Thursday, September 29, 2011

SKE - florecimiento otoñal de una nueva foresta progresiva



HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es el momento de hablar de SKE, proyecto de vanguardia progresiva liderado por el teclista italiano Paolo “Ske” Botta: el título de este disco debut es “1000 Autunni” y la línea musical desarrollada en él se orienta hacia una el rock-in-opposition con una actitud lo suficientemente anti-dogmática como para incluir fluidamente elementos de jazz-rock, Canterbury, sinfonismo y extravagancias contemporáneas a lo ZAPPA. Para los coleccionistas de progresivo vanguardista de nueva generación, el nombre de Paolo Botta les sonará familiar como parte del personal de YUGEN (actuales campeones del RIO europeo) y como miembro del grupo estadounidense FRENCH TV para el álbum “This Is What We Do”. El bloque sonoro contenido en el repertorio de este disco es realmente rico, calculadamente compuesto y arquitectónicamente cimentado, y a despecho de cualquier estereotipo que se suele asociar al control, se siente vitalista y refrescante al oído atento. Es correcto llamar a SKE como proyecto dirigido por de Paolo Botta en vez de una simple y llana aventura literalmente solista, pues a través de la concreción de todas estas composiciones de su autoría, él deja que cada miembro de su nutrido ensamble de colaboradores (incluidos muchos de YUGEN) aporte su sello personal, especialmente en los departamentos de maderas, piano y percusiones tonales. La nutrida lista de virtuosos acompañantes del Maestro Botta (él mismo a cargo de los órganos, pianos eléctricos y sintetizadores, además de efectos varios) en este registro es como sigue: Fabio Ciro Ceriani (sansula, percusiones), Valerio Cipollone (clarinetes, saxofones), Enrica di Bastiano (arpa), Maurizio Fasoli (piano), Elia Leon Mariani (violín), Nicolas Nikolopoulos (flauta), Giuseppe Jos Olivini (Theremin, percusiones, efectos), Roberta Pagani (voz), Valerio Neth Reina (voz), Matrtia Signò (batería), Markus Stauss (saxofones), Fabrice Toussaint (idiófonos, trombón, percusiones), Pierre Wawrzyniak (bajo), Francesco Zago (guitarras acústicas y eléctricas).


‘Fraguglie’ da inicio al disco con un frontal despliegue de colorido desarrollado dentro de un bloque sonoro donde conviven Canterbury a lo NATIONAL HEALTH, jazz-rock de vieja escuela 70era y modismos gente-giantianos. Al final hay un viraje hacia climas suavemente misteriosos, sutilmente tétricos, algo así como una exploración en los aspectos más etéreos del chamber-rock de tradición francófona. Hay muchos aires de familia con los legados de A TRIGGERING MYTH y D.F.A. en esta espectacular pieza de entrada. ‘Denti’ y ‘Carta E Burro’ son los temas que están a cargo de ocupar los siguientes 10 minutos del álbum: el primero desarrolla vías sonoras de corte RIO en estricta confluencia con el paradigma de YUGEN; el segundo, por su parte, explora matices de tendencia más serena dentro de esta modalidad vanguardista, incorporando en esta ocasión una suerte de confluencia entre el HENRY COW de “Western Culture”, la herencia de RASCAL REPORTERS y las líneas de exploración neo-Canterbury que se han venido plasmando de la mano de varias bandas jazz-prog del nuevo milenio. Respecto a este último tema, cabe recalcar que la mezcla de actitud contemplativa e inquietud mental está lograda con una pulcritud genialmente milimétrica. ‘Scrupoli’ cambia de registro y nos ofrece poco más de 4 minutos de tensión y sorpresa, muy a lo ZAPPA en su sazón más sofisticada. La sensación de bizarra agilidad parece incontenible, pero una escucha mínimamente atenta descubre aquí una finísima arquitectura surrealista que abiertamente desafía las concepciones aburguesadas de orden y armonía, no para destruirlas sino para reconstruirlas. ¿Y qué le sigue a este arrebato de rebeldía progresiva? Un momento de calma, en esta ocasión específica, la bella pieza ‘Delta’.


‘Scogli 1’ es un delicioso ejercicio de cámara vanguardista (con predominio de maderas) que opera como preludio a la dupla de temas que sigue a continuación. Así pues, ‘Sotto Sotto’ comienza dicha dupla desarrollando parajes sonoros calmados signados por un minimalismo cálido, creando así la ambientación propia de una bruma que tiene algo de aureola mística y también algo de misterio inescrutable. El cambio de registro llega con la otra pieza de esta dupla, ‘Mummia’, la cual tiene un muy marcado parentesco con la extroversión de ‘Fraguglie’ y una relativa cercanía a la extravagancia estilizada de ‘Scrupoli’. ‘Scogli 2’ marca otro preludio de fuerte contenido académico (esta vez, sobre la base de un motivo de piano), anticipando así la magia candorosa de ‘La Nefazia Di Multatuli’, pieza que se puede describir como un encuentro entre el SOFT MACHINE de la etapa Jenkins y el primer PICCHIO DAL POZZO, con algunos toques de NUCLEUS. Su lirismo es sencillamente exquisito, ostentando su inherente complejidad sin llegar nunca a las áreas del boato excesivo o las de la prolijidad ostentosa. La secuencia de ‘Scogli 3’ y ‘Rassegnati’ está a cargo de completar los últimos 8 minutos y medio del álbum. El primero retoma los aires de ‘Scogli 2’ aunque con un acento festivo un poco más marcado durante la progresión de su motivo central, lo cual permite al segundo tema realzar la solemnidad grisácea y moderadamente siniestra con la que empieza. El asunto con la sección prologar de ‘Rassegnati’ es engañoso porque el cuerpo central pronto se revela ágil y colorido, haciendo que las alusiones a la inquietud y al desasosiego inherentes a la sofisticada estructura melódica de la pieza ostenten un destello especialmente vibrante en medio de un contexto de tensión permanente. A poco de pasada la barrera del cuarto minuto, la ambientación se torna reposada y lírica, apelando a una bien asentada vulnerabilidad poética que completa la fracción final de la pieza, cuya coda se basa en unos segundos de tensos arrebatos de arpa. A fin de cuentas, se trata de una despedida envolvente y un cierre sorprendente para un álbum que es toda una gozada de vanguardia progresiva tomada muy en serio.


Con “1000 Autunni”, Paolo Botta se afirma como una mente creativa con alas propias: es un disco que recomendamos a ojos cerrados a todo verídico amante de las modalidades más aventureras de experimentación progresiva. ¡Atención a SKE!, ¡una de las indudables grandes sorpresas del año progresivo 2011!


Muestra de “1000 Autunni”.-
Frauguglie: http://www.youtube.com/watch?v=DIOBgvEAWeA

Monday, September 26, 2011

ELDBERG - un torrente islandés de lava nostálgica progresiva


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es momento de ELDBERG, banda islandesa que acaba de hacer su debut fonográfico con un disco homónimo. La tendencia del grupo está totalmente volcada hacia las coordenadas del retro-prog, e incluso este disco cuenta también con una edición en vinilo (de parte del sello Eldbergsútgáfan), detalle que explica la presencia del repertorio, en los créditos de la edición digital, como dividida en dos lados: la edición digital está a cargo del sello chileno Mylodon Records. El teclado, particularmente el órgano Hammond A100, es el ítem más saltante dentro del ensamble instrumental de este quinteto, y no es de extrañar que sea precisamente el teclista Heimir Klemenzson quien asuma la mayor parte de las responsabilidades de autoría de este repertorio. El amor del Sr. Klemenzson por los ambientes añejos de los teclados rockeros está bien reflejado en su arsenal; junto al Hammond también están los pianos eléctricos Wurlitzer 200A y Fender Rhodes Mk. 1, los sintetizadores Roland JP8 y Farfisa Compact Deluxe, y el piano de cola J. Larson & Son. Los demás miembros de la banda son Ásmundur Svavar Sigurðsson (bajos, coros), EyÞór Ingi Gunnlaugsson (voz principal), Jakob Grétar Sigurðsson (batería, vibráfono) y Reynir Hauksson (guitarras eléctricas y acústicas, sintetizador Jupiter JP8). Para el segundo tema del álbum, ‘Hirzla hins algleymda óðs’, interviene brevemente como invitada la saxofonista Eva Guoðríður.


