Thursday, June 18, 2015

Los fantasmas se van y una nueva vida surge para ANEKDOTEN


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy nos toca en volver nuestros ojos y oídos al cuarteto sueco ANEKDOTEN, que regresa al ruedo con su nuevo disco “Until All The Ghosts Are Gone”, 8 años después de su placa precedente “A Time Of Day”. Desde entonces, el único ítem fonográfico de la banda que teníamos a nuestra disposición era el recopilatorio doble “Chapters”. De todas maneras, no todo estaba paralizado y estático en el universo de Nicklas Barker [guitarras, mellotrón,órgano, vibráfono y voz], Anna Sofi Dahlberg [mellotrón, órgano y piano eléctrico Fender Rhodes], Jan Erik Liljeström [bajo y voz] y Peter Nordins [batería, vibráfono y otras percusiones]. Por ejemplo, Barker ha estado activo en MY BROTHER THE WIND, uno de los exponentes máximos de la última generación de la psicodelia progresiva escandinava; es muy posible que ésta sea la clave para entender porqué los guitarreos en esta nueva obra de ANEKDOTEN ostentan una rudeza tan especial. Cabe añadir que la paleta sonora exhibida a lo largo de “Until All The Ghosts Are Gone” se enriquece con aportes ocasionales del teclista Per Wiberg (exintegrante de OPETH), el muy solicitado vientista Theo Travis que aporta la flauta en ‘It All Comes Down To You’ y la canción homónima, el saxofonista Gustav Nygren y el guitarrista Marty Wilson-Piper (el mismo de THE CHURCH). Siempre nos intriga (y hasta frustra) que Dahlberg haya renunciado por siempre jamás a su rol de cellista que tantos matices interesantes motivaba en los repertorios de los primeros álbumes de la banda: es obvio que desde los días del “Gravity” ella se siente cómoda como mellotronista… bueno, así son las cosas. De todas formas, tenemos en nuestras manos un disco merecedor de toda aprobación melómana: veamos ahora su repertorio, ¿vale?


Durando poco más de 10 minutos, ‘Shooting Star’ abre el álbum con un despliegue de energía expresiva tan exquisito como místico que transcurre como un destello único a través de toda la inmensidad del cielo. Alternando pautas rítmicas de 15/8 y 7/8 para el largo jam instrumental inicial, el ensamble pone toda la carne en el asador para anticipar la aureola lírica con la que se arma la sección cantada (con ecos del “Gravity” además del último paradigma de PORCUPINE TREE). Para la segunda sección instrumental, el grupo articula unas cadencias exóticas de ligero sabor arábigo para los sucesivos lucimientos de los ornamentos de mellotrón, solos de órgano y fraseos de guitarra. Cuando surge la nueva sección cantada desde donde se impulsa el clímax conclusivo de la canción, el vitalismo incesante de la pieza completa sus labores de focalización melódica y amplitud expresiva. ‘Get Out Alive’ sigue a continuación en una clave distinta: con un compás más reposado y una densidad sónica más pronunciada, la pieza elabora una actitud de lamento reflexivo a través de su luminosa garra rockera. Los momentos donde la densidad, sin desaparecer en verdad, pasa a niveles más sutiles, las capas de los teclados se apoderan del rol protagónico para reafirmar la atmósfera reinante con otro matiz rumbo al momento final. La tercera pieza, que responde al título de ‘If It All Comes Down To You’, está a cargo de mostrar la dimensión más etérea de esta voz renovada de los ANEKDOTEN. El colorido que aporta la flauta al inicio del último pasaje instrumental ayuda bastante a realzar la espiritualidad ensoñadora que se destila tanto del desarrollo temático como de la letra introspectiva (no desde lo nostálgico sino desde la serenidad de un optimismo tranquilo); el solo de guitarra final es simplemente hermoso, haciéndose eco del lirismo flotante que la flauta había iniciado. ‘Writing On The Wall’ emerge bajo pautas semejantes a las de ‘Get Out Alive’ pero esta vez comenzando con arreglos globales un poco más espartanos a la hora de proveer a la sección cantada de la ambientación instrumental exigida. Es a partir de la frontera del cuarto minuto y medio que los recursos de densidad sónica e inquietud emocional empiezan a hacerse notar en el espectro instrumental, aunque todavía con una actitud mesurada que permite la creación de momentáneos espacios para pasajes centrados en la guitarra acústica. Para los dos últimos minutos, el grupo gesta un clímax que nos envuelve en una neblina rotunda a través de la cual se hacen notar los destellos de un extraño sueño: ¿es ese sueño una expresión de nuestras ansias inconscientes?, ¿o más bien, la premonición de un evento triste en el horizonte cercano? El enigma es manejado con un vigor certero, lo cual permite a esta canción instaurar el clímax decisivo del disco.


La pieza homónima es la penúltima del repertorio: siendo básicamente una balada en 6/8 que nos remonta a esa dimensión evocativa que siempre ha caracterizado a las composiciones más introspectivas de la banda (sobre todo, desde los tiempos del “From Within”), funciona como un oasis de tranquilidad emocional después de la fecunda explosividad de ‘Writing On The Wall’. Tal vez el rol de ‘Until All The Ghosts Are Gone’ consiste en echar una mirada calmada hacia los cánticos precedentes y repensar sus significados. Las presencias de la guitarra acústica de 12 cuerdas de Wilson-Piper y de la flauta de Travis son esenciales para completar la atmósfera de la canción. Los últimos 8 ½ minutos del disco están ocupados por el instrumental ‘Our Days Are Numbered’, canción que perpetúa y recicla la densidad masiva de ‘Get Out Alive’ y ‘Writing On The Wall’ con un frenético vitalismo que nos devuelve, al modo del cierre de un círculo, a la garra estilizada e incandescente de ‘Shooting Star’. La polenta de esta pieza es inquietante y cautivadora a la vez; los matices de saxofón que emergen a mitad de camino mientras se instaura una atmósfera nocturna añaden convenientemente una aureola de misterio al asunto. A partir de aquí, el ensamble global desarrolla un crescendo monumentalmente hipnótico que sirve para coquetear levemente con ciertos estándares del space-rock mientras se aproxima al contundente golpe final. Así completamos nuestra experiencia con “Until All The Ghosts Are Gone”, un disco que sin llegar a esa excelencia arrolladora que la colocó en sitiales estratosféricos durante el revival de los 90s, y sin marcar tampoco derroteros espectacularmente renovadores para la actual línea de trabajo de ANEKDOTEN (la seguida en los dos discos anteriores), repone al susodicho cuarteto en un lugar muy importante dentro del escenario progresivo del presente año 2015. Se extrañaba a Nicklas Barker, Anna Sofi Dahlberg, Jan Erik y Peter, y nos han demostrado cabalmente que aún mantienen intactas sus energías creativas.


Muestras de “Until All The Ghosts Are Gone”.-


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