Thursday, February 24, 2011

TRÍO VILARDEBÓ: la trinidad de la vanguardia jazz-progresiva uruguaya


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

En esta ocasión quisiera hablarles de un power-trío instrumental uruguayo llamado TRÍO VILARDEBÓ, fundado en 2003 y conformado por el guitarrista Daniel Tolosa, el baterista Daniel Pereira y el bajista Sandro Trombotti. Dentro de un esquema integralmente progresivo marcado por sueños de libertad y oscuridad, TRÍO VILARDEBÓ crea una amalgama de jazz-rock, experimentación free-form, psicodelia de base heavy, fusión, neurosis crimsoniana y agilidad de raigambre math-rock. El factor de la improvisación es muy relevante en la gestación, maduración y continua reconstrucción de la voz musical de TRÍO VILARDEBÓ, pero el trío no se queda absorto en sus propias abstracciones sin más, sino que las desarrolla concretándolas en diálogos en los que los tres músicos se complementan y desafían simultáneamente a fin de que el sonido elabore y remodele su propio sentido, un sentido misterioso que solo puede provenir de la mágica fruición producida por el encuentro de tres mentes aventureras. Muchas veces resulta que el bajo ostenta su propia distorsión a fin de llenar espacios entre riffs y fraseos de guitarra; muchas otras veces la batería se despega un poco de su rol básicamente rítmico y se apunta a completar texturas y matices iniciados por los otros dos instrumentos; casi siempre ocupa la guitarra un lugar central, sin por ello renunciar al contacto directo con los incendiarios ornamentos del bajo o con las efectivas variantes de cadencia emitidas desde los tambores y platillos de Pereira. Este power-trío prácticamente funciona como una trinidad cósmico-psicodélica entregada por igual a su propia unidad tensa y a los peligros del sonido hecho aventura radical.


El primer disco del grupo, “Ojos Territoriales”, se editó en el año 2008. ‘La Caja De Pandora’ abre el disco en directa relación con su título mismo, como abriendo un cofre desde el cual emerge una atmósfera sobriamente ominosa dispuesta a generar peligro y drama en un futuro cercano. ‘Alimentando Al Muerto’ despliega un frenesí más marcado tras un pasaje introductorio alevosamente nebuloso; el jam central porta un ágil swing cuasi-zeppeliniano con añadidos matices crimsonianos. Este momento de impacto es eficazmente capitalizado en ‘Territorio’, pieza portadora de un cálido swing jazzero que ofrece una curiosa contraparte a los vibrantes fraseos de guitarra. ‘La Casa’ se proyecta hacia un terreno distinto, centrado en grisáceos ambientes de misterio y neurosis: hay un delirio crimsoniano-sabbathiano que brilla en las intervenciones de la guitarra, mientras que la pesada languidez del compás básico es reactivado por la dupla rítmica con buen nervio y sólida fluidez. Un poco más adelante, ‘Desierto’ establece una recepción del legado de ‘La Casa’, aunque con un vigor más emparentado con ‘Alimentando Al Muerto’ y ‘Territorio’. En medio de ambos temas, ‘Hombre Caminando Bajo La Lluvia’, tema en 7/8, explora otros senderos de la ebullición psicodélica que ya se había hecho dominantemente presente en el tema precedente y lo alimenta con adornos fusionescos que, de alguna rara manera, se hacen notar en medio de la tormenta rockera en curso. ‘Barcos’ es una pieza tremendamente vibrante, con un primer motivo que refleja un ágil manejo de intensos climas a lo math-rock, seguido de un pasaje misterioso que funge como puente hacia una nueva retoma del primer motivo. Bajo el bello título de ‘Tus Ojos Abrazan’ late un cautivador blues-rock en el cual el lirismo inherente a la línea compositiva se beneficia de la refinada crudeza propia de la banda; hay un breve interludio que parece adentrarse en una lánguida atmósfera oscura, pero en realidad se trata de un momento de reposo previo a la retoma del motivo central. El momento resulta idóneo ahora volver a encender el fuego rockero en una hoguera de pura electricidad, y es allí donde ‘El Pozo’ entra a tallar, tema muy en línea con ‘Barcos’: hay suficientes variantes en el desarrollo de esta pieza como para motivar un interesante viaje mental en el oyente mientras la polenta rockera sigue su inapelable marcha. Los últimos 7 minutos del disco están ocupados por ‘Espejo’, un tema menos apabullante que el anterior pero que refleja a la perfección el lado crimsoniano de la banda en lo que se refiere al armado de texturas neuróticas y atmósferas elegantemente inquietantes.