Vayamos al repertorio del álbum en sí. ‘Andriki’ instala un ominoso y enérgico prólogo instrumental que abre una efectiva vía de entrada hacia el espíritu ceremonioso que habrá de imperar en ‘Hirzla hins algleymda óðs’, todo un testimonio de las inclinaciones retro que llevan al grupo a recuperar entusiastamente los estándares de GNIDROLOG, BEGGAR’S OPERA y los antecedentes escandinavos de EIK y TRETTIOÅRIGA KRIGET (etapa del “Krigssång”), amén de ciertos resabios del DEEP PURPLE pre-Gillan. ‘Sunnan við sol, austan við maná’ sigue adelante con esta estrategia, bajando un poco la dosis de energía rockera para incorporar algún dinamismo adicional de tenor jazz-rockero al esquema rítmico, pero básicamente el esquema estilístico es igual. Más bien, el aspecto jazzero se incrementa para la siguiente pieza, el instrumental ‘Flug hugans’, la cual nos puede recordar un poco a COLOSSEUM y al GREENSLADE del primer álbum; este instrumental se engarza con ‘Enginn friður’, canción que empieza como una semi-balada sinfónica al modo de un cruce entre GRACIOUS! y el KAIPA 70ero, terminando después en un estupendo clímax extrovertido. Esta dupla suena muy bien en su ilación integral, e incluso me aventuro a señalar que hubiese funcionado mejor como un único tema donde se ampliaran espacios tanto para las partes instrumentales de aquél y las cantadas de éste para generar un ítem con un desarrollo más épico. ‘Ég er lífsins brauð’ y ‘Hliðarlíf vor tímal’, las dos piezas que completan la segunda mitad del disco, llevan consigo las sonoridades y arreglos más ambiciosos de todo el álbum, explorando con paso firme la dimensión sinfónica del estilo grupal en curso. La primera incluye citas de obras de Wagner y Bach, manteniendo por lo general una buena perspectiva retro a través de sus pasajes serenos y exultantes. La última, que dura 14 minutos y pico, se explaya en las dimensiones más ambiciosas de la banda. Además de las vibraciones sónicas propias del proto-prog británico (GNIDROLOG, y GRACIOUS!), también se hace presente, una vez más, TRETTIOÅRIGA KRIGET en cuanto a puntos de referencia que dejan huella en la musicalidad impetuosa de esta canción. El interludio en clave jazzera es realmente estupendo, así como el impetuoso jam psicodélico que le sigue, liderado por el pulso preciso del guitarrista Hauksson… ¡y debió ser más largo! La sección de cierre tiene una expresividad poderosa, logrando así que el disco concluya con un aire imponente digno de cualquier clásico del sinfonismo escandinavo seminal de Finlandia o Suecia. Para sintetizar la experiencia de esta canción con otras palabras, en un símil pedagógico, ‘Hliðarlíf vor tímal’ es un examen final de aprendizaje retro-progresivo con muy alta nota.

  

En conclusión, este disco resulta un vivaz y entusiasta testimonio de una vertiente retro-prog que no es tan explorada como otras: la que se proyecta en el espejo de los oscilantes vuelos un tanto “rústicos” de la etapa que usualmente se da por denominarse proto-prog, además de un cuidado muy sobrio de los potenciales de sofisticación estructural con los cuales el grupo lidia a todo momento. ELDBERG logra con este disco homónimo, que dura poco más de 40 minutos, plasmar un sendero de nostalgia actualizada bastante interesante para los coleccionistas e investigadores progresivos de hoy en día. 


Muestras de Eldberg”.-

Hliðarlíf vor tíma: https://eldberg1.bandcamp.com/track/hli-arl-f-vor-t-ma

Saturday, September 24, 2011

SUPAY: un viaje de fusiones y confusiones progresivas peruanas


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy haremos un repaso histórico por la obra del grupo peruano SUPAY, un ensamble instrumental de rock progresivo-fusión andina cuya discografía, breve pero muy rica musicalmente, conforma uno de los picos del género dentro de la vanguardia rockera peruana del nuevo milenio. Fundado por iniciativa del guitarrista Luis Proaño, curtido en el undeground metalero de Lima y ansioso por dar nuevos aires a sus inquietudes musicales, SUPAY comenzó como un power-trío, añadiendo al poco tiempo el rol de vientista folclórico a cargo de Williams León (quien no solo es músico sino también pintor de carrera). Las influencias estilísticas del grupo se perfilaron y enriquecieron en orientación hacia el progresivo merced a las sucesivas incorporaciones de un teclista de fuerte personalidad (Gustavo Valverde) y un segundo vientista. Así pues, con el peso de JETHRO TULL, GENESIS, PINK FLOYD, LOS JAIVAS y EL POLEN, más algunos matices del rock pesado de los 70s (DEEP PURPLE), más el empuje interno surgido de la convergencia de seis mentes, SUPAY ya era dueño de una voz propia dentro de la experimentación rockera del Perú; no cabe duda de que la solidez de la dupla rítmica ayudó crucialmente en la solidificación del sonido integral de SUPAY. El año 2004 fue el momento para la concreción del álbum debut de la banda “Confusión”, cuya edición original fue artesanal y de (muy injusto) perfil bajo.


El repertorio de “Confusión” se despliega cohesivamente en torno a un muestrario de ideas melódicas traducidas en una amalgama confluente entre el rock progresivo de línea muscular y los colores y cadencias peculiares del folklore andino: los instrumentos más resaltantes en los desarrollos melódicos son la guitarra primera y los vientos andinos (quenas, zampoñas, toyos, etc.), aunque cabe resaltar principalmente el modo en que el sexteto funciona como una pluralidad homogénea y bien afiatada: cada pieza es una misión afrontada y resuelta de manera unitariamente estratégica. El atractivo tema de inicio ‘Pueblo Mío’, armado desde la sucesión de dos cuerpos mutuamente conectados y diferenciados, funciona como una apropiada iniciación a este concepto, el cual se afianza irrevocablemente con las tres siguientes piezas: ‘Avanzando’, ‘Confusión’ y ‘La Nueva’. Las dos primeras establecen un juego bien amalgamado de motivos dentro de una ilación que vincula con sensibilidad y lógica los diversos motivos que tienen lugar: ‘Avanzando’, en particular, porta un colorido épico que le hace destacar como un cénit dentro de álbum, y el hecho de que dure cerca de 9 minutos ayuda mucho a la generación de espacios para amalgamas bien perfiladas y amplios solos a través de varias secciones temáticas. ‘La Nueva’, por su parte, es un tema más centrado en la faceta introvertida de la banda: también dura cerca de 9 minutos, dicho sea de paso. Tras un hermoso preludio telúrico marcado por los tres vientos (Proaño une su quena a los aportes de los dos vientistas), el cuerpo central se explaya en un jam evocativo en el que la guitarra luce sus matices Blackmore-Gilmourianos, haciendo que sus fraseos parezcan colores de un solitario paisaje nostálgico dibujado con pasión contenida. Algo casi a lo PINK FLOYD-AGITATION FREE con LOS JAIVAS. ‘En el Viento’ e ‘Imperio’ son los temas más juguetones del disco – en cierto modo, ambos resaltan particularmente el legado de JETHRO TULL dentro de este contexto progresivo-andino. El disco concluye con ‘Chicago Chico’, el cual incluye algunas cadencias jazz-rockeras en ciertas intervenciones de la dupla rítmica: su esquema general retoma ambientes de ‘Pueblo Mío’ y ‘Confusión’, lo cual tiene sentido para su rol de epílogo que cierra un círculo musical.

  

Por estas cosas que tiene el destino, el sello chileno Mylodon Records prestó atención a este disco, y se encargó de remasterizar y re-editar “Confusión” con una nueva portada, en el transcurso de los años 2005 y 2006. Mientras tanto, en Lima, SUPAY ya estaba proyectándose hacia la producción y grabación de su siguiente trabajo, a titularse “El Viaje”. Tras la edición promocional de un EP homónimo a inicios de 2007 como anticipo del susodicho proyecto, finalmente el disco completo salió al mercado a mediados del mismo año. ¿Y qué encontramos aquí? Bueno, si “Confusión” mostraba una prístina compenetración entre rock complejo y folklore andino al modo de la integración de lagua y la tierra en el barro, la tendencia prioritaria del viaje musical contenido en “El Viaje” es la de afilar las aristas específicas de cada una de estas dos fuentes a fin de darle a su comunión una directriz más centrada en los contrastes. Ojo, la armonización de ambos elementos nucleares sigue siendo bien lograda, pero lo que pasa es que es trabajada con un enfoque un poco distinto. El resultado es igualmente excelente porque, al fin y al cabo, SUPAY es un grupo con las ideas bien claras en sus expansiones instrumentales – el ensamble es muy solvente, crea ideas inspiradas y sabe a qué atenerse tanto en los momentos de improvisación como en los pasajes más marcadamente líricos. En comparación con el disco debut, aquí se nota una exaltación más pronunciada en las labores de la guitarra, mientras que los vientos andinos siguen conjurando refinadas estrategias de complementación de la magia antigua de lo andino (como lo hacen varios ensambles de folklore y fusión) y la picaresca estilizada de JETHRO TULL. Parece mentira que este disco tan fuertemente expresivo haya sido gestado por la banda en un momento de crisis (partida de uno de los vientistas antes de la grabación, la del teclista después de la grabación, recambios en el rol de bajista).


El disco comienza con el preludio telúrico titulado ‘Ancestro’, el cual abre las puertas a la magia de ‘Alma’, un tema de tendencia melancólica que pronto incorpora variantes un poco más extrovertidas, aunque sin romper con el clima básico: Proaño saca provecho a su rol protagónico sin resultar absorbente. Hasta aquí, tenemos una continuación con la línea de “Confusión”. Es a partir de ‘Supay’ que el ensamble empieza a poner sus nuevas cartas sobre la mesa: los pesados riffs duplicados por la zampoña y la potencia versátil de la dupla rítmica emergen como una explosión de luz desde detrás de las montañas, mientras que los exquisitos ornamentos de teclado se filtran eficazmente bajo los sucesivos solos de guitarra y viento. Dentro de este más amplio espectro del disco de larga duración, 
‘Alma’ puede hacer lucir con más intensidad su lirismo señorialmente polícromo, mientras que ‘Supay’ puede hacer lo propio con su muscularmente sofisticado brío. Más adelante, con ‘Lejanía’ y ‘Resurrección’ tenemos sendos ejemplos de esta misma estrategia, incluso dando más espacio a los jams y potenciando con más tesón la polenta inherente al ensamble, mientras que la complejidad típicamente progresiva alcanza niveles ostentosamente épicos. Estos dos temas son los que tal vez contengan las intervenciones más notables del teclista Gustavo Valverde, dada la variedad de recursos sonoros que utiliza en las orquestaciones, armonías y fraseos en fluido diálogo con la guitarra solista y los vientos. Otros momentos específicos que destacamos son los traviesos retazos de quena que flotan sobre los pesados guitarreos en el clímax sostenido de ‘Lejanía’ y los colores mayestáticos concentrados en el arabesco motivo de apertura de ‘Resurrección’. A pesar de que ambos temas gozan de una duración razonablemente extensa, el oyente puede quedarse con la miel en los labios tras la conclusión de cada uno, pues así de abundante y exuberante es el encanto de cada uno de estos excelentes temas.

