HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.
Con la presente viene una nueva triste noticia en el mundo del rock progresivo: el nombre del veterano que ha abandonado la existencia terrenal es Uli Trepte, talentoso y enérgico bajista alemán que fuera miembro de GURU GURU y SPACEBOX. Con el primero de estos grupos, él se erigió como una fuerza creativa tremendamente importante dentro del krautrock centrado en guitarras pesadas. Los tres primeros trabajos de estudio de GURU GURU, “UFO”, “Hinten” y “Känguru”, son expresiones culminantes de esa poderosa mezcla, sólo posible dentro de la vanguardia germana de los 60s-70s, de psicodelia radicalmente lisérgica, jams eléctricos de inspiración Hendrixiana, jazz-rock aventurero y rock pesado proto-industrial. Todo eso con un genuinamente progresivo impulso creativo.
Nacido en Constanza en 1941, Uli Trepte comenzó su trayectoria musical tocando contrabajo en grupos de jazz que desde los 60s recibían poderosamente el influjo del free-jazz y de las ideas experimentales propias de la vanguardia de la época. Uno de ellos fue el famoso trío de la pianista Irene Schweizer. Tras su estadía en GURU GURU, a partir de 1972 estuvo involucrado en colaboraciones varias con NEU! Y FAUST (entre otros), hasta formar SPACEBOX en 1975, ensamble donde pudo desarrollar incansablemente su ecléctica y desafiante visión musical hasta entrados los 80. Habiendo tenido breves estadías en Japón y los EE.UU., Trepte finalmente se instaló en Berlín para seguir produciendo rock vanguardista. Una etapa especialmente prolífica fue entre 1996 y 2001, donde formó el proyecto musical MODAL GROOVE CONCEPT, donde contó con la colaboración del ex-EMBRYO Edgar Hoffman, entre otros veteranos ilustres del rock y jazz experimentales alemanes. Por lo demás, la ley de la vida se encarga de darnos un plazo definitivo para nuestra existencia terrena y todos los proyectos que durante la misma planificamos, realizamos, logramos, replanteamos, etc. Y el protagonista de la presente retrospectiva no es la excepción. En efecto, el maestro Uli Trepte murió en Berlín
este 21 de mayo último, perdiendo su larga batalla contra el cáncer. En homenaje póstumo a este grande del rock progresivo y experimental germano, pasamos a reseñar brevemente los discos del trío originario de GURU GURU – la trilogía conformada por “UFO”, “Hinten” y “Känguru”. El trío contaba con la alineación de Tepte [bajo, efectos electrónicos y radiales y voz], Ax Genrich [guitarra, efectos sonoros y voz] y Maní Neumeier [batería, percusión, efectos sonoros y voz]. “UFO” data del año 1970, “Hinten” es del año siguiente y ambos fueron publicados por el sello Ohr; “Känguru”, por su parte, data del año 1972 y fue publicado por el sello Brain.
