los de la etapa 87-97) para arrastrar a la pieza hacia una caverna sónica cuyas paredes y techos parecen estar edificadas con materia oscura con una cohesión sostenida por una energía sin nombre. Alrededor de la frontera del noveno minuto, el grupo activa una procesión razonablemente siniestra que sabe impulsarse a sí misma desde la energía emanada del encuadre tripartito de guitarra, bajo y batería. La siguiente sección se centra en aires introspectivos, aunque sin ocultar sus titilaciones nebulosas que casi rayan con lo cósmico; se trata, al fin y al cabo, de un puente hacia otra sección densa centrada en expansiones tétricas donde el oscurantismo reinante tiene algo de lamento. Otras secciones siguientes juegan con texturas alevosamente abstractas que transitan de lo misterioso a lo furioso con perfecta fluidez, siendo así que la elástica acidez del canto de Pascal (ora furioso, otrora burlón, ahora sufriente, después enajenado) se acomoda naturalmente a los meticulosos arreglos instrumentales: en estos últimos, las percusiones tonales retienen el rol protagónico que ya tenían en piezas precedentes del álbum. También es fácil de advertir la influencia de la teatralidad más extrema del paradigma Zappiano, aunque, claro está, con esa vitalidad airadamente surrealista y dadaístamente refinada que ha marcado a los cuatro últimos discos del grupo. El epílogo comienza con unos riffs entrecortados y estrambóticos de guitarra que abren camino a una retoma de la procesión siniestra que mencionamos más arriba. El golpe de las últimas sílabas arrojadas por Godjikian y los minúsculos efectos surrealistas instrumentales cierran con extravagante magnificencia esta suite y el álbum: la permanente aureola combativa que signa a esta excelente maratón vanguardista escoge concluir esta expresión específica con un ejercicio de etérea sutileza. 


Todo esto es lo que nos brinda el veterano ensamble LA STPO con “Romanciel”, un disco que reactiva convincentemente el rol de las propuestas más frontalmente vanguardistas del multívoco género progresivo a estas alturas del nuevo milenio. Un trabajo notable, elíptico y complejo que se sitúa entre lo más aventurero y desafiante que se ha hecho dentro del amplio espectro del rock progresivo de los últimos años, algo que no nos sorprende cuando sabemos que procede de los cuarteles de este grupo, pero que, de todas maneras, merece todos los elogios y recomendaciones que se pueden expresar en cualquier lenguaje humano. Estas nuevas romanzas vanguardistas de LA STPO son de entrada obligatoria para cualquier fonoteca dedicada a la música experimental que se precie de ser buena. Ah, y antes de que se nos olvide, es una de las más notables novedades que hemos escuchado en el primer tercio de este año 2022.



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