El segundo disco, titulado “Fuego Subterráneo”, fue concebido a partir de una sesión de improvisaciones que se registraron en un estudio de grabación en la primera mitad de 2010, siendo editado el mismo año. De este modo, en comparación con el disco debut, se pone un mayor énfasis en la vertiente free-form que forma parte del eclecticismo inherente a la banda, la cual se siente muy cómoda lidiando con la incertidumbre, un terreno muy familiar para el trío. ‘La Llegada’ da inicio a esta aventura bajo la forma de una turbulenta tormenta lisérgica que va armando de manera gradual su camino hacia la llama ideal: el bajo es típicamente wettoniano, mientras que los guitarreos se orientan hacia un encuentro entre David Torn y Fred Frith. El último minuto y medio está diseñado para volver al reposo inicial, preparando así el camino para la ambientación cósmica que ‘La Habitación De Los Deseos’ proporciona al esquema global de esta osada aventura sónica. La cadencia contenida del compás permite al baterista lucir algunos redobles interesantes en ocasiones, lo cual sirve para darle notables matices de muscularidad a una improvisación menos densa que la anterior. Con sus poco más de 14 minutos de duración, ‘Un Universo Fragmentado’ refleja sin tapujos la influencia de los jams ariscos y robustos del KING CRIMSON de las etapas “Starless & Bible Black” y “Red”, especialmente en lo que se refiere a la densidad misteriosa de ‘Starless & Bible Black’ y la peculiar magia negra de ‘Journey To The Center Of The Cosmos’, aunque también es justo advertir la influencia de las facetas free-jazzeras del krautrock guitarrero (AGITATION FREE, GURU GURU). Este retrato musical del universo fragmentado ha sido todo un viaje hacia rincones oscuros y turbulentos de la mente. Más bien, ‘La Puerta’ es una pieza diseñada para reutilizar toda la psicodelia reinante y darle un ropaje más relajado a la instrumentación. Esto, a su vez funciona eficazmente como un puente para el dinamismo extrovertido de ‘El Guardián De Los Sueños’, un dinamismo que, claro está, no es ajeno a sonidos turbulentos y bizarros durante su desarrollo: una vez más, los redobles de batería son cruciales a la hora de resaltar el aspecto central del tema.


Los últimos 26 minutos de esta aventura están ocupados por las dos partes de ‘El Fin De Los Días’. En su primera mitad, la primera parte reactiva y capitaliza la dimensión relajada de estas improvisaciones en cuanto al ritmo, pero el timbre tiene bastante de siniestro, algo no muy alejado del gusto por lo oscuro que es tan típico de la tradición del RIO francófono (especialmente PRESENT); para la segunda mitad, el grupo realiza un vuelo en clave de free-jazz sin dejar de lado la reinante aureola siniestra. La culminación de la aventura “Fuego Subterráneo” llega a través de los casi 18 minutos de la segunda parte de ‘El Fin De Los Días’. Aquí la banda establece un fluido punto de encuentro entre las marañas del free-jazz y el espíritu lisérgico de la psicodelia progresiva. La idea de mantener las cosas en un nivel razonablemente contenido es la predominante, pero no faltan momentos de mayor expresividad en los que la guitarra se anima a crear texturas un poco más aguerridas y el bajo hace sobresalir su timbre distorsionado, más al modo de una segunda guitarra que de un bajo rockero “convencional”.


Un agradecimiento especial a mi amigo progresivo Joaquín por haberme introducido al arte de este grupo, al cual ya tengo como uno de mis favoritos de la vanguardia progresiva sudamericana de los últimos años. De hecho, el grupo ya cuenta con una reputación propia de banda de culto en su área local, una reputación inmensamente merecida según mi parecer.

Monday, February 21, 2011

LED BIB nos trae su propia visión musical para el jazz-prog del futuro


HOLA AMIGOS DE AUTOPIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy me toca hablarles del quinteto británico de jazz-prog LED BIB, el cual acaba de lanzar al mercado su cuarto trabajo de estudio “Bring Your Own”. Formado en 2003, LED BIB ha ido ganándose una buena reputación ante los ojos y oídos del público y la crítica musical, incluyendo la obtención del Peter Whittingham Jazz Award por su primer disco “Arboretum” en 2005. La propuesta musical de este grupo se sostiene entre la vibrante versatilidad de la dupla rítmica y las enérgicas sonoridades de los dos saxos, tendiendo ingeniosos puentes entre la línea jazz-punk contemporánea, la tradición del jazz vanguardista de los 60s, la faceta más ruda del Canterbury, e incluso la inserción de matices a lo zeuhl: una mezcla interesante que sirve como esquema de trabajo para ingeniosas ideas y electrizantes expansiones instrumentales. Es lo que varios críticos especialistas han descrito como el "futuro del jazz", así, sin medias tintas. Ahora con “Bring Your Own”, editado por Cuneiform Records, el grupo demuestra que aún es totalmente merecedor de elogios, y por qué no, también de más premios.