  

SUPAY también sabe rendirse cándidamente al suave lirismo de lo andino como en ‘Karnavaloide’, un travieso ejercicio de carnaval andino en clave de world-music, y también en los interludios ‘Ñan Quiska’ (reprise de ‘Ancetro’ con zampoñas) y ‘Guerrero’, sendos tropeles de vientos y percusiones bajo el liderazgo de Williams León. ‘Avanzando II’ es un interludio blues-rock ornamentado progresivamente hasta aterrizar en el motivo inicial de ‘Avanzando’, tema del disco “Confusión” – más que una secuela es un prólogo, y de hecho, esta ítem ya existía en los primeros años de la banda durante su época de sexteto. El disco concluye con la pieza que le da título: ‘El Viaje’. Hay en ella dos secciones bien diferenciadas: una inicial etérea con base bossa nova, en la cual la quema traversa y la zampoña van flotando como en un ensueño; y otra final, que fluye a través de un potente torrente de rock duro psicodélico sabiamente adornado por sonidos cósmicos de sintetizador que parecen anunciar algo fatal y tenebroso que nos aguarda al final del camino. De este modo, la pieza homónima logra capturar en el lenguaje del sonido imágenes que tienen que ver con el tránsito por la vida bajo un inmenso cielo que el ser humano es capaz de definir en su mente a través de los años para luego virar hacia un área indeterminada y oscura cuyas vibraciones ominosas anticipan el rayo final de la muerte que el amor fati asume gallardamente como fin necesario de la vida.


Al igual que sucedió con “Confusión”, “El Viaje” también tuvo su propia remasterización y re-edición con portada nueva por vía de Mylodon Records, concretada en 2008. A pesar de la casi nula atención que SUPAY ha venido recibiendo consistentemente de parte de la prensa musical de su país y la recepción limitada que tuvo de parte del público rockero, los foros internacionales de línea progresiva recibieron de muy buen grado la oferta de SUPAY, resaltando su forma tan ágil y creativa de replantear el discurso ambicioso del estándar progresivo a partir de un compromiso artístico con la tradición andina. Hoy por hoy, SUPAY está en hiato (una situación muy indefinida, es verdad), y no se sabe a ciencia cierta si hay planes de resurrección y remodelación… pero algo sí es cierto en torno a los registros fonográficos que nos han dejado hasta ahora: son unos próceres del rock progresivo peruano de última generación. ¡Es todo un gozo recordarlos y revalorarlos!


Muestras de “Confusión”.-
Avanzando: http://www.youtube.com/watch?v=DPoqJF79oGA
La Nueva: http://www.youtube.com/watch?v=DCQPDkMxb4M
En El Viento: http://www.youtube.com/watch?v=L4xVrc_BNW4

Muestras de “El Viaje”.-
Alma: http://www.youtube.com/watch?v=p5seaUC_yE0
Lejanía: http://www.youtube.com/watch?v=tMmsZe88Jfk
Resurrección: http://www.youtube.com/watch?v=EYIHtsHR6vY


Addendum: Los comentarios sobre ambos discos están inspirados en sendos enlaces del e-zine español La Caja De Música [http://www.dlsi.ua.es/~inesta/LCDM/Discos/supay_confusion.html] y el blog mexicano Zafreth [http://zafreth.blogspot.com/2007/06/supay-el-viaje.html]

Thursday, September 22, 2011

"Avant-Folk": la mágica conjunción electroacústica de Macari y Sotelo











HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es el momento de hablar del MACARI-SOTELO ENSMABLE ELECTROACÚSTICO, el cual surgió en 2007, según palabras de sus mismos componentes, “como una necesidad de explorar otras formas de composición y ensamble dentro del vasto mundo de los cordófonos… Esta agrupación encuentra su raíz en la fusión de géneros y estilos que han formado a sus integrantes a lo largo de su trayectoria.” Y de hecho, Eblen Macari y Mauricio Sotelo son cualquier cosa menos novatos en esto de la fusión y la vanguardia musical de México: el primero es un veterano guitarrista especializado en la fusión contemporánea de predominancia acústica, y de hecho, su origen libanés le ha permitido contar con una óptica privilegiada para la creación musical de atmósferas añejas bajo una nueva luz a lo largo de su extensa trayectoria; el segundo no es nada menos que el encargado de las cuerdas en CABEZAS DE CERA, una de las bandas más llamativas de la vanguardia progresiva mexicana de los últimos 15 años. El sonido global del MACARI-SOTELO ENSAMBLE ELECTROACÚSTICO tira más del lado de Macari, pero Sotelo es para nada foráneo a estas exploraciones sonoras, pues él siempre ha sido un inquieto lutier de las cuerdas, además de que siempre ha existido un elemento de fusión acústica dentro del caleidoscopio estilístico de CABEZAS DE CERA. El dúo se convierte en trío con la presencia de un hijo de Macari, Eblen Macari M., desde el rol de percusionista: darbuka, cajón peruano, pandero jarocho, platillos y djembé. Este rol que en varias ocasiones se hace destacar en el realce de algunos matices e intensidades en ciertas piezas del repertorio. Pasemos en el siguiente párrafo a describir el repertorio de “Avant-Folk”.

La línea de trabajo es clara desde el mismísimo momento del inicio del álbum y en todo su trascurso: ‘Jarana Avant-Folk’ tiene un aire sereno pero evidentemente ágil, agilidad que incrementa su prestancia y vibración en ‘In Memoriam’, el primer momento plenamente extrovertido del álbum. Con su tránsito hacia una coda calmada, ‘In Memoriam’ deja su legado de expresividad a ‘La Ruda’, pieza que mantiene una sensibilidad colorida, pero con una actitud más controlada que permite al trío incorporar una notable variedad de matices en el trascurso del juego instrumental sin que la ilación se siente forzada. ‘Costa Fenicia’ porta un exotismo cautivante, con un destaque especial de las percusiones en tanto que establecen la definición de la línea argumental de la pieza; por el contrario, en ‘Oceáno Mar’ es la dupla de guitarras la que ocupa el núcleo esencial del esquema sonoro en curso. Lo que viene a continuación es la secuencia de tres piezas sucesivamente tituladas ‘Tríp-’, ‘Ti-’ y ‘Co-’: se trata de una ocasión para que Sotelo luzca su Chapman Stick, primero en una proyección de corte psicodélico, luego elaborando colores espaciales sobre la firme base de los rasgueos de Macari, y finalmente, gestando una celebración folk-rockera que nos recuerda a los momentos acústicos de Cabezas De Cera con algunos matices a lo Tony Levin en su faceta fusionesca. ‘De Beirut A Cosamaloapán’ es una antigua composición de Macari que se rescata para este álbum para que aporte una espiritualidad vigorosa y grácil después de la exploración por recovecos psicodélicos que tuvo lugar en el tríptico temático precedente. En cuanto a ‘Balada’, bueno, no es precisamente una balada sino un despliegue electro-acústico que, una vez más, nos devuelve a la faceta fusionesca de CABEZAS DE CERA. La compleja estructura rítmica de la pieza es manejada con pulcra naturalidad, pero si de complejidad se trata, ‘Brisa’ se lleva la medalla de oro con su alucinantemente sofisticada manera de recrear y reconstruir motivos y cadencias fusionescas en un equilibrio entre energía y delicadeza. Esta pieza puede muy bien describirse como la cumbre climática del disco, recibiendo directamente la herencia de las ambientaciones vibrantes de ‘In Memoriam’ y ‘La Ruda’. Los últimos 6 minutos del álbum están ocupados por ‘Guitarra Avant-Folk’ y ‘Brilarma’, sucesivamente: el primero de estos temas tiene una agilidad ya recurrente en los ambientes prioritarios que hemos apreciado a lo largo del álbum, mientras que el último explora cadencias arábigas con un espíritu un poco más reposado, aunque para nada lánguido.

Esta fue la experiencia de “Avant-Folk”, una experiencia de disfrute de varios modos de celebración del colorido hecho sonido: los dos Macaris y el Sr. Sotelo han gestado una obra tan agradable como aventurera, un tapiz de fusión electro-acústica pintado con los pinceles de la fineza y la lucidez intuitiva.


Muestras de “Avant-Folk”.-
Costa Fenicia: http://www.myspace.com/avantfolkmexico/music/songs/costa-fenicia-mp3-73095987
Brisa: http://www.myspace.com/avantfolkmexico/music/songs/brisa-mp3-73568207

Monday, September 19, 2011

FRACTALE - la expansión del jazz vanguardista francés


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LS SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es la ocasión de hablar del grupo francés de jazz-rock experimental FRACTALE, un proyecto dirigido por el bien recorrido saxofonista Julian Julien. FRACTALE dejó en el año pasado 2010 una estupenda constancia fonográfica de su visión musical con “Suranné”, un EP en vivo que dura menos de media hora, tiempo que resulta suficiente para demostrar su ingenio vitalista para la vanguardia jazzera de nuestros tiempos… ¡y también un tiempo demasiado corto para complacerse en el disfrute de esta peculiar belleza sónica! Los vientos ocupan un protagonismo nuclear en el sonido de FRACTALE, y no m refiero solamente al saxo de Julien, sino a todo un ensamble de metales que incluye a dos saxofonistas (Vivien Philippot y Jon Lopez de Vicuna), dos trompetistas (Patrice Cazeneuve y Jennifer Quillet) y el tubista Lorenz Steinmüller, ensamble que desarrolla sus motivos sobre la base rítmica de Benjamin Vairon y sampleos armados por el mismo Julien.