“UFO” (1970)
Los tres primeros temas trabajan. al menos parcialmente, con bases rítmicas precisas y contundentes (que no monótonas): los tonos predominantes están inspirados en la psicodelia vanguardista y el blues eléctrico, sazonados con una tendencia fastuosa y tenebrista a la vez. ‘Stone In’ da inicio al disco con todo un despliegue de polenta, explayado a través de ingeniosos diálogos entre los músicos quienes se conducen fluidamente a través de las variaciones originadas en el camino. ‘Girl Call’ asume la misma dinámica pero con una actitud diferente, trabajando con la elaboración de un clímax que va en busca de la neurosis definitiva. Los alocados fraseos finales de la guitarra, tensamente agudos, anuncian el inicio del tercer tema, ‘Next Time See You At The Dalai Lhama’, el cual empuja a las inquietudes de psicodelia free-form de GURU GURU alcanzar un culmen especial para su norte expresivo. Aunque no está pensada como una suite, la ilación de estas tres piezas del lado A del disco funciona en cierta medida como tal. Pero es en los dos últimos temas, ‘UFO’ y ‘Der LSD-March’, donde las potencialidades lisérgicas y alucinadas de la banda están mejor explotadas. En ‘UFO’, los sonidos y riffs de guitarra, los efectos electrónicos, y los golpes de tambores, platillos y gongs no están sujetos a una estructura rítmica definida, y ni qué decir de lo melódico, que es algo a lo que renuncia de entrada el grupo. El ensamble opta aquí por someterse radical e incondicionalmente a la ley del caos en un ambiente irreal y onírico, creando paisajes musicales potentes, oscuros, hipnóticos, dentro de sus cadencias que son innegablemente feroces y siniestras. Algo similar encontramos en ‘Der LSD-March’, aunque aquí se hace uso de una base rítmica explícitamente funcional desde la segunda mitad: la potencia está un poco más “comedida”, pero comparte mucho de la densidad impenetrable que inundaba el tema anterior. Es en esta segunda mitad del disco donde el material alcanza un clímax peculiar, diseñado para desafiar al oyente sin un miligramo de condescendencia estética. Definitivamente, esta segunda mitad nos muestra el punto de llegada hacia el cual el trío se estaba proyectando desde la primera mitad.
El estilo de GURU GURU es similar en algunos aspectos al de ASH RA TEMPEL, es decir, rock agresivamente pesado que absorbe millones de elementos psicodélicos al modo de un hibrido entre el HENDRIX de los dos últimos discos y el "Ummagumma" de PINK FLOYD, asimilando también la tradición de experimentación electrónica y concreta que el academicismo germano de posguerra había puesto en funcionamiento en los ambientes musicales eruditos. Dados los alcances y delineamientos propios de un power-trío con base guitarrera, así como la actitud contestataria que está implícita en las estrategias creativas concretamente practicadas por el grupo, esa vía de experimentación cobra una robustez tremendamente aguda y combativamente ácida, coqueteando con lo anárquico pero sin perder el sentido del diálogo tripartito, apostando por la fuerza del rock con una mentalidad inaudita que sabe operar colectivamente mientras se alimenta consistentemente de los aportes individuales. Con esto dicho, creo que el lector puede ir haciéndose una idea de por dónde va la línea de trabajo de GURU GURU en esta fase primera de su carrera: se trata de una propuesta que apuesta por el lado más visceral y salvaje del así llamado krautrock (mal llamado krautrock, pero bueno, no hablemos de eso ahora). Lo que escuchamos en este disco debut es una especie de explosión onírica que estalla recurrentemente desde los pasillos más grises de los hábitats industriales, llevando la polenta propia del rock hacia terrenos nuevos, mezclados con elementos improvisacionales de raigambre free-jazz y, en varias ocasiones, índices expresivos donde se mezclan lo espacial y lo anarquista. Muy buena la labor del ingeniero de sonido Thomas Müller aquí, pero todo irá para mejor cuando Conny Planck entre a tallar como productor y principal ingeniero de sonido en los dos álbumes siguientes de 1971 y 1972, “Hinten” y “KänGuru”. Repasemos ahora el repertorio del primero de estos discos mencionados.