‘Moth Dilemma’ abre el disco con un buen ejercicio de punche y dinamismo, mezclando espíritu lúdico al estilo del viejo Canterbury e inquietudes psicodélicas con total fluidez. ‘Is That A Woodblock?’, por su parte, desarrolla una sonoridad maciza que funciona igual de bien en los pasajes intrépidos y en los aleatorios: el asunto musical se familiariza con el primer MATCHING MOLE y con la tradición del free-jazz, mientras que algunas vibraciones emergidas del bajo y el piano eléctrico durante el clímax del interludio suenan y resuenan a zeuhl. Aquí tenemos una cima creativa del disco. El talante vanguardista que se asomó tan conveniente en ‘Is That A Woodblock?’ aflora con más plenitud en ‘Little X’, pieza basada en la convergencia de swing fusionesco (WEATHER REPORT, el HERBIE HANCOCK de “Head Hunters”) y ambientes opresivos propios de la vertiente jazzera del zeuhl (POTEMKINE, ZAO) y el jazz-punk. Ya para este momento, el oyente debe tener bien en claro de qué va este grupo, por lo que no es de extrañar que ‘Hollow Ponds’ desarrolle una espiritualidad reflexiva bajo la dirección del dueto de batería y contrabajo, ni que acto seguido, ‘Power Walking’ arroje una luz más explosiva a través de una retoma del lado más extrovertido de la banda: LED BIB maneja a la perfección el discurso del jazz y lo concibe con una mentalidad experimental que le permite crear una propuesta vanguardista tan ecléctica como consistente. ‘Service Stop Saviour’ tiene una estructura básica de jazz de salón en clave blues, pero la armazón generada por el piano eléctrico distorsionado, el nervio de los saxos en sus solos y las ocasionales variantes propuestas por la dupla rítmica le hacen ir más allá de la base y remontarse hacia una genuina aventura musical que evoca inquietudes y desgarros. ‘Engine Room’ recibe en parte el impacto emocional del tema precedente, reiterando la robustez habitual de la banda a la vez que ahonda el gusto por la sofisticación progresiva y los vuelos psicodélicos – otro pico creativo del disco.


‘Shapes & Sizes’ es un tema bastante vitamínico en el cuerpo central de su primer tercio, muy visceral y urgente, para luego virar hacia experimentaciones RIO y free-form durante su segundo tercio; el último tercio completa un aire de big band alimentado del delirio psicodélico inmediatamente anterior. ‘Walnuts’ no es un tema mucho más reposado, precisamente, aunque sí es verdad que tiene un tono menos amenazante: la ágil densidad emanada de la instrumentación tiene un espíritu un poco más carnavalesco, casi como si se tratara de una partitura perdida de VON ZAMLA retocada por un combo liderado por JOHN ZORN que incluye a un bajista de la escuela magmiana. Ese pasaje donde se contratan los adornos de sintetizador que emulan gritos de un bebé-robot y un alegre solo de saxo conforma un momento especial dentro del complejo esquema compositivo de esta pieza – una cima más del repertorio. El álbum concluye con ‘Winter’, basado en un ejercicio de cool jazz que se arropa con tensos arreglos de metales y musculares recovecos de bajo a fin de afincar un nervio tenso y entusiastamente experimental al asunto: la pieza es prácticamente un clímax perpetuo, por lo que funciona a las mil maravillas como cierre del álbum.


En paralelo con las propuestas de otras bandas alrededor del mundo como ALGERNON, ELEPHANT9, JAGA-JAZZIST, GUTBUCKET, ZS y otras muchas en aras de la modernización de la vanguardia jazzera de nuestros días, LED BIB encarna una de las propuestas más excitantes de esta orientación. Este reciente disco “Bring Your Own”, el mismo que amenaza con merecer un sitial en cualquier Top Ten de 2011, es un estupendo pretexto para despertar nuestra curiosidad en torno a dicha banda, una curiosidad que no matará sino que estimulará la creatividad mental y espiritual del oyente receptivo a la idea de la música como aventura.

Un tubito de LED BIB.-
Is That A Woodblock?: http://www.youtube.com/watch?v=D0T3OYjnjUI

Saturday, February 19, 2011

GUTBUCKET - una presencia fresca en la vanguardia estadounidense


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Afincado en Brooklyn y con varios años de trayectoria a cuestas, el ensamble estadounidense GUTBUCKET es una de las personalidades más destacadas dentro de la actual vanguardia jazzera estadounidense. Su manera de reciclar y remodelar las influencias del jazz vanguardista del underground neoyorkino, el legado zorniano del jazz-punk, el progresivo de vanguardia, la escuela del RIO y el math-rock bajo un ropaje sonoro tan robusto como exquisito lo convierte en un referente para los amantes de la vanguardia jazzera y la avanzada progresiva de los últimos años. El grupo consiste en Ty Citerman (guitarras y efectos electrónicos), Adam D. Gold (batería y percusión), Eric Rockwin (bajo, cello y sintetizador) y Ken Thomson (saxofones y clarinete contrabajo). ‘Flock’, su quinto trabajo de estudio, acaba de ser lanzado al mercado por Cuneiform Records a inicios de 2011.


