Sunday, October 22, 2023

ELECTRIC ORANGE: saliendo del intervalo para volver a brillar en el mundo prog-psicodélico del 2023

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos la afortunada ocasión de presentar el nuevo disco del ensamble prog-psicodélico alemán ELECTRIC ORANGE, el cual se titula “Gap” y fue publicado el pasado 23 de agosto por el sello Adansonia Records, siendo el vinilo de color mármol negro el formato escogido en exclusiva, edición limitada de 300 ejemplares. La edición en CDE se hizo de forma independiente. El cuarteto conformado por Eric Karow [batería], Werner Wieczorek [bajo], Dirk Bittner [guitarras, percusión, arpa y voz] y Dirk Jan Müller [órgano Hammond, sintetizadores y piano eléctrico Farfisa] vuelve a dar rienda suelta a sus instigaciones habituales de krautrock guitarra-céntrico, psicodelia pesada y matices de tenor jazz-rock-progresivo. El material aquí recogido fue grabado en el Studio Fleisch en diciembre de 2022 y mayo de 2023. El propio Dirk Jan Müller se hizo cargo de la producción junto a Dirk Bittne, estando el ulterior proceso de masterización en manos exclusivas del primero. Tras su debut fonográfico en el año 1993, ahora la gente de ELECTRIC ORANGE celebra 30 años de trayectoria fonográfica con un disco poderoso e intenso, decimoquinto de estudio, que dura 38 minutos y pico. El impulso creativo desarrollado en “Encoded” (2020) y “Psyi-Hybrid” (2021) sigue dando estupendos réditos estéticos en lo que podemos apreciar en “Gap”: veamos los detalles del repertorio contenido en él. 


‘Cyanine’ abre el álbum con una buena carga de energía extrovertida. 
Despliega, en un espacio de alrededor de 3 ½ minutos, un groove jazz-rockero con raigambre funky (al modo de un espacio intermedio entre el HERBIE HANCOCK de la etapa 1974-76 y los WEATHER REPORT de la etapa 1973-75) sobre el cual se desarrolla una atmósfera psicodélica bastante domesticada, la cual plantea modismos equitativamente inspirados en el paradigma de AGITATION FREE y el esquema de trabajo de unos RED KITE. Muy atractivo inicio del álbum que, incluso podríamos decir, daba para durar un poco más a fin de explotar más fehacientemente su mágico gancho. A continuación, llega el turno de ‘Merkstein’, tema que dura 15 minutos y pico. Se adentra en un territorio muy diferente, uno arropado por atmósferas más densas y etéreas con abundantes retazos grisáceos al modo de un space-rock alimentado con convulsiones ácidas. El asunto ya se aproxima más al paradigma de GILA con añadidos matices post-rockeros que ostentan una misteriosa parsimonia cuyas vibraciones latentes parecen siempre estar al borde de explotar en un fulgor imponente; mientras tanto, éste se queda bien resguardado bajo una mezcla de pulsaciones oportunamente comedidas y zumbidos oníricamente minimalistas. Todo se expande a paso firme con ligeras variantes a lo largo del camino, las mismas que dependen de los ornamentos de guitarra, órgano y bajo que van surgiendo mientras la batería, también dada a gestar algunos adornos, preserva el swing ceremonioso hasta llegar a la frontera del noveno minuto y medio. A partir de allí, el asunto se torna un poco más sofisticado y se incrementa el factor jazz-rockero con razonable notoriedad. Así las cosas, los ornamentos de la guitarra y el teclado lideran conjuntamente un crescendo global que es sabiamente azuzado por un bajo cada vez más aguerrido. Llega un momento en que ese fulgor contenido halla su camino de exteriorización a fin de concretar una efectiva musculatura grupal. El grupo ya se halla en territorio vecino al oscurantismo sin llegar a habitarlo propiamente: he aquí algo que los HAWKWIND hubiesen estado orgullosos de componer bajo la guía de los AMON DÜÜL II de la fase 1970-71. 

La segunda mitad del álbum comienza con la pieza homónima, que dura poco más de 3 ¾ minutos y funge como la contraparte de ‘Merkstein’, arrojándose a un estilizado frenesí dentro de los cánones del discurso prog-psicodélico. Los instrumentistas se asocian fluidamente en la labor de sacarle el jugo al vitalismo inherente a la composición, especialmente en lo referente a las intervenciones del órgano Hammond (situado en el centro nuclear del bloque sonoro y abiertamente asociado con los recursos de ansiosa vitalidad de la batería). Así las cosas, el álbum está listo para su cierre, y éste llega de la mano de ‘Das Bunte’, que ocupa un espacio de 15 ½ minutos y cumple fehacientemente con la misión de llevar al bloque total del álbum a su clímax conclusivo. Regresa de lleno a la línea de trabajo concretada en el tema de apertura mientras recoge los ecos del luminoso dinamismo que signó a la pieza homónima. Las influencias de AGITATION FREE, EMBRYO y GILA (y tal vez, también las de los GURU GURU de la fase 1971-72) nutren la imaginación colectiva del grupo para armar un sólido ejercicio de jazz-rock progresivo con generosas afluencias psicodélicas. La batería asume un rol crucialmente protagónico dentro del entramado sonoro mientras los demás instrumentos aportan sus propios recursos de exuberancia para preservar la constancia en la agilidad del jam básico. Alrededor de la frontera del sexto minuto, el filo rockero se vuelve más punzante a fin de permitir la efervescencia de un clímax estratégicamente situado, siendo así que la guitarra empieza a tomar las riendas del bloque sonoro con vías a conquistar un sendero de fastuosa pesadez. En este renovado contexto, el órgano asume un rol más señorial y la dupla rítmica se torna más machacona. La sección epilogar que se desarrolla en los tres últimos minutos y medio atenúa levemente la garra expresiva mientras hace un viraje razonablemente más reposado en el swing; por su parte, el órgano, que ha ganado nuevo protagonismo, se convierte en el principal medio de colorido sonoro para completar los últimos tramos de este mural. Todo esto fue lo que se nos brindó en “Gap” desde los cuarteles de ELECTRIC ORANGE, un grupo que vuelve a salir al frente de la ciudadela de la vanguardia prog-psicodélica alemana para hacer brillar, una vez más, su luz musical. Haciendo gala de oficio y creatividad, el colectivo de ELECTRIC ORANGE vuelve a lucirse en un disco que recomendamos para cualquier buena fonoteca de rock artístico. 

2 comments:

Sergio Reyes said...

Muchas gracias Maestro Cesar. He disfrutado este domingo escuchando este álbum, que tal como Ud lo presenta, y es lo que me atrajo a su escucha, es prog-psicodelico. El primer tema me lo confirmó, llegando al segundo, que es mi preferido, con guiño a Quicksilver del More Floydiano (el color de la portada me pareció después muy acorde a mi asociación), así como al Set the Controls. El cuarto tema con un solo muy a lo Jon Lord. El listado de teclados muy apropiado para revivir la época. Excelente recomendación. Saludos desde El Salvador!

César Inca Mendoza Loyola said...


Muchas gracias por tu interés y tu comentario.

Para las próximas reseñas viajaremos a Noruega, Bélgica, los EE.UU., Gran Bretaña, Rusia, Bielorrusia y Alemania.


César Inca