Comenzamos con la secuencia de los cinco primeros temas. Durando casi 3 minutos, ‘Partie XV’ da inicio al disco con un colorido optimista sobre una contenida cadencia funky, un poco a lo WEATHER REPORT con aires de big band y su oportuna dosis moderada de psicodelia: el núcleo de la composición está indudablemente en esa arquitectura de los metales que porta una cualidad efusiva a través de su persistente vivacidad. Acto seguido emerge ‘Partie VI’ para plasmar una atmósfera muy diferente, armada sobre una calma siniestra, un coqueteo claro con la faceta más minimalista de la tradición chamber-rock, un momento de oscuridad antes de que ‘Partie V’ devuelva la vivacidad expuesta en el primer tema para capitalizarla con un dinamismo más contundente. Un aspecto adicional de esta ‘Partie V’ es que añade una cierta aureola de inquietud por obra y gracia de las envolventes capas de sintetizador desarrolladas a contrapelo de las orquestaciones de saxos; esto, combinado con la cadencia casi “mecanizada” de la base rítmica en sus aspectos más recurrentes, parece establecer nexos con ciertas modalidades del krautrock dentro de un bloque sonoro general que se mantiene firmemente asentado en la ideología jazz-rockera. En el caso de ‘Partie XVI’ sí tenemos un retorno en pleno al vigor colorido de ‘Partie XV’ que se hace eco de la intensidad especial de ‘Partie V’ pero sin mayores atisbos de inquietud. La labor de los saxos se siente más suelta, robusteciendo así los aires celebratorios sobre los que se construyó la idea compositiva. ‘Partie XVIII’ tiene un aire de elegía solemne, al modo de un bolero sinfónico que homenajea la gloria dichosa de una etapa pasada que dejó tras de sí una pesada carga de melancolía: un final estilizadamente explosivo para esta secuencia.




Los dos últimos temas del disco son explícitamente designados como bonus tracks: para estos temas, los músicos de apoyo son Xavier Sibre (clarinete bajo y saxo), Francoise Favreau (batería), Yann Lupu (trompeta) y Laurent Dessaints (saxo). ‘Sans Paiers’ regresa al colorido ágil de los momentos más alegres de la secuencia precedente, estableciendo un interesante punto de encuentro entre el WEATHR REPORT de “Sweetnighter” y el SOFT MACHINE de “Seven”; por su parte, ‘Clémentine’ elabora una idea consistentemente nebulosa sobre una cadencia juguetonamente entrecortada, generando así una imagen sonora de oscura travesura para concluir el álbum, algo así como un “Zeuhl canterburizado” al modo de EGG. De este modo concluye “Suranné”, una exhibición del enorme talento e infatigable espíritu de aventura que Julian Julien exhibe como músico y compositor: este proyecto FRACTALE es, por cierto, un estupendo vehículo de expresión para exponer renovadoras modalidades de jazz vanguardista como ésta. Dijimos en el primer párrafo que menos de media hora era tiempo más que suficiente para que el genio musical se muestre de forma clara e inequívoca… pero cuando hay un repertorio tan bueno como éste… ¡¡qué corto se siente este tiempo!!


Muestra de “Suranné”.-
Partie XV: http://www.youtube.com/watch?v=TAnJMjDNfAQ

Friday, September 16, 2011

L'HERBA D'HAMELÍ - un trayecto progresivo desde Cataluña hasta Siberia


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es ocasión de hablar sobre el grupo catalán L’HERBA D’HAMELÍ, al cual hemos descubierto recién a inicios de año pero que resulta tener una trayectoria musical que se inicia en 2001, con una línea de trabajo predominantemente de folk-rock con matices progresivos, pero durante su evolución se fueron dando las cosas (ida de los músicos de tendencia más folklórica y arribo de nuevos músicos fans del género progresivo) para que L’HERBA D’HAMELÍ forjara un sonido más netamente progresivo, contando con las tradiciones del sinfonismo clásico, el jazz-fusión y las vertientes canterburianas como sus principales referentes. Más información sobre la historia de la banda en el enlace [http://www.dlsi.ua.es/~inesta/LCDM/Entrevistas/herbahameli_may09.html]. En este apartado, echaremos un vistazo a sus últimos dos discos hasta la fecha: “Inversa Visual” del año 2009, y “Girafes a Sibèria” del año 2011.


La formación del grupo en “Inversa Visual” es: Carles Pinós (teclados), Dani Fabré (bajo), Guillem Roma (batería y percusión), Valentí Pinós (guitarra eléctrica), Ricard Rius (canto y guitarra acústica) y Guida Maymó (flauta). Fabré y Roma son los únicos que quedan de la primera alineación de la banda. Para iniciar “Inversa Visual”, el grupo asume el desafío de exhibir la extensa suite ‘El Llarg Revolt’ – más de 17 minutos de riqueza musical “al gusto del típico amante del progresivo”. Humor irónico aparte, el hecho es que escuchar esta pieza de largo aliento es una experiencia estimulante y agradable. El desarrollo de cada motivo porta un innegable atractivo melódico y la ilación en la secuencia integral de todos ellos exhibe una impecable labor de arreglo. Las huellas de GENESIS, CAMEL y JETHRO TULL, en confluencia con el lirismo mediterráneo propio de PFM, GOTIC y LE ORME, emergen fácilmente como las claves para entender y disfrutar de la oferta musical del grupo. Los contrastes entre los pasajes intensos y los lentos prácticamente se manejan con suficiente fluidez como para casi no notarse. En algunos lugares se advierten ciertas afinidades con lo que AMAROK hizo en discos como “Quentadharkën” y “Sol De Medianoche”, aunque en lo que respecta al uso que se da a la guitarra eléctrica y los teclados, las afinidades son mayores con ALQUILBENCIL (su segundo álbum) y URBAN TRAPEZE. Poco antes de llegar a la frontera del noveno minuto, el grupo empieza a desarrollar un jam jazz-progresivo que destila influencias del Canterbury (un poco a lo GILGAMESH, un poco a lo CARAVAN), prolongándose el mismo hasta poco después del decimosegundo minuto y medio. En lo que queda del tema a partir de ahí, el grupo retoma algunas de las atmósferas calmadas precedentes, realzando la faceta pastoral del asunto. Una vez concluida la ambiciosa exhibición de esplendor sonoro de ‘El Llarg Revolt’, siguen tres temas más cortos que para nada desmerecen o trivializan los sueños de música trascendental que la banda se toma muy en serio como ideología artística. ‘Noves Construccions’ comienza con una cadencia muy ágil y amable, propia de un intermedio entre la calidez de CARAVAN y la limpieza melódica de CAMEL (especialmente de la época con Bardens). La inserción de elementos alternadamente mediterráneos y aflamencados en algunas medidas secciones del desarrollo instrumental ayuda bastante a la hora de sacarle el jugo al espíritu ostentosamente alegre de la pieza. ‘Fel-lacions Del Mediterrani’ se focaliza más en lo jazzero, desplegando un gusto inocultable por la tradición jazz-fusionesca otrora encarnada por bandas como ICEBERG, GUADALQUIVIR y WEATHER REPORT, y que ahora tiene a gente como PLANETA IMAGINARIO, AMOEBA SPLIT y GURTH revitalizándola para el nuevo milenio. En esto no se queda atrás L’HERBA D’HAMELÍ, tal como lo demuestra en este muy bonito tema. Los últimos 8 minutos y pico del álbum están ocupados por ‘Picant Pedra’, pieza diseñada para cerrar la experiencia de “Inversa Visual” a punta de solemnidad y fastuosidad propias de la vertiente sinfónica del género progresivo. La sonoridad global de este tema se emparenta con el PFM de “Per Un Amico”, el GENESIS de “Nursery Cryme” y los legados más cercanos de GOTIC y GRANADA. La solemnidad antes mencionada se realza eficazmente con la insistencia del compás lento en el cuerpo central de la composición, pero para nada resulta un tema melancólico o lánguido: se trata más bien de una canción que fomenta una actitud reflexiva en el oyente pero sin perder el vigor propio del sinfonismo progresivo en cuanto al uso orquestal de los teclados, así como en cuanto al refinado uso de las florituras de flauta, sintetizador y guitarra solista en pasajes inteligentemente reservados para ellas.