Con un título tan graciosamente obsceno como ‘Fuck You And Your Hipster Tie Gutbucket’ cabe esperar que el tema de apertura sea divertido, neurótico, pleno de muscularidad y armado con una actitud sofisticada que vaya paradójicamente de la mano con un sentido del desenfado. Pues bueno, las expectativas se cumplen a la perfección, logrando así cuajar una vía de entrada llamativa y contundente para el álbum. La arquitectura rítmica de la pieza se sitúa en una encrucijada entre el jazz-punk y el math-rock, siendo su transmisión lo suficientemente cuidada como para que no resulte redundante ni opresiva dentro del bloque instrumental integral, el cual es mayormente dirigido por el saxo de Ken Thomson. ‘Zero Is Short For Idiot’ es otro título extravagante y, sorpresa, sorpresa… la música también lo es. Portando un esquema rítmico menos intenso que el tema de apertura, también tiene sus dosis importantes de complejidad y variabilidad: hay ciertas alusiones a ZAPPA y PRIMUS en aquellos pasajes en los cuales el grupo incorpora adornos e interludios más agresivos. Por su parte, ‘4 9 8’ establece una efectiva traducción jazz-rockera de exóticos aires gitanos: imaginemos un ALAMAILMAN VASARAT con una sección de metales menos nutrida y una guitarra extraída del DON CABALLERO de “World Class Listening Problem”, y podremos hacernos una idea de la onda por la que va este tema. ‘D0g Help Us’ es en muchos aspectos un manifiesto de la refinada complejidad inherente al filo más osado de la banda: el esquema compositivo de esta pieza se basa en un radical juego de síncopas y contrapuntos, los cuales exigen pulso de hierro y memoria milimétrica. El carácter inherentemente lúdico a este tipo de empresas sónicas halla un adecuado contraste en la densidad psicodélica impresa en ‘Murakami’, pieza cuya esencia misteriosa y opresiva se sostiene mayormente en la cadencia ceremoniosamente lenta aplicada por la dupla rítmica y el apabullante destaque de tonos oscuros en los saxos sobregrabados.


‘Tryst ‘N Shout’ vuelve a plasmar la lógica del contraste al apelar a ambientes más ágiles y coloridos, siendo esta vez provistos desde la recreación de atmósferas vivaces a través de recursos jazz-rockeros y RIO, haciéndolo alegre a pesar de la patente presencia de sonoridades robustas e inquietas. No hallaremos aquí la retorcida complejidad de ‘D0g Help Us’, sino algo más emparentado con el tema de apertura. Donde sí hay una tendencia hacia la faceta más compleja del grupo es en ‘Said The Trapeze To Gravity (Why Are You So Old?)’ (por Dios, ¡qué título tan genial!), pieza que encapsula maravillosamente la amalgama progresiva de jazz-punk, RIO, psicodelia y jazz vanguardista a lo JOHN ZORN que GUTBUCKET tiene como cénit de su expresividad musical. El pasaje calmadamente misterioso con que culmina ‘Said The Trapeze To Gravity (Why Are You So Old?)’ se engarza con el ensimismamiento otoñal de ‘Give Up’, una pieza a medio camino entre el cool-jazz y el RIO donde la languidez emocional se siente sobrecogedora hasta el momento de la coda, donde las cosas no cambian mucho en espíritu pero sí adquieren un poco de colorido. Los últimos tres temas del disco están conectados en torno a un concepto satírico anticlerical (o al menos, eso parece traslucirse por los títulos tanto del concepto como de cada pieza particular): ‘Dyslexic Messiah’ refleja esa ágil combinación de math-rock y jazz-punk que el grupo domina con gracia y perfección; ‘Sacrificial Vegan’ establece un bien armado contraste entre una primera mitad introspectiva y otra extrovertida, con espacios abiertos para algunas variantes inesperadas a lo largo del camino, y sobre todo, la guitarra de Ty Citerman generando recursos de tensión y garra; ‘Turning Manischewitz Into Wine’ es una que empieza con un tenor bastante alegre, pero cuando entra a tallar un coqueto solo de saxo con matices diversos que van desde el klezmer hasta el delirio crimsoniano, la pieza vira hacia un clima opresivo que ahonda precisamente en lo crimsoniano, marcando así una final intensamente oscuro para el disco.


“Flock” es, ante todo, un derroche de imaginación musical gestado para motivar desafíos estéticos a los melómanos de espíritu arriesgado, tanto en las áreas del jazz como en las del género progresivo – GUTBUCKET porta una tremenda potencialidad creativa así como infinitas dosis de pericia y nervio para convertir lo creado en una estupenda realidad sónica.


Muestras de "Flock".-
Said The Trapeze To Gravity (Why Are You So Old?): http://www.youtube.com/watch?v=IEZmaFpsHTc
Zero Is Short For Idiot: http://www.youtube.com/watch?v=dfDxCzMQqTo

Wednesday, February 16, 2011

THE MUFFINS y su palíndromo progresivo



HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

El ensamble estadounidense THE MUFFINS, veterano exponentes del jazz-prog con fuertes influencias Canterbury y menos fuertes pero igualmente notables matices de la escuela R.I.O. británica, vuelve a deleitar a los amantes de su música con “Palindrome”, su más reciente trabajo de estudio publicado a fines de 2010 por Musea Records. Es un factor muy gratificante que esta banda se esté dando abasto para desarrollar una carrera fonográfica más o menos consistente desde su reunión a fines de los 90s, habida cuenta que durante su primer periodo (desde mediados de los 70s hasta el año 1980) solo pudieron grabar dos ítems. Y por lo oído en “Palindrome”, disco compuesto y producido en un lapso de más de dos años, la banda no pierde un ápice de ingenio ni un miligramo de vitalidad, siendo capaz de gestar música realmente interesante y auto-renovadora para los coleccionistas progresivos amantes de la apreciación estética como una forma de aventura. Los miembros de THE MUFFINS siguen siendo Billy Swann (bajo), Paul Sears (batería y percusión), Dave Newhouse y Tom Scott (ambos compartiendo roles de vientistas y teclistas, además de añadir algo de percusión tonal a su arsenal compartido). Por si los vientos aportados por estos dos fueran pocos - saxofones, clarinetes, flautas, oboe y fagot -, resulta que en algunos pasajes del disco colaboran el trombonista Doug Elliott y el tubista Keith Cottrill. Otros colaboradores ocasionales son el guitarrista Brian Sullivan y la bella vocalista Elaine di Falco (de THINKING PLAGUE).