“Hinten” (1971)
Este segundo disco tiene la portada más
peculiar de la historia del grupo y del (así llamado) krautrock: un trasero
masculino poco atlético y con un tatuaje muy pedestre del nombre cacofónico de
la banda en ambas nalgas, lo cual resulta un homenaje a lo vulgar en medio de
una industria fonográfica donde imperaban imaginerías abstractas, idílicas u
ostentosamente psicodélicas. Lo que es peor, la funda interior inversa contiene
una imagen más cercana de esta parte de la anatomía humana con el perineo
situado en la doblez. Esperamos no volver a describir esta cosa nunca jamás. Bueno,
yendo a lo estrictamente musical, “Hinten” (que en alemán significa atrás
o detrás) encapsula una estrategia sonora que la expuesta en el
estupendo disco debut “UFO”, pero lejos está la banda a renunciar a los
recursos surrealistas, ambientes contundentes y esquemas rítmicos free-form que
permitieron al trío instalarse como campeones de la vanguardia rockera alemana
de su tiempo. De hecho, esta mayor canalización de la energía rockera le permite
realzarse más en sus embates sónicos específicos. La pieza de apertura ‘Electric
Junk’ es un clásico incuestionable de GURU GURU. Ocupando los primeros 11
minutos del disco, comienza con un riff llamativo cuya fluidez cañera nos
remite un poco a los TEN YEARS AFTER reciclados por el HENDRIX del tercer álbum,
aunque ciertamente esta sensación de festividad rockera no tarda en trastocarse
hacia una variación caótica que termina traduciéndose en un breve pero
portentoso solo de batería a cargo de un superhumano Mani. Unas recitaciones
añaden un cierto aire ceremonioso, pero, a fin de cuentas, lo que hemos
escuchado durante estos primeros tres minutos ha sido principalmente un
preámbulo al cuerpo central de la pieza, un jam de exultantes tintes pesados en
el que el grupo llena espacios y crea texturas lisérgicamente inquietantes a
puro fuego. La inclusión de un interludio espacial ayuda a potenciar esa cualidad surrealista propia
de estos viajes sonoros articulados por un brío inteligente.
‘The Meaning Of Meaning’ sigue a
continuación, estando a cargo básicamente de perpetuar el espíritu robusto
iniciado por el primer tema con un tenor un poco más contenido. Es el tema más
largo del álbum con su espacio de 12 ¼ minutos. El compás lento con el que se
articula el primer jam despliega unas texturas oníricas para el motivo
recurrente esgrimido por la banda; una vez pasada la barrera de los 7 minutos,
un recurso cuasi-tribal a cargo de Mani da inicio al segundo jam, el cual va
armando gradualmente un clímax bastante interesante, pletórico e intenso,
aunque siempre usando una estrategia de contención. La segunda mitad del disco
comienza con ‘Bo Diddley’, que es otro clásico inmortal de GURU GURU. El factor
Hendrixiano vuelve a ser crucial, sosteniendo un vigor absorbente que gesta
ecos de sí mismo dentro de una lógica de incendiaria psicodelia pesada. También
hay espacio para algunos recursos vocales burlones. ‘Space Ship’ ocupa los
últimos 11 minutos del disco, y tiene un comienzo realmente promisorio con
estos efectos cósmicos de guitarra y sonidos de interferencias radiales. Un jam estratégicamente monótono y cortante emerge para evocar imágenes de maquinaria pesada dentro de la base orgánica de guitarra-bajo-batería, hasta que llega el momento de aterrizar en una
sección aleatoria empapada de pura psicodelia desestructurada, muy al estilo de
los PINK FLOYD de 1969-70. Poco antes de llegar a la frontera del séptimo
minuto, se va gestando un efectivo jam bien empapado de inquietos ornamentos tensamente
cósmicos, pero no se trata de una aventura muy duradera. Con el arribo del
minuto 9, la banda ha sucumbido totalmente al influjo de las musas de la desestructuración,
en base al uso exhaustivo de cintas en reversa, lo cual impulsa un bloque
sonoro envolvente y bizarro. En líneas generales, la propuesta exhibida en “Hinten”
funciona como una manifestación de vitalidad renovada para GURU GURU con miras
a llevar esta nueva conquista musical hacia el álbum siguiente, “KänGuru”, al
que mucho consideran como el cénit fundamental de la primera etapa del grupo.