En fin, “Inversa Visual” significa una experiencia progresiva a carta cabal que dignifica las ideas de melodía, refinamiento y ambición dentro del ámbito del rock aventurero fiel a muchos de los referentes históricos del género, y aún así, fresco y revitalizador. Esta experiencia se capitaliza en el siguiente disco, “Girafes a Sibèria”, para el cual el grupo queda como quinteto tras la partida de la flautista. Este disco tiende a realzar el lado prog-sinfónico del grupo, pero que conste que el enfoque ecléctico sigue ostentando niveles muy solventes de creatividad musical: “Girafes A Sibèria” es pura artesanía hecha sonido. Casi 15 minutos toma disfrutar del tema que abre el álbum, ‘Miradors (De No Veure Res)’, ¡y qué temazo es! Comenzando con un motivo sinfónico en 3/4 donde el teclado marca la pauta melódica con una calidez envolvente muy a lo CAMEL-con-PFM, el terreno está preparado para dejarnos llevar por la magia progresiva en curso; cuando ingresan las secciones cantadas, el colorido esencial de la composición se maneja de una forma más controlada, lo cual repercute en crear un sano equilibrio entre las frases alternadas del sintetizador y la guitarra como en la emergencia de matices jazzeros en la dupla rítmica. Este último detalle se revela posteriormente como crucial cuando se da un viraje temático alrededor de la barrera de los 5’30”: las cosas se intensifican un poco por vía de la emergencia de un swing extrovertido que nos puede recordar al CARAVAN de “In The Land Of Grey And Pink” y al CAMEL de la etapa “Moon Madness”-“Rain Dances” durante un hermoso interludio instrumental que incluye, como un plus, ciertos ornamentos disonantes durante su refinado desarrollo melódico. El resto de la pieza cuenta a estas alturas con una estrategia solvente de articulación entre lo contenido y lo extrovertido que puede asegurar una ingeniosa explotación de la variedad de ambientes. ‘Avui Pollastre’ tiene una orientación bastante homogénea con la del tema de apertura, aunque en esta ocasión los matices fusionescos gozan de una presencia más consistente dentro del bloque sonoro general, además de contar con una muy traviesa sección introductoria que puede muy bien recordarnos al vigor anarquista de un ZAPPA.


El tercer tema, ‘Ocicis Per Una Llebre’, es otro de largo aliento: dura poco más de 13 minutos. Su tenor general está más por el lado del jazz-rock progresivo que por lo sinfónico, aunque el estándar de precisa definición melódica de esta segunda vertiente todavía se hace patente en los parajes más contemplativos. Pero como se dijo, el elemento predominante es de raíz jazz-rockera, y como referentes de aire de familia en esta descripción podemos mencionar a GOTIC, al PFM de “Chocolate Kings”, a GREENSLADE, y en una etapa más cercana a nosotros, a D.F.A. Los vuelos instrumentales aprovechan sus turnos con solvente destreza sin llegar nunca a la pirotecnia gratuita: a través de las variantes de ambiente y ritmo que tienen lugar, hay una estupenda labor de cohesión subyacente que en manos de la gente de L’Herba d’Hamelí se convierte en todo un ejemplo de buen oficio progresivo. ‘Girasol’ es una breve balada progresiva que porta esa nostalgia flotante que GENESIS convirtió en su momento de mayor gloria creativa en marca de la casa, pero no se trata de una canción autónoma sino de la antesala a la pieza que está a cargo de ocupar los últimos 12 minutos del álbum, ‘Malastruc (Girafes A Sibèria)’. El engarce se da con un motif en 11/8 que exhibe una innegable aureola cameliana-yessiana con su dosis extra de dinamismo particular propio del prog sinfónico sur-europeo (PFM, GOTIC, IMÁN, APOTEOSI). La misión principal de ‘Malastruc (Girafes A Sibèria)’ es la de completar coherentemente el ambicioso cuadro sonoro cuyos paisajes y contornos principales ya han quedado ampliamente resueltos por los tres primeros temas del álbum: el mayor parentesco se da con ‘Miradors (De No Veure Res)’, y de hecho, hay momentáneo sobresalto donde L’HERBA explora su filo más agresivo, portando una muscularidad inquietante que se enraíza en un punto intermedio entre el crimsonismo temprano y la psicodelia de vieja escuela. ¿Por qué no hay más momentos así?, ¡realmente les salen muy bien! A pesar de esta observación minúscula, cabe priorizar la justa apreciación del modo en que el grupo sabe elaborar un sólido rollo musical en consonancia con la consistencia de una expresividad compositiva bien inspirada: el brillante tono épico que se da en los últimos minutos de ‘Miradors (De No Veure Res)’ no deja duda alguna al respecto.


El balance general sobre esta dupla de “Inversa Visual” y “Girafes A Sibèria” es altamente positivo, como debe ser cuando un álbum de música progresiva destila tanta musicalidad en base a un repertorio inmensamente repertorio, amén de un perfectamente afiatado ensamble que se hace cargo de concretar todas estas ideas en un bloque sonoro exquisito. Con estos dos discos, L’HERBA D’HAMELÍ refuerza su posición como uno de los nombres más destacados de la escena progresiva desarrollada en Cataluña durante los últimos años.


Muestras de L’HERBA D’HAMELÍ.-
‘El Llarg Revolt’: http://www.dailymotion.com/video/xiq462_l-herba-d-hameli-el-llarg-revolt_music
‘Fel-lacions Del Mediterrani’: http://www.youtube.com/watch?v=-duqH6xQobM
Extracto de ‘Miradors’: http://www.myspace.com/herbahameli/music/songs/miradors-extracts-mp3-81614620

Tuesday, September 13, 2011

CHEER-ACCIDENT, riqueza musical sin dudas ni atenuantes











HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Esta ocasión es el momento del grupo estadounidese CHEER-ACCIDENT y su nuevo álbum “No Ifs, Ands Or Dogs”. Tras haber instalado una relevante piedra angular de su faceta más experimental con “Introducing Lemon” (del año 2003), y más tarde desarrollar una versión más colorida de la misma en “Fear Draws Misfortune” (de hace 2 años), la misión de la banda era la de mantener el momentum y la frescura en el esquema sonoro de sus aventuras por áreas del progresivo de vanguardia dentro de su bien enraizado rock razonablemente ecléctico. En este sentido, su nuevo trabajo fonográfico “No Ifs, Ands Or Dogs” era como una pequeña “prueba de fuego”. ¿Y cómo resultó esta ordalía específica? Pues bastante exitosa, por lo que se puede comprobar a partir de lo escuchado. El trío básico de Thyme Jones (batería, teclados y trompeta), Jeff Libersher (guitarras, bajo, trompeta y teclados) y Alex Perkolup (bajo y guitarra) se rodea de una amalgama sonora de teclados y vientos a cargo de llenar espacios y aportar matices enriquecedores en momentos clave, pero queda claro que CHEER-ACCIDENT no quiere instalarse en la esencia del chamber-rock, sino empaparse de él al modo en que le caen gotas de rocío, mientras dosifica las reglas de juego del RIO que quiere utilizar para expresar su sentido de la aventura. La actual hermandad de CHEER-ACCIDENT se completa con Dudley Bayne (teclados y trombón) y Carmen Armillas (voz), además de contar con las ocasionales adiciones sónicas de parte de Andrea Faught (voz y teclados), Lise Gilly (saxofones), Todd Rittmann (guitarra), Erik Lavergne (guitarra slide), Tony Young (bajo), Noah Tabakin (saxofón barítono) y el canto de Teria Gartelos Stamatis y Laura Boton.

‘Drag You Down’ abre el disco con una canción muy ganchera en base a un riff básico y un compás semi-funky bastante llamativos, aunque los ornamentos de metales y los sutiles matices arábigos de la línea vocal añaden una conveniente rareza al asunto. ‘Trial Of Error’ cambia totalmente registro hacia una suerte de RIO a-lo-Art Bears semi-tecnificado al modo de JAGA JAZZIST y algún ocasional toque kraut a lo FAUST: un híbrido que resulta en una exhibición ágil de tensión, una manifestación exquisita de inquietud. ‘This Is The New That’ se engarza al tema precedente para seguir explorando y ahondando en la tensión presente, trasladándolo hacia sonoridades más orgánicas y una estructura rítmica más compleja, ahora sí en mayor cercanía hacia los patrones oscurantistas de PRESENT y la tensión lúdica de 5’UUs. El guitarreo resulta especialmente vital en este ejercicio de opresión emocional y desafío mental, un elemento recurrente en la ideología anti-aburguesada del rock in opposition. Es en este estado de cosas que se da la secuencia de ‘Pre-Somnia’, ‘Sleep’ y ‘Barely Breathing’. El primero es un preludio dirigido por densas capas de guitarra a las cuales pronto se une el ensamble íntegro, para que luego el segundo capitalice la atmósfera resultante de una manera extrovertida, asentando así una directa afinidad con varios de los momentos más coloridos de los dos álbumes precedentes de la banda; finalmente, ‘Barely Breathing’ retoma el estándar de la psicodelia surf en lo que parece un homenaje a la faceta más experimental de los BEACH BOYS, no exento de cierto humorismo a lo ZAPPA. La dupla de ‘Life In Pollyana’ y ‘Death By Pollyanna’ comienza con un ejercicio de RIO colorido (al modo de una cruza entre ‘Drag You Down’ y ‘This Is The New That’) y termina con un viaje musical arquitectónico que ciertamente acusa cierto influjo de la psicodelia crimsoniana, aunque los aires de familia se relacionan más generalmente con THINKING PLAGUE. El breve tema ‘Drug You Down’ consiste en un arreglo coral reciclado a partir del tema de apertura sobre un jam rockero de corte no-wave, un curioso prólogo a ‘Salad Dies’, poderosa pieza instrumental que establece un macizo híbrido del KING CRIMSON 73-74 y el PRESENT clásico. ‘Post-Somnia’ es un interludio con tufillo math-rock, el cual abre la puerta para otro homenaje al pop tradicional, esta vez en base a la psicodelia beat: ‘Cynical Girl’, un delicioso híbrido de Motown con THE BEATLES 66-68. Los últimos 10 minutos del álbum están ocupados por la tríada de ‘Go Gaunt Green’, ‘Empty Province’ y ‘Provincial Din’. El primero es un prólogo marcado por una elegante fanfarria de corte canterburiano (al modo de la big band de Keith Tippett), contrastado con la densidad grisácea y vitalista de ‘Empty Province’, pieza muy afín a los estándares de THINKING PLAGUE y 5’UUS, así como a la tradición de ART BEARS, manejando muy bien los tiempos de consonancia y los de explosividad; finalmente, ‘Provincial Din’ se encarga de tomar la posta de la tensión articulada de ‘Empty Province’ y darle un acento épico merced a la adición de una fastuosa coral, arreglos percusivos y orquestaciones de teclado, antes de que la coda se proyecte hacia atmósferas espaciales enraizadas en la psicodelia electrónica de línea krautrock.