El tema de apertura ‘The Angel’s Share’ abre con una atmósfera psicodélica que pronto brinda espacio para sonoridades cálidas basadas en los vuelos sucesivos de la flauta y el saxo soprano así como en la firme cadencia jazzera armada por la columna triádica de piano, bajo y batería (a medio camino entre el SOFT MACHINE post-Dean y HAPPY THE MAN). Tras estos 3 minutos y pico de calidez, ‘Not Yet Awake’ nos transporta hacia una ambientación misteriosa, desarrollada al modo de una elegante languidez donde la instrumentación guarda paralelos parentescos con las tradiciones de NUCLEUS y WEATHER REPORT, así como con el aura cósmica modernista que muy bien puede relacionarse con JAGA JAZZIST y otras bandas por el estilo que buscan renovar la experimentación jazzera para el nuevo milenio. A pesar de que la tonalidad prioritaria del núcleo compositivo de ‘Not Yet Awake’ es un tanto grisácea, hay pasajes en los cuales los destellos provistos por la dupla de vientos resultan efectivos a la hora de crear variantes de colorido al asunto. La coda marcada por capas de teclado y un suave canto femenino (¡Elaine di Falco!) tienen una interesante aureola de invocación mística. El clima de languidez antes descrito se retiene y reelabora para la pieza siguiente, ‘Fishing In America’, la cual muestra una aproximación chamber-rockera a las atmósferas hasta ahora exclusivamente recurrentes en lo que va del repertorio; tal vez lo mas certero es describirla como un epílogo de ‘Not Yet Awake’. En sintonía con las alusiones humorísticas de su título, ‘Dynamite Is Not The Solution’ trae a colación vibraciones un tanto más extrovertidas, generando ambientes exóticos rayanos con la World Music que ciertamente ayudan a cimentar su elegante swing básico. El nivel de belleza de las florituras del saxo soprano es infinito. ‘When Fela Comes To Town’ y ‘King Fish’ son piezas encargadas de manifestar la diversidad ecléctica dentro de la cual el cuarteto abriga y nutre su visión musical. El primero devuelve el elemento jazz-rock a la musicalidad del ensamble, portando una agilidad llamativa y contagiosa que suena casi como parte de la banda sonora de “James Bond”, con matices cósmicos sobriamente introducidos en la instrumentación. Por su parte, el segundo establece un ingenioso cruce de agilidad de corte Canterbury y sinfonismo “retorcido” con cadencias jazzeadas (algo así como HOWEVER o el HANDS que hallamos en “Strangelet”).


El tema más largo del disco es ‘Bat And Birds’, el cual empieza con un espíritu crepuscular y meditabundo, oportunamente liderado por concisos acordes de piano. Volvemos a las referencias a NUCLEUS, y por qué no, el SOFT MACHINE de “Six” también. Poco antes de la barrera de los 3 minutos, unos fastuosos acordes de órgano y una serie de improvisados redobles de batería abren la puerta para una secuencia de motivos gráciles. Ahora que el grupo vuelve a explorar su faceta extrovertida y se dispone a trabajar en ello de manera bastante meticulosa, cabe destacar particularmente un hermoso solo de órgano fuzz y la sublime exquisitez de los arreglos de vientos. La coda psicodélica, aunque breve, aporta una inesperada sensación de inquietud tras la colorida soltura de la cual había hecho gala el grupo por varios minutos. Los últimos 7 ¼ minutos del álbum son ocupados por ‘Yukapoe's Lament’: debido a sus recursos melódicos basados en una arquitectura melódica de serenidad contemplativa, esta pieza puede interpretarse como que cierra un círculo en tanto que retoma la abrigadora calidez de ‘The Angel’s Share’, aunque con una dosis de luminosidad un poco mayor, como recibiendo algo del impulso extrovertido de ‘Bats And Birds’. En buena medida, esta composición no hubiera estado fuera de lugar en un disco de HAPPY THE MAN o HOWEVER, aunque también cabe señalar que algunos arreglos de vientos tienen un inconfundible aire zappiano (etapa “Hot Rats”).


Aunque “Palindrome” no iguala la magia imponente y peculiarmente compleja impresa en discos previos como “Chronometers” y “Double Negative”, lejos está de ser una obra mal cuajada: por el contrario, y reiterando una idea que ya se señaló en el primer párrafo de esta reseña, supone un testimonio claro de la vigencia firme y sólida de THE MUFFINS como una voz relevante y reveladora dentro de la vanguardia progresiva que se continúa creando en los Estados Unidos. Al derecho y al revés, este palíndromo progresivo dignifica a la música progresiva como concepto y como estilo.

