HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Aquí presentamos el nuevo disco del fructífero grupo noruego TUSMØRKE, el mismo que se publicó el pasado 18 de agosto con el título de “Hestehoven”. Con una hermosa portada elaborada por Sverre Malling, este disco en cuestión fue publicado por el sello Karisma Records, tanto en vinilo como en CD. El colectivo conformado por Benediktator [bajo, guitarras eléctrica y acústica, sintetizadores, mellotrón, piano eléctrico, baglamá, percusión, efectos electrónicos y voz], Krizla [flauta, percusión y voz], Haugebonden Gode Gullstein [órganos, pianos acústico y eléctrico, mellotrón y sintetizadores] y HlewagastiR [batería]. “Hestehoven” es una obra conceptual cuya idea central es una celebración de los perseverantes mitos tradicionales paganos sobre la fertilidad, el amor y el erotismo que subyacen, aunque se de forma inconsciente y escondida, en varios aspectos del comercio, la cultura del consumo y la superestructura moral de nuestra sociedad moderna. Esta es la principal motivación de esta banda, celebrar la resistencia pagana que sólo finge haber sido subyugada por los sucesivos imperios de la idiosincrasia cristiana y la globalización consumista de base capitalista. Su disco del 2021 “Nordisk Krim” celebraba la relevancia de los antiguos sacrificios humanos y el del año siguiente, titulado “Intetnett”, se centraba en la nostalgia de los mitos de Mesopotamia y la crítica de la inteligencia artificial, usando la narrativa de una fábula cuyo protagonista es un profesor de educación inicial tecnofóbico qu quiere enseñar a sus pupilos a vivir libres de las predicciones algorítmicas de nuestro mundo computarizado. La gente de TUSMØRKE siempre ha orientado su inspiración musical en torno a la reactualización de las tradiciones precristianas y las cosmovisiones premodernas (escandinavas, célticas, indoeuropeas, etc.), y en esta ocasión, el enfoque intelectual es de desenmascaramiento de cómo lo arcaico trasciende a su época patente para permanecer como una fuerza latente inevitable en el espíritu comunitario. Para este décimo disco del grupo (muy prolífico, teniendo en cuenta que su debut fonográfico se dio en 2012), la producción estuvo a cargo de Benediktator; él también se encargó de la ingeniería de sonido para las sesiones de grabación junto a Morten Øby. Jens Petter Nilsen realizó las ulteriores labores de masterización. La hermosa arte gráfica es de la autoría de Sverre Malling, quien ya hizo portadas para algún disco anterior de TUSMØRKE, así como para MOTORPSYCHO y ALTAAR. Bueno, revisemos ahora los detalles del repertorio aquí contenido.
Durando poco más de 4 minutos, ‘Cycle Of The Gylfaginning’ abre el álbum con aura ágil y colorida que nos remite tanto al paradigma de BO HANSSON como al de CARAVAN, dando como resultado algo muy afín a esa otra gran banda escandinava que es NEEDLEPOINT. Definitivamente, son el piano y la flauta que se asocian en la luz guía del fulgor general del esquema instrumental; también ayuda bastante el tenor teatral plasmado en el breve intermedio que precede al último estribillo. Acto seguido, llega el turno de la pieza homónima, la cual se encarga de incrementar el colorido sónico del ensamble dentro del esquema de trabajo ideado para el presente disco. En efecto, ‘Hestehoven’ exhibe una vitalidad rotunda y convincente a través de una exhibición de jovialidad progresiva que se deja arropar por cósmicas ambientaciones psicodélicas que emanan de los diversos teclados actuantes. Siendo menos explícitamente festivo que en la canción de inicio, el dúo rítmico persiste hábilmente en la articulación de una ingeniería sofisticada que está a la altura de la exaltación esencial de la pieza. No podemos dejar de mencionar lo simpático que es el gesto de incluir una amplia cita de la canción del grupo folklórico LOS KJARKAS ‘Llorando Se Fue’ (canción famosamente plagiada en un gran hit del estilo lambada de fines de los 80 en manos de cierto grupo franco-brasileño) en el solo de sintetizador. No la vimos venir, nos pareció gracioso e ingenioso a la vez. Los aires barrocos añadidos en la sección final incrementan la reinante ampulosidad. Es un cénit del álbum, así como lo es el tercer tema del álbum el cual dura poco más de 7 ¾ minutos y se llama ‘Den Behornede Guden’: es el tema más extenso del repertorio. En muchos sentidos, esta canción regresa al ambiente general que signó a la primera, pero cabe resaltar que su paleta sonora está más expandida, logrando con ello enriquecer el espíritu mayormente lúdico que late en la estructura melódica del desarrollo temático. Los aspectos pastorales nos remiten definitivamente a JETHRO TULL y WHITE WILLOW, pero la dinámica está más emparentada con los espíritus de JORDSJØ y AGUSA. La inserción de elementos psicodélicos y (relativamente) pesados se hace con perfecta fluidez. ‘Åndemaneren’. ‘Jeg Klumser Deg’ preserva el espíritu de lúdica e ingenuamente entrañable alegría mientras aumenta la dosis de vivacidad. Parece como si volviésemos a los tiempos de THE WILDE FLOWERS pero con las lecciones aprendidas del prog-folk europeo de los 70s.
‘Jeg Klumser Deg’ ostenta una emotividad más ceremoniosa, al modo de un KEVIN AYERS de los cuatro primeros discos con algunos trazos de la faceta folk-psicodélica de las obras más ambiciosas de THE KINKS. También hay algunas tímidas conexiones con los GONG de los dos primeros discos, especialmente mientras la canción va avanzando y asume algunos retazos grisáceos en su desarrollo temático. La relajada calidez de la coda trae un mesurado remanso revestido de tersos matices prog-sinfónicos antes de que regrese el estribillo por última vez. Cuando llega el turno de ‘Kyprianos’, el grupo se dispone a elaborar un espacio intermedio entre el señorial vitalismo de los dos primeros temas y las indagaciones ceremoniosas de la canción inmediatamente anterior. Así las cosas, el esquema melódico viaja transcurre con total naturalidad desde pasajes abiertamente vívidos hasta otros donde impera una suerte de misterio controladamente denso. Las creativas líneas del bajo ayudan bastante en el enriquecimiento de los sucesivos grooves centrales. El final del repertorio llega
de la mano de su segundo tema más largo, que dura 7 ½ minutos: éste porta el sugerente
título de ‘The Wicked Ways Of Witches And Wizards’ y tiene la misión de sintetizar los aspectos fundamentales de la dimensión ceremoniosa del grupo bajo una pauta de incrementada majestuosidad expresiva. Así pues, el desarrollo temático se ve motivado a virar hacia terrenos solemnes y expresionistas en alguna parte del camino. Por otro lado, encontramos de nuevo recursos propios del folk-rock y el prog sinfónico en pasajes estratégicos sobre los que se apoyan diversos modismos de energía sónica. Dentro de su versátil ingeniería, esta canción se erige como otro momento culminante del disco, un momento que se cierra eficazmente con el atavismo envolvente que encuadra al cautivador epílogo. Punto final para “Hestehoven”, el álbum que llega a nosotros desde los cuarteles de la muy proactiva banda TUSMØRKE en esta segunda mitad del año 2023. El grupo ha vuelto a lucir su creatividad melódica y su elegante uso de la esencia prog-sinfónica para nuestros tiempos. Se trata, a fin de cuentas, de un disco bastante recomendable.
Muestras de “Hestehoven”.-
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