“Känguru” (1972)
Este tercer disco “Känguru” muestra a un trío un poco menos denso y más interesado en explorar diversas facetas y cadencias del rock desde su óptica innegociablemente experimental. En este momento, el trío empieza a equilibrar ciertas afinidades con otras bandas igualmente inmersas en la lógica del jam como AGITATION FREE, AMON DÜÜL II y ASH RA TEMPEL. Lo notamos ya en el tema inicial ‘Oxymoron’, que tiene un sello irremediablemente bluesero en el jam básico marcado por el riff recurrente. Durante el desarrollo de la pieza, los solos de guitarra, los adornos de bajo y el entramado rítmico planteado y replanteado continuamente por el incansable Mani Neumeier dan buena cuenta del núcleo esencial de la banda, a medio camino entre el jazz-rock, la experimentación lisérgica del PINK FLOYD arcano y la psicodelia pesada de herencia Hendrixiana; mientras tanto, los momentáneos pasajes cantados le dan una impronta un poco burlona al asunto. Se trata de un apertura bastante atractiva, pero en realidad será más adelante cuando nos topemos más claramente con la intensidad propia de GURU GURU. Así pues, el siguiente tema, titulado ‘Immer Lustig’, comienza con un discurso y una marcha militar, la misma que pronto deriva en un blues-rock psicodélico bastante áspero. Su rotundo gancho hace que el abrupto paso a otra sección se sienta un tanto apresurado, pero ciertamente la sección que sigue tiene una vibración bastante magnética, con esa confluencia de swing a lo funk y psicodelia pesada que logra gestar un jam tan atractivo como envolvente. La guitarra de Genrich es el pilar decisivo para este jam con sus variantes de garra, incluyendo sus momentos de aparente escondite donde cede espacios a los instrumentos para que se empoderen dentro del centro nuclear de la pieza. Luego pasamos a una sección cósmica armada sobre guitarreos recortados (a lo psico-rockabilly) que terminan atravesados por capas de ecos lisérgicos. Lo cósmico se perpetúa y ahonda en una nueva sección donde una nueva serie de efectos se explaya sobre un sincopado esquema rítmico. El rock se hace presente con toda su fuerza en el jam semi-Zeppeliniano que emerge al minuto 12 ½, orquestando un dinamismo muy efectivo que llena el ambiente con genuina polenta: el fabuloso solo de guitarra supone una exquisita guinda en la cima de este volcánico y ecléctico pastel prog-psicodélico. La muy aguerrida vitalidad de estos últimos pasajes, aunque estuvo coqueteando con el desborde, en realidad, se mantuvo muy bien encuadrado dentro de su volcánica estructura de base.
‘Baby Cake Walk’ da inicio a la segunda mitad del disco recogiendo la vibración explosiva con la que había concluido el tema precedente, comenzando con un filudo jam pesado que fluye sólidamente a través de cadencias llamativas y un despliegue de pura urgencia rockera. Al llegar el quinto minuto, el trío gira hacia torrentes más etéreos, haciendo que la energía se recicle por otras vías de experimentación rockera en un breve interludio. Terminado dicho interludio, el grupo elabora un nuevo crescendo que comienza con una pauta rítmica marcadamente sincopada que termina produciendo una escalada hacia un frenesí patentemente pesado y sutilmente controlado, en camino hacia una coda entusiasta.
‘Ooga Booga’ comienza con un extrovertido manejo del compás en 5/4 en su prólogo, preparando el camino para una sección fusionesca en 6/8 de inspiración arábiga (incluyendo armazones de percusiones exóticas). El momentum rockero que sigue a continuación recoge esta ambientación y la transforma en un viaje intenso de múltiples solos de guitarra superpuestos en una exhibición de densa magia, firmemente apoyada sobre la bien cimentada base rítmica de Trepte y Neumeier. Nos atreveríamos a jurar que esta sección es la hora cumbre de GURU GURU por siempre jamás… en fin… La siguiente sección es menos sublime y más marchosa, con una incendiaria psicodelia funky que nos recuerda al último HENDRIX. Experimentando con ambientes más misteriosos, el tema cierra con un pasaje ceremonioso a medio tiempo que reitera la típica densidad esencial de la banda, cerrado por una coda cacofónica que empieza arquitectónicamente estructurada y concluye con un caos climático de tenor perturbador. Como dijimos más arriba, “Känguru” encarna la cima de creatividad rockera experimental e idiosincráticamente progresiva de GURU GURU, el disco con el que se cerró el importantísimo capítulo de su trío originario. No se puede establecer verdades absolutas de carácter científico en la experiencia estética, pero, en lo personal, coincidimos con la multitud de los coleccionistas melómanos que afirma que la serie de los tres primeros discos gestados por los Sres. Genrich, Trepte y Neumeier conforman la cima definitiva de GURU GURU.