Monday, February 07, 2011

GARY MOORE - un homenaje póstumo










HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy nos toca la triste misión de evocar a GARY MOORE, maestro indiscutible de la guitarra que dejó este mundo mientras dormía plácidamente en un hotel de la localidad andaluza de Estepona, en la madrugada del domingo 6 de febrero.

Nacido como Robert William Gary Moore el 4 de abril de 1952, la carrera musical de MOORE ha sido amplia y diversa, incluyendo su paso por THIN LIZZY (especialmente en el electrizante álbum “Black Rose: A Rock Legend”) y SKID ROW (la banda irlandesa de los 60s-70s, no la estadounidense de los 80s). Además de ello, grabó varios discos solistas, logrando especial éxito comercial en los 80’s con discos como “Corridors Of Power”, “Victims Of The Future” y “Wild Frontier”, solo por nombrar algunos. En 1990, con “Still Got The Blues”, pudo mantener su vigencia en las primeras ligas del mainstream rockero para la siguiente década, concretizando así una de las expresiones más sólidas y genuinas de su perpetuo amor por el blues y el blues-rock. También participó en BBM, un power-trío que acogía a Jack Bruce, Ginger Baker y al mismo Moore en una suerte de súpergrupo que quería recoger la dinámica de CREAM y sazonarla con usos de rock pesado y blues-rock propios del estilo esencial de Moore.

Su vitalidad y solvencia técnica no fueron ajenos al desarrollo del género progresivo en la escena británica de los 70s, como demuestra su membresía en COLOSSEUM II, así como su participación como músico al servicio de Greg Lake en los primeros años tras la disolución definitiva de EMERSON, LAKE & PALMER. COLOSSEUM II fue un hito importante dentro de la preservación de las dimensiones más jazzeras del rock progresivo en una época en la que el género progresivo empezaba a padecer su declive cultural dentro del underground rockero británico.

Nuestro homenaje progresivo póstumo a esta figura de la guitarra vendrá en forma de transcripción de una reseña del tercer y último disco de COLOSSEUM II “Wardance”, editado en 1978 (enlace original en http://dlsi.ua.es/~inesta/LCDM/Discos/colosseumii_wardance.html).-

“ Temas
1. Wardance
2. Major Keys
3. Put It This Way
4. Castles
5. Fighting Talk
6. The Inquisition
7. Star Maiden / Mysterioso / Quasar
8. Last Exit

“Wardance” fue el tercer y último trabajo discográfico del poderoso ensamble jazz-progresivo COLOSSEUM II. La línea de trabajo ofrecida por el grupo apuntaba directamente a la elaboración y desarrollo de un sonido sustentado en un swing llamativo y explorado a partir de una dinámica rockera filuda y refinada a la vez. Jon Hiseman y John Mole conforman una dupla rítmica muy versátil que se siente cómoda tanto en los pasajes rotundamente explosivos como en aquellos donde hay que apelar a cadencias más moderadas (no demasiado, tampoco), y es en gran medida que su labor recicla la furiosa creatividad exhibida a través de las intervenciones de las guitarras y los teclados. Gary Moore es un firme contemporáneo de Holdsworth, esto es, un tipo capaz de alternar fraseos pirotécnicos muy a lo McLaughlin y riffs bien armados con igual convicción. Por su parte, Don Airey hace su propia reconstrucción de las influencias que recibe de Jan Hammer y Chick Corea incorporando colores progresivos varios que beben de la pomposidad de un Keith Emerson, y eso lo pone a la par que Eddie Jobson. A pesar de estos casuales paralelos que estoy aparentemente planteando con el primer UK, en realidad este disco tiene una vertiente claramente definida hacia un jazz-rock ornamentado con colores sinfónicos, algo así como un edificio sónico híbrido de RETURN TO FOREVER y MAHAVISHNU ORCHESTRA construido con materiales de rock duro y progresivo en su faceta más bombástica. Antes de que Airey se volcara hacia el rock duro melódico de RAINBOW y Moore buscara hacerse de un nombre propio en el hard rock y el blues-rock estándar, dieron algo valioso a la tradición progresiva setentera. Y por su parte, Hiseman despliega una inagotable energía en sus funciones rítmicas así como en sus infaltables ornamentos de turno.