En conclusión, tenemos en “No Ifs, Ands Or Dogs” un afianzamiento convincente y enérgico de CHEER-ACCIDENT como referente importante de la vanguardia progresiva estadounidense de los últimos años (aún si la banda explícitamente muestra amplios recelos ante esta etiqueta), pero sin duda que su eclecticismo basado esencialmente en la confluencia de varias líneas de investigación progresiva de vanguardia los convierte en portavoces idóneos de inquietudes sónicas renovadas y revitalizadas. ¡Sigamos prestando atención a esta banda!


Muestras de “No Ifs, Ands Or Dogs”.-
Drag You Down + This Is The New That: http://www.youtube.com/watch?v=0bLnOXWBx3Y

Saturday, September 10, 2011

RESISTOR abre vías hacia una nueva isla musical de rock artístico


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es la locación de sacar a colación al ensamble estadounidense RESISTOR, ensamble instrumental liderado por el inquieto y aventurero músico Steve Unruh. Todo empezó de la forma más sencilla y casual, lo cual no se condice simbólicamente con el tipo de sofisticación vibrante que este cuarteto insufla a sus vuelos instrumentales, sólidos, versátiles, llenos de nervio y sobre todo, de niveles impresionantes de inventiva y afinidad espiritual que hacen que permiten al ensamble articularse en una magia compartida a través de sus casi siempre improvisadas ideas musicales. En algún momento del año 2005, el susodicho Sr. Unruh decidió que tenía ganas de formar parte de un proyecto musical donde tocara principalmente la guitarra eléctrica, encontrando pronto un aliado en su amigo ingeniero electrónico Rob Winslow. Mientras iban armando sus primeros jams, uno de los electricistas operarios del estudio de ensayo resultaba ser también baterista, de nombre Barry Ferrands: sabido el dato, casi al instante se convirtió en el tercero a bordo. Cuando las primeras composiciones ya se perfilaban en sus formatos definitivos, se sentía la necesidad de un cuarto miembro, un teclista de preferencia… pero esta cuarta entidad resultó ser otro guitarrista, Fran Turner. Así las cosas, el terreno estaba preparado para el disco debut homónimo de 2008, seguido por “Rise” dos años más tarde, y ahora en 2011, “The Secret Island Band Jams” constituye la tercera placa de parte de Steve Unruh y sus compinches. La presencia de Turner permite a Unruh dar rienda suelta a su solvencia con otros instrumentos como el violín y la flauta, un factor que repercute notablemente en el realce de coloridos sonoros dentro del encuadre específico de la banda, un encuadre progresivo donde se desarrollan parajes eclécticos de psicodelia, jazz-rock, rock duro clásico, aventuras cuasi-fusionescas y jam. Pasamos a comentar el tercer disco a continuación.


En medio del ruido del mar movido por fuentes vientos de la costa, ‘Voyage 7’ abre el disco con un grácil ejercicio de space-rock en 7/4 que suena a algo intermedio entre el GURU GURU jazz-rockero y PHISH. ‘Picadora’ y ‘Piezo Fury’ ocupan conjuntamente los siguientes 10 minutos del disco: el primero de estos temas establece un clima lírico bastante cálido sobre un compás de 5/4, especialmente apoyado en el rol principal del violín, un ítem de tendencia sinfónica; el segundo se enfila hacia un jazz-fusión aflamencado que nos recuerda fácilmente a los ensueños hispánicos de un John McLaughlin, pero con una base rítmica encuadrada dentro de un discurso propiamente rockero, lo cual sirve de perfecto sustento para el perfil asumido por la guitarra eléctrica en su dialogante antagonismo frente a la acústica. El momento de ‘All Systems Go!’ es uno de cambiar de rumbo para enfilarse hacia un macizo ejercicio de rock duro con tremendo gancho, al estilo clásico de los 70s (GRAND FUNK RAILROAD, JEFF BECK), mientras que por contraste, ‘Dream Of The Arctic Tern’ se encarga de crear y sostener una aura de relajada y contemplativa serenidad en clave de jazz-rock lento con sutiles tendencias folk-psicodélicas que nos remiten de alguna manera a EAST OF EDEN o a KEBNEKAJSE. El solo de flauta que emerge en medio tiene un tufillo tulliano imposible de ocultar, aunque con un carácter más atenuado. ‘Santa Anna’ se encarga en su primera parte de recoger y amplificar el espíritu space-rock que ya había insertado la pieza inicial, con la salvedad de que el esquema rítmico es más pausado, algo que el ensamble aprovecha muy bien para darle un realce más notorio a los solos y riffs guitarreros, a la par que el grupo en bloque explora matices envolventes. La adición de inquietantes líneas de violín en algunos pasajes añade una conveniente magnificencia al asunto. La segunda parte está diseñada sobre un incremento notorio del timbre rítmico de la batería y una agresividad más frontal de las guitarras y el bajo: aquí hallamos un intermedio entre el ASH RA TEMPEL cañero y el estándar del sonido stoner contemporáneo. Un final arrolladoramente electrizante para los primeros 32 minutos del disco.


Pero… todavía quedan 26 minutos de experiencia sónica con RESISTOR, aunque es irrefutablemente legítimo decir ya que la propuesta de esta banda concretiza exitosamente su misión ecléctica. Lo que queda de viaje comienza con los 3 ¾ minutos de ‘Quirk’, un tiempo dedicado a la serenidad contemplativa en clave de suave y lento rock, elegantemente sazonado con savia lírica a cargo del violín: parece todo un homenaje a FOCUS con retazos de RÄGNAROK. A continuación sigue ‘Sleepytime’, con la misión de continuar por la misma senda introspectiva, incluso ahondando en la sensación de languidez emocional inherente a esta actitud: teniendo una bien amalgamada estructura armónica compartida entre las dos guitarras, una precisa dupla rítmica que consistentemente mantiene una cadencia contenida y la inserción de un breve y evocativo, ‘Sleepytime’ recapitula a las mil maravillas los espíritus nucleares de ‘Quirk’ y ‘Dream Of The Arctic Tern’. Finalmente, el último cuarto de hora del álbum está ocupado por ‘Double Ascent’. Se trata de un buen espacio de tiempo para explorar un viaje musical dado, y en este caso, tenemos una aventura psicodélico-progresiva de alto nivel que comienza con un bien encajado matrimonio entre las bases sostenidas por el doble guitarreo y las musculares florituras de flauta: un híbrido entre EAST OF EDEN, JETHRO TULL y FOCUS. Más adelante, poco antes de llegar a la frontera del quinto minuto, las cosas se intensifican momentáneamente hasta el punto de reconectarse con la psicodelia heavy más disciplinadamente jazz-rockera, el cual, a su vez, es sucedido por un etéreo motivo de corte space-rock. La secuencia de estos dos motivos funciona como una ilación de puentes duales hacia la emergencia del segundo motivo del tema, uno marcado por matices de rock duro y stoner en su recuperación del vigor sónico del primer motivo. Unruh aprovecha la ocasión para desarrollar un intenso solo de violín, mientras que sucesivos solos de guitarra exploran caminos intermedios entre los explorados por los legendarios Dave Gilmour y Jeff Beck durante los románticos años 70s. Con el efecto final de oleaje se retoma el ambiente que precedía al inicio del primer tema del álbum, pero esta vez la marea fluye por sí sola, sin ser atormentada por los dioses del viento.


Un señor disco es “The Secret Island Band Jams”, sí, señoras y señores, un discazo que a muchos les puede servir como vía de entrada al mundo musical de RESISTOR; quienes ya estén familiarizados con la obra precedente de este proyecto no se sentirán para nada decepcionados. ¡¡Muy recomendable!!


Muestras de “The Secret Island Band Jams”.-
Picadora: http://www.youtube.com/watch?v=666axZG4UQg
Double Ascent: http://www.youtube.com/watch?v=6pY35beOJ2A

Thursday, September 08, 2011

"Idioten" o la permanente vitalidad de KEBNEKAJSE











HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Este momento es el tiempo de traer a colación a una banda honorablemente veterana dentro del folk-rock escandinavo: KEBNEKAJSE, grupo sueco fundado a fines de los 60s, siendo así que sus discos “II”, “III” y “Elefanten” son altamente valorados por los coleccionistas de vanguardia rockera 70era. Ahora, en el nuevo milenio, el grupo fue retomado por varios de sus integrantes clásicos para darse un nuevo aire: dos años después de su bien recibido ‘comeback album’ “Kebnekajse” (sí, un álbum de título homónimo a estas alturas del partido), la banda edita “Idioten” para el presente año 2011, recibiendo nuevos elogios por parte de los conocedores. Teniendo como permanentes referentes a FAIRPORT CONVENTION, EAST OF EDEN y STEELEYE SPAN, KEBNEKAJSE supo imprimir un sello denso y etéreo a los abundantes aires de música celta, blues-rock y psicodelia de vieja escuela con que impregnaban su material con cada disco desde inicios de los 70s, y se trata de lo mismo que el grupo está haciendo en esta segunda fase de su trayectoria fonográfica. Tratándose de una banda que cuenta con 40 años de trayectoria fonográfica, en muchos aspectos vale decir que su momento actual es la antítesis de la decadencia: confirmemos esta noción con un repaso del repertorio de “Idioten”.

