HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy es el turno de EL
CEREBRO DE GREGORIO SAMSA, un grupo peruano surgido en la hermosa ciudad de
Huancayo y que se dedica a cultivar una música psicodélica aventurera, una
propuesta ecléctica en el sentido más genuinamente progresivo del término,
aunque el resultado dista mucho de los caminos “habitualmente ortodoxos” del
pasado y el presente del género. El grupo en cuestión es un dúo instrumental
consistente de Jhordan Miguel Jurado Aponte [guitarra, bajo y efectos] y Joel
Riofano Clemente [batería y percusión]. Con algunos años de actividad musical a sus espaldas y varios trabajos
de corta y larga duración publicados en su web de Bandcamp, ahora aparece
publicado en edición física su registro más reciente, “¿Me Percibes, Animal?” [http://elcerebrodegregoriosamsa.bandcamp.com/], bajo la iniciativa conjunta de los sellos
limeños Necio Records y Cuaderno Roto. Incluso uno de los impulsores del
primero de estos sellos mencionados, Arturo Quispe – también integrante de
CHOLO VISCERAL, SPATIAL MOODS y RAPA NUI –, se hizo cargo de la bella imagen de
la portada, logrando así mostrar su talento creativo en el área de las artes
plásticas. El material de “¿Me Percibes, Animal?” fue grabado entre los meses
de setiembre y diciembre del año pasado, y fue publicado en Bandcamp a inicios
del 2014 antes de que se concretara la edición física a la cual nos referimos.
Vamos ahora al repertorio del disco, ¿vale?
‘Ya Va A Venir El Día,
Ponte El Alma’ ocupa los primeros 13 minutos y pico del álbum. Comenzando con
una atmósfera de expectante caos bajo la aleatoria guía de los impetuosos
redobles de batería, el grupo no tarda en instalar los cimientos de un viaje
ceremonioso en el que se aúnan la dimensionalidad aguerrida del stoner, la
sofisticada rudeza del primer GURU GURU y la languidez densa del PINK FLOYD
69-71. Dentro de la armazón creada por el dúo, es la batería la que dirige su
frenética ingeniería en base a las rotundas vibraciones de su labor rítmica.
Cuando los diversos efluvios rockeros en curso se detienen momentáneamente, se
abre camino un interludio cósmico cuya aureola de inquietud nos remite a ese
tipo de minimalismo siniestro que era tan común en varios estándares del kraut
sintetizado, creando así un espejismo de extraña relajación, y de hecho, es una
referencia para que más adelante resurja con una actitud más torturada. Antes
de eso, el encuadre rockero reaparece con la misión de retomar y redondear los
recursos de impredecible vitalismo que se habían instaurado anteriormente. El
último motivo sigue un estereotipo psicodélico con una actitud relativamente
relajada, siendo así que las capas cósmicas de fondo se notan ahora calmadas en
lugar de tensas. Tras este impactante comienzo, el álbum continúa con ‘Transido’,
una pieza más abiertamente extrovertida donde la huella del paradigma
Crimsoniano (de la época 73-74) sirve como inspiración principal, añadiéndose
algunos recursos math-rockeros en el camino desde donde el asunto se nutre de
una agilidad simultáneamente cálida y neurótica. Si ‘Ya Va A Venir El Día,
Ponte El Alma’ era una muestra del tipo de estrategia que utiliza el ensamble
para contar historias a través de sus abstracciones sónicas, perturbadoras y
etéreas a la vez, ‘Transido’ nos revela su manera de manejar situaciones
centradas en un encuadre musical más focalizado y con una expresividad más
furiosa.
La segunda mitad del
álbum empieza con ‘La Muerte Ha Estado Alegre Y Ha Cantado En Su
Hueso’: portando una fuerza expresiva claramente inspirada en HAWKWIND y ASH RA
TEMPEL, se trata de una pieza signada por una rudeza rimbombante en cuanto a su
arquitectura temática, la cual hila dos motivos patentemente diferenciados
entre sí, uno misterioso sobre un medio tiempo en compás de blues-rock, el otro
extrovertido y portador de un aura aguerrida bajo la cual el grupo exorciza sus
inquietudes space-rockeras con generoso nervio. Un breve epílogo sereno
concluye la pieza para dejarnos con los 9 minutos restantes del disco, los
cuales están ocupados por ‘Extinción O El Canto Cordial De Las Distancias’. Esta pieza se articula bajo las pautas del
post-rock de forma directa, generando sutiles recursos de sofisticación en el
desarrollo temático a fin de plasmar atmósferas grisáceas atravesadas por una
intensa melancolía otoñal. El groove cuasi-jazzero de la batería ayuda aporta
un dinamismo especial para el cuerpo central. Ya en el pasaje final nos
enfrentamos a una capa minimalista que parece cubrir algo que “late desde el
más allá” para respetar su vibración trasmundana. Ésta es la forma en que se
culmina nuestro trayecto melómano por los motivos, atmósferas y ritmos de “¿Me
Percibes, Animal?”, un testimonio concreto e inequívoco del grado de alucinante
vitalidad del que goza el rock del underground peruano. EL CEREBRO DE GREGORIO
SAMSA no es solo una banda, también es una congregación de exorcistas de osadas
percepciones musicales.
Muestras de “¿Me
Percibes, Animal?”.-
La Muerte Ha Estado Alegre Y Ha Cantado En Su
Hueso: http://elcerebrodegregoriosamsa.bandcamp.com/track/la-muerte-ha-estado-alegre-y-ha-cantado-en-su-hueso
[Con especial cariño dedico esta reseña a la prog-girl
venezolana Jackie Suárez.]
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