Los máximos exponentes directos de la oferta esencial del grupo están encarnados en los temas 1, 6 y 7, y en menor medida, en el tema 3. La pieza homónima que abre el disco comienza con una serie de orquestaciones y efectos de teclado que transitan entre lo épico y lo cósmico, siendo así que al entrar los golpes de tímpanos lo épico queda realzado en predominancia. Cuando la pieza aterriza sobre su motivo principal, nos encontramos con un llamativo jam en 10/8 que hace ciertos coqueteos con el funk-rock, pero la esencia permanece bien definida en el jazz-prog. ‘The Inquisition’ nos lleva hacia una explicitación clara de la deuda que tiene COLOSSEUM II con RETURN TO FOREVER (etapa con Al di Meola), siendo un tema potente y bien armado, nunca desbordado por los lucimientos individuales de los instrumentistas. Una mención especial debe ir hacia el doble solo de guitarras eléctrica y acústica que mete Moore en algún lugar del medio – su colorido aflamencado es fácil de notar y degustar. En fin, un gran tema es ‘The Inquisition’. ‘Star Maiden / Mysterioso / Quasar’ es el tema más ambicioso en lo compositivo. El título tripartito se corresponde con una serie de tres secciones mutuamente diferenciadas, ligadas entre sí por golpes de campanas tubulares y platillos. El tema comienza con un motivo lento que sirve para que Mole luzca su estilo pulido en el bajo sin trastes; la segunda sección alterna compases de 21/8 y 5/4, y suena a un MAHAVISHNU sin McLaughlin pero con Holdsworth; en fin, la tercera parte es la más intrépida, bombástica, con un corto desarrollo que le permite operar como un efectivo epílogo. ‘Put It This Way’ pudo ser más largo, pues mientras llega su fade-out el oyente se queda sin saber a dónde podía apuntar una explotación más detallada de sus potencialidades: es un jam donde se mezclan los espíritus de los dos temas precedentes, aunque con un aura menos compleja, y por tanto, no aburre… por eso mismo pudo dar más de sí. En fin, se trata de otra pieza destacada del disco.

‘Major Keys’ es un sólido ejercicio de funky edificado con bastante polenta: la escucha es bastante amena, y las piruetas construidas por la guitarra y el sintetizador alternadamente no llegan a saturar, sino que completan la fluida agilidad de la pieza. ‘Fighting Talk’ es un blues-rock rápido sin llegar a ser estrepitoso: su cadencia, emparentada con la de los temas más alegres de DIXIE DREGS y del Billy Cobham solista, le permite convertirse en otra pieza esencialmente amena dentro del repertorio. ‘Castles’ es la pieza menos especial del disco, tratándose como se trata de una agradable balada de corte R’n’B en la que Moore hace gala de su feeling (y también limitado registro) al canto: no es tanto su guitarra sino los ornamentos de piano eléctrico los que elaboran los sonidos más interesantes de esta balada. El disco cierra con ‘Last Exit’, un bonito lento en el que Moore casi hace hablar a su guitarra con su sentida ejecución de la línea melódica reservada para su instrumento. Los colchones simples de órgano y los loops cósmicos de sintetizador ayudan a darle un aire sofisticado a la ambientación evocativa de la pieza. Con este ejercicio de virtuosismo con controlada pirotecnia (y que, dicho sea de paso, no me hubiera molestado que durara un poco más) terminan tanto este disco como la carrera discográfica de CCOLOSSEUM II. Parece mentira cómo un disco creado y registrado en los umbrales del fin de los 70s pueda sonar tan actual hoy en día. El trabajo de COLOSSEUM II es, en muchos sentidos, un anuncio temprano de lo que tiene lugar, desde hace más de una década, en el actual mundillo del jazz-rock y el jazz-prog metal. ”

¡¡Gracias por la música, Maestro Gary!!

Muestras de COLOSSEUM II.-
Inquisition: http://www.youtube.com/watch?v=WtjDigJ_QQI
Fighting talk: http://www.youtube.com/watch?v=cmSI5xIhHAc
Castles: http://www.youtube.com/watch?v=cKH5m3au3WU

Friday, February 04, 2011

PLANETA IMAGINARIO o la gran realidad de la vertiente jazz-progresiva de nuestros días






















HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

El ensamble catalán PLANETA IMAGINARIO sigue dando pasos de gigante de forma coherente y sostenida en su misión de llevar la vertiente jazzeada del género progresivo a lo largo del nuevo milenio. Ahora que el segundo decenio del nuevo milenio acaba de empezar, PLANETA IMAGINARIO da nueva cuenta de su ingenio musical con “Optical Delusions”, por vía del sello Cuneiform Records. Teniendo en cuenta que el grupo ya no cuenta con un guitarrista en sus filas como sí lo hacía en sus dos discos anteriores, el sonido grupal asume la nueva situación con un manejo más intensivo de su ensamble de vientos (el cual, a su vez, adquiere mayor vigor con la presencia de invitados), a la vez que los teclados de Marc Capel asumen un lugar más destacado dentro del bloque sonoro a la hora de armar las bases de cada pieza. La presencia de The Hien-Trinh al trombón y Natsuko Sigao a la trompeta genera una interesante dimensión internacional a los metales. De hecho, se aprecia bastante el gusto de Capel por los sonidos vintage, especialmente en el vibrato canterburyano que le da al órgano (a la usanza de SOFT MACHINE, GILGAMESH, HATFIELD & THE NORTH, ISOTOPE). Si en discos anteriores, PI generaba una amalgama inspirada en el Canterbury, la fusión 70era (WEATHER REPORT, PERIGEO), el ZAPPA de la “big band” y el space-rock, ahora este último elemento ha decrecido considerablemente, lo cual se condice perfectamente con el revigorizado protagonismo de los metales que mencionamos anteriormente. Por lo pronto, adelantamos que PI se borda enormemente con el repertorio de este disco, el cual es el más extenso de su discografía hasta ahora.