‘Barfota’ abre el disco con una frontal cadencia bluesera llevada con un aura reflexiva, factor que permite al violín explorar algunos ornamentos arabescos a la línea melódica principal que comparte con la guitarra. El jam funciona a las mil maravillas, sosteniendo el motivo central con convicción y añadiendo ciertas variaciones a lo largo del camino que aportan colorido al asunto. ‘Fäbodspalm’ lleva el ambiente general hacia áreas aún más calmadas, ostentando el fulgor céltico de la melodía central mientras que la percusión tiene la simpática ocurrencia de darle un cierto carácter latino a la base rítmica consistentemente sostenida por Ekman y Netzler. La extroversión empieza a reinar cuando surge ‘From-Olle’, pieza muy vitalista que pone una cuota de alegría celebratoria pura y cándida en poco más de dos minutos y medio, antes de que la pieza homónima retoque esta alegría y le transmita una vibración más filuda, indudablemente inmersa a la psicodelia heavy de vieja escuela, aunque sin perder de vista la lealtad a la dimensión céltica de la composición en sí. Si la serie de los cuatro primeros temas conformaba un bloque bien definido, se puede muy bien calificar a ‘Idioten’ como el clímax perfecto del mismo. ‘Senegal Beat’ se orienta hacia territorios folk-rockeros de raigambre africana pues da mucho peso a la amalgama de batería y percusión en cuanto a la dirección musical se refiere: los espartanos guitarreos y flotantes retazos del violín eléctrico sirven para hilar una aureola de expectación en medio de los contundentes latidos y remezones de los tambores. ‘Tax Free’ tiene toda la urgencia del rock’n’roll con aires psicodélicos y blueseros, una urgencia que se enfila hacia un explosivo cierre caótico que permite a la soltura arroparse un poco bajo el manto del frenesí: ¿será justo describir a esta pieza como un híbrido de CREAM y EAST OF EDEN?, posiblemente sí. ‘Hans & Greta’ regresa a cadencias similares a las de ‘Fäbodspalm’, permitiendo así a la banda retornar a la exploración de su faceta más candorosa. ‘Senpolska’ reincide en este momento de calma para ahondarse cabalmente en atmósferas misteriosas, afines a ambientes exóticos de base arábiga: el compás ceremoniosamente lento y la imponente presencia del violín son cruciales a la hora de transmitir esa atmósfera de pesadez emocional en torno a la cual se focaliza el motivo central. ‘Stockholmspolka’ ofrece un abierto contraste frente a la pieza precedente estableciendo un nuevo momento de celebración juguetona y danzarina: es prácticamente imposible mantener el cuerpo totalmente quieto y/o esbozar alguna sonrisa mientras el ensamble elabora este ritmo country tan contagioso, que a su vez reconoce la raigambre céltica. ‘Sangenuten’ cierra el disco con una combinación de los colores de ‘Barfota’ y las cadencias de ‘Fäbodspalm’ mientras se recoge parte de los ecos de la alegría campechana impuesta por ‘Stockholmspolka’ inmediatamente antes: es como la música de fondo para un reposo palaciego después del paseo por una foresta brumosa en un atardecer invernal y la danza frívola, mientras la mente evoca momentos alegres a la par que el cuerpo se entrega sostenidamente a la languidez.

En conclusión “Idioten” se destaca como un testimonio claro de la capacidad de KEBNEKAJSE de mantenerse en los tiempos actuales como una fuerza vital del folk-rock hecho en Escandinavia: este disco no está diseñado para romper esquemas, ya sea a nivel global como a nivel del propio paradigma de la banda, pero sin duda mantiene una frescura única y peculiar, y posiblemente resulte uno de los mejores discos de su aún vigente historia. No hay por dónde encontrar motivos de reproche artístico a esta congregación de Kenny Håkanson (guitarras), Mats Glenngård (violín, violín eléctrico y mandolina), Göran Lagerberg (guitarras y bajo), Thomas Netzler (bajo), Pelle Ekman (batería) y Hassan Bah (timbales, djembé y percusiones).


Muestras de “Idioten”.-
Barfota: http://www.youtube.com/watch?v=dSayF7Ns4mo
From-Olle: http://www.youtube.com/watch?v=cCPYyafy8ps

Monday, September 05, 2011

La nueva locación de AHLEUCHATISTAS como power-dúo











HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Esta ocasión es el momento para hablar del nuevo disco del grupo estadounidense AHLEUCHATISTAS, toda una leyenda viviente dentro del math-rock, vertiente que surgió hace dos decenios y se sigue desarrollando en la vanguardia rockera estadounidense desde inicios del milenio. Al igual que sus también veteranos compatriotas de DON CABALLERO y UPSILON ACRUX, este grupo encarna un punto de referencia especial dentro de las variantes y bifurcaciones de las que el math-rock se ha nutrido para mantenerse vigente como una iniciativa interesante dentro del rock experimental de nuestros días. El enfoque sónico que perpetra AHLEUCHATISTAS confluye, en cuanto a rudeza y filo instrumental, con el de otras bandas notables como GIRAFFES? GIRAFFES! y OXES. Esta banda se fundó a fines de 2002 en la localidad de Asheville (Carolina del Norte) bajo un permanente esquema de power-trío. La formación clásica sufrió a fines de 2009 la partida del bajista Derek Poteat (uno de los miembros fundadores), ante lo cual el dúo remanente del guitarrista Shane Perlowin y el baterista Ryan Oslance decidió seguir adelante sin reemplazar el sitial desierto – “Location Location” es el fruto de esta nueva fase de la banda, una fase donde el grupo aprovecha la reducción de su formato para explorar sonidos y esquemas más libres, menos sujetos a las formas que usualmente son consideradas como imprescindibles cuando se tiene una dupla rítmica completa, independientemente de si la banda en cuestión tiene miras experimentales o no.

Los primeros 5 ½ minutos del álbum están ocupados por ‘Waterboarding’, pieza que comienza explayándose en una introducción psicodélica radiante de fuerza telúrica, antes de que el exótico motivo central se asiente en un esquema recurrente mientras que la frenética batería de Oslance establece contundentes tamborileos de tendencia tribal. Ya en la segunda mitad se asienta una cadencia surf que añade matices lúdicos a la neurosis psicodelia reinante. ‘A Little Effort Goes Away’ baja un poco (no mucho, la verdad) el nivel de extravagancia para concentrarse en un clima tensamente lúdico donde conviven los aires de familia con BATTLES y el desparpajo del PRIMUS clásico: para los últimos 30 segundos se arma una coda caótica muy divertida. Luego sigue la secuencia de los temas ‘No Sleep’ y ‘Heraclitean’: el primero se concentra por casi 4 minutos en un estudio de abstracciones aleatorias que apelan al tipo de espiritualidad cósmica propia de la tradición krautrock, mientras que el segundo establece un enérgico despliegue de neurosis math-rockera no exenta de excitantes embrujos crimsonianos, especialmente en el desarrollo del clímax conclusivo. Tenemos aquí un cénit del álbum, y nos preparamos en seguida para otro ejercicio de música abstracta desde el arribo de ‘Channel Zero’, a la sazón, el tema más extenso del álbum: ‘Channel Zero’ se orienta claramente hacia una retoma de las dimensiones cósmicas que ya habían marcado ‘No Sleep’, siendo así que esta vez el esquema sónico es más minimalista, además que la labor del baterista, fijada en torno a improvisaciones intensas de carácter free-jazz, establece un dinamismo persistente capaz de insuflar energía vital a las sonoridades inescrutables que tienen lugar. Psicodelia libre en su más pura expresión, misterio vibrante que emite un fuego tan ilógico como orgánicamente real.

Todavía quedan 18 minutos y pico de “Location Location”, y vale anticipar que no hay ningún segundo de desperdicio en lo que queda, así como tampoco lo hubo en el repertorio precedente. ‘Second Self’ tiene toda la pinta de ser un cuadro musical en tributo al primer NEU! con los pinceles de BATTLES, la paleta de FRIPP & ENO y el lienzo de SONIC YOUTH: tensión lisérgica enmarcada dentro de una arquitectura robusta y severa, otro cénit del álbum. ‘Mistaken Identity’ vira hacia atmósferas más juguetonas, una reconstrucción math-rockera de aires fusionescos inspiradas en ritmos y texturas nor-africanas y arábigas, no muy lejanas de las exploraciones de etno-fusión contemporánea que hallamos en los discos solistas de Tony Levin y Trey Gunn. ‘Blind Way’, en menos de 2 minutos, brinda un incendiario efluvio de psicodelia free-form en anticipación de ‘Israel’, tema que se articula en torno a los redobles perpetuamente arrolladores de Oslance y la capa de soundscapes armada por Perlowin, estando este último de sumar inteligentes fraseos y solos de línea space-jazz-rockera (un poco a lo Hillage, con matices de Frith, también). Tercer cénit del álbum y solo falta el epílogo titulado ‘Our National Anthem’, un breve paraje deconstructivo “armado de forma cubista”, el cual comienza con una sección cósmica minimalista de tono expectante, luego un puente interrumpe con otro motivo minimalista, eta vez aterrador al modo de las películas de Lynch, y finaliza con un alegre pero desconcertante motivo típicamente math-rockero que incluso parece celebratorio. Un final así de raro es lo que merece esta obra de artesanía vanguardista gestada por AHLEUCHATISTAS para el presente año 2011, una banda que sigue adelante en su valiente labor de crear arte musical como expresión de osadía desafiante: “Location Location” es un disco muy bien ubicado dentro de las inquietudes postmodernistas dispuestas a remodelar el concepto de rock.