¡¡GRACIAS POR LA MÚSICA, MAESTRO ULI (Constanza, 27 de setiembre de 1941 - Berlín, 21 de mayo de 2009)!!
Muestras de GURU GURU 1970-72.-
Next Time See You At The Dalai Lhama: https://www.youtube.com/watch?v=WgWmSdY343Y
UFO: https://www.youtube.com/watch?v=_ob_zDJ3gD0 Electric
Junk: https://www.youtube.com/watch?v=2mXMHEMXy-w Bo Diddley:
https://www.youtube.com/watch?v=IcoGjek838UImmer Lustig: https://www.youtube.com/watch?v=qQI_VKKG4MI
Baby Cake Walk: https://www.youtube.com/watch?v=qe7YxQUUP5s
[Lo expuesto en esta retrospectiva estuvo
inspirado en tres reseñas originalmente publicadas en la página web La Caja De
Música. Sus enlaces respectivos son https://www.dlsi.ua.es/~inesta/Prog/LCDM/Discos/guruguru_ufo.html, https://www.dlsi.ua.es/~inesta/LCDM/Discos/guruguru_hinten.html y
este 21 de mayo último, perdiendo su larga batalla contra el cáncer. En homenaje póstumo a este grande del rock progresivo y experimental germano, pasamos a reseñar brevemente los discos del trío originario de GURU GURU – la trilogía conformada por “UFO”, “Hinten” y “Känguru”. El trío contaba con la alineación de Tepte [bajo, efectos electrónicos y radiales y voz], Ax Genrich [guitarra, efectos sonoros y voz] y Maní Neumeier [batería, percusión, efectos sonoros y voz]. “UFO” data del año 1970, “Hinten” es del año siguiente y ambos fueron publicados por el sello Ohr; “Känguru”, por su parte, data del año 1972 y fue publicado por el sello Brain.
‘Ooga Booga’ comienza con un extrovertido manejo del compás en 5/4 en su prólogo, preparando el camino para una sección fusionesca en 6/8 de inspiración arábiga (incluyendo armazones de percusiones exóticas). El momentum rockero que sigue a continuación recoge esta ambientación y la transforma en un viaje intenso de múltiples solos de guitarra superpuestos en una exhibición de densa magia, firmemente apoyada sobre la bien cimentada base rítmica de Trepte y Neumeier. Nos atreveríamos a jurar que esta sección es la hora cumbre de GURU GURU por siempre jamás… en fin… La siguiente sección es menos sublime y más marchosa, con una incendiaria psicodelia funky que nos recuerda al último HENDRIX. Experimentando con ambientes más misteriosos, el tema cierra con un pasaje ceremonioso a medio tiempo que reitera la típica densidad esencial de la banda, cerrado por una coda cacofónica que empieza arquitectónicamente estructurada y concluye con un caos climático de tenor perturbador. Como dijimos más arriba, “Känguru” encarna la cima de creatividad rockera experimental e idiosincráticamente progresiva de GURU GURU, el disco con el que se cerró el importantísimo capítulo de su trío originario. No se puede establecer verdades absolutas de carácter científico en la experiencia estética, pero, en lo personal, coincidimos con la multitud de los coleccionistas melómanos que afirma que la serie de los tres primeros discos gestados por los Sres. Genrich, Trepte y Neumeier conforman la cima definitiva de GURU GURU.Muestras de GURU GURU 1970-72.-
Next Time See You At The Dalai Lhama: https://www.youtube.com/watch?v=WgWmSdY343Y
UFO: https://www.youtube.com/watch?v=_ob_zDJ3gD0
Baby Cake Walk: https://www.youtube.com/watch?v=qe7YxQUUP5s






