Con la ilación de ‘Acciò Col-lectiva’, ‘El jardì de las vaques alegres’ y ‘Xarramandusca’ disfrutamos de más de media hora de intensidad musical que pone los puntos sobre las íes en la renovada situación estilística de la banda. ‘Acciò Col-lectiva’ da inicio a la cosa con un aire amable y alegre, con una extroversión contenida bien reflejada en el modo en que se desarrolla la armazón sónica. Hay un solo de piano eléctrico que inicia un oportuno momento de melancolía. Más adelante, el asunto se pone un poco más denso e intenso, pero no se trata de un giro abrupto sino de una transición fluida, realizada con impecable fluidez. Este pasaje no es muy largo, pues el tema regresa a la calidez inicial para sus últimas instancias. Tras un hermoso preludio a cargo del ensamble de metales, ‘El jardì de las vaques alegres’ se explaya en un cuerpo central vibrante que encarna muy bien el dinamismo esencial de la banda. Las variantes de ambiente y compás, los ornamentos cósmicos de sintetizador, el órgano de amplias cadencias retro, el swing contundente de la dupla rítmica y los solos individuales de vientos operan a las mil maravillas dentro del encuadre general de la composición. ‘Xarramandusca’ despega desde donde terminó la pieza precedente con sus medidos flirteos psicodélicos y empuja hacia desarrollos progresivos aún más sofisticados, poniendo esta vez el acento preferente en el jazz-fusión estadounidense a fin de sopesar el inevitable lirismo grácil canterburyano al cual PI nunca renuncia del todo. El pasaje de metales orquestados es simplemente sublime. ‘Bona sort, amic meu’ es un breve nocturno de piano inmerso en efectos de granja, los mismos que ofrecen un contraste abierto frente a la lánguida expresividad de las teclas. ‘Preludis Clinics del Home-gos’ es el concepto que unifica la secuencia de los 3 siguientes temas: ‘Angioma’ y ‘Hemangioma’ siguen reflejando el espíritu de aventura melódica que ya había dado tan buenos réditos en ‘El jardì de las vaques alegres’, mientras que ‘Bisturí’ elabora un puente de relax en medio de las dos arquitecturas caleidoscópicas, muy receptivas de la traviesa agilidad que Zappa insuflaba a sus composiciones para big band.

‘Introducció de Llepavoreres’ es una sonata de piano que grita por igual las influencias de Alan Gowen y Jan Hammer, donde se instala el inicio de ‘Llepavoreres’, continuadamente guiado por el piano. Poco a poco, la reinante aureola ceremoniosa va cediendo espacio al desarrollo de un cuerpo central signado por una base melódica cautivante y un swing efectivo. Si ‘Xarramandusca’ y la tríada de ‘Preludis Clinics del Home-gos’ habían conformados picos de fastuosidad, ‘Llepavoreres’ y su introducción nos han llevado hacia máximas expresiones de la faceta más entrañable de PI.

Los 13 minutos del concepto ‘Elements imperfectes sobre quartz vermell’ se distribuyen a través de la secuencia de ‘Element de la puresa imperfecte’, ‘Element del art pur i imperfect’ y ‘Element de la persuasió imperfecte’. ‘Element de la puresa imperfecte’ tiene todas las trazas de un híbrido entre ISOTOPE y el ZAPPA del big band, amable y cálido con cierta densidad implícita pero asolapada. ‘Element del art pur i imperfect’ empieza con un discurso radiofónico sobre el sentido del arte experimental que abre campo a una aventura psicodélica marcada por la síncopa de un pitido telefónico: el ambiente general es grisáceo, casi rayano con el zeuhl de raigambre jazzera (ESKATON o ZAO), y con un sintetizador que sabe hacer sobresalir sus atmósferas cósmicas con el propósito de impulsar el derroche de fuerza emitido por la dupla rítmica. El concepto se completa con el fantástico colorido de ‘Element de la persuasió imperfecte’, un ejemplo de la faceta más bombástica de la banda. El disco se cierra con ‘El mar, i llavors sortí el sol… i el reflexe’, tema que comienza con hermosas escalas de piano y un interesante ambiente melancólico no desprovisto de cierta intensidad expresiva; luego, pasamos a una sección dominada por un swing propio de los estándares de la fusión de vieja escuela (a medio camino entre WEATHER REPORT e ICEBERG), lo cual a su vez sirve para que el grupo vaya asentando su lado más extrovertido. Hay un solo de flauta sencillamente fenomenal en algún momento del último tercio del tema, el cual concluye con una sensación climática no muy exagerada pero con paso firme. De este modo se completa le experiencia de “Optical Delusions”, una experiencia que nada tiene de ilusoria y sí mucho de brillante realidad, por lo que PLANETA IMAGINARIO se hace merecedor de un lugar preferencial en la mirada y oídos de los amantes del género jazz-progresivo.


Concluimos esta reseña con las siguientes muestras de PLANETA IMAGINARIO.-
Acciò Col-lectiva: http://www.youtube.com/watch?v=OoBOs7jxtkE
El mar, i llavors sortí el sol… i el reflexe: http://www.youtube.com/watch?v=TeFXkAr2jVM