Muestras de “Location Location”.-
A Little Effort Goes Away: http://ahleuchatistas.bandcamp.com/track/a-little-effort-goes-away Heraclitean: http://ahleuchatistas.bandcamp.com/track/heraclitean
Israel: http://www.youtube.com/watch?v=8hVKYUAgMTU

Thursday, September 01, 2011

TOUNDRA - testimonio de una evolución vital dentro de la vanguardia rockera española


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Esta ocasión nos ponemos a repasar los dos discos de la banda española TOUNDRA: el debut homónimo del año 2008 y “II” del año 2010. TOUNDRA es un cuarteto formado de las cenizas de un grupo llamado precisamente NACEN DE LAS CENIZAS. El bajista Alberto Tocados, el baterista Guillermo y los guitarristas Esteban Jiménez y Víctor García-Tapia se asociaron para dar rienda suelta a aventuras sonoras enmarcadas dentro de los esquemas del post-rock y el post-metal, asimilando referentes y alineando confluencias con bandas como MOGWAI, ISIS, RUSSIAN CIRCLES y PELICAN. Poco después de editado su disco debut, Guillermo dejó la banda para ser reemplazado por Álex Pérez.


Comenzamos con el primer trabajo fonográfico de la banda, titulado como ella misma. La dupla de ‘Bajamar’ y ‘Pleamar’ da inicio al álbum: el primero de estos temas tiene una vibración consistente y convincente, controlada con buen pulso aunque inocultable a través de su predominante compás lento, solo soltándose con mayor vigor en el intermedio para desarrollar un clímax tan sugerente como opresivo; el segundo es muy diferente, basado en un suave desarrollo de sutiles secuencias de acordes donde las guitarras se hermanan en un clima de calma reflexiva. ‘Medusa’ encarna el primer momento de genuina extroversión electrizante del disco. Durante 7 ¾ minutos, la pieza pasa por una ilación de motivos donde los riffs establecen sus respectivas dosis de vitalidad muscular con una coherencia muy bien cuidada: los pasajes marcados sobre compases ágiles son mayoritarios, pero también hay espacio para algún momento más cadencioso donde el ensamble decide matizar la recurrente expresividad vitalista. En este punto ya TOUNDRA ha instalado su propia voz: así, llega ‘Órbita’, pieza basada en texturas melódicas arábigas y cadencias rítmicas tribales, dando así pie a que se aplique una importante dosis de psicodelia al estándar sonoro de la banda, lo cual repercute en que el nervio rockero es manejado con un poco menos de pesadez y una agilidad más pronunciada. ‘Jauría’ opera sobre un compás más contenido en 3/4, pero para nada significa esto que el grupo perpetre una excursión hacia atmósferas lánguidas: por el contrario, ahora la masa de guitarreos se conjuga en una nueva forma de expresar su electrizante fuego que, en parte hereda la tendencia psicodélica de la pieza precedente, en parte se retrae hacia una introspección furiosa y auto-afirmativa. Hay una edición especial que incluye un bonus track titulado ‘Génesis’: dicha pieza recapitula algunos aspectos esenciales de ‘Bajamar’, aunque con una actitud un poco más ceremoniosa. ‘Tesalia’, la última pieza del disco, se inicia con un envolvente juego de monótonas escalas de guitarra que desemboca finalmente en un jam lento marcado por una amable, casi ensoñadora calidez. Esto es “Toundra”, poco menos de 40 minutos de post-metal aplicado e ingenioso, un excelente punto de partida para este grupo.


Titulado sin mayores misterios “II”, el grupo ofreció en 2010 su segundo disco como muestra de los derroteros sónicamente enriquecidos con los cuales proyecta la revitalización de su esquema esencialmente post-metalero: elementos de stoner, psicodelia empapada de exóticos perfumes fusionescos y retazos de metal estándar entran a tallar en ciertos parajes estratégicamente ubicados del repertorio. Dicho enriquecimiento estilístico repercute necesaria y vitalmente en la plasmación de un repertorio más contundente en comparación con el del homónimo disco debut, el cual dos años antes de este disco ya había llamado la atención de aficionados al post-rock y post-metal de España y del mundo por merecidas razones. En pocas palabras, el grupo ha sabido trascender (sin negarlos) a los referentes que inspiraron sus primeros pasos creativos. Hay, de hecho, una estrategia bien definida en la notoria incorporación de colores étnicos en varios temas de este disco, tal como se revela en la entrevista publicada en este enlace: http://www.feiticeira.org/entrevista/toundra Las imágenes de la portada, duendes masculinos y femeninos maléficamente entusiasmados con rituales de destrucción corporal, erotismo grotesco y muerte en medio de un bosque que ostenta colores cándidos, aluden al concepto de choque de culturas. Esas manifestaciones de orgiástica crueldad portan orgullosamente una actitud desafiante frente a los ojos que las ven, a diferencia de la portada del disco debut, un iceberg en la noche que evoca más bien la presencia de algo mayestático encerrado en la calmada soledad del mar.


‘Tchad’ da inicio al disco al modo de un preludio de cadencias arabescas articuladas finamente en la cristalina maraña de guitarras acústicas y eléctricas. El sobrio punche mostrado en la atmósfera bien sostenida de esta pieza es idóneo para preparara el camino para ‘Magreb’, ambiciosa pieza de 11 minutos que se erige en el primer cénit del álbum. Tras poco menos de 2 ½ minutos haciéndose eco de la ceremoniosidad filuda del primer tema, el ensamble finalmente explota por primera vez en una exhibición de fuego controlado, cuyas llamas se imponen con viril incandescencia a través de los riffs y armonías del motivo guitarrero, así como por la muscularidad milimétricamente articulada de la dupla rítmica. Más adelante, la banda sucesivamente alterna intensos climas de tenor stoner con otros más sutiles de tendencia shoegaze, aprovechando así los matices que la batería insufla al permanente dinamismo de la dupla rítmica, para cerrar el conjunto sónico con un despliegue de post-metal académicamente puro y contundentemente convincente. Los últimos segundo de rasgueos guitarreros y redobles entrecortados de batería anuncian el despliegue de extrovertido vigor de ‘Zanzíbar’, pieza que principalmente se basa en sacar provecho de la pulsión vibrante de ‘Magreb’: el buen oficio de la banda en esto de evitar monotonías hace que los poco menos de 5 minutos que dura la pieza pasen como en un instante. Otro cénit, lo cual convierte a esta dupla en un perpetuo clímax luminoso. ‘Völand’ es un interludio de guitarras acústicas y percusión en base a un motivo inspirado en aires del Oriente Medio. ¿Será una suerte de nostalgia por los viajes acústicos fusionescos que a veces insertaba Jimmy Page en el repertorio de LED ZEPPELIN? Posiblemente, pero como sea, funciona muy bien como momento de relax antes de que ‘Danubio’ desarrolle un clima de reflexividad intensa, creando una polenta notoria pero contenida dentro de los confines expresivos marcados por la pauta rítmica semi-lenta. En la frontera del cuarto minuto y medio, los guitarreos se sumergen en una flameante atmósfera de ágil densidad que primero se enfila por el estándar del post-metal y termina por exaltarse en una intrépida manifestación de visceral furia rockera donde el hierro exultante del metal se mezcla con el acero macizo del stoner. Un final impresionante, realmente. ‘Koschei’ se conecta con el tipo de electrizante vibración que ya se había plasmado en buena parte de ‘Zanzíbar’ en fluida conexión con la tormentosa extroversión de ‘Danubio’, terminando en una coda más contenida que permite al grupo trabajar con atmósferas misteriosas. El disco se termina con ‘Bizancio’, broche de oro para la completa aventura sónica de “II”. Comenzando el primer motivo con arreglos sobrios, apenas traspasada la frontera del segundo minuto, el ensamble le da un filo contundente con apabullantes sonoridades inquietantes. Un nuevo momento de retrotraimiento ofrece la oportunidad de explorar texturas evocativas donde la banda explora refrescantes texturas candorosas; este giro está inteligentemente expandido para generar un álgido contraste con la poderosa sección final, forjada a puro fuego épico. La presencia de invitados al cello, piano y guitarra steel (Álvaro Llorente, Manolo Iglesias y Víctor Teixeira, respectivamente) resulta un factor crucial a la hora de concretizar la instalación de estas ambiciones sonoras reservadas para este mágico final del disco.


Como balance final, cabe reiterar el modo tan coherente y tan sólido en el que TOUNDRA ha desarrollado su evolución musical dentro de un consistente apego a la misión específica que se ha trazado dentro de la vanguardia rockera contemporánea. El sano y dinámico eclecticismo que se organiza dentro la bien armada integralidad sonora de “II” habla por sí solo. TOUNDRA ha dado un paso de gigante en el poco tiempo que le llevó preparar y grabar el material de “II” después de la efectiva declaración de principios que supuso el primer disco. Vale la pena seguirle el paso a esta banda, no me cabe duda al respecto.